56 | Diario del AltoAragón / Viernes, 9 de noviembre de 2012 Teresa Villar, Alberto Pérez Rocha, Ana Alós, Esperanza Ramón y Montserrat Banqué, en la inauguración del congreso. VÍCTOR IBÁÑEZ MYRIAM MARTÍNEZ HUESCA.- La Sociedad Española de Médicos de Residencias (Semer) inauguró ayer en Huesca su congreso anual con la vista puesta en la realidad actual, pero también en las perspectivas de futuro de los servicios sociosanitarios que, según se comentó en el acto de apertura, están viviendo unos tiempos particularmente difíciles. Al arranque oficial de esta décimo segunda edición, asistieron la alcaldesa de Huesca, Ana Alós, además del presidente de la Semer, Alberto López Rocha, la presidenta del Comité Organizador, la oscense Esperanza Ramón, la presidenta del Comité Científico, Teresa Villar, y la doctora Montserrat Banqué, que presentó los resultados de un estudio sobre nutrición. La presidenta del Comité Organizador, la oscense Esperanza Ramón, calificó la geriatría en su intervención como una disciplina “difícil pero fascinante”, que resulta todavía “mucho más DAA “Debemos intentar coordinar todos los recursos existentes” compleja” para los profesionales que trabajan en residencias. Recordó que se está prestando atención a personas con una edad media por encima de los 83 años (en Aragón entre 85 y 87), que padecen una media de cinco enfermedades y que toman entre tres y cinco medicamentos de forma crónica. Son frecuentes los síndromes geriátricos y suelen presentar dependencia para la mayor parte de las actividades de la vida diaria. “Y ­t odo esto lo hacemos con recursos bastante limitados”, subrayó. Aprovechó la oportunidad para reflexionar so- bre el ejercicio de la profesión en un tiempo no muy lejano. Señaló que para el año 2025 habrá dos millones y medio de personas dependientes. “Es relevante que el marco legislativo está favoreciendo la atención a estas personas, como no podía ser de otra forma, por lo tanto tendremos que atender a una población cada vez mas gravemente afectada -apuntó-. Por otro lado, tenemos el reto profesional de proporcionar los mejores cuidados posibles a través de la formación continuada y de los recursos apropiados. Debemos intentar coordinar todos los recursos existentes. Nuestra singularidad es la atención integral y las residencias como entorno vivencial deben atender de forma coordinada toda las necesidades de los residentes”. Finalmente, destacó que es preciso “mejorar la calidad asistencial, vinculada a los valores inherentes a la geriatría como son la empatía y la sensibilidad, para proporcionarles el mejor bienestar posible”. Esperanza Ramón finalizó leyendo una poesía que un día escribió una residente centenaria, en la que expresaba su afecto al centro residencial en el que vivía y al que consideraba como su casa. Teresa Villar, que tomó la palabra a continuación, destacó la importante participación en cuanto al número y calidad de las comunicaciones que se