De los 18 a los 24 meses

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De los dieciocho a los
veinticuatro meses
Tu niño ha llegado a los 18 meses, ya ha estado caminando por un
tiempo y cada día lo hace mejor. También está desarrollando otras
destrezas; le gusta explorar y jugar. A pesar de su progreso, tal vez se sienta
insatisfecho y frustrado cuando no pueda hacer lo todo lo que quiera. Los fracasos y
las frustraciones a menudo llevan a los berrinches. Su seguridad es asunto de preocupación,
por lo que la supervisión debe ser mayor y continua. Éste es el último volante que recibirás de
Baby Your Baby. Confiamos en que tú y el niño se hayan beneficiado con la información que
hemos compartido contigo. Buena suerte en el futuro y disfruta tu función de madre.
El desarrollo de tu
bebé
DESARROLLO GENERAL
El crecimiento del bebé continúa pero a un
ritmo más lento que hasta ahora. Ya
tendrá unos 16 dientes; dormirá entre 10 y
12 horas en la noche y sólo dormirá una
siesta durante el día..
DESARROLLO DE LOS
MÚSCULOS GRANDES
Seguramente el niño habrá aprendido a
correr aunque deba detenerse antes de
cambiar de dirección. Está aprendiendo a
subir y bajar las escaleras (aunque no
alternando píes). Puede lanzar una pelota,
sentarse en su silla y treparse a todo, así
que debes prestarle mucha atención.
DESARROLLO DE LOS
MÚSCULOS PEQUEÑOS
Éste es el momento en que el niño irá
refinando todo cuanto haya aprendido.
Sus rayones se transformarán en líneas e
intentará hacer círculos. Apilará bloques y
sabrá cómo operar algunos juguetes sin tu
ayuda.
EL DESARROLLO DE TU BEBÉ
El niño es ahora una persona muy
ocupada; no tiene mucho interés en la
comida e irá mejorando sus destrezas
mecánicas. Recuerda que su ritmo de
crecimiento ha disminuido y que comerá
bien sólo una comida al día. No te
preocupes por su cambio de actitud hacia
la comida. A esta altura el niño ya podrá
quitarse ciertas prendas de vestir por sí
mismo y con un poco de ayuda tuya tal
vez podrá quitarse los zapatos si las
correas no están atadas.
A fin de cuidar
debidamente de su
bebe, debe llevarlo al
medico a los
18 meses y a los
24 meses de edad
¡Vaya
temperamento!
DESARROLLO DE
DESTREZAS SOCIALES
El niño está desarrollando su propia
personalidad con gustos bien definidos. A
esta edad debes estar preparada para una
conducta más negativa que antes de parte
del niño; es posible que se resista a comer
ciertos alimentos y a hacer cosas que antes
le gustaban. Evita darle opciones como si
estuviera en él decidir, sobre todo si es
algo que debe hacer. Por ejemplo, no le
preguntes si quiere ir a dormir, sino dile
que es hora de ir a la cama. Él ahora
presta más atención y puede jugar solo
por espacio de 10 a 15 minutos o más. Está
empezando a desarrollar su razonamiento
pero no tiene mucho sentido común. Es
curioso y muy impulsivo pero tratará de
entender lo que le expliques si son cosas
sencillas y breves.
Puedes llevar cuenta de las etapas de
crecimiento del bebé en el Registro de la
Salud de Baby Your Baby.
¿Qué les sucede a esos bebés tan dulces a
quienes tanto amamos? Llegan a ser niños
independientes, aún amorosos, aún
encantadores y muy ocupados. Al llegar a
los dos años, lo ponen todo a prueba; el
niño descubre lo que puede hacer con el
cuerpo, a expresar sus ideas y a controlar
sus impulsos y lo que otras personas
esperan de él. Aprende a medida que
prueba, explora y experimenta y en el
proceso, es posible que tenga algunas
experiencias que le resultarán negativas,
que le causarán frustración y que le
llevarán a tener berrinches.
Todo niño tiene esos momentos de
descontrol y todo padre ha pasado
vergüenza a causa de ellos. A menudo los
padres temen que el niño se lastime al
golpearse la cabeza o al aguantar la
respiración, pero no hay motivo para
preocuparse pues el instinto prevalecerá y
los padres deben aceptar que su niño no
los odia sino que es su manera de liberar
su frustración.
Los niños descubren rápidamente que
pueden usar los berrinches para hacer que
los padres cedan ante sus demandas. Trata
de entender la frustración del niño, pero
no dejes que te controle.
La paciencia puede hacer mucho para
lograr que la vida del niño sea más
cómoda para todos. Ten presente lo
siguiente:
• El niño que está cansado o agitado es
propenso a tener berrinches.
Evita las situaciones que estresen a tu
niño cuando esté cansado, tal como ir al
mercado. Haz estas cosas cuando esté
descansado y regresa con él lo antes
posible.
• Las rutinas predecibles en las
actividades diarias son importantes
para los niños pequeños.
Establece horarios regulares para las
comidas, la hora de dormir y la de jugar.
Los juguetes, los muebles y el lugar
donde juega deben ser seguros y
permitirle explorar y desordenar. Los
niños de esta edad no siempre saben
jugar con otros y compartir juguetes, así
que es bueno tener estas limitaciones
presentes.
• La lucha por el control lleva a
berrinches.
Siempre que sea posible, permite al bebé
tomar decisiones (entre opciones que
sean aceptables para ti): el suéter azul o
el amarillo; el osito o el payaso; jugo de
manzana o leche. No te alteres por cosas
insignificantes. En cuanto a las más
importantes, tus acciones valdrán más
que las palabras; los niños no siempre
razonan.
Hay veces que el buscar otro juguete o
actividad puede dar buenos resultados,
mientras que otras tendrás que ejercer
más autoridad retirando algo del alcance
del niño que pueda hacerle daño. Nunca
le preguntes “¿Quieres…?” A menos que
esté bien si responde “No”. Más bien
trata de invitarlo a hacer algo juntos y
después hazlo.
• El niño siempre pone a prueba sus
límites ya que el aprender lo que se
espera de él lleva tiempo y práctica.
Puedes ayudarlo fijando límites claros y
constantes y haciéndolos valer con
cariño pero firmemente. Enséñale lo que
es aceptable y demuéstrale que lo harás
cumplir. Prepárate para hacerlo una y
otra vez, pero cuando él recuerde y
actúe como lo deseas, reconócelo con un
voto de aprobación.
• Si el niño pierde el control, tú mantenlo.
Tomar represalias, castigar, ridiculizar y
usar palabras crueles empeora las cosas.
Si la situación lo permite, ve a otra
habitación. Si estás fuera de la casa, tal
vez debas llevar al niño al auto y esperar
con él hasta que se calme. Algunos niños
(no todos) podrán permanecer hasta un
máximo de 5 minutos en una esquina o
en una silla. La experiencia demuestra
que cuando no tienen un auditorio, los
berrinches duran menos. Tú irás
dándote cuenta de qué es lo que
funciona mejor con tu niño. Cuando
pase la tormenta, demuéstrale que aún le
amas, aunque sin disculparte por las
medidas tomadas con él.
• Si sientes que se te acaba la paciencia,
asegúrate de que el niño esté en un
ambiente seguro (preferentemente al
cuidado de otra persona responsable), y
después apártate hasta que puedas
retomar el control de tus emociones.
Sal a caminar, date una ducha, llama a
una amiga o haz cualquier otra cosa que
te ayude. Si el niño suele tener
berrinches constantemente o si las cosas
parecen empeorar, no vaciles en
procurar ayuda. Muchas veces sucede
que la actitud o las frustraciones del
niño pueden despertar reacciones
extremas aún en los padres más
amorosos. No hagas frente a estos
problemas sola; llama a tu médico o al
departamento de salud local y ellos
podrán remitirte a varias fuentes de
ayuda.
El oído y el habla
La siguiente lista de verificación es una
guía en cuanto al desarrollo normal del
oído y el habla para un niño de 18 a 24
meses. Con el paso del tiempo, fíjate si el
niño puede hacer lo siguiente:
 Busca los ruidos en todas las
direcciones
 A los 2 años de edad empieza a usar
frases de dos palabras en el idioma
que se le hable en la casa
 A los 2 años, los padres entienden al
menos la mitad de lo que habla
 Usa “sí” o “no” hablando o moviendo
la cabeza
 Sigue instrucciones sencillas con
objetos como: “Toma la pelota”,
“Empuja el auto” o “Lanza la pelota”
 Sometimes repeats requests
 A veces repite lo que se le pide y hace
preguntas de 1 o 2 palabras como
“¿más?”, “¿dónde gato?”, etc.
Algunas sugerencias para actividades del
habla:
• Lleva al niño contigo cuando vayas al
mercado, al garaje, a trabajar en el
jardín, etc. Háblale de lo que ves
cuando estén en ese lugar y asegúrate
de darle participación en las
actividades, aunque eso signifique que
no puedas hacer todo lo que querías.
• Asegúrate de ser un buen modelo en
todo momento, hablándole lenta y
claramente. Dale una dirección a la vez.
• Léele libros sencillos de figuras
señalándole lo que sucede en las
ilustraciones.
También puedes estimular el habla de tu
niño de 2 años de edad:
• repitiéndole nuevas palabras
• ayudándole a prestar atención y seguir
instrucciones por medio de juegos y
actividades como: “toma la pelota”, “toca
la nariz de papá”
• hablándole de lo que estás haciendo
• escuchando música con él
• escuchándole cuando habla sin decirle
nunca que no entiendes lo que dice
• teniendo una conversación con él
• haciéndole preguntas para estimular su
capacidad de expresión.
Los niños encuentran
consuelo en la
regularidad y el
orden, principalmente
a la hora de ir a la
cama.
Nutrición
A esta edad, los niños no aceptan nuevos
alimentos enseguida y posiblemente debas
tratar unas 15 veces antes de que los coma.
Además, los niños se ponen quisquillosos y
no comen mucho. Es importante que los
padres no se alarmen y sepan que a esta
edad, los niños no crecen tan rápidamente.
Pese a ser quisquillosos y a que cambia el
ritmo de su crecimiento, los padres deben
animar a sus niños mediante su propio
ejemplo con buenos hábitos de comida.
A esta edad el niño tendrá necesidad de
comer más frecuentemente ya que el
estómago es pequeño y requiere mucha
energía para sus actividades. Ya que las
meriendas pasan a ser una importante
fuente de nutrición, tendrás que planear lo
que se le dará de comer
La merienda nutritiva debe satisfacer el
apetito del niño al menos por un par de
horas. Los alimentos que selecciones deben
contener proteínas, carbohidratos y grasas.
La mayoría de los alimentos son buenos
también para meriendas.
Al preparar meriendas, escoge comidas de
los grupos de pan y cereales de grano
integral, frutas, verduras, carnes y leche.
No le des alimentos ricos en azúcar ni
grasa.
Considera las siguientes combinaciones:
• ¼ de “bagel” y jugo 100% natural
• Queso en tiras y “bagels” pequeños
• Batido de banana
• Queso y galletas
• Fruta y yogurt con galletas “Gram.”
• Leche y cereales sin azúcar
• Burritos blandos con queso y fríjoles
refritos con poca grasa
• Galletas de avena y leche
• Verduras blandas (calabacín, zanahorias
cocinadas) con requesón
• Pan de calabacín y fruta en rodajas
• Budín o compota de manzana
Es importante seguir ofreciéndole una
variedad de alimentos. Aunque no le guste
algo la primera vez, sigue dándoselo por
un par de semanas.
Dientes saludables
Si aún no lo has hecho, da a tu niño su
propio cepillo para los dientes el cual debe
ser pequeño y blando.
Al principio tú deberás lavarle los dientes
hasta que él desarrolle las destrezas
mecánicas que le permitan hacerlo solo,
más o menos a los 8 años de edad. Usa
poca pasta dental pues los pequeños no
escupen bien y pueden tragarla.
Es importante que el niño reciba alguna
forma de flúor a diario (en el agua o en
suplementos). La Asociación de
Odontólogos de los Estados Unidos
recomienda que se les dé a los niños una
dosis adecuada de flúor hasta los 16 años.
Algo más, si tu niño aún bebe del biberón
o de una taza con chupón, quítaselo lo
antes posible para evitar la carie dental.
Cómo enseñar al
niño a pedir para ir
al baño
Las opiniones sobre cuándo y cómo se
debe entrenar al niño para pedir para ir al
baño, varían considerablemente y es un
asunto individual. Por lo general, el grado
de éxito será mucho más alto si los padres
aguardan por lo menos hasta que el niño
tenga 18 meses, y aún esa edad puede ser
demasiado temprana para el niño.
La edad no es un indicador confiable de
cuándo el niño estará pronto para pedir
para ir al baño. Más bien fíjate en las
siguientes señas de que haya desarrollado
las debidas destrezas.
1. Control muscular: Debe alcanzar el
control voluntario de músculos
específicos, lo cual generalmente ocurre
cuando el niño mantiene los pañales secos
durante la siesta y de vez en cuando a lo
largo de la noche.
2. Comunicación: El niño debe poder
decirle a los padres (mediante palabras o
gestos) que necesita ir al baño, para lo que
debe reconocer y comunicar “la necesidad
de ir”.
3. Deseo: El que tenga los pañales limpios
es comúnmente el deseo de los padres. No
obstante ello, el niño quiere complacerlos
e imita la conducta deseada; pero debe
imitar otras conductas poniendo juguetes
y otros objetos donde corresponde.
Estos tres factores básicos se hacen
generalmente presentes más o menos a los
2 años y medio pero nunca antes de los 18
meses.
El sueño
Los padres han intentado todo tipo de
estrategia para que el niño duerma una
siesta o vaya a la cama en la noche sin
resistirse. Por un lado están los padres que
dejan que el niño llore hasta quedarse
dormido, mientras que otros lo toman en
brazos cada vez que empieza a llorar. Hay
padres que dejan que el niño duerma en la
cama de ellos. En cualquier caso, se debe
buscar una rutina razonable para niño y
padres.
EL LLANTO
There is no simple solution to prevent No
hay una solución sencilla para prevenir el
llanto antes de dormir, pero hay una
forma de que vaya a la cama sin llorar
demasiado. Si tu niño llora después de
ponerlo en la cama, vuelve a los 5 minutos
y asegúrale que todo está bien. No
permanezcas con él ni lo levantes. Si sigue
llorando vuelve cinco minutos después y
repite el proceso. Con el tiempo irá
captando la idea y tú irás a verlo cada 10
minutos y verás que cada noche los
períodos de llanto serán más breves.
LA HORA DE IR A DORMIR
Los niños encuentran consuelo en la
regularidad y el orden, principalmente a la
hora de ir a la cama. Una hora fija para ir
a dormir y una rutina constante ayudará
al niño a dormirse más rápido y a
descansar mejor.
Dentro de esa rutina tienes que tener un
tiempo para que se tranquilice y se relaje.
Eso puede lograrse con el baño, el lavado
de los dientes, elegir un juguete con el
cual dormir, leerle un cuento, darle un
poco de agua, besos y abrazos.
Tal vez querrás limitar el número de pasos
en la rutina para que no tengas que pasar
demasiado tiempo preparando al niño
para ir a dormir. Empieza unos 30 minutos
antes de que deba acostarse pero no te
apures ya que eso hace que resulte más
difícil que se tranquilice.
LA HORA DE LA SIESTA
Hay una gran variedad en la cantidad de
siestas que necesitan los niños. Algunos de
ellos siguen durmiendo dos siestas
mientras que otros, ninguna. Para que tu
niño duerma la siesta, sigue algunos de los
mismos pasos que empleas para la hora de
ir a dormir en la noche.
Verás que el niño dormirá mejor después
de haber estado activo seguido por un
momento de calma. El estar demasiado
estimulado e inquieto hace más difícil el
que quiera ir a dormir. Los padres pueden
tratar de que el niño duerma una siesta lo
suficientemente larga como para estar más
feliz y tener más energía después.
Por último, no pongas a tu niño a dormir
durante el día como castigo, ya que puede
crear en él asociaciones desagradables y
hacer que no quiera ir nunca a la cama.
Busca una forma más eficaz de demostrar
tu desaprobación.
EL DORMIR CON LOS PADRES
Los niños aprenden que son personas
individuales al dormir en su propia cama.
El dormir separados de sus padres les
ayudará a aceptar otras separaciones en el
futuro, tales como cuando se le deja al
cuidado de otra persona y al ir a la
escuela. (Siempre habrá excepciones, como
cuando el niño está enfermo o cuando se
presenta una crisis familiar).
Vacunas
Entre los 15 y los 18 meses el niño tiene que
haber recibido la primera serie de vacunas
de DTP, polio, influenza tipo b (Hib),
hepatitis B y MMR, para que se le
considere debidamente vacunado. Estas
vacunas son necesarias para que el niño
tenga el grado más alto de protección
contra enfermedades.
Si ya las ha recibido todas, las próximas
que se le tendrán que dar son las DTP,
MMR y polio, antes de empezar el jardín
de infantes (preschool), al cumplir los 4 o 5
años de edad.
Seguridad
Tu niño está desarrollándose rápidamente
en estos momentos; es activo, curioso y
quiere explorarlo todo. Puede caminar,
correr, saltar, trepar y meterse por todos
lados, más que nunca antes. Pasa más
tiempo al aire libre jugando y en otras
actividades. A medida que su capacidad de
movilizarse crece rápidamente, también
aumentan los riesgos de accidentes y
lesiones.
Un factor vital para reducir o aumentar
estos riesgos, es la percepción de los padres
en cuanto al grado de seguridad del niño.
Puesto que ya no es un “ser indefenso”, a
menudo los padres sobreestimarán su
capacidad de reconocer y evitar riesgos, o
tal vez subestimen cuán frágil y vulnerable
es en realidad y cuán rápidamente puede
meterse en problemas. Por tales razones, a
veces los padres no ofrecen la debida
protección y supervisión.
LA SEGURIDAD DEL NIÑO
COMO PASAJERO
El niño tendrá que usar su silla de
seguridad en el auto hasta que pese 80
libras o mida 4 pies y 9 pulgadas. Los
cinturones son fabricados para adultos y
los niños necesitan protección adicional.
Cuando pese 40 libras lo puedes sentar en
una silla tipo “booster”.
LA SEGURIDAD EN EL AGUA
YA tu niño tal vez le encante el agua, pero
no se le debe dejar solo ni un minuto pues
se puede ahogar. No pienses que no hay
riesgo porque haya muy poca agua; ha
habido niños que se ahogaron en apenas
unas pocas pulgadas de agua en bañeros,
charcos, inodoros, etc. Un cerco, un portón,
una pared u otra barrera, no siempre
garantizarán la protección. La única
solución segura es la supervisión constante.
Nunca dejes al niño desatendido en el
agua o cerca de ella.
SEGURIDAD EN LA CALLE
El vecindario está lleno de cosas para que el
niño descubra y se divierta. El peligro está
en los vehículos que pasan por la calle y
que entran y salen de casas o estacionan
contra la acera. Es posible que el niño esté
detrás, adelante o debajo del vehículo y por
ser tan pequeño el conductor no lo vea.
También en este caso, la clave para prevenir
accidentes está en la supervisión de un
adulto. El niño no debe jugar en lugares
peligrosos.
Nunca dejes al niño sin cuidado en la
calle ni en ningún otro lugar por donde se
desplacen vehículos.
SEGURIDAD DE EQUIPOS DE JUEGO
Los juegos de jardín ofrecen diversión y
son beneficiosos para el crecimiento y el
desarrollo del niño. Sin embargo, los
columpios, los toboganes, los trampolines,
etc., presentan riesgos para los niños
pequeños. La mayoría de los juegos de
jardín o de plazas están diseñados para
niños más grandes y si se le deja al niño sin
supervisión tal vez querrá imitar a los
mayores y usará los juegos de una manera
insegura. Como resultado puede sufrir
lesiones aún de gravedad. Una vez más, la
única prevención adecuada para evitar
accidentes y lesiones es la supervisión de
un adulto.
Nunca dejes al niño desprovisto de
supervisión en los juegos de jardín o de
plaza.
Recuerda que tu niño tan curioso y lleno de
energía necesita supervisión en todas sus
actividades; su seguridad depende de ti.
La salud de la
madre después de
dar a luz
A estas alturas tú estarás corriendo detrás
de tu niño por toda la casa. Eso es bueno
porque estás haciendo ejercicio, quemando
calorías y fortaleciendo tus músculos con
tanta actividad, pero no olvides que debes
atender tus necesidades también. Tal vez
debas considerar hacerte socia de un club
o tomar clases especiales para mamás y
bebés. También sería bueno que
incorporaras los juegos con el bebé a tus
metas físicas como correr, saltar, jugar en
una piscina no muy honda, etc.
ACTIVIDAD FÍSICA
Si planeas ir a un gimnasio que cuente con
un lugar para cuidar al niño, es
importante que te informes sobre el
personal y el equipo antes de dejar a tu
niño allí. Observa cómo él interactúa con
otros niños. Confía en tus instintos y si te
gusta el lugar, es una buena idea que
familiarices al niño con las instalaciones
antes de dejarlo al cuidado de esas
personas, de lo contrario tal vez debas
pasar una buena cantidad de tiempo con
él en vez de dedicarlo a tus actividades
físicas.
NUTRICIÓN
Si aún no has podido librarte de algo del
peso ganado en el embarazo, tal vez éste
sea el momento de evaluar tus hábitos de
alimentación. Es importante que sepas
qué, cuándo, dónde y cuánto comes. Al
tratar de cambiar esos hábitos, empieza a
llevar un diario donde anotes todo cuanto
comes, a qué hora del día, dónde y cuánto
comes y cómo te sientes después de
comerlo. Después de dos semanas de
llevar el diario, identificarás cuándo comes
más de la cuenta y empezarás a hacer los
cambios necesarios para sentirte mejor.
La información que contiene este boletín no ocupa el lugar del asesoramiento médico, siquiátrico o sicológico.
Te aconsejamos que consultes a tus médicos en cuanto a preguntas o problemas específicos
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