Falta de confianza por Jonathan Heath asesor económico AMERICAN CHAMBER/MEXICO 6 de mayo de 2016 La confianza del consumidor marca una clara tendencia a la baja desde principio de año. Todos sus componentes muestran una disminución desde sus máximos locales de diciembre o enero. No obstante, lo que más se ha deteriorado son los relacionados a la situación económica del país. Por ejemplo, el nivel de 32.39 registrado en abril es el más bajo observado en los últimos ocho meses en cuanto a cómo consideran la situación económica del país hoy en día comparada con la de hace 12 meses. La situación económica del país dentro de 12 meses lo ven en los niveles más bajos visto desde diciembre de 2008, es decir, el más pesimista de los últimos 88 meses. Esto ha empujado al nivel general de la confianza a su punto mínimo observado en los últimos 26 meses. Por lo menos no ha desaparecido la esperanza, ya que el componente menos pesimista (49.98 puntos) es en torno a la situación futura de los miembros del hogar. ¿Por qué se mantiene a la baja la confianza del consumidor? Después de que el tipo de cambio tocó su nivel máximo a mediados de febrero, hemos observado cierta recuperación. El consumo de los hogares se mantiene estable, según indicadores complementarios como las ventas que reporta ANTAD y AMIA. La construcción marca una tendencia alcista en los primeros dos meses del año después de un estancamiento pronunciado en el 2015. La estimación oportuna del PIB para el primer trimestre sorprendió al alza al registrar uno de sus mejores niveles visto desde el comienzo del sexenio. Pero, ¿qué ve el consumidor que ha deteriorado su percepción de la situación económica? Una hipótesis puede ser el constante cúmulo de noticias económicas negativas del exterior. Hace un mes, el FMI publicó su panorama mundial con una revisión a la baja en el crecimiento esperado para la mayoría de los países del mundo mediante un documento titulado “demasiado poco por demasiado tiempo”. La Secretaría de Hacienda revisó su expectativa para el crecimiento de Estados Unidos a la baja en 0.6 puntos porcentuales y para la producción industrial del mismo país en 1.8 puntos porcentuales. La repercusión ha sido de inmediato, ya que las exportaciones no petroleras (nuestro motor principal de crecimiento) tuvieron un desempeño muy pobre en el primer trimestre del año. Pero también hemos tenido más noticias económicas internas negativas, a tal grado que la misma Secretaría revisó a la baja la expectativa para el crecimiento de la economía mexicana en 0.5 puntos porcentuales. En principio, la confianza empresarial ha ido pareja con la del consumidor a la baja. Ha mantenido un nivel por debajo del umbral de los 50 puntos en 13 de los últimos 15 meses, mientras que en marzo disminuyó a su nivel más bajo observado desde febrero de 2010. En especial, la percepción empresarial de la situación económica presente del país permanece en terreno pesimista, mientras que el “momento adecuado para invertir” muestra una clara tendencia a la baja desde hace año y medio. El viraje hacia un mayor pesimismo empezó cuando Estados Unidos dio por terminada su fase de expansión cuantitativa (QE3) y anunció que en un futuro no muy lejano empezaría un ciclo al alza en sus tasas de interés. A partir de ese momento, el dólar se fortaleció y las monedas de la mayoría de los países emergentes iniciaron su depreciación. Ya de por si decepcionados por la falta de impacto de las reformas estructurales, los empresarios ahora demuestran un gran pesimismo, superado tan solo por los años de la gran recesión en 2009. No obstante, en el margen hay una pequeña señal de optimismo: la confianza empresarial mejoró 1.5 puntos en abril y aunque todavía no rebasa los 50 puntos, la expectativa sobre la situación económica futura del país brincó 3.2 puntos para entrar a la zona de optimismo. También se observaron mejorías en la situación económica actual y futura de la empresa. Ojalá esto sea el inicio de una tendencia de recuperación. ¿Será? AMERICAN CHAMBER OF COMMERCE OF MEXICO