Agroquímicos Uso en la agricultura Los agentes químicos utilizados en la producción agrícola pueden ser ordenados de acuerdo al destino que se les da, al efecto que producen; a la vía de uso, la acción sobre la planta, el tiempo de duración y el riesgo para el operador, entre otros. Por sus características de uso, podemos llamarlos genéricamente defensivos agrícolas. En el control de las enfermedades de plantas y animales, se utilizan agentes físicos y químicos. Es así como para esterilizar el suelo usamos el calor, y para lograr en alguna forma el control de algunas plantas utilizamos agentes químicos. Utilizo esta denominación porque cuando usamos productos denominados orgánicos también hacemos uso de sus principios químicos para el combate de algunas enfermedades. Utilizo la denominación de defensivos agrícolas porque la amplia gama de acción de los mismos nos llevará a un sinnúmero de clasificaciones. Podemos decir que al hablar de plaguicidas nos referimos a aquellas sustancias que son utilizadas en el combate contra las plagas, a fin de menguar o eliminar el efecto perjudicial que pueda producir el agente causal de la enfermedad; los denominamos acaricidas, insecticidas, molusquicidas, funguicidas o herbicidas, de acuerdo a la patología que ataquen. Debemos incluir en esta lista aquellos productos que combaten las ratas, ya que son también plagas contra las que debemos luchar, sobre todo en el período poscosecha. En el caso del algodón, proceder a la eliminación de los rastrojos después de la cosecha; esa debería ser una práctica elemental de los algodoneros sin necesidad de ninguna campaña oficial. Con esta práctica se eliminaría gran parte del perjuicio que produce el picudo y se ahorraría mucho en aplicaciones químicas, tanto al bolsillo del productor como al ambiente que contamina. Plagas El control de las plagas se puede realizar en diferentes formas: realizar una adecuada rotación de cultivo, para ello se debe saber la competencia del cultivo anterior con el que se va a implantar para ver si tienen enfermedades comunes o que puedan afectar al nuevo cultivo. Esto es muy común en la producción hortícola. Utilizar semillas adecuadas y resistentes a diferentes enfermedades; en el caso de las huertas, usar la combinación de plantas repelentes como son el ajo, la cebolla y el hinojo. Hacer uso de la siembra directa en forma adecuada de acuerdo a las experiencias que se tienen en nuestro país, con los invalorables trabajos realizados por la GTZ y el Ing. Ken Moriya. Con esto podemos decir que el control de plagas puede ser realizado por medios físicos, biológicos, químicos o mecánicos. Cuando se va a utilizar un agente químico como defensivo agrícola, se debe tener en cuenta toda una técnica que debe ser respetada si quiere sacarle un real provecho. Antes de comprar nada, hay que asesorarse por medio de un profesional competente; solicitar el nombre del producto, cuándo debe usarlo, en qué dosis, en qué forma y cómo se debe manejarlo. Leer las instrucciones cada vez que se va a utilizarlo; siempre aparece una cosa nueva de utilidad para la salud y el bolsillo. Si se tiene alternativa, solicitar el plaguicida de menor toxicidad. Se lo podrá reconocer por la leyenda del producto y la banda en colores que tiene cada envase. Recuerde que los riesgos de toxicidad aumentan cuando se va del verde hasta el rojo. El color verde significa que el producto normalmente no ofrece peligro, si se utiliza de acuerdo a las indicaciones; recuerde que hasta la sal es tóxica si se la consume en exceso. El color azul indica: cuidado, que el producto en sí es poco peligroso si se siguen las indicaciones del fabricante. El color amarillo, que es nocivo, ya no indica que es moderadamente peligroso. El color rojo indica que el producto es de moderada a extremadamente peligroso; se puede leer en la banda roja del producto que dice: “peligroso o extremadamente peligroso”. Compre siempre en los lugares que garanticen el producto y estos estén aprobados por el MAG. Exija que el envase esté cerrado de fábrica y en envase original. No compre fraccionado. Adquiera lo necesario. No por la oferta compre demás. No transporte el producto en vehículos cerrados donde haya personas o animales. No lo ponga cerca de bebidas o comestibles. Siempre debe estar sujeto y no suelto, para no dar oportunidad a que se derrame. Cuando va a realizar el caldo o preparación para su uso, siga al pie de la letra las recomendaciones del fabricante; no experimente con las dosis; póngase la ropa adecuada. Tenga en cuenta el viento: siempre fumigue a favor de él, nunca en contra. Al terminar el trabajo, lave el equipo de tal forma que no contamine el ambiente. Deje la ropa en lugar seguro, no la mezcle con las demás. Báñese y lave sus manos con jabón. Ante cualquier signo de molestia, consulte al médico o la autoridad más cercana, lo más pronto posible; no dude, consulte de inmediato, usted vale mucho. Consuma lo que el Paraguay produce. Produzca lo que el Paraguay y el mundo necesitan. Recuerde. “El Paraguay puede”. ABC, 2004