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PEQUEÑA HISTORIA DE
LA INMIGRACION REN TERIAN A
J. G IL V IT O R IA
En el principio del siglo XX, en el año 1 9 0 0 , Rentería ocupaba el décim o lugar entre las poblaciones guipuzcoanas, San
Sebastián incluida, con 4 .0 8 1 habitantes, siendo superada
por los 4 1 .2 0 0 de la capital; los 9 .9 1 2 de Irún; los 8 .1 1 1 de
Tolosa; los 6 .5 8 3 de Eibar; los 6 .1 9 6 de Vergara; los 6 .0 6 6
de Azpeitia; los 5 .7 9 5 de Oñate; los 4 .3 4 5 de Fuenterrabía y
los 4 .3 1 7 de Elgóibar.
aum ento densal, en su mayoría procedente de la inmigración,
ya que el vegetativo no alcanza estas cotas, aun en los países
más prolíficos, "per se”, y si en aquel entonces el m ayor índice de inmigración se alcanzó en el período que enm arca el
final de la década de los 2 0 y el principio de los 3 0 , con la
construcción y la absorción de mano de obra consiguiente, de
"La Papelera del Oarso” , consiguen que Rentería en el censo
de 1 9 3 0 , con sus 8 .9 7 3 habitantes, se colocase en quinto
lugar de la provincia, tras la capital, Irún, Eibar —que ya había
rebasado a Tolosa— y la vieja capital foral guipuzcoana.
A partir de esa fecha, en la que Rentería tenía 13 industrias que podían exponer sus productos con m otivo de la
muestra que se organizó en 1 9 0 3 para celebrar la inauguración del grupo que el filántropo m ondragonés, D. Pedro de
Viten, había donado a la Villa, y, según dicen algunos, beneficiada por la decisión de los gobiernos español y francés de
poner cortapisas a la instalación de industrias a determ inada
distancia de la frontera, se originó un crecim iento de la población, que a ochenta años vista daba un porcentaje del 1 2 0 de
Este gráfico en alza experim enta un descenso brusco en
el censo del año 1 9 4 0 , por causas obvias, pero se va recuperando paulatinam ente, con saltos espectaculares entre los
años 1 9 5 0 y 1 9 6 0 , en los que se pasa de los 1 2 .7 8 4 a los
1 8 .6 4 2 , pero en verdad es en las siguientes décadas, en las
del 1 9 6 0 al 1 9 7 0 , y de éste al 1 9 8 0 , donde se produce el
39
Número de viviendas construidas
2.( JO
2.5 )0
3.0 10
3.5 0
4.0 0
erradicación, después, com o posteriorm ente se ha podido
apreciar, conjugando necesidades y sistem as con la mejora
del hábitat, ello es indudable, pero denotando, asim ism o, una
falta de previsión para la planificación de un fu tu ro que ha llegado casi sorprendiéndonos a todos y rom piendo todos los
lugares com unes que tenían vigencia cuando a la Rentería de
no hace tantos años, nos referíam os o se referían, y que no
hace falta recordarlos.
Y antes que el p rim er período clave de este crecim iento
inm igratorio de los años 30, m ucho antes, y sin la espectacularidad que entrañaba la afluencia constante e ininterrum pida
de entonces, allá en los años de la pre y post guerra europea,
funcionó la fábrica de yute, y a su extinción, un industrial vin culado a la m ism a, D. Bonifacio Ecenarro, que fue uno de los
adelantados en la industrialización de la fabricación de alpargatas, y com o a la sazón la Casa lllarram endi no había solucionado los problem as del cosido en sus m áquinas de suelas
el acabado del talón y la puntera, m otivó la precisión de
auténticos artesanos, que fueron bastantes los im portados, a
partir de los años 191 1 y 1 9 20, y bastante más tarde, aunque
no m ucho, veíam os en las Casas Nuevas la habilidad de los
Alejandro Gracia, creador de un fa m ilia conocida y apreciada
en la Villa, de José M oreno, en quien concurre igual circunstancia, que trabajaba al alim ón en un bajo de la calle Zam albide, con Valero Ortega, un soriano culto, con su legendaria
pierna de palo, com o los héroes de Stevenson, cuya influencia
nos hacía soñar con im posibles hazañas de un hom bre pacífico, que nada tenía de com ún con los "hom bres del ron” . Fiteranos los dos prim eros, com o otro que conocim os, M arcelino
González, llam ado "El m oñoño” , no sabemos por qué.
4.5
..............................................
V ivie nd a s en co nstru cció n en el año 1963..................................... ..
Proyectos presentados hasta el 31 de m a y o .................................................. ...............................................
C oeficiente de habitantes por vivienda en el año 1950 ..............
....................................................
C oeficiente de habitantes por vivienda en el año 1960 ..............................................................................
490
759
5,76
4,67
increm ento desm esurado de población, que haría alcanzar a
la antigua sede del concejo del Valle, a Orereta, en la meta de
alrededor del m edio centenar de m iles de habitantes, cuando
diez años antes se había situado —y hablo de censos o ficia les— en los 3 4 .3 6 9 , que le situaba en cuarto lugar, capital
incluida, para desbancar a Eibar m uy pocos años después.
Empero, si en un principio el crecim iento fue de acuerdo
con la expansión industrial, con una elevada tasa de absorción
de elem entos foráneos, a partir aproxim adam ente del año
1 9 6 0 se produce el fenóm eno adverso, al señalarse el cénit
de la potencialidad industrial, iniciándose el declive, ya que la
falta de lugares idóneos donde establecerse ahuyenta nuevas
instalaciones, por lo que han de buscar acom odo en otras la titudes, en ta nto que la desmesurada especulación del suelo
hace que en un período récord pase de ser una población em inentem ente industrial, cuando antes sus servidores habían de
residir fuera de la Villa, a una ciudad d orm ito rio , en contra de
todas las previsiones, de acuerdo con una política un tanto
extraña de im pedir, por las causas que fueren, la expansión o
desarrollo arm ónico de la industria, prim ero, y forzando su
Y ellos, con las capelladoras, constituyeron otra avanzada
de esa inm igración, que dejó semilla para que, al adaptarse
todos, se sintieran solidarios con este Rentería que a m uchos
los vio nacer y a todos les dio cobijo, haciéndoles suyos incondicionalm ente. Y no quisiera te rm ina r sin hacer m ención a la
fam ilia Ruiz, que fue la prim era en llegar a efectuar sus trabajos alpargateros.
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