32. Seguridad jurídica en materia de órdenes de aprehensión o detención. Normatividad En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos este derecho se encuentra garantizado en: Artículo 16. (Párrafo primero) Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. (…) No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado con pena privativa de libertad y obren datos que establezcan que se ha cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. La autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión, deberá poner al inculpado a disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a lo anterior será sancionada por la ley penal. Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la del Ministerio Público. Existirá un registro inmediato de la detención. Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios que motiven su proceder. En casos de urgencia o flagrancia, el juez que reciba la consignación del detenido deberá inmediatamente ratificar la detención o decretar la libertad con las reservas de ley. (…) (…) Ningún indiciado podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho horas, plazo en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial; este plazo podrá duplicarse en aquellos SEGURIDAD JURÍDICA EN MATERIA DE ÓRDENES DE APREHENSIÓN O DETENCIÓN 1 casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo abuso a lo anteriormente dispuesto será sancionado por la ley penal. Comentario La garantía de seguridad jurídica, establecida en éste artículo 16, refiere que para que una persona pueda ser detenida (privada de su libertad), se necesitará de una orden judicial, expedida por una o un juez competente. Previamente se requiere que se haya realizado una denuncia o querella señalando el delito, ésta deberá puntualizar y comprobar los motivos por los cuales se les priva de su libertad y el delito. Solamente, en caso de que se trate de un delito flagrante (cuando se comete una falta y sorprendida la persona en el acto), el delincuente podrá ser detenido y llevarlo de forma inmediata a la autoridad más cercana, y esa a su vez ante el Ministerio Público. Así también sucederá en los delitos graves si existe riesgo de que se fugue el delincuente, serán tratados como casos urgentes, cuando la o el juez no esté disponible, ya sea por las circunstancias inmediatas, el lugar o la hora, será el Ministerio Público quién ordene la detención de la persona presunta responsable del delito, siempre y cuando argumente y explique el procedimiento correspondiente. Una vez que la o el juez reciban la consignación de la persona detenida por casos de flagrancia o urgencia, deberán corroborar la detención o invalidarla, otorgándole la libertad de acuerdo con las reservas de la Ley. También se hace referencia en cuanto al tiempo de retención, que no podrá ser por más de 48 horas por parte del Ministerio Público; cumplido ese tiempo, se pone a disposición de la o el juez y se ordena su libertad. El plazo podrá ser ampliado a 96 horas sólo cuando se trate de casos de delincuencia organizada. SEGURIDAD JURÍDICA EN MATERIA DE ÓRDENES DE APREHENSIÓN O DETENCIÓN 2