From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena June, 2006 conviene un mundo socialista Guillermo Arosemena Available at: http://works.bepress.com/guillermo_arosemena/1/ ¿CONVIENE EL MUNDO SOCIALISTA? Guillermo Arosemena Arosemena Hasta fines de la Edad Media, las sociedades eran básicamente agrarias; el modelo económico basado en la agricultura había prevalecido durante milenios, pero tenía serios defectos y limitaciones. A partir de los 1500s, surgió en Europa un nuevo modelo, el Mercantilismo, basado en la teoría que el oro era la base de la riqueza de los pueblos, pero como el mundo tenía una cantidad fija de este metal precioso, para acumular riqueza los países debían exportar más que importar. De acuerdo a esta teoría, en el comercio las partes no pueden ser ganadoras, para que una nación se haga rica, otra tiene que hacerse pobre. Para mediados del siglo XVIII, el modelo estaba agotado y tenía innumerables debilidades, por lo que el progreso material del mundo estaba estancado. La alternativa fue el Capitalismo, basado en la libertad del ser humano, especialización de trabajo, función del mercado para fijar precios y optimizar los recursos a través de la competencia. Es el interés propio lo que motiva a la gente y la riqueza no se mide en base a metales preciosos sino a la producción, a la capacidad de generar bienes y servicios. Una manifestación tangible del capitalismo fue la Revolución Industrial que tuvo lugar en Inglaterra, la que incorporó a la economía a centenares de miles de desocupados. Antes de que ocurriera este fenómeno tecnológico, la gente esperaba vivir y morir en la pobreza y pensaban que sus descendientes tendrían igual destino. La renta se demoraba siglos en duplicarse porque la producción agrícola e industrial usaba básicamente los mismos métodos de trabajo: la fuerza bruta; el progreso tecnológico era limitado. Los economistas identifican este período como la trampa de Malthus, en referencia a la teoría apocalíptica de quien sostuvo que el mundo se quedaría sin recursos para alimentar a la población creciente y estaría condenado a vivir en un nivel de vida de subsistencia. Mirando lo que había sucedido en los siglos anteriores, en 1798, Thomas Malthus proyectó el mismo escenario para los venideros. Él se equivocó, desestimó el poder de la productividad. En el gráfico #1 se aprecia el estancamiento de la renta hasta el siglo XIX, cuando se dispara exponencialmente, como consecuencia de la invención del sistema capitalista y la Revolución Industrial, dando inicio al distanciamiento de los ingresos por habitante entre países. Gráfico #1 PIB PER CÁPITA POR PAÍS, 1500-2001 (DÓLARES DE US$ 1990) 1500 1820 1870 1950 2001 Europa Occidental 771 1,204 1,960 4,572 19,256 Japón 500 669 737 1,921 20,683 Países Occidentales 702 1,109 1,882 13,082 22,509 Asia (excluyendo Japón) 572 577 3,485 5,270 19,558 Europa Oriental y antigua Unión Soviética 498 685 941 5,731 5,038 América Latina 416 692 681 2,506 5,811 África 414 420 500 894 1,489 Mundo 566 667 875 2,111 6,049 Fuente: A. Maddison La inmensa riqueza creada por la Revolución Industrial trajo optimismo al ser humano, quien se dio cuenta de que tenía la oportunidad de vivir mejor. Mises, Hayek and Shumpeter, brillantes economistas, sostuvieron que sin esa revolución, no hubiera sido posible enfrentar la explosión de la población que tuvo lugar, millones de seres humanos a nivel mundial no hubieran podido sobrevivir. Desde la segunda mitad del siglo XVIII, el capitalismo comenzó a mejorar significativamente el nivel de vida de la humanidad, por primera vez de las ideas convertidas en innovación tecnológica, surgieron innumerables inventos de bienes y servicios y la renta por habitantes creció 10 veces más que la tasa de crecimiento en siglos anteriores. El desarrollo económico del mundo se había logrado casi exclusivamente con el libre mercado, donde el emprendedor era motor del desarrollo económico: responsable desde la construcción de caminos hasta la fabricación de maquinarias. Pero durante las últimas décadas del siglo XIX, tuvieron lugar eventos que cambiaron temporalmente el curso de la historia del último siglo y medio: nació el Socialismo, teoría que condenaba al capitalismo a la desaparición, a pesar de que Marx admitía que el Capitalismo había generado más fuerzas productivas que todas las precedentes fuerzas creadoras en la historia de la humanidad. El socialismo estaba en contra de la generación de la utilidad, la riqueza tenía que repartirse entre la clase trabajadora, llamada proletaria, la cual era explotada. Las corrientes socialistas iniciadas en Alemania e Inglaterra y posteriormente imitadas en Estados Unidos, comenzaron a conceder al Estado, rol intervencionista en la economía. En 1885, con la creación de la Asociación de Economistas de este último país, varios de sus miembros opinaron que el Estado debía preocuparse de crear leyes a favor de los trabajadores. Se las promulgaron para establecer horarios de trabajo, evitar el monopolio, etc. El sector público en esos países incrementó el número de instituciones y con ellas, creció el número de burócratas. Las primeras medidas estuvieron correctas, buscaron mecanismos de supervisión del capitalismo. Con el estallido de la Revolución Rusa, la corriente socialista se esparció por todos los continentes y si se agregan las teorías económicas surgidas sosteniendo que el gasto público era indispensable para el crecimiento económico, las condiciones estuvieron dadas para que el Estado tuviera un rol protagónico en el desarrollo de las economías. Anteriormente no existía la disyuntiva de qué conviene más a los pueblos, si el socialismo y Estado benefactor o el capitalismo con su libre mercado. Con Lenín se dio el reparto de las tierras, la intervención del Estado en todas las actividades productivas, la eliminación de la libre empresa, pero todas estas fallidas medidas llevó a la Unión Soviética al más grande fracaso y el modelo socialista colapsó en 1989, apenas había vivido 70 años y era enterrado estrepitosamente. Mao Zedong, fiel seguidor de Stalin, trató de implementar un modelo socialista en China, con su execrable Revolución Agraria; ésta causó la muerte de 40 millones de personas por la hambruna ocasionada. A nivel mundial el Estado continuó creciendo y asumiendo mayor rol en la economía de los países. De un máximo de 10% de participación en el producto interno bruto en 1905, para 1980, la participación del Estado aumentó hasta 90% en varios países. Los déficits presupuestarios aumentaron a medida que el sector público abarcó más de la producción. En Ecuador, el número de burócratas creció de 50,000 a 300,000 en poco tiempo. A manera de ejemplo, el Banco Central llegó a tener más de 5,000 empleados y el IESS aproximadamente 20,000. La corrupción aumentó proporcionalmente al tamaño del Estado. Lejos de haber traído beneficios, la intervención estatal fue nefasta para las economías del mundo, incluyendo la nuestra. Lejos de crear riqueza, el socialismo traducido en intervención del Estado, se ha caracterizado por paralizar las economías. En Europa Occidental, particularmente Francia, Alemania, Bélgica y Suecia, son tristes ejemplos de las consecuencias de las políticas socialistas. El modelo socialista europeo Ha pasado aproximadamente un siglo debatiéndose cuál de los dos sistemas económicos es el que más conviene a la humanidad: capitalismo o socialismo, con sus respectivos derivados. Todos conocemos que el socialismo extremista fracasó hace más de 20 años y la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas, particularmente todos los países bálticos, se alinearon con uno de los derivados del capitalismo. A pesar de ello, la mayoría de los europeos occidentales, liderados por Francia y Alemania, quieren mantener su socialismo democrático, alegando que es el que conviene al mundo, poniendo como ejemplo, los países escandinavos, entre ellos Suecia. Francia, no puede considerarse modelo de economía, tampoco ejemplo a seguir, para América Latina ni ningún otro continente. Francia se encuentra en estancamiento económico desde hace más de una década; el desempleo es muy elevado, más de 300,000 ingenieros han emigrado a otros países por la lentitud en trámites burocráticos relacionados con comenzar empresas. Recientes noticias en la prensa internacional mencionan que profesionales de esa nación están emigrando a Irlanda, donde hay una economía en crecimiento. Francia dejó de innovar hace mucho tiempo, está atrasada en desarrollo tecnológico. El Airbus es el único bien del que puede sentirse orgullosa. Entre 1960 y 1995, los ingresos por habitante de los franceses y alemanes se aproximaron al de los estadounidenses, lo que hacía pensar que al terminar el siglo XX, tendrían su mismo nivel de vida, pero en la última década, debido al espectacular crecimiento de la productividad de las empresas estadounidenses, las diferencias se han acentuado. La economía de esos países ha pasado a ser modelo de lo que no debe hacer otro país que desee elevar el nivel de vida. La Unión Europea es un éxito político, pero no económico. Jordi Gual, director del Departamento de Economía de IESE, prestigioso centro de estudios de España, lo afirma en su artículo "¿Puede Europa competir con el gigante americano?” El éxito político de la Unión Europea (UE) se evidencia en el deseo de muchos países de ingresar a ella. Sin embargo, afirma Gual, este avance no se ha visto acompañado por un éxito similar en términos económicos, al compararse con los Estados Unidos. El articulista agrega que desde muchos años atrás, con la Europa de los 15, la UE dejó de converger con los Estados Unidos tanto en términos de producto interno bruto (PIB), como de productividad por persona. Por ello afirma que en cuanto a generación de riqueza y bienestar, la UE registra un fracaso relativo. Los mediocres resultados de Europa se han atribuido al denominado modelo social europeo representado por el enorme peso del gasto público sobre el PIB. Para Gual, una buena parte del problema económico europeo radica en las dificultades que encuentran los países grandes (Alemania, Francia e Italia), para introducir reformas en sus sistemas económicos; tienen economías imperfectamente integradas, que desperdician el enorme potencial de eficiencia y crecimiento de la productividad; el mercado de control corporativo para la adquisición de empresas y la reestructuración empresarial no son los más indicados. Si la nueva izquierda es una realidad en América Latina, lejos de progresar seguiremos sacrificando a las nuevas generaciones Acaba de publicarse un estudio, hecho por Open Europe, instituto de pensamiento inglés, que compara los logros de Irlanda, Inglaterra y Estados Unidos con los de Suecia, Bélgica y mayoría de demás países de la Unión Europea y llega a la conclusión que el socialismo europeo no es modelo social. La comparación se hace con países de habla inglesa, por no estar alineados con el modelo socialista europeo. El estudio analiza los resultados de algunas variables: ingreso por habitante, eficiencia del gobierno, educación, desempleo, carga tributaria, tamaño del Estado, productividad, etc. La primera revelación es que en la última década, el ingreso del 10% de la población más pobre, ha crecido 8 veces más rápido en Irlanda que en Suecia y 6 veces más rápido en Inglaterra que en Suecia. La explicación es que en el mismo período, el ingreso por habitante en Irlanda subió del puesto 22 al cuarto lugar, mientras que en el mismo período, Suecia que era la cuarta renta más alta del mundo, cayó al puesto 14. El resultado es que las economías anglosajonas tienen una proporción menor de población bajo el nivel de pobreza que Suecia. El modelo económico socialista europeo ha impedido que los países que lo practican tengan una economía dinámica, por lo que se encuentran estancados desde hace aproximadamente 15 años, con elevadas tasas de desempleo. En Irlanda e Inglaterra, el desempleo es 4%, mientras que en Alemania y Francia, 9%. Las manifestaciones callejeras en esta última, son la reacción de una población de jóvenes frente al 23% de desempleo de trabajadores, entre 18 y 25 años de edad. Las políticas liberales de las naciones anglosajonas hacen que sus gobiernos sean más eficientes, impongan menor carga tributaria y tengan menor participación en la economía. En el estudio se analiza el tamaño del estado con la renta por habitante entre Bélgica e Irlanda. Entre 1960 y el 2002, los gastos del gobierno en relación al producto interno bruto crecieron de 35% a 51% y en el segundo, que comenzó con un porcentaje superior, disminuyó a 35%. En el mismo período, el ingreso por habitante de Bélgica aumentó 200%, pero el de Irlanda, se incrementó 400%, es decir el doble. Open Europe diseñó un indicador para medir cuán eficientemente trabajan los gobiernos; tiene una escala que va de 0 a 10, siendo 0, pésima eficiencia y 10, máxima. Irlanda se ubica en 9.2%, mientras que Finlandia y Suecia se encuentran en los peores puestos, 6 y 5.5 respectivamente. Cuando se mide el nivel de impuestos, las diferencias son abismales: a la utilidad de las empresas es 24.1% en Irlanda y 51.4% en Bélgica y a la renta personal, 26% y 41.3%, respectivamente. Al observar estos porcentajes y los niveles de eficiencia, hay que concluir, una vez más, que el estado es pésimo administrador de los fondos públicos y la explicación es evidente: los burócratas no tienen los mismos estímulos para hacer mejor el trabajo que los empleados del sector privado. Por tener un sector empresarial más dinámico, con capacidad gerencial superior y estar al día en el avance tecnológico que ayuda a mejorar la eficiencia en las empresas, la productividad en Irlanda creció 177% entre 1990 y el 2004; en Finlandia. Suecia, Bélgica y Dinamarca, el aumento fue 141%,137%,127% y 124%, respectivamente. Los países que tienen mayor productividad, son más competitivos, las empresas usan con mayor efectividad y eficiencia sus recursos. Un práctico ejemplo es Nokia, corporación finlandesa que ha tenido un fuerte retroceso en sus ventas de celulares en el mercado mundial, debido a que ha perdido participación de mercado a favor de Samsung de Corea del Sur. El socialismo debe privilegiar la educación, pero en este campo, Europa se está quedando atrás en educación y ciencias, se encuentra por debajo de Estados Unidos y Japón. La proporción de jóvenes entre 25 y 34 años, con título universitario en la Unión Europea es 29%, mientras que en Estados Unidos y Japón, 39% y 52% respectivamente. En cuanto a ahorro previsional en relación al producto interno bruto, las diferencias son abismales: en Alemania es 5%, Italia, 2%;Estados Unidos 65% y el Reino Unidos,72%. No hay espacio para seguir analizando las diferencias. El estudio de Open Europe es concluyente de que el socialismo europeo, es mejor que el que existía en la Unión Soviética, pero está muy distante a ser ideal para el mundo. Mientras unos países socialistas se aferran al socialismo extremista, otros evolucionan al capitalismo socialista En Cuba, Castro terminó con la desigualdad haciendo a todos pobres. El socialismo no ha hecho ningún aporte significativo a la creación de bienes y servicios que benefician a la humanidad; este sistema ha sido carente de ideas e innovaciones por la naturaleza de sus equivocadas teorías. Corea es el ejemplo más visible de la clase de realidad que ofrecen capitalismo y socialismo marxista Esta nación era inmensamente pobre antes de 1945.Posteriormente la península de Corea se dividió en dos. La del norte pasó a funcionar bajo régimen socialista y la del sur, con el capitalista. Los resultados están a la vista. La Corea socialista está llena de pobres, los niños fallecen por desnutrición. No hace mucho tiempo, un doctor alemán logró sacar un video de ese país que recorrió el mundo, mostrando a niños como los africanos que padecen hambrunas. En el otro extremo se encuentra Corea del Sur, cuyos habitantes tienen un ingreso de 18,000 dólares cada uno, cifra tres veces superior a la de la nación más rica de América Latina. Los surcoreanos son auténticos emprendedores, han creado empresas que compiten de igual a igual con las del Primer Mundo y tienen grandes inversiones en todos los continentes. Deng Xiaoping en China, estaba muy consciente de que tenía que encontrar un nuevo modelo de desarrollo, basado en una teoría que manteniendo ciertos principios socialistas, su pueblo pudiera dejar de morirse de hambre y prosperar. Una de las primeras medidas que tomó fue crear Zonas Especiales, que eran provincias donde las actividades comerciales se basarían en un modelo similar al capitalismo. El legado de Xiaoping ha sido impresionante por el espectacular crecimiento de la economía china durante más de 20 años. Hace pocos días, el Ministro de Desarrollo y Reformas, Ma Kai, en un foro internacional sobre reformas, comentó que China había completado su transición, de una economía altamente centralizada a una economía socialista de mercado. Después de 26 años de continuas reformas, el país ha privatizado decenas de miles de empresas estatales. Él admitió que en este nuevo modelo económico, la propiedad privada tiene un rol destacado: el sector privado ha tenido un crecimiento tan monumental que ha generado 80% de nuevas plazas de trabajo y ya contribuye 30% del producto interno bruto. El 96% de productos primarios vendidos al detal y 87% de bienes de capital, tienen precios determinados por el mercado y no por decreto como era antes. Entre 1978 y 2004, el PIB creció de 150,000 millones de dólares a más de 1,600,000 millones, lo que representa un crecimiento promedio de 9.4% anual más de 300% mayor que el de Ecuador en igual período. Hay innumerables ejemplos de éxitos empresariales en esa economía socialista de libre mercado. Uno de ellos es el caso de Chen Tianqiao, joven ingeniero electrónico de 32 años, fundador y principal accionista de Shanda Interactive, empresa dedicada a la producción de juegos por Internet que tiene un valor de mercado superior a 1,000 millones de dólares. Esta exitosa compañía, ha logrado vender acciones en Wall Street y tiene millones de subscriptores, las ventas crecen a 35% anual y en pocos años estará entre las más grandes empresas del mundo. Así como Tianqiao, hay decenas de miles de chinos que están creando fortunas usando el capitalismo. El crecimiento y la aplicación de acertadas políticas económicas en China, contrastan con las de América Latina que no ha tenido interés por el futuro; de qué otra forma se puede entender la falta de visión crónica para establecer políticas correctas a largo plazo encaminadas a aumentar el nivel de vida de su pueblo; continúa viviendo en la anarquía ideológica sin entender que se está quedando atrás en todo lo que significa progreso y bienestar. En este entorno de confusión, nuevos vientos de nacionalismo tercermundista se avecinan, tratando de recrear las décadas de los sesenta y setenta, cuyos resultados, lejos de traer prosperidad, produjeron pobreza en nuestra región. Este movimiento apela a la unidad bolivariana, a la unión de los del Sur para combatir a los del Norte; argumentos trillados para quienes no sufren de amnesia de política demagógica. Salvo 2 ó 3 países, entre ellos Chile, han logrado sacudirse de los complejos que agobian a nuestro continente, los demás seguirán siendo pobres y perteneciendo al Tercer Mundo, incluyendo Ecuador. En Chile, Ricardo Lagos acaba de terminar su mandato con más de 60% de aprobación de su pueblo; socialista al estilo del capitalismo socialista de China, no pertenece a los socialistas recalcitrantes que fueron enterrados cuando se desintegró la Unión Soviética; tampoco a los clásicos demagogos redentores de nuestra región, como Hugo Chávez de Venezuela. La diferencia es enorme; mientras el primero continuó con programas para reducir la pobreza siguiendo los pasos de sus antecesores, el segundo ha aumentado la pobreza en 10% y su demagogia lo ha llevado a vender gasolina a precios subsidiados en varios lugares de Estados Unidos, dizque para ayudar a los pobres de ese país, cuando ese subsidio, lo debería invertir en su país. Lagos debe ser admirador de la economía de mercado, al haber optado por sacar su doctorado en Duke University, una universidad estadounidense. Cuando él asumió el poder, no se le ocurrió insinuar que haría todo lo contrario de lo hecho por su antecesor, Eduardo Frei; no le pasó por la mente aislarse de la economía mundial, ahuyentar la inversión extranjera, destruir las instituciones y no apoyar la producción. Hace rato, Chile superó el absurdo de querer refundar el país con cada nuevo gobierno, al estilo ecuatoriano, donde el presidente entrante se expresa en los peores términos del saliente. Siendo socialista progresista se opuso a la lucha de clases, mas bien, se preocupó de superar las divisiones de la sociedad y lejos de aislarla, insertó a su país en la economía mundial. Firmó varios tratados de libre comercio con países de su mismo tamaño y con gigantes como Estados Unidos y China. Días antes de dejar el poder, Lagos anunció que había iniciado conversaciones con India, para firmar otro TLC. La inserción le ha significado un incremento espectacular en las exportaciones, que se ha convertido en el principal motor del crecimiento de la economía, a tasas envidiables para Ecuador. Una de las tantas paradojas de nuestro continente es la lentitud de los demás países en absorber las lecciones del éxito chileno, cuyo comercio internacional es el doble del promedio regional. Desde que firmó el tratado con Estados Unidos, las exportaciones han aumentado aproximadamente 80%. La pobreza de Chile es la más baja de nuestro continente, la extrema penas representa 4%. Se debe indicar que la desigualdad social todavía no ha podido ser disminuida. A Lagos no se le ocurrió hacer demagogia barata, al estilo Chávez, y entrar en intimidades con Castro; tampoco atacar a las instituciones multilaterales. Los chilenos supieron usar sabiamente el endeudamiento interno. En una de las últimas encuestas de Barómetro Latinoamericano, los chilenos no muestran la animadversión que tienen los ecuatorianos hacia el Fondo Monetario Internacional. Garantizó la igualdad de oportunidades en materia educativa, incrementó el nivel de inversión y puestos de trabajo y sobre todo, no repartió dinero a la más clara demagogia latinoamericana. En una entrevista que le hizo el periodista Andrés Oppenheimer sobre este tema, comentó “Alguien decía: Denles cheques. No, no les dimos el cheque. Les enseñamos a ponerse de pie con sus propias posibilidades. Es la única forma de dejar atrás la pobreza: políticas directas, bien focalizadas, que no impliquen clientelismo político, que es el otro defecto grave de nuestra región”. En la misma entrevista, al tratar el tema de la victimización de América Latina, Lagos respondió: “Creo que el defecto a ratos de América latina es buscar la culpa en otro, más allá de nuestro continente o de nuestra región…creo que cada tanto nos olvidamos de que nuestra prioridad es ordenar nuestra casa”. Indudablemente, Chile parece estar en otro continente, pues sus políticos, gobernantes y sociedad tienen actitudes y comportamientos totalmente contrarios al de la mayoría de los países latinoamericanos, particularmente Ecuador. Es muy claro identificar quien está en el camino correcto y quien en el incorrecto. Tony Blair, Primer Ministro de Inglaterra, en el prólogo de “Socialismo del Siglo XXI”, libro escrito por Ricardo Lagos, ex presidente de Chile, describe muy bien la forma de pensar y actuar de Lagos: “Al tiempo que ha respetado los principios básicos de una economía de libre mercado, el Presidente Lagos ha creado programas sociales que han tenido un impacto impresionante en reducir los niveles de pobreza, que están ahora entre los más bajos de la región". Ha llegado el momento en que los líderes latinoamericanos dejen de echar la culpa a los demás de todos los males de nuestra región, cuando los únicos culpables somos nosotros mismos. Hace 40 años, cuando se negociaba la participación del Ecuador en la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, nuestro gobierno apeló a nuestra pobreza para recibir trato preferente. Diez años más tarde, cuando se creó el Pacto Andino, usó la misma estrategia, apelar al subdesarrollo. El recientemente nombrado Ministro de Comercio, planea acogerse a una de las cláusulas de las leyes del derecho comercial internacional, para recibir ventajas. Si Irlanda, país que fue el más atrasado de Europa Occidental, junto con Portugal, hubiera sufrido de síndrome de mendigo que sufre Ecuador, no se hubiera convertido en el país cuya población tiene la más alta capacidad de compra en Europa. Ataques infundados contra el capitalismo Quienes son de la izquierda extrema y agotada, no se cansan de atacar con virulencia al pensamiento capitalista, lo hacen responsable de todos los males de la humanidad, comenzando por afirmar que es un sistema de explotación y causa terribles desigualdades. Marx sostenía que el obrero tenía que vender su tiempo para recibir una renta a cambio. Pero como Miseses, Schumpeter y Hayek sostuvieron, la alternativa era no vender su tiempo y estar sin trabajo. Contrario a lo que se piensa, la desigualdad no es resultado del capitalismo, siempre ha existido en el mundo; mas bien el capitalismo ha hecho posible disminuir la pobreza y disminuir la desigualdad a través de los siglos. En la primera mitad del siglo XX, la esperanza de vida de los pobres en el mundo no llegaba a 40 años de edad, actualmente sobrepasa los 60. Lo mismo se puede afirmar con el nivel de educación. Antes 100% de los pobres eran analfabetos, actualmente, un porcentaje importante saber leer y escribir. En Ecuador Hace 50 años, no teníamos televisión; radio, teléfono, refrigeradora, cocina, aire acondicionado y demás bienes esenciales, eran lujos solamente disfrutados por familias acomodadas. Actualmente, se encuentran en millones de ecuatorianos ¿Cómo superar la desigualdad? No quitando a los ricos para dar a los pobres, ya se ha intentado en el pasado y no ha funcionado. Todas las revoluciones violentas, en la historia de la humanidad, no han dado resultado. Antes de pensar en eliminar la desigualdad, hay que eliminar la pobreza, seguir la estrategia de China. En 20 años, más de 400 millones de personas se han incorporado a la economía, ganan sueldo y consumen. En las dos décadas transcurridas, todavía no disminuye la desigualdad, porque no se puede en pocos años crear las condiciones para incrementar dramáticamente los ingresos de las personas; el aumento se origina en mayores niveles de educación y conocimientos y ellos toman tiempo. Durante la gran Depresión Mundial de los años treinta, el presidente Franklin D. Roosevelt puso a trabajar a más de 12,000,000 de desempleados en pocos años, pero no resolvió el problema de la desigualdad en el mismo período. Para ganar la batalla de la desigualdad hay que proporcionar mejor educación y salud, garantizar agua potable, electricidad, trabajo estable y facilidad de crédito barato a los microempresarios. Los malos gobiernos son los primeros en establecer los mayores obstáculos para acabar con la pobreza y desigualdad. Para el 2015, hay regiones que sobrepasarán las Metas del Milenio, impuestas por las Naciones Unidas en 1999. Una de ellas es Asia Pacífico que tenía un nivel de pobreza superior a América Latina; con 29.6% de extrema pobreza en 1990, terminará con 0.7% en el 2015, muy por debajo de nuestra región, que comenzando con 11.3% disminuirá a 5.7%%. ¿ Por qué ellos tendrán una población considerablemente menos numerosa viviendo en la extrema pobreza?. Para comenzar, no se conoce el populismo en Asia Pacífico, no hay falsos redentores, en nuestros países abundan; hay respeto por las leyes, seguridad jurídica, se da prioridad a la educación orientada a la técnica, invitan a la inversión extranjera, y abren las economías al mundo. Estos son algunos de los factores que hacen que las economías de Asia Pacífico crezcan al doble y más, de las tasas latinoamericanas. Gráfico #2 Metas del Milenio de nivel de pobreza (% de la población) Pobreza en Asia Pacífico Pobreza en América Latina y Caribe Rojo: meta. Negro: pobreza real, 1 dólar al día. Plomo: pobreza real, 2 dólares al día. Negro y plomo punteados: proyección Fuente: Banco Mundial América Latina no acierta a encontrar un futuro promisorio América Latina tiene cerca de dos siglos buscando su futuro y no lo halla ni hallará con la manera de pensar de su gente. El militarismo fue un fracaso, así como el populismo y socialismo criollo. El mal llamado neoliberalismo no brindó los frutos, porque fue mal engendro; en lugar de concebirse un modelo que dé trabajo a todos, elimine trabas burocráticas y privilegie la educación, conocimiento y tecnología, se creó un monstruo de características mercantilistas, que pretendió mejorar las condiciones en base a la exclusión de las mayorías y a través del engrosamiento del Estado. Actualmente América Latina quiere girar a la izquierda y quienes están atrás de regresar a los años sesenta, pretenden mantener el pensamiento socialista marxista que dejó de existir en las naciones de la anterior Unión Soviética y China, lugares donde fracasó rotundamente; lejos de haber creado una realidad de bienestar, lo único que hizo fue generar pobreza y corrupción. En la actualidad los mencionados países se han volcado a practicar la libre empresa. Todo Estado que ha sostenido que el socialismo es la única vía para terminar con la pobreza, sus economías no han logrado tasas de crecimiento superior a 3% anual, como si se ven en naciones que creen que el camino adecuado es el capitalismo, donde crecen hasta 10%. Los izquierdistas de nuestra región sostienen que los capitalistas tienen doble discurso, sin embargo los primeros disfrutan de cada uno de los extraordinarios inventos: usan la energía eléctrica en casa y oficina, tienen dirección electrónica en el Internet y lo usan para leer noticias de otros países; utilizan el teléfono fijo y celular para comunicarse; se aseguran de tener aires acondicionados en sus casas; pasan varios horas viendo noticias, entrevistas y demás programas de la televisión, seguramente estarán clavados viendo los partidos del mundial de fútbol; tienen computadora y accesorios y muebles hechos con plástico. Cuando necesitan trasladarse a grandes distancias, usan el avión. Todos estos inventos y un sinnúmero de otros, como en la medicina, que por falta de espacio no se mencionan, fueron inventados en naciones capitalistas y han permitido que el ser humano se dignifique. Algunos de ellos deben recibir fondos de familiares que viven en el exterior y trabajan en países de economías capitalistas. La gasolina que sale del petróleo y sus derivados, también se deben a la ingeniosidad de los países capitalistas. ¿Qué hubiera sido de la humanidad sin el capitalismo? Seguramente en la actualidad el 90% del mundo sería pobre, como lo era en 1800, cuando la Revolución Industrial comenzaba a tomar fuerza. Actualmente, los pobres representan 20% del total de la población y como en todo otro tema, también se responsabiliza a las naciones capitalistas de la pobreza mundial. Todos estos críticos hablan despectivamente de las empresas multinacionales, pero se olvidan o desconocen que esas empresas nacieron pequeñas, comenzando por la misma OXY. En 1955, apenas vendía 800,000 dólares al año, era más pequeña que algunas empresas ecuatorianas de esa época. ¿Cómo logró crecer tanto? Por las oportunidades que ofrece la economía capitalista. Fue adquirida por Armand Hammer, extraordinario emprendedor nacido en Rusia, quién llegó de niño a Nueva York con sus padres inmigrantes. Cuando tenía 25 años de edad, ya era millonario y al terminar la Revolución Rusa en 1918 viajó a Moscú para ofrecer ayuda económica a Lenin. Se quedó en Rusia creando negocios hasta que subió Stalin al poder y regresó a Estados Unidos, donde inició varias empresas y compró otras, una de ellas OXY. Por la enorme capacidad de trabajo y deseos de superación, Hammer hizo de OXY, una de las grandes empresas petroleras del mundo. Las economías capitalistas están llenas de historias como la de Hammer. La mayoría de los hombres más ricos del mundo son profesionales pertenecientes a economías capitalistas, 20 ó 30 años atrás no tenían dinero, no han sido herederos, lo que han hecho se debe a sus propios esfuerzos. La pregunta que deben hacerse nuestros socialistas criollos es ¿por qué sus familiares emigran a naciones capitalistas, en lugar de Cuba? La respuesta es elemental, porque por naturaleza el ser humano busca la superación, el famoso sueño americano: hacerse rico habiendo nacido pobre. En Estados Unidos ya existen ecuatorianos millonarios, uno de ellos es una doctora en medicina quien es codueña de una pequeña clínica, vive en una casa que debe costar más de 3 millones de dólares. Lamentablemente los medios de comunicación no cuentan historias como éstas. Los izquierdistas son conocidos por no practicar lo que predican. Hace más de dos décadas, me encontraba en Alemania comunista y el chofer del taxi que contraté para visitarla, me enseñaba las casas y tipos de carros que usaban los que estaban en el poder. Lo mismo sucede en Ecuador. Hubo un socialista ecuatoriano que sí fue auténtico y tuve el placer de conocer: Elías Muñoz Vicuña. Su casa era digna, pero modesta, no tenía tumbado falso, ni baldosas en el piso. Con él logré tener una sincera amistad, pasé muchas horas conversando sobre historia ecuatoriana, tuvo una de las más grandes bibliotecas privadas del país. El capitalismo se interesa por el futuro Hay sociedades que viven del pasado, otras del presente y muy pocas viven para el futuro. Entre las primeras están las de: Cuba, Corea del Norte, la mayoría de los países árabes, uno que otro asiático y varios africanos. Los gobiernos en estos países establecen murallas para aislarse del concierto de naciones y evitar ingresar a la modernidad. Las segundas son como las de Ecuador y la mayoría de las naciones latinoamericanas, no tienen apuro en tener pensamiento vanguardista, prefieren ser seguidoras a líderes; a ellas les da lo mismo hacer los cambios en poco tiempo que demorarse eternidades. Tampoco les atrae la tecnología, son oportunistas en manejar el nacionalismo, les falta alta dosis de insatisfacción y piensan que el mundo está divido entre dos ideologías, la de izquierda y la de derecha, por lo que consideran normal e inevitable la confrontación. Vivir para el presente es no interesarse en el bienestar de las futuras generaciones, no asegurarse de que las nuevas generaciones tengan mejor calidad de vida que las anteriores. Cuando las sociedades viven para el presente, rechazan el progreso; éste jamás es espontáneo, hay que planificarlo, organizarlo y proyectarlo, es decir hay que estar orientado al cambio a siempre encontrar la forma de hacer mejor las cosas. Las sociedades que viven para el futuro creen que la libertad de mercado promueve iniciativas que potencian el desarrollo de la mente para crear nuevos bienes y servicios. Estados Unidos es un buen ejemplo de lo que significa usar el capitalismo para generar riqueza colectiva, no estando satisfecho con el presente. Al terminar la Primera Guerra Mundial, este país se había convertido en la primera potencia mundial. Si hubiera tenido nuestra mentalidad, para esa sociedad ya no hubiera sido necesario seguir progresando, después de todo era la más poderosa en el mundo. Pero se sintió inconforme con el presente, siguió apostando a la ciencia y la tecnología para continuar mejorando la competitividad de sus productos y calidad de vida. Las universidades optaron por continuar creando nuevas carreras, y las empresas, nuevos bienes y servicios. Tener radio no era suficiente, dieron un paso adelante con la televisión convencional y luego la satelital; el teléfono no llenó las expectativas, se crearon el telex, fax y posteriormente el Internet. Los mismos cambios se dieron en todos los aspectos de la vida cotidiana. Mejoró la medicina en todo sentido, desde inventar nuevos medicamentos, hasta encaminar los tratamientos médicos a acciones no invasivas, es decir lo menos traumáticas posibles. La diálisis es un ejemplo. Las personas con deficiencias en el funcionamiento del riñón, tenían que ir al hospital y conectarse a grandes equipos, actualmente lo hacen desde sus casas con equipo muy pequeño y fácil de manejar. Ciencia, tecnología e innovación son productos del sistema capitalista por ser esenciales para mejorar el bienestar social. Actualmente es imposible pretender el logro de un desarrollo integral, sustentable y equitativo sin ser innovadores en el uso adecuado de la ciencia y la tecnología. El Banco Interamericano de Desarrollo afirma que en la mayoría de los países y sectores latinoamericanos se reconoce la importancia de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, cuando se ve la respuesta en términos de acciones concretas, los esfuerzos son insuficientes en muchas áreas. La inversión anual de tecnología en toda América Latina y el Caribe es casi la mitad de lo que invierte Corea del Sur. Son cifras acumuladas año tras año, que llevan a las naciones a capacidades muy distintas y consecuentemente a diferentes niveles de desarrollo. Estados Unidos se dedicó a hacer lo mismo que hizo Inglaterra, en el siglo XIX. Esta nación siguió el ejemplo de Holanda en el siglo XVIII y ésta a su vez, lo que hicieron las ciudades-estados italianas al finalizar la Edad Media. En la segunda mitad del siglo pasado, varios países no obsesionados con el presente, imitaron a Estados Unidos. El progreso material se ha dado en la historia de la humanidad a través de la imitación mejorada. Siendo el conocimiento acumulativo, las nuevas ideas mejoran las existentes y en este milenario proceso, se crean nuevos bienes y servicios y las economías prosperan. Pero no todos los países han seguido el mismo camino; de haberlo hecho, la pobreza mundial sería mínima. Ecuador es de los que no han seguido los pasos debidos. La innovación y tecnología no surgen de la nada, proviene del entorno de libertad económica, curiosidad y estudio, lo que explica que de las 100 universidades más prestigiosas del mundo, 52 son de Estados Unidos y 11 del Reino Unido, naciones que han practicado el capitalismo a través de los últimos 250 años y lo siguen practicando, siendo Irlanda ejemplo de logro de la economía de mercado. El conocimiento obtenido en el estudio universitario y postgrado, sumada la curiosidad en la búsqueda de satisfacer necesidad del ser humano, ha permitido que los premios Nóbel en las ciencias más importantes sea concedidos a Estados Unidos y Gran Bretaña, 56% de todos para el primero y 13% para el segundo. Países con mayor # de premios Nóbel en ciencias 1951-2005 País de ciudadanía Química Física Medicina Total Premios Nóbel 102* 123* 125* 350* 1Estados Unidos 48 (47%) 75 (61%) 72 (58%) 195 (56%) of all Prizes 2. Gran Bretaña 19 (19%) 7 (6%) 19 (15%) 45 (13%) 3. Alemania 10 (11%) 13 (11%) 9 (7%) 32 (9%) 4. Rusia 1 (1%) 9 (8%) 2 (2%) 12 (4%) 5. Francia 1 (1%) 4 (3%) 5 (4%) 10 (3%) 6. Suecia 0 2 (2%) 6 (5%) 8 (2%)_ 6. Japón 4 (4%) 3 (3%) 1 (1%) 8 (2%) 8. Canadá 3 (3%) 2 (2%) 0 5 (2%) 8. Holanda 1 (1%) 4 (3%) 0 5 (2%) 8. Suiza 2 (2%) 0 3 (2%) 5 (2%) Fuente: Center for the Study of Jobs and Education,Wisconsin Una situación similar ocurre con los premios Nóbel en economía, más del 50% pertenecen a estadounidenses y en segundo lugar están los británicos con 10%. ¿Estado o mercado? Son abrumadoras las evidencias históricas de que el socialismo no es el sistema para sacar a los pueblos de la pobreza. Desde hace 20 años, en la mayoría de las naciones se viene dando un proceso de disminución del Estado; quienes han liderado este movimiento han sido los antiguos países del bloque soviético. Ellos experimentaron los trágicos resultados del socialismo y optaron por reducir la influencia del Estado a la mínima expresión. Los resultado se observan en el índice de Libertad Económica; Eslovenia, Estonia y demás naciones bálticas están en los primeros lugares. Estonia pasó de tener una inflación de 1000 % anual, de ser un país cerrado y pobre, con gente haciendo colas para obtener algo de alimentos, a ser hoy un país con una de las economías más modernas y libres del mundo (9vno en el ranking mundial), un país joven y pujante, donde el impuesto a la renta es plano y cualquier trámite, incluyendo pagar impuestos se hace mediante Internet; han hecho del gobierno electrónico una herramienta eficaz para fomentar el gobierno austero y combatir la corrupción. ¿Cómo lo han hecho? Tuvieron un extraordinario Primer Ministro, Mart Laar,quien terminó con la influencia del Estado en la economía; en sus propias palabras comenta: "En la era del socialismo, la gente no estaba acostumbrada a pensar por si misma. A tomar la iniciativa o asumir riesgos. Para lograr este cambio, debíamos despertar al pueblo. En primer lugar, teníamos que alentar la competencia. En 1992, Estonia eliminó todos los aranceles de importación y se convirtió en una gran zona de libre comercio. La competencia externa forzó a las empresas locales a cambiar y reestructurar su producción. Al mismo tiempo, Estonia suspendió todos los subsidios, el respaldo y los préstamos baratos a las empresas, por lo que éstas sólo tuvieron dos opciones: desaparecer o comenzar a operar con eficiencia. Nos sorprendió que muchas escogieran la segunda opción. A la vez, fue necesario insistir en que si alguien trabajaba más y ganaba más no se lo iba a castigar. Un país no debe depender de la ayuda extranjera. De hecho, pronto nos percatamos del peligro que implica la total dependencia de la ayuda. “Comercio sí, ayuda no”, la consigna proclamada en 1993, caracteriza el pensamiento vanguardista de Estonia ".(http://www.lyd.com/programas/economico/libertad_economica_2003/ca pitulo3-sp.pdf) ¿Ha existido la economía de mercado en nuestro país y región?. Pienso que no, comenzando por la ausencia de una auténtica democracia. En un extraordinario ensayo sobre la democracia a través de más de 2,000 años, Robert Kaplan, afirma que la historia ha demostrado que no hay el triunfo final de la razón. En su ensayo, al pasar Kaplan revista a dos milenios de historia y aproximadamente 20 países, concluye que la democracia no es para todos, que existen requisitos que cumplir para la democracia sentar raíces, entre ellos: clase media fuerte e instituciones. Sin estas últimas, Estados Unidos no hubiera podido desarrollar la democracia que aun tiene. Para Kaplan, ambos pilares surgen de la producción, así como del fomento y apoyo a las leyes de mercado. Una frase, lo dice todo: primero crea la economía, luego preocúpate de las elecciones. Esta opinión no es nueva, hace más de 400 años, Isabel I de Inglaterra afirmó que para poder tener poder político, primero su reino debía alcanzar el poder económico. Esta estrategia fue seguida por los monarcas que la sucedieron y para la mitad del siglo XVIII, la economía inglesa se convirtió en la más dinámica del mundo y su poder político se sintió en todos los continentes, incluyendo nuestra región. Suficiente es leer la correspondencia de Simón Bolívar con Jeremy Bentham, pidiéndole ayuda en temas jurídicos. Lamentablemente cuando nos convertimos en repúblicas, las constituciones creadas no hicieron mención de cómo hacer crecer la economía. En la nuestra de 1830, ninguna de las obligaciones de los tres poderes del Estado se refiere a temas económicos ni de educación. Ciento setenta y seis años más tarde, nuestros gobernantes todavía no se dan cuenta de que impulsar el mercado es el camino correcto para dejar atrás la pobreza El capitalismo, con todas sus falencias es el sistema económico que más conviene a los pueblos: genera riqueza, promueve el emprendimiento, invierte en tecnología, desarrolla una clase media consumidora y proporciona opciones a los ciudadanos para salir adelante. El propio Marx en su Manifiesto Comunista, admitió que como el capitalismo significaba cambio para incrementar la productividad, requería de acumulación de las utilidades, por lo que era un modelo de producción capaz de producir a niveles sin precedentes, en la historia de la humanidad. En otras palabras, Marx aceptó que el capitalismo es sinónimo de eficiencia y ésta se traduce en abundancia y bajos costos, variables que benefician al consumidor. Bibliografía Arosemena,Arosemena,Guillermo. El Ecuador y los desafíos del siglo XXI. ESPOL.Guayaquil.2004. ___________________________.De la pobreza a la riqueza. IDE. Guayaquil.2003. Banco Mundial. Metas del Milenio. www.worldbank.org China Daily. Varias ediciones. www.chinadaily.com.cn/ Maddison,Angus. World Economy:Historical Statistics.2004 Mullally,Lorraine and Neil O’Brain.Beyond de European Social Model.Open Europe.March,2006. Oppenheimer,Andrés.Entrevista Ricardo Lagos.Miami Herald. http://www.miami.com/mld/miamiherald/news/columnists/andres_oppenhei mer/ Redovich, Dennis W. 260 Nobel Prizes in Science: U.S. Science Education the World’s Best. Center for the Study of Jobs and Education in Wisconsin.2005 Top 500 World universities in 2005.Institute of Higher Education. Shanghai Jiao University.http://ed.sjtu.edu.cn/rank/2005 Wood, Ellen. The Communist Manifesto after 150 years. http://www.monthlyreview.org/598wood.htm