Nutrición Clínica, por Angel Gil Hernández.

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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
ESCUELA DE KINESIOLOGIA Y FISIATRIA
Materia: Kinesiología Ocupacional y Laboral
Titular: Lic. Horacio Nieri
Tema: Bulimia y Anorexia en el Ámbito Laboral
Número de grupo: 14
Integrantes:
Carballo, Juan Manuel
Maidana, Carlos Gabriel
Maiarú, Mariano
Martín, Santiago
Petillo, Agustín Miguel
Yeregui, Santiago
Cuatrimestre: 1 ero
Año: 2012
33.410.824
32.593.667
33.788.913
33.304.537
32.187.730
33.220.689
ÍNDICE
Introducción .....................................................................................................................p. 02
Desarrollo .........................................................................................................................p. 03
-
Definición ..............................................................................................................p.03
-
Trastornos alimentarios y trabajo .........................................................................p. 06
-
Aspecto legal ........................................................................................................p. 10
-
Tratamiento ..........................................................................................................p. 12
Conclusión ........................................................................................................................p. 18
Bibliografía .......................................................................................................................p. 19
Anexo ...............................................................................................................................p. 20
1
INTRODUCCIÓN
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) están incrementándose en los
últimos años, siendo motivo de gran preocupación para los profesionales que trabajamos en
esta área, y por supuesto también para las familias de quienes sufren estas patologías.
En el presente trabajo de investigación, abordaremos, dentro de estos trastornos, a la
“Bulimia y Anorexia” desde el punto de vista kinésico, haciendo un enfoque en la
detección precoz de estos desordenes alimenticios para su prevención en el ámbito laboral,
teniendo en cuenta todos los factores internos y externos que influyen, desde una mirada
bio-psico-social.
El desarrollo consistirá en una breve descripción de ambas patologías, efectos de
éstas en la actividad del trabajador que las padece, aspectos legales, papeles de las ART, y
el tratamiento que se puede realizar, incluyendo la terapia familiar, social y laboral.
Al final expondremos la conclusión a la cual hemos llegado sobre dicho tema.
En el anexo incluiremos encuestas y gráficos que representen el trabajo hecho.
2
DESARROLLO
DEFINICIÓN
Un trastorno alimentario es una de las varias enfermedades crónicas y progresivas
que, a pesar de que se manifiestan a través de la conducta alimentaria, en realidad consisten
en una gama muy compleja de síntomas entre los que prevalece una alteración o distorsión
de la auto-imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie de
valores a través de una imagen corporal. Estos trastornos fueron incluidos y definidos en el
Manual estadístico y diagnostico de los trastornos mentales en su 4ed. (DSM IV) de 1994,
y también en la 10°ed. de la Clasificación estadística internacional de enfermedades y
problemas relacionados con la salud dado por la OMS.
Como factores de riesgo podemos nombrar:
1. Genéticos
2. Individuales: Obesidad y sobrepeso, edad (adolescencia), sexo (mayormente
femenino), falta de autocontrol.
3. Familiares: Sobreprotección o distanciamiento
4. Socio-Culturales: Influencia de los medios de comunicación, ciertas profesiones y/o
deportes (modelos, bailarinas, gimnastas, etcétera)
3
ANOREXIA
Es un trastorno mental y alimentario, que consiste en una pérdida voluntaria de peso
por un deseo patológico de adelgazar y un intenso temor a la obesidad.
Generalmente comienza en la adolescencia, con mayor incidencia en el sexo
femenino. La pérdida de peso es obtenida mediante la reducción de la ingesta de alimentos,
especialmente aquellos que contienen más calorías (adopción de dietas que dan a la persona
enferma sentimiento de poder y control), el ejercicio físico excesivo, la utilización de
medicamentos reductores del apetito, laxantes o diuréticos, y vómitos provocados. De esta
manera, se produce una desnutrición progresiva y trastornos físicos y mentales que pueden
ser muy graves e incluso, conducir a la muerte.
Aunque técnicamente la palabra "anorexia" significa "pérdida del apetito", estas
personas realmente tienen un apetito normal, sólo que controlan de forma drástica su
ingesta. Poseen un carácter hostil e irritable con tendencia a la depresión y miedo intenso
al aumento de peso o a ser obeso incluso con peso inferior al normal. Distorsión de la
apreciación del peso, el tamaño o la forma del propio cuerpo.
Como síntomas pueden presentar disminución del gasto energético y de la
temperatura del cuerpo, irregularidad en la menstruación, disminución de la frecuencia
cardiaca (bradicardia), arritmia o incluso la muerte producto de bajas concentraciones de
potasio; piel seca y áspera, y osteoporosis, debido a la disminución del calcio.
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BULIMIA
Es un trastorno mental y alimentario en el cual el individuo se aleja de las pautas de
alimentación saludable consumiendo comida en exceso en periodos de tiempo muy cortos
(lo que le genera una sensación temporal de bienestar), para después buscar o eliminar el
exceso de alimento a través de ayunos, vómitos, purgas o laxantes.
Afecta a personas mayores de 20 años que también han tenido un problema de
sobrepeso en la infancia. Predominantemente de sexo femenino.
Al igual que en las anoréxicas, las pacientes con bulimia sufren de un miedo
exagerado a estar con sobrepeso. La diferencia radica en que las bulímicas generalmente se
las arreglan para mantener su peso dentro de los límites normales. Esto es debido a que, a
pesar de que intentan adelgazar provocándose el vómito o tomando laxantes, los
sentimientos de ira, cansancio, ansiedad, soledad o aburrimiento provocan la aparición de
atracones, que implican el ingerir, en un período corto de tiempo, grandes cantidades de
alimentos (generalmente dulces y los ricos en grasas). Con posterioridad se sentirá enferma,
muy culpable y deprimida. Esto es extremadamente desagradable, aunque para muchas
llega a ser un círculo vicioso del que no pueden salir ya que su patrón caótico de
alimentación domina sus vidas.
Como síntomas más destacados encontramos daños en la zona bucal, debilidad
muscular, hormigueo y calambres por disminución del sodio; aumenta la frecuencia
cardiaca (taquicardia) y arritmias, e irregularidades menstruales.
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TRASTORNOS ALIMENTARIOS Y TRABAJO
La Organización Internacional del Trabajo ha liderado la generación de condiciones
dignas de trabajo en el marco del “trabajo decente” donde la alimentación adecuada es
fundamental en la medida que permite a los individuos mantener las condiciones mínimas
de nutrición y salud al proporcionar la energía y nutrientes que le permitan tener una
condición física y mental ideal para responder de forma óptima a todas las exigencias de su
ocupación en la jornada y ámbito laboral en que se desempeñe, ya que en promedio una
persona trabajadora pasa una tercera parte del día en su sitio de trabajo. Por tanto, una
conducta alimentaria inadecuada sumada a otras condiciones propias de la actividad
laboral: el estrés generado por ésta, el grado de satisfacción con el trabajo, y otras múltiples
variables asociadas a la ocupación, pueden contribuir a generar problemas serios de salud,
tales como las enfermedades crónicas que se traducen en bajo rendimiento laboral y
aumento de costos por ausentismo, incapacidad, accidentalidad o muerte del trabajador. A
partir de esto se han realizado estudios internacionales sobre la alimentación laboral en el
estado de salud general del trabajador generado intervenciones alimentarias en éstos
colectivos con resultados positivos.
El estado nutricional de un individuo es considerado como
“el resultado del
equilibrio o desequilibrio entre el consumo de alimentos y el respectivo aprovechamiento
de nutrientes para llenar los requerimientos de éstos por el organismo” y está condicionado
por diversos factores económicos, sociales, de salud, culturales, de conducta, y otros
propios de los individuos. Por lo tanto, la evaluación del estado nutricional del sujeto tiene
gran relevancia para orientar las actividades de promoción de la salud, prevención y
tratamiento de la enfermedad, especialmente del adulto de 20 a 65 años, pues en este grupo
6
recae casi en forma total la actividad productiva de un país. Ésta evaluación debe incluir la
identificación de factores que condicionan los requerimientos de calorías y nutrientes, la
ingestión y digestión de los alimentos, la absorción y posterior utilización de dichos
elementos por las células, así como el impacto del equilibrio o desequilibrio entre lo que
necesita el organismo para llenar los requerimientos nutricionales, e incluyen indicadores
antropométricos, clínicos, bioquímicos, funcionales y de conducta.
Una herramienta sencilla y al alcance de todos para poder cuantificar el peso de las
personas es el “índice de masa corporal”, el cual se obtiene dividiendo al peso de la persona
por su altura elevada al cuadrado. Encontrándose el valor normal entre 18.5 – 24.9.
TIPOS DE TRABAJO Y NECESIDADES ALIMENTARIAS
Trabajos sedentarios, englobaría aquellas actividades profesionales que condicionan
la realización de dietas adaptadas a las condiciones de la persona y de su entorno, pero no
un incremento extra de las calorías, debido al bajo gasto calórico que conllevan este tipo de
trabajos: personas que han de permanecer sentadas prácticamente todo el día, que llevan a
cabo su actividad profesional como relaciones públicas y que se desplazan siempre en
coche. En este grupo deben verse reflejado el personal de oficina, comerciales, taxistas y
choferes de colectivos.
Trabajos de gran estrés físico o psíquico, en estos casos, si el estrés o desgaste es
principalmente físico, la dieta debe contener cantidad suficiente de calorías como para
compensar el gasto de energía que conlleva la actividad, como es la de trabajadores de la
construcción, del campo, de la industria del metal, deportistas profesionales, repartidores,
7
etcétera. Si el estrés es de tipo psíquico, las necesidades calóricas no son tan elevadas como
en el caso anterior y lo verdaderamente importante es que la dieta contenga cantidad
suficiente de todos aquellos nutrientes que se relacionan con un buen funcionamiento del
sistema nervioso. Además de las personas en puestos de responsabilidad, empresarios y
directivos de empresas, jefes de servicio o de grupo, gerentes, también está incluido el
personal que trabaja en cadena ya que están sometidos a estrés por su trabajo monótono y
repetitivo.
Trabajos con horarios especiales. Aquellas personas que trabajan en un ritmo de
turnos o en franjas horarias especiales tienen que adaptar además su alimentación en
función del horario laboral, para poder llevar a cabo una dieta adecuada. Es el caso de los
trabajadores de la salud pública (enfermería, médicos), el personal de la industria química y
siderúrgica o del sector de la alimentación con horarios continuos en la empresa que exigen
turnos rotativos y nocturnos, camareros de bares nocturnos, etcétera.
Trabajos que exigen comer fuera de casa. Muchas personas, debido a su actividad
laboral, no pueden comer en casa y deben hacerlo en comedores de empresa o en servicios
de restauración colectiva (bares, autoservicios, restaurantes). En estos casos, conviene tener
unos conocimientos básicos de alimentación, para poder escoger el menú más apropiado y
saludable en cada caso.
CAPACIDAD LABORAL
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una deficiente
alimentación afecta la salud y causa pérdidas de hasta 20% en la productividad. También
habrá un déficit en el mantenimiento de atención, continuidad y ritmo al ejecutar tareas; y
8
deterioro o descompensación en la actividad laboral por no poder adaptarse a circunstancias
estresantes (toma de decisiones, planificación, terminar las tareas en tiempo y forma,
interacción con jefes/compañeros).
Para evaluar si un trabajador con estas patologías puede seguir desarrollando su
trabajo deberemos evaluar los factores intrínsecos del puesto laboral que puedan afectarlo.
En relación con ello el empleador debe considerar si la persona podrá trabajar con
normalidad, es decir, soportar un horario o jornada laboral completa yendo todos los días a
trabajar, pudiendo tolerar los límites y normas sin poner en riesgo el propio trabajo. Por
otro lado habrá que evaluar si el trastorno se ve agravado por esa actividad específicamente
(presión por la estética en las modelos)
Cualquier decisión que se tome sin tener en cuenta la situación clínica real del
paciente y las peculiaridades de los TCA en relación con la "actividad", será una decisión
poco meditada y, muchas veces, irresponsable. Los signos y síntomas de detección precoz
más relevantes serán:
 Pérdida de peso continua.
 Cambio de estado de ánimo. (Depresión, Irritabilidad).
 Preocupación excesiva por el cuerpo.
 Aislamiento
 Disminución del rendimiento
 Disminución de la frecuencia cardiaca
 Poca tolerancia al frío
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ASPECTO LEGAL
En cuanto al marco legislativo encontramos la LEY 26396 (P.L.N.)-Trastornos
alimentarios- del 3 de Septiembre de 2008 que declara de interés nacional la prevención y
control de los trastornos alimentarios, comprendiendo la investigación de sus agentes
causales, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vinculadas, asistencia integral y
rehabilitación, incluyendo la de sus patologías derivadas, y las medidas tendientes a evitar
su propagación.
Desde nuestro punto de vista, habiendo leído en su totalidad dicha ley, constituye
una herramienta más para el paciente con trastornos alimenticios en su rehabilitación.
Más específicamente relacionado con el ámbito laboral encontramos que las
Aseguradoras de Riesgo de Trabajo no cubren este tipo de enfermedades ya que no se
encuentran entre las contingencias y situaciones cubiertas por la Ley de Riesgos del
Trabajo 24557.
Estas enfermedades en cambio, son consideradas, desde el punto de vista legal como
enfermedades inculpables, es decir, estados patológicos productores de incapacidad laboral,
sin relación de causalidad con el trabajo por cuenta ajena, cuya etiología, patógena y/o
mecanismo de producción no guardan vinculo de relación con la tarea realizada por el
trabajador, ni son modificados en su evolución por el trabajo.
10
Sin embargo, la OIT en su revisión del año 2010 actualizo la lista de enfermedades
profesionales y recomienda a las autoridades competentes nacionales incluir, en la medida
de lo posible, distintas enfermedades, entre ellas nombra por primera vez los trastornos
mentales y del comportamiento, dentro de los cuales se incluirían los trastornos de la
conducta alimentaria:
Trastornos mentales y del comportamiento:

Trastorno de estrés postraumático

Otros trastornos mentales o del comportamiento no mencionados en el punto
anterior cuando se haya establecido, científicamente o por métodos
adecuados a las condiciones y la práctica nacionales, un vínculo directo entre
la exposición a factores de riesgo que resulte de las actividades laborales y el
(los) trastorno(s) mentales o del comportamiento contraído(s) por el
trabajador.
11
TRATAMIENTO
Si bien en este apartado nos referiremos al tratamiento cuando la patología ya está
instalada, debemos subrayar que lo más importante a realizar es la prevención primaria, la
cual debe desarrollarse en lugares donde existan poblaciones de riesgo, por ejemplo en
colegios o en ámbitos laborales relacionados como son las agencias de modelos, las
escuelas de danza o gimnasia artística. Aquí se les ofrecerá información sobre la
importancia de una alimentación saludable y actividad física moderada así como los riesgos
que trae aparejado los TCA.
Con respecto al tratamiento en sí, se debe tener en cuenta que estas patologías
implican una larga recuperación y de no ser realizada de manera eficaz, hay grandes
posibilidades de recidiva. Además estas pacientes suelen omitir la verdad y ocultar
información con respecto a sus ingestas y conductas purgativas. Habrá que ser cuidadosos
con la forma de dirigirse a ellas debido a que generalmente toman todo lo que se les dice
con sumo realismo.
Primero se debe evaluar el estado físico y mental del paciente, la gravedad de su
trastorno, la eventual existencia de trastornos concurrentes y su voluntad para cambiar. Para
una correcta evaluación, debemos realizar:
-
Cuestionarios: ayudan a evaluar las actitudes del paciente hacia el peso y la figura, y
clarifican las características psicológicas como los rasgos de personalidad, grado de
desempeño social, y problemas similares.
-
Entrevista: permite obtener una idea más clara del estilo de vida del paciente, su
peso actual, historial de dieta y fluctuaciones de peso, hábitos de ingesta y actitudes
hacia la familia, amigos y entorno social, los intereses y ocupaciones exteriores y el
grado de independencia y la medida de su aislamiento.
12
-
Inspección: realizar una observación general del paciente, para determinar su estado
de salud, actitudes posturales viciosas, relación tejido graso/masa muscular, calidad
del tejido óseo y las posibles secuelas propias de las patologías.
El abordaje terapéutico ha de ser realizado por un equipo multidisciplinario que
suele requerir la colaboración de distintos especialistas y niveles asistenciales. Es individual
para cada paciente, y participativo, buscando incluir de manera activa tanto al paciente
como a la familia. La rehabilitación deberá abarcar los aspectos psicosociales y
ocupacionales del individuo y deberá contemplar y permitir posibles recaídas pudiendo
integrar esa respuesta en el proceso de avance terapéutico; es decir que los ámbitos de
tratamiento serán, según el paciente: Reeducación alimentaria y física, Psicoterapia
individual, terapia familiar, terapia social y terapia laboral.
Reeducación alimentaria y física:
Se buscará un aumento de peso donde la meta la fijará estrictamente el profesional
de la salud. El plan de alimentación debe incluir un mínimo de cuatro comidas diarias que
contemplen las cuatro leyes fundamentales de la alimentación: cantidad, calidad, armonía y
adecuación; con o sin colaciones, a horarios regulares y prefijados. Se le señala al paciente
que se puede comer más cantidad de cualquier alimento estipulado, pero nunca menos.
Progresivamente se irá incrementando la cantidad calórica diaria, respetando las
preferencias y gustos, hasta llegar al requerimiento óptimo para su edad, talla, contextura y
actividad. Esta dieta estará a cargo principalmente de una Licenciada en Nutrición avalada
por un Médico Clínico.
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El kinesiólogo estará encargado de trabajar sobre la imagen corporal, los
movimientos y las percepciones del propio cuerpo. Buscaremos entonces reforzar todos los
estímulos tanto táctiles como propioceptivos, primero con ojos abiertos, luego cerrados, y
posteriormente una vez normalizada la conducta alimentaria la realización de actividades
motrices groseras o básicas (caminar, saltar, correr, etcétera), actividades motrices finas y
disociación de movimientos entre miembros superiores e inferiores, por último trabajar
sobre el equilibrio.
En cuanto al ejercicio físico, se buscará evitar su exceso, mediante programas de
ejercicios controlados, intercalados con pausas. Habrá que tener precaución si todavía
existen problemas osteo-músculo-articulares severos o si el paciente no ha tenido un
aumento de peso significativo.
Psicoterapia individual:
Dentro de la psicoterapia el tratamiento cognitivo conductual ha mostrado ser la
forma más efectiva en el abordaje de estos trastornos. El psicólogo, y si es necesario, el
psiquiatra perseguirán objetivos tales como, informar la sintomatología y características de
la enfermedad, reorganizar los patrones alimentarios y fijar metas alcanzables, modificar
los pensamientos distorsionados e irracionales sobre la realidad de su cuerpo y del mundo
que los rodea, corregir las respuestas desadaptativas tanto en relación a la comida como a
sus relaciones sociales y entorno familiar, mejorar la salud mental del paciente enseñando a
aceptarse a sí mismos, reforzando su autoestima, afrontando el perfeccionismo y formando
una mirada crítica sobre las presiones del ambiente laboral, publicitario y de revistas de
moda, y dada la gran incidencia de recaídas en estas patologías es importante desdramatizar
la posibilidad de las mismas. Es beneficioso comenzar la terapia de forma individual y
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específica para esa persona ya que terapias grupales en fases tempranas de la enfermedad
son contraproducentes.
Terapia Familiar
Esta forma de terapia también a mostrado ser eficaz y muy importante ya que busca
comprender y abordar las dinámicas relacionales de la familia y aquellas surgidas a partir
de la aparición del trastorno, con el objetivo de promover cambios que proporcionen
equilibrio a la estructura familiar y contribuyan positivamente a la recuperación del
paciente.
Esta terapia se basa en que cualquier hecho, acción o juicio adquiere un valor ante la
familia, no sólo por lo que representan en sí mismos, sino por la función que cumplen
dentro del sistema familiar.
La comprensión de cómo la familia se organiza en torno al trastorno es clave para
diseñar soluciones adecuadas para la curación de la persona. A menudo, existen familias
donde el trastorno ha promovido el establecimiento de reglas, roles y una organización
familiar específica y es el propio trastorno el que mantiene la función de equilibrar las
relaciones, aportando ganancias o utilidades al sistema familiar.
Esta terapia está indicada para familias en las cuales se han detectado ciertos
desequilibrios en su estructura, aquellas que demuestran dificultades para dejar crecer y/o
dar autonomía a sus hijos o parejas, familias que tienen dificultades comunicativas o con el
manejo conductual, muchas de estas, con estructuras relacionales deterioradas por la larga
convivencia con el trastorno en el seno familiar.
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También es importante asesorar a la familia del paciente, formándolas para el
abordaje del trastorno y enseñándoles las estrategias y herramientas que necesitarán a lo
largo del proceso de recuperación.
Terapia Laboral
Su objeto de estudio es la conducta del ser humano en el contexto del trabajo, desde
una perspectiva individual, grupal y social. El objetivo principal de esta disciplina es la
mejora de la calidad de vida laboral de los trabajadores, analizando los diferentes perfiles
de oficio y puestos de trabajo teniendo en cuenta especialmente el trabajo físico (horas de
pie, manejo de las cargas) y la alimentación, contribuyendo así con la reinserción laboral de
estos pacientes.
En el caso de los trastornos alimenticios es importante que se respeten las pausas
para una correcta alimentación con control nutricional y evitar que insatisfacciones o
frustraciones laborales conduzcan a recaídas, mucho más en largas jornadas laborales (más
de 8 horas). También es importante educar a su entorno laboral para que sus compañeros
conozcan las patologías y puedan colaborar con el tratamiento del paciente.
Terapia Social
Es un enfoque de la terapia que atiende la dimensión social de la persona, más allá
de las relaciones interpersonales con su entorno inmediato y que alcanza el complejo
mundo de interacciones con el entramado social, considerando la actitud y el
comportamiento con y en la sociedad.
Buscará el enfrentamiento con la realidad del paciente y que deje de verse
influenciado por las imágenes que recibe o percibe de la sociedad, sobre todo la reflejada
16
por los medios masivos de comunicación y publicidad. Esto no es un tema menor, ya que
hoy en día las diferentes marcas de ropa promueven, mediante grandes campañas
publicitarias, un esquema o un prototipo de “mujer delgada” que además de ser insalubre
no se corresponde con la realidad de la mayoría de las mujeres.
17
CONCLUSIÓN
Una vez realizado el trabajo consideramos importante el abordaje interdisciplinario
sobre estas patologías, si bien lo más importante y en lo que más se debería invertir es en
promoción y prevención de las mismas.
Hemos notado la falta de programas que informen y eduquen a jefes y compañeros
sobre cómo identificar a trabajadores que sufran estas patologías y qué actitudes tomar para
ayudarlos y no perjudicarlos ni a ellos ni a su labor.
También podemos indicar que no hay leyes específicas que hablen sobre qué
medidas debe tomar el empleador frente a posibles ausentes para realizar el tratamiento
(más allá de la ley de contrato de trabajo).
Es decir que si bien se habla mucho sobre estas enfermedades a nivel psicológico y
físico, falta mucho por realizar en cuánto el ámbito laboral, que es donde la persona
transcurre gran parte de su día.
Evaluando las respuestas a las encuestas (ver anexo) podemos inferir que la
población afectada por la patología es en general heterogénea en cuanto al ámbito laboral y
que el desempeño físico e intelectual se ve afectado, pero que son pacientes que reciben una
gran contención por quienes los rodean.
18
BIBLIOGRAFIA
 Fundamentos de la Medicina Legal. 5ta edición. Alejandro A. Basile. Editorial ‘El
Ateneo’.
 Alimentación en el mundo del trabajo y su efecto en la salud ocupacional del
trabajador. Diana María Orozco Soto - Lilliana María Troncoso Piedrahíta
 Ignacio Jáuregui Lobera. Trastornos de la Conducta Alimentaria 7 (2008)
 L. Lechuga y Nieves Gámiz Trastornos de la Conducta Alimentaria 2 (2005)
 Tratado de Nutrición: Nutrición Clínica, por Angel Gil Hernández.
 http://www.educar.org/articulos/bulimiayanorexia.asp
 http://www.eduinnova.es/monografias09/anorexia_bulimia.pdf
 http://www.saludenfamilia.es/general.asp?seccion=398
 http://www.centrodepsicologia.org/_articulo291_enesp.htm
 http://www.geosalud.com/Salud_Mental/Anorexia_bulimia.htm
 http://www.solociencia.com/noticias/0406/16160448.htm
 http://www.portalplanetasedna.com.ar/bulimia.htm
 http://www.kine-medic.com.ar/2010/08/trastornos-de-la-alimentacion-bulimiay.html
 http://www.cruzroja.es/crj/docs/salud/manual/005.pdf
 http://manantiales.org/bulimia_anorexia.php
 http://www.fundacionrenacer.org.ar/opiniones.php
 http://www.alimentacionsana.com.ar/Portal%20nuevo/actualizaciones/alimentostrabajo.htm
 Queremos agradecer particularmente a los siguientes profesionales que nos
ayudaron con el trabajo práctico proporcionándonos información acerca de estos
trastornos:
o Lic. En Kinesiología y Fisiatría Sr. Oscar Altalef
o Lic. En Kinesiología y Fisiatría Sra. Liliana Schwarz
o Lic. En Kinesiología y Fisiatría Sra. Olimpia Tourtoglou
o Lic. En Nutrición Sra. María Eugenia Roseto
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ANEXO
Circulo vicioso de la restricción alimentaria
ENCUESTAS
Para obtener una representación más cuantitativa de aquellas personas que sufren
estos trastornos, decidimos realizar encuestas en lugares que consideramos más propensos a
albergar gente con estos trastornos; y sabiendo que es un tema que a las personas no les es
fácil admitir, nos propusimos hacer preguntas simples con respuestas de la misma
dimensión. Sin embargo nos encontramos con una gran dificultad para contactar gente que
sufriera o haya sufrido alguno de estos trastornos y que quisiera hablar. Para conseguirlas
hemos visitado 2 (dos) agencias de modelos/casting de publicidad, con domicilio en la
Ciudad autónoma de Bs. As, en las cuales no nos proporcionaron acceso. Al ver que con
estos lugares no íbamos a poder tener éxito, fuimos a 2 (dos) gimnasios (también ubicados
en C.A.B.A) en donde predominaran las actividades de danza para poder encontrar
bailarinas que quizás hayan padecido alguno de estos trastornos, pero no tuvimos suerte
tampoco.
Finalmente optamos por consultar con profesionales de la salud,
y por
recomendación de la Lic. en Nutrición Maria Eugenia Roseto (M.N. 4689), recurrimos al
CEDA (Centro Especializado en Desordenes Alimentarios), ubicado en Av. San Martin
20
2966, Florida, Vte. Lòpez. Bs. As. Allí se realiza un tratamiento multidisciplinario
(psicólogos, psiquiatras, nutricionistas) de pacientes con trastornos alimentarios, entre ellos
bulimia y anorexia. Concurrimos al lugar y pudimos entrevistar a 10 pacientes con éstos
trastornos, que amablemente accedieron a contestar nuestras preguntas. Estas 10 pacientes
entrevistadas, todas mujeres, entre 18 y 29 años (decidimos excluir las pacientes menores
de edad que no trabajaban ni estudiaban), provenientes de Capital Federal y Provincia de
Bs. As.
21
“Buenos días. Somos alumnos de la carrera de Kinesiología y Fisiatría de la
Universidad de Buenos Aires, y estamos realizando una breve encuesta a personas que
sufren o han sufrido trastornos alimenticios. La misma consta de 4 (cuatro) preguntas”:
1. ¿Qué trastorno alimenticio posee?
Bulimia
Anorexia
Otro
2. ¿Cuál es su ocupación?
…………………………….
3. ¿Este trastorno alimenticio provocó baja en su rendimiento laboral o en sus
estudios?
Si
No
4. ¿La actitud de su entorno familiar y laboral fue de contención y ayuda?
Si
No
22
23
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