sera justicia

Anuncio
CINE
SERA JUSTICIA
FILMA CANALES
Sidney Lumet es un director de
una larga e interesante trayectoria. Su filmografía incluye la dirección de no menos de 25 títulos, desde sus famosos Doce
Hombres en Pugna, película
con la cual iniciara en 1957 una
línea de denuncia, que aparece
ocasionalmente en sus realizaciones. Su especial preocupación por la justicia se manifiesta
en la película Será Justicia, que
el público chileno ha destacado
con una buena asistencia.
Se observan dos tendencias
en" Lumet. Por una parte, una urgencia de exponer problemas de
fondo en las instituciones que rigen a la sociedad contemporánea, expresada en cierto número
de películas polémicas. En 1965
La Colina de la Deshonra fue
antimilitarista; Punto
Límite
(1963), una advertencia contra el
peligro atómico. Sérpico (1973)
y Network (1976) sobre corrupción en la policía y en los medios
masivos de comunicación.
Si hubiera mantenido esa temática, profundizando en ella y
perfeccionando la forma cinematográfica, habria adquirido un estilo propio, así como lo ha hecho
Costa Gavras en su cine de acusación política. Lumet prefirió
afirmarse en una búsqueda de
academicismo, abordada en diversas formas. De sus cinco
adaptaciones de obras teatrales
se destaca Largo Viaje hacia la
Noche, de O Neill En El Prestamista, con la dramálica actuación de Rod Steiger, Lumet alcanza una de las cumbres de su
carrera, oscurecida por algunas
concesiones comerciales de buena factura -Crimen en el Expreso Oriente, El Grupo o Trampa
Mortal.
294
Es difícil comprender las inseguridades profesionales de un
buen director que no se conoce a
sí mismo. No advirtió que en Tarde de Perros (1975) su falento
había hallado un cauce excelente: por fin una sola película unía
la buena realización cinematográfica, de ritmo creciente y vertiginoso, con un contenido interesante: la escalada de la violencia
que puede transformar una tarde
cotidiana en una locura imprevisible.
Este director inquieto, capaz
de haber desarrollado una veta
personal, aun dentro de un cine
típicamente norteamericano, revela un espíritu inconformista,
con un claro sentido de justicia y
anhelo de verdad en las instituciones de ia civilización occidental. Es en este aspecto que nos
interesa comentar su última película.
La encrucijada de la
conciencia
Deborah Anne Kaye es una joven madre que vive como un vegetal, alimentada por un tubo
desde una máquina. No piensa,
ni habla, ni siente... pero su presencia es tan fuerte que provoca
profundos cambios en los personajes que la rodean. Su hermana
inicia un proceso judicial contra
los médicos que la hicieron perder su calidad de ser humano y,
por ella, un arzobispo de la muy
respetable diócesis de Boston
pone en juego toda su'diplomacia, terminando por preguntar como Pilatos ¿qué es la verdad? El
proceso nos permite conocer los
trucos del bufete de un célebre
abogado, un verdadero "Príncipe
de las Tinieblas", que corrompe a
jueces y médicos, utilizando sin
escrúpulos el amor de una mujer
para vigilar a su opositor.
Muy poderosa es la ausenciapresencia de la mujer inconsciente, que sólo permanece en las
fronteras de la vida. Casi podría
decirse que ella protagoniza la
historia, si su causa no hubiera
sido asumida por un abogado y
éste hallara en la defensa de su
cliente la salida para su crisis
personal. Esto nos recuerda algo
que es bueno reconsiderar: cómo
la persistencia de unos pocos
abogados ha mantenido viva la
base de su profesión, que es la
representación ante un tribunal
de aquellos que no pueden, o no
saben hacerlo por si mismos.
Frank Galvin es el abogado
que va al hospital a ver a su cliente, la mujer que casi no existe.
Dispuesto de antemano a recibir
una gruesa suma para no seguir
el juicio, no sabe que se ha encontrado con el momento clave
de su vida. En una imagen dramática vemos cómo las fotografías de una cámara Polaroid se
van definiendo ante nuestros
ojos y las relacionamos con la
conciencia del abogado que va
siendo tocada por la imagen de la
mujer inerte. Ella va reforzando
su decisión de no aceptar el soborno y llevar el juicio hasta el final. Asimismo, en nosotros se va
definiendo un concepto clarísimo: las situaciones I imite, que hemos visto como decisivas para
bien o para mal, para vida o aniquilación. Cada cual llega inevitablemente a una situación de este
tipo y ¡qué dolor cuando constatamos el fin de una amistad o la
claudicación de los principios!
En estas situaciones limite hemos comprobado que, ante la
II9 .UNIÓ 1963
CINE
aparente fuerza del poder, se
yerguen, como arma irreductible,
la debilidad, la impotencia, la total indefensión. El silencio de los
inocentes es una voz más potente que la cacoionia de sistemas
legalistas generados a la fuerza,
que sólo se hablan a sí mismos,
como una cinta magnética al revés. Quien no crea en la fuerza
misteriosa de los débiles, que detenga su mirada en las fotografías de los hermanos Rubitar
González, en Mensaje de mayo...
Barry Reed, autor de la novela
que fuera adaptada al cine, es un
abogado de Boston, especializado en casos de negligencia criminal en la medicina. La síntesis de
su experiencia profesional fue la
materia para que Sidney Lumet
realizara un "thriller" legal que toca resortes morales, siempre
bienvenidos por un público que
carece de una comunicación masiva normal.
Muchos abogados chilenos
han pensado que ía película ha
sido tratada con superficialidad,
comparándola con el drama legal
que se vive en Chile. Distinto es
el caso del espectador corriente.
No tiene cómo expresarse, ni
quién diga públicamente por él lo
que se comenta en voz baja en
pasillos, hogares y oficinas. Este
espectador chileno está privado
de la posibilidad de desintoxicarse, limpiarse, purgarse escuchando la verdad.1 Reprimido
hasta lo indecible, agradece que
alguien lea en voz alta sus pensamíenios más inexpresados.
victimas., y eso nos hace débiles. Dudamos de nosotros mismos: dudamos de nuestras
creencias, de nuestras instituciones. Dudamos de la ley. Hoy día
la ley son Uds., los del Jurado.
No un libro ni los abogados ni fas
estatuas de mármol ni el tráfico
de la Corte. Esos son sólo símbolos de nuestros deseos de ser
justos. Son, en realidad, una oración. Mr religión dice: 'Actúa como si tuvieras fe y la fe te sera
otorgada'. Si hemos de tener fe
en la justicia, deberíamos tener
fe en nosotros mismos y actuar
en justicia. Yo creo que hay justicia en nuestros corazones..."
Esto dice un abogado norteamericano ante un Jurado elegido
en democracia. ¿Y que piensa un
chileno cuyos derechos de justicia han sido pisoteados? Piensa
una sola palabra: "incompetencia". Aquel a quien presentó su
demanda se ha autodenominado
como incompetente, como incapaz de administrar la justicia.
Los que han sido privados de
este derecho elemental de la dignidad humana empiezan a buscar con sed, con hambre, aquello
que les ha sido arrebatado. Tienen "hambre y sed de justicia"... y
descubren cómo ella se encuentra en un nivel superior, aquel
que responde cuando "gritan las
piedras", porque los hombres están sordos. Para asombro suyo,
ven cómo se derrumban los baluartes de la injusticia, los becerros de oro que parecían incoiv
movibles, la autodestrucción de
sistemas levantados por la soberbia. Nadie los ha tocado: se
desploman solos, asi como el
dios con los pies de arcilla en la
visión del profeta Daniel.
"Hace tanto tiempo que nos
sentimos perdidos... Nos volvemos a Dios: —Dinos lo que es
bueno, lo que es verdadero. No
hay justicia: los ricos ganan, los
pobres son atropellados Nos hemos cansado de escuchar mentiras. Después de un tiempo, empezamos a pensar que somos
...Entonces se vuelve a creer
en la Justicia. No en la de los
hombres, sino en aquella de la vida misma. Se cree en la Justicia
verdadera con respeto, porque
de ella nadie queda excluido: todos somos medidos, asi como
cada uno ha medido a los demás, i
¿Será justicia?
.
295
Descargar