¡Dile a los líderes en la COP20 que las grandes represas NO son energía limpia! Estamos en medio de un auge internacional y sin precedentes de la energía hidroeléctrica. Los gobiernos, instituciones financieras internacionales y empresas promueven a las grandes represas como una solución de energía supuestamente barata y “limpia” para enfrentar la crisis climática global. Sin embargo, evidencia científica demuestran que las grandes represas emiten cantidades significativas de gases de efecto invernadero como el metano, que es entre 20 y 40 veces más perjudicial para el ambiente que el CO2. Las grandes represas son extremadamente vulnerables a sequías e inundaciones, fenómenos mucho más comunes en un clima cambiante. Con frecuencia, la construcción de grandes represas trae consigo violaciones de derechos humanos y éstas casi nunca generan la energía y los beneficios económicos esperados para las comunidades afectadas. Por eso las grandes represas nunca deberían ser consideradas como energía “limpia”, ni recibir apoyos financieros provenientes de los programas de energía renovable. ¡Por ello debemos hacernos escuchar en la COP20, la conferencia climática internacional que se realizará en Lima, Perú, del 1 al 12 de diciembre, y decirles a los y las líderes internacionales que las grandes represas no son energía limpia y menos la energía del futuro! La conferencia climática internacional anual más grande se realizará en pocos días y reunirá a los 195 países que han firmado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En la COP20, los y las líderes se reunirán para definir las bases del próximo acuerdo sobre el clima y buscar acciones efectivas para afrontar los efectos del cambio climático. El Grupo del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo y los bancos nacionales de desarrollo —como el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES)— promueven a las grandes represas como energía limpia y proporcionan los fondos necesarios para implementar esos proyectos en países en desarrollo. Es importante que difundamos el mensaje que las grandes represas no son energía limpia ni renovable. Tenemos que insistir en que los fondos de desarrollo apoyen proyectos de energía para la gente y no para las entidades financieras, protejan los ríos que fluyen libres y apoyen verdaderas soluciones energéticas como la eólica, la solar y la geotérmica. Envía un mensaje ahora a los y las líderes internacionales en la COP pidiéndoles que apoyen energías realmente renovables que no afecten a las comunidades que dependen de los ríos. No a las grandes represas destructivas. Destinatarios: ● Sr. Everton Frask Lucero, Delegado Oficial para la COP20, Brasil. ● Sra. Anne Charlotte Becker, Delegado Oficial para la COP, Unión Europea. ● Dr. Donald Kaberuka, Presidente, Banco Africano de Desarrollo. ● Sr. Christo Artusio, Delegado Oficial para la COP, Estados Unidos. ● Dr. Jim Yong Kim, Presidente, Grupo del Banco Mundial. ● Takehiko Nakao, Presidente, Banco Asiático de Desarrollo. ● Sr. Feng Gao, Delegado Oficial para la COP20 COP, China. ● Sr. Luciano Coutinho, Presidente, Banco de Desarrollo de Brasil. ● Héla Cheikhrouhou, Directora Ejecutiva, Fondo Verde Climático. Cc: · · · Sra. Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva, CMNUCC. Dr. Ban Ki-Moon, Secretario General, Naciones Unidas. Sr. Manuel Pulgar-Vidal, Presidente, COP20 Tu carta: Les escribo hoy para solicitar su apoyo en la exclusión de las grandes represas de los mecanismos de incentivo dentro de la CMNUCC y otros acuerdos internacionales sobre cambio climático. Les pido que en lugar de ello aumenten los incentivos para iniciativas de eficiencia energética y para el desarrollo de energía realmente renovable, particularmente la solar, eólica, geotérmica y la de biomasa. Evidencia científica revela que las grandes represas emiten cantidades significativas de gases de efecto invernadero, entre ellos el metano; causan severos daños ambientales, en especial a los ecosistemas de agua dulce y a la biodiversidad; y frecuentemente implican violaciones de derechos humanos. Por estas razones, las grandes represas no pueden ser consideradas energía limpia o renovable. Existen soluciones más prácticas y efectivas que simultáneamente pueden satisfacer las necesidades energéticas, promover el desarrollo sostenible y hacerle frente a la crisis climática, respetando los derechos de los pueblos indígenas y otras poblaciones locales.