Nota Revista Genoma Nº 33, Noviembre 2008

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Energía, potencia, valor, osadía. Una pasión que se devela y
un objetivo palpable. Laura Brarda es artista plástica y, mientras consolida su carrera, va siempre por más.
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cultura
Texto: Clara López Colmano Parece una historia, un caso, un ejemplo, de ésos
que se relatan en los libros o cursos de auto ayuda. Y es que Laura Brarda es como uno de ellos.
Fue construyendo su historia, cultivando su espíritu y conociéndose cada vez más y, en ese camino, descubrió su gran pasión: la pintura.
Pero no fue un hallazgo como quien identifica un
placer y realiza un hobby con mucho ímpetu. No,
ella tiene un objetivo claro: quiere ser una artista
plástica reconocida, nacional e internacionalmente. “Una marca”, dice ella, con sus ojos luminosos.
Y está en ese camino, y realmente, con tanta fuerza y dedicación lo va a lograr. Es de esos casos, sí.
“Ten un sueño, cree firmemente en él, dedícate a
él y lo alcanzarás”. Tantas veces ese tipo de frases
sonó inabordable. Pero cuando uno se enfrenta
a una persona que transita esta experiencia, se
cree, básicamente, en uno mismo.
Fotos: Denise Giovaneli
PARA CONOCER SU OBRA
• Muestra de Pintura, Dibujo, Escultura
y Arte Digital “Artenlace 2008”, Museo Metropolitano del 10 al 21
de diciembre
www.laurabrarda.com.ar
Espectadores
con esta nueva técnica. Laura menciona muchas,
muchas veces, la palabra libertad. “Pasé de lo
figurativo al esencialismo, en una búsqueda interna. Me siento mucho más libre así, me siento
mucho más identificada con este estilo. Puedo
tirar los colores, trabajar y luego dar vuelta el
cuadro y seguir trabajando sobre eso. Hasta que
aparece la imagen.”, cuenta como encendida.
“Pasé de lo figurativo al esencialismo,
en una búsqueda interna. Me siento
mucho más libre así, me siento mucho
más identificada con este estilo”.
la decoración. De hecho, mi primer regalo de casada fue un cuadro, era lo único que tenía”, relata mientras se ríe recordando ese detalle. Para
nada menor, fue todo un presagio.
Luego de lo decorativo quiso más y empezó a
pintar cuadros en óleo en técnica figurativa y, en
2007, se planteó un cambio, un giro copernicano.
Un salto que le diera más libertad y así arrancó
Su nueva técnica parte del esencialismo, un
movimiento pictórico fundado por Heriberto
Zorrilla y acompañado por Helena Distéfano, con quien estudió Laura. Es una técnica
mucho más emocional, se percibe, ya que no
parte de proyectos previos.
La artista cuenta que cuando está pintando se
siente en otro mundo. “Me olvido de todo, no
tengo la preocupación de tener que llegar a algo,
cuestión que vivía con lo figurativo. Disfruto mi
vida con intensa pasión. A través del arte me conecto con mi alma, con mi mundo interior que es
muy colorido y energético”, explica.
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Rosario. Cuna de artistas. Allí nació Laura Beatriz Brarda. Conoció a Adolfo Martire y se casó.
Ambos Ingenieros Agrónomos, se fueron a vivir
a Venado Tuerto. De allí a Mar del Plata, pasando
un año por Buenos Aires. Luego llegó uno de los
primeros grandes desafíos de Laura, un embarazo de trillizos (Santiago, Tomás y María Laura;
hoy de 20 años). Con los bebés de cuatro meses se fueron a vivir a San Pablo. Trabajó como
Ingeniera Agrónoma y, a partir de 1994, se especializó en Medio Ambiente. “Es una cuestión
que me obsesiona, me apasiona. Siempre me
preocupó y es un tema también muy recurrente
en mis pinturas”, cuenta. Recién en el regreso a
nuestro país empezó a pintar pero sin descubrir,
aún, que era una pasión. Su primer paso fue la
pintura decorativa sobre madera y cerámica.
“Siempre me gustó la pintura y soy muy detallista, siempre me atrajeron la armonía, los colores,
2.
1. Nadadora: 1º Premio, Salón de Invierno 2008,
Desde la Plástica, Espacio de Arte, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
2.Lector.
cómo termina el cuento, o qué imagen se busca.
Se trabaja la pincelada o la espátula y luego así,
aparece la imagen, la sorpresa”, explica.
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1.
Lo logrado se lo atribuye a la constancia. Laura encara pintar como un trabajo. Tiene un día
establecido y un horario, donde “se puede caer
todo” que va a seguir pintando. “Esto es lo que
me permite pintar mucho y tener producción.
Ojo, igualmente si me dan ganas de pintar en
otro momento lo hago”, cuenta divertida.
Un cuadro puede llevarle un promedio de dos
días para ser terminado. El más rápido en llegar
a su fin fue “Apariciones”. Una obra enigmática,
que lleva muy bien puesto su nombre. En cambio, con otros cuadros puede buscar más la imagen y le llevan más trabajo. “Con algunos quedo
más conforme de inmediato. Hubo un cuadro
que no podía terminar, que no me gustaba pero
lo dejé así porque, finalmente, es parte de lo que
uno siente. Por algo sale eso. Acá no se sabe
Desde diciembre trata de programar el año, dónde quiere estar, cómo va a presentarse para seguir dándose a conocer. Hace cinco meses hizo
un trabajo de desarrollo personal muy intenso
en una consultora. “Siempre me desafío y esto
me ha dado más herramientas. Busco continuamente en mi vida que me caigan fichas y esto es
un trabajo; es muy profundo”, confiesa. En este
último tiempo desarrolló mejor su página web
y empezó a ver las distintas posibilidades que
vayan más allá del contacto con los galeristas.
“Hice distintas experiencias, me contacté con casas de antigüedades, por ejemplo, ya que ahora
se está usando mucho mezclar lo antiguo con lo
moderno, o casas de decoración también”, explica que hizo entre otras cosas.
A partir de 2004 empezó a presentarse en exposiciones y en concursos. Le gusta el desafío.
La obra de Laura Brarda estuve expuesta en
dos noches de Gallery Nights en el circuito de
Palermo “Soho” donde ganó un primer premio
que la gratificó muchísimo.
En 2006 fue seleccionada por la Cancillería, junto a un grupo de artistas, para hacer un recorrido
que se llamó Cultura por la Paz, que se llevó por
los continentes. Su obra visitó Barcelona, Madrid, Atenas y México, entre otros. “Duró casi dos
años y fue algo muy importante porque representé el arte argentino”, explica. Fue el broche
3.
4. Centauro: 3° Premio, VI Salón de Verano 2008,
Desde la Plástica, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina.
3. Cuerpos. / 5. Aparición.
de oro para su obra figurativa. “Gané premios
en el estilo figurativo y cuando cambié quería
probarme con este estilo nuevo; también gané.
Fue muy positivo en todos los aspectos. Gusta
mucho mi obra y yo estoy haciendo un recorrido, un camino, y la gente me acompaña con
esa elección”, relata orgullosa.
Hace unos meses empezó a trabajar muy fuerte
para que su nueva obra se empezara también a
conocer más. Se maneja sola y le encanta porque
visita galerías, hace los contactos, muestra su obra
y elige las que hay que llevar, debe estar el día de
la inauguración y luego estar atenta de retirarlas
cuando corresponda. Es todo un trabajo. Muchas
veces está exponiendo en tres o cuatro lugares a
la vez. Actualmente, del 14 al 24 de noviembre será
parte del Taller de Investigación Plástica de Heriberto Zorrilla y Helena Distéfano en los 200 años
de Pintura Argentina, en el marco de los Festejos
del Bicentenario que se lleva a cabo en la Facultad
de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
5.
“Soy una buscadora, toda mi vida
investigué y traté de buscar más allá.
Estudié mucho y aprendí sobre la búsqueda espiritual”.
entre toda la gama de colores que sostiene la
estructura de mis cuadros”, describe. “Propongo distender la visual, primero, a través de una
obra genuinamente propia y auténtica, para
luego invitar a la observación de la profundidad de mis mensajes”, asegura Laura.
Explica que la modalidad neo-figurativa es
ideal para abrir las puertas de la percepción
del espectador a un mundo multisignificativo.
Tiene la convicción de que hacer una obra es
“expresar mis ideas, emociones, disfrute, amor
y pasión por la vida”. Laura Brarda encuentra la
perfecta armonía que “parte de una comunión
con mis principios valorativos y éticos”.
“Siempre supe, internamente, que tenía que
hacer cosas importantes. El tema de que soy
muy perseverante me asegura que voy a llegar. Igualmente el interés es personal, seguir
pintando, trabajando. Siempre busco mi crecimiento personal y espiritual”, resume.
Su deseo es seguir perfeccionándose como
artista plástica. “Soy una buscadora, toda
mi vida investigué y traté de buscar más allá.
Estudié mucho y aprendí sobre la búsqueda
espiritual. Estoy muy conectada con ese lado
y soy muy lectora”, explica. Ser madre de trillizos también le enseñó mucho, también el
estudio, tener una profesión, hacer dos Postgrados y hasta cantar (grabó un cd). Eligió y
dice que la pintura es lo suyo.
Dice que su estilo irá evolucionando, sabe que
va ir cambiando. “Eso mismo me pone contenta: voy a tener que encarar otra cosa, voy a investigar por otro lado. Me estimula. Ahora voy
a empezar a hacer obras más grandes (80 cm por 1 m). Me gusta hacer cambios”, sigue definiéndose.
Y agrega: “Cuando uno ve la carrera
de un artista puede reconocer sus
distintos momentos y técnicas,
muchas veces totalmente diferentes. Esto es un camino”.
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Su arte es alegre, lleno de vida, de colores. Sobre la tela en blanco empieza por poner colores
y hace un caos, un estímulo cromático y con
texturas. Después de que los trabaja define los
colores. Y luego, aparecen las figuras. Ésas que
emergen silenciosas y mágicas. Uno puede dar
vuelta un cuadro y encontrar nuevas figuras.
Nunca podría hacer un cuadro igual a otro. “Mis
pinturas se caracterizan por su energía, movimiento y vitalidad como constantes. El proyecto estético pictórico denota lo emocional de mi
interioridad, por ello mis pinceladas se alinean
4.
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