STC 77/2007, de 16 de abril: Vulneración del derecho a la tutela

Anuncio
STC 77/2007, de 16 de abril: Vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva al
denegarse por la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional
la práctica de la prueba pericial propuesta por el recurrente
Ana Mª D’Ocón Espejo
Profesora titular de Derecho Financiero y Tributario Universidad Rey Juan Carlos I.- DOCTRINA DEL TRIBUNAL
El Tribunal Constitucional estima el recurso de amparo reconociendo el derecho
a utilizar el medio pericial de prueba pertinente para la defensa (artículo 24.2 CE), que,
pese a haber sido propuesto en tiempo y forma por el recurrente en el recurso
contencioso-administrativo interpuesto contra acuerdo del TEAC ante la Sala de lo
Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, fue inadmitido por no haberse
aportado el informe pericial con el escrito de formalización de la demanda.
II.- ANTECEDENTES JURISPRUDENCIALES
Sobre el derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa:
STC 165/2004, de 4 de octubre, F.J. 3º
Sobre la inescindible conexión de este principio con el de obtención de la tutela
judicial efectiva sin indefensión: SSTC 89/1986, de 1 de julio; F.J. 2º; 50/1998, de 22 de
marzo, F.J. 3º; 110/1995, de 4 de julio, F.J 4º; 131/1995, de 11 de septiembre, F.J.2º;
1/1996, de 15 de enero, F.J.2º; 189/1996, de 25 de noviembre, F.J. 3º; 221/1998, de 24
de noviembre, F.J. 3º; 26/2000, de 31 de enero, F.J. 2º; 104/2001, de 23 de abril, F.J. 4º;
133/2003, de 30 de junio, F.J.3º; 88/2004, de 10 de mayo, F.J.3º.
III.- SUPUESTO DE HECHO
La AEAT, a causa de procedimiento de inspección seguido por el concepto de
IRPF, ejercicios 1989 y 1990, practicó liquidaciones a los cónyuges XX y ZZ
apreciando un incremento de patrimonio superior al declarado, como consecuencia de la
venta en 1989 de un local adquirido con anterioridad a 1978, fecha de la entrada en
vigor de la Ley reguladora del IRPF 44/1978, de 8 de septiembre. Para determinar el
incremento la parte vendedora fijó el valor de adquisición en el de mercado, a 31 de
diciembre de 1978, en 43,5 millones de pesetas, mientras la Inspección lo valoró en
9,87 millones de pesetas. Después de la tasación pericial contradictoria realizada en el
correspondiente expediente administrativo, se estableció definitivamente en 10,83
millones de pesetas.
Disconformes los vendedores con las liquidaciones practicadas, interpusieron la
reclamación nº 41/4190/96 ante el TEAR de Andalucía, dictándose fallo desestimatorio,
como igualmente dictó acuerdo, en el mismo sentido, el TEAC con fecha 22-02-02.
Instrumentado recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia
Nacional se desestima por Sentencia de 07-10-04, considerando fijado válidamente el
valor conforme a la tasación pericial contradictoria.
1
Los recurrentes propusieron prueba pericial en el proceso jurisdiccional,
consistente en que por la Sala se designase perito tasador que determinara el valor de
mercado a 31-12-78, cuyo medio de prueba no fue admitido por providencia de 04-02­
03, al no haberse aportado el informe pericial con el escrito de formalización de la
demanda, ni alegar justa causa que lo impidiera.
La citada providencia fue recurrida en súplica fundando la impugnación en el
artículo 339 LEC, al tratarse de medio probatorio trascendente para el objeto de la litis,
provocar indefensión y vulnerar el derecho a la tutela judicial efectiva; recurso que fue
desestimado por auto de 04-03-03.
Interpuesto recurso de amparo contra la Sentencia de la Sala de 07-10-04, así
como contra la providencia de 04-02-03 y auto de 04-03-03, se estima el mismo,
reconociendo el derecho de los recurrentes a utilizar los medios de prueba pertinentes
para la defensa (artículo 24.2 CE) y, en consecuencia, declara nulas las tres resoluciones
jurisdiccionales indicadas.
IV.- TIPO DE PROCEDIMIENTO
Se plantea por los interesados un recurso de amparo fundado en el derecho a la
tutela judicial efectiva (artículo 24.1 CE) por cuanto la Sala de la Audiencia Nacional
denegó de manera irrazonable la práctica de la prueba pericial oportunamente solicitada,
lo que implicaba indefensión material, por cuanto, de haberse practicado, el resultado
final del proceso hubiese podido ser distinto.
En el procedimiento, tanto el Ministerio Fiscal como el Abogado del Estado (que
interesaron, respectivamente, la concesión y la denegación del amparo), puntualizaron
que la queja de los recurrentes, aunque basada en la invocación del derecho a obtener la
tutela judicial efectiva sin indefensión (artículo 24.1 CE), había de entenderse referida,
con mayor precisión, al derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la
defensa (artículo 24.2 CE).
El Tribunal resalta en su sentencia la inescindible conexión existente entre el
derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa (artículo 24.2 CE)
con el de obtener la tutela judicial efectiva sin indefensión (artículo 24.1 CE).
V.- FUNDAMENTOS JURÍDICOS
El Tribunal, al conceder el amparo, resume la doctrina, en relación con el
derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa, en los siguientes
puntos:
1.- Se trata de un derecho de configuración legal, constitucionalmente protegido,
en cuya delimitación coadyuva de manera activa el legislador, en particular al establecer
las normas reguladoras de cada concreto orden jurisdiccional.
2.- El derecho se circunscribe no a la admisión de cualesquiera pruebas, sino a la
recepción y práctica de aquellas que sean pertinentes.
2
3.- No obstante el órgano judicial ha de motivar razonablemente la denegación
de los medios propuestos, a fin de poder comprobar si se vulnera el derecho
fundamental cuando se inadmiten pruebas relevantes para la resolución del asunto
litigioso.
4.- Solamente cuando la prueba es decisiva en términos de defensa la inadmisión
adquiere relevancia constitucional, al causar indefensión (el resultado del proceso
podría ser distinto de haberse practicado la prueba).
5.- El demandante de amparo debe justificar la indefensión sufrida, pues le
incumbe la carga de esta acreditación de la relevancia de la prueba denegada.
El Tribunal considera que en el proceso constitucional concurren los puntos de
la doctrina consolidada expuesta y otorga el amparo destacando que la prueba pericial
se propuso en tiempo y forma oportunos, de conformidad con el artículo 60.4 de la LJ,
con apoyo en el artículo 339.2 LEC, como medio alternativo a la aportación con la
demanda del artículo 336 LEC.
Declara que la Sentencia de la Audiencia Nacional incurre en irrazonabilidad al
declarar que la prueba se propuso de manera improcedente por no acompañar el informe
pericial con la demanda desvirtuando el emitido en la tasación pericial contradictoria;
irrazonabilidad que se manifiesta en dos vertientes: en primer lugar, porque las dos
modalidades de prueba pericial previstas en los artículos 336 y 339.2 LEC, son
alternativos, por lo que no puede exigirse que se aporte únicamente el informe con la
demanda tendente a desvirtuar el emitido en la tasación pericial contradictoria; en
segundo lugar, por no ser necesario determinar en la proposición de la prueba pericial
del recurrente la calificación profesional que había de tener el perito, pues la Sala
contaba con elementos de juicio suficientes para designar el perito adecuado teniendo en
cuenta la materia objeto del dictamen (artículo 340 LEC).
VI.-COMENTARIO CRÍTICO
Desde el ámbito del Derecho Tributario, la Sentencia del Tribunal se centra en la
procedencia de utilizar la prueba pericial en el proceso jurisdiccional respecto de la
comprobación administrativa del valor de un inmueble, con efecto en unas liquidaciones
practicadas por IRPF, a fin de fijar la ganancia patrimonial obtenida en el momento de
su enajenación.
La Sala de la Audiencia Nacional, reconociendo que en el orden contenciosoadministrativo pueden revisarse las actuaciones materializadas en los expedientes de
tasación pericial contradictoria y, en consecuencia, proponerse los medios de prueba
convenientes, entre ellos el pericial, considera, no obstante, que en los citados
expedientes en los que existe informe de perito dirimente, el recurrente, discrepante del
resultado obtenido, ha de denunciar algún vicio que aprecie exista en el emitido por el
perito tercero, aportando con la demanda su dictamen correspondiente a tenor de lo
previsto en el artículo 336 LEC.
El análisis de la Sentencia constitucional que comentamos sugiere diferentes
aspectos:
3
A) LA REMISIÓN DE LA LJ A LA LEC EN MATERIA PROBATORIA
Desde la promulgación de la vigente LEC se han puesto de manifiesto las
dificultades que surgen para aplicar sus preceptos en el orden contenciosoadministrativo. Evidentemente existen notables diferencias entre los procesos civiles y
contencioso-administrativos (así, la exigencia de aportar después de la demanda
dictámenes “antes de iniciarse la audiencia previa al juicio ordinario o antes de la vista
en el verbal”-artículo 337.1 LEC-); extremos que parece interfieren en la cuestión
examinada.
La LEC, al prever las dos modalidades de prueba pericial (la elaborada fuera del
proceso, por perito elegido por la parte, y la producida en el proceso por perito
designado por el Tribunal), según los artículos 336 y 339, ha de concluirse que ambas
son alternativas e, incluso, compatibles. El artículo 335.1, declara que las partes podrán
aportar al proceso el dictamen con la demanda “o solicitar” que el Tribunal designe el
perito para emitirlo.
Se trata de una permisión explícita para ambas y de sentido acumulativo, pues no
se formula ninguna exclusión.
B) SOBRE LA SUFICIENTE ACREDITACIÓN DE LOS HECHOS EN
EL CASO EXAMINADO
En nuestra opinión, parece desprenderse de la Sentencia de la Audiencia
Nacional que tuvo presentes las dos modalidades probatorias periciales y que son
plenamente alternativas (y nada hace sospechar que niegue su posible acumulatividad).
Sin embargo, entiende que están suficientemente acreditados los hechos (valoración del
inmueble) en vía administrativa, tras haberse seguido el procedimiento de tasación
pericial contradictoria (dictámenes de la Administración, del contribuyente y de perito
tercero). Era, por tanto, innecesario (re)probarlos en proceso jurisdiccional.
De ahí que la cuestión deba reconducirse hacia otro planteamiento diferente cual
es el del verdadero significado “revisor” de la jurisdicción contencioso-administrativa, y
no centrarlo bajo el prisma de las dos modalidades procesales de prueba pericial.
C) LA NATURALEZA REVISORA DE LA JURISDICCIÓN
Con frecuencia la jurisdicción contencioso-administrativa ha producido
resoluciones configurándola como de naturaleza revisora en sentido estricto. Es decir,
analizando la simple objetividad legal del acto, a pesar del propósito del legislador
expresado ya en la Exposición de Motivos de la anterior Ley de 1956, al decir que en el
proceso contencioso-administrativo se sigue un auténtico juicio entre partes, cuya
misión es examinar las pretensiones que deduzca la actora por razón de un acto
administrativo, no pudiendo concebirse como una segunda instancia. “Es, por tanto,
revisora en cuanto requiere la existencia previa de un acto de la Administración, pero
sin que ello signifique-dicho sea a título enunciativo- que sea impertinente la prueba, a
pesar de que no exista conformidad en los hechos de la demanda ni que sea inadmisible
aducir en vía contenciosa todo fundamento que no haya sido previamente expuesto ante
la Administración.” (Exposición de Motivos II,2).
4
La Sentencia de la Audiencia Nacional que comentamos parece incidir más en el
viejo y estricto concepto revisor del acto administrativo, no planteando, como decíamos
antes, propiamente un problema de articulación o pertinencia de una u otra modalidad
de prueba pericial (no se desprende de la Sentencia), sino un debate que resulta ya
innecesario a juicio de la Sala por haberse sustanciado en vía administrativa el
procedimiento de tasación pericial contradictoria. De ahí que exigiera la aportación del
informe pericial con la demanda aduciendo algún vicio en el dictamen del perito tercero.
A nuestro juicio la Sentencia de la Sala parece concebir el proceso más como cauce
jurisdiccional para examinar la sola legalidad objetiva del acto y no como un verdadero
proceso en primera instancia que permita la efectiva tutela de los derechos e intereses
legítimos de la Administración y de los administrados.
En este sentido, se produce básicamente la violación del derecho constitucional
enunciado en el artículo 24.1 CE, más que del derecho a utilizar los medios de prueba
pertinentes para la defensa del artículo 24.2. Todo ello dentro de la inescindible
conexión entre ambos, por cuanto se configura el proceso como una segunda instancia.
VII.- RELEVANCIA JURÍDICA
La relevancia de la Sentencia constitucional en el mundo jurídico-tributario se
ciñe a una cuestión estrictamente procesal, de técnica probatoria, sobre la institución de
la comprobación de valores.
De acuerdo con la tendencia consolidada de impugnación plena de los actos
determinantes de comprobación de valor, tanto la Sentencia de amparo como la de la
Sala jurisdiccional admite la revisibilidad de las actuaciones administrativas en materia
tributaria, incluidas las realizadas en los expedientes de tasación pericial contradictoria,
pudiendo proponerse cualquier medio de prueba conveniente en vía contenciosoadministrativa.
Desde este punto de vista procesal ha de destacarse que la existencia de
dictámenes emitidos en vía administrativa, fijando las estimaciones de valor pertinentes,
no obsta para que en proceso jurisdiccional puedan proponerse y practicarse otros
informes para ser aportados por la parte actora con su demanda, o bien alternativa o
acumulativamente solicitar del Tribunal se designe perito a tal fin en fase de prueba.
VIII.- BIBLIOGRAFÍA
CARMONA, E.: “Derecho a la tutela judicial efectiva. Apuntes para una reforma”, en
AAVV, La reforma del recurso de amparo, Tirant lo Blanch, 2004
DÍAZ FUENTES, A.: La prueba en la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, Bosch,
Barcelona, 2002
FERNÁNDEZ TORRES, J.R.: Jurisdicción administrativa revisora y tutela judicial
efectiva, Civitas, Madrid, 1998
GONZÁLEZ PÉREZ, J.: Comentarios a la Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, Tecnos, Madrid, 1999
5
6
Descargar