Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Facultad de Ciencias Agropecuarias Carrera de Ingeniería Agronómica Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo Respuesta agronómica de accesiones de frijol fortificado sembrado en época tardía Diplomante: Yoelvis Alfonso Morales Tutor: Dr.C. Ubaldo Alvarez Hernández Santa Clara, 2015 Pensamiento El único sentimiento más grande que el amor a la libertad, es el odio por aquel que nos la niega. “Ernesto Che Guevara” Dedicatoria Quiero dedicar de manera especial este trabajo a mis padres quienes con sus sacrificios me han apoyado en todo momento. Agradecimientos A lo largo de estos cinco años me he encontrado personas pacientes y dedicadas que han brindado su colaboración, sugerencias y apoyo, por esto quisiera agradecer a; Ubaldo Alvarez tutor de la tesis y Arahis quienes con su constante dedicación y sus sabios y oportunos consejos supieron guiar el trabajo. A mis padres y familiares que me han apoyado durante los cinco años de la carrera. A mi novia y su familia por la ayuda, comprensión y apoyo durante todo el periodo de estudios, el cual hemos compartido juntos. A mis compañeros de aula con los cuales me han acompañado en alegrías y penas, al claustro de profesores de la carrera, a mi amigo Alexis por ayudarme con el experimento y demás. A todos los que me han ayudado………..Muchas Gracias. Resumen Con el objetivo de evaluar accesiones de frijol fortificado sembrado en época tardía se desarrolló un experimento en una finca de la CCS “Pedro San Martin” del municipio Corralillo, provincia Villa Clara. Para el cual se sembraron en la campaña 2013-2014 cinco accesiones y para 2014-2015 solo la F-5, todas sembradas sobre un suelo Pardo mullido medianamente lavado. Se evaluaron los insectos asociados al cultivo cada siete días, efectuándose así la colecta de los mismos, para el caso E. kraemeri se cuantificaron las ninfas y se evaluó la afectación teniendo en cuenta las variables climáticas. Para la infección causada por U. phaseoli se ejecutaron tres evaluaciones cada diez días después de la aparición de los primeros síntomas solo en la campaña 2014-2015. Además se determinó el rendimiento y sus componentes por cada accesión. Los resultados arrojaron que de los insectos asociados al cultivo fue E. kraemeri la de mayor incidencia en las dos campañas y que la accesión F-5 fue catalogada como resistente según la metodología utilizada para la evaluación de la roya. En la campaña 2013-2014 el rendimiento agrícola mostró que la mejor accesión de la cinco evaluadas fue la F-20, con diferencias estadísticas solamente con la accesión F-16. La accesión F-5 no mostró diferencias estadísticas en cuanto al rendimiento agrícola entre campañas, pero si en los componentes número de semillas por legumbre y peso de 100 semillas. Palabras clave: accesiones, fortificado, frijol, rendimiento. Índice 1. Introducción ................................................................................................................. 1 2.1 Origen y Diversidad ............................................................................................... 3 2.2 Distribución e importancia ...................................................................................... 3 2.3 Sistemática del frijol ............................................................................................... 5 2.4 Características del cultivo ...................................................................................... 5 2.5 Época de siembra .................................................................................................. 6 2.6 Atenciones culturales ............................................................................................. 7 2.8. Rendimiento y sus componentes .......................................................................... 9 2.9 Factores que afectan el rendimiento .................................................................... 10 3. Materiales y Métodos ................................................................................................ 13 3.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas ................................................. 14 3.2 Incidencia de enfermedades ................................................................................ 15 3.3. Rendimiento agrícola y sus componentes .......................................................... 15 4. Resultados y Discusión ............................................................................................. 17 4.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas ................................................. 17 4.2 Incidencia de enfermedades ................................................................................ 21 4.3 Rendimiento agrícola y sus componentes ........................................................... 23 Conclusiones ................................................................................................................. 27 Recomendaciones......................................................................................................... 28 1. Introducción El frijol común (Phaseolus vulgaris L), ocupa un lugar importante en la agricultura mundial en cuanto al área cultivada y consumo, extendiéndose su producción en los cinco continentes y constituyendo un complemento indispensable en la dieta alimenticia principalmente en el Centro y Sur de América, el Lejano Oriente y África ( Ríos et al., 2000 y Ortiz et al., 2003). Arroyo (2002) refiere que en Cuba, existen áreas dedicadas a la siembra de frijol en todas las provincias, su producción es para el consumo fresco por la población y para la industria en conserva, lo cual alcanza mayor importancia económica por sus posibilidades de exportación. La superficie cosechada y en producción relacionada con el cultivo del frijol común (P vulgaris), ha decrecido, en el 2000 se sembraban un total de 105 722 ha y en el 2005 94 821 ha, disminuyendo por tanto la producción del mismo. En el sector no estatal la misma ha decrecido en un 97 % constituyendo esta situación una problemática relacionada, entre otras causas, con la falta de estructura varietal existente entre los productores (ONEI, 2006). Según House et al. (2002) el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) desarrolla investigaciones dirigidas a la búsqueda de nuevas líneas de frijol común que sean más nutritivas y, por consiguiente, más atractivas para los agricultores. En este sentido aparece la biofortificación como una estrategia que busca incrementar la calidad nutricional del grano, específicamente aumentando el contenido de hierro y zinc para combatir la malnutrición en América Latina y África. Las líneas biofortificadas de frijol común han sido aceptadas en casi toda América Central y su atractivo reside en la resistencia que tienen a las enfermedades causadas por virus (Welch et al., 2000). En Cuba, estas líneas se introdujeron a partir del año 2004 y no es hasta la campaña 2005 - 2006, donde se comienzan los trabajos investigativos sobre las mismas en la provincia de Villa Clara (Quintero, 2009). La biofortificación de alimentos es una estrategia útil en la prevención y manejo de las deficiencias de micronutrientes, especialmente cuando se trata de alimentos con alto consumo en la comunidad, como es el caso de las leguminosas, entre las que se destaca el frijol común (P. vulgaris),que constituye la mayor fuente vegetal de hierro, zinc y proteínas en muchos países del mundo, incluyendo los continentes de África y América, con una producción anual de 8,5 millones de toneladas del grano seco en los países en vías de desarrollo (Blair, 2009). La deficiencia de micronutrientes constituye un problema de salud pública en los países en desarrollo. En el mundo la carencia nutricional más frecuente es la de hierro, manifestada por anemia, que afecta a 1,9 millones de la población mundial (UNICEF, 2001). Otro problema nutricional con gran prevalencia mundial es la deficiencia de zinc, cerca de la tercera parte de la población mundial reside en regiones con alto riesgo de deficiencia del mismo (Fischer, 2009). Por lo antes expuesto nos proponemos la siguiente hipótesis: Si se determinan las plagas y el rendimiento agrícola de accesiones de frijol fortificado en época tardía entonces se tendrán elementos para su futura inscripción como variedades. Objetivo General Evaluar la respuesta agronómica de accesiones de frijol fortificado sembradas en época tardía. Objetivos Específicos 1. Determinar las plagas insectiles y las enfermedades fúngicas asociadas con la fenología y las variables climáticas. 2. Evaluar los componentes del rendimiento y rendimiento agrícola en la diferentes accesiones de frijol fortificado. 2 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas 2. Revisión Bibliográfica 2.1 Origen y Diversidad El frijol común (Phaseolus vulgaris L.) es uno de los cultivos más antiguos. Hallazgos arqueológicos indican que se conocía por lo menos 5000 años antes de la era cristiana. Se considera, que la trilogía de plantas americanas, maíz, frijol y calabaza no existía cuando el frijol estaba en el proceso de domesticación. El género Phaseolus agrupa a multitudes de especies, de las que solo cinco (Phaseolus acutifolius, Phaseolus coccineus, Phaseolus lunatus, Phaseolus polianthus y P. vulgaris) han sido domesticadas. Solo P. vulgaris ocupa más del 85 % de la superficie mundial dedicada este cultivo. Se trata de una especie originaria de la región mesoamericana (México, América Central) pero con un importante centro de dispersión en Perú, Ecuador y Bolivia. P. vulgaris fue llevada de América a Europa por los españoles en el siglo XVI. Está muy distribuida en distintas partes del trópico, subtrópico y regiones templadas, siendo la legumbre más importante en Latino América y parte de África. La Península Ibérica puede ser considerada como un centro secundario de diversificación de esta especie, ya que han sido cultivadas durante centurias en distintos agroecosistemas (Pinheiro et al., 2007). 2.2 Distribución e importancia Sesenta años después del descubrimiento de América en 1492, el frijol era ampliamente cultivado en el occidente de Europa. De allí se distribuyó al resto de Europa, Irán, India, Oriente Medio y a otros lugares de Asia y África. Las culturas precolombinas presentes en América del Sur cultivaban frijoles de frutos y granos grandes. Se piensa que los primeros viajeros, después del descubrimiento de América, preferían los frijoles de granos grandes, pues la mayoría de las variedades actuales de Europa provienen del Sur de Los Andes. Se estima que la introducción de esta planta en África provino ya sea directamente del Brasil o indirectamente de Los Andes del Sur a través de Europa. En el continente americano los frijoles negros y de granos pequeños probablemente tengan un origen común, pues se distribuyeron siguiendo la ruta comercial de los indios Caribes que transportaban mercaderías en canoas desde 3 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Guatemala o desde la Península de Yucatán hasta las Antillas, y de allí a la costa Noreste de Sur América para extenderse luego hacia el Brasil. De acuerdo al proceso de domesticación múltiple e independiente que sufrió el cultivo del frijol, los patrones de consumo actuales en cuanto al tamaño y color del grano, varían entre los países de América Latina. Así, en México, Colombia, Ecuador, Perú, y Chile los de mayor demanda son los granos grande, lo contrario sucede en los países Centroamericanos, Brasil y Venezuela que los prefieren pequeños. En cuanto al color del grano, Venezuela y Guatemala son los únicos países que consumen, casi exclusivamente, caraotas de grano negro, mientras que en otros países los prefieren de otros colores como: rojos (Colombia, Belice, Costa Rica, El Salvador, México, Panamá); crema (Chile, Colombia, México); blanco (Chile, México, Perú) y diversos colores como pardo, morado claro, amarillo en otros países (Mora, 1997). El frijol común es la leguminosa más consumida en el mundo donde se producen en la actualidad alrededor de 18 millones de toneladas anualmente en ambientes tan diversos como América Latina, norte y centro de África, China EUA, Europa y Canadá. Dentro de estos, América Latina es el mayor productor y consumidor liderado por Brasil, México y Centroamérica y el Caribe (FAO, 2005). Desde el punto de vista nutricional, los frijoles se caracterizan por ser fuentes altamente eficientes en proteínas y hierro, lo cual los ubica en una posición aventajada respecto a otros alimentos de origen vegetal. Por ejemplo, se señala que el contenido de proteínas en las semillas secas de frijoles oscila entre 12 y 25 %, proporciones que son significativamente favorables en comparación con los niveles de proteínas de los cereales que sólo contienen entre 5 y 14 %. Según Puentes (1994), el frijol contiene tantas calorías por unidad de peso fresco como los granos cereales, la leche desnatada y la soya y casi el doble que la carne, el pescado y los huevos. Con base en peso fresco igual, el contenido de proteínas del frijol comun es superado solamente por la soya y la leche desnatada en polvo y es más del doble que el de grano cereal. El hierro (Fe) y el Zinc (Zn) son minerales indispensables para los seres humanos. Durante la niñez la deficiencia de Fe se asocia con disminución en la capacidad de 4 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas aprendizaje y el desarrollo motor, mientras que la deficiencia de Zn con retardo en el crecimiento y aumento en la prevalencia de enfermedades infecciosas (Sizer, 1994). Las recomendaciones de consumo diario para Fe y Zn varían con la edad y el sexo, pero es importante considerar que algunos factores dietarios pueden afectar su absorción intestinal y dar como resultado una baja absorción de ambos minerales. En países en vías de desarrollo se ha reportado que los principales aportadores de Fe y Zn son alimentos de origen vegetal, los cuales abastecen también cantidades importantes de fibra, taninos y fitatos que pueden actuar de manera negativa en la absorción de Fe no hémico y Zn (Helrich, 1995). 2.3 Sistemática del frijol Según Socorro y Martín (1989) y Carravedo y Mallor (2008) la posición jerárquica de la familia de las leguminosas (también denominadas fabáceas) es la siguiente: Reino: Plantae División: Magnoliophyta Clase: Magnoliopsida Orden: Fabales Familia: Fabaceae Subclase: Rosidae Género: Phaseolus Especie: Phaseolus vulgaris L. 2.4 Características del cultivo El frijol es una planta herbácea de carácter anual, de tamaño y hábito variables, ya que hay variedades que son de guía o trepadoras, y otras en forma de arbusto pequeño (Socorro y Martín, 1989). Los granos del frijol son generalmente de forma reniforme, aunque también pueden ser redondos, ovoides, elípticos, pequeños casi cuadrados, alargados ovoideos, alargados, ovoides en un extremo e inclinado en el otro, alargado casi cuadrado, arriñonado, recto 5 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas en el lado del hilo, arriñonados, curvo en el lado opuesto al hilo. El color de estas es variado pudiendo ser uniforme (negro, rojo, blanco, etc.), las que presentan dos colores y hasta tres (Jaspeados) (Socorro y Martín, 1989). 2.5 Época de siembra Para su normal desarrollo, el frijol necesita que su ciclo vital trascurra en un período con temperaturas moderadas, suficientes pero no excesivas lluvias durante la fase vegetativa y parte de la reproductiva, un período seco durante la fase de la maduración y cosecha del grano y que la humedad del aire no permanezca con valores superiores a 80 - 85 % por varios días consecutivos durante su período vegetativo, ya que se pueden presentar enfermedades fúngicas o bacterianas capaces de destruir la cosecha, o al menos, disminuir los rendimientos (Quintero, 1996). En Cuba el Ministerio de Agricultura (MINAGRI, 2007) establece el período de siembra entre septiembre 10 y enero 15 donde se cuente con regadío. Se establecen algunas regulaciones en cuanto al uso de las variedades en relación a la fecha de siembra, sin embargo en la lista oficial de variedades comerciales para el 2006 se relacionan 33 variedades comerciales de este cultivo, pero sin diferenciar el uso de las mismas en función de la época de siembra. En experimentos realizados por Quintero et al.( 2007) con un grupo de variedades en diferentes épocas de siembra se refleja que, disponiendo de riego adecuado, se obtienen los mayores rendimientos cuando la siembra se realiza en noviembre y diciembre (época intermedia). La siembra temprana (septiembre y octubre) aporta rendimientos inferiores a la intermedia debido, fundamentalmente, a la pérdida de plantas por exceso de humedad del suelo, a la mayor incidencia de enfermedades fúngicas del pie de la planta (Rhizoctonia y Sclerotium) y a la mayor incidencia de tizones bacterianos. En las siembras tardías (enero y febrero) los rendimientos también decrecen. En este caso los principales factores que influyen son la incidencia de roya (Uromyces phaseoli (Pers.) Wint var. typica Arth) y la elevación de la temperatura en la fase reproductiva de la planta, lo que impide los procesos de fecundación y retención de las legumbres. 6 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Estas altas temperaturas que ya se producen en marzo y abril estimulan el desarrollo vegetativo de la planta en detrimento de la maduración normal y uniforme, principalmente en las variedades de crecimiento indeterminado del tipo III. También se corre el riesgo con las siembras muy tardías que el período de cosecha coincida con las primeras lluvias de la primavera (abril y mayo) lo que entorpece dicha operación y hasta puede ocasionar la pérdida total de la cosecha. Si no se dispone de riego el período de siembra se restringe obligatoriamente desde septiembre hasta mediados de octubre. 2.6 Atenciones culturales De todas las prácticas agrotécnicas, el manejo adecuado de las variedades es, posiblemente, la que reporta los incrementos mas notables en la producción de una región o país sin ocasionar gastos adicionales de consideración por concepto de su introducción, pues simplemente se limita a la sustitución de unas variedades por otras (Quintero, 1985). El uso de unas o pocas variedades en los cultivos ha conducido a varios fracasos en la agricultura. No es posible ni conveniente reunir, en una misma variedad, resistencia o tolerancia a las adversidades, lo más razonable es contar con una estructura varietal en el cultivo lo suficientemente amplia que minimice el efecto de las adversidades, manejándose adecuadamente (Quintero y Saucedo, 2002) 2.6.1. Fertilización Esta práctica, consiste en aplicar los nutrientes en las cantidades necesarias para un óptimo desarrollo del frijol, los elementos comúnmente empleados son nitrógeno, fósforo y potasio. Las dosis y la frecuencia de aplicación depende de, las etapas fenológicas de la planta, del tipo de suelo, del sistema de humedad que se maneje, de la composición de nutrientes disponibles y faltantes en el suelo, así como de la disponibilidad de recursos. Dependiendo del contenido de nutrimentos en el suelo, ya sea rico en materia orgánica o bien cuando previamente se ha sembrado alfalfa u otra leguminosa, se tiene buena respuesta a la aplicación de nitrógeno y fósforo con la dosis 40 -40 -0. Esta dosis equivale a 40 kg de nitrógeno y 40 kg de fósforo por hectárea. Se sugiere aplicar todo el fósforo al momento de formar el camellón. El nitrógeno debe ser aplicado en banda al primer riego de auxilio para su mejor 7 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas aprovechamiento. El propósito de aplicar los abonos minerales, es suministrar las sustancias que el frijol necesita para incrementar el rendimiento, empleando las formas y métodos de abonado que correspondan al ritmo de absorción de nutrientes (INCA, 2001). 2.6.2. Riego Según Valladolid et al.(1998) el riego es una práctica indispensable para alcanzar altos rendimientos y mejorar la calidad del grano. Las leguminosas son cultivos sensibles al déficit como al exceso de agua. Se les debe aplicar entre 2 y 5 riegos, dependiendo de la textura del suelo. Los suelos franco arenosos requieren más de 3 riegos, los suelos arcillosos entre 1 y 2 riegos. Los riegos deben ser ligeros y frecuentes utilizando surcos, nunca se debe regar al pie de la planta para evitar compactación de la zona de la raíz. En las etapas más sensibles al déficit de agua conocidas como etapas críticas; son las etapas de desarrollo vegetativo, prefloración y llenado de las legumbres. Los excesos de humedad producen grandes pérdidas, por ejemplo, por el efecto sobre el desarrollo radical, por lo que se debe prestarse especial atención en este aspecto y sobre todo a facilitar el drenaje en áreas que si lo requieren. La frecuencia de riego depende de del ciclo vegetativo del cultivo, un primer riego en la etapa de germinación después de la siembra tratando de humedecer el suelo de forma uniforme para garantizar la germinación de toda la semilla sembrada, el segundo se realiza tres o cuatro días después del primero y tiene como objetivo garantizar la total germinación de la semilla, el resto de los riegos debe programarse de acuerdo con las recomendaciones establecidas para la producción. 2.6.3. Control de arvenses La población de arvenses se puede disminuir considerablemente si se realizan los cultivos (escardas) oportunamente y si se usa una densidad adecuada de plantas.Es recomendable mantener limpio el cultivo por lo menos durante la primera mitad de su ciclo biológico, que es el periodo cuando las arvenses más compiten por nutrimentos y luz. Si las escardas no se pueden realizar oportunamente debido al exceso de humedad en el terreno no permitiendo el uso de maquinaria o tracción animal, se 8 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas ecomienda hacer uso de herbicidas post-emergentes. El frijol debe mantenerse libre de arvenses durante los primeros 40 días después de la siembra para evitar bajas en el rendimiento. Esto se logra con un cultivo a los 20 días de germinando el frijol, seguido de una limpia para eliminar las arvenses que crecen en las hileras de las plantas cuando se dificulta el control mecánico-manual. 2.7. Cosecha Cuando las legumbres cambian de un color verde a amarillento nos indica el estado final de madurez fisiológica es por ello que a partir de este momento las plantas se arrancan y se enrollan para terminar su secado y efectuar la trilla. Si ocurren lluvias cuando las plantas se encuentren arrancadas en el terreno, es necesario voltearlas para acelerar su secado y evitar el manchado del grano. En experimentos realizados, se ha demostrado que la calidad del grano, en términos de tiempo de cocción y de color de la testa, es adecuada cuando la cosecha se realiza a más tardar hasta 10 días después de la madurez fisiológica, y se trilla en menos de 15 días después de la cosecha. Cuando el frijol se deja en la planta por periodos prolongados después de que se alcanza la madurez fisiológica, o bien, si después del corte tarda en trillarse, ya que además del grano, se oscurece el color y se incrementa el tiempo de cocción (García y García, 2001). 2.8. Rendimiento y sus componentes El rendimiento del frijol está compuesto por: el número de inflorescencias (racimos) por planta, el número de legumbres por racimos, el número de semillas por legumbre y el peso promedio de las semillas; el peso de las semillas a su vez está determinado por sus componente, largo y ancho. Según (Denis. y Adams, 1978) el aumento del rendimiento hay que buscarlo fundamentalmente mediante el aumento del número de nudos, de hojas y de los órganos reproductivos. Por regla general, cada nudo forma una inflorescencia, el eje de esta tiene de 2 a 6 nudos, y generalmente 2 flores en cada uno de ellos. El número de inflorescencia está correlacionado positivamente con el rendimiento. En el frijol común la heredabilidad del 9 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas número de legumbres es bajo y el componente aditivo es menor que el no aditivo. Con excepción de los demás componentes del rendimiento que tienen baja heredabilidad, el peso de los grano presenta valores altos de heredabilidad. El rendimiento puede estar correlacionado positivamente con el peso de la semilla, siendo a su vez negativa la correlación entre número y tamaño de las semillas. En caso extremo las semillas grandes pueden tener efecto negativo sobre el rendimiento (Socorro y Martín, 1989). 2.9 Factores que afectan el rendimiento En Cuba la variación de las condiciones climáticas está dado por el hecho de practicar el cultivo en todo el país, de Oriente a Occidente , del llano a la montaña y en sentido temporal, desde septiembre hasta mayo , aparte de la posible variación climáticas entre los años (Quintero, 2000). Tanto o más diversas que las anteriores lo son las adversidades de origen biótico, existiendo plagas causadas por muchas especies de insectos, de arácnidos, nematodos, moluscos y enfermedades causadas por infinidad de especies de hongos, de bacterias y de virus diferentes, existiendo muchas veces diversidad de razas, ecotipos o patotipos dentro de un mismo agente causal de una enfermedad, como esta demostrado en el caso de la roya (Quintero et al., 2007). Los grupos de factores que afecta la producción de frijol son los siguientes: 2.9.1. Biológicos Dentro de estos hay que considerar las enfermedades, plagas y arvenses, que afectan al cultivo disminuyendo el rendimiento. En cuanto a enfermedades, se pueden distinguir enfermedades fúngicas, bacterianas y virales. Unas de las principales limitaciones del cultivo de frijol en América Latina es el ataque de enfermedades. Los patógenos más frecuentes, como por ejemplo Colletotrichum lindemuthianum (Sacc y Magn), Isariopsis griseola (Sacc) Ferraris y U. phaseoli, son organismos en los que se han identificados una gran variabilidad patogénicas, lo que refleja un proceso de coevolución en el patosistema (Pastor-Corrales y Jara,1995; Pastor-Corrales y Otoya, 1995; Araya, 1996). En muchos lugares donde se cultiva el 10 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas frijol las enfermedades son el factor más importante en las mermas del rendimiento del cultivo (Opio y Senguoba, 1992). Entre los causantes de enfermedades se encuentran los hongos del suelo, existiendo en nuestro país, de clima subtropical, con medias de temperaturas altas durante todo el año y abundantes precipitaciones, condiciones ideales para el desarrollo y proliferación de una vasta y heterogénea micoflora del suelo. Se destacan las especies Rhizoctonia solani Kuhn, Sclerotium rolfsii Sacc. y Macrophomina phaseolina (Tassi) Goid. Dentro de las enfermedades bacterianas se destacan: bacteriosis común (Xanthomonas campestri pv. phaseoli (Smith) Dye) que afectan a los cultivos en zonas más frías y húmedas y bacteriosis de halo (Pseudomonas phaseolicola) que afecta a los cultivos en zonas sobre todo subtropicales (Saettler, 1989). También el frijol es afectado por alrededor de 50 enfermedades virales, las principales afectaciones son ocasionadas por: mosaico común del frijol (BCMV), mosaico amarillo (BYMV) y moteado clorótico (CCMV) (Báez, 1983; Socorro y Martín, 1989). Otro factor limitante en el cultivo son las plagas insectiles, que provocan pérdidas que en ocasiones pueden alcanzar el 100 % del cultivo. Entre las plagas más importantes que atacan al cultivo se encuentran: Systena basalis Duval (crisomélidos), Diabrotica balteata LeConte (Crisomélidos), Empoasca kraemeri Ross y Moore (Salta hojas), Bemisia tabaci Gennadius (Mosca blanca). 2.9.2. Edáficos Las propiedades del suelo que están directamente relacionadas con el desarrollo de este cultivo son la textura y la estructura. Uno de los elementos que más influye negativamente, es la acumulación de humedad en exceso, en suelos que por su textura arcillosa permitan dicha acumulación y sobre la estructura influye a su vez las labores a que este se somete, ya que si se hacen de forma inadecuada no favorece la granulación del suelo y por tanto se altera la estructura (Socorro y Martín, 1989). 11 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas También otro factor limitante es la baja fertilidad del suelo en general y en particular, la deficiencia en nitrógeno y fósforo (Singh, 1999), además de las altas concentraciones de Aluminio y Magnesio (Wortmann et al., 1998) que pueden llegar a niveles muy elevados siendo tóxico para las plantas. El frijol requiere para su desarrollo que el terreno tenga buena fertilidad, que sea suelto, con buen drenaje, tanto interno como superficial, y con un pH de 5,5 a 6.5 cerca de la neutralidad. Los mejores suelos son los ferralíticos rojos, los pardos y los aluviales (Socorro y Martín, 1989). 2.9.3 Climáticos Entre los factores climáticos que más pueden influir sobre la planta de frijol se tienen: la temperatura, la humedad, la luz y el viento. Según Ustimenko (1982), la temperatura óptima para el crecimiento y desarrollo del frijol común se encuentra entre 20 y 28 °C y que la suma de temperatura requerida para cumplimentar su ciclo es de 1500 a 3000 °C. Es una planta de día corto y tolera baja intensidad luminosa por lo que se puede cultivar con éxito en asociaciones con otras plantas. El proceso de germinación de las semillas está regulado por las trasformaciones bioquímicas que ocurren en la semilla y por la actividad enzimática, acelerándolo o retardándolo. Por ejemplo, las temperaturas bajas lo retardan y por debajo de 80 °C se anula, deteniéndose por tanto la germinación. Por otra parte, las temperaturas altas superiores a 30 °C, debido a la acción desnaturalizadora sobre las enzimas, también influyen negativamente sobre la germinación (Socorro y Martín, 1989). El frijol es una planta no tolerante al exceso de humedad, necesita para su buen desarrollo una distribución adecuada del agua por lo que el riego debe estar en función del tipo de suelo y la época de siembra (INRA, 1977). También el déficit hídrico en etapas tempranas generalmente afecta el alargamiento y el tamaño final de las hojas, en cambio en estadios más avanzados se incrementa la senescencia foliar y la pérdida de follaje (Kramer, 1983; Núñez y Foster, 1996). 12 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas 3. Materiales y Métodos El presente trabajo se desarrolló en la finca del productor Alexis Lantigua Izquierdo perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) “Pedro San Martín”, ubicada en el Municipio Corralillo, provincia Villa Clara. Para la realización del experimento se sembraron cinco accesiones de frijol fortificado a los 12 días del mes de Enero de 2014 época tardía, el experimento se repitió el año siguiente 2015 sembrándose esta vez una sola accesión (F-5) el 2 de Enero de 2015 (tabla 1). Las dos siembras fueron realizadas sobre un suelo Pardo mullido medianamente lavado (Hernández et al., 1999). Se utilizó un diseño experimental en Bloques al azar, la parcela experimental para la primera campaña ocupó un área de 100,8 m² consistente en seis surcos de 24 m de largo y 0,70 m de ancho, con tres replicas cada accesión. Para la segunda campaña se utilizó el mismo diseño y las mismas medidas de campo aunque esta vez solo se sembraron tres surcos con tres replicas para un área de 50,4 m². La siembra se realizó a chorrillo ligero, todas las labores de preparación del suelo se realizaron con tracción animal y en las dos campañas se contó con riego. Para las dos campañas la cosecha se realizó en el mes de Marzo según el arribo de cada accesión a la madurez fisiológica. Tabla. 1 Accesiones sembradas según los tratamientos. Tratamientos Nombre de las Accesiones 1 F-35 Rojo 2 F-5 Jaspeado/Beige 3 F-29 Blanco pequeño 4 F-16 Negro pequeño 5 F-20 Jaspeado beige café 13 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Para la fenología del cultivo se utilizó la metodología del Sistema estándar para la evaluación de germoplasma de frijol de (Van Schoonhoven y Pastor- Corrales, 1987) (Tabla 2). Tabla 2. Fases fenológicas evaluadas en las accesiones. Etapa de descripción V0 V1 V2 V3 V4 Germinación. Emergencia de la radícula y su transformación en raíz primaria. Emergencia. Los cotiledones aparecen al nivel de suelo y comienzan a separarse. El epicotilo comienza su desarrollo. Hojas primarias totalmente abiertas Primera hoja trifoliada. Se abre la primera hoja y aparece la segunda Tercera hoja trifoliada. Se abre la tercera hoja y las yemas de nudos inferiores producen ramas. R5 R6 R7 Prefloración. Aparece primer botón floral Floración. Se abre la primera flor Formación de vainas. Primera vaina con más de 2.5 cm. de largo Llenado de vainas. Al final de la etapa las semillas pierden su R8 color verde y comienzan a mostrar las características de la variedad. Se inicia la defoliación de la planta. R9 Madurez fisiológica. Vainas pierden pigmentación y comienzan a secarse. Las semillas desarrollan el color típico de la variedad. 3.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas Los muestreos se realizaron semanalmente a partir de la siembra, mediante el empleo de la metodología de la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal (MINAGRI, 2005). Los insectos colectados se colocaron en frascos apropiados con una solución de alcohol al 70 % para su conservación y luego se trasladaron al Laboratorio de Taxonomía de insectos del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) para su identificación. Las ninfas de E. kraemeri se cuantificaron de forma directa sobre las hojas de las plantas. Para ello se tomaron cinco plantas al azar y en ellas se hicieron las evaluaciones en seis hojas (dos en la parte superior, dos en la intermedia y dos en la inferior). 14 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Para la dinámica estacional del insecto se tuvieron en cuenta las fases fenológicas de las plantas, las variables climáticas fueron obtenidas de la Estación Meteorológica de primer orden de Sagua la Grande. 3.2 Incidencia de enfermedades Durante las evaluaciones realizadas se colectaron las plantas que presentaban síntomas de enfermedad las que fueron colocadas en bolsas de papel apropiadas y se trasladaron al Laboratorio de Fitopatología del CIAP para identificar los agentes causales según la metodología establecida por Mayea (1994). Para el caso de la roya se utilizó la escala establecida por el CIAT (1984) la cual combina porcentaje de área afectada y tamaño de las pústulas (Anexos 1 y 2), se realizaron tres evaluaciones cada diez días empezando el muestreo a partir de la aparición de los primeros síntomas. 3.3. Rendimiento agrícola y sus componentes Al momento de cosecha se tomó una muestra de 15 plantas por parcela, determinando, a partir de la misma, los siguientes indicadores agronómicos: Número de legumbres por planta, consistió en realizar un conteo de la cantidad de legumbres existentes en la muestra dividido por la cantidad de plantas de la misma. Número de semillas por legumbre, se obtuvo dividiendo la cantidad real de semillas por planta (GPP) entre cantidad de legumbres por planta (LPP). Número de semillas por planta, se obtuvo sumando la cantidad total de semillas por legumbre con la cantidad total de legumbres por planta. Número de legumbres vacías, se obtuvo cuantificando la cantidad de legumbres en las que no existían semillas. Número de semillas fallidas por planta, se obtuvo cuantificando la cantidad de semillas que no se desarrollaron por planta. 15 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Peso de semilla por planta (g), consistió en dividir el peso de las semillas de la muestra entre la cantidad de plantas de la misma. Peso de 100 semillas (g), consistió en realizar un pesaje de 100 semillas, normalmente formadas, de cada variedad. Para la evaluación del rendimiento t ha-1 se cosechó el área total de la parcela, se pesó las semillas producidas después de haberlo secado. Las determinaciones de masa (pesos) se realizaron con una balanza electrónica marca KERN, Modelo PRS 320-3, d= 0.001g. Para el procesamiento estadístico de los resultados, se aplicaron análisis de varianza (ANOVA), en correspondencia con el esquema de campo utilizado, comprobándose el cumplimiento de los supuestos básicos para el análisis de la varianza, en particular la homogeneidad de la misma. Se aplicaron las pruebas de Tukey para las comparaciones de medias, y Kruskal Wallis cuando no existió homogeneidad de varianza, se utilizó el paquete STATGRAPHICS Plus 5.1 (2000). 16 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas 4. Resultados y Discusión 4.1 Insectos asociados a las accesiones estudiadas Durante el desarrollo del experimento en la primera campaña de siembras se pudo apreciar que los insectos asociados al cultivo fueron seis especies fitófagas pertenecientes a tres órdenes y cinco familias y para la segunda se repitieron tres de las especies que se observaron en la primera campaña. (Tabla 3 y 4). Tabla. 3 Insectos asociados al cultivo en la campaña 2013-2014 Nombre común Nombre científico Orden y Familia Daño que ocasiona Crisomélido Diabrotica balteata (Le Conte) Cerotoma ruficornis (Oliv.) Empoasca kraemeri (Ross and Moore.) Coleoptera Chrysomelidae larvas comen raíces, adultos follaje Coleoptera Chrysomelidae Hemiptera Cicadellidae Minador común Liriomyza trifolii Diptera Agromyzidae Chinche Nezara viridula L Mosca blanca Bemisia tabaci (Genn) larvas comen raíces, adultos follaje Se alimenta de la savia de la planta, hojas y brotes Sus larvas devoran el parénquima de las hojas, haciendo típicas galerías de serpentina Se alimenta de la savia de la planta, semilla y legumbres inmaduras Succiona la savia de las hojas, transmisión del Virus del Mosaico Dorado Amarillo (BGYMV) Crisomélido Salta hojas del frijol Hemiptera Pentatomidae Hemiptera Aleyrodidade Fases fenológica s V2 – V3 V2 – V3 V2 – R8 V2 – R7 V4 - R8 V3 – R7 Las especies D. balteata y C. ruficornis se observaron en las dos campañas durante la fase vegetativa (V2 – V3), aunque sus poblaciones fueron escasas, las cuales provocaron lesiones en las hojas en forma circulares, sin daños considerables. 17 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Tabla. 4. Insectos asociados al cultivo en la campaña 2014-2015 Nombre común Crisomélido Crisomélido Salta hojas del frijol Nombre científico Diabrotica balteata (Le Conte) Cerotoma ruficornis (Oliv.) Empoasca kraemeri (Ross and Moore.) Orden y Familia Coleoptera Chrysomelidae Coleoptera Chrysomelidae Hemiptera Cicadellidae Daño que ocasiona larvas comen raíces, adultos follaje larvas comen raíces, adultos follaje Se alimenta de la savia de la planta, hojas y brotes Fases fenológicas V2 – V3 V2 – V3 V2 – R8 Se observaron adultos de N. viridula alimentándose de las legumbres y de semillas inmaduras, estos daños causaron afectaciones en el rendimiento y calidad de la semilla, porque muchas de las semillas al alimentarse el insecto con la introducción de su estilete no llegaron a formarse por la interrupción del proceso de formación. No obstante las poblaciones de esta especie fueron bajas sin causar serios daños. Hohmann y Martínez (2000) y Martínez et al. (2007), reportan las incidencias de N. viridula en variedades de frijoles sembrado en época tardía. Estudios realizados por Ramos et al. (2009) en el municipio de Remedios señalan a N. viridula como una de las principales especies detectadas en el cultivo. Para las dos campañas el fitófago que más daño causó fue E. kraemeri, las poblaciones de ninfas para las primeras fases de desarrollo del cultivo (V1–V6) en la campaña 2013-2014 (figura.1) se mantuvieron bajas y estables en los primeros muestreos para todas las accesiones, coincidiendo con un período relativamente seco con temperatura media de 17 a 25 °C y diferencias entre la máxima y la mínima de 10 a 14 °C. Aunque la incidencia fue aumentando progresivamente entre los 35 y 42 días, los cuales corresponden con la fase reproductiva (R1-R8) llegando a alcanzar medias por encima de 20 ninfas por planta para la F-5 y F-29, combinándose con escasas precipitaciones y temperaturas medias entre 22 y 25 °C. No siendo así para las 18 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas accesiones restantes las que se mantuvieron con valores inferiores a 20 ninfas por planta siendo las menos susceptibles a estos cicadélidos. R1-R8 No ninfas de E. kraemeri por planta V1-V6 30 25 20 15 10 5 0 7 14 21 28 35 42 49 56 63 70 Días después de la siembra F-35 Precipitaciones F-5 F-29 Temp. Máx. F-16 Temp. Med. F-20 Temp. Mín. HR media 32 90 30 80 28 70 Temp 0C 26 60 24 22 50 20 40 18 30 16 Prec. (mm) HR (%) 100 34 20 14 10 12 10 0 E F M A Meses del año 19 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Figura 1. Dinámica estacional de E. kraemeri para las cinco accesiones en la campaña 2013-2014. Ramos et al. (2009) en experimentos realizados con fertilizantes orgánicos para la reducción del saltahojas exponen que para el número de ninfas por hojas las medias fueron de 6 aproximadamente y para el número de ninfas por planta las medias sobrepasan las 20 ninfas. Murguido (1995) en experimentos realizados en la región occidental del país observó que la incidencia de este cicadélido sobre plantas de frijol comenzó desde la fase fenológica de hoja primaria (V1). Mientras que Heyer et al. (1985) en trabajos efectuados en Santiago de Las Vegas (Provincia Habana) exponen que la llegada de los adultos se produce entre los 10 y 30 días posteriores a la siembra y que a partir de este momento comienza la formación de la primera generación. En estudios desarrollados sobre el frijol en Londrina, Brasil, durante cuatro épocas de siembra, observaron que las poblaciones de E. kraemeri se mantuvieron bajas durante la fase vegetativa y se presentaron sus picos poblacionales durante la fase reproductiva de las plantas (Menezes et al., 2004). Ramos (2008) en suelo ferralítico rojo observó que durante las fenofases vegetativas las poblaciones de E. kraemeri se mantuvieron bajas y el ascenso poblacional se produjo en las fases reproductivas. En estudios realizados por Hernández et al. (2013) acerca de la identificación y fluctuación de E. kraemeri sobre frijol común en Villa Clara también señalan que es este fitófago una de las principales plagas de P. vulgaris y su aparición comienza en los primeros estadios del cultivo. Este insecto es importante porque puede atacar en cualquier fase fenológica del cultivo y su incidencia causa mermas considerables en los rendimientos y a veces pérdidas totales afectando los componentes del rendimiento: número de vainas por planta, número de semillas por vainas, peso de las semillas y aumenta el número de vainas 20 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas vacías. Esta plaga retrasa severamente el crecimiento y desarrollo de la planta (Alfaro, 2004) 4.2 Incidencia de enfermedades Durante el transcurso del experimento en la campaña de siembra 2014 - 2015 se identificó como única enfermedad asociada al cultivo a la roya del frijol, causada por el hongo U. phaseoli. Figura .2 Intensidad de la roya del frijol en la accesión F-5 durante la campaña 2014 2015. 18 16 a a 60 70 Intensidad % 14 12 10 b 8 6 4 2 0 50 Días después de la siembra El porcentaje de intensidad de la roya para las tres evaluaciones realizadas mostró que a los 50 días la afectación fue de 9,92 %, alcanzando el mayores grados de intensidad a los 60 y 70 días correspondiendo con la fase fenológica de reproducción, los valores fueron de 15,68 % y 15,44 % respectivamente sin diferencias estadísticas significativas entre ellos pero si con el porcentaje de intensidad a los 50 días (figura 2). No fueron observados síntomas de la enfermedad antes de la floración y si al comienzo de la misma. Los daños causados tuvieron incidencia sobre el rendimiento y sus componentes los cuales se ven afectados debido a que la planta al estar infectada por el hongo dedica gran parte de sus nutrientes y sus sustancias de reserva en combatir la enfermedad. 21 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas En la literatura consultada se informa por varios autores acerca de una diversidad de criterios para evaluar la resistencia de los genotipos de frijol a U. phaseoli en condiciones de campo. Algunos de ellos, utilizan métodos de evaluación cualitativos; mientras otros toman en consideración aspectos cuantitativos que caracterizan la resistencia. Tabla 5. Evaluación de la accesión F-5 según la intensidad de la infección y el tipo de pústula. Accesión % Intensidad media F-5 Característica de Categoría de las pústulas respuesta 2 Resistente 13,68 Para la accesión F-5 la media del porcentaje de intensidad en las tres evaluaciones realizadas fue de 13,68 % con una clasificación de grado dos para las características de las pústulas y de resistente para la categoría de respuesta. Coincidiendo estos resultados con los señalados por Guerra (2009) quien reporta que la accesión F-5 es considerada resistente a la infección por la roya, utilizando la metodología establecida por el CIAT (1987) Estos resultados coinciden con los obtenidos por Bernal et al. (2004) quienes catalogaron a la variedades ICA Pijao, CIAP-7247, Turialba-4 y BAT-202 como resistentes a la infección por Uromyces phaseoli en experimentos realizados en la época tardía en la CPA “Eduardo García”, perteneciente al municipio de Santa Clara, provincia de Villa Clara. No coincidiendo con Guerra (2009) quien refiere que según la metodología establecida por el CIAT (1979) la accesión F-5 tuvo una respuesta susceptible a la infección por U. phaseoli y el porcentaje de intensidad de esta accesión varió entre 42 y 100 %. Para U. phaseoli los síntomas se presentaron a partir de la fase reproductiva del cultivo (R5-R8), al iniciar la floración rápidamente se observaron las primeras pústulas independientemente de la posición que tenían en el campo (Jiménez, 2014). 22 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Coincidiendo estos resultados con los obtenidos por Bernal et al. (2014) quien evaluando la resistencia del frijol común a la roya, obtuvo que las variedades Red Kloud, INIVIT Puntiblanco, Bat-93, Rosas, Legua de fuego, ICA Pijao, Cuba Cueto 259B, CIAP 24, Mulangri 112 y Bat 482 fueron clasificadas de resistente según la metodología empleada. Las pérdidas en el rendimiento del cultivo están muy relacionadas con las características de la población prevaleciente del hongo patógeno, la variedad de frijol, las condiciones ambientales de la zona, y el sistema del cultivo practicado (Beebe y Pastor-Corrales., 1991). 4.3 Rendimiento agrícola y sus componentes Los resultados obtenidos después de evaluado el rendimiento agrícola y sus componentes para las cinco accesiones en la campaña de siembra 2013-2014 (tabla 6) nos muestran que la accesión de mejor rendimiento fue la F-20 (testa blanca) con 3,17 t ha-1 difiriendo solamente de la accesión F-16 con un rendimiento de 1,96 t ha-1. No siendo así para el componente número de legumbres vacías el cual no presentó diferencias estadísticas con ninguna de las accesiones, al igual que para el componente número de semillas por legumbres entre las accesiones F-35 y F-29, aunque sí con la F-5 y F-16 mostrando estas dos últimas medias de 4,6 y 2,53 semillas por legumbres respectivamente. Para el componente número de semillas fallidas por planta la accesión F-20 solo arrojó diferencia estadística con la F-35, al igual que para el peso de semilla por planta la cual mostró diferencias con la accesión F-16 solamente. En el componente peso de 100 semillas la accesión F-20 mostró diferencias estadísticas con las accesiones F-16, F-5, F-35, no siendo así para la F-29 con la cual no presentó diferencias significativas. 23 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Tabla. 6 Rendimiento agrícola y sus componentes para las cinco accesiones evaluadas en la campaña 2013-2014. Tratamientos NSL NLV NSFP F-35 F-5 F-29 F-16 F-20 EEx 3,53 b 4,6 a 3,06 bc 2,53 c 3,33 b 0,19 0,93 0,66 0,8 1,06 0,53 0,25 10,2 a 6,33 b 6,0 b 6,6 ab 4,4 b 0,96 PSP (g) 12,38 ab 11,55 ab 12,81 ab 9,62 b 15,54 a 1,24 P100S (g) 30,41 b 28,03 c 31,75 a 30,44 b 31,51 a 0,23 R t ha-1 2,52 ab 2,35 ab 2,61 ab 1,96 b 3,17 a 0,25 Medias con letras no comunes en una misma columna difieren por Tukey para p< 0.05 Leyenda: NSL (Número de Semillas por Legumbre), NLV (Número de Legumbres Vacías), NSFP (Número de Semillas Fallidas por Planta), PSP (Peso de semillas por planta), P100S (Peso de 100 -1 Semillas), R t ha (Rendimiento en toneladas por hectáreas Tabla. 7 Número de legumbres por planta y número de semillas por planta para la campaña 2013-2014. Tratamientos M.O M.R NLP M.O M.R NSP F-35 11,2 (37,4) abc 41,26 (38,4) ab F-5 8,73 (23,2) c 41,73 (40,9) ab F-29 12,53 (43,4) ab 41,33 (37,43) ab F-16 10,73 (35,3) bc 32,06 (22,73) b F-20 13,8 (50,7) a 50,13 (50,53) a Medias de rangos con letras no comunes por columnas difieren por Kruskal-Wallis para p ≤ 0.05. Leyenda: M.O (Media Original) M.R (Medias de Rango) Estos resultados coinciden con los expuestos por Fonticiella, (2009) quien refiere que en experimentos realizados en las campañas 2007, 2008, 2009 el rendimiento de la accesión F-16 fue inferior al resto de sus homólogas. Los resultados no coinciden con López et al. (2014) quien en experimentos realizados en época temprana sobre un suelo Ferralítico Rojo Típico para medir el efecto de la fertilización mineral y biológica sobre el frijol, obtuvo medias entre 13 y 15 para la 24 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas variedad Bat-304, 15 y 17 para Velazco largo y 12 y 15 para Bat-93, en cuanto al componente número de legumbres por planta. Los resultados obtenidos para los componentes número de semillas por legumbre (NSL) y número de semillas por planta (NSP), no coinciden con los obtenidos por López et al. (2014) quienes obtuvieron medias por encima de 4,30 para (NSL) y de 50 para (NSP) en las variedades Velasco largo, Bat-304 y Bat-93 respectivamente. Tabla .8 Rendimiento agrícola y sus componentes para la accesión F- 5 en dos fechas de siembra. Tratamientos NSL NLV NSP NSFP 2013 - 2014 2014 - 2015 EE x 4,6 a 3,66 b 0,20 0,66 0,6 0,22 41,73 34,86 4,51 6,33 6,73 1,29 PSP (g) 11,55 11,15 1,42 P100S (g) 28,03 b 32,92 a 0,18 R t ha-1 2,35 2,27 0,29 Medias con letras no comunes en una misma columna difieren por Tukey para p< 0.05 Leyenda: NSL (Número de Semillas por Legumbre), NLV (Número de Legumbres Vacías), NSP (Número de Semillas por Planta), NSFP (Número de Semillas Fallidas por Planta), PSP (Peso de semilla por -1 planta), P100S (Peso de cien semillas), R t ha (Rendimiento en toneladas por hectáreas). La comparación entre los dos tratamientos para la accesión F-5, arrojó diferencias estadísticas en los componentes número de semillas por legumbre y peso de 100 semillas, con medias de 4,6 (2013-2014) y 3,66 (2014-2015) para el primer caso y 28,03 (2013-2014) y 32,92 (2014-2015) para el segundo (tabla 8). No obteniendo los mismos resultados para los otros componentes los cuales no difirieron entre ellos para ninguna las dos campañas. Estos resultados no coinciden con los expuestos por Fonticiella, (2009) quien señala que para los componentes legumbres por planta, semillas por planta y semillas por legumbre son clasificados de regular para la primera campaña de siembra, y de regular y malo para la segunda según la metodología empleada; no siendo así para el componente peso de 100 semillas y rendimiento los cuales son clasificados de bueno y sobresalientes en la primera siembra y de regular y sobresaliente en la segunda. 25 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Tabla. 9 Número de legumbre por planta par la accesión F-5 en dos campañas. Tratamientos 2013-2014 2014-2015 M.O 8,73 9,47 M.R NLP (16,66) a (14,33) a Medias de rangos con letras no comunes por columnas difieren por Kruskal-Wallis para p ≤ 0.05. Leyenda: M.O (Medias originales), M.R (Medias de Rango) Los componentes legumbres por planta con media de 8,73 para (2013-2014) y 9,47 para (2014-2015) al igual que número de semillas por legumbres con medias de 4,6 (2013-2014) y 3,66 (2014-2015) no coinciden con lo expresado por Valdés, (2010) quien obtuvo medias por encima de 16 para el número de legumbres por planta y de 5 para el número de semillas por legumbre. El peso promedio de 100 semillas en las accesiones en estudio fue de 25 g sin embargo Valdés, (2010) obtuvo valores de 18,5 g. 26 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Conclusiones 1. Se identificaron seis especies de insectos fitófagos en la primera campaña y tres en la segunda, E. kraemeri fue la de mayor incidencia. 2. Se identificó como única enfermedad a la roya en la campaña 2014-2015 para la accesión F-5, la cual fue catalogada de resistente según la metodología empleada. 3. Los mayores rendimientos se obtuvieron en la campaña 2013-2014 en la accesión F-20 y con diferencias estadísticas significativas con F-16. 4. La accesión F-5 no mostró diferencias estadísticas en cuanto al rendimiento entre campañas, aunque si en los componentes número de semillas por legumbre y peso de 100 semillas. 27 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Recomendaciones 1. Estudiar la respuesta de las accesiones fortificadas de frijol en otras épocas de siembra. 2. Proponer el uso de la accesión F-5 a los productores en época tardía. 28 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Bibliografía 1. Arroyo, R. 2002. La escasez de frijoles en Cuba. Cubanet. Independiente. 2. Beebe, S.E, & Pastor-Corrales, M.A., 1991. Breeding for disease resistance. In A. van Schoonhoven & O. Voysest (Eds). Common bean, research for crop improvement. CIAT. Cali, Colombia. Pp.561-618. 3. Blair, M. W; Astudillo, C; Grusak M. A; Graham R; Beebe, S. E. 2009. Inheritance of seed iron and zinc concentrations in common bean (Phaseolus vulgaris L.). Mol Breeding. Ed 23, pp 197-207. 4. Bernal, A; Abreu, A; Quintero. E; Ramos. R; Castellanos. M; Castillo, O. 2014. Respuesta de variedades de frijol común (Phaseolus vulgaris L.) a la infección por Uromyces phaseoli (Pers.)Wint var. typica Arth. Centro Agrícola. UCLV, Santa Clara, Cuba, Año 41 (1), 5 p. 5. CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical). 2002. Acerca del frijol. Consultado en http:// www.ciat.Cgiar.org./beans/htm 6. FAO. (2005). En sitio web: http://www.fao.stat.org [consultado el 9 de febrero de 2015]. 7. Ficha Técnica del Primer Curso. 2003. Aspectos Básicos y Prácticos para el Mejoramiento y Producción de Frijol. Campo Experimental del Valle de México, Chapingo, México. pp 57. 8. Fischer Walker C. L; Ezzati M; Black RE. 2009. Global and regional child mortality and burden of disease attributable to zinc deficiency. Eur J Clin Nutr; 63:591-7 9. Fonticiella, E. 2009. Evaluación agronómica y selección participativa en líneas experimentales de frijol común fortificadas en hierro y zinc en suelos pardos de Santa Clara. Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo. pp 58 10. García, M.R., García, D.G. 2001. Notas sobre mercado y comercialización de productos agrícolas; México; Ed. Colegio de Posgraduados, Centro de Economía. 11. Helrich, K. 1995. AOAC. Official Methods of Analysis of Association of Official Analytical Chemists, 5th ed., ed Washington, DC. 12. Hernández, A; Pérez, J; Bosch, D; Rivero, R; Camacho, E; Ruiz, J. 1999. Nueva versión de clasificación genética de los Suelos de Cuba. Instituto de Suelos. AGRINFOR. pp. 37-38. 13. Hernández, H; Gómez, J; Ramos, Y; Pérez, E; Espinosa, R. 2013. Identificación y fluctuación poblacional de Empoasca en variedades de Phaseolus vulgaris L. en Villa Clara, Cuba. Centro Agrícola. UCLV, Santa Clara, Cuba, Año 40 (2), 4 p. 14. Heyer, W.; Chiang, M. A.; Cruz, B. 1985. Dinámica de Empoasca fabae Harris en plantaciones de frijol Phaseolus vulgaris L. En veinte años de colaboración científica Cuba-RDA. 77 p. 15. Hohmann, C. L. y Martínez, S. S. 2000. Feijão, Tecnologia de Producão. En: Pragas e Seu Controle. IAPAR. Paraná. Brasil. 81 p. 16. House, W.A., M. Ross, R.M. Welch, S. Beebe y Z. Cheng, 2002. Potential for increasing the amounts of bioavailable zinc in dry beans (Phaseolus vulgaris L.) Through plant breeding. Journal of the Science of Food and Agriculture 82:1452-1457. 17. INRA.1977. El cultivo del frijol. Cuba. [citado en 2015], Consultado en http://www.fao.org/docrep/t1147s/t1147s0i.htm#TopOfPage 18. Jiménez J. 2014. Respuesta agronómica de variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L) en la localidad de General Carrillo, Villa Clara. Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo. 46 p. 19. Koné N. 2010 Empoasca kraemeri Ross y Moore (salta hojas) durante una época de siembra intermedia de frijol común (Phaseolus vulgaris L.) en un suelo Ferralítico Rojo Típico. Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo. pp 19 20. Linder, MC. 1991. Nutrition and metabolism of the trace elements. Editors. Nutritional Biochemistry and Metabolism with Clinical Applications. Appleton & Lange; pp. 216-270 Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas 21. López, A; Mandado, L; Martín, B; Gutiérrez, R; Abreu, E. 2014. Efecto de la fertilización mineral y biológica sobre tres genotipos de frijol común en un suelo Ferralítico Rojo Típico. Centro Agrícola. UCLV, Santa Clara, Cuba, Año 41 (1), 5 p. 22. Martínez, E; Barrios, G; Rovesti, L; Santos, L. 2007. Manejo Integrado de Plagas. Manual práctico—La Habana: CNVS; 526p. 23. Mayea, S.; Herrera, L.; Andreu, C. M., 1994. Enfermedades de las plantas cultivadas en Cuba. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 425 p. 24. Menezes, A; Christoval, H; Souza; A.M; Mitsuo. 2004. Fluctuacão populacional de insetos associados ao feijão- vagemcv. UEL -1 em quatro épocas de plantio e seu efeito sobre ascaracterísticas produtivas. Semina (2):283 -288. 25. MINAGRI. (2007).Lineamientos para los Subprogramas de la Agricultura Urbana para 2008-2010 y Sistema Evaluativo.121 p 26. Mora, O. 1997. Origen e importancia del cultivo de la caraota (Phaseolus vulgaris L.) Rev. Fac. Agron. Maracay. Venezuala. 23:225-234. 27. Murguido, C. A. 1995. Biología, Ecología y lucha contra el saltahojas Empoasca kraemeri Ross y Moore (Homóptera: Cicadellidae) en el frijol (Phaseolus vulgaris L.). Tesis presentada en opción del grado científico de Doctor en Ciencias Agrícolas. INISAV. Ciudad de La Habana. 98 p. 28. Nuñes-Barrios, A.; Foster, E.1996. Efecto del déficit hídrico sobre el crecimiento de hojas, tallos y vainas de frijol. Agricultura Tec. En México 22:99-109. 29. Opio, A. F. y Senguoba, T. 1992. Progress on bean pathology research in Uganda. Res. Anal. Sobre Frijol. Vol. XVII (1). 30. Ortiz, R; Ponce, M; Ríos; Gladys, H; Verde; Acosta, R; Miranda, S; Martin, L; Moreno, I. 2003. Efectividad de la experimentación campesina en la microlocalización de variedades de frijol y la evaluación de la interacción genotipo-ambiente”. Cultivos Tropicales, 24, (4): 107-113. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas 31. Pastor-Corrales, M.A; Jara, C. 1995. La evolución de Phaeoisariopsis griseole con el frijol común en América Latina. Firop.col.19: 15-24 32. Pastor-Corrales, M.A; Otoya, M. Mi Molina, A.; Singh, S.P. 1995. Resistance to Colletotricchum lindemuthianum isolatus from Middle America and Andeand South America in Different common bean races plant DIS. 79: 63-67 33. Paul. 1994. Sizer F and Whitney E. Nutrition concepts and controversies. 6th edition. St.: West Publishing Company; 282-288 34. Pinheiro, C., Baeta, J.P. Pereira, A.M., Dominguez, H., Ricardo,C. 2007 .Mineral elements correlations in a Portugese germplasm collection of Phaseolus vulgaris. Integrating Legume Biology for Sustainable Agricultura. 6 European Conference on Grain Legumes. 12-16 noviembre 2007, Lisboa, Portugal, p. 125-126. 35. Puentes, M. 1994. Monografía. Cultivo del frijol. Tema. Nutrición. UCLV. Facultad de Ciencias Agropecuarias. 14 pp. 36. Quintero F.E. 1985. Variedades y Agrotecnia del cultivo del frijol. Informe final de Investigaciones, Quinquenio1981-1985. Fac. C. Agr., Universidad Central de las Villas, Santa Clara, 40 p. 37. Quintero, E. 1996. Manejo de algunos factores fitotécnicos en fríjol común en condiciones de una agricultura sostenible. Tesis en opción al grado de Master en Ciencias Agrícolas. UCLV, pp77. 38. Quintero, E. 2000. Manejo agrotécnico del frijol en Cuba. Monografía. Facultad de Ciencias Agropecuarias, UCLV, Santa Clara, 28 p. 39. Quintero, E. 2007. Manejo de la diversidad varietal en la conducción fitotécnia del frijol común (Phaseolus vulgaris L.). Centro Agrícola 26(3):27-32. 40. Quintero, E. 2009. Comunicación personal. 41. Quintero, E. Saucedo O, Gil V y Mena O. 2002. Estructura varietal del fríjol: Contribución al manejo sostenible de su cultivo. Centro Agrícola. UCLV, Santa Clara, Cuba, Año 29 (4), 87-88 p. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas 42. Ramos, Y. 2008. Empoasca kraemeri Ross y Moore sobre el frijol común (Phaseolus vulgaris. L) en un suelo Ferralítico Rojo Típico. Trabajo de Diploma. UCLV, FCA. 34 p. 43. Ramos, Y. Pérez, E. 2009. Fertilizantes orgánicos una propuesta ecológica a la reducción del saltahojas del frijol. Agricultura orgánica 1/2009, pp 29 y 30 44. Ramos, Y. Pérez, E. Hernández, H. Gómez, J. y González, M. 2009. Efecto del ataque de las chinches (Hemiptera: Pentatomidae) en el cultivo del frijol común (Phaseolus vulgaris L.). Rev Centro Agrícola36 (2):91-92. 45. Saetter, A. N. 1989. Common bacterial blight. En: Schwartz, H. F; M. A. Pastorcorrales (eds). Bean production problems in the Tropics. 2 nd ed. CIAT, Cali, Colombia, pp 261-283. 46. Singh, S.P. 1999. Production and Utilization. En: Singh, S.P. (eds). Common bean improvement in the twenty-first century. Kluwer Academic Publishers. 1-24 pp. 47. Sizer, F; Whitney, E.1994. Nutrition concepts and controversies. 6th edition. St. Paul: West Publishing Company; 282-288 pp 48. Socorro A, Martín D. 1989. Granos. Pueblo y Educación. La Habana, Cuba, 318 p. 49. Ustimenko G y Bakunovsky V. 1982. El cultivo de plantas subtropicales y tropicales. Editorial Mir. Moscu. 189 pp. 50. Valdés, E. 2010. Empleo de abonos orgánicos y biofertilizantes en la reducción de las afectaciones por hongos patógenos del suelo, y su repercusión en el incremento del rendimiento en el frijol común. Tesis para aspirar al título de Ingeniero Agrónomo. UCLV, FCA. 53 p 51. Valladolid, Á., Pantaleón, J., Castillo, O. y Aquino, J. 1998. Curso producción de menestras de exportación (Para agricultores), Chiclayo – Perú. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas 52. Van Schoonhoven A. y Pastor-Corrales M. 1987. Sistema estándar para la evaluación de germoplasma de frijol. CIAT. Colombia. 56 pp 53. Welch, R.M; House, W.A; Ross, M; Beebe S. y Cheng Z. 2000. Genetic selection for enhanced bioavailable levels of iron in bean (Phaseolus vulgaris L.) seeds. Journal of Agricultural and Food Chemistry 48:3576-3580 54. WHO/UNICEF/UNU. 2001. Iron deficiency anaemia: assessment, prevention, and control. Geneva: WHO; [citado enero 2015].Consultado en: http://www.who.int/nut/documents/ida_assessment_prevention_control.pdf. 55. Wortmann, C. S; Kirkby, R.A.; Eledu, C.A., Allen D.J. 1998. Atlas of common bean (Phaseolus vulgaris L.) production in Africa. CIAT, Cali, Colombia. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Anexos Anexo 1. Porcentaje de área afectada. Grado Descripción 0 Planta sana 0.1 Aparición de las primeras pústulas 1 Hasta un 20 % del área foliar afectada 2 De 21-40 % del área foliar afectada 3 De 41-60 % del área foliar afectada 4 De 61-80 % del área foliar afectada 5 Más del 80 % del área foliar afectada Anexo 2. Tamaño y características de las pústulas. Grado 1 2 3 4 5 Características de las pústulas Sin evidencias de infección Manchas necróticas sin esporulación Pústulas menor de 0,3 mm Pústulas de 0,3-0,5 mm y algunas veces rodeadas por halos cloróticos Pústulas mayor de 0,5 mm y generalmente rodeadas por halos cloróticos Categoría Inmune Resistente Moderadamente resistente Moderadamente susceptible Susceptible Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas