Dos Cristianismos

Anuncio
Dos Cristianismos
Por Deryl Davis
¿Necesitamos ser re-educados acerca del cristianismo? Tal fue
el contenido de la participación del académico religioso y
miembro del Seminario Jesús, Marcus Borg, en la reciente
Conferencia Iglesia ara el s. XXI, en la Catedral Nacional de
Washington. En su discurso, titulado “Una historia de Dos
Cristianismos”, Borg dijo que el entendimiento común del
cristianismo de hace una o dos generaciones se ha hecho
“ampliamente poco persuasivo” en nuestro tiempo y la que reeducación teológica adulta en las congregaciones locales es una
de nuestras más apremiantes necesidades.
Basándose en su reciente y muy popular libro “El corazón del
cristianismo”, Borg distingue dos paradigmas para entender al
cristianismo: el más común ”paradigma centrado en creencias”,
que considera en proceso de desaparición, y un “paradigma
centrado en la transformación” que estaría emergiendo como un
movimiento en pleno desarrollo en las denominaciones cristianas
tradicionales. En esencia, el paradigma centrado en creencias se
basa en el asentimiento a un conjunto de creencias específicas,
en tanto que el paradigma centrado en la transformación, que
para Borg es más auténtico, “es primeramente relativo a un
camino, una manera (de ser), para el individuo y para el mundo.”
Borg argumenta que el paradigma centrado en creencias,
dominante en la era moderna, es fundamentalmente el resultado
de la “colisión” del cristianismo con el racionalismo científico del
Iluminismo, más que producto del cristianismo original y los
pivotales concilios eclesiásticos de los primeros siglos. El
paradigma centrado en la transformación tiene también unos
300 años de antigüedad, afirmó Borg, surge como producto de
1
un estrecho círculo de elites de la era del Iluminismo que ha ido
lentamente creciendo y ampliándose hacia un “importante
movimiento de base” en los últimos años.
Borg delineó una cantidad de importantes distinciones entre los
dos paradigmas. Afirmó que el paradigma centrado en creencias
se enfoca en la vida después de la muerte y la salvación personal
y es, por ello, “centrado en el propio bienestar”, en tanto que el
paradigma centrado en la transformación se enfoca en la
mutación espiritual en la vida presente y está, “en su mejor
aspecto centrado en Dios”. Mientras que el paradigma centrado
en creencias hace de la fe religiosa “un sistema de
requerimientos y recompensas”, el paradigma centrado en la
transformación reconoce que sólo una relación personal con Dios
y lo sagrado puede cambiar al individuo. No menor entre estas
diferencias, explicó Borg, está el que el primer paradigma afirma
que el cristianismo es el único camino a Dios, mientras que el
segundo considera al pluralismo religioso “consecuencia de la
profunda convicción de que el Dios creador del universo ha sido
conocido en todas las religiones permanentes.”
Al examinar el rol de la Biblia en ambos paradigmas, Borg
también encuentra distinciones en materias de origen, autoridad
e interpretación de las Escrituras. En tanto el paradigma
centrado en las creencias considera a las Escrituras inerrantes,
infalibles y procedentes directamente de la mano de Dios, el
paradigma centrado en la transformación asume un “enfoque
histórico-metafórico” que entiende a las Escrituras como una
obra humana y una construcción social representativa de un
particular pueblo, lugar y tiempo. “Lo que tenemos en la Biblia,”
dijo Borg, “es el modo en que nuestros ancestros veían las cosas,
no como las ve Dios.” Borg argumentó que, en vez de reducir el
significado escritural, el enfoque histórico-metafórico ve más
allá de significado literal de las palabras buscando lo que nos
2
dice de las generaciones de lectores que han sido transformados
por ellas. El enfoque no depende de la historicidad de los
hechos como el literalista, por lo tanto está abierto a los
matices y la construcción imaginativa.
Aún cuando afirma fuertemente su preferencia por el paradigma
centrado en la transformación, Borg afirma que el Espíritu de
Dios puede trabajar, y de hecho trabaja, a través del antiguo
modelo centrado en las creencias. El problema, dice, es que en el
último tiempo, los adherentes a este modelo centrado en las
creencias “se han vuelto más agresivos y juzgadores en su uso”,
utilizándolo “para golpear a otros.” Así, el paradigma centrado en
creencias se ha convertido en “un obstáculo y una piedra de
tropiezo” para muchos cristianos. A modo de contraste, Borg
expuso al paradigma centrado en la transformación como una
“visión neo-tradicional” del cristianismo, recuperando y
rescatando lo que era lo más central para la fe antes d ella
colisión con la modernidad ocasionada por el iluminismo.
Borg concluyó su charla destacando elementos comunes en los
dos paradigmas y describiendo la historia de las palabras “fe” y
“creencia.” Ambos paradigmas sostiene que Jesús y la Biblia son
sus principales fuentes de revelación, ambos son la Palabra de
Dios, lo que hace al cristianismo distinto de todas las otras
religiones, dijo Borg. Los cristianos ven a Jesús como la
“decisiva” Palabra de Dios, afirmó Borg, y entienden al
cristianismo como una jornada transformadora provocada por
medio de una relación con Dios en Jesús.
Borg planteó que, antes de 1600, la palabra “creer” era usada en
el lenguaje cotidiano cristiano no para referirse al
consentimiento a un conjunto de verdades sino más bien como un
compromiso de lealtad a un camino, como lo mostró Jesús. “La
palabra 'creer' nunca tuvo a un conjunto de declaraciones como
su objeto directo,” afirmó Borg. “La fe no se relaciona con eso”,
3
arguyó, “sino con una cada vez más profunda confianza en Dios
en Jesús.”
Las provocativas palabras de Borg generaron muchas preguntas
de la audiencia acerca de la supuesta declinación de las
denominaciones tradicionales (es un reflejo de la antigua
expectativa cultural de asistencia a la iglesia, dijo Borg); sobre
la interpretación literal de los antiguos credos cristianos,
especialmente sus afirmaciones acerca de la resurrección (si la
tumba estaba vacía o no, no es lo que realmente importa, lo que
realmente cuenta es que Jesús sigue siendo conocido como una
figura en el presente); y sobre el criterio para discernir el
significado de la Escritura (no hay criterio objetivo, afirmó, el
discernimiento se hace mejor en el contexto de la comunidad
cristiana y bajo la idea de “revelación progresiva” – asumiendo
que el significado específico puede cambiar y desarrollarse en el
tiempo). Borg concluyó su participación con una referencia a
Martín Lucero, en el sentido de que “lo que es autoritativo
acerca de la Biblia es aquello que es consistente con Cristo. Lo
conocemos por medio de los evangelios, entendemos el espíritu
de Cristo como se discierne por medio de la Escritura.”
Deryl Davis es productor del Sunday Forum en la Catedral
Nacional de Washington y un miembro asociado de la facultad de
religión y drama en el Seminario Teológico Wesley.
4
Documentos relacionados
Descargar