— 543 — La Enfiteusis Rivadaviana Su aplicación al territorio Uruguayo por Rufino Larraud Sumario /. — PREÁMBULO: 1) Justificación del teína. II. —LA ENPITBUSIS DE RIVADAVIA: 2) La enfite-usis en la legislación es pañola contemporánea. 3),; Colocación de la tierra p-ública en el derecho hispano colonial. 4) Los primeros años de independencia rioplatense. 5) Bernardina Rivadaiuia y la legis lación de tierras. 6) La ley de enfiteusis y sus reglamentaciones. 7) Caracteres de ía enfiteusis rivadaviana. 8) Bl sistema desvirtuado. Su liquidación. III. — LA ENFITEUSIS RIVADAVIANA BN LA PROVINCIA ORIENTAL: 9)', Planteo del problema. 10)- Inexistencia de 'legislación provincial sobre el tema. 11) Opinión de Manuel R. Alonso. 12) Opinión de González Ler ena. 13) Opinión de Juan Resumen de sus opiniones. 15) Opinión de MárqueÉ. 16) Opinión de Pedro Castro. 14) Elduardo Acevedo. 17) Nuestra opinión. 18)| Importancia del Gran Libro de Propiedad Pública. 19) Lo que dicen los archivos. IV. -' LA .ENFITEUSIS RIVADAVIANA BN LA REPÚBLICA ORIENTAL Planteo deLproblema. 21) Legislación (cronologia). 22) Opi DEL URUGUAY: 20) de nión 25) 27)' 29) los autores. Argumento Una de 23) opinión vertida Una constancia Nuestra opinión. 24) de los decretos de 1829, en singular. NUESTRAS CONCLUSIONES: 30) y Argumento 1831. 26) Argumento del decreto 3 agosto de 1833 Nuevamente los archivos. la Cámara de Representantes. 28) los decretos de Resultados de nuestra investigación. I. —PREÁMBULO 1 — . Es posible que el título adoptado inerte que otra cosa, la exhumación de actual posible, sin viva relación con nuestra una trabajo, sugiera, más antigualla jurídica sin vigencia hora, sólo respetable por su im para este, portancia histórico social. Se cambiará de opinión si se piensa cómo en las- raíces del título que hoy — mismo estudiamos cómo — 544 — el del inmueble que escrituraremos tal vez mañana, — orígenes que alguna fórmula vaga e imprecisa (1) extractar ante nosotros, se oculta, quizá, un enfiteuta cuyo derecho esos en remotos pretende primigenio podría hacer vulnerable todo el andamiaje del dominio privado levantado penosamente sobre acjuella base. El riesgo se hace más preciso a poco que se tenga presente que ni aquel enfiteuta originario, ni tampoco sus sucesores universales podrán nunca inter vertir título al amparo de los artículos 1199 y 1200' del Código Civil, para en posesión su tenencia precaria. Así, ha podido señalar Massera: su convertir en una rigurosa aplicación de nuestros preceptos legales, "... serían, precisamente, los enfiteutas o sus descendientes y los arrenda o sus descendientes, los únicos tenedores de la tierra pública res tarios que ... pecto de los cuales pudiera decirse que jamás podrían alegar la posesión y por lo tanto contra el Fisco, si la nueva ley (se refiere a la prome tida por el art. 1194 del C. Civil) fijara las condiciones de la prescripción" (2) -Tenemos, además, la esperanza de que este modesto trabajo sea útil en otro sentido, ya que creemos señalar en el Qurso del mismo algunos puntos prescribir de vista poco conocidos, en cuanto sostenemos que la legislación rivadaviana sobre enfiteusis es aplicable y, aún, que fué aplicada en nuestro territorio. Estas son las principales razones que nos inducen a destacar el tema, amplio que, sobre FORMAS DE COLOCACIÓN PUBLICA, hemos desarrollado en otro lugar. (3) del más RRA (1) Con frecuencia hemos leído, y aún habremos DE LA TIE utilizado, quizá, íórm-ulas tales "Don N, N, ADQUIRIÓ del Estado,..", "El Estado ENAJENO a Z. Z, ,,,", "Don X, X, OBTUVO del gobierno ...", "El señor A. B, DENUNCIO un campo .,.", etc. También es verdad -que en muchas otras oportunidades, hemos visto relacionar como -estas: precisión, v, g,, -que "El Estado VENDIÓ a don Fulano...*, o que "De tal ¡M-ERGED a don Perengano, ...", etc. (2) -v. José Pedro Massera, PROYECTO SOBRE TIERRAS PUBLICAS, OOLONIZ'ACION Y CATASTRO, en "Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay", tomo 25, año 1939, p, 258. ,Es ver-dad que, en lo que se refiere a la importancia cuantitativa -de las tierras detenta das por antiguos enfiteutas y sus sucesores universales, el mismo Massera, comentando opi niones del Ex-Fiscal de Gobierno Dr, Gil y de Ángel Floro Costa, dice: "Por otra parte, debo hacer constar para alejar de una vez por todas el fantasma de los enfiteutas que usufructúan más de cuatrocientas leguas de tierra fiscal, que según datos de fuente fidedig fiscales en enfiteusis al amparo de la ley na, todos o casi todos los que adquirieron tierras -de 1833 consolidaron luego su propiedad comprando al Estado en diversas épocas las tierras concedidas, amparándose a las leyes y decretos posteriores", (op, cit, p. 258), con la debida terreno, se le hizo , (3) En ocasión de dictar un breve cursillo en nuestra 'Facultad de Dereoho y 'Ciencias en Sociales, desde la Cátedra de Legislación Notarial a cargo del Prof. Julio R. Bardallo, las de Profesor Auxiliar (interino). Las clases que dictamos se referían a de 24 del se PUBLICA TIERRA prolongaron LA y FORMAS DE COLOCACIÓN DE nuestras actuales palabras, agosto al 9 de setiembre de 1948, Cotejando con las de entonces lo casi podrán observarse algunas pequeñas diferencias en ciertos conceptos, explicables por nuestro carácter inédito del caimino que hemos seguido. — Al efecto, bulo, nos tres en — rivadaviana 545 — proponernos dividir nuestra tarea partes : — aparte de este preám empezaremos por estudiar brevemente la enfiteusis principales aspectos jurídicos, para luego referirnos, por proyecciones que ella tuvo en la Provincia Oriental durante el período 1825-1828, y en la República Oriental del Uruguay, luego de su independencia Finalmente, trataremos de precisar en algunas conclu su orden, en sus las a ■ . siones los resultados de nuestra II. 2. investigación. LA ENFITEUSIS DE RIVADAVIA — Difícil sería hablar de la enfiteusis rivadaviana, sin echar un li a la organización que este contrato, de origen romano, - — vistazo, siquiera, gero tenía la en El legislación española contemporánea. enfítéutíco, en las Leyes de Partidas, censo contratos de venta y de arrendamiento ; sin que al úhimo, dequí otro -^— primero aquel era perpetuidad a . "El censo ser uno es compuesto de los un ni otro, ENFITEUTICO — se parece más al ha dicho Ots Cap- virtud del cual, el dueño de una cosa raíz trasmitía a por largo plazo el DOMINIO. ÚTIL de esa cosa, me en o diante el pago de un canon o pensión anual". (4) Prescindiendo de aquellos caracteres que tienen un contenido eminen económico, podemos decir que, en un enfoque puramente jurídico, distinguen las siguientes particularidades del contrato: (5) temente se I. Se ■— II. constituía, necesariamente, El enfiteuta — diera hacerlo, lugar a efectuando deterioro". III. Podía — por escrito. podía "gozar de la tierra como todos los trabajos de su agrado, ■ —■ propietario con tal de no pu dar (6) enajenar su derecho (con limitaciones), empeñarlo, varlo con servidumbres, ceder el usufructo. IV Plazo : Era perpetuo por naturaleza . el ; pero se O por un plazo de diez o más años. El enfiteuta debía CULTIVAR LA TIERRA podía gra constituir por vida del enfiteuta. V. — como buen pa dre de familia. VI. - —■ VII. VIII. tipulación — Obligación de pagar el CANON anualmente. Los impuestos y demás cargas, eran por cuenta del enfiteuta. MEJORAS: no tenía derecho a reclamar por ellas, salvo es —- contraria; (4) V. Ots Capdequí, MANUAL DE HISTORIA D,EL DERECHO ESPAÑOL EN LAS INDIAS Y DEL DERECHO PROPIAMENTE INDIANO, p, 139, (5) Confr, Márquez, BOSQUEJO DE NUESTRA PROPIEDAD TERRITORIAL. Nos, 56 y 57. (6) Id. id„ No. 56. — 546 - DERECHO DE COMISO: El propietario podía hacer que directo, si el enfiteuta dejaba de pagar DOS o TRES ANUALIDADES, según los casos. IX. — el dominio útil revertiera al X. caso de DERECHO DE TANTEO: En favor del — enajenación XI.- — DERECHO DE LAUD-EMIO Además de los dejaremos de 3. — para el señalados, algunos Si el propietario no hacía adquiriera el dominio útil, : del derecho de tanteo, podía exigir de quien le pagara un tanto por ciento de su valor. que propietario, del dominio útil. otros elementos de importancia uso que menor, lado. Al finalizar el régimen hispano colonial en el Río de la Plata, las tierras de pastoreo que aún conservaba el Estado eran colocadas con li beralidad entre los particulares, mediante fórmulas traslativas de dominio. Prescindiendo del más problema de la PRESCRIPCIÓN, puede señalarse -que la antigua legislación indiana de tierras admitía las enajenaciones a parti culares, por REPARTIMIENTOS o por 'GRACIAS o MERCEDES del Soberano; la reforma agraria establecida por la Real Cédula de 1591 trae una nueva posibilidad: la COMPOSICIÓN; y más tarde, la Recopilación de 1680 permitirá que en los remates se adjudiquen las tierras bajo la figura QUITAR, que toma de una Real Cédula de 1631 y que, para Ots Capdequí (verdadera autoridad en la materia), no era otra cosa que un perfecto censo reservativo. (7) En cuanto a fó'rmulas no traslativas, sólo podría señalarse por excep ción, el caso de las tierras de Propios, que eran arrendadas, algunas veces, para con sus rentas subvenir a las necesidades de la comunidad. (8) Después de la Real Instrucción de 1754, podría afirmarse que el siste ma jurídico que enmarca tales problemas, acusa fuertemente lo que se ha llamado "una preferencia por el interés fiscal", por oposición al caracterís-, tico interés social de la legislación indiana. (9) Pero tampoco puede olvi darse que esa R. Instrucción coincide, aproximadamente, con los intentos del CENSO AL reformadores que, bajo el signo liberal, dan el clima ME SOBRE LA LEY AGRARIA de Jovellanos. en que na,ce el INFOR "Esa legislación dice Andrés Lamas tenía por base la apropiación individual de la tierra ; y para obtener esa ap-ropiación_ necesitaban los indi— — (7) V, Ots, Capdequí, BL RÉGIMEN DE LA TIERRA PUBLICA EN LA A'MERICA ESPAÑOLA DURANTE EL PERIODO COLONIAL, capítulos VI y VIL Una apretada síntesis, en EL ESTADO ESPAÑOL EN LAS INDIAS, del mismo autor, p, 50, (8) V. RECOPILACIÓN DE LEYES DE LOS REYNOS DE LAiS INDIAS, L. IV, t, 13; y especialmente .su ley 4, Confr, Ots, Capdequí, MANUAL p. 383, p, 384 y sigtes, y p, 273 y si,gtes, y Márquez, op. -cit. No, 83|5, (9) Confr. Ots Capdequí, EL RÉGIMEN DE LA TIERRA PUBLICA..., p. 107. ..., - — 547 — que sólo se dispensa a limitado número, sólo necesario para pagar el precio a que el Go posesión bierno vendía la tierra, sino para tramitar las solicitudes que se debían hacer para conseguir la concesión, que sólo se alcanza por los que estaban en la viduos, o el favor de los o gobiernos, del dinero la no oficial y mediante gracia dispendiosas diligencias". (10) Por cierto que no señalaba un cambio de rumbo la ley argentina de 1813, autorizando al P. E. para que dispusiera FRAN CAMENTE de las FINCAS que pertenecieran al Estado ; y su vaga fór 4. —■ del 15 de mula marzo interpreta se autorizando la libre como Pero el clima político innovaciones. Alentaba en enajenabilidad. (11) de América era, entonces, propicio para audaces el espíritu de algunos de sus hombres más talen afán constructivo que hincaba hondamente las raíces implacable espíritu crítico. tosos un 5 en un severo, Don Bernardino Rivadavia había tomado posición, desde el prin aquella política agraria. Ya, al mandar levantar el plano cipio, topográfico de la Provincia de Buenos Aires, en un D. del 4 de setiembre de 1812, hacía declaraciones que "encerraban el pensamiento y el propósito de un cambio fundamental en la legislación existente ", al decir de La mas; un cambio que debía tener por base fundamental "la tierra como propie dad pública inalienable". (12) Al ser separado del Gobierno, los propósitos de Rivadavia quedan sin posibilidades de realización inmediata. Pero poco más tarde, en 1821, vuel De ve a las esferas dirigentes, ocupando ahora el Ministerio de Gobierno. allí y luego desde la Presidencia de las Provincias Unidas (7 febrero 1826) persiguirá ahincadamente, otra vez, su antiguo objetivo a través de etapas legislativas que pueden seguirse paso' a paso. Un D. provincial de 17 abril 1822, dispone la INMOVILIDAD DE LA TIERRA FISCAL, hasta la sanción de la Ley sobre tierras. Otro D. de P julio 1822 establece el régimen de ENFITE-USIS para "los terrenos — . enfrentando . que estén a . . las órdenes del Ministerio de Hacienda", los que NO PODRAN ("Obsérvese que aún se mueve en el estrecho ambiente SER VENDIDOS. de la Provincia) negociar garantía. Luego, no para . Una en ley provincial Londres un de 19 agosto 1822 autoriza al Gobier ofreciendo las tierras fiscales en empréstito, el 28 setiembre 1824, otra D. provincial declara OBLI- (10) V, su trabajo sobre LA LEGISLACIÓN AGRARIA DE RIVADAVIA, en "La Nueva Revista de Buenos Aires"!, t, 7, p. 191, (11) '".,. contiene, sí, el principio fecundo de ,que el Estado no debe retenerla con dice —Avellaneda, ESTUDIO SOiBRE LAS -LEYES una codicia tan estéril como torpe", — DE TIERRAS PUBLICAS, (12) V. 'Lamas, p.- 42. op, cit, p. I9I y pp. 209 y sigts. — 548 — GATORIA LA ENFITEUSIS PARA TODO DETENTADOR de campo público. Ley 16 febrero 1826, 1826), etc. Por la primera de estas disposiciones nacionales (Ley 16 febrero 1826) se consolida la deuda del Estado hasta 1820 (15 millones de pesos), hipo tecando en garantía LAS TIERRAS FISCALES DE LA NACIÓN, CU YA ENAJENACIÓN QUEDA PROHIBIDA. El decreto reglamentario (16 marzo 1826) puntualiza: "Art. P Queda prohibida en todo el territorio de la nación la enajenación, por venta, do nación o en cualquier otra forma, de las tierras y demás bienes inmuebles de propiedad pública : y se declara nulos y sin efecto los títulos de propiedad que se obtengan después de esta resolución". (13) La ley 20 de mayo; de 1826 reglamenta el que se conoce por RÉGIMEN ya la Finalmente, Decreto 16 marzo etapa nacional de su batalla: 1826, Ley de enfiteusis (20 mayo de RIVADAVIANO DE ENFITEUSIS. 6. —^ La Ley de Enfiteusis argentina fué aprobada por el P. Legislativo el 18 de mayo de 1826 y el P. Ejecutivo le puso el "cúmplase" el día 20 del mismo mes. Esta última es, por tanto, su verdadera fecha; a pesar de lo cual la citan por la primera de ambas, los autores y aún los documentos oficiales de la época. El D. 27 de la ejecución junio de 1826, en 24 artículos, reglamenta minuciosamente ley sobre enfiteusis. Dispone que las solicitudes (art. 1) de la deberán hacerse en el territorio de B. Aires, ante el Presidente de la Repúbli las demás Provincias ante el respectivo Gobierno, expresando con claridad la situación y extensión del terreno (art. 2), Ninguna denuncia se rá admitida (art, 3) sin que antes se haya hecho constar ante Juez de Prime ra, Instancia, que el terreno solicitado es baldío y de propiedad pública ; no pu diendo los jueces (art. 4) declarar baldío un terreno sin el informe del Depar tamento Topográfico que asegure no estar denunciado con anterioridad por otro. Cumplidos los trámites anteriores y allanado el denunciante a recibirlo en enfiteusis el Juez elevará el expediente al Gobierno (art. 7), que expedirá ca, y en (13)1 El texto completo puede suele citarse ,por la fecha de último, de su promulgación. su verse sanción: Un vivo relato de estos períodos (Márquez, 15, en vez en puede leerse en op, cit. p, 214, La ley reglamentada de 16 de febrero de 1826, día, este Avellaneda, op. cit,; especialmente en los caps, II y IV. Para los aspectos económicos de la reforma rivadaviana puede verse el mencionado trabajo de Lamas, en los tomos 7 y 8 de "La 'Nueva Revista de Buenos Aires", año 1883. Este trabajo es, además, particularmente interesante por cuanto ubica pensamiento rivadaviano en su época y lo armoniza con ella, borrando la impresión co rriente de que Bernardino Rivadavia fué una especie de hongo inadaptable, en un ambiente completamente hostil y extraño. el - 549 - el decreto de concesión y ordenará la mensura, (art. 8) cuyos procedimientos se detallan, así como de la tasación (art. 13) y de la debida intervención Fis las actuaciones por el Gobierno, se extenderá la escribanía la de Gobierno por correspondiente escritura (art, 17) y se man dará dar posesión legal, cometiéndose esta diligencia al Juez de la mensura. cal (art. 14). Luego, aprobadas El D. establece, también (art. 15), que los terrenos deberán tener no legua de frente por una y media de fondo si son de pastoreo, o media legua cuadrada si son de pan llevar; y si alguno hubiere que no al canzase esa extensión, se dará en enfiteusis a los propietarios adyacentes (art. menos de media 14). Organiza, aún, el debido registro de posición casi candorosa : "Lo dispuesto queda sujeto los contratos, y termina con una dis en este decreto dice su art. 23 — — todas las reformas que necesarias la haga experiencia complicada". Otro decreto de igual fecha que el anterior or ^27 de junio de 1826 ganiza el juri establecido en la ley de enfiteusis. Al día siguiente, 28 de junio, un nuevo decreto del P, Ejecutivo manda materia tan a en nueva como — — tasar las una tierras concedidas anteriormente en enfiteusis en la Provincia de Buenos Aires, Y por D, 30 de junio de 1826, establece el GRAN LIBRO DE PRO PIEDAD PUBLICA, a cargo del Notario Mayor de la Presidencia Nacio nal, en el que se extenderán todas las escrituras de los terrenos que se con cedan na en enfiteusis por el Gobierno Central o los de las Provincias, bajo pe no estén registradas, en ningún caso tendrán valor ni efecto de que las que alguno. Por D. del 5 de mayo de 1827, se autoriza la venta de solares, fincas y pan-llevar. Y por Ley de 18 de julio de 1828, se dispone que las terrenos de tierras de pan-llevar de propiedad pública se darán en enfiteusis por el tér mino de diez años, mediante un canon de dos por ciento. Por último, un D, del 10 de mayo de 1827 establece que el Departamen to Topográfico informará en cada caso si el denunciante "tiene antes denun ciados otros terrenos, cuánta es su extensión" y el estado del expediente de denuncia anterior. "Con estos datos y los demás conocimiei-itos que el Go bierno tenga a bien tomar, concederá parte del terreno denunciado". o no en enfiteusis "el todo o sólo una disposiciones relacionadas no son todas las dictadas a pro de la enfiteusis, en la época a que nos venimos refiriendo. Pero son, nuestro juicio, las fundamentales y las que más relación tienen con nuestro Las diversas pósito a tema. (14). (14) -Las diversas disposiciones citadas en este parágrafo, pueden ser controladas en Pedro de Angelis, RECOPILACIÓN DE LAS LEYES Y DECRETOS PROMULGA DOS EN BUENOS AIRES, tomo II. — 7. — sistematizar tos (15) : Rechaza la . — — Colocándonos siempre en un plano puramente jurídico, podemos las características principales del régimen rivadaviano, en es términos I. 550 perpetuidad de la enfiteusis clásica, pero establece una duració-n mínima de 20 años. II. El enfiteuta tiene derecho de -— preferencia para la renovación del contrato. preferencia para el caso de venta. propietario recobra la tierra, el enfiteuta tiene dere cho a que se le paguen las mejoras. V. Obligación del comprador de respetar la enfiteusis. El canon no tiene carácter de tributo, sino que se fija en re VI. lación directa al valor del terreno (8 % para los de pastoreo) ; es renta y III. Tiene derecho de — IV. Cuando el — ■ —■ — no tributo. VII. acuerdo IX. su derecho sin laudemio. Avaluación de la finca cada diez años, para valor. -— su a vecinos El enfiteuta trasmite — VIH. Avaluación hecha por por la suerte, —- un jury fijar de cinco miembros, el canon de propietarios designados X. El enfiteuta tiene —^ de tierras obligación de tomar una extensión mínima régimen de enfiteusis, pero no tiene un límite máximo. Este elemento debe tomarse con las reservas a que obliga el D. 10 de mayo de en 1827, aludido, XI. en — La enfiteusis el Gran Libro de 8. se constituía por escritura que debía inscribirse desde su creación, so pena de nuUdad. Propiedad Pública, Los vaivenes políticos a que estuvieron sometidas estas provin primeros años, repercutieron notablemente y en forma di recta en la suerte del sistema propugnado por Rivadavia. (16) No podía ser de otro modo : el problema de la tierra y su distribución, no podía ser —- cias durante inoperante debatían sus ni permanecer insensible frente a las cuestiones un clima de verdadera marmita de laboratorio. políticas que se en Con-fr, Marque?, op, cit, N' 58, y Avellaneda, op, -cit, p, 80, Estos caracteres típicos, que han llevado a algunos autores a dudar de si estaban o no frente a un verdadero régimen de enfiteusis. Avellaneda ha señalado que, elaborado sobre el molde ro Y en la discusión de la ley, en mano, se adaptó a las necesidades del país, (op, cit, -p, 78) el Parlamento, el Ministro Dr, Agüero, según versión de Lamas (op, -cit, p, 196 y sigtes,) "para -demostrar las condi-cio-iíes de estabilidad, las garantías y los estím-ulos que tendrían los agricultores enfiteutas", decía que "se le ha conservado a este contrato el nombre de enfiteusis para que todos estuvieran persuadidos d-e -que tienen aquellos derechos que por leyes antiguas estaban concedidos a] enfiteuta,..". (16) v. Avellaneda, pp, IOS y sigtes,, op. -cit. (15) son tan , — 551 — Eí 27 de junio de 1827, Rivadavia se vio obligado a renunciar la Pre sidencia de las Provincias Unidas y fué sustituido por Dorrego. Este cambio trae una inmediata modificación en el régimen de tierras : por ley 26 de febrero de 1828, se introducen las siguientes innovaciones en el sistema enfítéutíco : I. Reduce —- II. a diez años la duración del contrato. su indefinida renovación. Reduce el canon, del 8 % (en las de pastoreo) al 2 %. IV Suprime el jury de avaluadores, sustituyendo el sistema por una predeterminación general de valores : para los campos situados al Sur del Río Salado, sesenta pesos; y cuarenta pesos para los situados al Norte del mismo río. Asegura —■ III. — — . A pesar de su inocuidad aparente, estas modificaciones afectaban al en lo más esencial de sus previsiones económicas y lo herían de muerte. Así como fué posible seguir en diversas leyes y decretos las sistema etapas de nacimiento, puede cadencia y liquidación. su Tras la El D. ellas la señalarse ahora, paso a paso, el proceso de su de ley 26 febrero 1828, el sistema fué muriendo poco a poco. 19 setiembre 1829 restableció las antiguas mercedes, para poblar línea de fronteras sobre el arroyo Azul. ley julio 1830 revalida antiguas mercedes, que la ley de enfiteusis había desconocido, en favor de pobladores con establecimientos permanentes. con nueva 7 La Otros decretos siguen igual camino, multiplicando los casos de caduci venta de los campos dad, ordenando la perdidos por los enfiteutas, prohi biendo la renovación de los contratos, distribuyendo nuevas mercedes. Según Avellaneda, la historia de la enfiteusis en la Argentina, se cie rra definitivamente por Rozas, estaba liquidada III. como — a los 16 años de iniciada. sistema, desde mucho Prácticamente, antes. LA ENFITEUSIS RIVADAVIANA EN LA PROVINCIA ORIENTAL 9. tural — Es indudable que la experiencia de los factores comunes, gravitación argentina estaba llamada, a influir notablemente en por na la po lítica de tierras que se siguiera en nuestro territorio; ya fuera para seguir sus lineamientos generales, ya fuera para rechazar los principios del sistema. plan que nos hemos trazado, ese problema pierde impor oportunidad nos interesa menos estudiar las posibles influen cias indirectas, de mera inspiración, que examinar la proyección directa, la aplicación que se hizo, de la legislación rivadaviana, en la Provincia Orien tal primero y luego en la República Oriental del Uruguay, Pero de acuerdo al tancia: en esta — - 552 - puede concretarse en estas preguntas: ¿Era, jurídica mente, aplicable la legislación de enfiteusis rivadaviana, en nuestro terri torio? En caso afirmativo, ¿hasta cuándo? ¿Cuál era la opinión de nuestros gobernantes sobre el problema? ¿Cómo se resolvieron los problemas plantea dos, en la jurisprudencia administrativa de la época? Por explicable razón de método, dividiremos el estudio de estos temas: primero, lo plantearemos respecto al período en que nuestro territorio inte gró las Provincias Unidas del Río de la Plata. En otro capítulo lo examina remos con respecto a la época inmediata posterior. Pero desde ya, entregamos una conclusión: la legislación rivadaviana en ceñida interpretación jurídica de enfiteusis fué aplicable en nuestro territorio, antes y aún después de su independencia. Nuestra cuestión — — considerar si la legislación nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata sobre enfiteusis era o no, aplicable a nuestro territorio mientras integró aquella república en su carácter de Pro vincia Oriental: esto es, entre los años 1825 y 1828, 10. — Entramos, pues, a Antes que toda otra cosa, cabe señalar que, de mos ninguna disposición legislativa ni vincia, que pudiera apoyar conclusiones ese período, reglamentaria, particular en uno u no conoce de la Pro otro sentido. MANUEL R. ALONSO no parece haberse pronunciado ex el problema, en cuanto el conocimiento que de su extensa sobre presamente obra tenemos nos lo permite afirmar. 11. En — ESTUDIO SOBRE TIERRAS FISCALES, dedica al Derecho Capítulo III ; y es notable que, en un examen cronológico de Patrio todo el legislación, después de referirse al Reglamento Provisorio de 1815 (época artiguista), pasa, directamente a relacionar la ley de 30 de abril de 1829, sin ninguna otra referencia para la legislación intermedia, de las Pro vincias Unidas; lo que no le impide, claro está, aludir a los decretos 17 de mayo de 1827 y 18 de setiembre de 1827, que se relacionan con la adjudi cación de terrenos dentro de los centros poblados, y por tanto, ajenos a nuestra nuestro tema. Implícitamente, su omisión parecería significar que, en opinión de Alon Unidas y demás disposiciones com jurídico de nuestra tierra pública. so, la Lev de Enfiteusis de la Provincias plementarias no -integraron el Esta conclusión nuestra tor, después régimen es corroborada cuando, a continuación, el au 1830, que de de transcribir el art. 148 de la Constitución de en su fuerza y vigor las leyes- que hasta el día de su sanción han regido todas las materias y puntos que no se opongan a la misma, agrega: "Esta disposición era necesaria, porque no existiendo derecho patrio, ni pu diendo establecerse éste sino después de un largo lapso de tiempo y de un clara en — — detenido y maduro examen, 553 — necesitaba, entretanto, que los Tribunales aplicar sus sentencias, y que los particulares en sus convenciones, se y guiasen también por un cuerpo de le yes, y antes de adoptar el de una nación extraña, ERA MAS PROPIO QUE SE ELIGIERA EL DERECHO ESPAÑOL, QUE -NOS HABÍA se ajustasen el Estado, a alguna ley se para REGIDO Y NOS ERA CONOCIDO y estaba más en armonía con nuestros usos y costumbres". (17). Es decir que, para Alonso, hasta el día de la sanción de nuestra Constitución, nos habían regido las normas del derecho español 12 y no — . la de Idéntica "Entre nosotros, blecido siete años otra "nación extraña". ninguna defiende GONZÁLEZ LERENA, para quien, (de la enfiteusis) fué definitivamente esta (que en la República Argentina), por la ley de posición este sistema después 17 de mayo de 1833, promulgada bajo la presidencia del señor Pereira; y decimos definitivamente (agregaba), porque yá en la ley de fecha 7 de no viembre de 1821, promulgada bajo la dominación lusitana, y posteriormente decreto de fecha 23 de noviembre de 1831, se hacía mención de este con precio de la legua de tierra y el canon que debía pa garse, aunque nunca fué objeto de una ley especial". (18) La ley de 1821 citada por González Lerena, es el Bando de Lecor, para el cual Alonso da una fecha (7 de noviembre) distinta que Márquez (21 de noviembre). La referencia del autor ha de ser, en nuestra opinión al art. 4 del Bando (19) Pero hay grave error de concepto en ella, pues el Bando del Barón de la Laguna no pretendió, en modo alguno, establecer el régimen enfítéutíco : no es al censo enfítéutíco, sino al censo reservativo, que se re fiere su art. 4 (y luego el 8''), aún cuando uno y otro podían ser redimi bles. (20). un trato y se establecía el . 13. — JUAN PEDRO CASTRO (21) ha señalado que "El (siste- (17) V, ESTUDIO SOBRE TIERRAS FISCALES, en "Revista de Derecho, Ju risprudencia y Administración, ts. 24 y 25, años 1917-1919. (18)' V, Leopoldo González Lerena, TIERRAS PUBLICAS, pp, 32133, (19)i El texto completo del Bando del Barón de la Laguna o Bando de Lecor, puede verse en la Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, T, 25, año 1939- pp, 440| 441„ y un en la versión -del Escr, Manuel R, Alonso, El art, 4"? dice así : "con el fin de socorrer a los habitantes y familias notoriamente pobres del país, y -que puedan formar beneficiar establecimiento que soliciten una suerte de asegure su estancia a subsistencia, se venderá redimible, de cuatro censo a dichas familias pobres qne lo por ciento al año sobre los va presentarse postores. El censo esta capital por los compradores censualistas de Real Tesorería la en anualmente pagará terreno vendido." cuyo fin -otorgarán escritura con hipoteca del lores de las últimas posturas se a (20) V. (21) V. o de su tasación -en caso -de no Capdequí, EL RÉGIMEN DE LA TIERRA..,, Juan Pedro Castro, O'BRlAS JURÍDICAS, p. 42. Ots pp, 83 y sigtes. — 554 - ma) enfítéutíco se organizó definitivamente entre nosotros con posterioridad (al de donaciones, que rigió de más antiguo en las colonias de HispanoAmérica), cuando ya éramos país independiente, por ley de 17 de mayo de 1833, ."; y aclara luego, en una nota a las precedentes afirmaciones, que"En la República Argentina lo había sido algunos años antes : por ley del año 1826, según hemos podido ver en la obra de Avellaneda sobre tie rras públicas" . . 14, el régimen en . Podemos concluir, entonces, que para los autores nombrados, rivadaviano de enfiteusis no era aplicable, ni fué aplicado nunca -— nuestro país. Estimamos que ésas deben ser las lógicas conclusiones afirmaciones y de sus silencios, cuando trataron el tema. 15. a extraer de sus Para MÁRQUEZ, "... es natural que a contar del día de ad República Argentina la reincorporación de la Provincia Oriental, hasta declarar su independencia, sus leyes, Constitució-n, etc., la regían a la par de las demás provincias, y todos LOS TÍTULOS DE TIERRAS es^pedidos por aquel gobierno en consonancia con los principios de la Consti tución de 1826, y que ubicasen fuera de Buenos Aires (es decir en las de más provincias), eran válidos". (22) Es evidente que cuando Márquez habla de "títulos de tierras", se re fiere a títulos de propiedad, a títulos traslativos de dominio; y la prueba es. que cita como ejemplo el de "... los terrenos conocidos por la Calera de. las Huérfanas fueron VENDIDOS a D que Domingo Roguin, por el Gobierno de aquella Provincia el año 1827". (23) Pero sí era con secuente con la línea de su propio pensamiento, debió extender aquellas conclusiones también a los TÍTULOS DE ENFITEUSIS; a pesar de que, en otro lado, afirmara: "La DESPUÉS primera vez que en nuestro país DE SU INDEPENDENCIA se trata de la enfiteusis, es por implantar — mitir la . . . . . . — — el decreto de noviembre 23 de firma su implantar nes 1831..."; afirmación esta última que con tesis de que "La ley de mayo 17 de 1833 sobre enfiteusis, vino a EN LA REPÚBLICA e§e sistema que a tan encontradas opinio había dado lugar ", puesto que para era manifiestamente ilegal. (24) . . . Márquez el citado decreto de 1831 Sintetizando, diremos que, en verdad estricta, Márquez no se pronun ció concretamente sobre la cuestión aquí planteada; pero que si hubiera de arriesgarse una reconstrucción de su pensamiento para obtener la opinión en (22) (23) (24) Op, cit. Ni" 33. Id. Id,, en nota, Id. id, N' 59 y N° 34, Los subrayados son nuestros. - que fué tentados 555 — omiso, sería posible afirmar, sin traición en su obra, a principios generales sus aplicabilidad jurídica del régimen que el autor admitía la rivadaviano para la Provincia Oriental; pero no, DESPUÉS DE SU IN DEPENDENCIA; no, desde que se declara la REPUBLI(5a, 16. — EDUARDO ACEVEDO ha dejado entre sus páginas de his refieren, también incidentalmente, al tema que nos ocupa; y que, en su conjunto no son, en modo alguno, de interpretación más fácil que las de Márquez. (25) toria, algunas de que se De todas maneras, nos atrevemos a señalar las siguientes, como síntesis pensamiento : "La venta de la tierra pública constituyó durante la ad su ministración de Rivera el de todos los eje obligado planes encaminados a regularización de los pagos. Era otra, sin embargo, la doctrina dominante en el Río de la Plata. Ya había hecho camino la ley de enfiteusis facilitar la votada por el Congreso Contituyente de las Provincias Unidas en 1826, ba Pero bajo los apremios del día jo la inspiración genial de Rivadavia, hubo que modificar el rumbo y el Uruguay lo modificó, mediante las leyes . . . de marzo de 1831 y mayo de 1833. La primera autorizaba al Poder Eje cutivo para vender con destino al pago de la deuda flotante todas las tierras conocidas con el nombre de "Propios del Cabildo de Montevideo", las tie Ejido y los edificios y terrenos públicos dentro del departamento La segunda MANTENÍA a favor de las tierras de pas Capital. toreo el régimen enfítéutíco, pero reducía el plazo del arrendamiento a cinco años, como medio de que la Asamblea pudiera autorizar, según las circuns tancias, la continuación del contrato o la venta de las mismas tierras". (26) del rras de la ... Resumiendo, diríamos que Eduardo Acevedo, al revés de Alonso, Gon zález Lerena y Juan Pedro Castro, afirma que la legislación rivadaviana de enfiteusis fué aplicable a nuestro territorio durante el período en que inte gramos las Provincias Unidas del Río de la Plata. Y al revés de Márquez, llevaría esa aplicabilidad del régimen Rivadavia más acá de la Convención 1828, más acá de la Constitución de 1830: para los de del Cabildo Montevideo", etc., hasta que la ley 17 de marzo de "Propios Preliminar de Paz de 1831 autoriza su y para las tierras de enajenación; pastoreo, hasta la ley 15 de mayo de 1833. 17. lapso en — Recapitulando este en que la Provincia Oriental Unidas del Río de la Plata ¿era vadaviano de enfiteusis? (25) V. Eduardo Acevedo, Id. id. p. 188. integró aplicable a HISTORIA 188] 190. (26) punto, preguntémosnos aún: durante el , la República nuestro de las Provincias territorio el DEL URUGUAY, tomo II, régimen pp. ri 68|69 y 556 — — En nuestra opinión, y en un plano puramente jurídico, el problema de be resolverse por la afirmativa. Y así lo expusimos, por primera vez, desde la Cátedra de Legislación Notarial de nuestra Facultad de Derecho y Cien cias Sociales. (27) El 25 de octubre de Congreso de las Provincias Unidas acep Oriental, que había ya declarado la reincorporación Asamblea de la Florida tres meses antes (el 25 de agosto de 1825). Desde entonces hasta la Convención de 27 de agosto de 1828^ ". .nuestro territo rio permaneció bajo la soberanía de la República Argentina", dice Márquez (28) con términos un tanto inadecuados : es natural, c[ue durante ese perío do las leyes nacionales de las Provincias Unidas tenían plena vigencia en su 1825, el de la Provincia tó la . Provincia Oriental. Por tal, eran consecuencia, es posible afirmar que en su etapa de Provincia Orien aplicables a nuestras tierras públicas las siguientes disposiciones de las Provincias Unidas I. Ley —- : 16 de febrero de 1826, que prohibe la majenación de la tierra pública. II. — III. como D. 16 marzo 1826, reglamentario de la anterior. 20 de mayo 1826, que establece el forma de colocación de la tierra pública. IV. V. Ley —■ D. — — 27 D. 30 régimen de enfiteusis junio 1826, reglamentario de la anterior. junio 1826, que establece el GRAN LIBRO DE PRO PIEDAD PUBLICA. VI. tamento D. — 10 mayo Topográfico, con 1827, que reglamenta la intervención del Depar fines restrictivos y reguladores de la propiedad raíz. VII. — Ley 26 de febrero 1828, que modifica fundamentalmente el de enfiteusis instaurado por la de 1826. Así como otras disposiciones más, de menor régimen es importancia, cuya relación obvia. 18. Fácil comprender la importancia que tendría para conocer el época, una consulta al GRAN LIBRO DE PROPIEDAD PUBLICA creado por el decreto 30 de junio de 1826, que conservarán, con seguridad, los archivos argentinos. Lamentablemente, no nos ha sido posible realizar esa compulsa. — es criterio administrativo de la 19. archivos, (27)' (28) — en Pero de todos modos, la modesta medida en nota N<? 3 parágrafo N<? 1, Op, cit. N'? 33. V. podemos afirmar que nuestros propios podido consultarlos, desmien- que hemos — ten la creencia 557 de los autores general — especializados y confirman la que he la Escribanía de Gobierno y Hacienda, con el concurso invalorable de nuestro amigo el Prof. Bardallo, hemos visto varios expe mos defendido : en dientes de -los que resulta que antes de la Convención Preliminar de Paz (27 de agosto de 1828), fué aplicada entre nosotros la legislación rivada viana sobre enfiteusis. expedientes, decía el Fiscal, en abril de 1828: "... es (en cuestión) debe considerarse como de pro no puede poseerse, cualesquiera que sea el título con que antes se haya ocupado, sino recibiéndole en enfiteusis conforme a la ley de 18 de Mayo de 26". (29) En otro expediente, recogimos estas expresiones del Fiscal, tras citar las leyes de 15 de febrero y 18 de mayo de 1826: "... Reglamentado por dichas disposiciones el uso de las tierras de propiedad páblica no le queda otro arbitrio (al peticionante), que el de allanarse a recibir en enfiteu sis las que solicita con arreglo a las preindicadas resoluciones generales. En ese concepto, puede V. E. mandar pase el expediente a Escribanía a efecto que el interesado haga ante el Actuario dicha declaración, y en el caso de conformarse a recibir en enfiteusis el terreno cuia posesión (sic) reclama, sujetar la solicitud al trámite correspondiente" Interesa destacar que en este expediente, por lo menos, la enfiteusis fué concedida en el año 1827. (30) No cabe duda, pues, de que durante el período de la Provincia Oriental, el régimen de enfiteusis del Gobierno Central fué aplicado en nuestro terriEn uno de esos indudable ciue el terreno piedad pública, y como tal ... ... (29) Escribanía de Gobierno y Hacienda, Exp, encuadernado N' 3 año 1826, Ob sérvese que el Fiscal -cita la Ley de Enfiteusis por la fecha de su aprobación, como enton ees era corriente, y no por la del "cúmplase" (30)' "No la Prov. a sino la Nación mira en las tierras públicas la mejor garantía dictó el Art, S' de la Ley de 15 de Febrero de 26 -y se expidieron el Decreto --Supremo de 16 de Marzo, la ley de 18 de Mayo y los decretos supremos de 27, 28 y 30 de Junio -del mismo año. Reglamentado por dichas dis posiciones el uso de las tierras de propiedad pública no le queda otro arbitrio,,, (al peticio de la deuda gral, y es por ese principio que se las que solicite con arreglo a las preindi que el de allanarse a recibir en enifiteusis cadas resoluciones g, rales", A lo cual el Gobierno resolvió: "-Como se pide por el Fiscal de 1827 el peticionante se dio por enterado y "di y hágase saber. Suarez". El 27 de marzo jo -que estaba y está conforme en recibir en enfiteusis el terreno de que trata este expe dando lugar a que el 21 de abril, en Canelones, el Gobernador -Sub-delegado de nante) diente...", la Provincia, 'Giró, decretara: "Concédese en enfiteusis a D, XX, sin perjuicio de tercero, la ley de la materia, el terreno que solicita y bajo el canon y condiciones constarites de men ,,.etc.". Posteriormente, el enfiteuta fué autorizado a -tomar poses,ión sin previa de la y consúltese a S, E, el Presidente a falta de agrimensor patentado se tocan para la práctica de las diligencias ordena inconvenientes los sobre que República en la Provincia das en el decreto supremo de 27 de junio último por no estar establecida sura), ",.. la oficina subalterna del .,, Departamento Topográfico". 558 - puede desconocerse en un análisis legal el clima jurídico de la ley, al para apreciar Este hecho torio. - no decisivo porque hoy remitirnos necesariamente. es IV LA — de problema, que debemos ENFITEUS'IS RIVADAVIANA EN LA REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY 20 Hemos — . bemos estudiar las daviana nuestro en vincias Unidas del de llegado a la última etapa de nuestro plan, en la que riva enfiteusis la de del régimen jurídico proyecciones Pro territorio, después que éste quedó separado de las de agosto de Río de la Plata; es decir, después del 27 1828. realidad, el período En que nos queda limitado, desde el punto por la ley plantea este trabajo, organiza para la tierra de pastoreo sí mismo, podría decirse que ella abre enfiteusis, la segunda; la etapa de nues interesa —■ de vista de la cuestión fundamental que 15 de m-ayo de 1833. En cuanto esta ley sistema enfítéutíco un una etapa en completo en la historia de nuestra propiamente nacional. Aún más. Si lo dicho es valedero para la tierra de pastoreo, los propios de Montevideo debe recordarse que la ley 17 de tra enfiteusis a 1831 autorizaba su en cuanto marzo de venta. período (1828-1833) es el más rico de toda nuestra his toria legislativa, en disposiciones relacionadas con esta forma de colocar la tierra pública. La ley 5 de mayo de 1829 condona las tres cuartas partes de la deuda pendiente hasta 1828, a los arrendatarios solventes de las tierras de propie dad pública, conocidas por propios de Montevideo, y la totalidad de la de 21. Este — los individuos notoriamente insolventes. La por la de agosto de 1829 hace extensiva a los propios de los Cabil la resolución que para los de la Capital se había tomado anterior. ley 25 dos de la Campaña ley Por D. 1829, en 10 de setiembre de 1829 cuanto condonó las se tres cuartas reconoce que la ley 5 de mayo de' partes de las deudas de los terre propios de Montevideo, no había producido todos los objetos que se tuvieron presente al sancionarla; que los arrendatarios deudores han sido nos de citados con repetición cuencia, propios se de modos, los términos ^señalados para se Montevideo, rosos; todo ello sin mejoras. y por diversos prorrogaron con igual resultado negativo. Y, en conse pone en remate el derecho enfítéutíco de todos los terrenos de efectuar el pago cuya renta vencida perjuicio no paguen sus arrendatarios mo del derecho de los poseedores al valor de las — 559 — Por D. 24 setiembre de 1829 se dispone que los poseedores de terrenos propiedad pública ocupados antes de la ley de enfiteusis se entenderán sujetos a este contrato; que los poseedores pueden separarse de dicho con trato presentándose al Gobierno en 40 días; y que este decreto no. podrá ale de garse título como o derecho contra resoluciones de futuro. 31 diciembre de 1829, se designa una comisión que "correrá los departamentos del Estado, con el fin de agitar la recaudación del canon Por D. enfítéutíco, i-ecoger los datos necesarios la formación del catastro de las a tierras que lo adeudan, y preparar las bases territorial del Estado." a la formación de la gran carta Estos tres decretos de 1829 aparecen firmados por Rondeau y Rivera, conjuntamente. ley 17 de marzo de 1831, se autoriza al Gobierno para vender to públicas conocidas con el nombre de propios del extinguido Cabildo de Montevideo, las de su Ejido, y todos ios edificios y terrenos que se consideren innecesarios dentro de la Capital; estableciendo, para los pro pios, un régimen de preferencia a favor, de sus actuales poseedores, en base a moderada composición. La ley precedente fué reglamentada por D. de 17 marzo 1831, y por 9 agosto 1831, que fija el concepto de "actuales poseedores". de el El D. 23 de noviembre de 1831 ordena- que todo poseedor o denun se presentará con ciante de "tierras de estancia de propiedad pública ." dentro de 30 días a la Comisión de propie sus documentos originales. dades públicas, a fin de recibir "... títulos provisorios del Gobierno, en que se les considere por enfiteutas, sujetos al canon que la ley determine, y el que se fije entretanto, sujeto también a la resolución del Poder Legislativo". El valor de los terrenos se fija "por ahora", en mil pesos la legua si están entre el Río Negro y el .Cuareim, y mil trescientos pesos para los que están al sur del Río Negro, y mil seiscientos para los que están al Sur del Santa Lucía, Canon provisorio, el uno por ciento. Duración del contrato, lo pro pondrá a la Legislatura, "el Gobierno, bajo de diez años" Además se dan reglas para resolver los confictos que pudieran presentarse por interferencias de denuncias, se establece el procedimiento para la liquidación y pago del canon atrasado que se adeudase,- y ordena que se remita el expediente opor Por das las tierras ... . , la -Escribanía de Gobierno para la extensión del título. Como sanción para el caso de incumplimiento, se ordena la duplicación del canon señalado Y, finalmente, "Al señor Juez Letrado de lo Civil se recomienda la más breve expedición de los expedientes de tierras, con la preferencia que tunamente a . demande el objeto de este Decreto", que era del erario y la necesidad de regularizar la propiedad pública y evitar grandes abusos". Por D. 2 de diciembre de 1831, se el doble de "ocurrir adjudicación fija a los gastos de los terrenos de el máximo de área (cinco le- — 560 — de tierra fiscales que puede denunciar una misma persona; ordenan do que de cada denuncia se reserve la tercera parte que el Gobierno destina a la colocació'U de los poseedores sin propiedad territorial y pequeños pro guas) pietarios de particular. haciendas de campo que habiten en posesiones de pertenencia El D, de 22 diciembre 1831 dispone que todo poseedor de tierras de propietario o de enfiteuta, en cuyos terrenos pueda haber sobras pertenecientes al Estado, deberá denunciarlas, mensurarlas y cumplir el D 23 de noviembre, dentro de 4 meses, so pena "de no poder alegar pre ferencia ni derecho alguno a las sobras, que se aplicarán a quien las denuncie. Parece muy importante un D. del 22 diciembre 1832, al que se remite el de 3 de marzo de 1833, y que no nos ha sido posible encontrar ni en Alon so Criado, ni en la "Compilación de Leyes y Decretos" publicados en nues tro Centenario, ni en "Leyes Usuales", ni tampoco en "Legislación Vigente" de Goyena. De la disposición que lo alude, parecería resultar que fija un plazo para que los poseedores de más de 20 años que desearen adquirir sus tierras a moderada composición, las denuncien. Finalmente, la ley 17 de mayo de 1833 reglamenta la enfiteusis para las tierras de pastoreo. El ,decreto reglamentario es del 3 de agosto del estancia a título de . mismo año. 22. Ya hemos dejado bien establecido, antes, que respecto de este contrariando la opinión de Ma Acevedo, nuel R. Alonso, González Lerena, Juan Pedro Castro (y Márquez ha sostenido la aplicabilidad para nuestro territorio, de la ley Rivadavia y sus diversas reglamentaciones. (31) Y aún admitimos que Acevedo, a pesar de la aparente precisión de al en el contexto general de gunos de sus párrafos tomados aisladamente, las! páginas que dedica a la historia de la tierra pública ^, no es todo lo claro que pudo ser y que hubiéramos deseado, en cuanto se refiere a nuestro pro blema. (32) período, — solamente Eduardo — — — — Vale la pena destacar que Manuel R, Alonso parece desconocer los im portantes decretos de setiembre 24 y diciembre 31 de 1829, que se refieren a la enfiteusis de tierras de pastoreo; y que sólo se refiere a los de noviembre 23, diciembre 2 y diciembre 22 de 1831, para sostener que son ilegales "por que el Poder los acuerda a Ejecutivo legisla por su cuenta, quita derechos adquiridos quien no los tiene, y quedaron en desuso porque por leyes y y (31) V. -parágrafo N^" 16 in fine, (32) Por ejemplo, es particularmente curioso que cuando habla -de la evolución eco nómica operada durante el gobierno de Rondeau y el de Lavalleja (1825-1830), en el capítulo que especialmente dedica a la tierra pública, no dice una sola palabra 'de la legislación rivada viana, en ese momento plenamente vigente, (op, cit, pp. 68 19). 561 - decretos posteriores opinión. (33) lo dispuso se También González Lerena (y ningún (34) a dad. otro En cuanto que "La más, de contrario", Márquez, adopta a sin dar más refiere al D. se período) este — razones su 23 de noviembre de 1831 términos que suponen en de su ilegali posición realmente curiosa: afirma después de su independencia ,país una primera que implantar la enfiteusis, es por el decreto de Noviembre 23 de 1831. Aunque el decreto de la referencia no fué puesto en práctica, por la evidente ilegalidad que revistió al legislar sobre actos el Poder Ejecutivo, que no eran de su resorte. ,". (35) Esta afirmación, en la que parecería haber influido la opinión de Alon so, es triplemente errónea: f Porque también debió considerar posteriores a nuestra independencia los decretos de 1829 (setiembre 24 y dicienibre31) que también se refieren a las tierras de pastoreo, ya que según el mismo Márquez afirma en otra parte de su obra (36), fué sólo "... hasta la Con vención de Agosto 27 de 1828, (que) nuestro territorio permaneció bajo la soberanía de la República Argentina" ; 2' Porque para ser consecuente consigo mismo, después- de haber admitido para el período anterior la legi se vez nuestro en — — trata de . timidad de los títulos emanados del Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata, debería admitir también, para este nuevo lapso, la vigen Ley Rivadavia; y 3" Porque tampoco es verdad que este decreto no cia de la haya recibido aplicación, tal el autor y Alonso por como su parte afirman. (37) 23. —■ Nuestra una ya adelantada opinión, la cuestión debe resolverse sentido en absoluta continuidad entre pública en anteriormente estudiado liminar páginas anteriores, ; entendemos período (1828-1833) es que que existe de la historia de y el período después de Paz, punto inicial de nuestra independencia, siguió vigente en territorio el conjunto de disposiciones que reglaban la enfiteusis de nuestra tierra nuestro este en afirmativo (33): lo que tiene relación (1826-1828); Op, cit, parte dedicada a la enfiteusis, de la Convención Pre que Legislación la con sobre tierras fiscales, cap, III, parágra fo XXIV, (34): (35) (36) (37) nar en varios Op, cit, pp. 32 1 33, Op, cit, N? 59, 'Op, cít, N?' 33, En la Escribanía de Gobierno expedientes -en los cuales la escritura de enfiteusis otorgada se y Hacienda hemos tenido adoptan decisiones invocando por el Gobierno a oportunidad este de exami decreto, favor de Bernardo Y Cheveste, aún an de noviembre de 1833, se menciona expresamente, al relacionar el expediente respectivo, estableciendo que se hizo "todo con arreglo al D, de 23 de Noviembre de 1831". te el Escribano de 'Gobierno el 27 562 — la tierra pública dictadas nes armonizan para las Provincias este nuevo en perfectamente lapso con el — Unidas; y que las diversas disposicio Ejecutivo, lejos de ser ilegales, régimen legal -heredado de nuestra anterior por el Poder condición institucional. En apoyo a estos tra Constitución de o indirectamente asertos, bástenos recordar cjue por el art. 148 de nues en todas las materias y puntos que directa 1830, "... no se opongan a esta Constitución, ni a los Decretos y Le ", "Se declaran en su fuerza y yes que expida Cuerpo Legislativo, LAS LEYES HASTA .", sea cua vigor QUE AQUÍ HAN REGIDO les fueren, y no sólo las españolas o las emanadas de la propia Provincia, el . . . parecería creerlo Alonso, cuando gánica. (38) como 24. Ahora sí, explicarse perfectamente — . cita el mismo texto de la Carta Or admitidas nuestras precedentes conclusiones, puede que el decreto de setiembre 24, de 1829, bajo las fir mas de Rondeau y Rivera, se refiera a la situación de las tierras ocupadas "con anterioridad a la ley de enfiteusis", (cuál podía ser esa, sino la Ley Rivadavia de 1826?), estableciendo que quedarán sujetos a este contrato, si perentorios no se presentan sus poseedores al Gobierno a forma lizar su deseo de separarse de dicho régimen. Ahora 'es explicable también, que el 31 de diciembre de 1829 el P. Eje 40 días en cutivo nombre Comisión para el cobro del canon enfítéutíco, entre se le confieren, ya que el Gobierno entiende haber el caso de hacer efectiva la cobranza del canon que adeudan otros cometidos . . llegado las tierras de FITEUSIS —^ — — que propiedad pública, según (nuevamente:, cuál, si no creto de 24 de 25. una Setiembre último A la luz de . . lo la dispuesto por LA LEY DE EN Ley Rivadavia de 1826?), y de .". aquellas conclusiones, puede revisarse con éxito 1831, sostenida errónea seguro, la tesis de la ilegalidad de los decretos de mente por Alonso, González Lerena y Márquez, Esos decretos tienen apoyo legal decisivo, especialmente, en las leyes de febrero 16 y mayo 20 de 1826, dictadas por las Provincias Unidas del Río de la Plata, a las, que, en su oportunidad, nos hemos referido ampliamente. 26. Incluso después de la ley de reglamentaria del P. Ejecutivo, ' —- 1833 hemos de encontrar en la elementos decisivos, indudables, para demostrar que el Gobieron admitía sin dudas de ninguna especie la vigencia del régimen Rivadavia y trataba de armonizar con dicho régimen actividad sus propias decisiones. (38) a la Legislación sobre tierras fiscales. Cap, III, parágrafo N" 11. Op. cit,, parte dedicada grafo XVIII, Ver nuestro pará - 565 — sentido, destaquemos los artículos 5 y 6 del decreto fechado el 1833, reglamentario de la ley 17 de mayo del mismo año; opinión generalizada de los autores habría organizado la en fiteusis por primera vez entre nosotros. Por el art. 5", se dispone que "La Escribanía de Hacienda pasará a este En tal 3 de agosto de cuya ley, en la Ministerio una razón de TODOS LOS ENFITEUTAS CONOCIDOS HASTA LA PUBLICACIÓN DE LA LEY.,," Y con términos más significativos aún, el art, 6° establece que "El Gobierno reglará por separauno de estos ANTIGUOS ANFITEUTAS CORRES rado lo que a cada PONDA satisfacer ra en " . . habida consideración del la adquisición en moderada composición, otras disposiciones. que el régimen de denuncias pa propio decreto reglamenta Cuáles gal eran esos ANTIGUOS ENFITEUTAS? les había concedido tierras? A estas preguntas se nunca, mera Bajo qué régimen le no podrán responder ley de 1833 es la pri de modo inobjetable, quienes entiendan que la organiza la enfiteusis en nuestro territorio. que Para nosotros no caben dudas de que esos enfiteutas cuya situación el Gobierno trataba de ciones del contemplar, habían obtenido sus tierras bajo las. condi régimen rivadaviano, al amparo de la ley 20 de mayo de 1826 dictada para todas las Provincias Unidas del Río de la Plata, incluso para la Provincia Oriental, Todavía puede señalarse que el 7 de mayo de 1832 (téngase bien presente la fecha), al tratarse en la Cámara de Representantes el art. 4' de la que fué, después, ley 30 de abril de 1835, ocurrió una incidencia interesante para la debida dilucidación del problema aquí de 27, — particularmente batido. El art. 4' de dicha ley se refiere a los derechos de los poseedores de más de diez años, en cuyo favor alguien mencionó la Ley 19, del título 12, libro 4' de la Recopilación de Leyes de Indias, Esta mención provocó una intevención del miembro informante, señor Alvarez, cuien puntualizó que la ley derogada, "... pues HABÍA UNA LEY VIGENTE DE ESTA LEY SIEN comprendía estos casos ; y que derogaba a la que se había citado. .". (39) Si no era la Ley Rivadavia, cuál podía ser esa ley de enfiteusis para la tierra pública, que estaba vigente ya el 7 de mayo de 1832, y que era poste rior a la Recopilación del año 1860? invocada estaba ENFITEUSIS que DO POSTERIOR . . . La documentación del archivo de la Escribanía de Gobierno y 28, Hacienda que se relaciona con este período, no es menos interesante que la del anterior (1826-1828), aunque es de más difícil correlación. — (39) Diario de Sesiones de la Cámara de Representantes, Tomo I, -pp. 431. - En 564 - primer lugar parecería que la creencia profana más generalizada y juristas, era en la época,, que seguía vigente el régimen de enfi aún la de los teusis. Esta aseveración es confirmada por la gran cantidad de mandatos otorgados a diversos curiales para que se presentaran ante las Autoridades púbHcas denunciando determinados terrenos baldíos y prosiguieran los trá mites respectivos "hasta conseguir el título de enfiteuta del terreno denunciado o del que determinara la ley del caso". (40'), Además el número de denuncias para obtener tierras sometiéndose a di que se presentan en esta época, corroboran aquél aserto. (41). Y lo ratifica, igualmente, el propio comportamiento de las Autoridades cho régimen, en que, te de cal todos los casos, ADMITÍA formalmente la denuncia y le daba trámi a la legislación vigente, con pronunciamiento favorable del Fis acuerdo respectivo. (42). (40) V, por ejemplo, "Poder especial que otorga D, Loreto Guizón a fa,vor de D, Pablo Delgado", ante el Escribano de Gobierno y Hacienda, el 10 de enero de 1833, en que se faculta al mandatario para que ",,, se presente ante quien legítima.mente corresponda denunciando en forma un terreno de propiedad pública de sobras valdías que hay entre los Ríos y finalmente hasta consepuir el título de enfiteuta de dicho terreno, o del que determine la ley del caso De igual tenor, poco más o menos, que el relacionado, pueden verse varios mandatos en el mismo protocolo del año 1883, , . , " . (41) Ni" Ejemplos: Exp, 49|1828: . , ene, N' 1211829: denuncia de setiembre 27 denuncia de diciembre S de 1829; Exp, ene. N' 11211832: denuncia de abril denuncia de setiembre 14 de 1832, etc, 2 de de 1828. Exp, ene, 1831; Exp, ene, N? 86|1832: -El primero de los expedientes relacionados en la nota anterior se inició ante el Juez de Primera Instancia en lo Civil de Montevideo, con la denuncia del interesado obtenerlos en enfiteusis o del que solicitaba, respecto de 'varios y extensos terrenos, ", modo que la Soberana Asamblea tenga a 'bien ordenar". El Juez previa vista fiscal, orde na ", información sobre su calidad de baldía, y de la pertenencia del Estado; ..." y para él -caso afirmativo, "mensura con piloto autorizado competentemente, previa citación de linderos y circumbecinos ,,,", Las diligencias ordenadas a propósito (Je la calidad -de] terreno fueron practicadas con resultado dudoso, pues no quedó en claroi, a criterio del Fiscal, que no- hufiera intereses interferidos con los de "las Huérfanas de Buenos Aires", de quienes se sabía eran propietarias de algunos terrenos de la zona. Por consecuencia, el peticionante solicitó con fecha 9 de marzo de 1832, que ",,, sin perjuicio del (interés) que pueda resultar a favor de las Huérfanas quando llegue el caso de clasificar el suyo, se me ampare desde ahora en la posesión en que estoy sin contradicción alguna, mandando men A lo que se surar el precitado terreno, quedando sujeto a abonar el canon respectivo" proveyó, el 8 de mayo de 1832 : "De conformidad con el Ministerio Fiscal y con sugesión a lo dispuesto por los Dectos, Superiores de 23 de No,br, y 2 de dicbre, últimos se admite esta denuncia en cuanto ha lugar p,r, derecho, y sin perjuicio de tercero: líbrese Despacho al Juez más inmediato al terreno denunciado, amparándose al peticionante en la etc," obtiene de aquel terreno; pr-océdase a su deslinde y a-moj onam,to posesión que Pero recién el 19 de enero de 1836 manda el Juez que se tasen las costas se haga la liqui dación respectiva y, previo pago, se escriture. La escritura se firma el 7 de julio de 1836, (42) , . , . ,,, ... ,,, Castillo. El segundo de los expedientes citados, recibió trámite solamente hasta que la fué terminada. , , , ante mensura 565 - Por otro lado, en correspondientes 1831, se establece rras de a — la mayor parte de las escrituras de enajenación de tie los propios de Montevideo, bajo el régimen de la ley expresa constancia de quedar redimido el censo enfítéu tíco constituido sobre el terreno y consolidado el dominio útil con el direc to. (43). 29. Pero — encontrar solo un ley de 1833, se curioso que, es caso en que, haya otorgado a pesar de lo después una no nos ha sido posible independencia y antes de la tierra pública. (44), dicho, de nuestra enfiteusis de El tercero-, tras la denuncia y -solicitud "en enfiteusis o en propiedad previa infor mación por el Juez de -Soriano sobre la calida.d del valdío y nuestra posesión etc", el Juez proveyó con fecha 2 de abril de 1832: "Pase a la Comisión Topográfica a los efec , , , , , , , , , prevenidos en los arts, 1 y 2 del Decreto Superior de 1'' de Febrero último; y con su resultado, vista al Sr, Fiscal General" Y luego del pronunciamiento fiscal :- "Con sugeción a lo dispuesto por los Decretos -Superiores de 23 de Noviembre y 2 de Diciembre úl timos, se admite esta -denuncia en cuanto ha lugar por derecho y sin perjuicio de terceros .,," ordenando que siga el trámite regular, con -citación de linderos. Más tarde, en 1834, el interesado se presentó solicitando se le concediera una moderada composición, pues era poseedor de más- de 20 años. El último expediente citado se inicia por apoderado -del peticionante que, "Deseando unir al título de posesión (sic) el de enfiteuta, lo denuncia a su nombre en forma, y con sujeción a las leyes y decretos vigentes" Hay informe de la Comisión Topográfica y vista Fiscal favorables, Y con fecha 13 de enero de 1834, el Juez manda se le conceda tos en enfiteusis por el término de la ley 17 de mayo -de 1833, Además puede citarse que el 28 de octubre de 1833, ante et Escribano de Gobierno (Del La "denuncia era del 26 de abril de 1831, admitida el 13 de mayo siguiente. Se le concedió por resolución del 21, de octubre de 1833', Es interesante señalar que la escritura establece que se le otorga el dominio útil ",,, -vajo la condición expresa de que si -el enfiteuta deja pasar dos años sin Castillo) se conceden terrenos que ha satisfacerlo, constando enfiteusis sido requerido, a o Manuel B, transfiere Bustamante, otro en su dominio útil por su contrato, sin expreso consentimiento del Receptor del Desu derecho, quedando consolidado el dominio en el -Señor directo y denunciado como valdío" venta, donación, permuta parta,mento, perderá podrá el terreno ser en u otro (43) Podría hacerse capítulo aparte para las tierras de propios -de Montevideo, que notorio salieron del dominio del Estado, en su -mayor parte, bajo el régimen de la ley Recuérdese (v. especial del 17 de marzo de 1831, primera q-ue autoriza su enajenación. a ser ARRENDADOS, para ■parágrafo N? 3) que la legislación española los destinaba de la Comuna La Escribanía de Gobierno y Hacienda los con sus rentas es sufragar conserva gastos ,_ la colección de los llamados Protocolos de Propios, en -que se extendían todas las escrituras correspondientes, (44) relacionados Otro 5 de lo A en caso de sumo podría, quizá, citarse como dudoso el primero de los expedientes y Hacienda el la nota 42, dudoso : Por escritura que autorizó el '*D, José María Reyes Escribano de Gobierno asegura y fía que D, Fran,co Lecocq pagará 1833, de unas tierras que (ilegible) p,cos,, de la fecha, en tres meses, p,r, el canon Bn la exposición del instrumento, se este compró al Supremo Gov,no, en enfiteusis" de unos terrenos relaciona ",,. que habiendo hecho -denuncia D.n, Francisco Lecocq le en otro rio del en las Quaray y de propiedad pública sito puntas debe satishan sido ad-mitidas di-chas denuncias, y liquidado el canon enfítéutíco -que marzo al Exmo 566 - La llavse pista en un de este curioso tiene detalles - comportamiento de la Administración podría, quizá, haexpediente de la Escribanía de Gobierno y Hacienda, que repetidos no en otro de los que hemos consultado. ningún Se inician estas actuaciones (45). la denuncia del solicitante, el 19 de ene ro de 1829. Y tras el decreto que manda dar vista al Fiscal, tiene establecida esta singular constancia del Actuario : "Nota : Que el Fiscal Interino a quien " notificó se " ner " devolvió este me expediente expresándome te- orden de Ministerio de Gobierno de abstenerse de tomar conocimiento asuntos de en " 20 de Enero en con lo anoto. Es denuncias de tierras cualquiera o de L. L. de Decretos emanados de la dependiese República Argentina. Y De las Casas". posible, repetimos, cuentran concesiones de que aquí esté enfiteusis explicación de por qué no se en época : a pesar de la legalidad del juristas, a pesar de las solicitaciones la esta en régimen y de la opinión favorable de los de los particulares, existirían órdenes del culizaban sustanciación otros cuya Ministerio de Gobierno que obsta Pero confesamos, entonces, nuestra incapacidad para conciliar tal actitud con toda la actividad reglamentaria de los años 1829 y trámite, su 1831. V. 30. rece — I. Si hemos de pueden que - —- NUESTRAS CONCLUSIONES — precisar los resultados de nuestra investigación, siguientes conclusiones : pa señalarse las ley 17 de mayo de 1833 hubo un primer período en la pública, durante el cual fué utilizado como forma contrato de enfiteusis, que tenía como base legal, el régi Antes de la historia de nuestra tierra de colocación, el jurídico sancionado su con carácter nacional por las Provincias Unidas del Río de la Plata; en consecuencia, la enfiteusis rivadaviana rigió la colocación de la tierra pública de nuestro territorio en su etapa de Provincia Oriental, y men luego la en II. -— República La Oriental del integración Uruguay. de nuestro sistema vadaviana sobre enfiteusis da un ángulo propia legislación posterior relacionada mite rechazar la tesis de la ilegalidad facer, resulta ascender esta previamente a mandado hacer estado ha solicitado ... referido, a en a que la se (45) la legislación lugar su una con la materia; y especialmente, per de los decretos de 1829 y 1831, que ar- imoratoria Excia a la ley de 1833 ; pero, independencia del país. Aún que en " a tres meses para el pago del Obsérvese que la enfiteusis es, cambio, esto último no es podemos afirmar que lo más posible, atento otorga la escritura, V. Exp, ene, N° ri la cantidad de setecientos cincuenta pesos, cuya oblación es Cajas para la expedición del competente título; en cuyo riamente anterior rior con para considerar toda nuestra en del Gobierno la cual ha hecho jurídico nuevo 37|1828, de la 'Escribanía de Gobierno y Hacienda, sea a canon necesa poste-. la fecha - monízan perfectamente con las leyes 567 - de febrero 16 y mayo 20 de 1826, de las Provincias Unidas. III en — , El Gobierno de la Provincia Oriental concedió tierras públicas enfiteusis, al amparo de aquel régimen legal, IV. — Antes de la ley isi también el Gobierno de la régimen legal; pero, jurídicamente, pudo hacerlo, y prác posible descartar la eventualidad de que lo haya hecho. mismo bajo aquel ticamente, de mayo 15 de 1833, es difícil poder afirmar República concedió tierras públicas en enfiteusis no es AUTORES CITADOS "Historia del Uruguay", Montevideo, 1919, ALONSO, Manuel R, : "Estudio sobre tierras fiscales", publicado en "Revista de Dere cho, Jurisprudencia y Administración", tomos 24 y 25, años 1917-1919. AVELLANEDA, Nicolás: "Estudio sobre las leyes de tierras públicas". Biblioteca Ar-gentina, B-uenos Aires, 1915. CASTRO, Juan Pedro: "Obras juridicas", Ed, -Claudio García, Montevideo', 1925, GONZÁLEZ LERENA, Leopoldo : "Tierras públicas. Estudio de nuestras Leyes agrarias". Ed, de la Asociación de Escribanos del Uruguay (apartado de su revista), Montevi deo, 1941. 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