Las recaídas en Esclerosis Múltiple

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Las recaídas en Esclerosis Múltiple
Dra Adriana Tarulla
La Esclerosis Múltiple (EM) es una afección muy variable y los síntomas que se presentan
dependen de la zona del Sistema Nervioso Central que ha sido afectado.
Cuando se da el diagnóstico de EM, una de las mayores inquietudes que presenta el paciente es
cuando, con que características y en que circunstancia van a aparecer nuevos síntomas de la
enfermedad y si estos síntomas estarán acompañados de mayor discapacidad.
A estos síntomas que aparecen sin previo aviso se los denomina” brotes o recaídas” ,nos referimos
a manifestaciones clínicas (signos y síntomas) ,que aparecen bruscamente y se mantienen por un
plazo variable (al menos por 24 horas) y luego desaparecen .
Los síntomas son muy diversos y varían en función a la localización de la placa desmielinizante en
el Sistema Nervioso Central. Se inicia frecuentemente con pérdida de visión en un ojo, debilidad
muscular, falta de coordinación, trastornos sensitivos, visión doble, rigidez muscular, trastornos de
sensibilidad al calor, trastornos urogenitales, etc.
Estos síntomas pueden presentarse en forma aislada (monosintomáticos) o en forma combinada
(polisintomáticos), evolucionando de manera espontánea hacia la mejoría, aunque en algunos
casos puede dejar secuelas.
¿Cuando sabemos que el síntoma constituye un brote?
Todo nuevo síntoma que aparezca y se mantenga durante más de 24 horas podría tratarse de un
brote de la enfermedad .Debe estar separada de una recaída previa por una duración de al menos
un mes.
Un nuevo síntoma, ¿siempre es una recaída?
No todo nuevo síntoma o exacerbación de síntomas anteriores nos habla de una recaída. En
situaciones especiales en el contexto de fiebre, diarrea, enfermedades infecciosas o cualquier
problema clínico de otra índole se puede presentar un aumento de los síntomas previos, por
ejemplo mayor rigidez, trastornos sensitivos, o mayor trastorno motor. En estos casos no
estaríamos frente a un brote, sino frente a un pseudobrote ó pseudorecaída. Estos episodios son
relativamente frecuentes, por eso es muy importante ante una recaída, realizar un buen
interrogatorio y análisis clínico antes de tratarla como tal.
¿Con qué frecuencia se presentan las recaídas?
Las recaídas ó brotes son más frecuentes al inicio de la enfermedad, en la etapa inflamatoria y
tienden a disminuir a lo largo de los años.
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Es un evento que se presenta con mayor frecuencia en las formas de presentación clínica llamada
Recaída Remisión menos frecuentemente en las formas clínicas Secundarias Progresivas con
recaídas y excepcionalmente en las formas clínicas Primarias Progresivas de la enfermedad.
Cuando se presentan en los primeros 5 años se asocia a mayor riesgo de discapacidad a corto
plazo pero el impacto de las recaídas disminuye con el tiempo, presentando menor influencia a
mediano y largo plazo.
Los brotes evolucionan de manera espontánea hacia la remisión de los síntomas, aunque en
algunos casos pueden dejar secuelas.
Entre un brote y otro pueden transcurrir meses o años, tiempo en el cual la enfermedad parece
estar inactiva.
¿Hay factores que provocan una recaída?
Los meses más frecuentes de aparición de las recaídas son los meses de primavera y verano. El
calor excesivo y el agotamiento pueden aumentar los síntomas, pero solo de manera temporal.
La exposición al sol debería ser evitada en paciente con EM ya que los rayos ultravioletas son un
fuerte estimulo al sistema inmunológico.
No hay informes sobre la mayor incidencia de recaídas en pacientes expuestos a cirugías o
accidentes, pero es indudable que las situaciones de estrés deben ser valoradas como un factor
desencadenante, sin datos estadísticos que lo confirmen.
¿Que rol juega el embarazo?
El embarazo puede afectar directamente la probabilidad de una recaída. Durante esta etapa en
las primeras seis semanas el riesgo de presentar un brote aumenta levemente a diferencia del
último trimestre que ofrece una protección natural contra las recaídas disminuyendo
notoriamente su frecuencia.
En el período postparto se presenta una situación inversa incrementando el riesgo de presentar un
nuevo brote.
Últimos estudios han demostrado que las mujeres con Esclerosis Múltiple que dan de amamantar
sus hijos al menos dos meses, parecen menos propensas a presentar una recaída en el año
siguiente al nacimiento de su bebé.
¿Cuál es el tratamiento indicado para el brote?
El tratamiento habitual se basa en el uso de Corticoides a grandes dosis, los cuales ejercen una
poderosa acción antiinflamatoria.
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El corticoide puede indicarse por vía endovenosa (Metilprednisolona ) en dosis de 1 gr/día durante
3 a 5 días, o por vía oral con dosis de al menos 500mg/día en dosis de descenso. Tratamiento que
debe estar supervisado por el médico tratante.
El tratamiento con Plasmaféresis e Inmunoglobulina podría ser de elección en casos de brotes
severos ó en pacientes que tienen contraindicación de tratamiento corticoide, pero no ha tenido
tan buenos resultados como el corticoide.
¿Se deben tratar todos los brotes?
No todos los brotes deben ser tratados, pero sí deben ser consultados con el médico especialista
para que los evalúe y considere los pasos a seguir.
Hay brotes leves, moderados o graves dependiendo de la localización de las lesiones y requieren
un tratamiento de acuerdo al tipo de brote.
Los brotes leves en general no requieren tratamiento por ejemplo trastornos sensitivos ó aquellos
síntomas que no modifican la actividad de la vida diaria de la personas.
Los síntomas moderados o severos, aquellos que incapaciten al paciente o repercutan es su
situación general, sí deben ser tratados.
¿Debo esperar otro brote?
La mayoría de los pacientes con E.M temen por la aparición del próximo brote, la realidad es que
ni el médico ni el paciente pueden saber a ciencia cierta cuándo se va a presentar nuevamente .
Es allí donde comienza a jugar un rol importante el tratamiento de base de la enfermedad
¿Cuál es la acción del Inmunomodulador en el brote?
El tratamiento Inmunomodulador (INM) actúa sobre la actividad de la enfermedad, justamente
intentando disminuir la frecuencia y severidad de recaídas que el paciente presenta en diferentes
porcentajes dependiendo del INM seleccionado.
Es importante destacar que cuanto mayor es la dosis del INM y la frecuencia de aplicación
presentará mejores resultados.
¿Y luego de superada la recaída que debo hacer?
Es importante que el paciente se controle con su médico, para poder evaluar la recuperación
funcional del evento. Esto se realizará mediante el examen neurológico y escalas que evalúan
discapacidad.
No siempre resulta posible mejorar en una totalidad las funciones perdidas pero lo importante es
tratar los síntomas y realizar una buena rehabilitación multidisciplinaria con el fin de optimizar la
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condición física, psicológica y social. El apoyo del kinesiólogo, foniatra, terapista ocupacional ó
psicólogo resultan sumamente útiles.
Probablemente este es uno de los puntos más importantes, si el paciente posterior al brote
presenta angustia o miedo a que esto se repita, el apoyo de un psicólogo puede ayudarlo a dirigir
esa angustia hacia un enfoque más positivo.
Resulta conveniente que en las etapas de remisión de la enfermedad el paciente se incline a
realizar programas terapéuticos integrales para mantener la mejor condición física posible.
La actividad física aconsejable sería natación o caminata, aunque se desaconseja las actividades
extremas (Ej.: maratones)
La dieta también cumple un rol importante, aunque no hay una dieta comprobada que cambie el
curso de la enfermedad, es aconsejable una dieta con aportes limitados en grasa animal, rica en
fibras ,con dosis suplementarias de vitaminas B,C y E y aportes de Zinc ,Hierro y Cobre.
Se considera que los ácidos grasos esenciales derivados de aceites vegetales y de pescado pueden
ejercer una buena influencia sobre la severidad y duración de los brotes, al igual que retraso en la
progresión. Estos datos aún siguen siendo subjetivos y no han sido comprobados.
La medicina alternativa es un recurso adoptado por muchos pacientes, tratando de encontrar una
solución a su problema. Resulta importante que cuando inicien una terapia de este tipo consulten
con su médico neurólogo.
Es no menos importante que el paciente comprenda que debe acompañar su enfermedad El
tratamiento IMN ha disminuido el número y la intensidad de brotes y el presente y futuro de la
investigación sobre el tratamiento de la enfermedad está enfocado hacia minimizar estas
“recaídas o brotes.”
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