Tema(castellano)

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© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido TEMA: EL ARTE MUSULMÁN E HISPANO-­‐MUSULMAN INDICE. 1.-­‐CONTEXTO HISTÓRICO-­‐CULTURAL 5.-­‐CARACTERES GENERALES DE LA ESCULTURA, La expansión del Islám PINTURA, CERÁMICA Y MOSAICO. Etapas políticas y artísticas en Al-­‐Ándalus 6.-­‐EL ARTE HISPANO-­‐MUSULMÁN. 2. INFLUENCIAS ARTÍSTICAS. 6.1.-­‐El periodo Cordobés. La mezquita de Condicionamientos Religiosos: El Aniconismo Córdoba 6.2.-­‐PERIODO INTERMEDIO y la prioridad arquitectónica en el arte islá-­‐
mico 6.3.-­‐EL ARTE NAZARÍ. La decoración en el Arte Musulmán. El palacio en la arquitectura islámica: 3.-­‐EVOLUCIÓN ARTE HISPANO-­‐MUSULMÁN LA ALHAMBRA. Los espacios de la Alhambra 4.-­‐LA ARQUITECTURA Características generales. Otros edificios nazarís. 7.-­‐EL ARTE MUDÉJAR Urbanismo y Edificios. La Mezquita 1.-­‐CONTEXTO HISTÓRICO-­‐CULTURAL La expansión del Islam La civilización islámica surge gracias al impulso que le proporciona una nueva religión, el Islam, cuya doctrina es predicada por el profeta Mahoma (571-­‐632). La nueva religión mono-­‐
teísta con raíces hebraicas – su dios es Allah y su libro sagrado el Corán-­‐, nace en la actual Arabia Saudita y encuen-­‐
tra resistencias entre los comerciantes de La Meca y por ello Mahoma se traslada a la ciudad de Medina en el año 622 (La Hégira, inicio del calenda-­‐
rio musulmán). Desde allí se inicia la expansión de la nueva religión (Islam1, Islamismo, -­‐-­‐sometimiento a Dios-­‐ ) por toda la península arábiga y poste-­‐
riormente por el Norte de África hasta la Península Ibérica (711 dC) y el Este europeo. En el siglo XVI llegaría a las puertas de Viena. Después de la muerte del profeta, podemos distinguir tres etapas de expansión del Islam: 1.-­‐ La época de los cuatro califas ortodoxos, inmediatamente después de la desaparición de Mahoma (632-­‐661). En este corto período de tiempo, la nueva religión triunfa por toda Arabia, Siria, Persia y Egipto. Se trata tanto de una conquista religiosa, como de una dominación política. 1 Los seguidores de esta religión reciben actualmente tres nombres: Mahometanos, Musulmanes, Islamistas por dife-­‐
rentes orígenes etimológicos. 1
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido 2.-­‐ La dinastía de los Omeyas (661-­‐750). La capital del Imperio se situará en Damasco. Aumentarán aún más las conquistas: -­‐ Hacia Occidente, dominarán el Norte de África y la Península Ibérica, llegando hasta los Pirineos. La derrota sufrida en la batalla de Poitiers, en el 732, contra las tropas francas de Carlos Martel, obligó a los musulmanes a situar en esa cadena montañosa, la frontera de su Imperio. -­‐ Hacia el Oriente, consiguen llegar al Este de Persia, la actual IRÁN. La frontera irá desde Samarcan-­‐
da, al Norte, hasta el río Indo, al Sur. 3.-­‐ La dinastía de los Abasidas (750-­‐945). Las fronteras políticas ya no coinciden con las religiosas, estas últi-­‐
mas más extensas. Esto se debe a que Al-­‐Andalus, el Norte de África y zonas ocupadas de la India, escapan a la autoridad del Califa de Bagdad (en Irak) ,ciudad que se ha convertido en la nueva capital del Imperio. Este período se caracteriza por una fuerte influencia Persa. Bajo los Omeyas y los Abbasidas, la cultura islámica queda definida en sus aspectos religiosos y artísticos definitivos. Posteriormente evoluciona hacia una influencia turca –dinastías seljúcida y otomana-­‐ . Con el tiempo la religión musulmana, al igual que la cristiana ha sufrido cismas que han originado distintas versiones del mismo credo. Así distinguimos, entre otros a los musulmanes sunnitas, chiítas y fatimíes. Etapas políticas y artísticas en Al-­‐Ándalus El cambio de la dinastía Omeya a la Abasida, es consecuencia del alzamiento liderado por Abu Abbas, que defiende el derecho de su familia a tomar el poder. Para asegurarse el éxito, llevó a cabo la matanza de todos los miembros de la familia Omeya. Tan solo uno de estos Omeyas consiguió huir y se dirigió a España. Gracias a la ayuda que recibe de las tribus norteafricanas a las que pertenecía su madre, puede hacerse con el poder en Al-­‐Andalus –en estos mo-­‐
mentos una provincia del Imperio, donde se autonombrará Emir (Abderramán I). Por lo tanto, podemos establecer la siguiente evo-­‐
lución política y artística en la España musulmana: A/ Época Omeya y Califal. (755-­‐1031) -­‐ Antes de llegar Abderramán, Emirato dependiente del califato Omeya de Damasco (711-­‐756). -­‐ Después de Abderramán,-­‐ Emirato independiente del califato Abbasida de Bagdad .Destaca la fi-­‐
gura del emir Abderramán I. -­‐ Califato Omeya de córdoba (929-­‐1031). Destacan los califas Abderramán III y Al-­‐Hakan II y el Ha-­‐
chib Almanzor. B/ Reinos de Taifas (1031-­‐1238). Hay que incluir en esta etapa, los dos períodos, en que pueblos venidos del Norte de África, para ayudar a los reinos musulmanes españoles contra los cristianos, acaban por incorporar Al-­‐Ándalus a sendos imperios, el Almorávide y el Almohade. C/ Época Nazarí o del Reino musulmán de Granada (1238-­‐1492). 2.-­‐INFLUENCIAS Y CARACTERÍSTICAS ARTÍSTICAS 2.1 Un arte sincrético La mayoría de árabes eran nómadas y no tenían tradición arquitectónica propia, de ahí que el arte musulmán reciba el nombre de sincrético , es decir, recoge siempre parte del bagaje artístico de las civilizaciones precedentes en el territorio que su expansión va adquiriendo. La arquitectura islámica empezó asumiendo como propias algunas de las 2
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido características constructivas del arte romano, como el uso de las columnas, el arco de medio punto y las dovelas bicolores. Del arte bizantino heredó el uso de la bóveda y la cúpula para cubrir parte de los edificios. Del próximo oriente el arco apuntado y el lobulado. Y, en el caso del arte hispano-­‐musulmán, el arco de herradura del arte visi-­‐
godo. 2.2.-­‐Un arte fundamentalmente pobre pero decorativo Por otra parte el medio geográfico de origen , el desierto, influirá también en el arte. La pobreza de materiales de construcción, se compensará con una gran riqueza interior mediante la decoración. El agua y la vegetación (jardi-­‐
nes) serán elementos indispensables en sus construcciones. Muchos han querido ver en los bosques de columnas de las mezquitas un “recuerdo” de los palmerales de los oasis. Un arte condicionado por la Religión: El Aniconismo y la prioridad arquitectónica en el arte islámico La doctrina de Alá, el Islam, fue revelada al mundo a través de su profeta Mahoma. Toda ella se recoge en un libro, el Corán, que es además de texto sagrado, código civil, penal y moral (Ley de la Sharia). Por tanto el Is-­‐
lam, no es solo una religión sino una forma de vida. Reúne verdades de otras religiones, la Cristiana, la Judía y la Zoroástrica (Persa); y prácticas ancestrales de las tribus árabes. Ejemplos de estas prácticas son el reconocimiento de la ciudad santa de La Meca, el hábito de las peregrinaciones, el culto a objetos sagrados locales como la Piedra negra (Kaaba) y el papel dirigente de una tribu concreta. El arte islámico estará condicionado por sus creencias. Su dios Alá es inmutable, eterno, incorpóreo, no loca-­‐
lizable y por lo tanto no representable. Tampoco se puede imitar a la naturaleza, ya que sería un intento blasfemo de imitar la obra de Dios. El resultado de estas ideas es que en el arte musulmán se prohíben ab-­‐
solutamente las imágenes, y los artistas deben decorar sin figuras humanas o animales. Esto se conoce con el nombre de aniconismo, es decir la negación de los iconos y, por extensión de la escultura y de la pintura figurativa. Esto da prioridad absoluta a la arquitectura sobre las artes plásticas, por lo que la pintura o el mosaico fue-­‐
ron siempre artes aplicadas al terreno ornamental, para recubrir las superficies con ricas decoraciones abs-­‐
tractas. La decoración en el Arte Musulmán. En esta decoración artísticas cabe diferenciar cuatro tipos básicos de ornamentación: -­‐ El ataurique o arabescos Consiste en un tallo vegetal continuo que se divide regularmente para dar origen a tallos secunda-­‐
rios, que pueden a su vez, escindirse o reintegrarse al tallo central. -­‐La lacería. Es una decoración geométrica en la que las formas geométricas se entrecruzan o enlazan de forma infinita. -­‐ Los motivos epigráficos (caligrafía). Esto ya es típicamente árabe, pues se basa en la representación de las letras de su alfabeto y en plasmar, generalmente, frases del corán. Abunda en la mayoría de las obras artísticas islámicas. Existen dos grandes tipos de escritura: a) El cúfico, de carácter sobrio, monumental, anguloso y muy rectilíneo b) El nasji, mucho menos solemne y de sentido cursivo. Se usa mucho más en los libros que en las arquitecturas, y además de época relativamente tardía. -­‐ Los mocárabes. 3
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido Son prismas colocados en posición vertical que cuelgan del techo, al modo de estalactitas, que cu-­‐
bren el interior de arcos, bóvedas y cúpulas. Ataurique lacería Epigráfica. Mocárabes -­‐ Además la luz y el agua sirven para modificar el espacio arquitectónico con contrastes lumínicos movibles a lo largo del día y paredes reflejadas en los mantos acuosos. 3.-­‐EVOLUCIÓN DEL ARTE HISPANO-­‐MUSULMÁN. Periodo Cordobés (Aprox. siglos VIII-­‐X) En la época Omeya el arte hispano-­‐musulmán evolucionó bajo la influencia de los estilos artísticos anteriores y culminó en la etapa califal (siglo X) con soluciones técnico-­‐artísticas muy bellas y complejas como las ar-­‐
querías y bóvedas de nervios de la mezquita de Córdoba. Periodo Intermedio. (Correspondiendo con los reinos de Taifas, aprox. siglos XI,XII) Posteriormente, en el periodo almohade, se impulsó una arquitectura más austera y sobria, que potenciaba la estructura arquitectónica, pero que no descuidaba la decoración ornamental. Periodo Nazarí (aprox. siglos XIII,XIV,XV) En la última época, ápoca nazarí, se definió un lenguaje artístico propio excepcional, caracterizado por una gran riqueza decorativa en el interior de los edificios, que disimulaba la pobreza de los materiales utilizados en construcción. 4.-­‐LA ARQUITECTURA Características generales: o -­‐Los edificios suelen ser de poca altura, pero tienen una gran extensión superficial. o -­‐El ladrillo y la madera son preferentes como materiales de construcción. o -­‐Las cubiertas son generalmente adinteladas, pero presentan pequeñas cúpulas (significado de poder y ma-­‐
jestad divino) en partes destacadas, por ejemplo sobre el mihrab o -­‐De entre bóvedas y cúpulas, las más destacadas son la bóveda nervada, la bóveda de mocárabes de yeso y la cúpula gallonada. o -­‐Se emplean pilares y columnas como elementos de sostén, normalmente delgados al no tener que soportar techos muy pesados. o -­‐Los capiteles de las columnas son variados, predominan los corintios, cúbicos, con mocárabes, de avispero. o -­‐Se utiliza el arco de herradura en la mayoría de las obras, además de los arcos de medio punto, lobulados o poli-­‐lobulados y angrelados. o -­‐La decoración exterior es muy austera en contraposición a la rica y variada ornamentación interior, reali-­‐
zada fundamentalmente a base de yeso, cerámica, mármol, madera, etc.. Urbanismo y edificios. En realidad no existe organización urbana. Para formar una ciudad se limitan a aglutinar casas sin plan ra-­‐
cional y a dejar que estas crezcan de forma espontánea, es lo que se denomina "crecimiento biológico". Las calles son estrechas y tortuosas, sin orientación definida, y algunas incluso sin salida (adarves). Las partes de 4
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido las que consta una ciudad musulmana son: a) La medina, núcleo central de la ciudad. Es el recinto amurallado que contiene la mezquita mayor y la alcaicería (sector cerrad dedicada al almacenaje de mercancías, en principio de seda). En la medina están también los principales barrios y el palacio del califa b) El zoco, sector propiamente comercial. c) La alcazaba, ciudadela defensiva del conjunto urbano, aislada del resto por una muralla y que alberga la vivienda de la autoridad civil. d) Los arrabales, barrios exteriores a la medina por donde va creciendo la ciudad. Cuando van adqui-­‐
riendo importancia se van amurallando e incluyendo en el recinto. En estos barrios, la población se agrupa por profesiones. En cuanto a los edificios más importantes que podemos encontrar en una ciudad musulmana, cabe desta-­‐
carse: a) El palacio, residencia del califa o del emir. Suele situarse junto a la mezquita. Destaca la relativa pobreza exterior y el lujo y la exquisita decoración en su interior. Tanto por las dimensiones co-­‐
mo por la diversidad y complejidad de los espacios llegan a ser verdaderas ciudades (ej. Palacio de Medina Al-­‐Zahara en Córdoba o la Al-­‐hambra de Granada). Suelen estar divididos en dos par-­‐
tes: una zona privada y otra para las actividades públicas. b) Las viviendas. Son recintos totalmente cerrados al exterior, tanto por el clima como por el inti-­‐
mismo que rige la vida islámica. Las habitaciones dan a un gran patio interior y casi no existen vacíos al exterior. El acceso desde la calle se realiza a través del zaguán, o zona de recepción, después viene ya el recinto privado. El interior está decorado pero el exterior posee una decora-­‐
ción muy pobre. c) La madrassa o medersa, escuela del Corán adosada a la Mezquita. También son lugares de juris-­‐
prudencia. d) El maristán u hospital, posee varios pisos en torno a un patio rectangular. e) El caravanserrallo, suele estar fuera de la ciudad, en las rutas comerciales, es el recinto en donde se albergan las caravanas. La versión urbana de estos caravanserrallo son las alhóndigas. f) El ribat, en zonas fronterizas, alejadas de las ciudades. Se trata de fortificaciones destinadas a guardar la fe en las zonas fronterizas con otras culturas. Sus defensores son mitad monjes mitad guerreros. g) Las murallas, rodean la ciudad y tienen doble puerta de acceso y entre ellas un patio o plaza pú-­‐
blica. A veces las puertas están situadas en recodo para desconcertar al enemigo en caso de ataque. h) La mezquita. Por su carácter especial vamos a tratar este edificio aparte y de una forma más de-­‐
tallada. La Mezquita. Es el lugar de reunión de la comunidad musulmana para la oración de los viernes. Las partes fundamentales de una mezquita son: a) El Patio (Sahn) − Es de planta rectangular, a cielo descubierto − Está porticado en tres de sus lados y rodeado de arquerías − En el centro se halla la fuente para las abluciones o sabil, que suele estar cubierta por un templete. − En uno de los lados del patio se sitúa la torre, llamada minarete o alminar, desde donde el almuecín llama a la oración. Esta torre puede tener planta cuadrada, redonda u octogonal. Es el único elemento vertical de la mezquita y suele situarse en el lado opuesto al que se sitúa el muro de la kibla. 5
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido b) Gran sala de oración (Haram) − también de planta rectangular y con cubrición adintelada. Presenta escasa iluminación para crear un ambiente propicio a la oración. − está dividida en numerosas naves que se orientan perpendicularmente al muro de la quibla, que da al frente o sea en dirección a La Meca. Las naves están separadas por filas de columnas, representación simbólica de los bosques de palmeras, lugar donde rezaban los primeros convertidos. − en el muro de la quibla se halla el mihrab, exedra abierta por un arco situado normalmente en el centro del muro. Allí se concentra el lujo decorativo por ser el lugar más sagrado de la mezquita. Hace alusión al ábside paleocristiano, pero el mihrab está vacío aunque es el símbolo de Dios (aniconismo). El mihrab se cubre por medio de una semi-­‐cúpula. − al lado del mihrab se sitúa el mimbar, o pulpito móvil de madera cubierto por dosel. Desde allí el imán (a modo de sacerdote católico) dirige la oración y las lecturas del Corán. − delante del mihrab y en la nave central, generalmente más ancha, se halla la maxura, recinto normal-­‐
mente cercado por estar destinado al califa, el imán y/o personajes notables 5.-­‐CARACTERES GENERALES DE LA ESCULTURA, PINTURA, CERÁMICA Y MOSAICO. − La escultura y la pintura están muy menguadas por motivos religiosos y aparecen sobre todo en edificios civiles. − Destacan las pinturas que iluminan libros "científicos o cuentos (miniaturas). En Persia se darán las más importantes. − La cerámica es muy sugestiva, sobresalen las piezas de barro cocido vitrificado, con brillo metálico. − El mosaico se presenta como alicatado de los muros y paredes. Las piezas tienen diversas formas y están dispuestas con ritmo regular. Reciben el nombre de alicatado o azulejos. 6.-­‐EL ARTE HISPANO-­‐MUSULMÁN. En Al-­‐Ándalus, el arte musulmán alcanza cotas superiores al resto del mundo musulmán. Córdoba sobrepasó los 500.000 habitantes en el siglo X y fue uno de los centros culturales del mundo junto con Bizancio. En sus obras apa-­‐
rece la unidad cultural con el norte de África , pero también la superior iniciativa artística. PERIODO CORDOBÉS (s. VIII al XI) Primero fue Emirato Dependiente de Damasco hasta la subida de los Abássidas en el 755. Abd-­‐al-­‐Rahman, único Omeya superviviente, funda el Emirato Independiente. Abd-­‐al-­‐Rahman III fue el último Emir (912-­‐928) y fue tam-­‐
bién el primer Califa (928-­‐961). Tras Al Hakam II y Hixem II el Califato se disgrega en Reinos Taifas en el año 1031. En el Emirato dependiente, el Estado, en fase de consolidación, no ofrece todavía personalidad artística. Fue con Abd-­‐al-­‐Rahman I cuando empieza una labor constructiva ligada al nuevo estado. Con él empieza una de las obras supremas del arte hispano musulmán y de todo el arte islámico: La Mezquita de Córdoba. En ella se pueden estudiar todos los elementos de la arquitectura califal. Se construyó en varias fases, desde el siglo VIII al siglo X. Se piensa que se levantó sobre una basílica paleocristiana, la de San Vicente, la cual fue compar-­‐
tida por cristianos y musulmanes hasta el 786. En ese año el Emir compró la basílica a los mozárabes y la derribó. En su lugar Abderramán construyó la parte cercana al patio. Pero esta parte quedó insuficiente por el crecimiento de la ciudad y en el 833. Abderramán II derriba la quibla y prolongó las once naves algunos metros. También cons-­‐
truyó este califa la arquería que da al patio y la torre o minarete o alminar. Con Al-­‐Hakam II vuelve a ser insuficiente y derriba otra vez la quibla llevándola hasta donde se podía, casi hasta el río y en ella construye el Mihrab. Almanzor, para realzar su poder creó otra ampliación pero ésta ya no podía ser a lo largo y tuvo que ser a lo ancho, construyendo ocho naves más al este y derribando el muro que las separaba. Esta ampliación supone las dos terceras partes pero además construyó el patio o Sabil. Así, al final del siglo X la Mezquita queda con 19 naves que junto con el patio suponen 180 metros de longitud y 120 de anchura. 6
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido Fases-­‐Ampliaciones El edificio en la actualidad La mezquita antes de la construcción de la iglesia cristiana Pero el problema de una mezquita no es el suelo. Es un edificio funcional, sin simbología en planta y destinado sólo a los fieles (templo griego, cristiano e islámico) y necesita sólo suelo y la quibla hacia La Meca, aunque ésta y todas las hispanomusulmanas miran hacia el Sur, símbolo deindependencia religiosa. El problema fundamental es el cubrimiento de una caja tan grande. La solución más notable fue darle altura me-­‐
diante el empleo de dos soportes superpuestos, una columna y sobre ella un pilar. El pilar soporta arcos de medio punto sobre los cuales descansa la techumbre de madera, y de los capiteles de las columnas salen arcos de herra-­‐
dura, son arcos medianeros para ligar los pilares y sirven de entibo o tirante y evitan la curvatura de los soportes por el peso. Este sistema lo aprendieron del Acueducto de Los Milagros así como el uso de las dovelas alternadas en color. Este sistema es sobretodo arquitectónico pero también da esbeltez y perspectiva al conjunto. Doble arcada Entibo Acueducto de los milageos La techumbre es de madera, costumbre musulmana, con 19 hileras de tejado en doble vertiente, una por cada nave. Cada hilera de columnas y pilares en el interior sostiene un canal de desagüe en el exterior, como si se tratara de 19 acueductos. El arco de herradura será el ma-­‐
yoritario en el arte califal y lo toman de los visigodos aunque la herradura musulmana es más pronunciada. Las columnas son muchas aprovechadas, romanas o visigodas y los capiteles son co-­‐
rintios toscos. Para igualarlas en altura unas llevan basa, otras no y se colocó encima de ellas un ci-­‐
macio más o menos desarrollado. Los pilares se adornan en su Arco del mirhab arranque con unos cavetos o modillones de rollos o virutas enro-­‐
lladas, elemento decorativo propio de la basílica paleocristiana. Éste es el arco califal del Mihrab. La novedad no es sólo el arco más cerrado sino que el trasdós y el intradós ya no son paralelos. La largura de las dovelas es mayor en la clave que en las impostas. Estas dovelas van decoradas con estuco pintado, el típico ataurique cordobés y que no son más que ornamentos vegetales entrecruzados. Las en-­‐
jutas también se decoran con círculos de ataurique y todo se cierra con un doble alfiz también decorado. Pero la 7
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido disposición de las dovelas no es tal y como las vemos. Son radiales hasta el medio punto y después horizontales. Siempre son así en este estilo aunque se disimulan haciéndolas parecer todas radiales con el estuco o la pintura. Este arco anterior se inscribe en la fachada del Mirhab construido todo por Al-­‐Hakam II, que fue el Mirhab definitivo. El Mihrab es el lugar santo, es el ábside cristiano, el de las sinagogas o el de los cristianos coptos y se sitúa en el cen-­‐
tro de la quibla. éste se construyó con arco de herradura aunque en esta época final se llevaba más el arco lobulado, como los que hay en el friso o en el interior (siempre con un número impar de lóbulos). Delante del Mihrab había un espacio cercado y lujoso reservado para el califa, es la Maxura. Las jambas Arcos lobulados de la Maxura Cúpula de la Maxura Perspectiva de las arcadas son losas de mármol con columnas en negro. El alfiz se refuerza con decoración exterior cúfica y el interior de esa arquería ciega esta realizada con mosaico de vidrio bizantino, realizado por un maestro bizantino enviado por el Emperador igual que el resto del Mirhab y la Maxura. Esta fachada es la culminación del arte decorativo. De la segunda mitad del siglo X es obra de Al-­‐Hakam II. Es un nuevo sentido en el empleo del arco como elemento decorativo de cara a una barroquización progresiva. Son arcos lobulados que se entrecruzan y apoyan sobre la clave de los inferio-­‐
res. Es un derroche de imaginación decorativa. Este sistema decorativo se lle-­‐
vará al infinito por almohades y almorávides. Cúpula de la Maxura. Es otra solución musulmana: la cúpula de nervios que no soporta nada y no se cruzan en el centro. Es la fórmula más refinada de cubrimiento y empezó a usarse a partir de Al-­‐Hakam II. Hay cuatro en la Mezquita y todas están decoradas con ataurique con este sentido de "horror vacui”. Los nervios descansan en columnas agrupadas en ocho esquinas. Pero el peso real de la bóveda descansa sobre las trompas que convierten el octógono en cuadrado. En el centro remata el conjunto una cúpula gallonada. El Alminar es donde el almuecín llama a los fieles a la oración. El original está El Mirhab y la Maxura revestido por una torre renacentista y era de planta cuadrada. Otros edificios de la época Califal cordobesa. − Palacio de Medina Azzahara, situado a las afueras de la ciudad. Lo mandó construir Abderramán III para su favo-­‐
rita y actualmente se encuentra muy destruido. Encerraba una deslumbrante belleza. − Mezquita toledana de Bab-­‐el-­‐Mardum, que en el siglo XII se convirtió en una iglesia cristiana con el nombre de "El Cristo de la Luz". Sobre una planta cuadrada se acoplan una bóvedas de crucería de estirpe cordobesa. 6.2.-­‐PERIODO INTERMEDIO 8
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido Durante el siglo XI Al-­‐Andalus se disgrega en reinos taifas. Estos reinos pretenden continuar el lujo califal pero con menos dinero, con materiales más pobres y redundando en la decoración, llegando con los arcos entrecru-­‐
zados a un barroquismo total. A esta época pertenecen la Aljafería de Zaragoza, las Alcazabas de Málaga, Almería y Granada. Del 1075 al 1146 todo el sur ibérico es unificado por los almorávides, pueblo magrebí y chiíta que su-­‐
puso un frenazo en la evolución artística hispano-­‐musulmana. Del 1146 al 1212 otro pueblo logró unificar todo Al-­‐Andalus, los almohades. Su arte, puritano en un principio, acabó caracterizándose por una decoración total que llega a encubrir el sistema arquitectónico: mocárabes, arcos, arco de herradura apuntado. De esta época es la mezquita de Sevilla de la que sólo queda el minarete: actual Giralda, y las torres defensivas o albarranas de entre las que destaca la Torre del Oro La Aljafería de ZaragoZa La Giralda La Torre del Oro 6.3.-­‐EL ARTE NAZARÍ DE GRANADA. Desde 1212 , por la batalla de las Navas de Tolosa, Castilla conquista todo el sur peninsular menos el reino Nazarí que comprendía las actuales Jaén, Málaga, Granada, la capital, y Almería. Este periodo final va, pues, del siglo XIII al XV, cuando Granada es tomada por los Reyes Católicos. E s e sta c iudad, centro político y administrativo del reino, surgen los mejores ejemplos artísticos destacando la Alhambra. Características Generales • En planta observamos cómo no existe el urbanismo dentro del Islam, ni en las ciudades ni en complejos palaciales como el de la Alhambra. Las salas se adosan sin orden sin estructura urbanística, sin un plan orgánico, solo li-­‐
mitadas por el espacio de la colina. • No obstante esta falta de unidad urbanística se palia con la armonía, la atmósfera general creada a partir de la relación entre dos o tres conjuntos de espacios, estanques con fa-­‐
chadas, jardines con paseos, etc. Es un sentido más oriental de la belleza. • También es normal la diferencia entre la sobriedad exterior y la profusa decoración interior. No sólo ocurre en los palacios sino también en todas las casas y esto está ligado al sentido íntimo y sagrado de las familias islámicas. • Los materiales sonpobres: mampostería, tapial y yesos para las lacerías caladas. El arco de herradura se sustituye por el peraltado ligeramente acampanado. • El sistema arquitectónico es adintelado encubierto ya que todos los arcos son decorativos. • Las columnas son esbeltas, adornadas con finas molduras o collarinos en el fuste y ori-­‐
ginales capiteles con dos cuerpos uno cilíndrico con decoración de cintas y otro cúbico con mo-­‐
cárabes de origen bizantino (capitel y cimacio). lacerías 9
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido •
Los muros están alicatados en sus zócalos con lacerías o figuras geométricas o partes bajas y los techos se cubren con increíbles bóvedas de mocárabes. El palacio en la arquitectura islámica: LA ALHAMBRA. Junto a la mezquita, el palacio es el edificio más típico del arte islámico. Al igual que aquella, se trata también de un edificio cuyas funciones son múltiples: residencia palaciega es, al mismo tiempo, el centro de todo aparato adminis-­‐
trativo del Estado y cuyo origen hay que buscarlo en la tradición del Oriente Medio (Persia) y Bizancio. Este origen y diversidad de sus funciones son la causa de la forma y disposición de todos los grandes palacios árabes. Estos in-­‐
mensos edificios, a veces auténticas ciudades, pueden estar situados en el interior de la ciudad y ligados por corre-­‐
dores con la mezquita principal (como sucedía en Córdoba) o fuera del núcleo urbano y rodeados de un recinto amurallado. Dentro de este último grupo se encuentra la Alhambra de Granada, el único palacio árabe medieval que no ha sufrido transformaciones posteriores, si exceptuamos la construcción a principios del siglo XVI de un palacio renacentista, el de Carlos V. La Alhambra, construida en una de las colinas que dominan la ciudad de Granada, constituye una autén-­‐
tica ciudad-­‐palacio formada por una ciudadela o alcazaba cuya función era la defensa militar y que hoy está prácti-­‐
camente destruida y el palacio propiamente dicho. Todo este conjunto está circunscrito por un vasto recinto amurallado que le da un aspecto exterior de fortaleza y que impide adivinar la estructura interna del palacio. Este tiene una planta compleja que está articulada alrededor de tres unidades prácticamente independientes entre sí. 1.-­‐ El mexuar. Es la parte del palacio abierta a todos. En él, el sultán administraba justicia y recibía a sus súb-­‐
ditos. Este sector marcado en el plano con el n° 7, está precedido de una serie de estancias (1,2,3, y 5) abier-­‐
tas también al público y hoy en día destruidas. 10
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez Garrido 2.-­‐ El diwan. Es el sector verdaderamente palaciego, puesto que estaba reservado para las recepciones. Está formado por las habitaciones con los n° 8, 9, 10, 11 y 12. Esta unidad llamada Cuarto de Comares, se articula alrededor de un gran patio llamado de Los Arrayanes, que da paso al Salón del Trono. 3.-­‐ El harem. Está constituido por las habitaciones privadas del monarca. Formado por un gran número de estancias (13, 19 y 23 entre otras) y pequeños patios (14,17) se ordena alrededor de un gran patio, el de Los Leones (20), que constituye su verdadero centro. La decoración de la Alhambra: creación de un espacio ilusorio. En Granada, la decoración no tiene la simple función de resaltar algunas zonas del edificio, como ocurría en Córdoba, sino que se extiende por todos lados hasta llegar a transformar totalmente el aspecto original del edificio. En la Alhambra se ha utilizado una estructura arquitectónica muy simple. El conjunto del palacio está for-­‐
mado por recintos pequeños cubiertos con techos planos. Los materiales usados son pobres, ladrillo, ma-­‐
dera y yeso. En esto también se diferencia de Córdoba, donde se combinaban la piedra y el mármol. Sin em-­‐
bargo esta pobreza de materiales ha favorecido la exaltación de lo decorativo en contra de lo estructural, ya que la pobreza debía ser disimulada. Esto se ha logrado ocultando los materiales originales con una suntuosa decoración que cubre todas las partes del edificio, e incluso llegando a crear algunas de ellas. Los espacios de la Alhambra El Mexuar es lo más antiguo e incluso pudiera ser almohade. Los zócalos del muro van alicatados con cerámica vidriada de lacerías, líneas que se entrecruzan formando polígonos y organizaciones simétricas y puras. Con estos arabescos o lacerías se pretende acercarse al "horror vacuí”. La cubierta siempre es de madera, decorada con la-­‐
cería o ataurique o bien repujada o labrada. Patio de los Arrayanes o Alberca. Patio rectangular con estanque rodeado de setos en los lados largos y con dos pórticos en los frentes sobre columnas y arcos peraltados con decoración de yesería calada. Sobre las columnas hay pilares que separan cada arco y que forman, con una moldura horizontal bajo el alero, sendos alfices. Al fondo la torre de Comares en perspectiva. Este es uno de esos conjuntos de espacios aislados que tienen vida propia, que no necesitan de los demás para dar sensación de unidad. En cada conjunto se estudia el efecto de perspectiva contando con diferentes elementos: vegetación, agua y arquitectura, la real y la reflejada. Los dos primeros son tradicionales en el Islam por ser un bien escaso en Arabia. El Mexuar Capitel Nazarí Patio de los Arrayanes Torre de Comares Salón de los embajadores de la Torre de Comares. Torre de gruesos muros de ladrillo (se ve en las ventanas que son casi cámaras tras el arco peraltado, en una de ellas se alojaba el trono). Los muros se cubren con zócalo de ali-­‐
catado geométrico. En la zona media aparece el ataurique llenando todo el espacio y una banda de escritura cúfica (versículos del Corán) en el centro. Arriba una hilera de ventanas cubiertas con fina celosía entre otros dos frisos de decoración epigráfica Patio de los Leones. Posterior, del siglo XIV. Patio rectangular con pórticos en los cuatro lados. En los cortos avanzan 11
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e sendos porches. Todo ello sostenido sobre columnas muy finas, con basa de escocia, numerosos collarines superio-­‐
res, capiteles con dos cuerpos, cilíndrico y cúbico con ataurique en yeso. Los soportes son en dintel y los arcos sólo cuelgan como decoración en yeso, peraltados o en uve invertida. En el centro una fuente circular se sostiene sobre unos leones de esquemática ejecución. El efecto de luz tamizada entre la yesería calada, agua y perspectiva convier-­‐
te esta obra en una de las mejores de todos lostiempos. Crujía o Sala de los Mocárabes. En un frontal del patio. El arco de mocárabes es otra aportación nazarí que ellos retoman de los abásidas. Es un elemento barato y espectacular, tacos de madera cubiertos con estuco de yeso y pintura. Son como estalactitas de ensueño. Vemos también los zócalos alicatados, muros de ataurique, jambas y alfiz con escritura cúfica y todos los elementos más genuinos del arte nazarí. Patio de los Leones Sala de los Mocárabes Sala de las Dos Hermanas Sala de las dos hermanas, bóveda de mocárabes. También sirven estos tacos para formar bóvedas imposibles, de maravillosos efectos ornamentales. Los artistas no se preocupan de los elementos constructivos siempre simples; techos de madera, dinteles, muros de ladrillo-­‐ y todo el talento se vuelca en una decoración que encubre la pobre estructura. Les interesa sólo lo sensual de la arquitectura, la belleza perceptible por los sentidos. Esta bóveda está confeccionada con miles de tacos y es (todo) muy sólido porque se conserva perfectamente. En los vértices hay unas falsas trompas de mocárabes, sólo decorativas, y una banda de ventanas inundan de luz la bóveda creando juegos de luces y sombras. Jardines del Generalife. Formando un todo pero separado por un camino natural se levanta un palacete de des-­‐
canso, residencia de verano, envuelto entre jardines, setos y fuentes. Es del siglo XIV y tiene dos alas edificadas a ambos lados de un patio rectangular con un estrecho estanque en el centro y pórticos granadinos en los lados cor-­‐
tos. Aquí la vegetación y el agua se apodera a la arquitectura (debía ser un lugar más fresco). Otros edificios nazarís. Cabe destacarse, además de la Alhambra, otros edificios de este último período musulmán en España: • El Generalife. Residencia veraniega situada frente a la Alhambra. Está repleta de jardines, estanques y huer-­‐
tas. • Mezquita del Albaicín. Tan solo quedan ruinas. • Cuarto real de Santo Domingo. Torre del recinto defensivo situada también en Granada. • Mezquita de Ronda. Situada en Málaga. • Además vemos influencia nazarí en muchos edificios del Norte de África hasta el S. XVI. Destaca la Mezquita de los Kairuaníes en Fez, que sigue el modelo del Patio de los Leones. En general podemos concluir diciendo que el arte nazarí no tiene la solidez estructural y funcional del califal ni del almohade, pero le supera en delicadeza y fantasía ornamental. Influirá de manera decisiva en el arte mudéjar hispá-­‐
nico. 7.-­‐EL ARTE MUDÉJAR • El término mudéjar deriva del árabe mudaiyan (al que se le permite quedarse”. Con respecto al arte es el nombre que se dará al estilo de las obras, arquitectónicas, que se desarrollan en las zonas de los reinos cris-­‐
tianos “recuperadas” a los musulmanes, de estilo básico románico o gótico, pero con claras influencias del arte hispano-­‐musulman. • Así los edificios mudéjares combinarán elementos constructivos como el arco de medio punto y el arco 12
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e •
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apuntado (“cristianos?”) con el arco de herradura y el arco lobulado (“musulmanes?”) En cuanto a los materiales, en el arte mudéjar es característico el empleo del ladrillo (mampostería), el yeso y la madera; el ladrillo es fundamental en la construcción de muros y pilares, el yeso y la madera son utiliza-­‐
dos claramente en la decoración y en las techumbres. Cronológicamente se distinguen dos periodos coincidentes con los estilos artísticos predominantes en el mundo cristiano o Románico-­‐Mudéjar (siglos XI-­‐XII) o Gótico-­‐Mudéjar (siglos XIII-­‐XVI) Podemos, territorialmente distinguir: o Mudéjar Castellano-­‐Leonés, en el que predomina el románico-­‐Mudéjar. Un ejemplo es la Iglesia de san Tirso en León o Mudéjar-­‐Toledano, que mezcla los elementos arquitectónicos cristianos y almohades a partir del si-­‐
glo XIII. Toledo, crisol de las tres culturas de la época (judaica, cristiana y musulmana) posee varios ejemplos de este estilo como son la torre de la Iglesia de Santo Tomé o la sinagoga de Santa María la Blanca; la sinagoga del Tránsito , construida en el siglo XV, presenta una rica ornamentación de estilo nazarí; o la Puerta del Sol. o Mudéjar Aragonés, destacable fundamentalmente por la rica ornamentación tanto interior como exterior, como ocurre en la torre campanario de la Iglesia de San Martín. o Mudéjar Andaluz, localizado principalmente en Sevilla y Córdoba. Una muestra es el Salón de Em-­‐
bajadores o el Patio de las doncellas en el Real Palacio de los Alcázares de Sevilla. Los arcos ciegos del ábside de San Tirso de León Torre del Sol en Toledo Torre campanario de San Martín (Teruel) Reales Alcázares de Sevilla. Salón de Embajadores. 13
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e Albanega/
/Enjuta
Alfiz
Alicatado de lacería
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© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e Decoración epigráfica. Cúfica
“Sólo Alá es vencedor”
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© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e MEZQUITA DE CÓRDOBA
Cúpula de la maxura Cúpula de la Capilla de Villaviciosa o “Lucernario” Modillones musulmanes Arcos de la capilla de Villaviciosa (ampliación de Al-­‐Hakem II) Mirhab de la mezquita de Córdoba. Ampliación de Al-­‐Hakem II. El techo de gran parte de la mezquita se cree que era adintelado y que estaba formado por tableros de madera sobre vigas transversales respecto a las naves. Solamente en la ampliación de Al-­‐Hakem IIº se introducen las cubiertas abovedadas 16
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e 17
© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e GRANADA Puerta del vino Puerta de la Justicia Patio de los Leones Patio de los Arrayanes Puerta de Bibarrambla
Puerta de las Armas Sala de las camas Capiteles y colummnas granadinas
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© Reme Serrat Benlliure /Ildefonso Suárez e Kibla y Mirhab de la Mezquita de Hassan. El Cairo s.XIV
Palacio de la Ajafería. Zaragoza s. XI
Mimbar de la mezquita de Marrakech
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