La persona que tiene adicción a la adrenalina puede estar tratando

Anuncio
La persona que tiene adicción a la adrenalina
puede estar tratando de llenar un vacío interior
con esta “inyección” de energía
La gente en esta situación suele no poder
explicar lo que siente cuando se lanza al vacío,
algunos dicen que es como si se fueran a morir
y luego se relajan cuando nada pasa, pero corre
en su interior una energía muy fuerte que les hace
sentir capaces de todo.
Pero como en toda droga, el adicto cada vez
requiere de una dosis más alta de adrenalina para
sentir los efectos que antes le solía producir, lo que
se traduce en la necesidad de exponerse a una situación de mayor riesgo en la siguiente ocasión.
La diferencia entre vivir intensamente y ser un
adicto a la adrenalina, está en que este último no
evalúa las consecuencias o efectos que pueden
producir sus actos, porque lo fundamental es
tener mayor satisfacción, tanto a nivel biológico
como psicológico.
Por lo tanto, la persona que padece este cuadro estará en constante búsqueda de nuevos desafíos que le permitan cumplir sus necesidades
de peligro, las que pueden tener su explicación
en el plano emocional.
Del gusto al trastorno
El psicólogo dijo que una persona con trastorno
de personalidad que tiene adicción a las emociones fuertes presenta un perfil característico:
huye al compromiso, tiende a aburrirse continuamente, necesita tener un grado de excitación en su vida, requiere enfrentar el peligro
constantemente.
Es decir, la persona disfruta de aquello que domina y no de lo que lo domina a él, en estos casos,
el problema es que no pueden dejar de hacerlo
ni disfrutar de otra manera que no sea esa. Este
tipo de individuos requieren de la secreción de
adrenalina porque les produce efectos químicos
a nivel del organismo que se traducen en sensaciones que evocan las del orgasmo.
También la producción de adrenalina estimula
la liberación de dopamina en el sistema nervioso
central, una sustancia que provoca sensación de
bienestar anímico.
Miranda Hernández explicó que el problema
de estas personas es que no saben establecer
un límite, por lo que hay rangos que van desde practicar deportes de riesgo hasta buscar
situaciones de peligro extremo. En el caso de
este trastorno, la conducta maneja a la persona,
cuando debiera ser al revés.
DOCTOR EN CASA |
El tratamiento de este tipo de personas es
con terapia farmacológica y psicológica, pero
el principal problema en estos casos es que el
adicto no se ve como tal y la gente a su alrededor tampoco lo identifica así, sino que lo ven
como alguien valiente.
“Eso hace que refuerce su conducta y continúe teniendo experiencias así, un ejemplo
de esto lo vemos en los corredores de autos,
en los toreros, generalmente están expuestos
al peligro pero la gente los ve como valientes,
como personas admirables y esto hace que
no se den cuenta de que tienen un problema”,
expresó.
Pretextos
La adrenalina, también llamada epinefrina, fue
aislada por primera vez por el químico japonés
Jokichi Takamine, quien dio pie a los estudios
que se conocen al respecto, los cuales señalan
que en cantidades normales en el cuerpo permite el correcto funcionamiento de los triglicéridos
(principal tipo de grasa en el cuerpo humano), así
como el óptimo aprovechamiento de azúcares
por parte del organismo.
No obstante, el desafío puede convertirse en
adicción, ya que cada vez son más altos las exigencias a satisfacer bajo el pretexto de eliminar
el estrés del cuerpo y, como una droga, necesitan
de dosis más fuertes para poder complacerse.
Actualmente son motivo de investigación los
impulsos en la motivación, pues son cada vez
21 | junio 2010
más los adictos a la adrenalina, quienes viven
en constante competencia con ellos mismos,
más que con los demás, ya que se imponen retos
propios.
En algunos casos de emergencia, la adrenalina se usa para restablecer el latido del corazón inyectándola directamente, por ejemplo, en un paro
cardiaco que no responde a maniobras de reanimación. Asimismo, los asmáticos suelen emplear
medicamentos a base de esta hormona para abrir
las vías respiratorias, de igual manera se aplica
ante un congestionamiento nasal, ya que reduce
todas las secreciones corporales.
En busca de lo exótico
El psicólogo dijo que la sociedad, mientras más
avanza, más se ha ido por el camino de la tecnología, pero a la vez la gente es más solitaria y tiene
menos contacto con sus emociones, por lo que
cada vez son más los trastornos de este tipo que
se presentan.
“Evitan el compromiso y tratan de encontrar
experiencias exóticas y excitantes”, comentó.
El psicólogo Miranda Hernández dijo que un
trastorno de personalidad sin duda lleva consecuencias que pueden ser fatales, pues de tanto
arriesgarse, pueden terminar en un accidente,
su vida tiene un riesgo mayor que el de una persona normal.
Como recomendación, el psicólogo señaló
que es positivo vivir experiencias de adrenalina
pero no como una adicción.
Descargar