La genética influye en la variabilidad de los valores de presión arterial

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SUMARIO
MARZO-2002
Uno de los temas más novedosos en el campo de la hipertensión es el de la genética.
Ahora sabemos que el estilo de vida, que actúa como modulador de la predisposición
genética, puede influir positiva o negativamente, según los hábitos sean más o menos
saludables, lo que significa que la predisposición a sufrir hipertensión arterial se hereda y
que dicha predisposición puede ser modificada por las influencias ambientales.
Se hereda la predisposición a sufrir la enfermedad y
ésta puede ser modificada en virtud de un estilo de
vida más o menos saludable
La genética influye en la variabilidad
de los valores de presión arterial
IN duda, explica el doctor José Redón, presidente de la SEH-LELHA y
jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico
de Valencia, existe agrupación
familiar en la hipertensión arterial. Se observa que los pacientes hipertensos tienen antecedentes familiares de hipertensión con mucha más frecuencia
que los normotensos. Así, si un
hijo de un paciente con hipertensión tiene un riesgo determinado de sufrir este proceso, las
posibilidades se multiplican por
dos y hasta por tres si el otro
progenitor también lo padece”.
Como apunta el doctor Redón,
este hecho ha sido refrendado
por numerosos estudios epidemiológicos y desde hace algunos
años se estaban desarrollando
investigaciones en busca de unos
marcadores genéticos.
S
tos de vida, como el tipo de dieta, la obesidad, la diabetes o el
sedentarismo. En definitiva, el
estilo de vida, que actúa como
modulador de la predisposición
genética, puede influir positiva o
negativamente, según los hábitos
sean más o menos saludables.
Una persona con predisposición
genética a sufrir hipertensión y
que además sea obesa y sedentaria tendrá muchas más probabilidades de padecer este trastorno y
lo padecerá antes que otras con el
Herencia de rasgos complejos
“Ahora sabemos –explica–
que la mayoría de las asociaciones familiares presenta una
herencia denominada de rasgos
complejos. Esto significa que se
hereda la predisposición a sufrir
la hipertensión arterial y que
dicha predisposición puede ser
modificada por las influencias
ambientales, esto es, ciertos hábi-
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SUMARIO
Predisposición genética
Un médico valenciano estudia la predisposición genética a sufrir hipertensión arterial. “Estamos estudiando los factores genéticos que influyen sobre las personas y las condiciona a sufrir enfermedades de
hipertensión arterial sobre todo en el riñón”, detalla el responsable de
Medicina Interna del Hospital Clínico de Valencia, José Redón.
Este investigador está llevando a cabo un trabajo basado en el estrés
oxidativo en los genes que facilita un daño orgánico en el riñón y el
corazón. En este sentido, su departamento analiza las modificaciones
que se producen en determinados genes del sistema renina-angiotensina y que predisponen a que se puedan producir más dolencias en
pacientes hipertensos.
“Los genes son normales o iguales en todas las personas, sin embargo, cada individuo es diferente y tiene o no, más o menos disposición
a sufrir dolencias de hipertensión”, según Redón, quien comenta que
“intentamos averiguar por qué unas personas sufren este daño en el
riñón y otras no, y si es por problemas hereditarios y genéticos”.
El departamento de este investigador está a punto de encontrar las
modificaciones genéticas en el enfermo de hipertensión. Algunos de
estos pacientes tienen más posibilidades de desarrollar enfermedades
coronarias, de tener un derrame cerebral e insuficiencia renal con más
frecuencia que los pacientes normotensos; y todo esto podría estar
relacionado con modificaciones genéticas que se producen en los
enfermos.
El estudio, que tendrá una duración aproximada de cinco años, se
realiza en colaboración con la Fundación de Investigaciones Biomédicas y se lleva a cabo gracias a la financiación de instituciones públicas y privadas.
En el Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico se señala que en
Atención Primaria un 6% de las consultas son a pacientes hipertensos,
mientras que en Urgencias el porcentaje se sitúa en torno al 5%.
mismo grado de predisposición y
que se mantienen en el peso adecuado y practican regularmente
ejercicio físico”.
Se calcula que el componente
genético influye de un 30 a 40%
en la variabilidad de los valores
de presión y el porcentaje restante es modulado por las influencias medioambientales. Este fenómeno se da en todos los casos de
hipertensión esencial, que constituyen el 95% de los procesos
hipertensivos.
Mutaciones genéticas
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Existe una pequeña proporción de hipertensos que lo son
por haber sufrido una mutación
concreta en algunos genes. Hasta
el momento, se han identificado
alteraciones en los genes implicados en los canales del sodio y
en la regulación de la hormona
aldosterona.
“Están ya disponibles –subraya el doctor Redón– unas técnicas de biología molecular que
permiten la identificación de
marcadores genéticos, que son
útiles para predecir el riesgo de
hipertensión y de sufrir las consecuencias de esta enfermedad.
También se están registrando
importantes avances en los estudios farmacocinéticos, que permiten conocer si un paciente
hipertenso va a responder mejor
a un determinado tipo de tratamiento que a otro”.
Hipertensión en ancianos
Si se estima que el 20% de la
población adulta de los países
desarrollados sufre hipertensión
arterial, los ancianos integran el
mayor grupo de este colectivo.
Un 30% de los ancianos hipertensos presenta hipertensión sistólica aislada, que se caracteriza
porque las cifras de presión sistólica o máxima están por encima de 140 milímetros de mercurio (mm/Hg) y las de presión
diastólica o mínima están por
debajo de 90 mm/Hg.
Este tipo de elevación patológica de la presión puede aparecer
en un primer diagnóstico de
hipertensión en el anciano o ser la
consecuencia de la evolución de
una hipertensión sistodiastólica.
Peor pronóstico
Según el doctor Antonio
Coca, jefe de la Unidad de
Hipertensión del Hospital Clínico de Barcelona, la hipertensión
sistólica aislada tiene peor pronóstico. Estos pacientes sufren
más repercusión orgánica y suelen presentar hipertrofia ventricular izquierda, más afectación
renal y más muerte súbita. Es
decir, que esta forma de hipertensión es mayor predictor de
muerte que la sistodiastólica,
aunque los pacientes no tengan
otros factores de riesgo cardiovascular asociados.
“Además –explica– este grupo
de hipertensos presenta también
a menudo otros factores de riesgo cardiovascular, sobre todo
diabetes e hiperlipemias, que
complican aún más el control de
estos enfermos”.
Difícil control
Como destaca este experto, la
hipertensión sistólica aislada es
más difícil de manejar que la sistodiastólica por su complejidad,
por lo que hay que recurrir a
varios antihipertensivos, y también por las características de los
ancianos. Se trata generalmente
de personas con otras enfermedades y polimedicadas que, al
tener que tomar tantos fármacos,
se olvidan de algunos tratamientos. Asimismo, estos pacientes
sufren con frecuencia deterioro
cognitivo, con lo que tienen problemas de memoria y olvidan o
confunden la medicación y las
dosis.
“Es igualmente común –añade
el doctor Coca– encontrar en
estos ancianos hipertensos broncopatías crónicas o hiperplasia
benigna de próstata, que necesitan otros tratamientos. Por ello
hay que ir hacia una terapia individualizada y siempre que sea
posible de una sola dosis al día”.
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