ficio zoecial profundo, sobre la gruesa pared frontal, en forma de un

BOLETÍN DE L A R E A L SOCIEDAD
ESPAÑOLA
ficio zoecial profundo, sobre la gruesa pared frontal, en forma de
un peristoma no saliente, con orificios primario y secundario casi
idénticos. E l opérculo, por su globosidad anterior, queda, sin
embargo, superficial, y ello explicaría la gran longitud de los
ligamentos d e inserción de los
músculos oclusores. Esta abertura zoecial, larga, de tipo gemeliporoideo, tiene el borde inferior
débilmente curvado hacia arriba,
con
apariencia
de un pequeño
diente, y el borde anterior provisto de cuatro espinas (fig. 2, A),
no consignado esto en la descripción original; pero carácter constante en todas
las zoecias de
nuestro ejemplar. Mirada por el
lado interno, se ven dos cóndilos
muy desarrollados. Las avicula:Fig. \.—Gemellíporella
oranensis(Waters), zoecias vistas por el lado interno; a, avicularias; B, pared distal
con dos séptulas multiporas.
rias situadas muy generalmente a
uno y otro lado, con mandíbula
triangular muy larga, encorvada,
y poderosos músculos ( f i g . 2, ni)
no son frontales, sino que deben ser consideradas como inter-zoeciales, ocupando cámaras distintamente separadas, como se
prueba mirando por el lado dorsal, después de quitada la pared.
En el fragmento observado no existen ovicelas.
La pared distal de las zoecias lleva dos séptulas multíporas, a
modo de depresiones alargadas (fig. 1, B). El polipidio tiene unos
quince tentáculos.
Es muy difícil situar genéricamente esta especie, faltando los
datos sobre la existencia o caracteres de la ovicela, por lo cual ha
de resultar inseguro. Waters ( l o e . cit.) indicaba podía sospecharse
por la colonia cierta semejanza con Fedora Jullien, 1882; pero
el orificio no está en el centro y terminal, como correspondería a
zoecias erectas. Por la forma de éste y su alargamiento, podía
incluirse en Gemellipora
Smitt, 1872; pero fundado éste con ca-
racteres insuficientes y seleccionada como genotipo G. ebúrnea
Smitt e incluido en su familia Liriozoidae
por Lenvinsen, 1909, la
especie de que tratamos no cabe dentro de ella. Teniendo en cuenta
simplemente la abertura zoecial y la calcificación, siquiera el pleu-