Efectos Cardiovasculares del Alcohol S. Zakhari National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (Editor: E. Rubin Universidad Thomas Jefferson) Esta exposición se preparó con la colaboración del Dr. Emanuel Rubin, Profesor y Director del Departamento de Patología, Anatomía y Biología Celular, Jefferson Medical College, Universidad Thomas Jefferson, Filadelfia, Pennsylvania. El Dr. Rubin amablemente facilitó la diapositiva 9; las diapositivas 14, 15 y 16 se tomaron de su libro de Patología. Rubin E and Farber JL (eds). Pathology. 3° Edición, Lippincott-Raven Publishers, Filadelfia, 1999. 1 Objetivo • Describir las propiedades fisiológicas y bioquímicas del SCV • Ilustrar los efectos del alcohol en estos procesos • Discutir los efectos del consumo moderado de alcohol en el SCV • Señalar las interacciones del alcohol con fármacos cardiovasculares Bosquejo • Corazón – Contractilidad / Metabolismo – Ritmo / Conducción • Vasos Sanguíneos – Coronarias – Vasos Cerebrales • Sangre • Consumo Moderado • Interacciones Medicamentosas El propósito de esta exposición es el de proporcionar un panorama de las propiedades fisiológicas y bioquímicas de ciertos componentes del sistema cardiovascular (corazón, vasos sanguíneos y sangre) en condiciones normales, seguido del análisis de los cambios que induce el alcohol luego del consumo agudo y crónico. Las diapositivas y el texto se prepararon como curso introductorio, y no como revisión exhaustiva. Se ha agregado numerosas referencias y artículos de revistas especializadas para quienes deseen profundizar el tema. La exposición se divide en cinco partes principales: 1) Aspectos funcionales del corazón: contracción miocárdica, producción de energía, coordinación del ritmo cardíaco y análisis de la función ventricular. Se hace también una descripción de la actividad eléctrica del corazón, de los potenciales cardíacos y ejemplos de los efectos del alcohol en el ritmo y conducción del corazón. 2) Vasos sanguíneos cardíacos (sólo coronarias) y vasos sanguíneos cerebrales. Se describirán los efectos del alcohol en los procesos de aterosclerosis y en accidente vascular cerebral (hemorrágico e isquémico). 3) Procesos de coagulación de la sangre y disolución de coágulos, y los efectos del alcohol en estos procesos. 4) Resultados recientes (epidemiológicos y experimentales) sobre el consumo moderado de alcohol. Esta sección se basa en la literatura sobre “la paradoja francesa” que ha ido apareciendo en los últimos diez años. La posible explicación de estos efectos será abordada en “Interacciones del alcohol con medicamentos cardiovasculares”. 5) Aun cuando el alcohol interactúa con más de 150 medicamentos: tranquilizantes, antidepresivos, antibióticos, etc., esta sección se limitará a los medicamentos cardiovasculares. 2 Desempeño del Corazón Humano Volumen de Eyección = 80 ml, en reposo Frecuencia Cardíaca = 70 latidos/min. en reposo, 180 durante el ejercicio Gasto Cardíaco = VE * FC = 5600 ml/min. Sangre bombeada en 70 años = 206 millones de litros o 50 millones de galones El volumen de eyección (VE), o cantidad de sangre que se eyecta por cada latido, indica la función del corazón y se puede relacionar con el acortamiento de las fibras musculares de la pared cardíaca. Esta variable es importante para entender cómo el alcohol altera el funcionamiento cardíaco. El gasto cardíaco (GC) es la cantidad de sangre que se bombea en un minuto. El GC se calcula multiplicando la frecuencia cardíaca, FC (en latidos/min), por el VE. Los cambios en la frecuencia cardíaca pueden afectar significativamente el GC, especialmente durante el ejercicio, cuando el retorno venoso (la cantidad de sangre que vuelve al corazón, influenciada por el tono vascular periférico y otros factores) está aumentado. La frecuencia cardíaca puede aumentar hasta 180–200 latidos/min, en individuos jóvenes, durante el ejercicio. El GC también se ve afectado por cambios en el VE y por estimulación positiva de la contractilidad miocárdica debida a calcio o epinefrina. Con todos estos factores, el GC puede aumentar de 5,6 l/min hasta aproximadamente 25–30 l/min durante el ejercicio máximo. En un ser humano sano, el corazón bombea 206 millones de litros (50 millones de galones), aproximadamente, en 70 años. Esta cantidad de sangre llenaría un cilindro de 24 pies de diámetro hasta una altura mayor que la del edificio Empire State. 3 Contracción Miocárdica Fibra Miocárdica Miofibrilla miosina Miofilamentos actina relajada contraída Los músculos cardíacos están compuestos de fibras miocárdicas que constan de miofibrillas más pequeñas. Las miofibrillas se componen de microfilamentos más pequeños aún, cada uno mide 5–10 nanometros. Los filamentos finos (actina) y los filamentos gruesos (miosina) se enlazan mediante uniones cruzadas que se proyectan desde la miosina. La contracción miocárdica se produce cuando las uniones cruzadas de la miosina se enlazan con los sitios correspondientes de los filamentos de actina y viran a una nueva posición. Se inicia el proceso de deslizamiento, controlado por iones Ca++. La energía para este movimiento la aporta el ATP (véase la próxima diapositiva). Para conocer mayores detalles, consúltese cualquier texto de fisiología (por ejemplo, Physiological Bases of Medical Practice, de Best y Taylor) o de dinámica cardiovascular (por ejemplo, Rushmer). 4 Procesos que Involucran Producción y Utilización de Energía por el Miocardio Ca++ Ca++ O2 Ácidos Grasos Lactato Piruvato Ca++ Ciclo ATC (Aeróbico) ATPasa ATP ATP Glicólisis ATP (Anaeróbico) PC Ca++ ADP T C CPK Miokinasa Glucosa CA++T ATPm + A MA + ADP Glucosa-1-PO4 Glicógeno Fuentes de Energía Pool de Energía C O N T R A C C I Ó N Uso de Energía Olsen (1) dividió en tres fases los procesos de producción y utilización de energía en el corazón: a) Producción de energía. Los principales sustratos para la producción de energía son el lactato y la glucosa. Cuando los ácidos grasos esterificados y libres, el piruvato y el lactato, están presentes en la sangre arterial en concentraciones suficientes, los cardiomiocitos pueden extraerlos para que sirvan como fuente de energía. Además, la presencia de lipasa en el miocardio plantea que los triglicéridos también pueden servir de combustible para el metabolismo miocárdico. En condiciones normales, el metabolismo aeróbico en el ciclo de los ácidos tricarboxílicos (Ciclo de Krebs), es la principal fuente de energía. En cambio, en condiciones hipóxicas, el metabolismo del subendocardio puede ser parcialmente anaeróbico (2). b) Conservación de la energía. Esta es la fase de almacenamiento de energía en el corazón en forma de compuestos ricos en energía: ATP (adenosina trifosfato) y PC (fosfocreatina). c) Aprovechamiento de la energía. La contracción cardíaca se inicia con la despolarización del sarcolema. Este impulso eléctrico permite que los iones de calcio pasen al interior de las miofibrillas. Luego, el calcio activa los miofilamentos por unión del ATP con los sitios reactivos entre la miosina y los filamentos de actina. Para conocer un análisis más detallado, véase la referencia #3. 1. Olsen RE. Contractile proteins of heart muscle. Am. J. Med. 30:629-707, 1961. 2. Merin RG. Myocardial metabolism for the toxicologist. Environ Health Perspect, 26:169-174, 1978. 3. Altura BM, Zhang A and Altura BT. In Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S and Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp279-315. 5 Análisis de la Función Ventricular: La Fracción de Eyección (FE) Volumen fin de diástole – Volumen fin de sístole FE = Volumen fin de diástole FE = (150 - 60) * 100 150 = 60 % La fracción de eyección (FE) sirve para detectar depresión de la contractilidad miocárdica en estado basal de descanso. Para calcular la FE, se calcula el volumen del ventrículo al final del diástole (Volumen de Fin de Diástole, VFD) y al final de la sístole (Volumen de Fin de Sístole, VFS). La diferencia entre VFD y VFS se denomina Volumen de Eyección (VE). La FE es la razón entre el volumen de eyección y el VFD, en porcentaje de VFD. La FE normal es 55% a 80%, (promedio 67%), y es igual en diversas especies de mamíferos. Cuando la FE disminuye bajo 55%, indica depresión miocárdica. 6 Efectos Agudos/Crónicos del Etanol (E) en la Contractilidad Miocárdica • E deprime la contractilidad miocárdica (hasta un 0,05%) • E libera catecolaminas que pueden encubrir la depresión miocárdica • E (agudo) generalmente aumenta el GC reflejando cambios en FC y RVP • E disminuye la FE • E (crónico) disminuye la contractilidad ventricular La administración aguda de alcohol produjo depresión en la contractilidad miocárdica en el corazón de los conejillos de Indias, incluso con una concentración mínima de 0,05% (1), y también redujo la fuerza contráctil del corazón fetal humano (2). La contractilidad del ventrículo izquierdo disminuyó significativamente luego de la administración aguda de etanol en perros, incluso cuando estos animales recibieron 400 ml diarios de etanol durante los seis meses anteriores (3). La infusión de alcohol en perros anestesiados produjo una disminución marcada en la FE (véase diapositiva N°6), que es una medida de contractilidad miocárdica (4). La administración crónica de alcohol a ratas, durante siete meses, produjo depresión de la contractilidad miocárdica, medida por la reducción de la presión máxima ventricular izquierda (5). El alcohol también libera catecolaminas desde la médula suprarrenal, lo que puede disfrazar la depresión miocárdica (6). A pesar de la disminución de la contractilidad miocárdica debido al consumo agudo de alcohol, el gasto cardíaco está generalmente aumentado debido a los efectos sobre la FC y la resistencia vascular periférica (7). Para obtener una revisión amplia del alcohol y la contractilidad miocárdica, véase la referencia N°8. 1. Nakano J and Moore SE: Effect of different alcohols on the contractile force of the isolated guinea pig myocardium. Eur J Pharmacol, 20:266-270, 1972. 2. Richards IS, Kulkarni A, Brooks SM y otros: A moderate concentration of ethanol alters cellular membrane potentials and decreases contractile force of human fetal heart. Dev Pharmacol Ther, 13:51-56, 1989. 3. Cheng, C.; Zang, Z-S.; Sane, D.; Little, W.C.; Cunningham, C.C.; Shihabi, Z. Acute Alcohol-Induced Enhanced Cardiac Depression in Chronically Ethanol Fed animals: Effect on LV and Mycocyte Contraction, [Ca2] Transient and Ca2 Current. Circulation 100(18): 1860, 1999. 4. Friedman HS, Matsuzaki S, Choe SS: Demonstration of dissimilar acute hemodynamic effects of ethanol and acetaldehyde. Cardiovasc Res, 13:477-487, 1979. 5. Figueredo, V.M.; Chang, K.C.; Baker, A.J.; Camacho, S.A. Chronic Alcohol-Induced Changes in Cardiac Contractility are not Due to Changes in the Cytosolic Ca Super 2 Plus Transient. American Journal of Physiology, 275::H122-H130, 1998 6. Kelbaek H, Gjorup T, Hartline OJ: Left ventriculat function during alcohol intoxication and autonomic nervous blockade. Am J Cardiol, 59:685-688, 1987. 7. Blomqvist G, Saltin B, Mitchell JH: Acute effects of ethanol ingestion on the response to submaximal and maximal exercise in man. Circulation, 42:463-470, 1970. 8. Thomas AP, Rozanski DJ, Nicolas JM y Renard-Rooney DC: Alcohol and myocardial contractility, In: Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S and Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp314-340. 7 Cardiomiopatía Alcohólica Control Alcohólico Imagen modificada de National Geographic, 181:14, 1992 La miocardiopatía, enfermedad degenerativa del corazón en ausencia de cardiopatía isquémica, es una complicación bien establecida del abuso crónico de alcohol. La mayoría de los casos son probablemente asintomáticos, pero en algunos pacientes este cuadro conduce a arritmias, cardiomegalia e insuficiencia cardíaca congestiva, caracterizada por disnea y edema periférico. El tratamiento de la miocardiopatía alcohólica necesita el uso de medidas de apoyo y tiene que exigir, en primer lugar, la abstinencia del alcohol. La miocardiopatía alcohólica podría deberse a la acumulación de etilésteres de ácidos grasos (FAEE), moléculas neutras presentes en el corazón y otros órganos carentes de metabolismo oxidativo de etanol, en las mitocondrias. No obstante, los complejos de la cadena respiratoria miocárdica no quedan afectados funcionalmente en bebedores de consumo elevado sin miocardiopatía. El alcohol también altera el metabolismo proteico. Beckemeier, M.E.; Bora, P.S. Fatty Acid Ethyl Esters: Potentially Toxic Products of Myocardial Ethanol Metabolism. Journal of Molecular and Cellular Cardiology, 30:2487-2497, 1998. Constant, J. Alcoholic Cardiomyopathies: Genuine and Pseudo. Cardiology, 91:92-95, 1999. Gavazzi, A.; Maria, R.D.; Paronili, M.; Porcu, M. Italian Multicenter Cardiomyopathy Study Group (SPIC) Alcohol Abuse and Dilated Cardiomyopathy in Men. 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La pendiente de la correlación es mucho más pronunciada en mujeres que en hombres, lo que indica que las mujeres podrían presentar miocardiopatía con menos consumo de alcohol y luego de un período de consumo de alcohol de menor duración. Rubin E and Urbano-Marquez A: Clinical Effects of Alcohol on the Cardiovascular System, In: Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S and Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp127136. 9 Mecanismos de la Depresión Miocárdica Secundaria a Alcohol 1 2 Na+ Ca++ F 5 EEAG 3 4 La elevación de la concentración de calcio iónico citosólico libre, proceso que se conoce como acoplamiento de excitación– contracción, se inicia con la apertura, activada por voltaje, de los canales rápidos de sodio. La despolarización inicial de membrana produce la apertura de canales iónicos de calcio, sensibles al voltaje, lo que determina la entrada de Ca++ al citosol y desencadena la liberación de Ca++ desde el retículo sarcoplasmático (SR). La movilización de calcio desde el líquido extracelular y desde los depósitos intracelulares, combinada, lleva a un aumento transitorio de la concentración de Ca++, que termina por acción de bombas de calcio dependientes de ATP en el RS, y por activación del intercambiador de Na+/ Ca++ en la membrana del sarcolema. El alcohol también afecta el metabolismo de los ácidos grasos libres y conduce a la formación de etil ésteres de ácidos grasos (FAEE). El alcohol reduce la contractilidad miocárdica porque: 1) interviene en los canales de la membrana celular que controlan la entrada de Ca++ ; 2) destruye la producción de energía en las mitocondrias; 3) reduce la entrada de Ca++ al retículo sarcoplasmático; 4) interviene en la contracción con reducción de la sensibilidad al Ca++ de las proteínas contráctiles; y 5) forma FAEE. Auffermann W, Wu ST, Wikman-Coffelt J, and Parmley WW: Cardiac function and metabolism after chronic alcohol consumption: adaptation, reversibility, and effects of Verapamil. Am Heart J, 122:122-126, 1991. Delbridge, L.M.D.; Connell, P.J.; Harris, P.J.; Morgan, T.O. Ethanol Effects on Cardiomyocyte Contractility. Clinical Science, 98:401407, 2000. Freidman, H.S. Cardiovascular Effects of Alcohol. In: M. Galanter, Ed., Recent Developments in Alcoholism: Volume 14. The Consequences of Alcoholism, New York, NY: Plenum Press, 1998. 499p.(pp. 135-166) Chapter (02). Lang LG, and Sobel BE: Myocardial metabolites of ethanol. Circ Res, 52:479-482,1982. Lianf, Q.; Carlson, E.C.; Borgerding, A.J.; Epstein, P.N. Transgenic Model of Acetaldehyde Overproduction Accelerates Alcohol Cardiomyopathy. JPET, 291:766-772. 1999. Mongo KG and Vassort G: Inhibition by alcohols, halothane and chloroform of the calcium current in single frog ventricular cells. J Mol Cell Cardiol, 22: 939-953, 1990. 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Los impulsos que surgen espontáneamente en las células del nódulo sinusal, en la aurícula derecha, pasan rápidamente por las aurículas y producen una contracción coordinada de ambos músculos auriculares, tanto derecho como izquierdo. Durante el descanso, la frecuencia de la generación de pulsos se encuentra bajo control parasimpático. El impulso eléctrico pasa luego por el nódulo auriculoventricular (NAV) y el haz de Hiss, donde la conducción es relativamente lenta, y se produce un leve retraso en la contracción del músculo ventricular. Las anomalías en la generación o conducción de los impulsos conducen a arritmias. La estimulación simpática aumenta la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción muscular. El ritmo cardíaco está determinado por la despolarización del nódulo SA y por el sistema de conducción del corazón. 11 Electrocardiograma (ECG) Nódulo SA Nódulo AV Las bases electrofisiológicas del ECG dependen de la extensión del estímulo eléctrico por las aurículas y los ventrículos. En reposo, las fibras miocárdicas se polarizan, es decir, existe una diferencia de potencial entre el interior y el exterior de la célula (conocido como potencial de membrana, – 90 mV). Esto se debe a la permeabilidad iónica selectiva de la membrana celular y lleva a la creación de una carga eléctrica positiva estable en la superficie externa. Dentro de la célula, predominan los iones potasio, fuera de ella, los iones sodio. Cuando se estimula la fibra miocárdica, un cambio inmediato en la permeabilidad de la membrana y la transferencia consiguiente de sodio al interior de la célula dan inicio al potencial de acción. El resultado es una conversión brusca del potencial negativo de la membrana en potencial positivo (+30 mV), fenómeno que se denomina despolarización. Durante la repolarización posterior de las fibras miocárdicas, los iones potasio salen de la célula, y el potencial de acción queda aniquilado. El ECG registra la actividad eléctrica de las aurículas y ventrículos, no la de una miofibrilla sola. Como la despolarización cardíaca y la repolarización ocurren normalmente en sincronización, el ECG puede registrar estas corrientes eléctricas como ondas específicas: onda P, que refleja la despolarización auricular; complejo QRS, que se debe a la despolarización ventricular; segmento ST, onda T y onda U, debidas a la repolarización o recuperación ventricular. El alcohol produce: fibrilación auricular, prolongación del intervalo QT, inversión de la onda T, bloqueo cardíaco, arritmias ventriculares, síndrome cardíaco del día de fiesta y muerte súbita. Beckemeier, M.E.; Bora, P.S. Fatty Acid Ethyl Esters: Potentially Toxic Products of Myocardial Ethanol Metabolism. J Mol Cell Card, 30:2487-2497, 1998. Chadwick, D.J.; Goode, J.A. (Eds.) Alcohol and Cardiovascular Diseases: Novartis Foundation Symposium 216. New York, NY: John Wiley and Sons, 1998. 272p Kupari, M.; Koskinen, P. Alcohol, Cardiac Arrhythmias and Sudden Death. In: D.J. Chadwick and J.A. Goode, Eds., Alcohol and Cardiovascular Diseases: Novartis Foundation Symposium 216, New York, NY: John Wiley and Sons, 1998, pp. 68-85. Mukamal, K.J.; Muller, J.E.; Maclure, M.; Sherwood, J.B.; Mittleman, M.A. Lack of Effect of Recent Alcohol Consumption on the Course of Acute Myocardial Infarction. Am Heart J,138:926-933, 1999. Puddey, I.B.; Rakic, V.; Dimmitt, S.B.; Beilin, L.J. Influence of Pattern of Drinking on Cardiovascular Disease and Cardiovascular Risk Factors: A Review. Addiction, 94:649-663, 1999. Rosenqvist, M. Alcohol and Cardiac Arrhythmias. Alcoholism: C Exp Res, 22(7 suppl.):318S-322S, 1998. Rossinen, J.; Sinisalo, J.; Partanen, J.; Nieminen, M.S.; Viitasalo, M. Effects of Acute Alcohol Infusion on Duration and Dispersion of QT Interval in Male Patients with Coronary Artery Disease and in Healthy Controls. Clinical Cardiology, 22:591594, 1999. 12 Alcohol y Arterias Coronarias Aorta Arteria Pulmonar Arteria Coronaria Derecha Arteria Coronaria Izquierda Rama Circunfleja Rama Interventricular El músculo cardíaco recibe su aporte de sangre por medio de las arterias coronarias, que surgen de la región de los senos aórticos. La arteria coronaria izquierda, con su rama interventricular, irriga la parte anterior y la inferior del septum ventricular, la pared anterior del ventrículo izquierdo, las partes anteromedianas del ventrículo derecho y la rama derecha del haz AV. Por medio de su rama circunfleja, irriga las partes anterolateral, lateral y posterolateral del ventrículo izquierdo y, en parte, la aurícula izquierda. La arteria coronaria derecha, con su rama interventricular, irriga la parte posterior del septum ventricular, el nódulo AV, el haz AV y la mayor parte de la pared posterior del ventrículo izquierdo. Con sus ramas más pequeñas irriga la mayor parte de la pared anterior del ventrículo derecho y la aurícula derecha, incluso el nódulo sinusal. El consumo moderado de alcohol se asocia con una reducción del riesgo de enfermedad coronaria, pero el consumo excesivo se asocia con un riesgo mayor de mortalidad. 13 monocitos Aterosclerosis LDL Oxidado B Célula Espumosa A C Las placas ateroscleróticas se componen de dos partes: una parte blanda (atero) acelular, rica en colesterol y lípidos, y una parte dura (skleros, en griego), que se compone de células musculares lisas que proliferan para formar una cápsula, y que produce cantidades variables de colágeno, elastina y glicosaminglicanos (Figura A). Aunque la secuencia de episodios en el desarrollo de la aterosclerosis no se conoce a cabalidad, el LDL oxidado cumpliría un papel importante en la patogénesis de la placa aterosclerótica (Figura B) La citotoxicidad del LDL oxidado conduce a la pérdida de la integridad endotelial. Luego se reúnen monocitos circulantes mediante MCP-1, una proteína quimiotáctica para monocitos. El aumento de la captación de las LDL oxidadas por los macrófagos lleva a la formación de células espumosas. Citoquinas, macrófagos, células endoteliales, plaquetas y linfocitos T interactúan en el avance de la placa aterosclerótica. La figura C muestra lesiones complicadas en la superficie luminal de la aorta abdominal. Para mayores detalles, favor consultar el texto (Rubin E and Farber JL (eds). Patholgy. 3rd edition, Lippincott-Raven Publishers, Philadelphia, 1999.) El alcohol disminuye las placas aterogénicas, tanto en animales de experimentación como en seres humanos. Baraona E; Lieber CS: Alcohol and Lipids. In: M. Galanter, Ed. Recent Developments in Alcoholism: Volume 14. The Consequences of Alcoholism, New York, NY: Plenum Press, 1998. pp 97-134. Emeson EE; Manaves V; Emeson BS; Chen L; Jovanovic I. Alcohol Inhibits the Progression as well as the Initiation of Atherosclerotic Lesions in C57B/6 Hyperlipidemic Mice. Alcoholism: Clinical and experimental Research, 24:1456,1466, 2000. Kiechl S; Willet J; Rungger G; Egger G; Oberhollenzer F; Bonora E. Alcohol Consumption and Atherosclerosis: What is the Relation? Prospective Results from t he Bruneck Study. Stroke, 29:900-907, 1998. Latour MA; Patterson BW; Kitchens RT; Ostlund RE; Hopkins D; Schonfeld G. Effects of Alcohol and Cholesterol Feeding on Lipoprotein Metabolism and Cholesterol Absorption in Rabbits. Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology, 19:598604, 1999. Sharpe PC; Young IS; Evans AE. 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El aumento de la presión intravascular vulnera zonas de debilidad de la pared arterial, las que podrían ser congénitas o secundarias a aterosclerosis, hipertensión, infección bacteriana o trauma, y así causar un aneurisma (Figura A). La figura B muestra una hemorragia cerebral espontánea que produjo un hematoma. Algunos estudios epidemiológicos muestran un riesgo aumentado de hemorragia cerebral incluso con una ingesta moderada de alcohol (1–2 tragos al día). El consumo elevado de alcohol aumenta el riesgo de hemorragia cerebral. Caicoya, M.; Rodriguez, T.; Corrales, C.; Cuello, R., Lasheras, C. Alcohol and Stroke: A community Case-Control Study in Asturias, Spain. Journal of Clinical Epidemiology, 52:677-684, 1999. Hillbom, M. Alcohol Consumption and Stroke: Benefits and Risks. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 22 (7 suppl.):352S-358S, 1998. Hillbom, M.; Numminen, H. Alcohol and Stroke: Pathophysiologic Mechanisms. Neuroepidemiology, 17:281-287, 1998. Juvela S, Hillbom M, Numminen H, Koskinen P: Cigarette smoking and alcohol consumption as risk factors for aneurysmal su barachnoid hemorrhage. Stroke, 24:639-46, 1993. Kiechl S; Willet J; Rungger G; Egger G; et al.: Alcohol Consumption and Atherosclerosis: What is the Relation? Prospective Results from t he Bruneck Study. Stroke, 29:900-907, 1998 Longstrth WT, Nelson ML, Koepsell TD, van Belle G: Cigarette smoking, alcohol use, and subarachnoid hemorrhage. Stroke, 23:1242-49, 1992. Romelsjo, A.; Leifman, A. Association Between Alcohol Consumption and Mortality, Myocardial Infarction, and Stroke in 25 Year Follow Up of 49 618 Young Swedish Men. BMJ:319:821-822, 1999. 15 Alcohol y Accidente Vascular Cerebral AVE Isquémico A B La oclusión trombótica de los vasos sanguíneos cerebrales causa un AVC isquémico, después del cual se produce necrosis en la zona isquémica. Los vasos sanguíneos de la zona infartada también se necrosan y sangran en la región afectada. La distribución geográfica normal de la vasculatura cerebral define el tamaño y las características del infarto y, por tanto, sus síntomas (Figura A). La oclusión de la trifurcación inicia un infarto cortical con pérdida tanto motora como sensorial y, con frecuencia, afasia. La oclusión de una rama estriada produce déficit motor. La isquemia localizada se asocia con tres síndromes clínicos distintos: 1) accidente isquémico transitorio (TIA), que se refiere a la disfunción cerebral focal, seguida por la recuperación completa; 2) accidente vascular en evolución, que describe el avance de los síntomas neurológicos y refleja la progresión de un trombo; y 3) accidente vascular completo, con consecuencia de infarto cerebral y necrosis (Figura B). El consumo leve a moderado de alcohol puede disminuir el riesgo de AVC isquémico, pero el consumo de cinco o más tragos al día aumenta el riesgo de AVC en 250% a 450%. Para conocer más detalles, consúltese las referencias que se dan a continuación y en la diapositiva N°15. Hillbom M and Juvela S: Alcohol and risk of stroke, In Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S and Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp 63-83. Rubin E and Farber JL (eds). Patholgy. 3rd edition, Lippincott-Raven Publishers, Philadelphia, 1999. 16 El Consumo Excesivo Crónico de Alcohol Produce Hipertensión Presión Arterial (mm Hg) sistólica diastólica 160 120 80 40 0- ND SD LD MD Alcohol Consumido HD Ya en 1915 Lian planteó la asociación entre el consumo crónico elevado de alcohol y la hipertensión, pues observó un aumento de la presión arterial en soldados franceses que consumían 2,5 litros, o más, de vino al día. Desde entonces, numerosos estudios han demostrado una asociación causal entre el consumo crónico de 30 g o más de alcohol por día y la presión arterial elevada, tanto en hombres como mujeres. Estudios de intervención apoyan esta asociación causal, ya que bebedores crónicos de cantidades elevadas de alcohol, quienes se abstienen de beber o reducen su ingesta, muestran una disminución en las cifras tensionales. La hipertensión revertiría dos a tres semanas después de interrumpir la ingesta de alcohol. (Maheswaran y cols., Hypertension, 19:79-84, 1992; Ueshima y cols., Hypertension, 21:248-252, 1993). Además, la cirrosis hepática alcohólica resulta en hipertensión portal. Anand BS: Cirrhosis of Liver. Western Journal of Medicine, 171:110-115, 1999. Buzatu E; Mihaila M; Micu L; Correlations Between the Degree of Portal Hypertension and the Degree of Liver Failure in Liver Cirrhosis. J Hepatology, Suppl. 32:159, 2000 Choudhury SR, Ueshima H, Okayama A, Kita, Y; Hayakawa T: Population Attributable Fraction of Alcohol Drinking for Hypertension in Japanese Men. J Hypertension, 16(Suppl.2):S253, 1998. Corrao G; Bagnardi V; Zambon A; Arico S: Exploring the Dose-Response Relationship Between Alcohol Consumption and the Risk of Several Alcohol-Related Conditions: A Meta-Analysis. Addiction, 94:1551-1573, 1999. Cushman WC; Cutler JA; Hanna E; Bingham SF; Follman D; Harford T; Dubbert P; Allender S; Dufour M; Collins JF; Walsh SM; Kirk GF; Burg M; Felicetta JV; Hamilton BP; Katz LA; Perry HM, Jr; Willenbring ML; Lakshman R; Hamburger RJ: Prevention and Treatment of Hypertension Study (PATHS): Effects of an Alcohol Treatment Program on Blood Pressure. Archives of Internal Medicine, 158:1197-1207 1998. Jerez SJ; Coviello A: Alcohol Drinking and Blood Pressure Among Adolescents. Alcohol: An International Biomedical Journal, 16:1-5, 1998. Klatsky AL: Blood pressure and alcohol intake: Clinical aspects. In Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S and Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp 173-193. 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Como se observa en la diapositiva 3, el gasto cardíaco está determinado por la frecuencia cardíaca y el volumen de eyección, que corresponde a la diferencia entre los volúmenes ventriculares diastólico y sistólico. El volumen ventricular diastólico recibe la influencia del retorno venoso y de la distensibilidad de las paredes ventriculares. La frecuencia cardíaca está controlada por descargas simpáticas y parasimpáticas en el nódulo sinusal y cambia debido a reflejos iniciados en el seno carotídeo y el arco aórtico. La contractilidad miocárdica, influenciada por descargas neurohumorales, además de la duración del diástole, también contribuye al gasto cardíaco. La RVP está determinada por diversos factores que llevan a la vasoconstricción o a la vasodilatación, como las catecolaminas de la médula suprarrenal. En estudios experimentales se ha demostrado que el alcohol puede dañar los barorreflejos en la hipertensión inducida por alcohol. Como el consumo agudo y crónico de alcohol se asocia con un aumento de los niveles plasmáticos de epinefrina y noradrenalina, se ha planteado que las catecolaminas pueden cumplir un papel en la hipertensión inducida por alcohol. Otros mecanismos propuestos son la reducción de los niveles plasmáticos de magnesio en los alcohólicos y un trastorno en los mecanismos centrales que controlan la presión arterial. Altura BM, Zhang A y Altura BT. In Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S y Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp279-315. Klatsky AL: Blood pressure and alcohol intake: Clinical aspects. In Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S y Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp 173-193. Puddy IB, Jenner DA, Beilin LJ, y Vandongen R: Alcohol consumption, age and personality characteristics as important determinants of within subjects variability in blood pressure. J Hyperten 6:s617-S619, 1989. 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Los fosfolípidos de la membrana son importantes para la hemostasia, tanto como fuente de actividad lipídica en las reacciones de coagulación sanguínea y como fuente de ácido araquidónico, precursor del tromboxano A2. Las plaquetas contienen gran cantidad de actina y poca cantidad de miosina. La activación de las plaquetas conduce a un aumento de la asociación de miosina con filamentos de actina y a la contracción de la actomiosina plaquetaria. Las plaquetas deben pasar por tres etapas para que ocurra la hemostasia: 1) Adhesión: cuando se rompe el endotelio vascular, las plaquetas se adhieren al colágeno subendotelial expuesto, lo que determina la formación de tapones plaquetarios hemostásicos. 2) Activación: cambio de forma, cohesión de plaquetas, liberación y oxidación del ácido araquidónico, y liberación del contenido de sus gránulos. 3) Agregación. La trombina, que proviene de la cascada de la coagulación, inicia la activación plaquetaria por interacción con receptores de trombina en la membrana plasmática. Esta interacción da comienzo a un proceso de señales transmembranosas y estimula la actividad de la fosfolipasa C (FLC) en la membrana plasmática. La FLC hidroliza el PIP2 (fosfatidil inositol 4,5-bifosfato) para formar inositol trifosfato (IP3) y diacilglicerol (DAG). El DAG estimula la protein kinasa C (PKC) y produce la liberación de los gránulos de las plaquetas y ADP (adenosin difosfato), los que activan más plaquetas. El IP3 atrae Ca++ al interior del citosol, se activa la fosfolipasa A2 (FLA2) y cambia la forma de las plaquetas. La PLA2 causa la liberación de ácido araquidónico (AA) desde los fosfolípidos y origina la producción de tromboxano A2, que puede activar más la FLC. El alcohol inhibe la secreción de gránulos y la formación de tromboxano A2. El alcohol inhibe igualmente la agregación plaquetaria inducida por ADP, mediante el bloqueo de la actividad de la FLA2. Para conocer más detalles, consúltese, por favor, la referencia siguiente. McKenzie CR y Eisenberg PR. Alcohol, coagulation, and arterial thrombosis. In: Alcohol and the Cardiovascular System, Zakhari S and Wassef M (eds), NIH Publication No. 96-4133, 1996, pp 413-439. 19 Regulación de la Fibrinolisis de la CE Y Hemostasia Normal Fibrina(ógeno) Productos de Degradación de Fibrina(ógeno) PAI-1 Fibrinolisis u-PA u-PAR t-PA t-PAR Pmg Plasmina PmgR Célula Endotelial Fibrinolisis Fibrinolysis Fibrinolisis Coagulación Coagulación Hemostasia Normal Alcohol La hemostasia se logra por medio de un delicado equilibrio entre la coagulación y la fibrinolisis o disolución de coágulos. La fibrinolisis se inicia con la plasmina, una proteasa sérica que degrada el fibrinógeno (fibrina) en fragmentos solubles cada vez más pequeños, denominados productos de degradación de la fibrina o fibrinógeno. La plasmina deriva del plasminógeno por acción de los activadores del plasminógeno, conocidos como activador tipo tisular del plasminógeno (t-PA) y activador tipo-urokinasa del plasminógeno (u-PA). El u-PA se identificó primero en orina, pero también lo producen las células epiteliales. La acción de t-PA y u-PA termina por acción del inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1 (PAI-1). Varios estudios han demostrado que el alcohol aumenta la actividad del t-PA e inhibe al antígeno PAI-1 en las células epiteliales vasculares humanas. Mennen LI; Balkau B; Vol S; Caces E; Eschwege E. Fibrinogen: A Possible Link between Alcohol Consumption and Cardiovascular Disease? Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology, 19:887-892, 1999. 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USDA, 2000. 21 Alcohol y Cardiopatía Coronaria • • • • • • • • • • • • • Honolulu Heart Study Belfast, Northern Ireland London Civil Servants Kaiser-Permanente Yugoslavia Heart Study Busselton, Australia Puerto Rico Heart Study North Karelia Project Zutphen Study Albany Study Thailand Heart Study Nurses’ Health Study British Regional Heart Study Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo moderado de alcohol se asocia con menos riesgo de cardiopatía coronaria. Esta asociación se observó en estudios ecológicos, investigaciones de casos y controles y en diversos estudios prospectivos de cohortes, en gran escala. La misma asociación se observó también en hombres y mujeres, en diversos estudios y en diferentes países. Boffetta P, Garfinkel L. Alcohol Drinking and mortality among men enrolled in an American Cancer Society prospective study (see comments). Epidemiology,1:342-48, 1990. Camargo CA, Hennekens CH, Gaziano JM, Glynn RJ, Manson JE, Stampfer MJ. 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Med., 329:1829-1834 1995 Marquis-Vidal y cols., Atherosclerosis, 115:225-232 No obstante, no están resueltos los mecanismos moleculares que determinan este aumento del HDL plasmático y falta investigar si este aumento participa en el efecto aparentemente protector que el consumo moderado de alcohol tendría frente a la cardiopatía isquémica. Para conocer los efectos del alcohol sobre la lesión por isquemia/reperfusión, plaquetas y fibrinolisis, véase, por favor, las diapositivas 22, 23 y 24, respectivamente. 23 El Alcohol Moderado Disminuye la Lesión por I/R Alcohol + Adenosina PIP2 PLC Receptor A1 de Adenosina IP3 DAG + PKC Inactiva RACK PKC Activa Alcohol Protección a Lesión por I/R En numerosos estudios epidemiológicos se comprueba que el consumo moderado de alcohol, a largo plazo, se asocia con una incidencia más baja de cardiopatía coronaria. Un estudio reciente (Mukamal et al.) comunica que el consumo moderado de alcohol, durante el año anterior a un infarto agudo de miocardio (IAM), se asocia con una reducción de la mortalidad postinfarto. La lesión por reperfusión, o daño al miocardio cuando la circulación se reestablece en las arterias coronarias luego de una isquemia prolongada (falta de irrigación sanguínea), puede aumentar el tamaño del infarto y agravar el resultado luego del IAM. Estudios en animales de experimentación demuestran que la lesión por isquemia/reperfusión (I/R) se puede reducir con episodios breves de I/R previos a la isquemia prolongada, cuadro que se conoce como preacondicionamiento. Se sabe que la adenosina desempeña un papel importante en la protección contra el daño por I/R. El etanol aumenta la concentración extracelular de adenosina y aumenta así la actividad de los receptores de adenosina. El bloqueo del receptor A1 de adenosina anula la protección aparente que aportaría el etanol. Otros estudios comprobaron que PKCg también participa en esta protección. El preacondicionamiento crónico con etanol necesitaría la activación de canales KATP mitocondriales. El etanol también redujo la liberación de creatina kinasa durante la reperfusión. Chen CH, Gray MO, Mochly-Rosen D. Cardioprotection from ischemia by a brief exposure to physiological levels of ethanol:role of epsilon protein kinase C. Proc Natl Acad Sci U S A,96:12784-9, 1999. Chen W, Su M. Role of protein kinase C in mediating alpha-1-adrenoceptor-induced negative inotropic response in rat ventricles. J Biomed Sci, 7:380-9, 2000. Krenz M, Baines CP, Yang XM, Heusch G, Cohen MV, Downey JM: Acute ethanol exposure fails to elicit preconditioning-like protection in in situ rabbit hearts because of its continued presence during ischemia. J Am Coll Cardiol,37:601-7, 2001. Lochner A, Marais E, Genade S, Moolman JA: Nitric oxide: a trigger for classic preconditioning? 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La alcohol deshidrogenasa (ADH), enzima metabolizante del alcohol, oxida los metabolitos con actividad farmacológica de la digoxina y la digitoxina, medicamentos que se usan en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva. El alcohol también acentúa la acción hipotensora de la nitroglicerina, a veces hasta un grado peligroso. El consumo de alcohol reduce la eficacia de agentes antiarrítmicos como la procainamida, disopiramida, amiodarona, propanolol, atenolol, verapamilo y fenitoína. La clonidina, que es un agente antihipertensivo, es un antagonista fisiológico del alcohol. La clonidina deprime la actividad del sistema nervioso simpático, pero el alcohol la realza. Para conocer más detalles, consúltese las referencias siguientes: Abdel-Rahman AA: Reversal by ethanol of the hypotensive effect of clonidine in conscious spontaneously hypertensive rats. Hypertension 14:531-541, 1989. Filipek B; Krupinska J; Librowski T; Zebala K; Piasecka K; and Piekoszewski W. 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