26 EL MUNDO 1998 19/10: n Garzón amplía la orden de arresto contra Pinochet con cargos de genocidio, tortura y terrorismo contra 94 personas. 22/10: n La defensa presenta un hábeas corpus para exigir la libertad de Pinochet. 11/11: n El Gobierno británico recibe el pedido de extradición de Pinochet enviado por España. 25/11: n La Cámara de los Lores rechaza, por tres votos contra dos, la “inmunidad soberana” atribuida a Pinochet por un alto tribunal británico a fines de octubre. Pinochet cumple 83 años. 26/11: n El ministro del Interior, Jack Straw, solicita a la Corte una extensión por siete días (hasta el 11 de diciembre) para decidir si acepta o no la solicitud de extradición. 9/12: n El ministro del Interior, Jack Straw, da luz verde al proceso de extradición de Pinochet. 1999 13/01: n La Cámara de los Lores acepta que el Gobierno chileno tenga representación en las audiencias, al igual que Amnistía Internacional. 18/01: n Comienzan las nuevas audiencias ante los siete lores. 04/02: n Finalizan las tres semanas de audiencias en la Cámara de los Lores, que posterga su decisión 24/03: n La comisión de la Cámara de los Lores deniega la concesión de inmunidad a Pinochet. 29/03: n Un tribunal superior londinense fijó el plazo para que el Gobierno se expida sobre la extradicción 15/04: n El ministro de Interior inglés Jack Straw decidió continuar con el proceso de extradición de Pinochet a España. CHILE RECHAZO LA MEDIDA Dan luz verde a la extradición El Ministro del Interior inglés autorizó a continuar con el proceso de extradicción a España del ex dictador chileno. La decisión fue rechazada por el Gobierno chileno, aunque no adoptará medidas E n una medida de alto voltaje político, el Gobierno británico decidió ayer continuar con el proceso de extradición a España del ex dictador chileno Augusto Pinochet, que permanece detenido en Londres desde el pasado 16 de octubre. El ministro británico del Interior, Jack Straw, fue quien autorizó continuar con el proceso legal, igual que lo hizo el pasado 9 de diciembre, cuando ya dio, una primera vez, “luz verde” para la extradición de Pinochet a España, donde es reclamado por el juez Baltasar Garzón. La carta, firmada por Straw y sellada oficialmente por su oficina, fue entregada también a los implicados en el proceso legal de extradición, defensa, fiscalía y partes intervinientes junto a ambas, como el Gobierno de Chile y las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Este magistrado español fue quien ordenó hace seis meses la detención del general, basándose en acusaciones de genocidio, torturas y desapariciones durante la dictadura chilena (1973-90). La detención británica violó el principio según el cual las personas deben ser juzgadas en el lugar donde fueron cometidos los hechos y el derecho de todo Estado a juzgar a sus ciudadanos en los tribunales competentes, lo que provocó un fuerte reclamo del gobierno del presidente Eduardo Frei (ver aparte). Furia de los conservadores El anuncio de la medida por el ministro Jack Straw desató la furia de los conservadores y se colocó nuevamente en el centro del espectro político británico. Straw, quien consideró una obligación de Gran Bretaña extraditar a Pinochet a España por acusaciones de tortura y conspiración para la tortura, se lanzó a la política en el marco de las revueltas de Mayo del ’68 en París y su repercusión en todo el mundo. Pero una vez en el Gobierno del primer ministro Tony Blair, adoptó medidas basadas en la estricta defensa de la ley y el orden. La prensa extranjera recalcó que el funcionario exigió a la policía que cumpliera con la ley, incluso cuando hace meses su único hijo varón se vio implicado en una venta menor de marihuana. Destacados miembros del Partido Conservador británico criticaron ayer la decisión del ministro. El portavoz “tory” del Interior, Norman Fowler, manifestó que Straw había perdido una oportunidad para poner fin “a este asunto lamentable”. “Es una cuestión que debe decidir Chile. Eso es lo que pidió el Gobierno chileno democráticamente elegido”, señaló. Según el último ministro de Economía y Finanzas del Gobierno de John Major, Kennet Clarke, “debería haber tenido el valor de detener el proceso de extradición”, ya que “hubiera sido de interés nacional parar todo esto”. “Lamento la tortura y la represión y apoyo al Gobierno liberal demócrata de Chile”, indicó, pero “la dificultad se encuentra en que se reabren las heridas en Chile”. Según Clarke, “el actual Gobierno chileno, que incluye a opositores de Pinochet, preferiría dejar este asunto tranquilo, ya que tiene un efecto perturbador en el orden, y por eso lamento y creo que Straw debería haber tenido el valor de detener el proceso de extradición”. Clarke recordó que “nosotros liberamos a gente de las cárceles en Irlanda del Norte porque buscamos un acuerdo político y nos preocupa mucho que no se reabran allí viejas disputas”. El ex ministro se mostró de acuerdo con las acciones emprendidas por el Gobierno de Santiago “para detener este proceso legal, que empezó un juez español, y permitir a un hombre anciano que regrese a casa”. Para el portavoz de Interior del Partido Conservador, “a consecuencia de la decisión de Straw de ayer, ahora afrontaremos meses de litigios legales”. Según la legisladora ‘tory’ Teresa Gorman, “este no es un asunto británico, sino chileno”. En España lo esperan Mientras tanto, fuentes oficiales españolas indicaron que el Gobierno de España mantendrá su posición de máximo respeto y acatamiento de las decisiones judiciales que se adopten durante el proceso de extradición del ex general chileno Augusto Pinochet, que se encuentra aún -dijeron- “muy lejos de haber terminado”. Las fuentes de la Oficina de Información Diplomática (OID) del Ministerio español de Asuntos Exteriores señalaron que la decisión de Straw es “un paso procesal exclusivamente británico”, que no altera la posición del Gobierno español. En el caso de que el sistema judicial británico concluya el largo camino que aún le queda con una extradición del ex dictador Augusto Pinochet a España, el Gobierno de Madrid se limitará a cumplir su obligación de “facilitar las decisiones que adopte el organismo judicial competente” en ese momento, agregaron las fuentes. El proceso podría durar más de un año El proceso legal para determinar si el ex dictador chileno Augusto Pinochet es extraditado a España para ser juzgado por violaciones a los derechos humanos cometidas durante su régimen, podría extenderse más de un año. Tras las decisión del ministro del Interior británico, Jack Straw, para que continúe el proceso de extradición del general, la Justicia de Gran Bretaña deberá determinar si la solicitud presentada por España cumple todos los requisitos para ser autorizada. El proceso ya sufrió ayer su primera demora, durante una audiencia en la que los magistrados de Bow Street debían fijar la fecha del inicio del proceso de extradición, decisión que fue pospuesta hasta el próximo día 30 porque la defensa pidió un tiempo para estudiar la decisión de Straw. La defensa de Pinochet analiza la posibilidad de apelar ante un alto tribunal londinense el fallo del ministro del Interior. En caso de que los abogados del general decidiesen apelar, la solicitud sería presentada ante el alto tribunal londinense (High Court) que fijaría la fecha para la audiencia y obligaría a retrasar una vez más el inicio del proceso de extradición. Las demoras podrían ser múltiples ya que cada etapa del proceso puede ser apelada, tanto por la defensa como por la Fiscalía, que representa a la Justicia española. Otra decisión que deberán adoptar los jueces es la situación en la que permanecerá el general, actualmente bajo la condición de libertad vigilada. Pinochet está desde diciembre pasado en una residencia privada en Wentworth, en las cercanías de Londres, que no puede abandonar sin autorización de la Justicia. Una vez que termine el proceso judicial -que puede durar más de un año- si la decisión de los jueces fuese favorable a la extradición, el caso debería volver al ministro de Interior, quien debería entonces tomar la decisión política de autorizarla o suspenderla por razones humanitarias. Por otra parte, desde Madrid se anunció que el juez español Baltasar Garzón enviará más datos a Gran Bretaña para reforzar el pedido de extradición, informaron fuentes judiciales. Garzón tiene datos de 46 casos de tortura y asesinato que tuvieron lugar desde 1988, año a partir del cual la Cámara de los Lores negó inmunidad a Pinochet. TELAM El proceso, día por día La Plata, viernes 16 de abril de 1999 Jack Straw pasó de militante de izquierda a ministro del Interior inglés EL MUNDO La Plata, viernes 16 de abril de 1999 de Pinochet a España El ex dictador sufrió una nueva derrota luego de conocerse la decisión inglesa de continuar con la extradición “No habrá represalias contra Gran Bretaña” El gobierno chileno no adoptará ningún tipo de represalia en contra de Gran Bretaña, como lo piden sectores de la derecha chilena, por la decisión del secretario británico del interior, Jack Straw, de permitir que continúe en El principio del fin “Este es el principio de la caída de muchos tiranos, no sólo en nuestro país”, dijo la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Solá Sierra, tras saber que el ministro británico autorizó la extradición de Pinochet. “Por fin, después de 25 años, el pueblo chileno puede celebrar este gran hecho que significa que Pinochet será sometido a proceso por los delitos que se cometieron contra millones de chilenos, torturándolos, encarcelándolos injustamente, exiliándolos, haciendo desaparecer a miles de personas”, manifestó. Solá Sierra señaló que “para el pueblo chileno éste es un momento histórico porque se está demostrando que los tiranos no pueden quedar impunes, no sólo Pinochet, sino otros tiranos de otras latitudes”. “Nunca pensamos que llegaría este gran momento para el pueblo chileno, que nos va a permitir demostrarle al mundo que esta lucha no es sólo por los detenidos desaparecidos sino por todos los derechos humanos que todavía se violan en el mundo”, subrayó. Londres el proceso de extradición a España contra el ex dictador Augusto Pinochet. “No habrá retiro de embajador ni ruptura de relaciones diplomáticas ni declaración de personas non gratas ni se llamará al embajador chileno a Santiago”, como tampoco se adoptará ningún otro tipo de medida política contra Gran Bretaña por la decisión de Straw, declaró ayer en Santiago el ministro chileno del Exterior, José Miguel Insulza. 27 La justicia globalizada de las potencias occidentales E actual sistema l gobierno Por Carlos Morales internacional en británico dio una clara señal De la Redacción de “Hoy” pedazos con conde que busca apuntar la estrate- secuencias imprevisibles. Hoy Chile aparece tan desprogia occidental de alcanzar una “justicia globalizada” bajo el tegido en este mundo globalizado mando de las fuerzas aliadas que, como Yugoslavia. Su presidente, paradójicamente, hoy llevan ade- Eduardo Frei, tiene pocas helante un despiadado ataque con- rramientas para enfrentar al tra Yugoslavia bajo la excusa de viejo aliado británico que ahora ha decidido dar luz verde al prouna “operación humanitaria”. A pesar de las gravísimas vio- ceso de extradicción a España. Augusto Pinochet es, no cabe laciones a los derechos humanos que cometieron tanto el ex gene- duda, uno de los personajes más ral Augusto Pinochet, que go- excecrables de la política latibernó Chile bajo el más rígido noamericana y el sistema represiautoritarismo como el actual vo que creó durante el período presidente yugoslavo Slobodán 1973-1983 provocó la muerte y Milosevic contra los albano- desaparición de miles de kosovares de Kosovo, ninguna chilenos. Hoy cientos de familias potencia, por más poderosa que reclaman insistentemente por jussea, puede arrogarse el derecho a ticia a un gobierno aún fuerte“hacer justicia por mano propia” mente condicionado por el poder militar y los partidos de utilizando el medio que sea. En el caso Pinochet a través la derecha. Sin embargo, eso no quita la de una polémica detención. En el caso Milosevic por medio de un legitimidad del reclamo gubernabrutal bombardeo. ¿Esta es la mental para juzgar a Pinochet en “justicia globalizada” que procla- su territorio, aún a costa de desama occidente en nombre de los tar un conflicto político aún mayor que el que actualderechos humanos?. En la basura quedan los dere- mente atraviesa nuestro vecino chos que tienen los Estados a juz- trasandino. El “proceso” iniciado en gar a sus ciudadanos en su territorio, un principio elemental del Europa en octubre del año pasado sigue abierto y sigue provocando actual sistema internacional. En el mismo lugar, también opiniones encontradas entre disqueda el principio según el cual tintos grupos políticos chilenos y cada Estado tiene derecho a la extranjeros. Lo cierto es que el integridad de su territorio y no Reino Unido ha hecho una nueva está permitido el uso de la fuerza demostración de fuerza en un sino a través de una autorización siglo que termina con una brutal del Consejo de Seguridad de las guerra en los balcanes. Todo un signo político que abre un nuevo Naciones Unidas. Está claro que la ley del más interrogante para los países fuerte está haciendo estallar el menos poderosos del planeta. El gobierno chileno reivindicó su derecho a juzgarlo Una vez conocida la decisión del gobierno británico, el presidente de Chile Eduardo Frei reivindicó el derecho de Chile para juzgar al ex dictador Augusto Pinochet. Frei hizo esas declaraciones en Berlín (Alemania), ciudad en la que inició una gira que continuará por Holanda y Polonia, que difundió en Santiago el Palacio de la Moneda (casa de gobierno) a través de un comunicado. “En Chile no hay impunidad”, señaló Frei en reacción a la decisión del ministro del Interior británico, Jack Straw, de dar luz verde para la extradición de Pinochet a España. Frei, atribuyó a una falta de “responsabilidad política” la resolución del funcionario británico y señaló que éste “no ha querido asumir la responsabilidad política de responder a la clara indicación de los Lores en el sentido de reconsiderar su decisión”. En tanto la Cancillería chilena, nueve horas después de conocerse la decisión de Straw, dio a conocer una declaración en la que sostuvo que “lo único sensato sería que las autoridades de Gran Bretaña y España reconocieran el mejor derecho de la democracia chilena de hacer cuentas con su propio pasado”. Por su parte el canciller José Miguel Insulza admitió en la capital chilena, que el pronunciamiento del ministro británico no fue sorpresivo para las autoridades chilenas. “Era algo que ya sabíamos que iba a ocurrir”, añadió. Mientras que Frei reiteró su decisión “de seguir haciendo todos los esfuerzos por alcanzar el doble objetivo de soberanía y justicia que lo ha inspirado en este caso”. En el plano de la soberanía, el gobierno de Frei desconoce la competencia de tribunales extranjeros para investigar los delitos de que se acusa a Pinochet, detenido en Londres desde hace seis meses. Oficialmente Chile sostiene que en el país hay una veintena de querellas judiciales presentadas contra Pinochet desde que se retiró del Ejército y pasó a ocupar una banca en el Congreso como senador vitalicio, en marzo de 1998. “Los procesos están en Chile y tienen que continuar”, reiteró Frei, desde Berlín, al reafirmar sus declaraciones del 24 de marzo pasado, cuando siete jueces de la Cámara de los Lores pusieron el “Caso Pinochet” en manos de Straw. El mandatario agregó que Pinochet “tendrá que responder cuando vuelva a Chile de todos los Los familiares relaman justicia y verdad por los crímenes de la dictadura cargos que hay contra él en la justicia”. En Santiago de Chile, el director de la Fundación Pinochet, Alfonso Márquez, dijo ayer que “tenemos que hacer una verdadera cruzada de dignidad nacional para defender al senador Augusto Pinochet y terminar con esto de una vez por todas”, en referencia a su extradición a España concedida por el Gobierno británico. “Esta es una confabulación del socialismo internacional, alimentada por el socialismo chileno, que hasta el momento está impidiendo que realmente se haga justicia y que el senador Pinochet pueda volver a su patria, que tanto lo necesita”, declaró Márquez a una emisora de radio.