Lunes, 8 de Ago de 2016 | 17:14:24 hrs. Noticias Mercados Indicadores Finanzas Personales Dólar Obs: $ 656,98 | ­0,06% IPSA 0,45% Fondos Mutuos Emprendedores y Empresas UF: 26.168,59 IPC: 0,20% Akihito tiene programado transmitir mañana al pueblo una declaración grabada en video: El emperador de Japón quiere abdicar, pero encuentra barreras en las normas imperiales domingo, 07 de agosto de 2016 Tweet Anna Fifield The Washington Post Internacional El Mercurio Tokio El soberano de 82 años ha tenido problemas de salud, aunque su renuncia requiere un proceso legal que él no puede solicitar. Durante 28 años, el emperador Akihito ha sido una presencia constante y tranquilizadora en Japón, algo de lo que muchas personas aquí son testigos a diario. Después de todo, este año es oficialmente conocido en el país como el "Heisei 28", lo que indica el tiempo que Akihito lleva en el Trono del Crisantemo. Sin embargo, el "emperador vitalicio" de 82 años está ahora sentando las bases para renunciar al trono y traspasarlo a su hijo mayor, Naruhito. Eso será difícil. No solo no existe ninguna cláusula legal para que él abdique, sino que incluso se plantea la posibilidad de que esto podría ser inconstitucional. "De acuerdo a la ley actual, él no puede abdicar, aunque quiera. No hay ninguna otra opción excepto continuar", explicó Yasushi Kumo, antiguo periodista que ha cubierto a la familia imperial para la red de televisión japonesa por años. Akihito tiene programado hacer una declaración grabada en video previamente ante su pueblo, el lunes en la tarde, en la que probablemente dirá que está teniendo dificultades para llevar a cabo sus labores oficiales. El emperador ha tenido problemas de salud ­cáncer de próstata y enfermedades cardíacas­ y, en la celebración de su cumpleaños en diciembre, manifestó que algunas veces había sentido el peso de los años. "Aun cuando haga grandes esfuerzos, no puede negar que su cuerpo se está deteriorando", precisó Kumo, y esto significa que el emperador vitalicio ya no puede realizar todos sus deberes. Luego de sobrevivir a samuráis, shoguns y guerras, la línea masculina ininterrumpida de emperadores ha perdurado en Japón por casi tres mil años. Se dice que son descendientes directos de Amaterasu, la diosa Shinto del sol. La abdicación fue relativamente común hasta 1817, cuando Kokaku llegó a ser el último soberano que renunció al trono. Emperador sin poderes Sin embargo, el sistema imperial experimentó una enorme convulsión al término de la II Guerra Mundial, cuando las fuerzas de ocupación estadounidenses permitieron que Hirohito, el padre del actual emperador, siguiera en el trono, aunque lo despojaron de sus poderes. El emperador quedó reducido a una mínima expresión; sería solo una figura ceremonial que actuaría como "símbolo del Estado y de la unidad del pueblo", de acuerdo con la Constitución que redactó Estados Unidos. Por lo tanto, él "no tiene poderes relacionados con el gobierno", lo que significa que no puede decir nada en absoluto que tenga siquiera una connotación política. Eso causará algunos problemas a Akihito, el único emperador que dio inicio a su reinado bajo la Constitución de posguerra, debido a que no hay ninguna cláusula en el Derecho de la Casa Imperial sobre abdicación. Incluso, plantear la idea se consideraría un asunto político, porque se podría necesitar una enmienda parlamentaria. "Por lo tanto, él será ambiguo, poco claro", indicó Takeshi Hara, profesor de política que ha escrito varios libros sobre el sistema imperial. "Creo que solo va a expresar sus sentimientos". Las señales de que el emperador deseaba retirarse surgieron el mes pasado, cuando NHK, la principal cadena de radio y televisión del país ­muy ligada al gobierno del Primer Ministro Shinzo Abe­, informó que se estaba discutiendo ese tema. La ciudadanía se ha mostrado a favor de la idea; las encuestas muestran que entre el 77 y el 90 por ciento de los consultados dice que el gobierno debería crear un sistema que permitiera al emperador abdicar. "Si él se siente viejo y cansado, está bien que se retire", señaló Yukiko Sakurai, quien formaba parte de un grupo de cuatro mujeres de edad que se encontraban en un café de Tokio esta semana. "Está anciano. ¿Quizás se debería establecer una edad límite como emperador?". Hirohito murió a los 87 años; Akihito tenía 55 cuando sucedió a su padre. Su hijo mayor, Naruhito, tiene 56. El pueblo japonés siente un afecto especial por el actual soberano. Se consideraba que su padre estaba "por sobre las nubes"; era tan venerado que al pueblo ni siquiera se le permitía mirarlo de frente durante la guerra. "Pero el actual tiene un estilo diferente y habla directamente con las personas", aseguró Kumo. Esto fue muy evidente después del terremoto y tsunami de marzo de 2011, cuando Akihito grabó un mensaje en video al pueblo japonés ­el primero que hizo­ y visitó la zona de desastre. Cualquier cambio legal tomará tiempo, probablemente años, introducirlo. Mientras tanto, las intenciones del emperador, probablemente, le crearán dolores de cabeza a Abe, cuya primera ­y polémica­ prioridad es revisar la Constitución para aflojar el pacifismo que se le impuso a Japón después de la guerra. Aunque el gobierno de Abe logró obtener el mes pasado la mayoría de dos tercios necesarios en la Cámara Alta para tratar de hacer cambios en la Constitución, Akihito ha insinuado en forma ambigua que no está de acuerdo con los intentos de revisar la Carta y ha hecho esfuerzos para compensar por la brutalidad de Japón en tiempos de guerra. "Creo que el emperador percibe una sensación de crisis por la actual situación política", dijo Jiro Yamaguchi, cientista político de la Universidad de Hosei. "La posición de Abe sobre la revisión constitucional es completamente diferente de la del emperador". Dejando de lado los problemas legales, hay un sinnúmero de consideraciones logísticas, parecido a lo que el Vaticano enfrentó cuando el Papa Benedicto XVI renunció. ¿Dónde viviría Akihito? ¿Cómo se le llamaría?, "¿emperador en retiro?". Akihito se dirigirá por segunda vez al pueblo mediante un video. En este expresará sus pensamientos sobre su tarea oficial y su estatus estipulado en la Constitución. Términos y condiciones de los servicios © 2002