LA HIPERACTIVIDAD INFANTIL

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Hiperactividad
LA
HIPERACTIVIDAD
INFANTIL
Ana Pacheco Naharro.
Laura Poza Suárez.
María Gómez Laguna.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………Pág. 4
2. DEFINICIÓN………………………………………………………………………………...Pág. 4
3. CARACTERÍSTICAS (SÍNTOMAS)…………………………….……………Pág. 6
3.1 Características en el ámbito educativo y en el hogar….Pág. 9
4. INDICADORES SEGÚN LA EDAD……………………………………………..Pág. 11
5. CAUSAS………………………………………………………………………………………….…Pág. 12
6. TIPOS DE TRATAMIENTOS………………………………………………………..Pág. 14
7. EFECTOS SECUNDARIOS……………………………………………………………..Pág. 15
QUE PRODUCEN LOS PSICOESTIMULANTES
8. HISTORÍA CLÍNICA……………………………………………………………………….Pág. 16
8.1 Resumen de una historia clínica estándar………………………….…Pág.
9. CONSECUENCIAS SI EL NIÑO NO ES TRATADO………………...Pág. 18
10. ¿CÓMO VE LA FAMILIA Y TRATA……………………………………………...Pág. 20
A UN NIÑO HIPERCTIVO?
11. UNA AYUDA PARA LOS PADRES…………………………………………………..Pág. 22
12. EL PAPEL DEL PROFESORADO Y SU
APORTE EN EL TRATAMIENTO………………………………………………………….Pág. 26
12.1 Dinámicas para el trabajo cooperativo……………………………….…Pág.
13. EL CASO ALAN BROWN………………………………………………………………....Pág.
14 .TRATAMIENTO EN EL ADULTO CON HIPERACTIVIDAD……Pág.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
15. CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………Pág. 34
16 .DEBATE………………………………………………………………………………………………….Pág. 34
17. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………Pág. 35
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
1. INTRODUCCIÓN
A lo largo de este trabajo pretendemos abordar un trastorno que,
durante los últimos años, ha aumentado sus cifras mayoritariamente en la
población escolar infantil. Los síntomas, tipos, causas, consecuencias y
posibles tratamientos es uno de los campos de estudio de la psicología
educativa actual.
La preocupación que la hiperactividad supone a padres, madres,
educadores/as y terapeutas ha hecho que el punto de vista de esta
enfermedad cambie por completo.
En buscar ha ayudar a comprender este trastorno y las posibilidades
de desarrollo futuro del niño/a, te invitamos a recorrer este documento con
la mayor profundidad posible.
Conocer el trastorno y sus implicaciones es un bien para toda la
comunidad educativa.
Si nos fijamos en todos los textos referidos a la hiperactividad,
encontraremos abundantes términos como: conducta hiperactiva, síndrome
hipercinético, trastorno por déficit de atención… Pero ninguno de todos
estos términos es completamente aceptado por los profesionales que lo
estudian. Esta falta de acuerdo en cuanto a la terminología que se debe
emplear refleja la existencia de discrepancias entre los especialistas
acerca de cuál es el concepto de hiperactividad, sus formas de
manifestación y su origen.
2. DEFINICIÓN
En primer lugar realizaremos el recorrido de los diferentes
conceptos que se han utilizado a lo largo del tiempo para hacer referencia a
la hiperactividad.
- Hace un siglo, en 1902, Still trató con unos 43 niños que
presentaban unas características muy peculiares (agresividad, desafiantes
y a su vez tenían dificultades para mantener la atención). Still lo denominó
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
como “déficit en el control moral de su conducta” y lo consideró crónico en
la mayoría de sus casos.
-Durante los años 50 y 60 existieron varias investigaciones que
tuvieron como resultados la observación de lesiones cerebrales, pero
surgieron ser tan mínimas que no dieron lugar a ser examinadas a fondo. Por
ello mismo el concepto pasó a llamarse “Daño cerebral mínimo”. Después
cambió por una expresión menos estructurada y más práctica como la de
“Disfunción cerebral mínima”, aunque indujo a pensar que había una
disfunción neurológica máxima.
- Ya en la década de los 60, tuvo una mayor importancia el concepto
de “Síndrome del niño hipercinético” que consistía en que el niño presenta
una excesiva actividad motora del trastorno. Es entonces cuando aparece,
por primera vez, este trastorno en las clasificaciones que existen de
diagnósticos psiquiátricos (DSM-II, en 1968).
-Durante la década de los 70 empieza a predominar el déficit de
atención, habiendo una diferencia entre “Déficit de atención con o sin
hiperactividad” (DSM-III, 1980). No obstante, en la versión DSM-III-R el
concepto de déficit de atención sin hiperactividad no se reconoce como un
individuo clínico quedando excluido al concepto de “Déficit de atención
indiferenciado”.
-Actualmente se utiliza la denominación “Trastorno por déficit de
atención e hiperactividad” o “TDAH”. Dependiendo de los síntomas que
presente el niño/a se distinguen tres subtipos que debemos destacar:
1. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo
predominio hiperactivo- impulsivo (Predomina la dificultad
de autocontrol).
2. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo
predominio déficit de atención (Predomina la dificultad
de atención).
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
3. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo
combinado (Presenta síntomas de inatención, impulsividad
e hiperactividad).
Además de esta clasificación americana de trastornos psiquiátricos
(DSM) que hemos presentado, existe una clasificación mundial (CIE; OMS),
cuya última edición (CIE-10) utiliza el término de “Trastornos
hipercinéticos” para referirse a estos trastornos.
Por tanto, como ya hemos hecho dicho anteriormente, son personas
con un alto potencial de energía que desarrollan una inmensa actividad
motora, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Van de un lado para
otro pudiendo comenzar alguna tarea pero que abandonan rápidamente para
comenzar otra que a su vez vuelven a dejar para comenzar otra.
Aumenta cuando están en contacto con personas con las que no
mantienen relaciones frecuentes y, al contrario, disminuye la actividad
cuando están solos.
Este trastorno del comportamiento es el que más se diagnostica en la
infancia y se calcula aproximadamente que afecta a un 3-5% de los niños en
edad escolar, afectando más a los niños que a las niñas. No obstante, no es
un trastorno que afecte sólo a niños sino que nosotras solo nos centraremos
primordialmente durante esta etapa, la infantil.
3. CARACTERÍSTICAS (SÍNTOMAS)
La hiperactividad es un problema de falta de atención, excesiva
actividad, impulsividad cognitiva o una combinación de estos.
Para diagnosticar este problema es imprescindible que esté fuera del
rango normal para la edad y el desarrollo del niño.
La hiperactividad puede darse a causa de factores biológicos y
genéticos (Se dice que en algunos casos es hereditario o causado por el
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
consumo de alcohol o drogas por parte de la madre mientras estaba en
estado).
Es fundamental que no confundamos una falta de sueño, un mal día,
una dificultad en el aprendizaje con que el niño tenga hiperactividad, porque
un niño se mueva mucho, se distraiga con facilidad o sea nervioso no
significa que tenga un trastorno, por esta razón si tenemos la mínima
sospecha que un niño tenga hiperactividad hay que realizarle una evaluación
detallada.
Para la detección de este trastorno debemos tener en cuenta unos
síntomas de los cuales deben darse como mínimo 6 de ellos, proceden del
Manual y estadístico de trastornos mentales de la sociedad americana de
psiquiatría, además deben darse en el niño en al menos 6 meses y los
síntomas deben ser tan graves que causen dificultades significativas en
muchos escenarios:
-
no prestan atención, tienen errores por descuido y el trabajo escolar
es sucio y desordenado.
dificultades atencionales.
parece no escuchar, tiene la mente como en otro sitio.
no finaliza sus tareas.
evita situaciones que exijan demasiada concentración.
pierde objetos a menudo.
se distrae con facilidad.
son olvidadizos.
Como ya hemos dicho anteriormente existen tres tipos a diferenciar de
hiperactividad. Dependiendo en el subtipo que se encuentre el niño,
predominaran en él unas características u otras.
1. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo
predominio hiperactivo- impulsivo (Predomina la dificultad de
autocontrol).
Normalmente
características:
estas
personas
presentan
las
siguientes
-Se mueven excesivamente o se sienten inquietos en situaciones en la que
esto no es lo adecuado.
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Hiperactividad
-Presentan dificultad para hacer actividades de recreación sin hacer mucho
ruido.
-Se encuentran siempre en movimiento o actúan como si tuvieran un motor.
-Hablan demasiado.
-Responden impulsivamente sin que se halla terminado de formular la
pregunta.
-Tienen dificultad para esperar su turno.
2. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo
predominio déficit de atención (Predomina la dificultad de
atención).
Es frecuente que las personas que se encuentran dentro de este
subtipo tengan las siguientes peculiaridades:
-Evitan, les disgusta o se niegan a participar en tareas que exigen un
esfuerzo mental sostenido.
-Se les pierden cosas que son relevantes para realizar tareas o actividades.
-Se distraen fácilmente con estímulos externos.
-Son olvidadizos en sus actividades diarias.
3. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo
combinado (Presenta síntomas de inatención, impulsividad e
hiperactividad).
Las personas con ADHD de tipo combinado, el tipo más común de
ADHD, presentan una combinación de los síntomas de déficit de atención y
de hiperactividad -impulsividad.
Una vez conocidas las diferentes características que se otorgan a los
diferentes
tipos,
podemos
decir
al
respecto
lo
siguiente:
Las tareas escolares requieren de dos tipos de atención:
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
1. La atención selectiva (seleccionar un estímulo entre otros)
2. La atención continúa (mantener la atención ante un mismo estímulo
durante un tiempo prolongado).
Teniendo en cuenta esto, el proceso que influye en que el niño no
complete sus tareas podría ser por lo siguiente: si la tarea es lo
suficientemente novedosa, el rendimiento inicial podría ser bueno
deteriorándose a medida que la tarea se volviera monótona.
Mantener la atención en estas condiciones durante mucho tiempo
requiere un esfuerzo grande que estos alumnos no son capaces de mantener
o realizar, lo que les lleva a abandonar la tarea.
Respecto al niño/a con hiperactividad hemos de decir que no tienen
un comportamiento inusual propio de la infancia. Se observan conductas
conflictivas y sobre todo inoportunas. Estos niños tienen dificultad para
controlar su conducta en presencia de otros y les resulta más fácil cuando
están solos. El déficit de atención y la impulsividad son rasgos comunes en la
mayoría de los casos.
3.1 CARACTERÍTICAS EN EL ÁMBITO EDUCATIVO Y EN
EL HOGAR
*Con relación a la ATENCIÓN, lo que más caracteriza al niño con
hiperactividad es su falta de atención cercana a detalles. La distracción más
vulnerable es a los estímulos del contexto ambiental. Tiene dificultades
para seguir las normas tanto en casa como en el colegio.
-Con frecuencia saltan de una tarea a otra sin terminarla, ya que
evitan situaciones que implican un nivel de esfuerzo mental.
la
-Muestran problemas para resistirse a la distracción, para mantener
atención en una tarea larga y para atender selectivamente.
*LA IMPULSIVIDAD le lleva a actuar de forma inmediata sin pensar
en las consecuencias.
-Presenta actividad en situaciones inapropiadas, habla de forma
excesiva, responde antes de que la otra persona termine, tiene dificultad
para esperar su turno y frecuentemente interrumpe.
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Hiperactividad
-No explora estímulos complejos de una manera ordenada y suele
dejar sin acabar tareas ya empezadas.
*Su COMPORTAMIENTO es imprevisible, inmaduro, travieso e
inapropiado para su edad.
-Pueden mostrarse violentos y agresivos verbal y físicamente, o
incluso mentir y cometer hurtos.
-Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.
*Otra característica es la DESOBEDIENCIA. Le cuesta seguir las
normas e incluso hace lo contrario de lo que se le dice. Presenta grandes
dificultades para interiorizar hábitos.
-Presencia de
destructivo).
conductas
disruptivas
(es
decir,
con
carácter
-En la escuela: se puede integrar mal desde su primera infancia; los
maestros tienen un excesivo número de alumnos en sus aulas, por lo
que les cuesta atender a todos de forma diferenciada. En un principio
se suele pretender que el niño/a con hiperactividad sea como los
demás: que obedezca órdenes, esté sentado/a, atienda sus
explicaciones… y esto es imposible. Sería necesario más personal
profesional en el aula para poder atender correctamente a sus
necesidades.
*La HIPERACTIVIDAD se traduce en excesiva actividad motora.
Siempre están en continuo movimiento, corren, saltan por la calle, nunca
quieren ir cogidos de la mano... Su excesivo movimiento no persigue ningún
objetivo, carece de finalidad y es inapropiada.
-En casa, no paran un momento quietos, no hacen las tareas escolares,
se pelean con sus hermanos, desobedecen (nunca escuchan), lo pierden todo,
se meten continuamente en líos.
*Se observan dificultades en el APRENDIZAJE. Presentan un bajo
rendimiento escolar. Dificultades perceptivas, poca capacidad para
estructurar la información.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
-En el área del lenguaje: tienen mala letra y cometen grandes errores
de ortografía. Su caligrafía es tosca. Suelen apretar en exceso, combinar
vocales y consonantes, hacer tamaños irregulares, torcerse, saltarse
espacios…
-En lectura, omiten palabras, silabas e incluso renglones, no se fijan
en lo que leen.
-En el área de matemáticas: Se olvidan de las llevadas y operaciones
básicas.
-Impulsividad cognitiva: Precipitación, incluso a nivel de pensamiento.
No piensan dos veces antes de actuar.
*Con relación a la ESTABILIDAD EMOCIONAL: Presentan cambios
bruscos de humor, tienen un auto concepto bajo y les cuesta perder, por lo
que el fracaso es aun más traumático.
-Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no
se reprimen. Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes: no pueden
dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan las
obligaciones. Siempre acaban haciendo primero aquello que quieren.
4. INDICADORES SEGÚN LA EDAD
Los indicadores según la edad, como bien dice su nombre, nos indica
de las características que frecuentemente muestran los niños que tienen
este trastorno dependiendo de la edad en la que se encuentren.
-De 0 a 2 años. Durante estos años, el niño se forma de acuerdo a
los estímulos que se le van presentando. Sufre descargas crónicas durante
el sueño, presenta problemas en el ritmo del sueño y durante la comida,
tiene períodos cortos de sueño y suele despertarse sobresaltado, se resiste
a los cuidados habituales y muestran bastante irritabilidad.
-De 2 a 3 años. El nivel de madurez que tiene es mínimo en cuanto al
lenguaje expresivo. Tiene actividad motora excesiva, escasa conciencia de
peligro y resulta ser muy propenso a sufrir numerosos accidentes.
-De 4 a 5 años. Al ser la edad donde mantienen más relación con los
demás, los niños que tienen estos trastornos exponen problemas de
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de las
normas.
-A partir de 6 años. Al ser más mayor las características muestran
algo más de agresividad e impulsividad y déficit de atención.
5. CAUSAS
En nuestro país la hiperactividad infantil es bastante frecuente y
como ya hemos dicho anteriormente según los estudios se ha comprobado
que afecta a un 3% de la población menor de siete años siendo más
frecuente en niños que en niñas (hay cuatro niños por cada niña).
Por este motivo, desde hace tiempo son muchas las personas que han
intentado abordar este tema y saber realmente cuál es su origen pero no
siempre han llegado al mismo punto de partida y por eso son muchos los
dilemas a los que los científicos se han tenido que enfrentar para averiguar
cuál es la verdadera causa de este trastorno.
Causas del trastorno:
-Ambiente desorganizado y estresado.
-Por la alimentación.
-Lesión cerebral.
-Temperamento.
La primera posibilidad que se trató fue la de un ambiente
desorganizado y estresado ya que éste podía incrementar a grandes rasgos
la hiperactividad del niño pero no era la causa de su producción. Esta
posibilidad quedó descartada ya que un niño hiperactivo en un determinado
ambiente tranquilo y organizado seguía siendo hiperactivo.
Otra teoría estaba basada en los alimentos ya que se pensaba que
ciertos alimentos que contenían azucares provocaban alguna alergia en el
niño derivando la hiperactividad. También la alimentación pobre en micro
nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y ácidos grasos.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
Por ejemplo, la falta de hierro provoca carencias de atención y
comportamiento en el niño y la carencia de vitamina B dificulta la función de
los neurotransmisores cerebrales.
Años atrás se llegó a pensar que la hiperactividad era causada por una
lesión cerebral motivo de una infección o complicaciones al nacer. Esta
versión no se sostuvo ya que solo se comprobó en un número determinado de
casos y no todos los niños con hiperactividad sufrían lesiones cerebrales.
Actualmente son muchos las personas que sostienen que la
hiperactividad viene dada por problemas de temperamento ya que se ha
comprobado que existen diferencias de temperamento entre un niño con
hiperactividad y sin ella.
Mediante los estudios han llegado a la conclusión que estas
diferencias viene marcadas por los niveles bioquímicos del cerebro.
En
el
cerebro
tenemos
unas
sustancias
químicas
(los
neurotransmisores) que su función es excitar a la neurona. Cuando estos son
escasos o excesivos se produce un desequilibrio y crea ciertas reacciones
temperamentales fuera de lo normal provocando falta de atención,
impulsividad e inestabilidad emocional.
Por lo tanto, los últimos estudios determinan que el origen es
biológico y genético.
http://www.youtube.com/watch?v=7j9Eei0pS5w&feature=related (video del
cerebro para apoyar esta última causa)
6. TIPOS DE TRATAMIENTO
Son tres las fases o etapas que se deben tener en cuenta:
1º Evaluación inicial.
2º Estrategia terapéutica:
-Tratamientos farmacológicos.
-Tratamientos conductuales.
-Tratamientos multimodales.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
3º Control.
Lo primero que se debe hacer a todo paciente que se crea que pueda
padecer hiperactividad es una evaluación inicial.
El médico debe hacer un seguimiento personalizado del paciente y
establecer un diagnóstico claro para a partir de ahí poner el tratamiento en
marcha.
En la segunda fase se debe establecer una estrategia terapéutica, es
decir, se deben detectar los síntomas del paciente para determinar los
métodos terapéuticos más apropiados según sus necesidades.
Existen tratamientos farmacológicos; los más conocidos son los
estimulantes. Parece paradójico ¿No sería mejor administrar un relajante
para un hiperactivo?
El motivo por el cual se les administran estimulantes es porque
aumentan la capacidad de atención y concentración y reducen la
hiperactividad y movilidad del niño, debido a que estimulan al cerebro para
que alcance los niveles de activación necesarios para un correcto
mantenimiento de la atención (lo que repercute una mejora de muchos otros
síntomas). El niño con TDAH parece tener (como ya hemos comentado
anteriormente) una disfunción en la zona del cerebro que trabaja sobre la
atención. El fármaco estimulante activa esa zona.
No se recomienda utilizar tranquilizantes porque deprimiría aun más
su nivel de activación aumentando por tanto su conducta motora para
estimularse.
Los psicoestimulantes han demostrado el 70% de eficacia. El fármaco
más común es el Metilfedilato (es una sustancia química) más conocido como
Ritalina o Ritalin.
Esta sustancia química se comercializa con distintos nombres en
diferentes países. En España el más comúnmente conocido es el de Rubifen
comercializado en Estados Unidos como Concerta, que alcanzó volúmenes de
venta superiores a 720 millones de dólares durante el año 2004.
Los otros tres estimulantes más empleados (después del
metilfenidato) son dextroanfetamina (Dexedrine, Desoxyn), anfetamina y
dextroanfetamina (Adderall) y remolina (Cylert). Estos fármacos aumentan
la actividad cerebral, la cual, es menor en aquellos con el trastorno, con lo
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
que se aumenta la atención, se reduce la impulsividad, la hiperactividad y/o
la agresividad.
El fármaco ha sido altamente criticado apelando incluso a principios
éticos, ideológicos o religiosos.
El rechazo se debe a la negativa social de medicar a niños y al miedo a
los posibles efectos secundarios que algunos grupos creen suponer y que
jamás se han descrito ni observado. En el año 1998, un conjunto de expertos
designado por los Nacional Institutes of Health (NIH) realizó una
investigación para legitimar la entidad clínica de este trastorno y la
necesidad de tratar al mismo. Hallazgos recientes en neurociencia, por
ejemplo, los provistos por neuroimagenes, parecen ratificar el arraigo
orgánico del síndrome, habiéndose identificado patrones específicos de
expresión fisiológica.
Tratamientos conductuales: este tipo de tratamientos se basa en
técnicas para intentar cambiar la conducta de los niños. Estos asisten a
terapias organizadas por un médico especializado que les ayudan con
diferentes actividades a cambiar su conducta o aprendizaje.
Y por último existen los tratamientos multi modales o combinados que
como su nombre indica es una combinación de los dos anteriores.
La fase de la estrategia terapéutica se puede considerar como la
fase más dura ya que el médico debe de ser quien confirme a la familia y al
propio paciente los efectos secundarios que pueden provocar estos
medicamentos.
La última fase que se debe tener en cuenta es la de control. En ella
se analiza todo el transcurso del paciente partiendo de la evaluación inicial.
El análisis y los síntomas del paciente se deben observar en todos sus
ámbitos y entornos; el comportamiento en clase, el rendimiento académico,
su autoestima…
7. EFECTOS SECUNDARIOS
PSICOESTIMULANTES
15
QUE
PRODUCEN
LOS
Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
En algunos casos provoca falta de apetito y de sueño. Sin embargo
dichos efectos duran poco tiempo y el fármaco se elimina por la orina en una
cuantas horas, lo que hace preciso el volver a tomar otra pastilla. Además,
se pueden controlar ajustando la dosis.
Por lo general, se toma una pastilla al levantarse y otra al medio día
para que el efecto sea máximo en el momento en el que el niño va al colegio,
que es cuando necesita mantener una mayor atención. Aunque depende claro
está de la prescripción médica.
Los medicamentos que se utilizan con estos niños, son un buen apoyo
mientras se combinen con tratamientos conductuales para que aprenda a
regular su conducta por sí mismo.
No debe medicarse a ningún niño antes de los cinco años. Antes de
esta edad no se puede medicar porque es difícil diagnosticar en el niño el
déficit de atención, ya que está desarrollando su capacidad atencional y
está en un periodo de exploración y manipulación, lo que hace difícil
discriminar entre lo que es su comportamiento normal y lo que no lo es.
Estos fármacos no crean dependencia en el niño, aunque para que no
se habitúen a la sustancia y deje de responder positivamente a ella es
aconsejable su retirada temporalmente. (Por ejemplo durante periodos
vacacionales).
Depende de la evolución del niño, se puede recomendar que se retire
definitivamente, que se tome en periodos concretos o que se reduzcan las
dosis.
En algunos casos se han recetado antidepresivos. Los sedantes
antipsicóticos y el antidepresivo clonidina, (Catapres) también han
demostrado su utilidad. Si bien es cierto que, en la mayoría de los pacientes
recetados ha sido porque el TDAH se combinaba con procesos depresivos
del trastorno.
8. HISTORIA CLÍNICA
Una historia clínica tiene por objetivo conocer el formato posible de
la entrevista clínica y de la observación directa que se realiza durante una
evaluación diagnóstica.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
Ante una posible sintomatología de hiperactividad, acudiremos al
diagnóstico pronunciado por expertos (un gabinete de tipo psicopedagógico
y atención neurológica).El trastorno no es fácil de medir, ya que la conducta
no suele ser inusual en niños de la misma edad.
La edad crítica pude situarse entre los cinco y siete años, que es
cuando la conducta aparece desajustada entre el comportamiento exigido y
el realizado.
El diagnóstico consiste en una valoración rigurosa de los distintos
contextos (colegio, hogar…) y recopilando información de todas las personas
que tratan con el niño (padres, profesores etc).No existen pruebas
específicas que realicen una valoración al 100% Así pues, habrá que
recopilar datos a través de diferentes sistemas recaudatorios y,
basándonos en las comparativas e incidencias comportamentales, emitir un
juicio de valor.
Los instrumentos recomendados son:
Entrevista clínica:
Debe mantenerse una entrevista con el padre y la madre donde
expliquen los comportamientos de sus hijos, enfermedades parecidas, fecha
de nacimiento y posibles complicaciones gestacionales o durante el parto.
En estas entrevistas es recomendable el uso de escalas que sirvan
para evaluar. Entre ellas está la escala de Conners (1969)
Observación de la conducta del niño:
En la consulta donde se realice la evaluación diagnóstica se lleva a
cabo una observación minuciosa de la conducta del niño. Generalmente se
hace a través del juego observando además movimientos, expresión,
intereses, desarrollo intelectual, síntomas neurológicos menores,
impulsividad, desarrollo perceptivo, capacidad de atención y nivel de
actividad motora.
Una vez realizada la recopilación de datos se procede al diagnóstico.
8.1 RESUMEN DE UNA HISTORIA CLINICA ESTÁNDAR:
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Hiperactividad
-Primera infancia………………………Muy sensible a los estímulos ambientales
Activo en la cuna
Duerme poco
Llora mucho
-Edad escolar…………………………….Hiperactividad
Déficit de atención
Impulsividad
-Otras características……………Conducta agresiva y desafiante
Signos neurológicos menores
Labilidad emocional
Baja autoestima
Dificultades escolares
Problemas del aprendizaje
Problemas de comportamiento
9. CONSECUENCIAS SI EL NIÑO NO ES
TRATADO
Los niños que padecen hiperactividad deben ser tratados para
erradicarla o bien para disminuir el trastorno. Si estos niños no son
tratados por algunos de los medios anteriores pude tener numerosas
consecuencias en su vida.
Afecta a la familia ya que los niños se muestran desobedientes y
cabezones ante las indicaciones de los padres, lo que conlleva en numerosas
ocasiones a que estos acaben desesperados y dejando a sus hijos de lado.
Al ámbito escolar: presentan trastornos en el aprendizaje y donde
más se ve reflejado es en el campo de las matemáticas y la lectura.
Incluso muchos de ellos llegan al fracaso escolar.
Tabla recopilada para ver las estadísticas de los niños con TDAH no
tratado:
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
Prevalencia en niños/ adolescentes con TDAH no tratado
Déficits que afectan el área de las matemáticas o lectura
Rendimiento educativo por debajo del nivel esperado
Repetición del curso
Expulsión de la clase
Expulsión de la escuela
Abandono del bachillerato antes de graduarse
Terminan Estudios Universitarios
15%
80% al 90%
29%
50% al 60%
13%
10% al 30%
5%
Al ámbito social: menor capacidad para interpretar los mensajes
sociales verbales y para mantener relaciones con los demás. Esto se puede
dar como consecuencia de que los padres de los otros niños aconsejen a sus
hijos de no juntarse con aquellos que presentan un comportamiento “raro”.
Al ámbito personal: sufren más problemas en la salud y accidentes
que otros niños que no tengan TDAH, tienen un nivel bajo de autoestima.
DATOS ESTADISTICOS RECOPILADOS:
-Accidentes mientras caminaban (27,5% versus un 18,3%)
-Accidentes de bicicleta (17,1% versus el 13,8%)
-Traumatismo craneoencefálico (53% frente al 41%)
-Queden embarazadas durante adolescencia y contraigan enfermedades de
transmisión sexual
-Se muestren más proclives a desarrollar trastornos por uso de drogas
ilegales o alcohol.
-Empiecen a fumar tabaco antes de los 17 años de edad (el 46% frente al
24%)
10. ¿CÓMO VE LA FAMILIA Y TRATA A UN NIÑO
HIPERACTIVO?
Comenzaremos afirmando y reconociendo que el tratamiento y la
convivencia con niños con hiperactividad no es fácil, por esa razón debemos
saber cómo tratarlos y qué cosas debemos hacer para canalizar su fuerza y
dar respuesta en medida de lo posible a sus necesidades.
Son numerosos los padres que no aceptan la diferencia de sus hijos,
los califican como maleducados, gamberros, inmaduros, malos y llegan a
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
causar conflictos familiares, ya que en muchas ocasiones son rechazados,
algunos de estos niños son renegados socialmente.
Los padres en muchas ocasiones regañan a sus hijos exageradamente,
los critican sin tener en cuenta que pueden provocar una falta de
autoestima en el niño ya que no lo hace porque quiere, sino que es un niño
hiperactivo, que no para de moverse no porque sea un niño travieso, sino
porque tiene un trastorno, en muchas ocasiones los padres creen que sus
hijos no realizan las tareas correctamente porque no prestan atención, pero
estos padres deben saber que sus hijos tienen una deficiencia del
autocontrol, que tiene base neurológica.
Lo fundamental es que los padres acudan a un especialista y acepten a
su hijo tal y como es, y con ello adopten una actitud positiva compatible con
unas normas claras y bien definidas.
Las normas claras y uniformes son fundamentales para la atención de
estos niños y deben ser seguidas por todos los miembros de la familia,
incluido los abuelos y demás familiares.
Como padres deben felicitar al niño cuando realice pequeños avances
aunque solo sea porque hoy no se ha levantado de la silla comiendo, que
aunque realmente nos parezca lo más natural del mundo y algo que no
debemos premiar, no es así. Estos niños al igual que todos deben tener una
motivación y un refuerzo de todo aquello que realizan bien o por lo menos
algo mejor que ayer.
Estos padres deben de colmarse de paciencia, deben tener en cuenta
que los síntomas son más acusados en la primera infancia, y suelen ir
mejorando con la edad.
A continuación daremos unas pautas que las familias pueden tener en cuenta
para llevar a cabo con sus pequeños:
-Tener normas claras y bien definidas.
-Dar órdenes cortas y de una en una.
-Propiciar un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin gritos.
-Reconocer el esfuerzo realizado por el niño. Aumentar su autoestima.
-Evitar ser superprotectora y no dejarse manipular por sus caprichos.
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Hiperactividad
-Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones.
-Darle pequeñas responsabilidades.
-Aceptarle tal y como es.
-Saber que el trabajo es mucho y que se necesita mucha constancia.
-Fomentar sus puntos fuertes, sus facultades.
-Ambiente ordenado y organizado
-Sereno, relajante y cálido
El papel de los padres resulta imprescindible para la recuperación del
niño hiperactivo. Los padres representan la fuente de seguridad, los
modelos a seguir, el reflejo mismo de lo que los hijos sienten que son, la
base fundamental sobre la que construyen su propia escala de valores y
el concepto de disciplina y autoridad.
11. UNA AYUDA PARA LOS PADRES
Los padres necesitan:
*un diagnóstico temprano de la situación en la que se encuentra su hijo
*información clara de qué es el trastorno
*información sobre el grado de afectación de su hijo
*tener presente que el problema tiene solución, pero si no se toman las
medidas oportunas, irá creciendo en los próximos años
En las manos de los padres está:
*coordinar el intercambio de información entre profesionales de la salud
y el profesor del aula
*promover un ambiente familiar estructurado
*no activar al niño con su comportamiento
*poner límites educativos correctos
*crear buenos hábitos de estudio
*reforzar su autoestima
*favorecer el contacto controlado con otros niños
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Hiperactividad
Para ayudar a los padres podemos:
*darles toda la información de la que dispongamos
*recomendarles escuelas de padres y asociaciones
*ayudarles a planificar conductas
*ayudarles a planificar actividades lúdicas
*Demostrarles la necesidad de proporcionar un ambiente familiar
estimulante
12. EL PAPEL DEL PROFESOR Y SU APORTE EN EL
TRATAMIENTO
El ámbito educativo es el sitio donde fundamentalmente se detectan
los problemas de hiperactividad.
El manejo de la atención de estos niños es complicado. En general, no
existe un acuerdo en el diagnóstico para que los niños puedan ser
canalizados convenientemente. Así los educadores continúan trabajando
con concepciones erróneas acerca de la naturaleza de la hiperactividad.
El éxito de los niños con hiperactividad, implica el uso de técnicas
psicológicas, profesores motivados en el proceso y, necesariamente, una
administración volcada en su desarrollo.
El profesor debe:
*tener en cuenta que la conducta del niño, no está hecha apropósito. El
niño carece de capacidades para organizar las actividades
*el estudiante con hiperactividad precisa más estructura y organización,
más frecuencia en las consecuencias positivas y mayor inmediatez de
éstas, más consistencia en las consecuencias negativas y reajustes
especiales para el desarrollo de su tarea.
*planificar actividades adecuadas para que el niño pueda terminarlas
*intercambiar información con los padres
*reconocer los comportamientos adaptados y reforzados
*proporcionar apoyo escolar y actividades deportivas
*trabajar sobre la motivación
*realizar registros
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Hiperactividad
Es relativamente frecuente que los profesores precisen algún tipo de
entrenamiento con el fin de implantar en sus aulas programas
específicos, además debe existir una cohesión entre profesores y
padres.
Para que el programa que se lleve a cabo y sea eficaz se debe escoger
las conductas a intervenir correctamente.
*describir la situación, y la alternativa correcta y enseñar como
desarrollarla cuantas veces sea preciso. Si no solo lograremos sustituir
una conducta inadecuada por otra.
*debe unirse la intervención sobre conductas con la intervención
específica sobre habilidades académicas
*debe incluirse al principio algunas conductas muy accesibles o ya
realizadas por el niño, de forma que pueda obtener siempre algún
refuerzo positivo.
*debe incluirse la intervención sobre conductas fuera del aula
*por otra parte debe realizarse la valoración de las situaciones
problema, de forma adecuada
Las intervenciones conductuales sobre niños con hiperactividad en el
colegio suelen incluir programas en el aula, de intervención coordinada
con el hogar del niño, intervenciones de auto-control, y programa de
modificación de las tareas escolares y del ambiente del aula.
El objetivo final debe ser desarrollar programas fácilmente
aplicables en el aula. Los objetivos académicos y de sociabilización deben
enseñarse a la vez, indicando tanto los pasos de la tarea a realizar como
la conducta que debe mantenerse, y verificando dicha conducta con
relativa brevedad, lo que permite aplicar consecuencias positivas
inmediatas, consistentes y frecuentes, reforzando la utilidad del
programa más que si solo se interviene cuando la conducta está ya fuera
de cualquier posibilidad de control.
Este planteamiento exige del profesor tan solo modificar su forma de
interacción con el niño para atender más a las actitudes positivas que a
las negativas con el simple método de plantear objetivos menos
ambiciosos pero más realistas y a corto plazo, por lo que dispondrá de
más oportunidades para felicitar al niño que para reñirle.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
Algunos programas se han centrado en la inclusión de los compañeros
del niño para administrar los refuerzos positivos frente a conductas
adecuadas, tratando de evitar el refuerzo de las negativas. Los
compañeros asumen un papel de “modificadores conductuales”, ignorando
las conductas inadecuadas y reforzando las positivas mediante un
programa de administración de condicionantes positivos.
Debe tenerse en cuenta en este tipo de aproximaciones que los
compañeros no suelen ser capaces de administrar los refuerzos
negativos de forma consistente y proporcionada por lo que este extremo
del programa debe reservarse a un adulto debidamente entrenado.
Un programa muy interesante es el de tutorías por los compañeros,
dirigido a mejorar las adquisiciones académicas. En él, cada niño es
emparejado con otro que actúa como tutor y supervisor de sus tareas
escolares, y que previamente ha sido entrenado para desempeñar esta
labor. Ambos niños se sientan juntos, y el tutor lee, explica y corrige las
tareas, intercambiándose los roles.
La correcta realización de las tareas supondrá la obtención de puntos
o fichas intercambiables según un programa establecido de economía de
fichas.
La organización del aula es fundamental para facilitar la implantación
de este programa, una recomendación común es ubicar al niño en primera
fila, facilita la supervisión del profesor. La clase además debe estar bien
estructurada, organizada y tener en un lugar visible las reglas a seguir y
las tareas a realizar, (ayudas visuales).
Las tareas académicas encomendadas deben estar ajustadas a la
capacidad del niño, tanto en contenido como en extensión y claridad.
Es recomendable desarrollar las asignaturas de mayor contenido
académico en las primeras horas del día, cuando la atención del niño es
mejor y su capacidad de atención menos inadecuada. En ocasiones será
preciso desarrollar un plan académico suplementario de apoyo, en el que
es recomendable incluir el aprendizaje de estrategias de estudio y
organización de las tareas, así como medios de enseñanza atractivos para
el niño (tales como ordenadores).
Ejercicio: Autocontrol
Realiza una ficha de autocontrol que sirva como registro de conducta.
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Hiperactividad
MB
B
R
M
Me
levanté
temprano
Me
acosté
temprano
Hice
los
deberes
12.1 DINAMICAS PARA EL TRABAJO COOPERATIVO
Algunas dinámicas para desarrollar el trabajo cooperativo en el aula:
Juego de las cualidades:
Se reparte un folio a cada niño y ponen su nombre. El folio pasa de niño
en niño por toda la clase y todos escriben en la hoja de todos una
cualidad positiva de la persona a la que pertenece la hoja. Cuando el folio
vuelve a su dueño hay en él una lista de cualidades positivas propias que
otros han dicho.
Abrazo musical:
Se trata de lograr un abrazo de todo el grupo. Ponemos música y cuando
ésta se para se abrazan en parejas, luego en tríos… hasta que se abrace
todo el grupo
Pío-pío:
Todos cierran los ojos y deambulan por la clase. El maestro indica al oído
de dos niños que uno va a hacer de pollo y otro de gallina. Ambos piarán
para tratar de localizarse los unos al otro. El resto del grupo trata de
separarles.
Sillas afuera:
Vamos quitando sillas cada vez que la música pare, pero no se elimina a
nadie. Los niños tendrán que compartirlas.
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Hiperactividad
13. EL CASO DE ALAN BROWN
La hiperactividad visto desde los ojos de un niño, por Alan Brown, de
quince
años:
(Trascripción literal de: Barkley, R.A. (1995). Niños hiperactivos. Cómo
comprender y atender sus necesidades especiales.)
Con frecuencia me pregunto por qué en el parvulario nunca participaba en
las actividades de grupo. La profesora me ponía en un rincón para que jugara
yo solo con un juguete. Como me separaba de los demás no tenia demasiados
amigos. Yo era diferente, pero no sabía por qué ni en qué. Después de varios
meses de empezar primero, la profesora llamó a mi madre para tener una
entrevista. Y le dijo: “Siempre tengo que estar llamando la atención de Alan.
Alan, estate quieto, por favor. Si, tienes permiso para sacar punta el lápiz
por tercera vez. ¿Otra vez tienes que ir al lavabo?”.
Aquella tarde mi profesora informó a mi madre de muchas cosas. Le
hablo sobre la hiperactividad y le sugirió que me llevase al médico para que
me hiciera algunos test. Entonces, mi madre y yo fuimos al médico. Después
de algunas pruebas el doctor sugirió que tomara Ritalin. Al cabo de dos
semanas, aproximadamente, la profesora destacó que ahora era capaz de
acabar los deberes, sacaba buenas notas y que me sentía mejor conmigo
mismo. Mi madre y yo creímos que la batalla ya estaba ganada, sin tener ni
idea de todas las aventuras y desventuras que nos estaban esperando.
Pasó el segundo curso. Yo iba bien en el colegio. Mi profesora
normalmente escribía en el informe: “Alan se ha esforzado mucho durante
estas seis semanas”. Anímenle a que lea en casa”. Odiaba leer esto; me
costaba tanto entender lo que acaba de leer.
Me encantaba jugar en la calle, correr por el campo e ir en bicicleta. Era
un espíritu libre.
Antes de empezar tercero las cosas empezaron a ir mal. Sentía que nada
de lo que hacía estaba bien. Aunque me esforzaba por hacer bien mi
trabajo, mi profesora solía escribir: “Tiene que concentrarse más en las
respuestas”, “Tiene que entregar todos los trabajos”, “Tiene que seguir las
instrucciones”. Estaba convencido de que mi profesora no me quería.
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Hiperactividad
Siempre era muy dura conmigo, nunca parecía sonreír y siempre me estaba
vigilando.
¡En cuarto todo lo que formaba parte de mi mundo se desmoronó! Antes
de empezar el colegio, mi madre me llevó al ver al médico, tal como hacía
cada año. El médico recomendó que tomase la misma dosis del año anterior.
No quería aumentar la dosis a menos que se viera obligado.
Pasaron las primeras seis semanas. No me fue demasiado bien, pero el
médico dijo que podría ser debido a que era el principio del curso o que
todavía no me había adaptado y acostumbrado al nuevo profesor. Mi madre
dijo a la profesora que el médico estaba considerando la posibilidad de
aumentar la dosis de Ritalin. La profesora dijo que algo debía hacerse,
porque mis notas eran bajas. Por mi parte, no siempre conseguía estar
preparado para empezar en clase, era lento en sacar los libros y siempre
tenía que ir a la taquilla porque me había olvidado algo. Finalmente, el médico
me aumentó a una pastilla por la mañana y otra a la hora de comer. Todos los
presentes decían “Dummy tiene que ir a tomarse la pastilla”.
Mi profesora quería que me concentrara más, así que un día puso mi
pupitre en la esquina más alejada de la clase, separado del resto de
compañeros. Pasaron algunos días, y yo seguía sin acabar el trabajo a
tiempo, pero intentaba hacerlo bien. A la profesora esto no le importaba,
sólo se fijaba en que no estaba acabado. Después puso una caja de nevera
alrededor de mi pupitre de manera que no pudiera ver a mis compañeros de
clase, pero si podía oír cómo se reían de mí. Me hizo tanto daño, me sentía
avergonzado de mí mismo y estaba furioso con mi profesora. No podía
decírselo a mi madre porque podría traerme problemas. Odiaba el colegio,
no me gustaba mi profesora y empecé a no quererme a mi mismo.
Imagínense a un niño de nueve años pasando por esto día tras día. Siempre
era duro tener que hacer frente al día siguiente.
Pasó una semana e hice agujeros en la caja de cartón de forma que
pudiera ver quién se reía de mí. Empecé a mirar por los agujeros, haciendo
que los demás se rieran de mí. La profesora se enfadaba mucho. Así me
convertí en el payaso de la clase. Me expulsaron durante dos días. Mi madre
se puso furiosa cuando se enteró de lo que estaba ocurriendo.
Mi madre sentía rabia sólo de pensar que la profesora me hubiera
tratado así y de que el director lo hubiera consentido y de que nadie se
diera cuenta de cómo todo esto me estaba afectando.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
Mi madre llamó al médico y le explicó lo que estaba pasando y pidió que le
recomendase un especialista. ¡Necesitamos ayuda! Recuerdo que mi madre
lloraba por teléfono. Me asusté, pensé que pasaba algo muy gordo, pero en
vez de eso mi madre me puso en su falda, me dio un beso en la mejilla y un
abrazo y me dijo:- para mí eres especial y te quiero. Vamos a salir de esto
juntos. Me hizo sentirme bien las madres tienen ese poder de arreglarlo
todo.
Al día siguiente mi madre me explicó que iríamos a ver a alguien especial,
alguien con el que podía hablar. Me sentí algo nervioso. Al principio me sentí
algo nervioso, pero era amable, hablábamos mientras yo jugaba. Al cabo de
un rato me sentí como si estuviera con una amiga. Era el momento de
reunirnos con el director y retornar al colegio. Mi madre y yo fuimos al
despacho. El director quería dar mi sitio a un niño que se lo mereciese más,
a uno con mejoras notas. Esto daría mejor imagen al colegio. En aquél
momento mi madre pregunto por mis derechos como estudiante con
discapacidades. El director llamó a un amigo también director y gracias a
esa llamada iba a ir a un colegio nuevo cerca del trabajo de mi madre.
Al volver a casa mi madre me explicó que no se habían portado nada bien
conmigo y que deberían estar avergonzados y dijo:- en la vida es más
importante ser feliz y sentir que pase lo que pase en tu vida podrás
superarlo, las notas académicas son importantes pero la autoestima también
lo es-.
El nuevo colegio me ofreció un clima mas positivo y las notas cambiaron.
El médico cambió mi medicación por una pastilla de efectos retardados.
Llegó quinto ¡fue genial! Tuve a la mejor profesora, sonreía
continuamente y tenía un plan de estudio estructurado. Un día me pidió que
fuese al armario a por un libro, Charlotte´s web y me encontré con un libro
maravilloso, King of de wind, una historia sobre un caballo.
Le dije a la profesora que no lo había encontrado pero que vi uno de
historias sobre caballos y me parecía más interesante, ella supo en todo
momento que el libro estaba en el armario pero pensó que tal vez seria más
provechoso cambias de libro. Después de leer el libro hice un comentario, la
profesora se quedo tan impresionada que expuso mi trabajo ante la clase y
puso una nota en mi informe. Me sentí tan orgullos que otra vez estaba en el
buen camino.
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Hiperactividad
Llegó sexto y la cosa fue bastante bien. Tenía que cambiar de clase, me
costo adaptarme esta nueva situación requería poner en práctica
capacidades organizativas más complejas.
Así que puse códigos de colores en las carpetas de clase y llevaba
siempre conmigo el horario dónde y cuándo eran las clases.
Séptimo fue un poco flojo, pero lo pasé. Había más estudiantes y me
sentía perdido.
En octavo cada día era una batalla. Sentía más presión para llevarme bien
con los compañeros, a la vez que, experimentaba todos los cambios
asociados a la pubertad.
Solía ponerme a soñar despierto, quería estar con mi abuelo. En verano
conseguí pasar mucho tiempo con él. Mi abuelo tenía un negocio propio, y me
enseñó muchas cosas. Aprender de aquella manera era divertido, porque
aprendía a través de la práctica. Bueno, el hecho fue que en mi informe
pusieron: “Tiene que acabar los trabajos. No entrega todos los trabajos
necesita esforzarse más”. Enfrentar el día a día me causa pavor. Incluso en
algunas ocasiones, cuando estaba solo, me ponía a llorar.
¿Cómo podía conseguir que esta gente me comprendiese?
Automáticamente dejé de hacer cosas, porque todo lo relacionado con el
colegio me parecía negativo.
Llegó el verano. Necesitaba un descanso y me fui a trabajar con mi
abuelo. Aquel verano mi familia dedicó mucho tiempo, a prepararme para el
instituto.
¡
El instituto! ¡Qué paso tan grande! Estaba creciendo, y se iba a
esperar más de mí.
Quería llevarme bien con los compañeros y no ser el tonto de la clase.
Mis padres me previeron contra las malas compañías, me dijeron que las
notas del instituto eran muy importantes para mi futuro. ¡Sentía tanta
presión! Mi madre habló con el asesor pedagógico sobre mi trastorno. El
asesor aseguró a mi madre que todo me iría bien.
Estaba realmente nervioso el primer día, pero ¿sabe qué? En realidad
todos los novatos se sienten así. Pasaron las primeras seis semanas. No
todos los profesores se tomaron la molestia de leer mis informes escolares.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
No se daban cuenta de que tenía un trastorno, solo veían que hacía cosas un
poco raras. Más tarde durante aquel año, mi madre fue para un entrevista, y
uno de mis profesores dijo: “Nunca hubiera imaginado que Alan tuviera
hiperactividad”. Mi madre se quedó sorprendida. La profesora dijo: “Se
viste tan bien, va bien peinado y muestra respeto por los profesores, y no va
de listillo.
Además no se mete en problemas”. Mi madre puso los ojos en blanco,
pero no dijo nada hasta que llegamos al coche. “Alan, esta profesora no
entiende nada sobre la hiperactividad.
No se trata del respeto hacia los demás, parece que nadie pueda
entenderlo. No es una vergüenza tener este trastorno. Al menos nosotros
sabemos qué tenemos entre manos.
Recuerdo este consejo, construye a partir de tus puntos fuertes en
vez de dedicarte a reforzar tus debilidades. No hagas caso de los
comentarios de esta profesora, no sabe demasiado sobre este tema.
Deberían darse cuenta de que en los tiempos que corren la escuela no puede
dedicarse únicamente a enseñar el abecedario”.
Quería integrarme. Me hacía el duro, incluso empecé a decir
mentiras. Me inventaba historias que me hicieran parecer más importante
ante lo ojos de los demás, pero todos sabían que eran mentiras. Lo único que
conseguí fue que las cosas empeorasen.
En el instituto estas con mucha gente diferente cada día. Conoces a
muchos profesores. Algunos sólo están en el colegio para recibir la paga,
pero hay unos cuantos que se preocupan realmente por sus alumnos. Yo tuve
una profesora así. Me dedicó su tiempo, porque quería entenderme mejor.
Siempre que necesité que alguien me apoyara, ahí estaba ella.
Una vez, una profesora pidió a los alumnos que escribieran una
historia, debían imaginar que estaban en un mundo de ensueño. Me peguntó
sobre mis ideas, y yo le conteste: “Yo trato con el mundo real”. Mi respuesta
la dejó perpleja.
Ahora tengo quince años y tengo que arreglármelas en el mundo real.
Soñar es bonito, pero ser un estudiante con hiperactividad me supone
dedicar todas mis energías a alcanzar los objetivos que me he marcado.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
A lo largo de estos años en el colegio he pasado por muchas cosas. Mi
madre dice que tengo un buen corazón, no soy tonto, la inteligencia no puede
medirse siempre mediante un test. Siento que estoy haciendo progresos en
el colegio, el psicólogo escolar se ha convertido en una herramienta útil para
mí. Puedo hablar con el cuando algún profesor no entiende mi problema o si
no estoy de acuerdo en algo o tengo algún problema. Es una ayuda poder
hablar con alguien que te comprende, tengo gente que realmente se
preocupa de mí esto me da fuerzas para seguir luchando.
Consideraciones del caso Alan Brown:
a) La impotencia de la madre al querer que su hijo se encuentre inmerso
en un mundo inclusivo. Resulta ser un intento fallido debido al
comportamiento
incorrecto
por
parte
del
profesorado.
b) La importancia de sentirse bien con uno mismo y sacar las fuerzas de
donde sea para seguir adelante y hacer frente a los problemas
14. TRATAMIENTO
HIPERACTIVIDAD
DEL
ADULTO
CON
En este trabajo nos hemos centrado especialmente en el tratamiento
de la hiperactividad infantil porque es en la etapa que se da con más
frecuencia pero también queremos hacer referencia a la hiperactividad en
personas adultas
El adulto al igual que el niño, puede tratarse con Metilfenidato y
utilizarlo como una ayuda para centrarse en el trabajo o en sus quehaceres
diarios. Sin embargo, esa no es la solución. El adulto debe aprender a
controlar su comportamiento. Quizá no lo hace porque no aprendió de niño.
El paciente con TDAH nace hiperactivo y vive hiperactivo toda su vida. Lo
que sucede es que muchos síntomas desaparecen con el tiempo y que el
ejercicio del autocontrol ayuda a superar los peores síntomas.
¿Cómo es un adulo con hiperactividad?
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
Al igual que sucede en los menores, en los adultos se observa
diferente sintomatología. En la mayoría de los casos podríamos describir lo
que sigue:
-Dificultades para concentrarse demasiado tiempo en la misma actividad
-Aburrimiento de la monotonía
-Falsa capacidad para realizar muchas tareas al mismo tiempo
-Insomnio nocturno
-Hipersomnia diurna
-Necesidad de ocupar todas las horas del día
El adulto con hiperactividad tiene problemas para mantener la
atención y siente la necesidad de mantenerse “activo” constantemente. Es
más, inconscientemente siente que dormir pude ser una pérdida de tiempo.
Un ejemplo gráfico sería una persona adulta con hiperactividad que no
puede simplemente tumbarse en la playa a tomar el sol sin más. Ellos
necesita un entretenimiento como leer un libro, ojear una revista, realizar
algún solitario…
Se les recomienda trabajos dinámicos y lo menos monótonos posibles.
De lo contrario sentirá la necesidad de cambiar de trabajo constantemente
aunque se sintiera a gusto.
Pero como ya se ha señalado no todos los adultos hiperactivos tienen
los mismos problemas. Para plantearnos que una persona padece TDAH hay
que averiguar si las características que presentan son sostenidas en el
tiempo y entonces podríamos hablar de trastorno.
En el adulto pueden suceder dos cosas:
a) Que ya fuese diagnosticado de pequeño y conozca su situación.
b) Que haya descubierto en su vida adulta que padece hiperactividad y eso
explique sus fracasos durante la infancia y sus problemas actuales.
15. CONCLUSIONES
A lo largo del trabajo hemos ido viendo de forma exhaustiva, de que
trata el trastorno de la hiperactividad, cómo detectarlo, asumirlo, tratarlo
y cómo poder actuar desde un entorno familiar a un entorno escolar.
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
Hemos podido descubrir que la hiperactividad en edad pre-escolar se
da más en niños que en niñas.
Como hemos mencionado a lo largo del trabajo en sucesivas ocasiones
es muy importante detectarlo cuanto antes y saber diferenciarlo de otros
síntomas, es por esta razón por la cual hemos intentado dar unas pautas que
marquen cuáles son esos síntomas que nos hagan llegar a pensar que nuestro
hijo o alumno es hiperactivo y por supuesto comenzar a tratar con ello
cuanto antes.
Es muy importante que el niño reciba apoyo familiar, que lo acojan tal
y como es y no sufra ningún rechazo ni discriminación. La paciencia y
comprensión por parte de los padres es fundamental.
Por último, resaltaremos la figura del profesor como un gran apoyo
para el niño, debe de ir modificando su conducta poco a poco y reforzar
cada una de ellas. Al niño hay que enseñarle algunas técnicas de relajación y
hay que entrenarle para que pueda aprender a resolver problemas entre
otros.
16. DEBATE
A continuación pondremos tres preguntas que trataremos en clase el día de
la exposición del trabajo.
1º ¿Se nace hiperactivo o se hace?
2º ¿Los padres pueden erradicar la hiperactividad de sus hijos?
3º ¿Cómo tratarías a un niño hiperactivo en clase?
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Laura Poza, María Gómez, Ana Pacheco
Hiperactividad
17. BIBLIOGRAFÍA
http://www.hiperactividadinfantil.com/tdah-sintomas.htm
http://www.youtube.com/watch?v=_dp_takQhqM&NR=1
http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=186
http://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_por_d%C3%A9ficit_de_atenci%C3
%B3n_con_hiperactividad
http://www.trastornohiperactividad.com/
http://www.saludactual.cl/educacion/psicopedagogia_hiperactividad_desarr
ollo.php
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