UROL. INTEGR. INVEST. Volumen 2, pp. 477-487 Análisis y estudio de los cálculos renales F. GRASES FREIXEDAS*, * Departament ** Servicio A. CONTE VISÚS** y A. COSTA BAUZÁ* de Química. Universitat de les Illes Balears. Palma de Mallorca. de Urología. Hospital Son Dureta. Im·alud. Palma de Mallorca. RESUMEN:Objetivo: se comenta el procedimiento más apropiado para el estudio y análisis de los cálculos renales, su importancia en la determinación de la etiología de la enfermedad y las distintas técnicas que se utilizan para ello. Material y métodos: se realiza una breve revisión histórica de la evolución de los métodos de análisis de los urolitos y se comenta la importancia de dicho análisis. Resultados: se efectúa una breve descripción de las técnicas más útiles para el estudio de los cálculos renales, que incluyen la microscopia estereoscópica, la espectroscopia infrarroja, la microscopia electrónica de barrido, la difractometría de rayos X y la termogravimetría, indicándose el carácter complementario de dichas técnicas entre sí. Conclusiones: se presenta un resumen del proceso a seguir en el análisis y estudio rutinario de cálculos renales. PALABRAS CLAVE:Estudio de cálculos renales. Proceso analítico. Microscopia. Espectroscopia infrarroja. Difractometría de rayos X. Termogravimetría. ANALYSIS ANDSTUDYOFRENALCALCULI ABSTRACT:Objective: the most appropriate procedure to study and analyze the renal calculi, their importance in determining the etiology of the disease and the used techniques in that study are commented. Material and methods: a short historical revision of the evolution of the methods for the analysis of uroliths is performed and the importance of this analysis is commented. Results: a brief description of the most useful techniques for the study of renal calculi, including stereoscopic microscopy, infrared spectroscopy, Correspondencia: Dr. F. GRASES FREIXEDAS. Departament de Química. Universitat de les Illes Balears. Ora. de Valldemossa, km. 7,5. 07071 Palma de Mallorca (Balears). scanning electron microscopy, X ray difractrometry and thermogravimetry, is carried out, indicating the complementary nature of these techniques among them. Conclusions: a scheme of the process to follow for the routine analysis and study of renal calculi is presented. KEY WORDS:Study of renal calculi. Analytical process. Microscopy. Infrared spectroscopy. X ray difractometry. Thermogravimetry. Urollntegr lnvest 1997 ;2:4 77 -487. Introducción La conexión entre la química y la medicina y su avance paralelo ha sido un rasgo destacado desde épocas remotas. De hecho, cuando en el siglo XVI tiene lugar lo que se puede considerar el comienzo de la «revolución científica», y también durante bastante tiempo después, es común encontrarse con una gran mayoría de autores que combinaban la profesión de médico y químico. El inicio en el conocimiento de la composición de los cálculos renales hay que situarlo en ese contexto, alrededor del año 1800, gracias a los trabajos de Scheele (1742-1786) Y Bergman (17341794), que identificaron por primera vez cálculos de ácido úrico. En esa época el análisis químico requería una cantidad apreciable de muestra y, de entre las diferentes muestras humanas disponibles, prácticamente sólo la orina y los cálculos renales satisfacían este requerimiento. Por tanto, puede considerarse que el estudio de los cálculos renales determinó el inicio de la moderna química clínica!. Curiosamente, a pesar de este anticipado comienzo, con un avance importante en el conocimiento de la calculogénesis renal, que permitía presuponer que esta patología renal sería una de las primeras en resolverse, la realidad ha sido bien distinta, y en la actualidad sigue siendo una patología cuya etiología no está todavía claramente establecida. Esta extraña circunstancia hay que atribuirla a los factores especiales que concurren en esta patología, que 478 F. Grases Freixedas et al incluye los fenómenos de cristalización como un aspecto fundamental a considerar, y como consecuencia, sus bases y mecanismos se alejan bastante de los esquemas de la bioquímica y biología molecular tradicional, que a pesar de haber impulsado el avance del conocimiento para muchas patologías cuyos mecanismos son hoy bien conocidos, desde su perspectiva no ha posibilitado el establecimiento de las bases moleculares suficientes para abordar el problema de la calculogénesis y sus soluciones. Este estancamiento en el conocimiento general de la enfermedad se ha ret1ejado, como es natural, en todos aquellos aspectos que se relacionan con la misma, como es el propio análisis de los cálculos renales. ¿De qué sirve conocer la composición precisa de un cálculo renal si no se conoce cómo y por qué se ha formado y cómo hay que tratarlo? De hecho, hasta la década de los años sesenta no se reemprende el estudio en profundidad de la etiología de los cálculos renales, por lo que hasta estas fechas la única metodología comúnmente utilizada para determinar su composición era el análisis químico semicuantitativo por vía húmeda, método tedioso e impreciso que conduce a muchos errores de interpretación20s y que, a pesar de ello y de los avances producidos en las últimas décadas, sigue utilizándose en muchos laboratorios clínicos~ El auténtico avance en el conocimiento de la composición de los cálculos renales hay que atribuirlo al uso de la espectroscopia infrarroja4,69 y de la microscopia electrónica de barrido acoplada con microanálisis de rayos X (t1uorescencia de rayos X)IOoIS. Aunque con menor trascendencia y con fines mucho más específicos, en la actualidad también se utiliza para este fin la difracción de rayos X16 y la termogravimetría17022, tal y como se discutirá a continuación. El análisis y estudio de los cálculos urinarios es un paso esencial para el examen y tratamiento inicial del paciente aquejado de litiasis renal, ya que la composición del cálculo urinario es el punto de partida para clasificar a cada individuo en una determinada forma clínica, paso indispensable para iniciar su tratamiento (tabla 1). La composición y estructura del cálculo proporciona además información fundamental relativa a la patogénesis de la enfermedad, incluyendo anormalidades metabólicas, presencia de infección, posibles artefactos e incluso metabolitos de ciertas drogas. El informe enviado al médico del análisis realizado por personal especializado en la materia debería incluir el peso, tamaño y forma de los cálculos, los constituyentes del cálculo y su orden de deposición, la presencia de un nido y su composición, la presencia de cuerpos extraños o artefactos y la presencia e identificación de componentes poco frecuentes tales como Urol. Integr. Invest. Tabla I. Componentes - - más comunes de los cálculos renales, Oxalato cálcico monohidrato (whewellita). Oxalato cálcico dihidrato (weddellita). Fosfato amónico magnésico hexahidrato (estruvita), Fosfato cálcico, forma carbonatada (carbonato apatita) y forma hidroxilada (hidroxiapatita). Hidrogenofosfato cálcico dihidrato (brushita). Acido úrico anhidro. Acido úrico dihidrato. Urato sódico. Urato amónico. Cistina. drogas o sus metabolitos y una breve descripción etiológica a la luz de los datos aportados. La necesidad de un análisis específico de los cálculos aumenta a medida que se progresa en el tratamiento de las distintas formas de urolitiasis y a medida que se evidencian las relaciones entre factores que predisponen a esta enfermedad. El procedimiento utilizado para el análisis y estudio del cálculo requiere una combinación apropiada de observación mediante técnicas macroscópicas y microscópicas convencionales con técnicas físicas tales como espectroscopia infrarroja (indispensable), microscopia electrónica de barrido con microanálisis por rayos X (opcional, aunque muy importante), y difracción de rayos X y termogravimetría (opcionales y sólo de interés para algunos casos particulares). En la tabla II se indica un esquema del procedimiento general utilizado en el laboratorio para el estudio de cálculos urinanos. Tabla 11. Estudio de la composición Composición. - - Componentes de cálculos renales. mayoritarios Se determina fundamentalmente con lupa binocular y espectrometría infrarroja. La lupa binocular permite observar de forma clara la morfología externa (papilar/no papilar) y la interna (estructura radial/en capas/desorganizada). Los espectros infrarrojos permiten identificar, en una gran mayoría de ocasiones, el componente o componentes mayoritarios que forman el cálculo. Cuando existan dudas se puede recurrir a difracción de rayos X o termogravimetría. Componentes minoritarios y estudio del posible mecanismo de jÓrmación de un cálculo concreto - Para ello se utiliza microscopia electrónica de barrido (SEM) con análisis por dispersión de rayos X (EDS). Se puede determinar: • • • • Nucleantes heterogéneos. Etapas del desarrollo del cálculo. Lugar de formación. Otros factores etiológicos. Volumen 2 Diciembre 1997 A continuación se efectuará una breve descripción de los aspectos más relevantes de las diferentes técnicas citadas, útiles para el estudio de los cálculos renales. Estudio macroscópico y observación con la lupa binocular (microscopio estereoscópico) El paso inicial en el análisis es el estudio del cálculo intacto antes de su fractura con el fin de observar cristales, material amorfo o cuerpos extraños que estén adheridos o incrustados en la superficie. El objetivo de la fractura del cálculo es hacer visible el nido, la estructura cristalina y el orden de deposición de los componentes. El verdadero nido es invisible ya que es el primer cristal o agregado de cristales que precipitan en la disolución y crece o se deposita donde eventualmente se formará el cálculo. El corazón del cálculo es tanto una región desde la cual se observan estructuras cristalinas en forma radial o también un centro geométrico que está rodeado por capas concéntricas. El corazón puede encontrarse aproximadamente en el centro del cálculo o estar situado más cerca de un polo, tal como ocurre en los cálculos papilares. En cálculos de 100 mg o más, el corazón puede ser visible sin utilizar instrumentos que aumenten la imagen, pero para cálculos más pequeños se necesita un microscopio. Después de la fractura del cálculo se determina el orden de deposición de los componentes, incluyendo la identificación del corazón o corazones si hubiera más de uno, y la identificación de otras estructuras tanto homogéneas como caracterizadas por una estructura de deposición de capas concéntricas o radiales. El corazón se forma a partir de la precipitación de cristales en la orina sobresaturada, de restos microscópicos de la orina, de artefactos o cuerpos extraños, de drogas o metabolitos de las mismas, o de sustancias adheridas a la papila renal. El hallazgo de cualquiera de esos componentes puede dar indicios sobre la patogénesis del cálculo; sin embargo, en una gran mayoría de casos el estudio con lupa binocular no permite identificar dichos componentes, por lo que debe recurrirse a la microscopia electrónica de barrido. En el estudio de cálculos mixtos (que contienen distintas fases) se debe separar cada fase para su análisis. Algunos componentes tienen una apariencia lo suficientemente característica como para evitar el correspondiente análisis, aunque las incongruencias en la consistencia, densidad o pigmentación pueden indicar la presencia de componentes intersticiales, que van a requerir una elucidación posterior mediante otros métodos, tal como ya se ha señalado. Análisis y estudio de los cálculos renales 479 Espectroscopia infrarroja La espectroscopia infrarroja es específica, rápida y versátil y se puede utilizar con especímenes de distintos tamaños. Utiliza un espectrómetro que expone las moléculas de la muestra a radiación infrarroja. En la región infrarroja del espectro electromagnético se absorbe radiación cuando se produce un estiramiento o balanceo de enlaces covalentes como respuesta a una excitación a determinados números de onda. La mayoría de sólidos orgánicos e inorgánicos tienen patrones de absorción que incluyen varios máximos de absorción a números de onda característicos de los grupos funcionales que constituyen la molécula. La correlación de los máximos de absorción específicos observados para la sustancia desconocida con los de los espectos de referencia permite la identificación de la muestra. La espectroscopia infrarroja es útil para la identificación tanto de sólidos cristalino como de materiales no cristalinos, incluyendo sustancias amorfas y grasas. Ello es una ventaja frente a la difracción de rayos X, que es útil principalmente para el análisis de compuestos cristalinos. Compuestos tales como la carbonatoapatita y la hidroxiapatita pueden generar lineas débiles y difusas en un patrón de absorción de difracción de rayos X, pero pueden identificarse y medirse mediante espectroscopia infrarroja. Una aplicación particular de este método es la identificación de drogas y sus metabolitos en cálculos urinarios, que normalmente dan máximos de absorción bien resueltos. Como las drogas generalmente están parcialmente metabolizadas, para la identificación serán útiles los estudios analíticos, la historia de los medicamentos administrados al paciente y otra información farmacocinética. La espectroscopia infrarroja también es útil para la identificación de muchos artefactos que aparecen en los cálculos. El análisis infrarrojo revelará la verdadera naturaleza de estos artefactos. Artefactos comunes, fácilmente identificables por espectroscopia infrarroja son el cuarzo y el caolín, que tienen ambos espectros altamente característicos. La espectroscopia infrarroja permite distinguir perfectamente entre un cálculo de oxalato cálcico monohidrato (COM) y un cálculo de oxalato cálcico di hidrato (COD). Así, las bandas de las zonas comprendidas alrededor de 3.500 y 750 cm-I son claramente diferentes para ambos compuestos (Fig. 1). Debe tenerse en cuenta que si bien la distinción entre estos tipos de cálculos puede efectuarse con facilidad por observación visual cuando los cálculos están intactos, esta diferenciación puede entrañar más difi- 480 F. Grases Freixedas et al Urol. Integr. Invest. A A o <fOCCI 3eCO -f000 350C 3000 2500 20ca 1750 Wavenu:nber :5::::0 1250 1000 ;'50 crn"-l Espectro XOJ 25X) --~. 2000 17'10 Ison 1Z!3CI JOOO 7'10 IR de un cálculo de hidroxiapatita/fosfocarbonato cálcico Espectro IR de un cálculo de oX31ato cálcico Illonohidrato B \ 1 "" -fOCO 35DO 3000 2500 200CI 1750 lJ.•wenul'l'lb.r 1500 1250 1000 Espectro 750 IR de un cálculo de brushita ClI-s. Espectro IR de un cálculo de oxalato cálcico dihidrato e Figura 1. Espectros infrarrojos de (A) un cálculo cuya composición corresponde a oxalato cálcico monohidrato y (B) un cálculo cuya composición corresponde a oxalato cálcico dihidrato. I cultad cuando están fragmentados nillas. I o si se trata de are- Todos los cálculos que contienen fosfatos (fosfatos cálcicos, magnésicos o amónico magnésicos) presentan una banda muy intensa alrededor de 1.000 cm-I que permite su fácil identificación, incluso en mezclas con oxa1ato cálcico mono o dihidrato. Los cálculos ~ u.J Espectro IR de un cálculo de fosfato amónico magnésico Figura 2. Espectros infrarrojos de cálculos fosfáticos. A: Cálculo constituido por hidroxiapatita o fosfocarbonato cálcico. B: Cálculo de brushita. C: Cálculo de fosfato amónico magnésico. puros de brushita, muy poco frecuentes, presentan también un espectro infrarrojo muy característico que permite distinguirlos claramente de los de hidroxiapatita o fosfato amónico magnésico (Fig. 2). Los cálculos fosfáticos más frecuentes son los de origen infeccioso, constituidos generalmente por mezclas de fosfato amónico magnésico e hidroxiapatita. Los cálculos constituidos exclusivamente por hidroxiapatita son menos frecuentes, aunque también pueden formarse, y por su apariencia pueden confundirse con los de oxalato cálcico monohidrato o incluso con cálculos de espectros infrarroj os. Por tanto, en estos casos la información suministrada por la espectroscopia infrarroja debe complementarse con datos clínicos (por ejemplo, existencia de infección urinaria) o por la observación del cálculo mediante microscopia electrónica de barrido. ácido úrico. Los cálculos de origen infeccioso (fosfato amónico magnésico + hidroxiapatita) suelen ser de tamaño considerable, por 10 que para la determinación de su composición se deben obtener los espectros infrarrojos de distintas zonas, ya que los cristales de hidroxiapatita y fosfato amónico magnésico están distribuidos irregularmente. Con todo cabe la posibilidad Aunque en muchas ocasiones los cálculos de ácido úrico se identifican por su morfología y color rojizo característicos, es probablemente uno de los casos en los que pueden encontrarse cálculos con formas y colores más diversos, de tal manera que pueden originarse importantes confusiones si la identificación se efectúa exclusivamente de forma visual. El espectro in- de no detectar uno de esos componentes, aun cuando esté presente y en consecuencia se produzca una clasificación errónea del mismo si sólo se consideran los Volumen 2 Diciembre 1997 Análisis y estudio de los cálculos renales 481 T !cm !B! '" !cm Espectro IR de un cálculo de ácido úrico B g Espectro IR de un cálculo de cislina R Figura 4. Espectro infrarrojo de un cálculo de cistina. ~ '" :v "'000 3500 3000 Microscopio electrónico de barrido I 2500 IT / ~ 2000 1750 1500 lJ.Jv.nUlllb.~ cm-1 1250 1000 750 iDO Espectro IR de un cálculo de urato amón ice Figura 3. Espectros infrarrojos de cálculos úricos. A: Cálculo de ácido úrico (mediante el espectro infralTojo no se puede distinguir claramente entre ácido úrico anhidro y ácido úrico dihidrato). B: Cálculo de urato amónico (los distintos uratos se pueden distinguir a partir de sus espectros infrarrojos). Tiene un amplio rango de aumentos, que van desde 10 ó 20 aumentos (dentro del rango de la lupa binocular) hasta llegar a 20.000 aumentos o más. Las imágenes obtenidas poseen relieve, lo que da una idea muy clara de la morfología de los cristales. Además, el instrumento permite el acoplamiento de técnicas auxiliares, siendo una de las más importantes el análisis por dispersión de rayos X [EDS (energy dispersive spectrometry)]. A frarrojo de estos cálculos es, sin embargo, muy característico y por ello permite su identificación sin ninguna dificultad y además es posible diferenciarlo claramente del espectro infrarrojo correspondiente a los cálculos de urato amónico, ya que la zona de bandas comprendidas entre ] .300 y 500 cm-I es distinta para ambos compuestos (Fig. 3). Los cálculos de cistina, que generalmente se distinguen con cierta facilidad por su aspecto céreo, presentan además un espectro infrarrojo característico que permite identificarlos con toda claridad (Fig. 4). Una de las grandes ventajas del uso de la espectroscopia infrarroja en la identificación de la composición de los cálculos es precisamente la rapidez, facilidad y seguridad con que se efectúa la identificación de cálculos de composición muy poco frecuente, como en el caso de los cálculos de sílice, carbonato cálcico, urato cálcico, triamterene (y otros de origen medicamentoso), materia orgánica, etc. Esta fácil identificación hay que atribuirla a la especificidad del espectro infrarrojo de un producto puro. De hecho, el espectro infrarrojo de una sustancia pura suele calificarse como su «huella dactilar» (Figs. 5 y 6). "t000 3500 3000 2500 2000 1750 Uavenumbef'" Espectro IR de un cálculo de 1500 1250 1000 750 100 CIII-i carbol1L1to cálcico , B 10 L es '11m !¡! ¡¡, q 8s~ lO! r< 12 35XJ :uD 2500 2aXI 1(5) ~a' 15)) 1250 lcm 750 'iOO Espectro IR de un cálculo de urato cálcico Figura 5. Espectros infralTojos de (A) un cálculo de carbonato cálcico y (B) un cálculo de urato cálcico. 482 F. Grases Freixedas el al Urol. Integr. Invest. A::~.I~ 4000 )000 lOOO Espectro , 3000 2000 Espectro 1600 cm·¡ 3000 Espectro 1200 800 1200 400 ) 800 , 400 IR de un cálculo de triamtereno C~~1 4000 Compuesto IR de un cálculo de sílice (Si02 B.::~ 4000 1600 cm·t Tabla III. Elementos detectables mediante análisis por energía dispersiva de rayos X en los distintos componentes de cálculos renales. 2000 1600 cm·' Oxalato cálcico monohidrato Oxalato cálcico di hidrato Brushita Hidroxiapatita Carbonato apatita Estruvita Ácido úrico (anhidro o di hidrato) Urato sódico Urato potásico Urato amónico Urato cálcico Cistina Elementos detectables por EDS Ca Ca Ca, P Ca, P Ca, P Mg,P Relación molar Ca/P = 1 413 < CalP < 5/3 5/3 < CalP < 8/3 Mg/P = 1 Na K Ca S rés ya que en ellas se localizan los responsables de su origen. El estudio de estas zonas, una vez localizadas e identificadas, permitirá: 1200 IR de un cálculo de materia 800 400 orgánica Figura 6. Espectros infrarrojos de cálculos renales de A: Sílice. B: Triamtereno. C: Materia orgánica. Este tipo de accesorio proporciona datos de la composición elemental del punto o zona que se analiza, pudiéndose así determinar la composición del material observado. Hay que indicar que no es posible detectar los 8 primeros elementos, es decir, del H al O; por tanto, habrá componentes de cálculos urinarios que no contendrán ningún elemento detectable, como es el caso del ácido úrico (sólo contiene H, C, N, O) o el urato amónico. Estos compuestos se podrán identificar por exclusión y considerando su morfología cristalina (tabla ITI). El estudio de cálculos mediante SEM y sin disponer de EDS puede conducir a confusiones, ya que hay distintos compuestos que presentan formas cristalinas parecidas (esferulitos de fosfato cálcico o urato amónico; cristales de COM o ácido úrico anhidro ...). En los casos problemáticos, la difracción de rayos X o la espectrometría infrarroja podrán indicar cuál es su composición. El estudio de la microestructura del cálculo mediante microscopia electrónica de barrido con microanálisis por energía dispersiva de rayos X puede aportar una importante información sobre la etiología del mismo. Así, mediante este estudio es posible identificar el punto o puntos de inicio de su formación (o la zona o zonas). La localización de estas zonas es de gran inte- - En el caso de los cálculos de COM (Fig. 7): • Conocer su origen (sedimentario o papilar) (Fig. 7 D). • Localizar nucleantes heterogéneos: fosfatos (Fig. 7 A), materia orgánica (Fig. 7 B) y ácido úrico. - En los cálculos fosfáticos no infecciosos (Fig. 8): • Conocer si el corazón está constituido por brushita o hidroxiapatita. • Tipo de cavidad en la que se ha formado. - En los cálculos de ácido úrico (Fig. 9): • Determinar si su origen es papilar o sedimentario (tipo de cavidad). • La presencia de ácido úrico dihidrato (Fig. 9 C) es indicio de hiperuricosuria y pH urinario muy bajo. • La presencia de ácido úrico anhidro (Fig. 9 A Y B) implica una formación en condiciones de normouricosuria y pH urinario moderadamente ácido. Desgraciadamente cada vez es más frecuente disponer de cálculos fragmentados que, por tanto, no permiten efectuar un estudio sistemático y detallado de los mismos. Sin embargo, con una experiencia previa suficientemente amplia de la estructura de los cálculos renales es posible, utilizando un microscopio estereoscópico, seleccionar una serie de fragmentos representativos, tales que permitan averiguar, utilizando microscopia electrónica de barrido con microanálisis por Volumen 2 Diciembre 1997 Análisis y estudio de los cálculos renales 483 A B C D Figura 7. Imágenes obtenidas mediante microscopia electrónica de barrido de cálculos de oxalato cálcico monohidrato. A: Corazón de un cálculo de oxalato cálcico monohidrato papilar en donde se detecta la presencia de multitud de esferulitos de hidroxiapatita, que probablemente actuaron como nucleantes heterogéneos de los cristales de oxalato cálcico monohidrato, siendo, por tanto, los auténticos responsables de la génesis de este cálculo. B: Corazón de un cálculo de oxalato cálcico monohidrato papilar donde se observa una gran cantidad de materia orgánica sobre la que crece un agregado primario de oxalato cálcico mono hidrato; en este caso la materia orgánica depositada sobre la papila ha sido probablemente la inductora de la formación de este cálculo. C: Corazón de un cálculo de oxalato cálcico monohidrato papilar en el que se detectó un ácaro como posible responsable de la formación del cálculo. D: Grandes cristales de oxalato cálcico monohidrato que indican el posible origen sedimentario junto con esferulitos de hidroxiapatita, que probablemente actuaron como nucleantes heterogéneos de este cálculo. energía dispersiva de rayos X, todos aquellos aspectos que son fundamentales para permitir un conocimiento suficiente acerca de su etiología. DifractometrÍa de rayos X La difractometría de rayos X identifica los constituyentes de un cálculo a partir de su patrón de difracción o «huella dactilar» producida por un bombardeo sobre el material cristalino con un haz monocromático de rayos X. Cuando los rayos X penetran distancias intramoleculares en sólidos cristalinos sufren difracciones o reflexiones siguiendo patrones característicos relacionados con la estructura del cristal. Los rayos X re- t1ejados se pueden utilizar para producir un difractograma compuesto por los picos o máximos que se generan a medida que la muestra gira a través de una sucesión de ángulos. Esto permite la identificación definitiva de una sustancias cristalina desconocida. La principal ventaja de la difracción de rayos X es su casi absoluta identificación de materiales cristalinos y de mezclas de materiales cristalinos. Cuando hay una mezcla de sustancias amorfas y cristalinas hay casos en que otros métodos pueden confundir ambos tipos de sustancia (tal como ocurre en el caso de cálculos fosfáticos); la difracción de rayos X identifica selectivamente los componentes cristalinos. Los componentes cristalinos comunes de los cálculos urinarios son todos ellos fácil y po- 484 F. Grases Freixedas et al Urol. Integr. Invest. A B C D F E Figura 8. Imágenes obtenidas mediante microscopia electrÓnica de barrido de cálculos fosfáticos. A: Imagen de un cálculo puro de hidroxiapatita, en la que puede observarse eferulitos (zona central) junto con zonas aspidínicas (capas externas). B: Detalle de los esferulitos. C: Cálculo infeccioso con grandes cristales de fosfato amÓnico magnésico junto a esferulitos de hidroxiapatita. D: Detalle de la superficie de un cristal de fosfato amónico magnésico en el que se aprecia la típica estructura en "y». E: Imagen de la zona central de un cálculo de brushita en la que se observan grandes cristales de esta sustancia. F: Zona de crecimiento en empalizada de cristales de brushita en un cálculo de esta naturaleza. tencialmente medibles mediante este método. Se pueden identificar las apatitas cristalinas, pero generalmente dan lugar a patrones de difracción pobres debido a que se encuentran en un estado microcristalino y dan bandas de difracción anchas y débiles. De hecho, esta técnica es idónea en la litiasis fosfática para distinguir entre la Volumen 2 Diciembre 1997 Análisis y estudio de los cálculos renales 485 A A ~ I < 9.CXXJ SO.CXIJ > ESTRUVITA B B < 9.())) HlDROXIAPAmA e I < 9.()('X) I 1 SO.lXXJ > BRUSHITA Figura 10. Difractogramas de los distintos componentes de cálculos fosfáticos. A: Estruvita. B: Hidroxiapatita. C: Brushita. Figura 9. Imágenes obtenidas mediante microscopia electrónica de barrido de cálculos úricos. A: Grandes cristales de ácido úrico anhidro localizados en el corazón de un cálculo de ácido úrico. B: Zona columnar de un cálculo de ácido úrico anhidro muy compacto. C: Apariencia típica de los grandes cristales de ácido úrico dihidrato, donde se aprecian las grietas originadas por la pérdida de agua de cristalización. estruvita y la brushita o para confirmar su ausencia (Fig. 10), Y en la litiasis úrica para diferenciar el ácido úrico anhidro del ácido úrico dihidrato (Fig. 11). La principal desventaja es su baja capacidad para litos o materiales amorfos en cantidades minoritarias de la difracción de rayos X identificar algunos metaboy constituyentes presentes o en trazas. Termogravimetría El análisis termogravimétrico consiste en la medida de la pérdida de peso de una muestra seca en función de la temperatura a medida que ésta aumenta durante un proceso continuo de calefacción. La pérdida de masa de la muestra puede ser debida a la descomposición térmica de la misma o a la pérdida 486 F. Grases Freixedas et al Urol. Integr. Invest. DSL2 A 1""" "' .• < 9.tXX) 50.00> Acido úrico anhidro A lUlO na:l B TEIo4PERA TURE Acido TC <c> úrico anhidro OSLl ¡""lO < 9.000 50.00> Acido úrico dihidrato Figura 11. Difractogramas de las 2 fases en las que puede encontrarse el ácido úrico en los cálculos renales. A: Ácido úrico anhidro. B: Ácido úrico dihidrato. B "'lO de aguas de cristalización de sus redes cristalinas. Precisamente por este motivo resulta especialmente útil para distinguir los diferentes hidratos de una misma sustancia, y en el caso de los cálculos renales puede ser de interés para distinguir entre los oxalatos cálcicos monohidrato y di hidrato o mezclas de Acido ...•...• ..•••..• ..•.•• _---- .....•• ..••. úrico dihidrato 85 \ UJ cuando existan dudas so- bre la composición de una muestra (Fig. 12). Por el mismo motivo también es una técnica de utilidad ,,, \ <c> Figura 13. Termograma de las 2 fases en las que puede encontrarse el ácido úrico en los cálculos renales. A: Ácido úrico anhidro. B: Ácido úrico dihidrato. ambos, fundamentalmente 100 o TEMPERA TURE \ \ ID o.. ,' ---- para la distinción entre el ácido úrico anhidro y el dihidrato, y sus mezclas, distinción que es prácticamente imposible mediante espectroscopia infrarroja (Fig. 13). ....•. Conclusión 70 El estudio del cálculo se inicia mediante la observa80 120 Temperatura 160 200 (CC) Figura 12. Termograma de las 2 fases de oxalato cálcico que forman parte de los cálculos renales. A: Oxalato cálcico monohidrato. B: Oxalato cálcico dihidrato. ción directa con lupa binocular y posterior fractura del mismo para determinar su estructura macroscópica interna. Este paso indicará, en la mayoría de casos, cuál es el proceso posterior más adecuado a aplicar. Éste puede implicar: Volumen 2 Diciembre 1997 Análisis y estudio de los cálculos renales 487 de compuestos en cantidades muy minoritarias requiere el uso de la microscopia electrónica de barrido con microanálisis por energía dispersiva de rayos X. Este estudio aportará además datos fundamentales sobre el mecanismo de formación del cálculo. a) Un simple análisis por espectroscopia infrarroja de cualquier zona del cálculo o de varias zonas del mismo. b) En el caso de que los espectros infrarrojos no sean concluyentes se debe recurrir a otras técnicas, entre ellas la difracción de rayos X y la termogravimetría. Por otra parte, la experiencia del personal especializado en este tipo de análisis es fundamental para obtener el número mayor posible de datos etiológicos a partir del estudio del cálculo. c) Por último, el estudio en profundidad de la microestructura del cálculo y la detección e identificación Bibliografía l. 2. Richet G. 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