45-4CM-11-A EN LA CÁMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO.- San Salvador, a las nueve horas con treinta minutos del trece de diciembre de dos mil once.- Siendo éstos el lugar, fecha y hora señalados en el auto pronunciado a las ocho horas con treinta minutos del dos de diciembre de dos mil once, para la celebración de la AUDIENCIA DE APELACIÓN del incidente suscitado en el Proceso Ejecutivo Mercantil, promovido por la licenciada Déborah Jeannet Chávez Crespín, quien actúa en su carácter de Apoderada General Judicial del de la sociedad Banco Agrícola, Sociedad Anónima, que se abrevia Banco Agrícola S.A., y cuyos nombres comerciales son Banco Agrícola Comercial de El Salvador, Banco Agrícola Come rcial, Banco Agrícola o simplemente El Agrícola y con sus siglas BAC, contra el señor Rodrigo José Estrada Milla, ante el Juzgado Cuarto de lo Civil y Mercantil, de este distrito judicial, en virtud del recurso de apelación interpuesto por la parte demandante, en contra del auto definitivo pronunciado a las once horas y cuarenta minutos del treinta y uno de octubre de dos mil once, por el Juez a quo.- Presentes, las magistradas máster Rosa Margarita Romagoza De López Bertrand y licenciada Concepción Álvare z Molina, acompañadas del secretario de actuaciones, licenciado Ricardo Arnoldo Escobar García, y la licenciada Déborah Jeannet Chávez Crespín, quien se identifica con su Tarjeta de Abogado número cinco mil setecientos diecinueve; Habiendo expresado la parte apelante sus alegatos en escrito agregado de folios 2 al 6 del presente incidente y habiéndose impuesto del proceso las suscritas magistradas procederemos a dictar sentencia integra de conformidad al artículo 515 inciso 1° del CPCM, así: la apelante basa su agravio en que el juez a quo ha computado erróneamente el plazo de diez días hábiles, que le impuso en el proceso de Jactancia el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil, para interponer su demanda contra el señor Rodrigo José Estrada Milla, en el caso de autos el juez a quo, declaró improponible la demanda interpuesta, fundamentado en el plazo establecido por el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil, que según acta de fecha siete de septiembre de dos mil once, son DIEZ DÍAS HABILES, contados a partir de esa fecha, por lo que el computó de los diez días para interponer la demanda inicio desde la fecha de la resolución, a partir del siete de septiembre y venció el veintiuno de septiembre. Es importante acotar que el legislador estableció en el art. 145 CPCM., la regla de cómo deben computarse los plazos otorgados a las partes y ha quedado claro que, comenzaran a contarse a partir del día siguiente de la respectiva notificación, debiendo contarse solo los días hábiles, de conformidad al aforismo “Dies a quo non computatur in termino; dies ad quem computatur in termino” es decir, “El día en que se notifica un acto no se cuenta en el plazo, pero el último día del plazo sí forma parte de él”, en consecuencia el plazo de diez días debió computarse a partir del ocho de septiembre y no del siete aun cuando por un lapsus calami, el juez Segundo de lo Civil y Mercantil, fijó el plazo de diez días a partir de la fecha en que dicto la resolución, para que el Banco Agrícola interpusiera la correspondiente demanda, debe de contarse tal como dice la ley, a partir del día siguiente de notificada la resolución, tal como en forma clara y precisa lo establece la ley, y la doctrina; para ejemplo se citan las obras siguientes: a) El Nuevo Proceso Civil y Mercantil Salvadoreño, Colección Jurídica de la Universidad Tecnológica, pág. 127; y b) Código Procesal Civil y Mercantil Comentado, Consejo Nacional de la Judicatura, pág. 167. Es necesario acotar que el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil al fijar el plazo, erró al incluir en su resolución el día de la audiencia ya que ello es contrario a la ley. Lo anterior parte de lo establecido en el art. 2 CPCM., los jueces esta sometidos a la Constitución y las leyes, en consecuencia no pueden desobedecerlas o desconocerlas, este principio tiene obligatoria relación con el principio de legalidad establecido en el art. 3 CPCM., que establece que todo proceso debe tramitarse conforme a las disposiciones de dicho código, las cuales no pueden ser alteradas por ningún sujeto procesal, excepto cuando estas normas atenten contra un derecho constitucional, es decir, que el trámite de los juicios no depende de la voluntad de los jueces, hacerlo de forma distinta a lo establecido en el Código Procesal Civil y Mercantil, atenta contra la garantía constitucional de seguridad jurídica de las partes, que intervienen en un juicio y contra el principio de legalidad. Por lo tanto era necesario que el juez a quo al momento de realizar el correspondiente análisis contara el plazo de acuerdo a lo establecido en el art. 145 CPCM., y no como erróneamente plasmo el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil. Por lo expuesto la declaratoria de improponibilidad de la demanda, hecha por el juez a quo es contraria a la ley, y atenta contra la garantía constitucional de seguridad jurídica a la que tiene derecho todo ciudadano. POR TANTO: Con base en las consideraciones de hecho y de derecho expuestas y disposiciones legales citadas, esta Cámara RESUELVE: a) REVOCASE, el auto venido en apelación, por no estar conforme a derecho; y b) ORDÉNASE al Juez a quo, admita la demanda promovida por la licenciada Déborah Jeannet Chávez Crespín, siempre y cuando cumpla con los demás requisitos de ley. La apelante manifiesta que no recurrirán de la sentencia dictada, por lo cual también SE RESUELVE: DECLARASE FIRME la presente resolución y vuelvan los autos al juzgado de origen. Sin más que hacer constar se da por terminada la presente para lo cual firmamos.