ESTADO DE DERECHO EL ROL DE LOS CORREDORES DE SEGUROS Urge regular la función del corredor de seguros Continúa sin regularse la actividad del corredor de seguros. Geraldine Ifrán FERRERE Abogados U na reciente sentencia de un Tribunal de Apelaciones enfatizó la diligencia mínima que tiene que tener quien contrata un seguro. El Tribunal lo resumió en una frase: “El asegurado debe conocer lo que declara aceptar”. Cuando se contrata un seguro se transfiere un riesgo y se “compra” tranquilidad. Contratar un seguro supone más que completar formularios y comenzar a pagar una prima. El cliente solo debería realizar esta “inversión” luego de que un asesor con real experiencia haya estudiado sus necesidades reales e identificado qué producto de todas las aseguradoras puede satisfacerlas mejor. El corredor de seguros no es un simple “vendedor” sino que cumple una función esencial. Es el “eslabón” entre la aseguradora y el cliente. Es quien difunde el seguro y aconseja a los clientes para que contraten la cobertura que verdaderamente necesitan. EL CORREDOR DE SEGUROS EN URUGUAY La legislación uruguaya de seguros tiene serias carencias. No hay siquiera un estatuto legal que establezca requisitos, derechos y obligaciones del corredor de seguros (como tienen las legislaciones extranjeras). En nuestro país ya casi no existen los corredores que, tras horas de trabajo en otra actividad, se dedicaban a vender unos pocos seguros a familiares y conocidos. El sector maduró y se profesionalizó para forjar la cartera de clientes. Las aseguradoras fueron una pieza clave para su capacitación, principalmente a partir de la desmonopolización del sector. Mientras, en el mundo, se modernizan los estatutos legales de estos intermediarios La aprobación de una ley permitiría culminar la indispensable transición hacia este proceso de profesionalización. La ley que desmonopolizó los seguros creó en 1993 una Comisión Honoraria Asesora para elaborar un anteproyecto que regulara la actividad de intermediación en materia de seguros. La Comisión presentó hace años su propuesta de estatuto de corredores, pero la iniciativa no prosperó. En el último tiempo el sector reavivó esfuerzos para impulsar un anteproyecto de ley de seguros. Es urgente que los legisladores consideren este tema así como un estatuto para los corredores de seguros. LA NUEVA LEY ESPAÑOLA SOBRE CORREDORES DE SEGUROS Hace más de 10 años la Unión Europea dictó una directiva con bases para armonizar la actividad de los corredores de seguros. La incorporación de las soluciones a los países miembros recién está culminando. España es uno de los últimos países que actualizó su regulación sobre corredores. A mediados del 2006 aprobó la Ley de Mediación de Seguros y hace pocos meses la misma entró en vigencia luego de un período de transición. La nueva ley española identificó las distintas formas de mediación en seguros y estableció nuevas exigencias para cada una. Además de la típica figura del “corredor independiente”, reguló a los “agentes exclusivos” de una aseguradora y a los “agentes vinculados” a varias compañías. La ley española también reconoció el papel que cumplen las instituciones finan- cieras - “operadores de banca-seguros” - que colocan los productos de aseguradoras con sus clientes. Todas estas modalidades están presentes en la plaza uruguaya. A partir de este año todos los intermediarios españoles deberán registrarse y cumplir requisitos profesionales mínimos para actuar. La primera gran exigencia es contar con una adecuada formación técnica. La formación técnica es un requisito presente en todas las legislaciones que regulan el corretaje de seguros, inclusive las latinoamericanas. A partir de este año los “corredores independientes” y los “agentes vinculados” a más de una aseguradora deberán aprobar cursos o pruebas de aptitud para comenzar a operar. En el caso de los “agentes exclusivos”, por su parte, la ley española puso de cargo de las aseguradoras capacitarlos y controlar que cumplan los requisitos legales. La regulación española también requiere que los intermediarios acrediten que están en condiciones de responder por los eventuales daños que causen con su actividad. Para ello se exige que contraten un seguro que cubra su responsabilidad civil profesional, u otra garantía financiera, entre otras alternativas. Este requisito aún no es frecuente en las legislaciones latinoamericanas, salvo el caso chileno. Una mirada a la experiencia europea demuestra que la regulación no pone en peligro la actividad de mediación profesional en seguros. Por el contrario, tras un período de lógicos ajustes a las nuevas regulaciones, todos los operadores del sector asegurador, incluso los propios corredores, resultan beneficiados. El asegurado tiene derecho a que lo asesore un corredor leal y profesional El sector maduró y se profesionalizó a partir de la desmonopolización del sector Es urgente que el Parlamento considere la ley de seguros y un estatuto para corredores de seguros La nueva ley española identificó las formas de corretaje y estableció exigencias para cada una Todos los intermediarios españoles deberán registrarse y cumplir requisitos profesionales La primera exigencia es contar con una adecuada formación técnica