QUE REFORMA EL ARTÍCULO 11 DE LA LEY GENERAL DE

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QUE REFORMA EL ARTÍCULO 11 DE LA LEY GENERAL DE SALUD, A CARGO
DEL DIPUTADO HUMBERTO LÓPEZ LENA CRUZ
Humberto López Lena Cruz, diputado sin partido de la LX Legislatura del honorable
Congreso de la Unión, con fundamento en los artículos 71, fracción II, y 72 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y 55, fracción II, 56, 60 y 64 del
Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos, y demás relativos, comparece ante ésta soberanía para presentar iniciativa con
proyecto de decreto, con base en la siguiente
Exposición de Motivos
En la actualidad en los medios de comunicación abundan los anuncios publicitarios de los
denominados productos milagro, entre los cuales podemos encontrar: ingeribles (tabletas,
cápsulas), untables (cremas, geles) y aparatos corporales (desde ejercitadores hasta fajas
reductoras, pasando por intensificadores de luz); que dicen aliviar en corto tiempo y de
manera efectiva muchos problemas de salud y estéticos, como obesidad, disfunción sexual,
calvicie, acné y cicatrices, entre otros.
Estos anuncios intentan persuadirnos, intentando de todo, ya sea con testimonios que
aseguran la efectividad del producto y que son dados por personas del "mundo real",
dramatizaciones o consejos de figuras reconocidas como actores, actrices, cantantes,
conductores y deportistas, entre otros recursos. Detrás de lo que se ve existe un equipo de
profesionales cuyo fin es hacerle ver a los espectadores, un público cautivo, que necesita
adquirir de inmediato o en los próximos veinte minutos lo que ofrecen.
En México, mucha gente se ha dejado convencer por este tipo de anuncios que están
diseñados para crear falsas necesidades en las personas, que cambiarán algún aspecto de su
persona o de la vida cotidiana y terminan comprando tales productos; productos que
muchas veces no pasan por el estudio que señala la Ley General de Salud y el Reglamento
de la Ley General de Salud en materia de publicidad. Por los cual muchos no constituyen la
veracidad que mercadean.
Estados Unidos fue el país donde, en la década de los ochenta, surgió este tipo de
publicidad. A México llegaron en los años noventa.
Como consumidores es necesario que seamos razonables de que pastillas, ungüentos o
ejercitadores no harán bajar de peso sin llevar una dieta adecuada y que los productos que
se ingieren, pueden poner en riesgo nuestra salud.
Todos hemos consumido o comprado por lo menos alguno de los productos que se
anuncian y hemos sido testigos presenciales de que sus beneficios no son los mismos por
los que los adquirimos y sin embargo en vez de quejarnos o denunciar el fraude del que
fuimos objeto, nos mostramos apáticos ante tal situación.
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Por ejemplo, de los productos contra la obesidad, que prometen bajar hasta cuatro tallas o
cuatro kilos en una semana, están atentando contra la salud. Según datos de la Secretaría de
Salud, aproximadamente el 26 por ciento de la población del país padece obesidad y 52 por
ciento (cerca de 54 millones de mexicanos) tiene sobrepeso, razón por la cual la Norma
Oficial Mexicana NOM-174-SSA1-1998 para el manejo integral de la obesidad establece
que todo paciente adulto con este problema requerirá de un manejo integral, que además su
tratamiento deberá estar respaldado científicamente en investigación para la salud,
especialmente de carácter dietoterapéutico individualizado, farmacológico y médico
quirúrgico.
Esta norma oficial tiene un apartado dedicado a la publicidad. En su inciso 12 establece lo
siguiente: 12.1. No anunciar la curación definitiva. 12.2. No hacer referencia a tratamientos
en los que no se distinga el manejo particular. 12.3. No promover la utilización de
medicamentos secretos y/o fraccionados. 12.4. No referirse a insumos o tratamientos que
no estén respaldados científicamente en investigación clínica. 12.5. No sustentar
tratamientos en aparatos electrónicos o mecánicos reductores de peso como única opción.
12.6.- No promover para el manejo del sobrepeso y obesidad, anorexígenos, diuréticos y
extractos tiroideos, fajas de yeso, así como de inyecciones de enzimas y animoácidos
lipolíticos. Estos incisos de la norma son claramente incumplidos por los productos
milagro.
En México la Ley General de Salud es la que regula estas actividades y otorga registros. Es
la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) creada en julio
de 2001 como órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud, la responsable específica
de evaluar y sancionar a aquellos que incumplen con las disposiciones vigentes.
En julio de 2004, la Cofepris suscribió un acuerdo con Genoma Laboratories sobre ética
publicitaria, empresa que debido a problemas con la industria farmacéutica, cambió de
razón a Genomma Lab y es una de las que tienen más señalamientos sobre publicidad
engañosa y productos milagro.
Pero mientras este convenio era válido en México, en España, dos meses después, la
autoridad obligó a las televisoras a retirar la publicidad de Cicatricure, cuando Genomma
Lab tenía apenas 15 días de campaña con este producto, que actualmente se vende en el
país, y que significó un duro golpe contra este tipo de productos en Europa, y en particular
contra esta empresa mexicana.
Como medida de protección contra los productos milagro, en junio de 2005 la Ley General
de Salud fue adicionada en su artículo 414 Bis, que se refiere a la producción, comercio y
publicidad de los productos milagro. A partir de esa fecha la Cofepris realizó de manera
discreta algunas acciones contra empresas que producen o comercializan productos
milagro: decomisos, suspensiones, capacitaciones, acuerdos de regularización, así como
retiro de publicidad. Pese a todo, aún existe su publicidad.
Las empresas y productos que la Cofepris ha sancionado con el retiro o el cambio de la
publicidad engañosa o inclusive con decomisos de productos son: Genomma Lab (Siluette
40, Fast, Cicatricure, Fatache Médic, Felgo, Goicotabs, M Force, Metabol Tonics, Optical
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20 20, X Ray); Innova System (Redu Seltzer, Tratamiento Innova System para bajar de
peso, Slim in 1, Tofupill, Fast Seltzer); Suave y Fácil (Redu Fat Fast, Sistema 1, 2, 3 para
bajar de peso) además de los siguientes productos: Redugrass, Body Slim parche, Calcio de
Coral, Chitofiber cholesterol, Duramax, Cofee Slim, Gold le Parche, Enlar G Plus, Java Fit
café para bajar de peso, Linazan plus para bajar de peso, Migrafix para curar la migraña,
Jugo Noni para curar enfermedades, Pain Fix, Feminelle y Dream Bust.
El problema de los productos milagro no es el producto en sí, sino la publicidad, lo que
ofrecen curar sin ninguna comprobación clínica y en algunos casos, con repercusiones
negativas a la salud o incluso al ambiente. Además de ello, está la etiqueta de este tipo de
productos: especifican las instrucciones de uso, el contenido, los ingredientes, pero no
reiteran los milagros que dicen curar en su publicidad.
Esta iniciativa que presento tiene su origen debido a que la mayoría de veces los productos
milagro no han sido probados en laboratorio y no son sujetos de controles precisos por
parte de la Secretaría de Salud, la propia Cofepris señala riesgos sanitarios en este tipo de
productos: como lo son el farmacológico, es decir, que existe la posibilidad de que dichos
productos contengan sustancias no permitidas que tienen efectos indeseables en el
organismo o que pudieran interactuar negativamente si se consumen al mismo tiempo con
medicamentos o tratamientos, y el de contaminación: existe la posibilidad de que sus
ingredientes estén contaminados.
Por lo antes expresado y en el entendido de que es un tema de actualidad que necesita
regularse, me permito presentar la siguiente iniciativa con proyecto de
Decreto
Artículo primero. Se modifica el artículo 11 del Reglamento de la Ley General de Salud
en Materia de Publicidad, para quedar como sigue: iniciativa con proyecto de decreto por el
que se modifica el artículo 11 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de
Publicidad, con la finalidad de que los anunciantes de los denominados productos milagro
como ingeribles (tabletas, cápsulas), untables (cremas, geles) y aparatos corporales (desde
ejercitadores hasta fajas reductoras pasando por intensificadores de luz), comprueben sus
beneficios ante la Secretaría de Salud y la fe pública de un notario.
Artículo 11.
El anunciante deberá comprobar ante la secretaría y la fe de un notario público donde se
hará constar la información técnica y científica de las aseveraciones que realice en su
publicidad sobre la calidad, origen, pureza, conservación, propiedades nutritivas y beneficio
de empleo de los productos o servicios, así como señalar el grupo objetivo al que dirige su
publicidad.
Transitorio
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Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario
Oficial de la Federación.
Palacio Legislativo, a 28 de abril de 2009.
Diputado Humberto López Lena Cruz (rúbrica)
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