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¿QUÉ DESARROLLO?
JESÚS C. ABELLÁN MUÑOZ
Universidad Pablo de Olavide
De manera muy concreta, el presente artículo se centrar sobre tres cuestiones
fundamentales: ¿Qué se quiere decir cuando se utilizan indiscriminadamente los conceptos de «desarrollo» y de «subdesarrollo»? ¿Se trata de fases
temporales que coincidirán alguna vez en el horizonte del tiempo? ¿Son
hechos inexorables que no se pueden cambiar, o son conceptos políticos e
ideológicos sobre los cuales cabe intervenir? El núcleo alrededor del que
se abordarán tales problemáticas gira sobre los estudios realizados en el
marco del CETIM y de la IUED de Ginebra. Para uno de los directores e
investigadores más destacados de estos centros, Gilbert Rist, el concepto de
desarrollo no es un concepto neutral o aséptico, es decir, libre de ideología
y vacío de intereses concretos. Según los trabajos de Rist, el desarrollo,
como concepto, nació en el seno de los países desarrollados con el objetivo
básico de reproducir las condiciones de desarrollo de ellos mismos.1
Para comprender estas premisas del Centro Europa-Tercer Mundo (CETIM), bastaría con poner un ejemplo histórico: el nacimiento del capitalismo
mercantil entre el continente americano y los intereses de las metrópolis,
por aquel entonces España y Portugal. Estas naciones/metrópolis en el siglo
XVI se reparten los territorios a partir del famoso Tratado de Tordesillas.2
1.
RIST, G. (2002) El desarrollo: historia de una creencia occidental. Madrid, Los Libros
de la Catarata.
2.MINISTERIO DE EDUCACIÓN ESPAÑOL (1973) Tratado de Tordesillas. Madrid,
Ministerio de Educación.
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Es curioso observar que en aquellos tiempos los territorios que se
fueron conquistando comenzaron a sufrir un proceso muy preciso, el
cual puede caracterizarse como el inicio de la «construcción de las
periferias», claramente diferenciado de sus anteriores procesos históricos. En ese proceso de constitución de los países conquistados como
«periferias» de un «centro», se resume gran parte de la historia de la
modernidad occidental, por lo menos desde la conquista de América
hasta la actualidad. Desde entonces las «periferias» serán inducidas a
un determinado tipo de producción (la exportación de materias primas)
y a una determinada posición en el sistema mundial de comercio (una
posición subordinada, ya que dependían absolutamente de los «centros»
en cuanto a recursos tecnológicos y en cuanto a formas de producción,
dado que las suyas propias no se consideraban «civilizadas»). Las periferias, pues, alimentaban a los centros metropolitanos, primero, con
metales preciosos, después con productos agrícolas, a continuación con
las tristemente famosas economías de plantación (azúcar) y, al final, con
su posterior especialización en la exportación de materias primas que
las diferentes «revoluciones industriales» necesitaban para su puesta en
marcha en los países centrales.3
Los territorios que no sufrieron esos procesos de «periferización», 4
como, por ejemplo, Nueva Inglaterra (los posteriores EEUU) y el actual
3.Algunos de los estudios que mejor analizan este proceso de periferización de determinados países, son los derivados de la conocida como «Escuela de la Dependencia».
Discusiones acerca de la teoría de la dependencia pueden encontrarse en: ABEL, C. y
LEWIS, C. (eds.) (1985) Latin America, Economic Imperialism and the State: The Political
Economy of the External Connection from Independence to the Present. Londres, Athalone Press. HALPERIN DONGHI, T. (1981) «Dependency Theory and Latin American
Historiography», Latin American Research Review 17, pp. 155-180. STEIN, S. y STEIN,
B. (1970) The Colonial Heritage of Latin America: Essays of Economic Dependence in
Perspective, Nueva York. Oxford, University Press.
4.Para conocer las razones por las que los actuales Estados Unidos de América pasaron de colonia inglesa a potencia mundial, resulta interesante la lectura de GUERRERO
YOACHAM, C. y GUERRERO LIRA, C. (1998) Breve historia de los Estados Unidos de
América. Santiago de Chile, Editorial Universitaria. Como contrapunto a la historia oficial
estadounidense, puesto que no debe olvidarse que los que prosperaron en si no fueron
los realmente colonizados, esto es, los nativos americanos, sino la población blanca de
origen mayoritariamente anglosajón, resulta interesante la lectura de la obra de ZINN, H.
(2003) La otra historia de los Estados Unidos. Nueva York, Seven Stories Press. Igualmente, para obtener un rápido acercamiento al éxito estadounidense y el inicio del camino
hacia convertirse en la mayor potencia económica mundial, no puede olvidarse, por su
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Canadá, comenzaron a integrarse poco a poco en el comercio internacional sin tener que someterse a los mismos. 5 Por el contrario, los que
sí los sufrieron, se fueron integrando en lo que actualmente se denomina
«economía-mundo»,6 reproduciendo continua y cotidianamente un creciente proceso de subdesarrollo del cual aún no han podido salir (todo
ello, a pesar de ser los territorios más opulentos en los recursos naturales
necesarios para el desarrollo del Norte: de ahí, el esfuerzo continuo por
mantenerlos en la dependencia), mientras que culturas, folclores, tradiciones
locales fueron atropelladas por la operación imperialista de las grandes
potencias en la carrera por la conquista de territorios desconocidos. 7
En definitiva, lo que se desea apuntar desde el principio es ese fenómeno histórico a partir del cual las metrópolis «crean» sus periferias
sometiéndolas a procesos de subordinación que aún hoy perduran. De
manera más concreta véase, por ejemplo, el no tan famoso Tratado de
Methuen,8 por el cual Inglaterra obligaba «políticamente» a Portugal a
tres tipos de acciones: 1º.-explotar los recursos auríferos de su colonia
brasileña y a convertirse en un país meramente exportador de productos
agrícolas a la metrópolis; 2º.- comprar los productos manufacturados
ingleses, capitalizando, con ello, la propia revolución industrial iniciada
sencillez y claridad la explicación que nos brinda Eduardo Galeano en GALEANO, E.
(1971) «Proteccionismo y librecambio en Estados Unidos: el éxito no fue la obra de una
mano invisible», en GALEANO, E. (2005) Las Venas abiertas de América Latina. Madrid,
Siglo XXI Editores. Finalmente, por referencia de Eduardo Galeano a la mano invisible,
Adam Smith igualmente opina al respecto de la cuestión poniendo la principal razón del
progreso tan rápido de estas colonias en el buen uso de la agricultura, en SMITH, A.
(1794) Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Santander,
Oficina de la viuda é hijos de Santander.
5.A partir del siglo XIX, con el surgir apoteósico del capitalismo, la mayor parte del
mundo, a excepción de Europa y de la América, fue formalmente dividida en territorios
bajo un gobierno directo o bajo la dominación política indirecta de uno u otro Estado
de un pequeño grupo: Gran-Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica, EUA y
Japón. HOBSBAWN (1987) A era dos impérios. São Paulo, Paz e Terra.
6.Ver WALLERSTEIN, I. M. (1979) El moderno sistema mundial. Madrid, Siglo XXI
de España.
7.Los valores de las sociedades tradicionales no-occidentales se tornaron cada vez más
irrelevantes para su supervivencia. Se nota, en este período, el desprecio de los europeos
por la cultura ajena. HOBSBAWN (1987), Op.cit., p. 119.
8.Ver B. BELATTIO, L. F. (2000) «O Tratado de Methuen: interpretaçoes e demitificaçoes», en Revista Virtual de Historia, Nº 4, Klepsidra; y también HANSON, C (1981)
Economy and Society in Baroque Portugal, 1668-1703. Londres, Macmillan.
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ya en la metrópolis; y 3º.- distribuirlos en régimen de monopolio inglés no sólo por el territorio ibérico sino, asimismo, por la colonia de
ultramar. Al tener que comprar los productos manufacturados ingleses,
ni Portugal ni Brasil pudieron desarrollar una industria manufacturera
propia sino que no tuvieron otro remedio que convertirse en economías
exportadoras de materias primas e importadoras de productos manufacturados del exterior. Todo ello, los obligó, desde los albores de la
modernidad, a someterse y asumir una posición subordinada en el sistema
comercial mundial.9 Quizás, esta idea resulte familiar, sobre todo si se
añade el artículo del convenio en el que Inglaterra se comprometía a
aceptar la entrada de la producción vinícola portuguesa. Esa relación
entre Inglaterra y Portugal, la producción textil y vinícola, no es del
todo desconocida en el campo del desarrollo. Una de las principales
propuestas, o consejos si se prefiere, que de manera constante se realiza
a los países considerados en desarrollo versa sobre la idoneidad de la
apertura de sus mercados al intercambio comercial. La entrada en el
circuito comercial internacional propiciará, en teoría, un incremento
del bienestar de dicha sociedad que le asegurará colocarse en la senda
correcta del desarrollo. ¿Qué quiere decir, en teoría? Simplemente que
dicha relación directa entre un incremento de las exportaciones y un
incremento de la calidad de vida de una nación, que aun hoy día es
defendida a ultranza por numerosos economistas y pensadores liberales,
surge de las aportaciones que David Ricardo realizaba a la construcción
de la economía moderna a través de su teoría de la ventaja comparativa,
cuyo corolario principal consistía precisamente en dicha aportación.
Teoría, que, curiosamente, tomaba como ejemplo en su explicación
un hipotético mundo compuesto por dos países, Inglaterra y Portugal,
dedicados a la producción de dos bienes, material textil y vino. 10 La
9.Pero el tratado no fue en modo alguno sólo favorable a Portugal; Inglaterra obtuvo
el derecho a vender libremente textiles y ropa en un mercado pequeño pero significativo,
donde ya no existía una industria local importante con la que competir. Más aún, el acuerdo
referente a los vinos y la lana también ofrecía un mercado para los tejidos ingleses en
las colonias del Atlántico. El tratado de Methuen duró hasta 1810, y para entonces los
ejércitos de Napoleón y Wellington habían invadido Portugal, pero la asociación entre
Gran Bretaña y Portugal, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, duró
mucho más tiempo. BIRMINGHAM, D. (2005) Historia de Portugal. Madrid, Ediciones
AKAL, p. 68.
10.La famosa teoría de David Ricardo fue propuesta por primera vez en 1817 en RICARDO, D (2007, 1ª Ed. 1817) On the Principles of Political Economy and Taxation.
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coincidencia es sin duda demasiado grande como para dejarla pasar
por alto.*
Sin embargo, esta «construcción de periferias» por parte de los «centros
metropolitanos» no se considera parte de la historia oficial. «Ayudar» a
los países construidos como «periferias» a dedicarse a la exportación de
sus materias primas, ha sido considerado como una de las características
de lo que hoy en día se denomina «ayuda humanitaria». 11 No obstante,
estas ayudas han tenido desde el principio un efecto perverso. Una vez
que se exportaban las materias primas desde las periferias a los centros
del sistema económico mundial, los capitales obtenidos por dichas actividades exportadoras retornaban aumentados a las metrópolis siguiendo
un doble proceso: 1º) las economías periféricas debían importar/comprar
los medios técnicos necesarios para una producción no tradicional (e
intensiva, dadas las necesidades de la revolución industrial); y 2º) las
periferias quedaban obligadas a adquirir los productos manufacturados y
producidos en el «centro». Esto supuso, desde el principio, una dependencia importante, pues, al final, eran los países y regiones periféricas
las que «capitalizaban» las economías centrales. Dichas «ayudas» a la
exportación culminaban en la imposición de estructuras productivas y
económicas que generaban un proceso de «transferencias negativas» de
capitales: es decir, era la periferia subdesarrollada industrialmente la
que, al final, capitalizaba al centro en su industrialización, tendencia
Oxford, Universidad de Oxford; prácticamente cien años después del citado Tratado de
Methuen.
*
.N. E.: Sobre la relación entre Teoría y Práctica véase en este mismo volumen MUÑOZ, Francisco A., JIMÉNEZ ARENAS, Juan Manuel y MARTÍNEZ LÓPEZ, Cándida.
Phrónesis y praxis. Teorías y prácticas de la paz.
11.Ver Estudios sobre la dependencia de américa latina citados anteriormente en la nota
al pie 4. De igual modo, para entender hasta qué punto los efectos nocivos de la colonización son ocultados en la historia oficial del desarrollo, resulta especialmente revelador
hacer una relectura una vez más del clásico de SMITH, A. Op.cit., para comprobar como
el propio Adam Smith, uno de los principales economistas recuperados por las teorías
económicas neoliberales, analiza las razones que llevan a algunas colonias a prosperar
más que otras considerando la colonización de las mismas como un efecto negativo potencial. De manera más que probable, una persona que haya estudiado la obra de Adam
Smith en prácticamente cualquier facultad de economía occidental, este dato le resultará
desconocido en detrimento de enseñanzas como «la mano invisible del mercado», que sí
interesa al pensamiento neoliberal.
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que no sólo se ha mantenido sino que se ha agravado en extremo en el
comienzo del siglo XXI como se verá más adelante.12
Si esto no se admite como un hecho histórico, ¿cómo es posible que
territorios tan ricos en recursos humanos y naturales como el Cono Sur
de América Latina o las regiones auríferas y repletas de minerales de
África no hayan alcanzado nunca una posición equilibrada y adecuada a sus riquezas en el sistema comercial global? ¿Sólo se debe a la
corrupción de sus elites? ¿O estas elites no eran más que la correa de
transmisión local de los intereses de los centros metropolitanos que les
llenaban sus bolsillos privados mientras esquilmaban el resto de los
recursos de sus países?
En definitiva, el término desarrollo ha tenido, desde hace por lo menos
cinco siglos, unos efectos perversos para las regiones convertidas en
periferias y que, como se ha especificado, aún continúa en casi todos los
niveles. Se asiste, pues, a una especie de «inversión entre las causas y los
efectos».13 Gran parte de las teorías que tratan el tema del subdesarrollo
afirman que la causa del mismo es la pobreza; mientras que en realidad,
la pobreza no es más que la consecuencia del subdesarrollo (o, de lo
que se ha denominado aquí la «periferización» de ciertas regiones del
mundo, las cuales en los Informes sobre Desarrollo Humano de Naciones
Unidas aparecen con los índices de pobreza más alarmantes) tal y como
afirma Rist en su obra. 14
Si se está atento a todos esos hechos históricos, y no se olvida que
desde el Tratado de Tordesillas y el Tratado de Methuen se han venido
dando intervenciones políticas que se basaban en la creación de subdesarrollo en determinadas regiones del mundo para «capitalizar» el
desarrollo en otras (es decir, en la conversión en «periferias» a unos
12.Más adelante se analizará un informe del secretario General de Naciones Unidas
en el que se evidencia este hecho, concretamente NACIONES UNIDAS (2003) Estudio
Económico y Social Mundial. Nueva York, Naciones Unidas.
13.Tal y como resalta como una de sus principales aportaciones Gilbert Rist en su
obra antes citada según destaca el profesor José Ángel Sotillo Lorenzo en el prólogo a la
misma, RIST, G. (2002) Op.cit., p. 11.
14.El problema de catalogar la pobreza como causa y no consecuencia del subdesarrollo
es una constante en los estudios de desarrollo desde los inicios de su consideración como
sub-disciplina científica a mediados del siglo XX. Puede verse, por ejemplo, respecto a la
teoría de la modernización en FRANK, A. G. (2002) El subdesarrollo del desarrollo. Un
ensayo autobiográfico. Madrid, IEPALA.
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países y regiones, y en «centros» a otros), la cuestión del desarrollo,
tal y como defiende Gilbert Rist,15 es una creencia que se sustentaría en
cuatro pilares teóricos que, por otro lado, parecen no tenerse en cuenta
en la historia de la modernidad occidental: 16
PRIMERO.El desarrollo se presenta como un proceso natural.- el desarrollo
tiene siempre un sentido y un objetivo preestablecido de antemano: el crecimiento continuo. Se hace, pues, una analogía abusiva
entre el desarrollo económico y los procesos de la naturaleza
que afectan a los seres vivos. Todas las plantas crecen, todos los
niños crecen y, por consiguiente, todos los países crecerán. Lo
que no se dice es que hay muchas plantas que mueren a causa
de los procesos de contaminación «artificiales» y que muchos
niños no crecen a causa de la falta de medicamentos y de una
15.RIST, G. (2002) Op.cit. pp. 38-40.
16.El intento de catalogar o explicar el desarrollo de una nación de manera secuencial
por etapas irreversibles ha sido repetido por varias escuelas de pensamiento a lo largo de
la historia. Escuelas cuya influencia no debe olvidarse y que vemos de hecho en dicho
concepto de desarrollo moderno que se comienza a gestar a raíz de la Segunda Guerra
Mundial por autores como Rostow a través de su obra cumbre ROSTOW, W.W. (1990)
The stages of economic growth : a non-communist manifestó. Cambridge, Cambridge
University Press. Dicha obra, la ideología que la compone, tiene un claro precedente en los
autores neoclásicos de finales del siglo XIX, cuya herencia se puede resumir en tres ideas
interrelacionadas, la primera que se trata de un proceso gradual y continuo, sin cambios
bruscos; la segunda, que se trata de un proceso armonioso y acumulativo, garantizado por
los mecanismos de equilibrio automáticos; y la tercera, que hay una perspectiva optimista
de las posibilidades de beneficios del crecimiento económico continuo, subrayada por los
efectos de difusión y transmisión del desarrollo económico, en YOTOPULOS, P. A. y
NUGENT, J. B. (1981) Investigaciones sobre el desarrollo económico, México, Fondo de
Cultura Económica. Igualmente, se pueden buscar referencias en las escuelas historicista
Alemana de mediados (la conocida como «vieja escuela histórica alemana» con autores
como Roscher e Hildebrand) y finales (la conocida como «nueva escuela histórica alemana»,
con Bücher y Sombart) del siglo XIX y comienzos del XX, así como la de precursores
como Friederich List tal y como reflejan autores como SPIEGEL, H. W. (1990. 1ª Ed.
1917) El desarrollo del pensamiento económico. Barcelona, Omega; y HAGEN, A. H.
(1971, 1ª Ed. 1968) La teoría económica del desarrollo, Buenos Aires, Amorrotu; sobre
todo en relación al planteamiento de la evolución desarrollista en etapas de igual forma
que hará Rostow en su obra, a pesar de que para algunos autores no parezca haber una
influencia directa clara tal y como indica Hagen en la obra indicada.
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suficiente alimentación.17 Pero, para la construcción de la creencia
es irrelevante: al desarrollo se le aplica el calificativo de «natural».
Y, como se ha ido comenzando a vislumbrar en estas primeras
páginas, se trata de un proceso que viene siendo impulsado de un
modo consciente y planificadamente político: es decir, un proceso que nunca funciona por sí mismo, sino que siempre ha sido
impulsado por acciones institucionales y sociales. ¿Qué fue si no
el citado Tratado de Methuen? ¿Fue un hecho que surgió por sí
mismo por generación espontánea o una construcción social que
cumplía con algunos criterios de hegemonía y/o subordinación?
Pero existen otros, numerosos, ejemplos que permiten inferir lo
afirmado. Sirva uno más. Atiéndase al llamado «Acuerdo Multifibras» impuesto políticamente por diferentes países desarrollados en
17.El hecho de ignorar, o en otras palabras, ocultar parte de la realidad por el bien de la
explicación más sencilla de un modelo es una constante en las diversas teorías económicas
que suelen comenzar su explicación con la enumeración de una serie de presupuestos que
llevan a crear un escenario bastante alejado del mundo real al que pretenden aplicarse.
Por ejemplo, uno de los principales modelos, el de demanda y oferta agregada presentado
por primera vez por John Maynard Keynes en KEYNES, J.M. (2006, 1ª Ed. 1936) The
General Theory of Employment, Interest and Money, Delhi, Atlantic Publishers & Dist;
y aceptado por una amplia gama de economistas, desde liberales como Milton Friedman
o partidarios del post-keynesianismo del intervecionismo económico, como Joan Robinson; pretende explicar la realidad por medio de una sencilla ecuación que en el caso
de la Demanda Agregada sería: Y=Yd(M/P, G, T, Z1). En la misma, «Y» es el Producto
Interior Bruto real, «M» es la oferta nominal de dinero, «G» es el gasto público real,
«T» es un componente exógeno de impuestos a los bienes recaudados, «P» es el nivel de
precios, y por fin «Z»1 es un vector de otras variables exógenas que afectan tanto a los
componentes del gasto como a la demanda de dinero. Esta sencilla ecuación junto a la de
oferta agregada, frecuentemente utilizada para justificar decisiones de política económica,
trata de resolver el problema de la complejidad de la realidad por medio de esa última
variable, pero, ¿es suficiente? La respuesta debe ser no. Una sencilla fórmula como está
no puede pretender ser utilizada con carácter universal para explicar cualquier situación.
Un ejemplo evidente de esta afirmación es el relacionado con la crisis financiera desatada
en 2008 en el sistema hipotecario estadounidense que terminaría afectando, aun en la
actualidad al resto de economías a nivel mundial. Cuestiones tales como el papel de las
empresas que presionan tanto a empleados como a gobiernos a favor de sus intereses; el
papel del sistema bancario en sus decisiones de primar la especulación sobre el apoyo a
la economía real; el papel de las agencias de calificación que influyen sobre el precio de
la deuda pública por decisiones que en ocasiones se fundamentan en meras expectativas,
etc. Son todas cuestiones que no pueden recogerse en esa variable Z por lo que el uso de
ese tipo de modelos debería ser siempre tomado con extrema precaución.
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1974 para controlar las exportaciones de textiles del Sur al Norte.
El Acuerdo Multifibras es un sistema de cuotas que restringe la
cantidad de artículos textiles de confección que pueden entrar
en los mercados de Canadá, EE.UU. UE y Noruega.18 Es decir,
que dichas restricciones, que continuaron hasta 1994, no fueron
un fenómeno «natural», sino la imposición de un determinado
proceso de subdesarrollo a los países ya subdesarrollados.
SEGUNDO.Asimismo se dice que es un proceso caracterizado por la continuidad y la homogeneidad.- Al ser entendido como si fuera un
proceso natural semejante al crecimiento de plantas o de niños,
está claro que los cambios que se registran se reducen a una
permuta de aspecto, no de «naturaleza»: una planta crece y crece
cambiando de aspecto, pero sigue siendo siempre una planta. Esto
tiene una consecuencia perversa cuando se aplica al crecimiento
económico, pues si lo que cambia es únicamente el aspecto, no hay
alternativa al sentido y al objetivo prefijado. Nada puede cambiar
de naturaleza. O, en otros términos, no hay alternativa a la forma
de «crecimiento» que proponía, por no abandonar el ejemplo, el
Tratado de Methuen o el Tratado de Tordesillas. Todos los países
deben seguir el mismo camino para desarrollarse, aunque para ello
algunos —desgraciadamente, la mayoría— tengan que destruir sus
entornos naturales —deforestación, contaminación, etc.—, o situarse
en una posición de dependencia: por ejemplo, comprar tecnología,
admitir la compra de sus servicios esenciales, como puede ser
el suministro de agua potable por empresas multinacionales, o
18.Para conocer el significado «oficial» del acuerdo, puede verse en WORLD TRADE
ORGANIZATION (2003) Entender la OMC. World Trade Organization. Sobre los interesados en el mismo, el Prof. Bustelo nos dice que La industria de los países desarrollados
ha sido siempre partidaria del AMF (Acuerdo Multifibras) ya que el acuerdo restringe las
importaciones desde el TM (Tercer Mundo) y, por tanto, garantiza la supervivencia de
los productores de los países ricos y favorece incluso la obtención por estos últimos de
recursos financieros con los que modernizar instalaciones y equipo. No obstante. penaliza
a los consumidores de esos países y a las fuentes de suministro más competitivas, esto
es, a los países del TM, en BUSTELO GÓMEZ, P. (1992) «Las industrias textil y de la
confección frente a la competencia asiática», en Cuadernos de estudios empresariales, Nº
2, p. 26. Finalmente, para conocer de manera más profunda la regulación internacional del
comercio y sus consecuencias, ver PRONER, C. (2007) Propriedade intelectual e direitos
humanos. Porto Alegre, Fabris.
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admitir una posición subordinada en los organismos internacionales que regulan las actividades comerciales,19 supuestamente de
confección democrática e igualitaria, pero con un reparto de poder
de voto en la práctica conforme a la contribución económica de
cada participante, lo que impide a los países más pobres cualquier
intento de hacerse oír tal y como se denuncia en la obra colectiva
¿Hacia una globalización Totalitaria?.20
TERCERO.Es un proceso que tiene un carácter temporal y acumulativo. No
se habla de ricos y pobres, sino de países desarrollados y países
subdesarrollados (o, incluso de manera más ilustrativa, en vías de
desarrollo). Esto parece indicar que, en consonancia con las dos
características anteriores, para que los países pobres alcancen a
los países ricos sólo hay que esperar que «con el tiempo» y, claro
está, si se cumplen las condiciones que favorecen a los países ya
desarrollados, los menos favorecidos vayan superando etapas «naturales» de crecimiento. Ocurre como con el concepto de Tercer
Mundo. A pesar de haber sido creado a imagen y semejanza del
Tercer Estado (los sectores populares) en la Revolución Francesa
de 1789,21 con lo que tendría un fuerte componente político de
oposición a las estrategias de los países del Primer Mundo, los
19.Para una mayor información al respecto, ver las páginas oficiales de Fondo Monetario Internacional en http://www.imf.org/external/spanish/index.htm (consultada el 15 de
marzo de 2011.; Banco Mundial en http://www.bancomundial.org (consultada el 15 de
marzo de 2011.; y Organización Mundial del Comercio en http://www.wto.org/indexsp.
htm (consultada el 15 de marzo de 2011).
20.En la obra se hace referencia a ese hecho en relación al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial. Respecto a la Organización Mundial del Comercio y la ONU
se afirma que, pese a existir el principio de un país un voto, se da el triple juego de que,
por un lado, los países europeos suelen votar en la misma dirección; de otro, las potencias
económicas consiguen amedrentar a las más débiles y; finalmente, los pueblos indígenas
quedan excluidos de la definición de Estado-nación bajo el actual sistema multilateral. En
OROZCO, J.L. Ed (2007) ¿Hacia una globalización totalitaria? México D.F., Distribuciones
Fontamara, Universidad Nacional Autónoma de México.
21.El concepto «tercer mundo» fue utilizado por primera vez en 1952 por el periodista
francés Alfred Sauvy en un contexto en el que los países recientemente independizados y
con escaso poder político comenzaban a organizarse para responder a la lógica del desarrollo occidental que comenzaba a dominar la literatura científica desde Estados Unidos,
en SAUVY, A. (1952) «Tríos Mondes, une planète», en L’Observateur, 14 agosto 1952,
n°118, p. 14.
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países y regiones que lo componen pasaron a ser considerados
como «subdesarrollados», es decir, como espacios geográficos y
humanos que sólo tienen que esperar que con el tiempo les llegue
la oportunidad del bienestar y de poder generalizar una vida digna
a sus pueblos tal y como supuestamente ocurrió con unos pocos
países, tan pocos que bien podrían ser considerados el caso especial22 y no la regla general que debe dirigir el destino del resto.
Y CUARTO.El proceso de desarrollo —al igual que el de las plantas— se presenta, pues, como irreversible. Como se irá revelando y analizando
a lo largo de este trabajo, los sucesivos esfuerzos internacionales
y de un gran número de entidades no gubernamentales han venido
cayendo, de manera sistemática, en saco roto o, en cualquier caso,
no han alcanzado los fines que se plantearon. Sin embargo, dado
el carácter irreversible que se le asigna al crecimiento continuo y
su consideración de fenómeno natural y temporal, se sigue creyendo que aplicando el mismo modelo (cuyas claves precisamente
se pretenden visibilizar y desestabilizar durante la investigación),
y a pesar de los continuos fracasos, no hay vuelta atrás: una vez
metidos en el proceso nada ni nadie impedirá que «con el tiempo» todos crezcamos económicamente a la vez y todos gocemos
del bienestar, en estos momentos confinado o circunscrito a los
países «desarrollados».
Sin embargo, tal y como resalta Rist en su obra, los hechos son muy
duros y hablan más claro que muchas de las teorías y muchas de las declaraciones internacionales que tratan el tema del desarrollo. Y la realidad
histórica permite enfrentarse ante el hecho de que el abismo entre los
ricos y los pobres no hace sino aumentar a lo largo de los siglos. Así,
si durante el siglo XVIII la diferencia de riqueza entre los favorecidos y
los desfavorecidos por el sistema capitalista se reducía de uno a dos, ya
22.Resultan muy interesante en este sentido las aportaciones de Dudley Seers en los
años 50, como una de los autores que trataban desde el norte responder a la construcción
de una filosofía de la historia que pretendía elaborar Rostow y conseguía imponerse en los
principales círculos académicos y políticos. Sin embargo, a pesar del interés de la misma,
no consiguió la difusión suficiente para aplacar el «huracán Rostow». Ver más en SEERS,
D. (1963) «The Limitations of Special Case», en Bulletin of the Oxford University Institute
of Economics and Statistics, Vol. 25, No. 2, 1963, pp. 77-98.
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a finales del XIX se había profundizado de uno a cinco. Aunque el salto
espectacular se da a mediados del siglo XX: en 1960 la distancia era de
uno a quince, y en 1980 de uno a cuarenta y cinco. La falsa creencia de
que las diferencias se irán reduciendo con el tiempo no es más que eso,
una creencia, pues las diferencias no hacen más que crecer y crecer. 23
Por tanto, siguiendo las ideas de Rist parece claro que la consideración de ese desarrollo global y armónico que va a llegar por sí mismo
no es más que una creencia: los países subdesarrollados «creen» —a
pesar de los hechos— que utilizando las mismas premisas políticas y
económicas que han facilitado el desarrollo de los países del Norte, van
a conseguir su propio desarrollo. Como se decía, y siguiendo en ello
la escuela de pensamiento que encabeza el citado autor, esto no es más
que una creencia, o incluso de manera más clara, un concepto cultural
cuidadosamente creado en beneficio e interés de las principales potencias
mundiales cuya construcción ideológica hay que desvelar y conocer para
sentar las bases de una alternativa real que beneficie a las mayorías y
no sólo a una minoría privilegiada. En otras palabras, se trata, en los
términos que define Joaquín Herrera Flores, de un producto cultural
surgido de un proceso cultural concreto.24 Véase esta afirmación desde
dos puntos de vista:
1º.- Si se analizan los Informes de Desarrollo Humano que desde
1990 se vienen publicando por el Programa de Naciones Unidad
para el Desarrollo Humano (PNUD) se puede comprobar el fracaso
de ese camino de «vía única» que Occidente y sus instituciones
económicas globales propone como solución. Todos los datos demuestran que las políticas públicas de desarrollo que se proponen
desde Occidente no hacen más que empobrecer cada año que pasa
a los países pobres o subdesarrollados, términos homogéneamente
desarrollados en diversos apartados de los informes;
Y 2º.- Si de igual forma se analiza la dirección que han venido
tomando los flujos internacionales de capitales, se observará sencillamente como a medida que pasan los años hay cada vez una
23.RIST, G. (2002) Op.cit., p. 57.
24.Consúltese HERRERA FLORES, J. (2005) El Proceso Cultural. Materiales para la
creatividad humana. Sevilla, Aconcagua Libros. En especial, se recomienda la lectura de
las páginas 88 a 127.
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¿qué desarrollo?
menor ayuda al desarrollo y un mayor flujo de capitales desde el
Sur pobre hacia el Norte rico, tendencia que como se indicaba
tiene su origen en los inicios de lo que se ha denominado como
proceso de construcción de periferias. Es decir, a contrario de lo
que se plantea como premisa teórica, las políticas de ayuda al
desarrollo procedentes del Norte son inversamente proporcionales
al desarrollo en el Sur, pues estos cada vez son más dependientes
y cada vez tienen que pagar más por lo que reciben. Repárese
en el siguiente cuadro que, asimismo, ofrece Naciones Unidas:
Transferencia neta de recursos financieros a las economías
en desarrollo y economías en transición, 1994-2002
(En miles de millones de dólares EE.UU.)
Promedio 1994-1997 Promedio 1998-2002
Economías en desarrollo
África
Asia oriental y meridional
Asia occidental
América Latina y Caribe
Economías en transición
Partida Pro-memoria
Países pobres muy endeudados
2001
30,4
3,1
4,6
14,2
10,8
14,5
-111,3
-0,6
-125,1
-4,2
17,3
4,9
-155,1
-11,2
-111,0
-34,0
2,0
-9,7
2002
(est.)
-192,5
-9,0
-141,5
-13,2
-28,8
-9,5
10,6
10,0
8,2
10,3
Fuente: NACIONES Unidas (2003) «Estudio Económico y Social Mundial», Nueva York,
Naciones Unidas, pp. 138-142.
Como puede verse, hay una clara transferencia neta negativa entre los
países del Sur y los del Norte, en beneficio de éste. Es decir, el cuadro
indica que las exportaciones de bienes y servicios del Sur al Norte han
sido mayores que las importaciones, y el excedente creado por esta
relación comercial desigual se ha transferido al Norte en la forma de
pagos financieros de un tipo u otro (servicio de la deuda, remesas de
utilidades, acumulación de reservas en divisas mediante la adquisición
de valores gubernamentales en monedas importantes, salidas de capital o
retiro de inversores extranjeros). En 2002, la transferencia negativa neta
alcanzó a casi el doble del nivel anual medio de 1998-2000.
72
jesús c. abellán muñoz
De todo lo cual, puede deducirse que el Sur pobre, a causa de su dependencia estructural, es el que capitaliza el desarrollo del Norte rico, 25 y
no al contrario. Estamos, pues, ante la paradoja de un Sur empobrecido,
pero desde cuyas arcas, tan importantes para cubrir las necesidades de
sus pueblos, surgen numerosos capitales que llegan al ya enriquecido
Norte. En todos los casos de relación Norte-Sur hay una tendencia desigual de las transferencias de capitales de un lugar a otro. Y siempre
es el Sur quien más paga y quien más se empobrece pues, gracias a las
normas comerciales de la Organización Mundial del Comercio (puesta en
funcionamiento en Enero de 1994), los países subdesarrollados económicamente, pero ricos en recursos naturales absolutamente necesarios para
el desarrollo del Norte, deben dejar sus «puertas abiertas» a la entrada
de los grandes consorcios transnacionales que pueden apropiarse de todo
lo que encuentren en su camino, incluido los servicios públicos como el
agua, la electricidad, las comunicaciones, etc. Los cuales, al ser apropiados de un modo privado sin tener en cuenta las necesidades humanas
de todas y de todos, se convierten en bienes escasos para la población.
Por lo datos aportados, se puede intuir en definitiva como se ha
venido construyendo un modelo de desarrollo que se presenta como
natural, continuo, homogéneo e irreversible: es decir, ante un modelo
25.En este punto dada la repetición constante de la idea de dependencia, conviene aclarar,
tal y como destaca el Prof. Rist en su obra RIST, G. (2002) Op.cit., que pese a la insistencia en el discurso, no se debe caer en el discurso monoparadigmático que busque en
este aprovechamiento del sur por parte del norte la única razón de la prosperidad de este,
aunque números como los mostrados en la ilustración del informe de Naciones Unidas nos
indiquen que efectivamente el aprovechamiento exista. Así si se atiende por ejemplo a un
estudio del Centro de Estudios e Iniciativas de Solidaridad Internacional (CEDETIM) en
francés, CEDETIM (1976) L’impérialisme française. París, Maspero.; se verá cómo según
el informe, sólo el cuatro por ciento de la remuneración de la fuerza productiva francesa
puede atribuirse al excedente que procede de la periferia. Igualmente, el Prof. Alain Lipietz
valora en ese mismo cuatro por ciento el aprovechamiento de la economía francesa del
tercer mundo en LIPIETZ, A. (1985) Mirages et miracles. Problèmes de l’industralisation
dans le Tiers Monde. París, La Découverte. Independientemente de la corrección o no de
dichas estimaciones, lo que sí es menos discutible, tal y como indica el Prof. Rist es que
«en el periodo que va del final de la Segunda Guerra Mundial a mediados de los años
sesenta, el crecimiento económico de los países industriales ha debido muy poco a los
intercambios entre naciones (que de cualquier forma se hacen fundamentalmente entre
países industriales) y se ha basado en el modo de regulación fordista que ha permitido
un crecimiento del mercado interno gracias a la redistribución a los trabajadores de la
productividad».
¿qué desarrollo?
73
frente al cual no parece haber alternativa. Es como si una política puesta en práctica por unos pocos países en su propio beneficio, supusiera
«necesariamente» un beneficio para todos los demás. Aún más grave, si
los demás países no siguen el modelo que se presenta como «natural» e
«irreversible», y que desde hace siglos los ha condenado a ser la «periferia» y a sufrir subordinación y pobreza, se les tilda de irracionales,
corruptos o incivilizados.
Planteadas las cuestiones anteriores, debe enfrentarse de manera más
concreta lo que se puede entender por ese modelo de desarrollo que se
presenta como «natural». Al analizar las diversas reglas que regulan la
ordenación económica mundial, se podría llegar a la conclusión de que
consiste en la aplicación sistemática y sin alternativa de un circuito cerrado compuesto de cuatro fenómenos muy interrelacionados entre sí. 26
Resulta interesante su presentación de manera detallada, de una manera
práctica, esto es, teniendo como ejemplo bienes como la vivienda o el
agua potable de un país imaginario en el que sus habitantes no tienen
26.El análisis del problema del modelo dominante de desarrollo presentado a través de
circuitos o círculos no es en absoluto casual. Se ha de tener en cuenta que la conocida
como «doctrina de los círculos viciosos»; cuyos principales representantes fueron Hans
W. Singer, Ragnar Nurkse y Gunnar Myrdal (véase HIDALGO CAPITÁN, A.L. (1998)
El pensamiento económico sobre desarrollo. De los Mercantilistas al PNUD. Huelva, Universidad de Huelva) es otro de los pilares de la teoría de la modernización que presenta
Rostow a mediados del siglo XX. Esta doctrina, de igual modo que hace Rostow, consigue
mostrar una visión extremadamente optimista del problema del subdesarrollo del que se
saldrá con una serie de sencillas recetas que consigan romper dichos círculos. Recetas que,
de manera muy resumida, pasan por incrementar el ahorro, ya que la falta de este genera
una baja inversión en el país subdesarrollado y por ende una baja renta; incremento que
en sus primeros pasos deberá ser asumido por capital extranjero, dando pie a la justificación de las inversiones, créditos y ayudas supuestamente neutrales ofrecidos por el FMI
y Banco Mundial a partir principalmente de los años 70 (Ibídem., p. 86). Sin embargo,
esa simplicidad no permite ver la verdadera esencia del problema que se encuentra en el
funcionamiento de un modelo económico que se asume como dado, por lo que resulta
interesante utilizar la misma técnica justificatoria para visibilizar los problemas de dicho
modelo. Para conocer más sobre la doctrina de los círculos viciosos, véase MYRDAL, G.
(1968) Asian Drama. Harmondsworth, Penguin; NURKSE, R. (1973, 1ª Ed. 1953) Problemas de la formación del capital en los países insuficientemente desarrollados, México
D.F., Fondo de Cultura Económica; SINGER, H. W. (1975) «Los modelos keynesianos
del desarrollo económico y sus limitaciones. Un análisis a partir de la obra de Gunnar
Myrdal Asian Drama», en SINGER, H.W. (1981) Estrategias del desarrollo internacional.
Ensayos sobre el atraso económico, México D.F., Fondo de cultura Económica.
74
jesús c. abellán muñoz
asegurado el acceso ni a uno ni al otro. ¿Por qué motivos no pueden
acceder libremente al agua y a la vivienda cuando sobran recursos hídricos, territorios y materiales de construcción? La respuesta viene dada
por una suerte de circuito cerrado que se impone como vía única para
el desarrollo fruto de la enseñanzas de la economía neoclásica. Dicho
circuito podría ejemplificarse de la siguiente manera: 27
1.En primer lugar, se propone como punto de partida para el desarrollo
asegurar a cualquiera que tenga suficiente capital la apropiación
privada de todos los recursos, incluidos el agua y la vivienda.
Cualquiera que tenga suficiente capital puede ir y comprar todos
los recursos, incluidos los servicios esenciales, de nuestro país
imaginario. Todo lo cual queda protegido por las normas que
regulan el comercio internacional.28 Según los acuerdos TRIMS,
nada puede quedar fuera del mercado y, por tanto, todo, incluidos
los servicios esenciales para la comunidad, pueden ser apropiados
y privatizados por quien tenga capital para ello.
2.En segundo lugar, al dejar de ser bienes públicos a los cuales todos
y todas pueden acceder, es decir, al ser privatizados, algo que se
podía beber o el lugar adonde uno podía cobijarse, se convierten
en bienes escasos que hay que poder comprar para satisfacer las
necesidades correspondientes. Aunque, como los estudios ecológicos nos recuerdan una y otra vez que vivimos en un planeta
de recursos limitados, al referirnos a la «escasez» lo hacemos al
proceso a partir del cual unos bienes (por muy limitados o muy
accesibles que sean), dejan de estar «a mano de todos», en otros
términos, dejan de ser bienes comunes, para convertirse en bienes
que debemos obtener a través del pago en dinero. El economista
y antropólogo Karl Polanyi ponía el ejemplo de un predicador que
daba sus sermones a todo el mundo por el mero hecho de evangelizar (sus sermones eran «públicos» y todos los que querían podían
27.La ejemplificación de este circuito cerrado que inspira la economía neoliberal surge
del análisis de RODRÍGUEZ CÓRDOVA, R. (2002) Economía y recursos naturales: una
visión ambiental de Cuba. Apuntes para un libro de texto. Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona.
28.Para conocer más sobre los acuerdos TRIMS, véase la página web oficial de la Organización Mundial del Comercio en http://www.wto.org/english/tratop_e/invest_e/invest_e.
htm#trims. (consultada el 18 de abril de 2011).
¿qué desarrollo?
75
acceder a ellos); hasta que un día, al ver el éxito de sus prédicas,
decidió cobrar una cantidad de dinero para ser escuchado. De ser
un bien público, pasó a ser un bien escaso, por el que había que
pagar dinero para su acceso.29
3.Como ya no se trata de bienes públicos que deban de ser promovidos y garantizados por el Estado, sino bienes que pertenecen a
entidades, personas o empresas privadas, los economistas neoliberales afirman que la mejor manera de asignarlos es a través de un
mercado libre de toda regla o constricción institucional. Según la
economía neoliberal dominante, el mercado asigna por sí mismo
los recursos que las privatizaciones han convertido en escasos. Ya
no será la autoridad pública la que intente crear las condiciones
para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos y ciudadanas,
sino la «mano invisible» del mercado será la que aportará a cada
uno según sus méritos y según la cantidad de dinero que pueda
dedicar para abastecerse. No es necesario, pues, algún tipo de
intervención ajena. Es decir, la economía de mercado funciona
por sí sola. Pero, claro está, esto sucede cuando los recursos han
dejado de ser públicos o comunes y han pasado a ser propiedad
de unos pocos, con la consecuente «creación» de la escasez de los
mismos.30
29.Ver este análisis en STANFIELD, J.R. (1986) The Economic Thought of Karl
Polanyi. Londres, MacMillan.
30.La ideología económica liberar que se consigue imponer en los círculos académicos
y políticos a raíz de la crisis del petróleo y la incapacidad de las recetas keynesianas para
solventar la situación, tiene su origen o epicentro más destacado en la conocida como
Escuela de Economía de Chicago, con autores ganadores del premio nobel de economía
como George Stiler, Milton Friedman o Friedrich Von Hayek entre otros. Las teorías de la
Escuela de Chicago, que aun se encuentran detrás de muchas políticas del Banco Mundial
y del Fondo Monetario Internacional, se caracterizan por el apoyo radical y absoluto al
libre mercado. En relación a este tercer punto del circuito descrito, Hayek llega a afirmar
en una de sus obras más destacadas que «It was men’s submission to the impersonal forces
of the market that in the past has made possible the growth of a civilization which without
this could not have developed; it is by thus submitting that we are everyday helping to
build something that is greater than anyone of us can fully comprehend», en HAYEK,
F.A. (2001, 1ª Ed. 1944) The Road to Serfdom. Londres, Routledge, p. 210) es decir, no
se confía sino se asume que, por un lado el mercado es un ente libre y eficaz, retomando
la idea de la mano invisible de Adam Smith; y que la sumisión al mismo es la única vía
al desarrollo. Para entender aun más el pensamiento liberal, véase HAYEK, F.A. (2006)
Los fundamentos de la libertad. Madrid, Unión Editorial; FRIEDMAN, M. (1985, 1ª Ed.
76
jesús c. abellán muñoz
4.Si se ha logrado la apropiación de los bienes (por ejemplo, del agua
y del territorio) y, consecuentemente, se han convertido en bienes
escasos (sólo adquiribles en un mercado sin reglas donde sólo prime
la competencia), los que tienen la propiedad de dichos bienes 31 los
pueden usar a su antojo, lo que incluye incluso la posibilidad de
venderlos y de ese modo «acumular capital», más capital que el
que anteriormente tenían y así poder seguir apropiándose de más
recursos. Una vez obtenidos más capitales y, consecuentemente,
ampliada la posibilidad de apropiarse privadamente de más recursos,
se amplía el círculo de la escasez, se legitima la «no intervención»
de las manos invisibles del mercado que, al final, permitirá «acumular más capital» para poder volver al principio y así en adelante.
Tomando un ejemplo aun más concreto: Una empresa transnacional va
a este país imaginario y pone en marcha el modelo del circuito cerrado
que se ha comentado; es decir, se apodera, gracias a la privatización,
del servicio esencial para la supervivencia como es el agua, la convierte
en escasa, la entrega al mercado para que dicha empresa pueda obtener
más beneficios y así pueda apropiarse de nuevos recursos... Si el país
imaginario entra en esa rueda y permite, o se ve obligado a permitir
(recuérdense los acuerdos TRIMS), que sus recursos sean sometidos
constantemente al proceso de privatización que «crea» la escasez de los
mismos y los entrega al mercado globalizado —lo que eufemísticamente
se llama «comercio internacional»— y asegura con ello que la empresa
propietaria acumule y acumule cada vez más beneficios, ¿podrá alguna
vez el país imaginario desarrollarse autónomamente? ¿O los que se
enriquecerán serán los accionistas de las empresas y entidades que privatizan y crean la escasez necesaria para el mercado auto-regulado? La
respuesta parece clara y la evidencia de los hechos que se han y se irán
1957) Una teoría de la función del consumo. Madrid, Alianza Universidad; y FRIEDMAN,
M. (2007) Price Theory. Nueva Jersey, Transaction Publishers.
31.En este punto parecería inevitable pensar en el papel de las corporaciones privadas,
sin embargo, su papel es habitualmente ignorado u ocultado si se prefiere en el discurso
oficial del desarrollo, a pesar de una influencia económica, y por tanto política, que prácticamente triplica el producto interior bruto de los estados. Una de las razones principales,
es la utilización de una concepción clásica o tradicional de los derechos humanos según
la cual los estados son los únicos sujetos a obligaciones en materia de derechos humanos,
no así las empresas.
¿qué desarrollo?
77
analizando no ofrece pruebas en contrario, es un modelo diseñado para
crear una suerte de países-roedores que persiguen un sueño corriendo
en la pequeña rueda de su jaula.
El peligro más grave que se enfrenta es no querer mirar las realidades de frente, cara a cara. ¿Por conformismo o por miedo? Las razones
pueden variar. Sin embargo, ¿no es lo fundamental confrontar los valores
que se proponen «conseguir un mundo mejor» con las prácticas a las
que dan lugar? Si estas prácticas sólo conducen a recetarnos los mismos
medicamentos que durante décadas no han hecho más que profundizar
en las causas de la enfermedad, no hay más remedio que advertir de
la necesidad de romper el círculo vicioso de la ideología dominante y
encontrar nuevas respuestas a nuevas preguntas, nuevas medicinas para
nuevos diagnósticos.
Lo resaltaba, hace ya más de dos décadas, Michael Barratt Brown en
su ejemplar texto Models in Political Economy.32 Si realmente se desea
construir un «modelo significativo de desarrollo», tenemos que romper
con los barrotes de la jaula de hierro33 de lo que se ha denominado el
circuito cerrado de la ideología hegemónica sobre el desarrollo tal y como
se marcaba de objetivo de este capítulo en su introducción.
32.BARRATT BROWN, M. (1984) Models in Political Economy. A Guide to the
Arguments. Londres, Pelican Books.
33.La metáfora de la «jaula de hierro» (en principio incorrectamente traducida al castellano pues sería «férreo estuche» del alemán original, sin embargo alcanzó mayor fortuna
y extensión la traducción «Iron Cage» que realizó al inglés Talcott Parsons) es utilizado
por primera vez por Max Weber en el contexto de la ética protestante y su relación con
el pensamiento capitalista (véase WEBER, M. (2002) La ética protestante y el espíritu
del capitalismo. Madrid, Mestas Ediciones). Siguiendo a Lawrence A. Scaff, El punto de
acceso para interpretar a Weber, es la comprensión del destino que se impone ante el ser
humano en el momento histórico presente, es decir, la fatalidad del hombre en el mundo
moderno. En este sentido Scaff interpreta la idea de Jaula de Hierro desde la relación de
Weber con Marx y con Nieztche, y las posibles vías de escape que se abren desde sus
propuestas. Pero, por otra parte, aunque consciente de las consecuencias de la sociedad
capitalista y moderna, Weber es bastante escéptico respecto a esta posibilidad de una
salida socialmente construida. Y surge la otra posibilidad, que es el intento de recuperar
el sentido desde el propio individuo que puede transformarse en «el dueño de su propio
destino». Scaff lo vincula con lo que hoy se lee como una interpretación posmoderna
de Nieztche, donde la salida (más aparente que real) es la huída hacia el individualismo
manifestada en la estética, el erotismo, en el desarrollo de una cultura del disfrute, de los
sentidos, del individualismo. Véase al respecto SCAFF, L. (1999) Fleeing the Iron Cage.
California, University of California Press.
78
jesús c. abellán muñoz
Para ello, habría que difundir que es posible construir otros modelos
partiendo de cuatro pre-requisitos:
1.Existe la posibilidad de establecer una amplia variedad de tipos y
formas de propiedad de los medios de producción y de distribución.
2.Oposición a la producción de escasez, restringiendo al mínimo las
posibilidades de apropiación individual e irrestricta de los bienes.
3.Divulgación en la mayor medida de lo viable de aquellas posibles
informaciones acerca de diferentes y alternativas formas de asignación
de recursos que no dependan de las «invisibles», pero realmente
existentes, reglas del mercado auto-regulado.
4.Recuperar la noción de los commons, es decir, de los bienes comunes
que no deben estar sujetos al proceso continuo de acumulación de
capital.34 Sólo rompiendo el muro construido alrededor del circuito
cerrado mencionado que confluye en un tipo de mercado dominado
por los procesos de acumulación del capital, se podrá vislumbrar
que hay otras vías y que las mismas deben ser construidas entre
todas y todos en un marco democrático en el que se disfruten las
necesarias condiciones de igualdad para poder «hacer valer» cada
propuesta sin imposiciones ni neo-colonialismos.
Valgan dos ejemplos de prácticas sociales bio(socio)diversas como
colofón de este texto: en primer lugar, el Encuentro Internacional de
la Alianza por un Mundo Responsable, Plural y Solidario, celebrado en
Bertioga, Brasil, en Diciembre de 1997, y en el que 150 entidades de 50
países diferentes llegaron a redactar de mutuo consenso lo que se dio en
llamar La Carta de los Aliados de los bosques y Habitantes de la Tierra.
Entre otras cosas, se dice en dicha Carta:
Los bosques —en proceso de apropiación por las grandes corporaciones
transnacionales— son conjunto y parte de la constelación de seres vivos
del mundo, siendo esenciales para la conservación de la bio-diversidad
del agua, del suelo y el encanto y seducción de los paisajes y el desarrollo
de la espiritualidad. Es fundamental para la conservación de bosques
incluir la participación el conocimiento y la cultura de sus habitantes
tradicionales o ancestrales, que deben ser integrados a los procesos del
34.Barratt Brown, M. Op.cit., pp. 386-387.
¿qué desarrollo?
79
uso sustentable y preservación de la biodiversidad. No es por coincidencia
que la región tropical abriga, simultáneamente, las mayores diversidades
biológicas y geocultural del planeta, que deben ser preservadas en su
plenitud, pues son inter-dependientes.35
Si se consigue evitar la aplicación del primer punto del «circuito
cerrado» del concepto tradicional del desarrollo —el de la apropiación
privada de los recursos—, se comenzaría una tendencia dirigida a evitar
la producción de escasez y, a partir de ahí, cuestionar que haya una sola
forma de asignar los recursos y una sola forma de desarrollarse: acumulando capital. La cuestión reside, pues, en ir rompiendo los límites de
ese círculo vicioso con políticas públicas y acciones colectivas que no
se dediquen únicamente a paliar sus efectos, sino a impedir las causas
reales de los mismos.
Y, para terminar, el Regroupement des Femmes de Popenguinepour la
Protectionde la Nature, nacido el 25 de Diciembre de 1988 en Popenguine,
reserva natural amenazada, de Senegal.36 Las mujeres, agrupadas comunitariamente, realizan una labor cotidiana de preservación ambiental en la
que se une lo ecológico y lo humano, dado que la actividad de protección
se aúna a una gestión participativa de los recursos y de las actividades de
supervivencia de la zona. Esta iniciativa —de lucha contra la creación de
escasez— llevada a cabo por mujeres en zonas de peligro de devastación,
es todo un ejemplo de puesta en práctica de eso que se viene definiendo
como proceso cultural «significativo», pues, no sólo reaccionan frente a
los problemas ecológicos que subyacen a la vida cotidiana de la reserva
natural, sino que, además de una labor de auto-empoderamiento femenino,
realizan tareas de educación ciudadana, participativa y democrático-radical
abriendo caminos de horizontalidad, creando nuevos sentidos a la vida y
formando a formadores que servirán de efecto multiplicador en el futuro.
El desarrollo no tiene por qué coincidir con la acumulación de capital que
permita la apropiación de los recursos (ahora, escasos). Tiene que ver más
con el empoderamiento autónomo y recíproco (local y global) de los grupos
humanos que viven en —y reaccionan frente a— sus entornos de relaciones.
35.CESAR, L. F. Y DE ANDRADE PINTO, I. (2002) Cuaderno de Propuestas. Bosques
del Mundo – propuestas para la sustentabilidad. Alianza para un Mundo Responsable,
Social y Solidario.
36.Para conocer más, ver http://popenguine.free.fr/senegal/popenguine11.htm . (Consultado el 18 de abril de 2011).
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jesús c. abellán muñoz
Que sean las mujeres los sujetos activos con los que se termina este artículo no es otra cosa que un homenaje reivindicativo a Olympe de Gouges,
aquella luchadora y mujer creativa que pagó con su vida sus intuiciones
feministas. Desde ella, desde su lucha por un mundo anti-patriarcal, más
humano, más pasional y afectivo, más cercano a las vidas cotidianas, al
mundo, a las esferas de responsabilidad, se han dado muchas y difíciles
luchas, en numerosos casos olvidadas y/u ocultadas, llevadas a cabo por
mujeres de todo el mundo en aras de la reinserción de los seres humanos
en lo que, precisamente, los hace ser «seres humanos»: su capacidad de
crear desde el contexto en el que viven teniendo siempre presente la reproducción global de la especie. Es premisa básica de este trabajo no caer en
la homogeneización en el discurso al hablar de personas, siendo necesario
reconocer tanto la posición como el papel jugado por hombres y mujeres.
Quede por tanto este breve homenaje como advertencia y guía en adelante.
Desde el compromiso ideológico que presentamos en el marco del
Programa en Derechos Humanos, Interculturalidad y Desarrollo de la
Universidad Pablo de Olavide y Universidad Internacional de Andalucía,
se ha presentado, pues, un primer e importantísimo plano de trabajo de
cara a una profunda renovación de la idea de desarrollo: este concepto
nace como una herramienta funcional de los intereses del Norte enriquecido y continuamente preocupado por su propio crecimiento. Para
muchas personas de buena voluntad que actúan cotidianamente para
aliviar las consecuencias de ese círculo vicioso y, si se permite, infernal,
las desigualdades decrecerán cuando se ponga en práctica la famosa, por
incumplida, transferencia del 0’7% del PIB rico a los países pobres (idea
retomada con fuerza, tal y como se verá más adelante a partir del objetivo
octavo de la Declaración de Objetivos de desarrollo del Milenio).37 Pero,
incluso los gobiernos que acercan su ayuda al desarrollo a esa cifra mítica
¿cuánto reciben, según el cuadro que se presentó más arriba, de los países
empobrecidos por la imposición global de la «creencia»? ¿Realmente
se trata de una ayuda humanitaria para los países que ven esquilmados
sus recursos o se trata de la reproducción continua del enriquecimiento
del Centro a costa de las Periferias?
Como ya se decía, se trata de preguntas que no se deben olvidar.
37.Para conocer más al respecto véase por ejemplo PLATAFORMA 2015 Y MÁS (2006)
Los Objetivos del Milenio: movilización Social y Cambio de Políticas. Madrid, Los Libros
de la Catarata.
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