“The Artists” vs Cavalli: Moda y Protección de Derechos de

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“The Artists” vs Cavalli: Moda y Protección
de Derechos de Propiedad Intelectual de los
artistas callejeros en la legislación
estadounidense
Miércoles, 4 de Noviembre de 2015
“The purpose of art is washing the dust of daily life off our souls.”
–Pablo Picasso
En el marco de la Escuela Internacional de Verano llevada a cabo el pasado mes de julio, organizada
por la Universidad Nacional de Colombia y el Departamento de la Propiedad Intelectual de la
Facultad de Derecho de la Universidad Externado de Colombia, se trataron temas de derecho de
autor, de cara a los nuevos desarrollos de la industria creativa y entre estos, se analizó el arte
callejero.
Una de sus modalidades es el grafiti, definido como letreros o dibujos circunstanciales, de estética
peculiar, realizados con aerosoles sobre una pared u otra superficie resistente[1], y concebido como
el movimiento artístico que más rápido ha venido creciendo y cobrando importancia en los últimos
tiempos[2]. Es por lo general producto del vandalismo y por esto habitualmente una actividad
penalizada y restringida. Sin embargo, desde hace un tiempo esta concepción se ha ido
morigerando, dándole al grafiti un lugar en el mundo del arte, surgiendo, así, destacados exponentes
a nivel internacional como el Inglés Banksy, cuyas creaciones se han exhibido en galerías de gran
renombre y reconocimiento mundial, tales como la de Sotheby en Londres.
Es así como el reciente auge del grafiti ha dado lugar a controversias legales alrededor de éste,
particularmente en materia de propiedad intelectual y se ha generado una gran necesidad de
respuestas y protección tanto a las obras (como nuevo fenómeno del arte) como a sus autores.
Por lo anteriormente expuesto, el derecho de la Propiedad Intelectual, al igual que otras ramas del
derecho han sido puestas a prueba en relación con su capacidad para adaptarse a la realidad de la
época. Esto con el fin de ser lo suficientemente dinámico y versátil como para ir a la par con los
aconteceres de la sociedad moderna, llevando esto a una ampliación del espectro de su ámbito de
estudio y a enfrentar nuevos retos, todo con el objetivo de dar respuesta a las necesidades actuales.
Prueba de esto es la protección que paulatinamente se le ha dado a los diseñadores de moda y a sus
creaciones, el registro y protección de marcas consistentes en olores representativos, estampados y
demás marcas no tradicionales. A esto se le suma la protección que ha venido reclamando la
industria del grafiti.
Sin duda el grafiti ha sido estigmatizado, debido a su inevitable asociación con la violación de la ley
y las más de las veces por el daño que supone a la propiedad tanto privada como pública. Lo anterior
conlleva a que se deje en un segundo plano su valor creativo, al igual que el reconocimiento de los
derechos tanto económicos, como morales de los cuales debe gozar su autor.[3] Por supuesto, esta
protección no es predicable de todo grafiti, sino de aquellos que no son un simple acto de
vandalismo, aquellos con un contenido artístico, originalidad, planeación, e imaginación, haciéndolos
digno objeto de protección del “Copyright Act de 1976”, que es la base principal de la ley de
derechos de autor en los Estados Unidos, y establece los derechos básicos de los titulares de
derechos de autor. 17 U.S.C. § 102 (a).[4]
La popularidad que el grafiti ha adquirido, lo ha llevado a ser considerado una expresión artística,
razón por la cual se ha empleado como materia prima para la moda. En el seno de esta
utilización, ha habido un creciente número demandas por parte de los artistas callejeros para hacer
valer sus derechos en materia de Propiedad Intelectual frente a sus creaciones en casos como el de
David Anasagasti contra American Eagle Outfitters en la Corte Federal de Nueva York, o Maya
Hiyuk contra Coach por la utilización de uno de sus murales en materia publicitaria. Sin embargo
estos se han solucionado por conciliaciones extrajudiciales entre las partes, motivo por el cual no ha
habido pronunciamientos jurisprudenciales útiles para la resolución de futuros litigios.
En contraste a esos, hay un litigio que al parecer si será resuelto por los jueces Estadounidenses, y
es el sonado caso de los tres reconocidos artistas californianos de la industria del grafiti; Jason
“Revok” Williams, Víctor “Reyes” Chapa y Jeffrey “Steel” Rubín contra la reconocida casa de moda
Italiana de Roberto Cavalli. Esta se interpuso en Agosto de 2014 en la Corte de Distrito Central de
California, Estados Unidos, en cuyo libelo se alegaba la violación de derechos de autor, competencia
desleal y falsa designación del origen de la obra. Los artistas afirman que Cavalli, valiéndose de
equipos profesionales de fotografía, retrato un mural que ellos habían pintado en 2012 por encargo
en el Distrito Misión de San Francisco California entre la calle 9 y 10.Este fue utilizado
posteriormente sin su autorización incluyendo sus firmas cortadas y distorsionadas en algunos de los
estampados de su colección primavera verano 2014 inspirada en el arte callejero, superponiendo la
firma de Cavalli en el diseño. Cavalli presentó una moción para desestimar el cargo en cuanto a la
alegada violación de los derechos de autor de los artistas bajo la Sección 1202 del “Copyright Act”.
Los artistas sostienen que sus firmas contenidas en el mural, constituyen “copyright management
information” (CMI)[5], a esto respondió Cavalli argumentando que las firmas no constituían CMI,
debido a que el “Digital Mienium Copyright Act” no tiene por objeto de protección las firmas, sin
embargo el juez afirmó que la información constituye CMI cuando se ajusta a una de la ocho
categorías de información, y anotó el juez André Birotte que una firma es información que identifica
el autor de una creación y por ende su procedencia en casos como éste.
Alegan que Cavalli violó el “Lanham Act”, que es el Estatuto Federal primario de la ley de marcas en
los Estados Unidos promulgado el 5 de Julio de 1946 por falsa designación del origen de la
obra.Al incluir sus firmas en las piezas de la colección, lleva a una falsa creencia que son producto
de los artistas junto con Cavalli. Sobre este punto el juez afirmó que al utilizar el mural en su
colección no solo constituye una apropiación indebida de éste, al estar protegido por derechos de
autor, sino que en adición a esto utilizó sus firmas que son fuente de identificación de los autores de
la obra. Por su parte el diseñador se ha defendido argumentado que su colección no fue producto de
la copia del mural, sino inspirado en este y es por esto que incluye su propia firma en la colección,
un argumento muy utilizado en casos de Fashion Law.
En Febrero 12 del presente año, la Corte de Distrito Central de California, denegó la moción de
Cavalli con base en los argumentos ya expuestos entre otros, y el Juez Birotte destacó que el uso del
mural dado por el diseñador, equivaldría a “hacerse pasar por”, lo cual tergiversa el origen de las
piezas de su colección, y demostraría la intención de Cavalli de engañar al público, haciéndoles
creer que fue él, el creador del estampado utilizado por la superposición de su firma en el diseño o
que de cierta forma habría sido producto del trabajo tanto de él cómo de los artistas, es decir,
haciéndola pasar como una obra en colaboración o colectiva.[6] Aunque persiste la posibilidad de
que las partes lleguen a un acuerdo extrajudicialmente, el caso pasará ahora a juicio. Sin embargo
por lo expuesto inicialmente por el juez, es un caso sólido y se evidencia una gran oportunidad por
parte de los artistas para vencer en juicio a la afamada casa de moda Italiana, lo cual sería
altamente beneficioso para futuros casos de la industria del grafiti y un hito en cuanto a la
protección de los derechos de sus autores.
En Colombia aún no se han fallado casos como el presente, el Decreto 75 de 2013; “Por el cual se
promueve la práctica artística y responsable del grafiti en la ciudad y se dictan otras disposiciones”
es lo más cercano en cuanto a disposiciones que regule el tema del grafiti. Sin embargo, debido a la
falta de precedente jurisprudencial y disposiciones que regulen el tema en específico, casos como
este son de gran importancia e utilidad para futuras controversias en la materia.
[1] Definición de Grafiti. Diccionario de la lengua Española de la Real Academia. Ed 23. [En Línea]
(14 de Agosto de 2015).Disponible en : http://lema.rae.es/drae/?val=grafiti [Citado el 15 de Agosto
de 2015]
[2] Street Art: The Everlasting Divide Between Graffiti Art and Intellectual Property
Protection. Brittany M. Elias. Bobby Ghajar.[En línea]( 15 de Agosto de 2015). Disponible en
: http://www.pillsburylaw.com/siteFiles/Publications/ABALandslide_Ghajar_MayJune2015.pdf [Citado
el 16 de Agosto de 2015]
[3] El Graffiti, Ángel o Demonio. Su Autor, Titular de Derechos Morales y Patrimoniales Sobre su
Obra, o Simple Delincuente. Jaime de Rivera Lamo de Espinosa. Rubén Rodríguez. [En línea] (12 de
Agosto
de
2015).
Disponible
en: https://drive.google.com/file/d/0BzDFMO0Qci9veWdpV0pHSS1ZcnM/view?pli=1 [Citado 15 de
Agosto de 2015]
[4] (a) Copyright protection subsists, in accordance with this title, in original works of authorship
fixed in any tangible medium of expression, now known or later developed, from which they can be
perceived, reproduced, or otherwise communicated, either directly or with the aid of a machine or
device. Works of authorship include the following categories:
(5) pictorial, graphic, and sculptural works;
(6) motion pictures and other audiovisual works;
[5] DMCA 17 U.S.C. § 102 (b). Prohíbe la alteración intencional de cualquier “CMI”, con el
conocimiento de que haciendo esto se inducirá, facilitara o permitirá una violación a derechos de
autor.
[6] UNITED STATES DISTRICT COURT CENTRAL DISTRICT OF CALIFORNIA. Case No. CV
14-06659-AB
(JEMx).
Disponible
en:
https://thestyleofthecase.files.wordpress.com/2015/02/denied.pdf
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