220-057759 del 20 de Octubre de 2006 Consecuencias de la

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220-057759 del 20 de Octubre de 2006
Consecuencias de la renuncia del mandatario de una sucursal de sociedad extranjera, sin que se haga
nueva designación.
Me refiero a su escrito radicado con el número 2006- 01- 155345, mediante el cual si bien pone de presente los
términos de la sentencia C- 621 del 29 de julio de 2003, relacionada con el examen de constitucionalidad
condicionada de los artículos 163 y 164 del C. de Co., pregunta por el mecanismo para cancelar el nombramiento
en el registro mercantil del mandatario y representante legal de una sucursal de sociedad extranjera, cuando ha
renunciado al cargo y la sociedad matriz no le ha resuelto la situación, de manera que no continué respondiendo en
forma indefinida no solo ante la sociedad extranjera y los socios de ésta, sino ante terceros.
Sobre el particular, tal como es de su conocimiento la referida sentencia se limita a adelantar el análisis de las
normas demandadas (Arts. 164 y 442 C . de Co.) frente a algunos de los derechos fundamentales, como son el de
la libertad de ejercer o no ejercer un cargo; libertad al libre desarrollo de la personalidad; libertad de escoger
profesión u oficio, entre otras consideraciones porque “ .... el establecimiento de límites a las libertades individuales
no resulta per se contrario a la Carta, pues éstas no son absolutas y admiten restricciones en aras del interés
colectivo. No obstante, es necesario estudiar si en el presente caso la limitación resulta proporcionada y razonable,
pues ciertas restricciones a las libertades fundamentales pueden ser de tal naturaleza que acaben por desconocer el
núcleo esencial del derecho constitucionalmente protegido” .
Lo que hizo la Corte entonces, fue delimitar en el tiempo los derechos individuales del representante legal, de los
derechos de los terceros y de los mismos socios, por cuanto la obligación para la sociedad de tener un
representante legal y de que éste figure de manera permanente en los registros públicos, constituye una restricción
excesiva al derecho al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de escoger profesión u oficio, así como del
derecho constitucional al habeas data.
En ese orden de ideas, como en el ordenamiento mercantil no existe un mecanismo diferente al previsto en el
mencionado artículo 164 para la cancelación del registro de manera permanente, ni los términos de una sentencia
pueden alterar el texto de las normas que se acusan, no es posible vía consulta resolver la situación por usted
planteada, es decir, fijar un mecanismo para lograr la cancelación de la designación del representante legal en la
Cámara de Comercio, liberándolo de cualquier responsabilidad frente a terceros; considerar un mecanismo para
tales fines sería abrogarse funciones que solo corresponden al legislador.
Con relación a la normatividad que regula el funcionamiento de las sociedades extranjeras, es pertinente comentar
que si bien el texto del artículo 485 del C. de Co. que a la letra dice “ La sociedad responderá por los negocios
celebrados en el país al tenor de los estatutos que tengan registrados en la cámara de comercio al tiempo de la
celebración de cada negocio, y las personas cuyos nombres figuren inscritos en la misma cámara como
representantes de la sociedad tendrán dicho carácter para todos los efectos legales, mientras no se
inscriba debidamente una nueva designación” , no fue objeto de análisis de legalidad por la Corte
Constitucional ; los argumentos y reflexiones expuestas por esa Corporación referidos a los artículos 164 y 442 en
la aludida sentencia, se hacen extensivos a la misma habida consideración que también señala los efectos jurídicos
de la inscripción de los nombramientos de la sucursal en la Cámara de Comercio.
Adicionalmente, como el citado artículo observa que la sociedad extranjera responde por los negocios celebrados en
el país, frente a la renuncia del mandatario sin que ésta le haya sido resuelta, el único mecanismo posible será el
precisado por la Corte, según el cual, previa incorporación de tal circunstancia en el certificado de existencia y
representación legal que expiden las Cámaras, el representante o mandatario de la sucursal, aunque seguirá
figurando en el registro mercantil hasta tanto se inscriba un nuevo nombramiento, para efectos únicamente
procesales -judiciales y/o administrativos-, se exonera de la responsabilidad legal por cesación en el ejercicio de las
funciones propias del cargo como de la responsabilidad penal, sin perjuicio de las acciones que pueda interponer en
contra de la sociedad por los perjuicios que esta situación pueda ocasionarle.
Dada la circunstancia anotada, es obvia su consecuencia, ocurre que si la sociedad extranjera carece de mandatario
o representante legal o la capacidad de éste se encuentra restringida a la representación procesal de la compañía,
los negocios para los cuales fue incorporada al país y los actos derivados del mismo al no poderse desarrollar,
indefectiblemente provocan la liquidación de la sucursal por imposibilidad de desarrollar el objeto social, en los
términos previstos para las sociedades por acciones (Art. 495 Ib.), siendo responsable la sociedad en el exterior de
las obligaciones adquiridas por la sucursal en el país.
Para información e ilustración sobre temas societarios se sugiere consultar la página de Internet
(www.supersociedades.gov.co) o examinar los libros de Doctrinas y Conceptos Jurídicos y Contables publicados por
la Entidad.
En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes manifestarle que el presente
pronunciamiento fue resuelto dentro de los plazos legales y con los efectos contemplados en el artículo 25 del
Código Contencioso Administrativo.
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