LOS M OLI NOS DE VI EN TO MOLI OLINOS VIEN ENT A FFA AVOR Gerardo Tagliaferro Antes de fin de año se incorporarán unos 400 megavatios de potencia eólica a la red eléctrica. En los próximos dos años esta cifra aumentará a 1200 MW. Esto significa un aumento de 35 % sobre la actual capacidad instalada de generación y servirá para abastecer el 40 % de la demanda. Cuando UTE inauguró, en 2010, la ampliación del parque “Emanuele Cambilargiu” (Sierra de los Caracoles), se estimaba que para 2015 el país contaría con 500 MW de potencia de origen eólico. Era un desafío importante: el parque Cambilargiu -el más grande hasta ese momento- llegaba con la ampliación a 20 MW. Hoy UTE cuenta con 58 MW de potencia eólica que son suministrados por ese emprendimiento propio y por empresas privadas. A esto se suma, al momento de escribir este artículo, el Parque Eólico Maldonado (R del Sur, de 50 MW) que quedó en condiciones de comenzar a entregar energía. Pero se confía en que antes de fin de año una decena de parques estén en condiciones operativas, lo que significará alrededor de 400 MW más. Y cuando concluya el año 2015, aquel objetivo de 500 megavatios será duplicado largamente. El paisaje que puede verse en torno a algunas rutas nacionales está comenzando a cambiar definitivamente: en no más de dos años serán cerca de 500 los aerogeneradores o “molinos” que pasarán a formar parte del escenario. En los próximos meses Actualmente están en carpeta, con distinto grado de avance, 29 proyectos, de los cuales alrededor de 20 seguramente estarán operativos en los próximos dos años. Cuando esto suceda, el país podrá contar con alrededor de 1200 MW de energía eólica, lo que representa un aumento de 35 % en la capacidad instalada y la posibilidad de abastecer por esta vía el 40 % de la demanda. La inversión prevista para esos 1200 MW es de alrededor de 2400 millones de dólares. Un dato adicional importante: la normativa que regula la instalación de parques eólicos establece que un 20 % de la inversión debe tener “contenido local”, es decir que debe volcarse en el país a través de mano de obra, insumos de construcción, industrias auxiliares (transformadores, cables, metalúrgica liviana), estudios técnicos, servicios, etc. 58 ISSN 1688-2889 - A ÑO 8 - n.° 54 - 3/2013 (58-61) Parte de esta inversión es afrontada por la propia UTE a través de distintos mecanismos, ya sea en exclusividad o en asociación con otros actores. Pero la mayor parte se canaliza a través de emprendimientos privados, al amparo de la normativa aprobada desde el año 2006 para impulsar el desarrollo de las fuentes alternativas de energía, y en particular la eólica. Los parques cuya instalación está más avanzada y se estima serán los primeros en comenzar a operar, algunos en este primer semestre, son: El parque eólico más grande en desarrollo hasta el momento es el de Pampa, propiedad de UTE y ubicado en el kilómetro 320 de la Ruta 5, en el departamento de Tacuarembó. Con 82 molinos y una potencia total de 140 MW, estará operativo en el primer semestre de 2015. La inversión total asciende a 275 millones ISSN de 1688-2889 dólares, de los un 70 % es financiado por 59 la - AÑO 8 - cuales n.° 54 - 3/2013 Los molinos de viento afavor - Gerardo tagliaferro banca internacional (KfW y Bayern LB con soporte de Euler-Hermes, Alemania) y el 30 % restante es por la banca nacional, a través de socios minoristas e institucionales. En el siguiente gráfico se resume la incorporación de energía eólica prevista por trimestre durante los años 2014 y 2015, así como la participación creciente de esta fuente en el total del consumo de energía eléctrica a nivel nacional. Un molino, dos mil hogares La generación eléctrica de fuente eólica es más de dos veces más barata que cualquier alternativa térmica basada en combustibles fósiles. Por tanto la incorporación masiva de esta fuente de energía, además de aportar soberanía energética, posibilitará una baja del entorno del 25 % de los costos de abastecimiento de la demanda. Pero además de ser más barata, la generación de origen eólico disminuye el riesgo de tener que afrontar altos costos ante una sequía, porque es una generación que aporta un volumen estable de energía en una medición interanual. El gráfico de la página siguiente muestra la reducción del promedio del Costo de Abastecimiento de la Demanda (CAD) previsto para los años siguientes debido a la incorporación de energía eólica (curva azul). También permite apreciar la reducción de la vulnerabilidad de costos respecto de las sequías (curva fucsia). Cada megavatio de fuente eólica incorporado al sistema produce una cantidad equivalente de energía al consumo de 1000 hogares. Podemos decir entonces que cuando veamos un aerogenerador funcionando a plena capacidad -lo que en general equivale a una potencia de 2 MW- sabremos que está dando energía eléctrica a unos 2000 hogares uruguayos. La participación privada Desde 2005 el Poder Ejecutivo trabajó en el diseño de una Política Energética de corto, mediano y largo plazo, que en lo global abarcara el período 2005-2030. Esta visión fue compartida por la totalidad del espectro político y en febrero de 2010 los cuatro partidos con representación 60 ISSN 1688-2889 - A ÑO 8 - n.° 54 - 3/2013 (58-61) parlamentaria firmaron un Acuerdo Multipartidario sobre Energía, que recoge los principales lineamientos de esa política. Dentro de este Acuerdo se establecieron criterios para el desarrollo de las fuentes alternativas de energía, en sintonía con el objetivo de introducir cambios en la matriz energética nacional. En particular, en lo que hace al impulso de la generación eólica, UTE asumió el protagonismo tanto en el desarrollo de iniciativas propias como en la incorporación de actores privados a gran escala. Su accionar se enmarca en lo dispuesto por el PE a través de la Política Energética 20052030 que establece: “Los actores privados participan en el sector energético de acuerdo a los lineamientos determinados por el PE, procurándose evitar que existan actores dominantes dentro de cada subsector. Se buscará el camino para que esta participación privada contribuya al fortalecimiento del aparato productivo nacional, generando transferencia de tecnología, calificando mano de obra especializada, desarrollando capacidades industriales, etc.” En ese contexto, de los 1200 MW que se prevé ingresen al sistema en los próximos dos años, UTE ha suscrito hasta el momento 21 contratos con generadores privados, por un total de 883 MW. A esto hay que agregar otros dos proyectos que ya están adjudicados, aunque aún no se ha firmado el contrato respectivo. El marco normativo ha debido irse adaptando a la realidad y a las necesidades, que han evolucionado a un ritmo mucho más acelerado que las previsiones. Los primeros decretos relacionados con la compra de energía a actores privados partían de la base de que era posible contar en 2015 con 150 MW de fuente eólica. Hoy estamos ante la posibilidad cierta de una cifra, para fines de ese año, ocho veces superior. La normativa sobre generación eólica puede consultarse en http://www.energiaeolica.gub.uy/index.php?page=normativa. El 22 de julio de 2013 se registró el pico histórico de demanda en el país: 1918 MW. Los mínimos históricos diarios se sitúan entre 600 y 800 MW. Esto permite un comentario final tan anecdótico como ilustrativo: cuando Uruguay cuente con 1200 MW instalados de potencia eólica, llegará el momento en que, en horas de baja demanda y con buenos vientos, toda la actividad del país podrá ser sustentada por energía limpia, barata y renovable, proveniente de los molinos de viento. Algo que hace tan solo unos pocos años no pasaba de ser una utopía.• ISSN 1688-2889 - AÑO 8 - n.° 54 - 3/2013 (58-61) 61