Diciembre 1949 ANALES DE MEDICINA Y CIRUCIA 537 verificar la resección de 8, lo cual demuestra que aún llegan estos enfermos tarde a las manos del cirujano. Los resultados son buenos con la resección, presentando algunos enfermos operados hace más de dos años. • Cáncer experimental del estómago del ratón Dr. R. ROCA DE VIÑALS Sesión clínica del día 24 de Marzo de 1949 • experimentos que acontinu~ción e~pone, se basan en los ,~fect?s .que sobre el metabolIsmo de las celulas ejercen algunas .substanCIas ultlmamente descubiertas,· y de ellas especialmentre, la acción del ácido fólico, tan específica rsobre la maduración de los elementos megaloblásticos. Ex:pone su opinión sobre la patogenia die los procesos neoplásicos, y señala como dato importante que en las neoplasias tienen mayor importancia los procesos de diferenciación celular, que los de reproducción celular, y se refieI1e a la posibilidad de que el fallo de los mecanismos reguladores de la diferenciación celular pU1edan ser el primer paso a los procesos proliferativos neoplásicos. Sobre esta hipótesis de trabajo, inicia unos experimentos en el ratón, inyectan:do dosis repetidas y elevadas de Histamina, con objeto de actuar sobre las células de la mucosa gástrica. Los resultados verdaderamente sorprendentes, a los seis meses de haberse iniciado el experimento, han sido motivo de presentar esta nota previa,en es'pera de poder confirmar estos resultados. En los cuatro últimos ratones que constituían el lote de experimentación, :en dos de ellos sle comprobaron lesiones de papilomatosis visible macroscópicamente y en los ,cuatro lesiones microscópicas die carácter proliferativo atípico, más o menos acusadas, en los dos epitelios malpigiano y cilíndrico que tapizan el preestómago y estómago del ratón. Además de estas lesiones encontró procesos inflamatorios muy acusados, y que en algunos puntos Uegan a constituir infiltrados que recuerdan las gas tri tis flemonosas . . Este experimento llevado a cabo en el Laboratorio del Servicio del Profesor L. G. GUILERA, es una prueba más de la colaboración con los servicios de Patología Digestiva y Patología Quirúrgica die este Hospital. L OS • Quistes del Páncreas Dr. A. GALLART-ESQUERDO Sesión clínica del día 31 de Marzo de 1949 esta denominación se han descrito durante mucho tiempo formaciones quísticas completamente diferentes desde :el punto de vista anatomopatológico. Dejando aparte los quisves congénitos y los quistes hidatídicos, los quistes del páncreas pueden dividirse en verdaderos y falsos. En la actualidad, ,es hecho definitivamente adquirido que los quistes verda- C 41 ON ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XXV .. N.O 54 deros son muy poco frecuentes; ,en realidad, la inmensa mayoría de las tumoraciones quísticas designadas por los autores clásicos con el nombre de quistes del páncreas, no eran más que seudoquistes. A continuación, el ponente detalla minuciosamente las caract.1erísticas diferenciales que existen entre los quistes verdaderos y los falsos quistes. Cuando el exaffilen histológico no nos aclara si se trata d·e un quiste verdadero o de un seudoquiste, existen dos datos que, según el ponente, nos resuelven este problema con seguridad casi absoluta; son los siguientes: a) si durant.1e la laparotomía, la punción de la cavidad quística ha dado salida a un líquido claro, es ca!Si seguTO que estamos frente a UI! quiste verdadero, y b) si el cirujano ha podido enuclear completamente la tumoración, estle mero hecho indica con» guridaid abs:oluta que se trata de un quiste verdadero. Los quisf),es vle¡rdJadJeros o quisttes glandUila71es, pueden revtestir dos variedades: los qwifjtles por 11eItlerliC'Íón, pequeíi.os y múltiples, cuya existencia debe considerar.Sle dudosa, y los quisJJe'S gbaJ.11J.d'ulr:t71efj p71oljJliam¡erntle Id1ilC1hos, casi siempre grandes, multiloculare.s y únicos. De estos últimos, el ponente ha<;:e un acabado estudio, pasando revista a la etiopatogenia, la anatomía e histología patológi. cas, la sintomatología, la evolución, el pronóstico y el tratamiento. Los falsos quist:,e'S o Ste'ud!oquiSttes pueden ser traUimátiool5' o n)eicróti,(;ios. Los primeros, son la secuela, más o menos tardía, de un traumatismo de la glándula, y los segundos aparecen después de una o varias crisis agudas o subagudas de necrosis pancreática. Estudia detalladamente ambas variedadies y sus características diferenciales. El ponente termina su documentada comunicación con u'n estudio clínico y radiológico del diagnóstico topográfico de las formaciones quísticas del páncreas, aportando una seri<ede datos de interés. que demuestran su profundo conocimiento de esta cuestión, y varias imágenes radiográficas muy demostrativas, entre las cuales merece destacarse una en la que se apTiecian todo el conducto de Wirsung con sus múltiples .afluentes, el de Santorini y el coledoco. • Dos casos de ictericia mortal Dr. T. PINÓS Sesión clínico del dío 7 de Abril de 1949 presientan dos casos de ictericia mortal con un cU3'dro final parecido, pero con una evolución clínica completamente distinta. En uno de ellos, diagnosticado de ictericia hemolítica, la muerte sobrevino por lesión general probablemente por acción ¡enzimática hemolítica de la lisolecitina, con repercusión hepática funcional secundaria. En el otro, cuyo diagnóstico fué de atrofia aguda amarilla de hígado, el éxitus sobrevino por la alteración hepática grave que repercutió sobre iel estado general. Se comentan minuciosamente los datos de la historia clínica del primer caso, recalcando sobre todo el comienzo de la ictericia ya en la infancia, evolucionando en el transcurso de su vida en' forma de brotes y casi siempre previo un proceso infectivo, o una transgresión diietética. No falta en este caso ninguno de los tres síntomas clásicos de la ictericia hemolítica: la ictericia con su evolución' típica, la e~plenomegalia y las alteraciones hemáticas consistentes sobre todo ¡en una disminución de la resistencia osmótica de los eritrocitos (resisten- S E