WORKING PAPER I: EL ORDEN INTERNACIONAL DE

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WORKING PAPER I: EL ORDEN INTERNACIONAL DE POSGUERRA
POR LAUTARO
¿CÓMO ERA EL ORDEN INTERNACIONAL DE POSGUERRA (45´-50´) Y QUE RELACIÓN
TENÍA EL MISMO CON FRANCIA, PAÍSES ÁRABES Y YUGOSLAVIA?
El orden internacional de posguerra se caracterizó por ser un proceso de
reorganización política, económica y social que afectó estructuralmente el
posicionamiento internacional de aquellos países que representaban las esferas de
poder principales a inicios de la segunda guerra mundial. Durante estos años el
escenario internacional experimenta un período de transición hacia un nuevo orden,
de carácter bipolar, y encabezado por dos potencias antagónicas como la URSS y EEUU.
En este marco, para el año 1947 se ponen en manifiesto la voluntad de influencia de
estos dos actores en el territorio europeo a través de la implementación de cursos de
acción propios de sus diferentes sistemas de ideas y valores: por el lado
norteamericano, la proclamación de la Doctrina Truman y la aprobación del Plan
Marshall, ambos respaldados por congreso estadounidense, representando así un
instrumento de contención contra el avance comunista y un medio económicofinanciero de ayuda a los países del viejo continente. La formulación de dichas
políticas, por otro lado, se genera en un período donde los liderazgos europeos se
encuentran en declive declarado, principalmente de Gran Bretaña, quien ante la
imposibilidad de sustentar económicamente a aquellos países sensibles de quedar bajo
la orbita comunista, cede su lugar a Estados Unidos como principal referente para
realizar esta tarea. Por otro lado, la URSS a través de la Doctrina Jdanov, define la
postura anti-imperialista contra EEUU en oposición a las medidas iniciadas por su rival
en ese año y derivando consecuentemente en una división progresiva del continente
Europeo en esferas de influencia definidas. Los países de Europa del este
experimentan un acelerado proceso de sovietización que implicará inclusive y a futuro,
una intervención directa del estado hegemónico para controlar esa región de una
manera rápida y efectiva. La posguerra en este sentido impulsa la formación de la
bipolaridad posterior del orden internacional, dejando en evidencia lo disímil de los
métodos de cada Estado en sus formas de intervención: la URSS se expresará por
imposición y por afinidad ideológica con sus estados satélites, y EEUU optará por la vía
de la cooperación económica y militar con la Europa occidental.
La debilidad resultante de la situación de posguerra de los países europeos derivará
también en un proceso progresivo de descolonización de territorios de Asia, África y el
Pacífico, dando lugar al surgimiento de una multiplicidad de actores en ese nuevo
contexto que tendrán sus propias posturas determinadas en relación al nuevo orden
en formación. De este tipo de acontecimientos aparecerá uno de los focos de tensión
más importantes y con permanencia en nuestros días en la primera guerra árabeisraelí, ante la negativa de los países árabes limítrofes de Palestina de acatar el Plan
ejecutado por la Asamblea General de Naciones Unidas referente a la partición de este
territorio.
Desde este punto, se deduce también la importancia de un nuevo actor clave en este
período como lo fueron las organizaciones internacionales, en especial Naciones
Unidas. En este organismo y luego de la segunda guerra mundial, Francia como una de
las potencias vencedoras obtuvo un gran triunfo en cuanto su política exterior al
ingresar como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de este organismo. A
pesar de no haber sido considerado como una de las “grandes potencias vencedoras”
de la contienda mundial, siendo inclusive excluido de las reuniones en Yalta y
Postdam, la administración de De Gaulle logro conseguir un rol determinante en los
esquema de decisión a nivel internacional.
Por otro lado, el caso de Yugoslavia representa el ejemplo del país que porta una
afinidad ideológica compatible con unos de los bloques hegemónicos, en este caso el
soviético, y que a pesar de ello opta por la vía autonómica y de no-subyugación ante el
estado dominante. Inclusive, el caso yugoslavo se asume como paradójico en la
capacidad de articular dos tendencias que el mundo bipolar contraponía
irreconciliablemente: una república federal socialista que se vinculaba con el líder del
bloque occidental, EEUU, sin ceder ante las exigencias ajenas de su propia ideología.
SEPTIEMBRE 2011
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