Regiones biogeográficas.

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Regiones biogeográficas.
En España se diferencian tres grandes regiones biogeográficas: la Eurosiberiana, la
Mediterránea y la Macaronésica. Asimismo, y atendiendo a la composición de la
vegetación, las regiones se pueden dividir en “provincias biogeográficas” y éstas en
“sectores”.
La región Eurosiberiana es propia del Norte y Noroeste peninsular. Goza de
temperaturas suaves y veranos húmedos, lo que favorece el desarrollo de la
vegetación. Coincide con la popularmente llamada “España verde”. La cubierta
forestal estuvo dominada por los bosques caducifolios, principalmente, de robles y
hayas.
La región Mediterránea, que se corresponde con la llamada “España parda”, ocupa
el 80% de la Península y Baleares. Se caracteriza por unos veranos cálidos y secos,
condiciones que someten a la vegetación a un notable estrés hídrico. Estuvo
ocupada por bosques perennifolios, donde predominaba la encina y, en algunos
lugares, el pino carrasco. Sin embargo, dependiendo del clima y de los suelos,
estas especies daban paso a otras como, por ejemplo, las sabinas o, en las zonas
más áridas, a formaciones abiertas de especies herbáceas o matorral.
La región Macaronésica, a la que pertenecen las Islas Canarias, está expuesta a
influencias contrapuestas: por un lado, a las masas de aire frescas y húmedas
aportadas por los alisios y, por otro, en algunas ocasiones, a los vientos saharianos
secos y cálidos. A su vez, las diferencias de orientación y de altitud determinan
una gran diversidad de ambientes. En las islas de mayor altitud se puede observar
una secuencia, desde la costa hacia la cumbre, que va desde las comunidades
vegetales adaptadas a condiciones subdesérticas, en las zonas más áridas; pasando
por bosques perennifolios dominados por laureles en las zonas más húmedas; hasta
llegar a los pinares e incluso a la vegetación de alta montaña.
A su vez, cada región presenta unos suelos característicos, que dependen
estrechamente del tipo de roca, del clima, de la vegetación, así como del tiempo
transcurrido desde su formación y de la incidencia de las actividades humanas. El
suelo también ejerce su propia influencia, pues es el soporte de la vegetación, el
almacén de agua y nutrientes que utilizan las plantas y, además, desempeña un
importante papel regulador de la hidrología. A todo ello se suma que, a través de
las actividades agrarias, es un recurso esencial para la alimentación humana.
Pero tanto los suelos como la vegetación han sufrido una intensa alteración por la
actividad humana que, durante siglos, se ha desarrollado en España. Por ello se ha
reducido la extensión de la vegetación que correspondía a esas regiones
biogeográficas, y también se ha modificado su composición florística.
M A R
C A N T Á B R I C O
REGIONES BIOGEOGRÁFICAS
F
R
A
N
C
I
A
ANDORRA
O C É A N O
A T L Á N T I C O
REGIÓN EUROSIBERIANA
Provincia Pirenaica
Provincia Cantabro - Atlántica
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L
Provincia Orocantábrica
l
T
Provincia Murciano - Almeriense
s
Provincia Castellano - Maestrazgo - Manchega
I
Provincia Baleárica
U
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G
Provincia Aragonesa
Provincia Catalano - Valenciano - Provenzal
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B
A
REGIÓN MEDITERRÁNEA
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Provincia Carpeto - Ibérico - Leonesa
R
Provincia Luso - Extremadurense
O
Provincia Gaditano - Onubo - Algarviense
Provincia Bética
P
REGIÓN MACARONÉSICA
Provincia Canaria Occidental
Provincia Canaria Oriental
Límite Región Biogeográfica
Límite Provincia Biogeográfica
Límite Sector Biogeográfico
0
100
200
300 km
R
M A
Fuente de información: ICONA, 1991
Elaborado por Atlas Nacional de España (IGN)
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Ceuta
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