TABAQUISMO Y ENFERMEDAD RENAL ÍNDICE - Introducción - El problema global del tabaquismo - Mecanismos de la adicción - El problema del tabaquismo en nefrología - Efectos renales del tabaco y mecanismos del daño -Histopatología del daño renal inducido por tabaco -El riesgo renal de fumar 1 - Consecuencias de fumar sobre la función renal y la proteinuria en la población general 2 - Tabaquismo y envejecimiento renal 3 - Efectos del tabaco sobre la función renal en diabéticos 4 - Efectos del tabaco sobre la función renal de hipertensos 5 - Efectos del tabaco sobre nefropatías primarias y secundarias 6 - Efectos del tabaco en la sobrevida del trasplante renal 7 - Daño renal vascular inducido por tabaco 8 - Tabaquismo y neoplasias del tracto urinario 9- Riesgo cardiovascular de la enfermedad renal crónica 10-Reversibilidad del daño -Abordaje terapéutico 1 -Consejo antitabáquico 2 -Tratamiento propiamente dicho Volver al Inicio Página 1 Objetivos - Actualizar sus conocimientos sobre el problema del tabaquismo - Reconocer al tabaquismo como una enfermedad adictiva - Comprender el impacto del tabaquismo sobre la progresión de la enfermedad renal crónica - Comprender la importancia del tabaquismo como factor de riesgo cardiovascular en el paciente renal - Posibilitar que los nefrólogos podamos ofrecer tratamiento de ayuda a nuestros pacientes para dejar de fumar Introducción Según la OMS el tabaquismo es la principal causa de enfermedad y muerte evitables, siendo un conocido factor de riesgo de desarrollo de cáncer, enfermedades respiratorias, cardiovasculares etc. Es el único producto de consumo legal que daña a todas las personas expuestas y mata a la mitad de sus consumidores (1). RECUERDE: No fumar es la medida de prevención de más impacto sobre el control de las enfermedades no transmisibles que constituyen el mayor problema sanitario de este siglo (2). Sin embargo, su rol en el ámbito de la enfermedad renal es pobremente reconocido. A pesar de que las primeras observaciones sobre el nexo entre tabaquismo y enfermedad renal datan de inicios del siglo pasado, el problema ha sido virtualmente “ignorado” por los nefrólogos. Sin embargo, en los últimos veinte años se han acumulado evidencias sobre el riesgo de desarrollo de enfermedad renal en fumadores, aceleración de la progresión de la insuficiencia renal crónica inducida por el tabaco y aumento del riesgo cardiovascular en pacientes renales fumadores. El aumento en la prevalencia mundial de la enfermedad renal crónica y el notable incremento en la incidencia de pacientes que alcanzan la etapa final de la misma (3), ha puesto en alerta a los sistemas de salud y ha determinado que los nefrólogos nos enfoquemos más en la identificación de factores de prevención potencialmente modificables (4). Por otra parte, la identificación de la enfermedad renal como factor de riesgo cardiovascular (5) y la elevada morbimortalidad dependiente de la misma, se suman a la necesidad de generar estrategias preventivas. Si consideramos que dos grandes desafíos de la nefrología del siglo XXI son detener la progresión de la enfermedad renal crónica y reducir el impacto de la morbimortalidad cardiovascular en nuestros enfermos, no podemos continuar pasivos frente a las evidencias del rol primordial del tabaquismo en ambas circunstancias. Volver al Inicio Página 2 Los nefrólogos, nuestras sociedades científicas, nuestros gobernantes y los propios enfermos debemos involucrarnos en el problema y trabajar en conjunto para detener a este evitable “asesino serial” (6). “El tabaquismo es la principal causa de enfermedad y muerte evitable” El problema global del tabaquismo Si bien la prevalencia de tabaquismo en la población general ha disminuido en los últimos 50 años (42% de la población de EEUU fumaba en 1965 y sólo un 20% en 2007), aún hay 46 millones de fumadores en riesgo de muerte y desarrollo de enfermedades crónicas derivadas del tabaco (7). Además, hay un número similar de ex fumadores que continúan sufriendo los efectos del consumo previo. IMPORTANTE: Los costos resultantes del tabaquismo son enormes, incluyendo costos médicos y sociales a más del costo de sufrimiento humano derivado de sus secuelas que no es cuantificable. Una de cada cinco personas que mueren lo hacen por causas relacionadas al consumo de tabaco y, según la OMS, en el 2020 se producirán en el mundo 10 millones de muertes relacionadas al mismo y un 70% de estas muertes sucederán en los países en vías de desarrollo ya que en los últimos años las tabacaleras se han enfocado a estos mercados (8). Por otra parte, un 50% de los fumadores de largo plazo mueren prematuramente (10-17 años más jóvenes que los no fumadores). En Argentina, 40.000 personas fallecen cada año por causas derivadas del tabaquismo con una prevalencia de fumadores en la edad adulta en torno al 30% Los efectos adversos del tabaco para la salud son ampliamente conocidos pero ¿porqué las personas continúan fumando a pesar de ello? La respuesta es que la nicotina es una sustancia poderosamente adictiva (9), que provoca dependencia física y psicológica. Cuando un fumador deja de hacerlo aparece un síndrome de abstinencia caracterizado por irritabilidad, ansiedad, aumento del apetito, insomnio, dificultades de concentración y depresión. Además, en el aspecto psicológico, el cigarrillo forma parte de las rutinas diarias de un fumador y es un medio para manejar el stress y las emociones negativas, por lo que dejarlo no es tarea fácil. Aproximadamente un 70% de los fumadores manifiestan deseos de abandonar, un tercio lo intenta cada año pero menos del 10% tiene éxito en el largo plazo. Volver al Inicio Página 3 IMPORTANTE: Así, el tabaquismo debe ser visto como una enfermedad del grupo de las adicciones, con complejos determinantes fisio y psicológicos, de curso crónico y de seguimiento a largo plazo (10) ya que los fumadores tienden a recaer y habitualmente requieren varios intentos antes de lograr una abstinencia prolongada. Asimismo es una enfermedad que se inicia en edad pediátrica, tiene compromiso sistémico y es contagiosa. Tabaquismo: Enfermedad Crónica, Adictiva, Sistémica y Contagiosa Mecanismos de la adicción Al fumar, la nicotina contenida en el humo ingresa a nuestros pulmones siendo rápidamente absorbida a través del lecho capilar pulmonar, desde donde se difunde a todo el organismo donde se unirá a receptores nicotínicos presentes en diferentes células (neuronas, células endoteliales, musculares lisas, mesangiales etc). Estos receptores son en realidad, receptores colinérgicos de acetilcolina (nAChR) que en circunstancias habituales son estimulados por esta última sustancia. La estructura de estos receptores está compuesta de 5 subunidades que pueden ser α (α 2-10) o β (β 2-4). Entre los receptores más abundantes están los α4β2 (que son los mediadores de la dependencia) y los α3β4 (probables mediadores de los efectos CV). IMPORTANTE: A nivel cerebral, la estimulación de estos receptores determina la liberación de neurotransmisores como la dopamina, que genera sensaciones placenteras y de recompensa que el fumador experimenta al hacerlo pero que desaparecen al dejar de fumar provocando angustia, irritabilidad, etc, lo que instala la dependencia (ver siguiente figura). Volver al Inicio Página 4 Fig1 Estructura de receptores nicotínicos y su rol en la liberación de dopamina (tomado de referencia 9) Los receptores de nicotina (nAChR) se encuentran en todo el organismo (incluído el riñón) y no sólo a nivel cerebral El problema del tabaquismo en nefrología ALERTA: El riñón es un importante órgano “target” del daño inducido por el tabaco pero dado que estos efectos son menos conocidos y la información disponible más escasa, no ha sido debidamente reconocido. Si bien Hesse en 1907 y Burn en 1945 se preguntaron si a los enfermos renales se les debía permitir fumar, no fue hasta 1978 (11) que se publicó la primera evidencia de que el tabaco podía ser un factor de riesgo renal. Posteriormente otros estudios han identificado los efectos nefrotóxicos del tabaco en diversas patologías como hipertensión arterial, diabetes y enfermedades renales primarias (12). Volver al Inicio Página 5 Por otra parte, la enfermedad renal crónica se asocia a un riesgo aumentado de morbimortalidad cardiovascular (13). Siendo el humo de tabaco una reconocida toxina aterogénica, aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares en personas con cualquier nivel de disfunción renal. Stephan R. Orth, nefrólogo pionero en el tema, ha venido alertando sobre el problema del tabaquismo en nefrología desde la década del 90´ y bien pudiera apodarse “el predicador del desierto nefrológico” dada la escasa repercusión obtenida entre sus pares. Ha publicado diversas revisiones sobre el tema en prestigiosas revistas (14, 15, 16, 17), intentando sin demasiado éxito que los nefrólogos reconocieran al tabaquismo como uno de los principales riesgos del enfermo renal y el único absolutamente evitable y modificable. El tabaco es uno de los pocos factores de riesgo renal que podemos eliminar en absoluto Efectos renales del tabaco y mecanismos del daño Los mecanismos patológicos por los que el humo del tabaco ejerce sus efectos adversos son sólo parcialmente conocidos. Es particularmente dificultoso definir qué componente es responsable de tal o cuál efecto nocivo ya que el humo es un aerosol compuesto de 400 a 500 agentes volátiles y más de 3500 semi-volátiles, sin considerar aditivos saborizantes, agroquímicos (usados en los cultivos de tabaco) y metales (al menos treinta han sido identificados) Podemos dividir los mecanismos del daño renal inducido por tabaco en hemodinámicos y no hemodinámicos (18). Dentro de los primeros debemos considerar los cambios en la hemodinamia sistémica y en la hemodinamia renal: Aumento de la presión arterial (entre 3 y 12 mm Hg en la PA media) con alteración de su ritmo circadiano, efectos mediados por activación simpática y liberación de vasopresina. Aumento de la resistencia vascular renal con caída del flujo plasmático renal y el GFR, efecto anulado por β bloqueantes e inhibidores ACE por lo que se presume es mediado por el sistema renina-angiotensina Hipertensión del capilar glomerular: observable en pacientes con enfermedad renal como consecuencia de la pérdida de la capacidad de autorregulación del riñón. En personas sanas, la vasoconstricción renal inducida por tabaco, es un mecanismo “fisiológico” que protege al glomérulo del aumento de la PA sistémica Volver al Inicio Página 6 Dentro de los no hemodinámicos mencionamos: Activación de factores de crecimiento (Angiotensina II, endotelina y TGF-β1) mediado por estimulación de receptores nicotínicos de acetilcolina presentes en las células mesangiales (67), llevando a la hipertrofia glomerular y posteriormente a la progresión de la IRC. Injuria de células endoteliales: el número de células endoteliales descamadas a la circulación aumenta significativamente luego de fumar sólo un cigarrillo. El tabaco inhibe la vasodilatación inducida por óxido nítrico lo que juega un rol crítico en el incremento del tono vascular renal, promueve la proliferación de células musculares lisas vasculares y la proliferación mesangial. El riesgo aterogénico pareciera ser excesivamente alto en pacientes homocigotas para el gen de la sintetasa 4a de óxido nítrico endotelial. Este genotipo predispone a disfunción endotelial y se asocia a un riesgo coronario aumentado en fumadores. No es aún conocido si este patrón genético aumenta el riesgo renal. Toxicidad tubular: el humo del tabaco contiene cantidades significativas de cadmio y plomo que se acumulan en el parénquima renal más que en ningún otro órgano induciendo disfunción tubular con aumentada excreción de NAG (N-acetil-βglucosaminidasa) y alteración del sistema de transporte de cationes orgánicos Secreción aumentada de vasopresina que ha sido propuesto como un factor de progresión de la IRC Incremento de agregación plaquetaria ya que las plaquetas de los fumadores son más “activas” , induciendo un estado trombogénico Metabolismo alterado de lipoproteínas y glicosaminaglicanes con mayor prevalencia de dislipemia entre fumadores Stress oxidativo: evidenciable por la extrusión del glutatión de las células endoteliales y la activación del shunt de la hexosa monofosfato, necesario para mantener el glutatión reducido. Aumentada resistencia a la insulina: fumar aumenta el riesgo de desarrollo de diabetes y glucemia alterada en ayunas Volver al Inicio Página 7 Fig 2 Algunos mecanismos potenciales de daño renal inducido por tabaco (Tomado de referencia 18) AChR: acetylcholine receptor Histopatología del daño renal inducido por tabaco El compromiso es predominantemente vascular (19) pero hay evidencias también de afectación glomerular y túbulo-intersticial. En individuos fumadores de la población general sin evidencias de enfermedad renal, el hallazgo más frecuente es la hiperplasia miointimal de las arteriolas intrarrenales, lo que se observa también en transplantados renales que fuman. ALERTA: Así, la figura histopatológica más común en fumadores es la nefroesclerosis secundaria a isquemia renal. La siguiente lista enumera las lesiones que se pueden observar en biopsias renales de fumadores de largo plazo: 1- Lesiones glomerulares: a- Glomerulomegalia b- Glomeruloesclerosis focal segmentaria o global c- Glomeruloesclerosis nodular d- Cambios isquémicos con engrosamiento y retracción de membranas basales glomerulares e- Segmentos de doble contorno en paredes capilares Volver al Inicio Página 8 2- Lesiones intersticiales: a- Fibrosis intersticial y atrofia tubular 3- Lesiones vasculares: a- Esclerosis arterial e hiperplasia miointimal b- Hialinosis arteriolar Fig 3 (A) Glomerulomegalia (B) Cambios isquémicos con retracción de asas capilares (C) Expansión mesangial con formación de nódulo (D) Doble contorno (E) Glomeruloesclerosis focal y segmentaria (Tomado de referencia 20) RECUERDE: En lo referente al compromiso glomerular, el hallazgo más frecuente es la glomeruloesclerosis focal. La inmunofluorescencia por lo común no muestra depósitos y en la microscopía electrónica se observa expansión subendotelial con elementos celulares y formación de nuevas membranas basales con imagen de doble contorno RECUERDE: Una entidad histopatológica peculiar es la glomeruloesclerosis nodular caracterizada por esclerosis mesangial nodular y acentuación de la lobularidad del glomérulo. Es vista en diabéticos, obesos, hipertensos, en la glomerulonefritis membrano proliferativa, en las disproteinemias, en, glomerulonefritis fibrilar, inmunotactoide, etc (Ver tabla). Volver al Inicio Página 9 Causas de glomeruloesclerosis nodular: -Diabetes -GN membranoproliferativa -Disproteinemias (amiloidosis, enfermedad por cadenas livianas) -Enfermedades por depósitos glomerulares organizados (GN fibrilar, inmunotactoide, por fibronectina y por deposición de colágeno tipo III) -Isquemia crónica (arteritis de Takayasu, cardiopatía congénita cianótica) -Glomeruloesclerosis nodular “idiopática” (asociada a tabaquismo) La forma “idiopática” se ha relacionado al tabaquismo (21, 22) y su diagnóstico se efectúa por exclusión de las anteriores. Es una entidad rara (menos de 50 casos comunicados a la fecha), que se ha reportado en pacientes fumadores que no eran obesos, hipertensos ni diabéticos ni reunían criterios para otras causas conocidas de glomeruloesclerosis nodular. El curso clínico se caracteriza por una rápida progresión a la insuficiencia renal terminal (el tiempo medio entre la biopsia y el estadío V de IRC fue sólo de 26 meses). Los hallazgos histológicos predictores de progresión fueron la severidad de compromiso túbulo-intersticial y el grado de esclerosis vascular. IMPORTANTE: Es de resaltar que la glomeruloesclerosis nodular es un patrón histológico común a diabetes, obesidad y tabaquismo compartiendo mecanismos patofisiológicos ya que las tres entidades presentan resistencia aumentada a la insulina e incrementada actividad nerviosa simpática (Fig 4) Fig 4 Mecanismos patofisiológicos hipotéticos de la glomeruloesclerosis nodular asociada a tabaquismo (Tomado de referencia 23) Volver al Inicio Página 10 IMPORTANTE: En definitiva, el tabaquismo debiera considerarse en el diagnóstico diferencial cada vez que una biopsia renal muestra glomeruloesclerosis focal y segmentaria, global o nodular, esclerosis vascular o remodelamiento de paredes del capilar glomerular evidenciable por doble contorno en asas capilares. Para reflexionar: ¿Cuántos de nuestros pacientes con diagnóstico de “nefroesclerosis” o “glomeruloesclerosis” no son en verdad víctimas del daño renal inducido por tabaco? EL RIESGO RENAL DE FUMAR Recién en 1997, casi 20 años después de la primera evidencia de nefrotoxicidad por tabaco, se publica en la sección “Perspectivas en Nefrología Clínica” de Kidney International, un artículo emblemático titulado “El riesgo renal de fumar” donde se hace un claro análisis de la magnitud del problema (12). La siguiente tabla resume estos riesgos: Microalbuminuria e hiperfiltración en fumadores “sanos” Acelera progresión de nefropatía diabética Acelera progresión de nefropatía hipertensiva Acelera progresión de cualquier enfermedad renal Induce estenosis arterial renal y nefropatía isquémica Reduce sobrevida de injertos renales Carcinoma renal y de vías urinarias Aumenta el riesgo cardiovascular de la enfermedad renal crónica Volver al Inicio Página 11 Consecuencias de fumar sobre la función renal y la proteinuria en la población general IMPORTANTE: En los últimos años, ha quedado claro que el tabaquismo, además de sus conocidos efectos carcinogenéticos y cardiovasculares es en sí mismo un importante factor de riesgo de desarrollo de IRC. Hasta el año 2000, las evidencias de este riesgo eran escasas. En la década siguiente varios estudios en diversas partes del mundo (EEUU, Europa, Asia) se enfocaron sobre el riesgo renal de fumar. En el 2000, Pinto-Sietsma y colaboradores (24) publican los resultados de un estudio con 7476 participantes donde encuentran una correlación entre la excreción urinaria de albúmina y el número de cigarrillos fumados. Luego del ajuste para eventuales factores de confusión, los fumadores de <20 o >20 cigarrillos por día, tenían un riesgo relativo de 1.33 y 1.98 respectivamente para albuminuria en rango normal alto. Halimi y colaboradores, también en 2000 (25), estudian 28409 voluntarios de la población general y observan que los ex fumadores y los fumadores actuales tienen un marcado riesgo de macroalbuminuria (RR 2.69 y 3.26 respectivamente) Briganti, en 2002 (26), estudiando población australiana, muestra que fumar se asocia a riesgo de IRC en hombres pero no en mujeres, lo que lleva a la hipótesis de que el sexo masculino es más susceptible a los efectos nocivos del tabaco. Sin embargo, esta diferencia ha sido atribuída a que la prevalencia de fumadores es más baja en mujeres y, además, la cantidad fumada por éstas es menor. Estudios posteriores han mostrado similar susceptibilidad al riesgo entre los sexos: En 2003, Haroun y col (27) publican los resultados de un estudio poblacional prospectivo, con 20 años de seguimiento, mostrando que tanto en hombres como en mujeres, el fumar se asocia a enfermedad renal crónica (hazard ratio de 2.4 en los primeros y de 2.9 en los segundos) En 2006, Hallan y col (28) estudian el riesgo de padecer IRC en relación a obesidad, tabaquismo e inactividad física concluyendo que los hombres no son más susceptibles que las mujeres a estos factores. En 2007, un estudio con seguimiento a 10 años en población japonesa que investigó más de 120.000 personas mayores de 40 años, confirma estos resultados mostrando que fumar predice el desarrollo de IRC tanto en hombres como en mujeres (RR 1.13 y 1.16 respectivamente) (29) Recientemente (Septiembre 2011), Hallan y Orth (30) publican los resultados de un seguimiento a 10 años de más de 65.000 participantes del estudio HUNT II en Noruega, concluyendo que el riesgo de desarrollo de insuficiencia renal es 3 a 4 veces mayor en fumadores que en no fumadores con un aumento en el riesgo a mayor número de paquetesVolver al Inicio Página 12 año fumados (30). Ejemplo: un hombre que ha fumado 20 cigarrillos diarios durante 15 años (15 paquetes-año) tiene nueve veces más riesgo de insuficiencia renal que uno que no fumó nunca. Si bien fumar se asocia a riesgo de insuficiencia renal en el largo plazo, el efecto de fumar sobre la función renal en etapas iniciales del daño es menos claro. La mayoría de los estudios transversales muestran que los fumadores tienen filtrados glomerulares elevados respecto a los no fumadores. Un estudio poblacional en Japón, publicado en 2011 (31), con más de 10.000 varones de edad media (40-55 años) sin disfunción renal ni proteinuria al ingreso, mostró que al cabo de 6 años de seguimiento el fumar se asociaba a un riesgo mayor de hiperfiltración y proteinuria. Aunque hay suficientes motivos “extra renales” para no fumar, el reconocimiento del tabaquismo como factor de riesgo independiente para desarrollo de enfermedad renal crónica, determina que los nefrólogos debamos involucrarnos en programas de control de tabaquismo. Tabaquismo y envejecimiento renal El proceso de envejecimiento afecta a todos los órganos. Clásicamente hemos aprendido que con el paso de los años, una pérdida gradual de la función renal es esperable en la mayoría de las personas. Sin embargo, trabajos publicados recientemente cuestionan la inexorabilidad de esta pérdida (32). Además su magnitud y su velocidad de desarrollo varían entre los individuos dependiendo de factores genéticos y ambientales. Con la aceptación de riñones de personas añosas como donantes ha sido evidente que al aumentar la edad, aumenta también el daño glomerular, vascular e intersticial. Entre los mediadores del proceso de esclerosis se mencionan la Ag II, TGF β, AGES y stress oxidativo, todos ellos involucrados como hemos visto, en el mecanismo de daño por tabaco, diabetes, HTA y obesidad. Así, muchos factores que llevan a la esclerosis son modificables. De gran interés es que un tercio de los adultos sanos tienen poca variación en su función renal con el transcurso del tiempo como lo mostró el estudio longitudinal Baltimore de envejecimiento (33). RECUERDE: La pérdida de función renal hace al riñón del anciano más vulnerable a otras noxas y ha dado origen a la teoría de los impactos múltiples para explicar el mecanismo subyacente al envejecimiento (resultado de la suma de diversos insultos a través del tiempo). Volver al Inicio Página 13 Mientras que el estudio de Baltimore se enfoca en adultos sanos, Bleyer y col en el 2000 (34) publican un estudio sobre declinación de la función renal en adultos mayores (más de 64 años) no diabéticos, pero con otras comorbilidades como HTA y enfermedad vascular ALERTA: La conclusión fue que el número de cigarrillos fumados por día se correlaciona con el desarrollo de enfermedad renal crónica. En fumadores, el riesgo relativo de un aumento de 0.3 mg/dl en la creatinina sérica al cabo de 3 años, se incrementó un 31%. El correspondiente incremento por un aumento de 10 mm Hg en la presión arterial, fue de “sólo” 16%. En el gráfico se muestra el OR de enfermedad renal en relación al número de cigarrillos/ día Fig 5 Odds ratio ajustado de ascenso de cigarrillos/día creatinina (0.3 mg/dl) según el número de Otro estudio de 2005, en población italiana, que incluyó personas entre 65 y 84 años de edad, mostró que fumar más de 20 cigarrillos diarios fue el predictor más fuerte de deterioro funcional renal (35) y en 2006, un estudio poblacional del sudeste asiático confirma dichos hallazgos (36). IMPORTANTE: Así, el tabaquismo puede ser uno de los factores que expliquen por qué el deterioro funcional renal se observa con la edad en algunos pero no en todos los individuos. Volver al Inicio Página 14 RECUERDE: Fumar es particularmente peligroso en la ancianidad Efectos del tabaco sobre la función renal en diabéticos RECUERDE: La nefropatía diabética es el subgrupo de más rápido crecimiento entre las causas de insuficiencia renal terminal. Así, el impacto del tabaquismo sobre la progresión de la enfermedad renal diabética es de extrema importancia para limitar la epidemia mundial de IRC. Los diabetólogos fueron los primeros en reconocer los efectos nefrotóxicos del tabaco. Christiansen (11) en 1978, mostró que el tabaquismo era un factor de riesgo para el desarrollo de nefropatía diabética pero lamentablemente, su informe no tuvo mucha repercusión en su momento. Desde entonces se han publicado numerosos trabajos que muestran que el fumar promueve la progresión de la nefropatía diabética en ambos tipos de diabetes. Además, fumar provoca un descenso del filtrado glomerular en diabéticos I y II sin enfermedad renal. Inicialmente hay un aumento del filtrado inducido por la estimulación de factores de crecimiento y, posteriormente, cuando se instala el daño vascular, se produce la caída del filtrado. El GFR medio basal de los pacientes de este estudio era de 95 + 26 ml/min y cayó a 83 + 22 ml/min luego de 3 años), que es independiente de la proteinuria lo que sugiere un mecanismo distinto al daño glomerular y podría más bien relacionarse con daño vascular (42). Algunos estudios de biopsias renales han mostrado efectos adversos del tabaco sobre la estructura glomerular mientras que otros han notado mayor impacto sobre las arterias con marcado estrechamiento de su luz. Brevemente, los efectos del tabaco en enfermos diabéticos son: 1- Aumenta riesgo de microalbuminuria (37, 38) 2- Acelera el paso de micro a macro albuminuria (RR 2-2.5 veces mayor) (39) 3- Acelera la progresión de la IRC de origen diabético (RR 2.74 por cada 10 paquetes-año de cigarrillos fumados) (40, 41) Paquetes-año: medida que resume la totalidad de cigarrillos que una persona ha fumado en su vida y se calcula multiplicando el número de cigarrillos consumidos por día por los años de consumo, dividido por 20. Volver al Inicio Página 15 4- Provoca caída del GFR en diabéticos sin evidencias de enfermedad renal (42) Además, fumar se asocia a desarrollo de glucemia alterada en ayunas (GAA) y diabetes tipo II (43). Nakanishi y col (44) encontraron que en varones japoneses entre 35 y 59 años el riesgo relativo de desarrollar GAA era 1.62 veces mayor en fumadores y que el riesgo de desarrollo de diabetes tipo 2 era dosis dependiente (1-20 cigarrillos/d=1.88, 21-30 cigarrillos/d =3.02 y más de 31 cigarrillos/d=4.09), hallazgos confirmados en el 2008 en población coreana (45). Este efecto es de gran importancia para la salud pública y es probable que guarde relación con el aumento de resistencia a la insulina que se observa en fumadores. RECUERDE Fumar no sólo induce y acelera la progresión de la nefropatía diabética sino que también provoca daño vascular renal y contribuye al desarrollo de GAA y diabetes tipo II Efectos del tabaco sobre la función renal de hipertensos La HTA esencial es la 2da causa de IRCT luego de la diabetes. El riesgo de desarrollo de insuficiencia renal aumenta con la severidad de la hipertensión y disminuye con un apropiado control de la misma. Sin embargo, la función renal se deteriora en algunos enfermos aún con un adecuado control de las cifras de presión arterial. IMPORTANTE: Así, la identificación de otros factores de riesgo, eventualmente removibles, como el tabaco (la prevalencia de HTA es mayor en ex fumadores que en nunca fumadores y aumenta con el número de cigarrillos fumados), es de gran importancia a la hora de prevenir el desarrollo de insuficiencia renal. RECUERDE: Varios estudios muestran que fumar es un factor predictor independiente de albuminuria en hipertensos “sanos” (16). La prevalencia de microalbuminuria es casi el doble en fumadores respecto a no fumadores con HTA primaria. Un estudio de 2002 (46) muestra que enfermos hipertensos con HVI que fuman más de 20 cigarrillos/día tienen una prevalencia 1.6 veces mayor de microalbuminuria y 3.7 veces mayor de macroalbuminuria que los no fumadores. En el año 2000, Monnette Regalado y colaboradores (47) publican en AJKD la primer evidencia de que el tabaquismo es un factor de riesgo independiente de deterioro funcional renal en hipertensos severos. Volver al Inicio Página 16 A pesar de una reducción de la PA media de 126.8 + 1.3 a 96.5 + 1.1 mm Hg, la creatinina plasmática aumentó de 1.5 + 0.1 a 1.9 + 0.2 mg/dl y el fumar fue el más poderoso predictor del deterioro y el único potencialmente remediable. En 2005, otro estudio prospectivo con 7 años de seguimiento (48) comparó hipertensos moderados con severos observándose una caída más veloz del GFR en ambos grupos entre fumadores. ALERTA: De los datos disponibles podemos concluir que el tabaquismo en hipertensos aumenta el riesgo de desarrollo de micro y macro albuminuria y el índice de deterioro funcional renal. RECUERDE Fumar es predictor de riesgo independiente de albuminuria y deterioro funcional renal en hipertensos Efectos del tabaco sobre nefropatías primarias y secundarias Pareciera lógico que el riñón enfermo fuese particularmente susceptible a los efectos nefrotóxicos del tabaco. La siguiente tabla repasa las evidencias epidemiológicas de los efectos renales adversos del tabaquismo. EVIDENCIAS EPIDEMIOLOGICAS DE DAÑO RENAL POR TABACO . Incremento dosis dependiente de la albuminuria en fumadores de la población general . Incrementado riesgo de IRCT dosis dependiente en fumadores de la población general . Predictor independiente de albuminuria en HTA primaria . Predictor de deterioro funcional renal en HTA primaria . Predictor independiente de riesgo de albuminuria en diabéticos . Predictor independiente de desarrollo de IRC en diabéticos . Riego aumentado de estenosis aterosclerótica de arterias renales y nefropatía isquémica . Riesgo aumentado de deterioro de función del transplante renal Sin embargo, los datos disponibles a la fecha son limitados y la mayoría de los estudios, retrospectivos. Orth y colaboradores en 1998 (49), llevaron a cabo un estudio multicéntrico en Europa para evaluar si enfermos con GN por Ig A y ADPKD que fumaban, tenían mayor riesgo de progresión a IRCT. Luego de los ajustes correspondientes se concluyó que el riego era sustancialmente mayor en varones no tratados con un inhibidor ACE. En cambio, los pacientes que habían recibido un IECA no tenían un aumento significativo del riesgo, sugiriendo un efecto benéfico de dichos inhibidores. Volver al Inicio Página 17 Samuelsson y colaboradores (50) analizaron datos de un estudio prospectivo diseñado originariamente para evaluar el rol de la dislipemia en la progresión del año renal en pacientes con GN crónica, observando una pérdida del filtrado de 5.3 ml/min/año en fumadores severos vs 2.5 ml/min/año en no fumadores. Así, el fumar pareciera duplicar el índice de progresión en pacientes con glomerulonefritis crónica. Sin embargo, estos datos deben ser observados con cautela debido a que no alcanzaron significancia estadística, probablemente dado el corto período de observación y el pequeño número de pacientes. Caída anual del GFR con seguimiento a 3.2 años según condición de fumador (Samuelsson y Attman, 2000) No fumador Hombres n GNC n Fumador Fumador severo moderado 2.6 + 3.9 3.8 + 3.7 4.5 + 4.6 40 13 4 2.5 + 3.9 3.6 + 3.5 5.3 + 4.6 33 6 4 GNC: glomerulonefritis crónica P (ANOVA) > 0.2 > 0.2 Respecto al rol del tabaquismo en enfermedades sistémicas con compromiso renal es más limitada. Un estudio retrospectivo de 160 enfermos con L.E.S. cuya condición de fumador fue evaluada al inicio de la nefritis lúpica y con seguimiento medio a 6.4 años, mostró que el intervalo de tiempo al desarrollo de IRCT fue de 145 meses en fumadores y mayor de 273 meses en no fumadores(51). Sin embargo, estos datos no fueron confirmados por un estudio más reciente (52) Claramente, son necesarios nuevos estudios prospectivos antes de tener una respuesta definitiva. IMPORTANTE Los nefrólogos deberíamos esforzarnos más en motivar a nuestros pacientes a no fumar. Efectos del tabaco en la sobrevida del trasplante renal RECUERDE: Que el fumar es un factor de riesgo para la evolución de los injertos renales ha sido mostrado en varios estudios. Volver al Inicio Página 18 Uno de ellos (53), evaluó a 645 receptores de trasplante renal encontrando que los fumadores tenían una sobrevida del implante significativamente peor que la de los no fumadores (84, 65 y 48% de sobrevida a 1, 5 y 10 años vs 88, 78 y 62%). Esto se refiere no sólo a disfunción del injerto sino también a muertes cardiovasculares con riñón funcionante (54). ALERTA: Además, si el donante de riñón es un fumador, éste es un factor de riesgo independiente de sobrevida del órgano por lo que debería considerarse a la hora de valorar la calidad del riñón a implantarse (55). Un 24% de los receptores de trasplante fuman al momento del implante de los que el 90% continuará fumando luego del mismo. Fumar al momento del trasplante implica un RR de 2.3 para la pérdida del injerto. En cambio, dejar de fumar antes del trasplante mejora significativamente la sobrevida del mismo. RECUERDE Fumar afecta nuestra calidad como donantes y acorta la sobrevida de los riñones transplatados Daño renal vascular inducido por tabaco La prevalencia de estenosis arterial renal aterosclerótica va en aumento conforme al envejecimiento poblacional y la nefropatía isquémica es una causa importante de IRCT en enfermos mayores de 65 años. La incidencia de estenosis vascular renal aumenta con la extensión de la enfermedad vascular periférica (56) y ya que ésta es más común en fumadores, no es sorprendente que tengan mayor riesgo de estenosis crítica de arterias renales. Además del estrechamiento de la luz de las arterias renales principales, el daño arteriolar y ateroembólico (microembolismo de colesterol) contribuye a la pérdida progresiva de la función renal. Así, la teoría de la hipoxia crónica para explicar la naturaleza progresiva del fallo renal, encaja perfectamente en este contexto (57). La mejoría de la oxigenación renal mediada por el bloqueo del sistema renina-angiotensina sería otro mecanismo para explicar el beneficioso efecto de estos fármacos en atenuar el daño renal inducido por tabaco. Baggio y col (58) evaluaron la función renal y el flujo renal en un grupo de ancianos normotensos no diabéticos con algún grado de arterioesclerosis periférica y sin signos de nefropatía, observando un flujo plasmático renal disminuido en paralelo a la severidad del compromiso vascular periférico. Concluyeron que una nefropatía isquémica inicial podría estar presente en estas personas. Volver al Inicio Página 19 IMPORTANTE La función renal debiera ser evaluada en todo enfermo con aterosclerosis extrarrenal Tabaquismo y neoplasias del tracto urinario La relación entre el tabaquismo y la aparición de neoplasias es, sin duda, la más conocida en la población general. Sólo que en general, se lo relaciona a neoplasias pulmonares o de las vías aéreas. Sin embargo, en lo que respecta a nuestra especialidad, la mayor propensión a carcinoma renal (59), de pelvis, uréter y vejiga (60) está bien establecida. ALERTA: El fumar duplica la chance de padecer carcinoma renal y es un factor contribuyente en 1/3 de los casos. En lo referente al cáncer de vejiga, el riesgo está aumentado 2-3 veces, creciendo más aún con la duración y la intensidad del fumar. IMPORTANTE: Dado que el tratamiento más frecuente del carcinoma renal es quirúrgico, lo cual implica en el común de los casos pérdida de masa renal funcionante, es de crucial importancia que estos enfermos sean informados acerca del riesgo renal de continuar fumando. Para reflexionar: ¿Cuántos pacientes con ablación renal y bajo seguimiento nefrológico han sido alertados acerca del riesgo renal de fumar? Riesgo cardiovascular de la enfermedad renal crónica A pesar de los notables avances alcanzados en el tratamiento de la enfermedad renal crónica en las últimas décadas, la mortalidad de este grupo de enfermos continúa siendo muy elevada. En especial, la mortalidad cardiovascular es inaceptablemente alta, duplicándose en estadios tempranos de fallo renal respecto a la población general y siendo 20-40 veces mayor en la etapa dialítica. Volver al Inicio Página 20 IMPORTANTE: Así, tener insuficiencia renal crónica es hoy un reconocido riesgo de morbimortalidad cardiovascular. Aunque el tabaco es un factor de riesgo cardiovascular mayor en la población general, ha recibido poca atención como contribuyente al riesgo de este grupo específico, probablemente como consecuencia de que pocos estudios han abordado el tema y hay menores datos disponibles (61). Foley, Herzog and Collins (62) efectúan un seguimiento a dos años de enfermos que iniciaban tratamiento dialítico observando que los fumadores tenían mayor incidencia de fallo cardíaco congestivo, enfermedad vascular periférica y sobrevida acortada. Curiosamente, los mayores esfuerzos de investigación se han centrado en el estudio de factores “no tradicionales” , cuya contribución al problema es infinitamente menor. Schlipak y col en 2005 (63), publican los resultados de un estudio donde comparan el impacto sobre la mortalidad cardiovascular de los factores de riesgo tradicionales vs los nuevos (ver tabla) en mayores de 65 años con IRC. Concluyen que el control de los primeros tiene mayor potencial en reducir la mortalidad CV en esta población de alto riesgo (como ejemplo, observaron 20 muertes extras por cada 1000 pacientes-año en fumadores y sólo 5 muertes más atribuibles a niveles elevados de proteína C reactiva). FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR TRADICIONALES NUEVOS Obesidad Tabaco Insuficiencia renal crónica Lipoproteína (a) Sedentarismo Proteína C reactiva Hipertrofia ventricular izquierda Fibrinógeno Diabetes Anemia Hipertensión arterial Dislipemia Factor VIII c Interleukina 6 ALERTA: En lo que respecta al paciente en diálisis, fumar aumenta el riesgo de fibrilación auricular, disfunción sistólica y enfermedad coronaria. También incrementa la mortalidad en los primeros 90 días luego del ingreso a diálisis, el riesgo de ACV, enfermedad oclusiva de MMII y falla de la fístula A-V, empeorando asimismo la evolución luego del trasplante renal. Volver al Inicio Página 21 Otro hallazgo de gran interés, pero que requiere confirmación, ha sido publicado por un grupo italiano en 2011, mostrando una relación entre hiperparatiroidismo y condición de fumador (64). Datos del año 2002 muestran que un 15% de los pacientes incidentes en diálisis fuman pero más del 60% lo hicieron previamente. Más alarmante aún es el hecho de que estas cifras son casi idénticas a las reportadas en los años 80´ lo que demuestra que los nefrólogos hemos permanecido inactivos y debemos urgentemente abandonar nuestra pasividad si queremos cambiar la evolución fatal de nuestros enfermos. Un estudio multicéntrico llevado a cabo por la Asociación Norpatagónica de Nefrología en el curso del año 2011, con participación de 9 centros de la región, muestra una prevalencia de tabaquismo actual del 13.6% en los enfermos en diálisis y de un 36.9% entre los trabajadores de los centros, lo que supera la tasa de la población general (Fig 5). De gran interés es que un 81% de los enfermos y un 58% del personal no reconocía al tabaco como factor de riesgo cardiovascular (Fig 6). Además, sólo un 23% de los pacientes recordaba haber recibido por parte de su nefrólogo la indicación de no fumar. IMPORTANTE A la luz de estos datos es mucho lo que podemos hacer al respecto, comenzando por la divulgación del riesgo cardiovascular y renal asociado al tabaquismo y continuando por indagar, aconsejar y ofrecer ayuda a nuestros pacientes adictos al tabaco. Fig 6 DISTRIBUCION FUMADORES POR CATEGORIA Volver al Inicio Página 22 Fig 7 CONOCIMIENTO SOBRE RIESGO CARDIOVASCULAR Reversibilidad del daño Los efectos beneficiosos de dejar de fumar en el corto (cardiovascular) y el largo plazo (carcinogénesis) están bien establecidos. IMPORTANTE: En lo que respecta específicamente al enfermo renal, probablemente dejar de fumar sea la medida más efectiva para retardar la progresión de la insuficiencia renal. Estudios prospectivos de Chase y col (37) y Sawicki y col (40) han demostrado que dejar de fumar se acompaña de regresión de la proteinuria en diabéticos tipo I y II. Por su parte, Gambaro y col (65) en diabetes tipo II observaron progresión de la enfermedad en el 42% de los fumadores pero sólo en el 22% de ex fumadores. También se ha informado de reducción de la excreción urinaria de TGF-β1, un marcador de injuria renal, luego del abandono del consumo (66). Datos de estudio Hunt II de Noruega (30) con 65589 participantes y seguimiento a 10,3 años muestran la influencia del tiempo pasado desde el abandono del tabaco sobre el riesgo de tener insuficiencia renal (ex fumadores que habían dejado muchos años atrás tenían un riesgo sólo moderadamente aumentado mientras que quienes lo habían hecho más recientemente, tenían un riesgo mucho mayor) Aún los pacientes que han alcanzado la etapa final de su enfermedad renal se beneficiarán con el abandono del tabaco al reducir el riesgo de muerte y complicaciones cardiovasculares como fibrilación auricular, trombosis de las fístulas de diálisis, IAM, ACV, etc. Al dejar de fumar, el riesgo de IAM se reduce entre un 50 y un 70% independientemente de la cantidad y el tiempo que se haya fumado. Por el contrario, el tratamiento de la HTA reduce el riesgo de IAM en “solo” un 2-3% por cada mm de Hg de descenso de la PA diastólica. Volver al Inicio Página 23 IMPORTANTE: Por lo tanto, dejar de fumar es más efectivo que cualquier tratamiento hipotensor. Finalmente, dejar de fumar previamente al trasplante mejora la sobrevida del injerto. RECUERDE Dejar de fumar es una de las medidas más efectivas para retardar la progresión de la enfermedad renal y reducir la elevada morbimortalidad cardiovascular de la insuficiencia renal crónica Abordaje terapéutico En primer lugar debemos considerar que trabajamos con una población especial de pacientes de alto riesgo cardiovascular y alto riesgo de toxicidad medicamentosa, en los que antes de cualquier intervención deberíamos evaluar riesgos versus beneficios (61). IMPORTANTE: El primer mensaje que debemos ofrecer a los pacientes es que dejar de fumar es posible y que podemos ayudarlo. Actualmente contamos con un buen arsenal terapéutico respaldado por sólida evidencia científica para alcanzar la abstinencia. Las intervenciones para ayudar a dejar de fumar van desde el simple consejo médico hasta intervenciones desarrolladas por equipos multidisciplinarios y con fármacos de demostrada eficacia. Pero siempre debemos comenzar por identificar y registrar la condición de fumador en la historia clínica de todo enfermo que acude a la consulta (menos del 30% de los profesionales lo hace). RECUERDE La ayuda para dejar de fumar puede ser tan breve como 30 segundos pero siempre comienza por preguntar y registrar la condición de fumador en todas las consultas. Para la población general, se describen dos estrategias válidas a la hora de brindar ayuda para dejar de fumar: el consejo antitabáquico y el tratamiento propiamente dicho (68). Ambas son útiles y aumentan las tasas de cesación. Volver al Inicio Página 24 Consejo antitabáquico Existen dos modelos, conocidos como de las 5 “A” o ABC (por sus siglas en inglés), que describen los pasos seguir: Estrategia Intervenciones 5 “A” ABC Pregunte (Ask) Pregunte (Ask) Advierta (Advice) Dé Consejo Breve Evalúe motivación (Assess) (Brief Advice) Ayude o derive (Assist) Ofrezca tratamiento (Cessation) Acuerde seguimiento (Arrange follow up) Implementado por Guías Nueva Zelanda Guías EEUU ASK (preguntar): Pareciera obvio, pero es claro que lo primero que debemos conocer es si nuestros enfermos fuman. IMPORTANTE: Es de fundamental importancia que todo enfermo que concurra a consulta nefrológica sea indagado acerca de su condición de fumador dato que deberá registrarse y resaltarse en la historia clínica para que en futuras consultas podamos volver sobre el tema. Ya con este dato, deberemos interrogar al enfermo acerca de la cantidad y tiempo de consumo, lo que nos permitirá calcular los paquetes-año. ADVISE (aconsejar): El consejo o intervención breve, es una intervención de muy corta duración en la cual un agente de salud recomienda el abandono de consumo y deja abierta la posibilidad para una ayuda más intensiva. Puede ofrecerse en un tiempo tan corto como 30 segundos y su tasa de efectividad es del 2,5% de abstinencia al año, lo que significa que la deberemos ofrecer a 40 pacientes (Numero Necesario para Tratar o NNT= 40) para que uno de ellos alcance la abstinencia. El siguiente paso es explicar claramente al enfermo porqué es importante para su salud el dejar de fumar. Volver al Inicio Página 25 IMPORTANTE: Un ejemplo clásico de consejo es: “lo mejor que podría hacer por su salud es dejar de fumar…”. Este mensaje debe ser firme y referirse a “no fumar” y no a “fumar menos” ya que el enfermo debe entender que aún el bajo consumo no es inocuo. En el caso particular del enfermo renal, deberíamos concentrarnos en los riesgos cardiovasculares y renales. ASSESS (evaluar): en este punto debemos evaluar el grado de motivación de la persona para dejar de fumar ya que es muy difícil que alguien no decidido adhiera a un tratamiento y es probable que si lo intenta, fracase en lograrlo. Para ello, nos valemos del modelo transteorético de Prochaska y DiClemente que describe las etapas de cambio por las que todo adicto pasa de manera evolutiva y cíclica: 1- Etapa de precontemplación: el fumador no cree tener problemas con la adicción y no contempla la posibilidad de dejar 2- Etapa de contemplación: el fumador reconoce tener un problema físico o psíquico causado por la adicción pero se muestra ambivalente ante la decisión de cambio 3- Etapa de preparación: la ambivalencia se va transformando en determinación para cambiar y aparece un plan para dejar de fumar 4- Etapa de acción: el fumador entra en acción para modificar su conducta 5- Etapa de mantenimiento: la persona desarrolla estrategias para mantenerse sin fumar 6- Etapa de recaída: el fumador vuelve a hacerlo, algo altamente frecuente en el proceso de recuperación Para valorar en qué etapa del ciclo se encuentra una persona, nos valemos de preguntas: Volver al Inicio Página 26 También aquí podremos valernos de algunos test como el de Fagerström para evaluar el grado de dependencia, o el de Russell para valorar la motivación, lo que nos ayudará luego a elaborar la propuesta terapéutica. RECUERDE: ASSIST (programar tratamiento): todo plan de tratamiento debe contemplar tres puntos: fecha de abandono, intervención psico-social e intervención farmacológica. ARRANGE follow-up (programar seguimiento): tiene como objetivo ayudar si se presentan síntomas, evitar aumento de peso, manejar la depresión y estimular a mantener la abstinencia previniendo recaídas. Tratamiento propiamente dicho Como dijimos, comprende tres puntos: RECUERDE: 1- Fecha de abandono o día “D”: Al fijar una fecha de abandono aumentamos las posibilidades de éxito. Se recomienda que esta fecha no sea posterior al mes de tomada la decisión para evitar que la motivación decaiga y comunicarla a familia y amigos. Intervención psico-social: basada en la teoría cognitivo-conductual, trata que el fumador conozca las características de su adicción y, conociéndolas, modifique pautas de comportamiento y desarrolle estrategias para manejar la abstinencia. DEFINICIÓN: 2- Es un conjunto de acciones dirigidas a evitar las situaciones “gatillo” o disparadoras del deseo de fumar (Ej: voy al bar, pido un café y enciendo un cigarrillo), reconocer síntomas de abstinencia (irritabilidad, insomnio, dificultad de concentración, etc) y superar el “craving” o compulsión por fumar, sustituyéndola por otra acción (Ej: lavarse los dientes) ya que el deseo imperioso cede al cabo de 2-3 minutos, es más fuerte las primeras 2 semanas y, en general, desaparece luego del mes. Volver al Inicio Página 27 IMPORTANTE: En esta etapa es muy importante el apoyo del equipo de salud que reforzará las motivaciones, insistirá en las ventajas de la cesación y alentará la confianza en sí mismo para lograr el objetivo de no fumar. La siguiente tabla muestra estrategias para la resolución de problemas: Problema Herramientas Aumento de peso Reconocer que al dejar de fumar se gana un poco de peso pero que los beneficios de salud son mayores. Adecuar la dieta, favoreciendo frutas y verduras y evitar alimentos con muchas calorías como chocolates, postres, etc. Ingerir mucho líquido si no tiene restricciones, agua fresca en abundancia. La actividad física lo hará sentir mejor, más saludable y previene el aumento de peso Constipación Reconocer que la nicotina estimula el tránsito intestinal y que al dejar de fumar suele presentarse constipación. Consultar si se fuma a la mañana para favorecer la catarsis ya que suele ser una estrategia al iniciar el día, particularmente en mujeres. Dieta rica en fibras y abundantes líquidos (jugos y yogurt), suelen ayudar Crisis de urgencia por fumar o “cravings” Reconocer e identificar tempranamente las crisis de urgencias y los gatillos. Informar sobre la corta duración de las crisis y estimular que se advierta cuanto duran en el individuo (usando el reloj). Ayudar al paciente a entender que es una respuesta física a un condicionamiento construido por el consumo y que la intención es modificar este condicionamiento. A estos componentes de la estrategia se los conoce como Volver al Inicio Página 28 Racionalización Otro componente es la Distracción: Evitar las situaciones y elementos que actúan como gatillos (café con amigos, la sobremesa, los ceniceros y encendedor, etc.) o salir de la situación gatillo (si toma café, evite los lugares que se permite fumar, después de comer levántese inmediatamente de la mesa para caminar, ayudar con los platos, etc.) También es útil el reemplazo por un vaso de agua fresca, una fruta o por nicotina de acción rápida (spray nasal, caramelos o chicles) En el caso particular del enfermo nefrológico, contamos con equipos multidisciplinarios ya formados en cada centro de diálisis, por lo que tenemos una situación privilegiada para efectuar tanto intervenciones breves (3-5 minutos) como intensivas (contacto personal reiterado y prolongado), ya que al menos los enfermos bajo tratamiento dialítico concurren 34 veces/semana a los centros (69). IMPORTANTE: Para ello es de extrema importancia la educación de todo el personal, para que tanto la administrativa como la mucama o el encargado de mantenimiento puedan brindar consejo antitabáquico. Además, el apoyo de familiares, amigos y grupos de autoayuda es crucial en este momento. RECUERDE La intervención intensiva debe ser de más de 30 minutos, en varias sesiones. Apunta a sumar la ayuda familiar, de las relaciones y del equipo de salud, aportando herramientas de conducta para resolver problemas que se le presentan a los fumadores al dejar de fumar. Volver al Inicio Página 29 3- Intervención farmacológica: IMPORTANTE: Los tratamientos con drogas no deben ser una intervención aislada sino parte de un conjunto de acciones para dejar de fumar y nunca deben ser prescriptas antes de que el enfermo haya alcanzado el momento evolutivo adecuado de la dependencia (fases de preparación-acción del modelo de Prochaska y Di Clemente). La intervención farmacológica duplica la posibilidad de éxito de un intento de cesación ya que controla los síntomas de abstinencia. Además, reduce el aumento de peso esperable luego de la interrupción del consumo. Tenemos fármacos de primera línea como los sustitutos nicotínicos, el bupropion y la vareniclina y fármacos de segunda línea como clonidina y nortriptilina. La siguiente tabla describe presentaciones y dosis para personas con función renal no comprometida: Droga Nicotina Presentación Dosis Posología Parches 7, 14 y 21 1 por día 8 a 12 semanas mg Chicles 2 y 4 mg 1 chicle cada 2 a 4 hs o como rescate 8 a 12 semanas Caramelos dispersables 2 y 4 mg 1 comprimido cada 2 a 4 hs o como rescate 8 a 12 semanas Spray nasal 0,5 mg 1 a 2 dosis cada 2 a 4 hs o como rescate 8 a 12 semanas Bupropión Comprimidos liberación lenta de 150 mg 150 a 300 mg/día en dos tomas separadas por 8 hs 8 semanas Vareniclina Comprimidos 0,5 y 1 mg 3 días iniciales 0,5 mg Volver al Inicio Página 30 4 días 0,5 mg cada 12 hs 11 semanas 1 mg cada 12 hs Nortriptilina Comprimidos No hay disponibilidad en Argentina como monodroga Clonidina Comprimidos 150 mg 1 comprimido cada 12 hs (limitado por TA) a- Sustitutos nicotínicos (70): Hay diversas formas farmacéuticas (chicles, parches, inhaladores bucales, spray nasal, tabletas sublinguales). Controlan la abstinencia ocupando los receptores nicotínicos del SNC evitando todos los otros tóxicos contenidos en el humo del tabaco. La nicotina es metabolizada en el hígado por el citocromo P 450, siendo sus metabolitos eliminados por vía renal por lo que hay un déficit de excreción en presencia de insuficiencia renal. Los efectos colaterales varían según la vía de administración (irritación nasal, de boca o piel) b- Bupropion(71): Originalmente diseñado como antidepresivo, actúa inhibiendo la recaptación de serotonina, dopamina y norepinefrina lo que aumenta la actividad de estos neurotransmisores, prolongando la sensación de bienestar y ayudando a controlar los síntomas de abstinencia. Como la nicotina, es metabolizada en el hígado por el citocromo P450 y sus metabolitos se excretan por vía renal por lo que un ajuste de dosis es requerido si hay compromiso de la función renal. La dosis recomendada en enfermos bajo tratamiento dialítico es de 150 mg cada 72 h(72). Su efecto colateral más común es el insomnio pero el más preocupante es el descenso del umbral convulsivo estando contraindicado en personas con antecedentes de epilepsia. c- Vareniclina (73, 74): Es un agonista parcial de los receptores colinérgicos α4β2 diseñado específicamente para el control del tabaquismo y derivado de un alcaloide natural, la citisina. Más del 90% de la droga se excreta por orina sin metabolizar por lo que requiere ajuste de dosis si el clearance cae por debajo de 30 ml/min con dosis recomendadas entre 0.5 y 1 mg/día. Dentro de sus efectos colaterales el más común es la náusea y han provocado preocupación algunos informes sobre desarrollo de trastornos psiquiátricos. d- Clonidina: Agonista α adrenérgico de acción central es poco usada en la población general dados sus efectos colaterales. Podría tener un rol en estos pacientes donde sus propiedades hipotensoras podrían aportar un beneficio adicional. e- Nortriptilina: Antidepresivo tricíclico con una eficacia similar a la terapia de reemplazo nicotínico y al bupropion. Poco usada por sus efectos colaterales, se recomienda cuando las otras drogas están contraindicadas. Estos fármacos pueden usarse sólos o combinados, comenzando su administración un par de semanas antes de la fecha de abandono, con tratamientos que se prolongan entre 2 y 3 meses. Volver al Inicio Página 31 A la fecha, no hay guías específicas para uso en enfermos con función renal comprometida, por lo que ésta es una importante línea de investigación. IMPORTANTE Cuando a la intervención de conducta en pacientes motivados le asociamos fármacos de probada efectividad, como nicotina, bupropión o vareniclina, las probabilidades de alcanzar la abstinencia se duplican. Finalmente, debemos dirigir nuestra mirada hacia el personal de los centros de diálisis donde la prevalencia de fumadores es alta (36.9% según datos de la Asociación Norpatagónica de Nefrología) y supera la media nacional, debiendo informar, motivar y ofrecer programas de cesación. RECUERDE La mayoría de los fumadores requerirán múltiples intentos de cesación antes de lograr abstinencia en el largo plazo, por lo que Las recaídas lejos de desalentarnos, deberían ser una oportunidad para volver a intentarlo. Volver al Inicio Página 32