Conocimientos financieros de los jóvenes españoles

Conocimientos financieros de los jóvenes españoles ¿Cuáles son las competencias de los jóvenes españoles en relación con los aspectos financieros de su vida diaria? ¿Son capaces de manejar adecuadamente sus ingresos y gastos? ¿Saben cómo operan las tarjetas de crédito o el seguro de una moto? El informe PISA sitúa a los jóvenes españoles por debajo de la media de la OCDE, en un nivel similar a Francia o Rusia, ligeramente por debajo de EEUU, pero mejor que Italia. Es decir, España estaría en una posición media‐baja, de ahí la necesidad de promover una mayor presencia de estas materias en los contenidos escolares. 
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16/3521901/ Texto completo ¿Cuáles son las competencias de los jóvenes españoles en relación con los aspectos financieros de su vida diaria? ¿Son capaces de manejar adecuadamente sus ingresos y sus gastos, de valorar la relación calidad/precio de los productos que consumen, de planificar sus gastos futuros, de comprender las condiciones de un préstamo, o qué efectos tiene la cotización del euro en relación con otras monedas? ¿Saben cómo operan las tarjetas de crédito o el seguro de una motocicleta? Estas y otras cuestiones similares han sido objeto de atención en el denominado Estudio PISA, que es una evaluación realizada cada tres años a estudiantes de 15 años de diferentes países, entre los que se encuentra España. Junto a la evaluación en lectura, matemáticas y ciencias, el Estudio realizado en 2012 incorporó por primera vez un conjunto de cuestiones con el que se pretendía aproximar los conocimientos y destrezas de los jóvenes en materia financiera. Quienes estén interesados en conocer con detalle los resultados del estudio pueden consultar la página web del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. El resultado global sitúa a los jóvenes españoles por debajo de la media de los países de la OCDE, en un nivel similar a Francia o Rusia, ligeramente por debajo de EE.UU, pero mejor que Italia. Digamos, por tanto, que España estaría en una posición media‐baja, pero con menores diferencias entre sus estudiantes que las que se dan en otros países. El problema principal es el 16% de jóvenes que solo alcanzan unos niveles de conocimientos muy básicos que les resultarían insuficientes para manejarse medianamente bien en sus finanzas personales. De los resultados obtenidos por los españoles, dos terceras partes están estrechamente vinculados a sus competencias en matemáticas, lectura y lengua, pero el resto, la otra tercera parte, está asociada únicamente a sus conocimientos financieros. Y aunque los chicos obtienen Dirección de Educación y Divulgación
una puntuación levemente superior a las chicas, puede decirse que no existe brecha de género entre unos y otras. Es importante también tener en cuenta la influencia del nivel socioeconómico y educativo de los padres sobre las competencias financieras de sus hijos. En conjunto, puede decirse que los alumnos cuyos padres tienen profesiones no cualificadas se ven adicionalmente perjudicados en sus conocimientos sobre finanzas respecto a los peores resultados que ya obtenían en matemáticas o lenguaje. Y algo parecido sucede con el nivel educativo de los progenitores. En cambio, en relación con el tipo de centros, España es el país con menor variabilidad de resultados entre centros, lo que demuestra que el sistema educativo es bastante equitativo, y los resultados ligeramente mejores de los centros privados no se deben a que estos sean superiores a los públicos, sino a que cuentan con alumnos con mejores condiciones socioeconómicas. De igual modo, tampoco tiene una influencia significativa que los centros se encuentren en ciudades pequeñas, medianas o grandes. En suma: es esencial que los alumnos españoles comiencen a desarrollar sus capacidades financieras ya desde pequeños, por lo que resulta vital promover una mayor presencia de estas materias en los contenidos escolares de la educación primaria y secundaria obligatoria. Saber desenvolverse en la vida, tomando decisiones inteligentes sobre sus ingresos y gastos, sobre sus ahorros, sus deudas o sus inversiones, es un factor decisivo para el bienestar de las personas en un mundo económico cada vez más complejo. Además, puesto que el nivel socioeconómico y educativo de los padres afecta a las competencias financieras de los hijos, la educación financiera en las escuelas e institutos es fundamental para promover una efectiva igualdad de oportunidades entre los jóvenes españoles. Dirección de Educación y Divulgación