LEUCEMIA MIELOIDE CRONICA

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Leucemia Mieloide Crónica (LMC)
1. La ruta del bcr-abl
La leucemia mieloide crónica es una enfermedad de la sangre causada por un error genético en las células madre precursoras de la sangre.
Esta enfermedad se
produce por una
anomalía genética
llamada cromosoma
Filadelfia, que se
produce por una
‘traslocación’, es decir, una
alteración en la que no
hay pérdida de
información, sino un
intercambio de genes
entre dos cromosomas
(el 9 y el 22).
Cromosoma 22
Cromosoma
Filadelfia
Cromosoma 9
Esta traslocación
produce que se unan
dos genes que en
condiciones normales
no deberían estar juntos:
los genes BCR y ABL.
BCR
ABL
ABL
Nueva proteína
maligna bcr-abl
Mitocondria
Citoplasma
ADN
BCR-ABL
BCR
A partir de este nuevo gen maligno, el BCR-ABL, se va a producir en
los ribosomas un tipo de proteína que antes no existía y que se va a
comportar de forma anormal: la proteína brc-abl, que tendrá
función de tirosina-cinasa, responsable de enviar una cascada de
señales al núcleo de la célula, que provocarán que ciertos
procesos celulares se aceleren más de lo normal, y la célula
formadora de la sangre se convierta en una célula maligna
denominada blasto.
La tirosina-cinasa-bcr-abl:
1. Es responsable de la alteración del ciclo normal de la célula
(mitosis), haciendo que ésta se divida más rápidamente.
2. Evita que se produzca la apoptosis (muerte celular
programada) lo que favorece la proliferación celular
(formación de tumores).
3. La brc-abl, además, impide que se fabriquen
correctamente las proteínas de la médula encargadas de
controlar el paso de las células sanguíneas a la sangre,
facilitando así la salida de las células malignas (o blastos) de la
médula ósea al torrente sanguíneo.
Esta proteína puede estar activa o inactiva y es susceptible de
sufrir mutaciones que pueden hacer a los pacientes resistentes
al tratamiento.
Núcleo celular
Nucleolo
Ribosomas
ARN
2. La ruta del SRC
3.
La aparición de la tirosina-cinasa-bcr-abl es importante en el desarrollo de la LMC, pero
la progresión de la enfermedad depende de algo más. Hay otro grupo de tirosina-cinasas,
denominado SRC, responsable de que la enfermedad evolucione más rápidamente.
Finalmente, si la enfermedad no se diagnostica de forma precoz,
la sangre estará formada por una gran cantidad de glóbulos
blancos malignos (blastos) y muy pocos glóbulos rojos y
plaquetas, lo que le daría una tonalidad blanquecina.
¿Cómo se forman estas tirosina-cinasas SRC?
En nuestro ADN existe un grupo de genes denominados oncogenes. Son genes normales,
responsables de la producción de unas proteínas clave que intervienen en la formación y
en el crecimiento celular. Por este motivo, están estrictamente regulados para que no se
produzca ningun error en la producción de estas proteínas. Si esto ocurriera, la célula
podría convertirse en maligna y se podría desarrollar un cáncer.
SRC
El SRC es uno de estos
oncogenes que, alterado,
da lugar a la sobreproducción de un tipo de
proteínas llamadas
tirosina-cinasas SRC.
Vena
Glóbulos rojos
Glóbulos
blancos
Plaquetas
Un exceso de estas
proteínas o su mayor
actividad aceleran el
crecimiento celular y
favorecen la formación de
tumores como el cáncer de
mama y de próstata. En
concreto, es responsable de
que estos tumores
produzcan metástasis
Esto provoca en el enfermo la aparición de
anemia (por la falta de glóbulos rojos), hemorragias severas
(por el bajo número de plaquetas) e infecciones (por los
glóbulos blancos defectuosos).
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