Senado de la Nación Secretaria Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-2906/08) PROYECTO DE DECLARACIÓN El Senado de la Nación, DECLARA: Su adhesión por la conmemoración del Día Nacional de las Bibliotecas Populares, el 23 de Septiembre de 2008.Daniel R. Pérsico.FUNDAMENTOS Señor presidente: El 23 de septiembre de 1.870 se sancionó la Ley Nacional 419 que dio origen a la constitución de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares con el objeto de fomentar la creación de bibliotecas populares y protegerlas; y mediante el Decreto Nº 1.932/90, se fijó este día para conmemorar el Día de las Bibliotecas Populares. Las Bibliotecas Populares en nuestro país tienen objetivos claros y precisos: ofrecer, en forma amplia y pluralista, servicios de consulta y lectura de libros y de otros materiales afines, permitiendo a la población adquirir, ampliar, conservar, expresar y trasmitir, en forma libre, conocimientos, vivencias e ideas. Se esfuerzan, a través de la lectura placentera y de diversas acciones, en introducir al lector, y quien aún no lo es, en el mundo de la aventura, de la evolución y de la fantasía. Estos fundamentos están contenidos en los conceptos iniciales de la Ley de Bibliotecas Populares Nº 23.351, que actualmente se encuentra en vigencia, y todas las manifestaciones se dirigen a obtener estos resultados. En todos los países existen bibliotecas públicas, donde los ciudadanos pueden leer libros, revistas o diarios, sin ser propietarios del “objeto” que contiene conocimientos científicos y técnicos, narrativa, poesía. La cultura escrita está al alcance de todos sin el requisito de la apropiación individual, la propiedad es “pública” nacional, provincial o municipal, y el ciudadano puede acceder libremente a ella. En la Argentina además de Bibliotecas Públicas, existen las Bibliotecas Populares. Las creó el Presidente Sarmiento, por una ley que establecía que “las Populares” debían constituirse como producto de la asociación de personas que unieran sus esfuerzos para posibilitar el acceso universal, de pobres y ricos, de chicos y grandes, de nativos y extranjeros, al conocimiento de las letras, las ciencias y las artes. Las bibliotecas actuales además de obras literarias proporcionan información sobre servicios sociales, discos, películas y algunas de ellas cuentan con instalaciones para usar internet. Muchas patrocinan y organizan actos culturales complementarios, tales como conferencias, debates, representaciones teatrales, conciertos musicales, proyecciones cinematográficas y exposiciones artísticas. También deben ser mencionados los servicios infantiles, como lectura de cuentos, apoyo escolar o juguetes didácticos. Para responder a la amplia demanda de sus usuarios, suelen contar con libros impresos en formatos especiales, con el sistema Braille o cuentos grabados para personas que padecen problemas de visión. También un 23 de Septiembre, pero de 1.778, nació Mariano Moreno quien ordenó la creación de la Biblioteca Pública (hoy Biblioteca Nacional), como una herramienta para la apropiación universal de la cultura. La historia de las bibliotecas populares no sólo está ligada a la cultura, sino también al de la vida política de la Nación y esencialmente a la de la lucha por la libertad de pensamiento. Su origen está unido a los sentimientos de la gran masa del pueblo, porque nacieron y florecieron por la voluntad del pueblo argentino que las convirtió en una institución democrática. Juan Domingo Perón en abril de 1954, entonces presidente de la República, en el Congreso de Bibliotecas Populares se refirió a la importancia de las mismas en la formación de la cultura del pueblo y el significado humanizante del bibliotecario como intermediario entre el libro, la técnica y el lector usuario. Muchos argentinos y argentinas pudieron acceder a la cultura escrita, cumplir con la educación obligatoria, seguir estudios formales y no formales, viajar a mundos lejanos, incursionar en el placer de las fantasías literarias, gozar de la poesía, en estas bibliotecas, creadas, organizadas y funcionando gracias a la solidaridad de los que aportaban una pequeña cuota mensual para que todos pudieran leer. Las bibliotecas populares son refugios de la cultura, con diversos mecanismos de revalorización del libro y la lectura, y ellos han contribuido al pluralismo ideológico, la difusión del conocimiento científico, la información democrática, el encuentro y la educación permanente del pueblo. Por lo expresado, solicito a mis pares me acompañen en este proyecto. Daniel R. Pérsico.-