prostitución y explotación sexual: conocerlas es prevenir

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MÓDULO EDUCATIVO:
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN
SEXUAL: CONOCERLAS ES
PREVENIR
TABLA DE CONTENIDOS
FICHA TÉCNICA .................................................................................................................................... 4
Autor: .............................................................................................................................................. 4
Adaptación hipertextual:................................................................................................................. 4
Diseño Web: .................................................................................................................................... 4
Corrección de estilo: ....................................................................................................................... 4
Ciudad: ............................................................................................................................................ 4
Fecha: .............................................................................................................................................. 4
Editan: ............................................................................................................................................. 4
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 5
3. PARA DESARROLLAR COMPETENCIAS ............................................................................................. 7
4. RESUMEN ........................................................................................................................................ 8
5. LECTURAS BÁSICAS ........................................................................................................................ 10
5.1 EL MUNDO DE LA PROSTITUCIÓN: ¿UN REFLEJO DE LAS NECESIDADES?................................... 10
Sensibilizándonos .......................................................................................................................... 10
La prostitución: ¿necedad o necesidad? ....................................................................................... 11
5.2. CONCEPTUALIZANDO LA PROSTITUCIÓN, EL TRABAJO SEXUAL Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL: UN
RETO CONTEMPORÁNEO .................................................................................................................. 13
Prostitución ................................................................................................................................... 13
Trabajo sexual ............................................................................................................................... 15
Explotación sexual ......................................................................................................................... 18
5.3 LOS NUEVOS CONTEXTOS DE LA PROSTITUCIÓN Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL ........................... 21
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
CONOCERLAS ES PREVENIR
Prostitución develando las nuevas formas de su ejercicio ............................................................... 24
Las líneas calientes o “Hot Line”: .................................................................................................. 24
Las salas de masajes: ..................................................................................................................... 26
Buscadores de Internet: ................................................................................................................ 27
La explotación sexual: el juego de las necesidades ...................................................................... 28
Ofertas laborales – trata de personas: .......................................................................................... 28
Strip tease: .................................................................................................................................... 29
Pornografía infantil y turismo sexual: ........................................................................................... 30
5.4 LOS NUEVOS RETOS PARA LAS INSTITUCIONES .......................................................................... 31
6. ¿QUÉ APRENDIMOS?..................................................................................................................... 36
7. GLOSARIO ...................................................................................................................................... 38
Explotación sexual: ........................................................................................................................ 38
Explotación sexual Infantil: ........................................................................................................... 38
Persona en situación de prostitución:........................................................................................... 38
Pornografía infantil: ...................................................................................................................... 38
Prostitución: .................................................................................................................................. 39
Prostitución prepaga: .................................................................................................................... 39
Proxeneta: ..................................................................................................................................... 39
Scort: ............................................................................................................................................. 39
Trabajo sexual: .............................................................................................................................. 40
Turismo sexual Infantil: ................................................................................................................. 40
8. FUENTES DOCUMENTALES ............................................................................................................ 41
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
CONOCERLAS ES PREVENIR
FICHA TÉCNICA
Autor:
Santiago Alberto Morales Mesa1
Adaptación hipertextual:
Nélida María Montoya R.
Diseño Web:
Julián Andrés Tejada Ramírez
Corrección de estilo:
John Jairo Villegas R.
Ciudad:
Medellín
Fecha:
mayo de 2008
Editan:
Fundación Universitaria Luis Amigó –
FUNLAM - y la Federación Internacional de
Universidades Católicas – FIUC-.
1
Investigador – docente. Centro de Investigaciones - Fundación Universitaria Luis Amigó. Medellín
– Colombia
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
CONOCERLAS ES PREVENIR
INTRODUCCIÓN
La prostitución y la explotación sexual son dos problemáticas del orden social que
siempre han existido a través de la humanidad y han hecho presencia en las diversas
culturas; sin embargo, muchas veces se ha querido pasar por alto disfrazar, camuflar o
ignorar como si fuera un problema que sólo importara a unos pocos.
Cada época ha traído consigo las conceptualizaciones, las tipologías de su ejercicio, los
lugares, las modalidades y todo el entramado social que la protege o la rechaza, la
estigmatiza o la aprueba, la favorece o la condena.
Con la aparición del VIH/Sida y su acelerada propagación en la década de los ochenta sin
importar sexo, raza, credo, edad, opción sexual, actividad, estado civil, o lugar; el tema
de la prostitución y de la explotación sexual se convierte en una pregunta permanente;
ya que si se recuerda la historia, las primeras personas diagnosticadas fueron hombres y
mujeres dedicadas a ésta actividad.
La pregunta por la prostitución no sólo surge en el ámbito de lo académico,
especialmente en las ciencias sociales y humanas que siempre están tratando de
entender y dar alternativas de solución a problemáticas que en muchas ocasiones
únicamente se llegan a ellas por medio de un acercamiento teórico; sino también para
las instituciones gubernamentales que se preguntan, ¿qué hacer con este flagelo? Para
las organizaciones religiosas que plantean, ¿cómo hacer para que las personas salgan de
la prostitución? Para la fuerza pública que debe planear ¿cómo acabar con este mal que
afea o deteriora las ciudades? Para el sector salud que se cuestiona, ¿cómo controlar la
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
CONOCERLAS ES PREVENIR
propagación de la pandemia del SIDA y las infecciones de transmisión sexual ITS? Y
finalmente para el común de la gente, que sólo la observa desde el desprecio y la
estigmatización.
Acercarse a comprender el mundo de la prostitución y de la explotación sexual es un
reto que debe llevar a la reflexión desde diversos ámbitos: académico, político,
empresarial, educativo, y en especial el familiar y el personal, básicamente sobre las
nuevas formas en que se vienen presentando asociadas a algunas actividades que son
aceptadas en lo social y que por ello no son fáciles de reconocer a simple vista; las
formas de incorporación de niñas, niños y jóvenes; los nuevos escenarios y la industria
articulada al ejercicio de esta actividad y ante todo las posibilidades que se deben
generar para su prevención; todos ellos elementos básicos que se desarrollarán en el
presente material.
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
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3. PARA DESARROLLAR COMPETENCIAS
Teniendo en cuenta los elementos que se presentarán de una forma descriptiva y
contextuada a las realidades de muchos de los países en vías de desarrollo, que ven en la
prostitución una alternativa de sobrevivencia, y de los países más desarrollados que lo
ven como una industria, al finalizar la lectura del material las personas tendrán la
posibilidad de:
Identificar las nuevas formas de prostitución y explotación sexual que
se evidencian en los diversos contextos sociales.
Conceptualizar y diferencias lo que son las personas en situación de
prostitución y las explotadas sexualmente.
Visualizar y diseñar formas de prevención y atención acordes con los
contextos situacionales en los que se trabaja desde lo personal,
educativo, familiar y profesional
Aplicar los conocimientos adquiridos en los ámbitos en los que se
interactúa como una forma de aportar en la prevención de la
problemática
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4. RESUMEN
Algunas ideas que se deben tener en cuenta para el desarrollo de las actividades de
autoevaluación son:
El ejercicio de la prostitución no es un fenómeno o una problemática aislada de los
contextos social y político de los países desarrollados como consumidores de un
mercado del sexo y en los países en vía de desarrollo como principales oferentes de
mujeres, hombres, niñas y niños para la insaciable industria sexual que cada vez es más
exigente demandando personas de más corta edad.
Como actividad, la prostitución no siempre ha recibido el mismo tratamiento en las
diferentes culturas y sociedades; en algunas, se ha permitido como una salida a las
dificultades que se viven, entre tanto, en otras culturas ha sido rechazada, condenada y
siempre estigmatizada.
Acercarse a comprender el mundo de la prostitución y de la explotación sexual infantil y
juvenil debe llevar a reflexionar sobre las nuevas formas en que se viene presentando,
asociadas a algunas actividades que son aceptadas en lo social y que por ello no son
fáciles de reconocer a simple vista
Las formas más comunes de explotación sexual que se presentan son el uso de los y las
menores de edad en el turismo sexual, la prostitución, en la pornografía (tanto en
revistas como en las redes de Internet) y en el tráfico de personas, ya que son formas que
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dejan grandes sumas de dinero y que son fáciles de camuflar en las actividades
cotidianas.
Finalmente, es importante que las instituciones comiencen a realizar
estudios de posibles mercados laborales para las personas que están en el
mundo de la prostitución, que presente una diversificación de los cursos
que pueden ofrecer teniendo en cuenta las demandas en el medio
empresarial, de manera tal que existan más posibilidades concretas de
poder adquirir un empleo; que se asocien con empresas del orden local
para garantizar al menos unas prácticas, o algunas horas de trabajo para las
personas capacitadas, que les permita ir adquiriendo la experiencia que es
lo primero que exigen en el momento de postularse a una oferta de
empleo.
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5. LECTURAS BÁSICAS
5.1 EL MUNDO DE LA PROSTITUCIÓN: ¿UN REFLEJO DE
LAS NECESIDADES?
“A todas aquellas personas que salen tras de un sueño…y sólo encontraron el mundo de la
prostitución y pasaron de ser personas libres a ser explotadas sexualmente, a ser tratadas
como esclavas, a depender económica y emocionalmente de los explotadores”.
Sensibilizándonos
La prostitución es una situación que puede ser pasajera en la vida de algunas personas,
pero para otras es la única alternativa de sobrevivencia que les queda; es un mal
necesario, para otras es lo necesario en remediar sus males; es una problemática, otras la
asumen como una solución de algunas dificultades en la vida; es un trabajo, para otras
un trabajo salir de ella… y así sucede de acuerdo con el lente que se mire y desde el
lugar que se le quiere dar. Por ello, muchos han promulgado la reglamentación de su
ejercicio, otros en cambio, plantean la necesidad de erradicarla, algunos pretenden
denominarla trabajo sexual o sexo servidores, otros por su parte, piensan que es una
vulneración permanente a los derechos de quienes ofrecen los servicios; pero esto sólo
deja entrever algunas de las posturas académicas, políticas y sociales que se tiene frente
a esta situación que ha sido considerada el oficio más antiguo de la humanidad.
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La prostitución: ¿necedad o necesidad?
El ejercicio de la prostitución no es un fenómeno o una problemática aislada de los
contextos social y político de los países desarrollados como consumidores de un
mercado del sexo que en la mayoría de las veces es ilegal por las condiciones en que se
realiza, la forma de reclutar las personas, la edad de quienes ofrecen los servicios y las
constantes presiones que debe asumir para soportar las extensas jornadas, las
exigencias de los clientes y las inclemencias de sus proxenetas. Y en los países en vía de
desarrollo, como principales oferentes de mujeres, hombres, niñas y niños para la
insaciable industria sexual que cada vez es más exigente, demandando personas de más
corta edad, con características corporales específicas y con ganas de salir adelante a
costa de lo que sea, con tal de hacer parte de un mundo demandante y creador de
necesidades cada vez más superfluas pero que se impregnan en la mente de miles de
jóvenes y que lo introyectan como parte de un proyecto de vida inicialmente transitorio,
pero, que en muchos ocasiones, se convierte en algo definitivo.
De igual forma, hace presencia en los contextos internacionales manifestado en la trata
de hombres, mujeres niñas y niños que ingresan al mundo de la prostitución, de la
pornografía, en especial la infantil, y del turismo sexual; y en lo nacional y lo local, como
una alternativa de sobrevivencia económica o social frente a las demandas que el medio
impone de forma implacable y que muchos proxenetas oportunistas esperan para
ofrecer una gama de alternativas de empleo bien remunerado que se materializan en las
damas de compañía, las salas de masajes, el show sexual, las scout, las modas swinger,
entre otras.
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El ejercicio de la prostitución, siendo una necedad o una necesidad de acuerdo como se
quiera asumir, lo que deja evidenciar es el reflejo de una sociedad marcada por
situaciones problémicas como la crisis económica materializada en las altas tasas de
desempleo, la falta de oportunidades, las condiciones precarias de vida; la
desintegración familiar como consecuencia en muchas ocasiones de la violencia social,
las crisis en las relaciones, el manejo de la autoridad–afectividad; la vulneración
permanente de los derechos fundamentales que se registra en la falta de alternativas de
educación, vivienda, salud; y la violencia política y social que se observa en las masacres,
los desplazamientos forzosos, las desapariciones, la desestructuración de la sociedad y
de la familia.
De ahí la pregunta: ¿el ejercicio de la prostitución es una necedad de hombres y mujeres
que hacen parte del juego y las demandas materiales que imponen los medios de
comunicación, las relaciones y las carencias de visiones de vida a corto y mediano plazo
en las que las exigencias de tener un cuerpo escultural, de visitar ciertos lugares para el
esparcimiento y la diversión, de llevar puesto prendas de ciertas marcas que imponen
un status o tener los últimos accesorios que los medios tecnológicos ofrecen?, ¿o es una
necesidad de satisfacer las carencias afectivas, materiales, económicas que en lo
cotidiano deben asumir y enfrentar miles de personas como un reto permanente para
sobrevivir en una sociedad exigente y carente de oportunidades reales y concretas?
Cualquiera que sean las circunstancias que lleven a una persona a ejercer la prostitución
de manera transitoria, esporádica, permanente o definitiva, son muchas las formas o
tipologías que en la actualidad se les ofrece a los jóvenes y niños y niñas, para ingresar a
ella porque son los grupos poblacionales más solicitados por los clientes para hacer
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parte de este negocio, considerado el tercero más lucrativo después de la guerra y las
drogas.
5.2. CONCEPTUALIZANDO LA PROSTITUCIÓN, EL
TRABAJO SEXUAL Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL: UN
RETO CONTEMPORÁNEO
¿A qué se puede llamar prostitución, trabajo sexual, explotación sexual?, ¿acaso a las
menores de edad se les puede llamar prostitutas infantiles, trabajadoras del sexo, sexo
servidoras? A continuación se presenta un breve recuento de lo que se ha entendido por
estos conceptos en algunos contextos del orden nacional e internacional.
Prostitución
Desde hace siglos se ha considerado la prostitución una actividad exclusiva de las
mujeres, de ahí que se les haya mirado como una mercancía, un botín de guerra, un
objeto, el cual se puede apropiar, raptar e intercambiar y se les haya tratado como
esclavas con fines sexuales; a la par se ha dicho que las mujeres son las causantes de
muchos males en el mundo, que son inferiores, brujas, diabólicas, malas y pecaminosas.
Han sido consideradas “como un mal necesario”. Esta forma de concebir a la mujer toma
gran importancia cuando se habla especialmente de aquellas que dueñas de un cuerpo,
lo ponen al servicio de los hombres, es decir, aquellas que pertenecen al mundo de la
prostitución.
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Como actividad, la prostitución no siempre ha recibido el mismo tratamiento en las
diferentes culturas y sociedades; en algunas, se ha permitido como una salida a las
dificultades que se viven, verbigracia en las guerras, para “entretener” a los soldados
combatientes, para conservar la pureza de las damas de sociedad, para cuidar el honor y
la castidad de las mujeres de clase alta; entre tanto, en otras culturas ha sido rechazada,
condenada y siempre estigmatizada y descargan en quienes la ejercen todos los males,
las enfermedades y por ende las epidemias; de ahí que muchas mujeres en el mundo
fueran lapidadas, quemadas y condenadas y aún hoy sean discriminadas y señaladas.
Tradicionalmente se ha denominado como prostitución el intercambio que existe entre
dos personas, dentro del cual una ofrece satisfacción sexual para recibir por parte de la
otra un pago que puede ser en dinero o en especie; de igual forma, se ha asumido como
una transacción entre personas, independiente de la opción sexual mediada por el
factor económico; así mismo, “un acto libre y voluntario, mediante el cual una persona
vende su cuerpo a cambio de una retribución económica” (Cámara de Comercio de
Bogotá. 2003) De ahí que se haya considerado a la prostitución la profesión más antigua
del mundo. Estas definiciones son las más empleadas en los estudios para dar cuenta de
esta problemática que se evidencia en todos los países y en especial los
latinoamericanos.
La definición de prostitución como acto libre y voluntario, es válida para quienes optan
por esta actividad, ya sea como medio de sobrevivencia o como una opción en la vida,
teniendo en todo caso la suficiente claridad y la mayoría de edad para que su decisión
sea pertinente.
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Desde esta óptica, lo que muestran estas concepciones de la prostitución es un
intercambio que hace parte del mundo de la oferta y demanda de servicios que de
acuerdo con los contextos actuales, la globalización, el intercambio cultural y social y las
facilidades que ofrecen las redes de la Internet, cada día se ha perfeccionado con la
finalidad de cumplir con las exigencias de los clientes que la solicitan y de las
necesidades básicas o suntuarias de quienes la ofrecen.
A quienes ejercen esta actividad se les ha denominadas “prostitutas”, pero cuando se
habla de menores de edad niños y niñas, esta definición se queda corta. Si bien, se
recibe algo a cambio (dinero o especie), es difícil comprender hasta dónde es una
transacción entre dos seres iguales, tanto desde lo cronológico, es decir, la edad de
quienes demandan los servicios y quienes lo prestan, como de las condiciones en las
que se hace el negocio, la libertad y la madurez para decidir en la utilización del cuerpo
como una mercancía o instrumento de trabajo, ya que los menores de edad no están en
la capacidad o no tienen la suficiente conciencia ni madurez física y psicológica para
saber cuáles son los riesgos que corren en esos intercambios. Además, la de ellos no es
una decisión libre y voluntaria, porque generalmente la llegada a esta actividad está
mediada por unas carencias económicas, afectivas y unas condiciones educativas que en
muchos de los casos son mínimas.
Trabajo sexual
Desde la década del ochenta, uno de los grandes debates que se viene realizado en
torno a la prostitución es el poder elevarla a la categoría de trabajo sexual, situación que
ha sido debatida y argumentada especialmente en Europa, Estados Unidos y algunos
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países latinoamericanos, principalmente Brasil y Uruguay. Las mujeres que ejercen la
prostitución han querido salir a la luz pública y exigir que se les reconozca como unas
trabajadoras, pues se consideran prestando un servicio del cual se beneficia mucha
gente, desde la persona que solicita el servicio hasta los productores de preservativos,
dueños de residencias y todas aquellas personas que hacen parte directa o indirecta de
este mundo. Estos movimientos piden que se les trate con dignidad y que tengan los
derechos y garantías de cualquier persona que presta un servicio a otras.
¿En el contexto colombiano y quizá de muchos países latinoamericanos se podría hablar
de un trabajo de verdad, desde la realidad que se vive? Hay muchos trabajos que son
reconocidos legítimamente como dignos y ni siquiera tienen las mínimas garantías que
debe ofrecer un trabajo, por lo que es más difícil aún reconocer a quien exhibe y vuelve
su cuerpo un instrumento de trabajo o mercancía tratando de llamar la atención de un
cliente a costa del señalamiento y los rechazos, que se le dé ese reconocimiento en
sociedades marcada por la estigmatización, la exclusión y la marginación y sobre todo
por la doble moral y el machismo que aún pervive y hace presencia de manera directa
en las sociedades.
Hablar de un trabajador o trabajadora sexual, es hablar de una persona que ejerce un
trabajo bajo ciertas garantías y con una retribución económica que le brinde los medios
mínimos para sobrevivir. Manuel Velandia Mora en su estudio “Desde el Cuerpo” (1996),
define como trabajador o trabajadora sexual “al hombre o mujer mayor de edad que en
una forma más o menos permanente oferta su expresión genital y sus habilidades
eróticas o de simulación afectiva a otra persona de igual o diferente sexo a cambio de
una recompensa”; además, añade que “La trabajadora sexual busca un status a este
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oficio para que aquellas que denominan despectivamente prostitutas puedan acceder a
los derechos y prerrogativas de las demás trabajadoras”.
Si se parte de estas definiciones hay que tener muy claro que se involucra a personas
adultas, a las cuales se les podría denominar así, puesto que ejercen una actividad u
oficio del cual devengan un salario. Esto, sin embargo, entraría en contradicción con lo
que plantea la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en lo que se refiere al
concepto de trabajo como una actividad que dignifica al hombre.
Otra de las consideraciones a tener presente, es si a las menores de edad que están
iniciadas en el mundo de la prostitución se les puede denominar trabajadoras sexuales.
En lo concerniente a la edad, la OIT considera que la mínima en que se debe comenzar a
trabajar es a los doce años y eso si se cuenta con la garantía de que no se realice un
trabajo forzoso, que ponga en riesgo la vida de quien lo ejecuta y que permita el libre y
sano desarrollo del individuo en lo educativo, lo físico y lo psicológico. Se podría
entonces hablar de que las menores de edad que están en el mundo de la prostitución
no son trabajadoras sexuales, porque no se ajustan a los requisitos que plantea la OIT, y
más aún contra su dignidad como seres humanos.
Ahora bien, si se analizan las condiciones bajo las cuales se ejerce esta actividad, no son
la más seguras, muchas veces las personas que prestan los servicios son violentadas por
sus clientes tanto física como psicológicamente.; además por lo general, esta actividad
se realiza bajo el efecto del alcohol o de la droga como una forma de evadir su cruel
realidad; otras veces el cliente ni siquiera les permite el uso de preservativos,
aumentando el riesgo de una enfermedad de transmisión sexual y de embarazos no
deseados.
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En pocas palabras, es difícil hablar de la prostitución como un oficio, una profesión o un
trabajo máxime cuando se trata de menores de edad, ya que ellos carecen de una
opción crítica y voluntaria para escoger vender su cuerpo como si se vendiera la fuerza
de trabajo en cualquier otro tipo de empleo o de prestación de servicios. Además, en la
mayoría de las veces, se abusa de su indefensión, frenándoles futuras opciones de vida.
Así, lo que realmente existe, es una explotación sexual.
Explotación sexual
En Colombia, uno de los primeros estudios en los que se habla de esta categoría es “La
situación de la menor explotada sexualmente en Colombia”, realizado por la Defensoría
del Pueblo en 1995, donde se plantea que: “Hablar de explotación sexual infantil es
hablar de una situación que vulnera los derechos a la dignidad y a la igualdad, hace
relación a una situación que irrumpe de manera violenta en la vida de un niño o de una
niña, o de un adolescente, alterando su proceso de desarrollo biopsicosocial a partir del
uso genital de su cuerpo como mercancía para obtener algo a cambio”.
En la misma línea, el Plan Nacional de Acción en Favor de Infancia, PAFI en 1996, plantea
la explotación sexual como una forma de maltrato infantil y juvenil y la define como “La
utilización de un menor de edad para la gratificación sexual de un adulto o la incitación
o coerción para que un niño(a) se dedique a cualquier actividad sexual ilegal, la
explotación del niño(a) en la prostitución y otras prácticas sexuales como espectáculos o
materiales pornográficos”.
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
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Cuando se habla de menores de edad, el término explotación sexual, presenta una
particular característica y es que se asumen a estos como seres explotados, utilizados
generalmente con lucros para una persona adulta. Esta actividad es considerada además
como una forma de maltrato infantil, tanto desde lo físico como desde lo psicológico.
En la Conferencia Internacional sobre el Trabajo Infantil en Oslo (1997), se define la
explotación sexual como “el abuso sexual por parte del adulto mediando remuneración
en dinero o en especie para el niño o bien para uno o varios terceros. Además, no es
solamente una forma peligrosa de trabajo infantil sino también un crimen que ultraja la
libertad y la dignidad de los menores de edad. A los niños y niñas que son explotados
sexualmente se les roba la infancia, se les priva de un desarrollo normal, teniendo que
soportar formas extremas de abuso físico y psicológico, que les dejan heridas
incurables”.
Así, la explotación sexual implica que los niños y niñas sean explotados
económicamente y llenen de ventajas y beneficios a las personas que los someten a la
prostitución, dejándolos a ellos relegados y bajo el dominio de sus explotadores,
quienes cada día organizan redes en el ámbito nacional y mundial para captar más
menores de edad y aumentar sus negocios.
Las formas más comunes de explotación sexual que se presentan son el uso de los y las
menores de edad en el turismo sexual, la prostitución, en la pornografía (tanto en
revistas como en las redes de Internet) y en el tráfico de personas, ya que son formas que
dejan grandes sumas de dinero y que son fáciles de camuflar en las actividades
cotidianas. Sin embargo, existen otras formas de explotación sexual que no dejan dinero
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pero sí gratificaciones para quienes las ejecutan, como son el abuso sexual, las
violaciones, el incesto y el exhibicionismo, entre otras.
Es importante reiterar que si bien la categoría de explotación sexual en sus inicios se
utilizó para designar las prácticas sexuales con menores de edad, hoy día es asumida
como una de las actividades básicas que está asociada con la trata de personas,
especialmente cuando son transportadas de países en vías de desarrollo a países
desarrollados en los que se confiscan los papeles de identificación y mediante chantaje,
engaño y amenaza y obligan a las personas a ejercer actividades sexuales con fines
lucrativos para terceras personas como una forma de pago de la inversión que se realiza
en el traslado, los papeles que en la mayoría de las veces son falsificados o ilegales y el
mantenimiento en lugar de destino.
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5.3 LOS NUEVOS CONTEXTOS DE LA PROSTITUCIÓN Y
LA EXPLOTACIÓN SEXUAL
Acercarse a comprender el mundo de la prostitución y de la explotación sexual infantil y
juvenil debe llevar a reflexionar sobre las nuevas formas en que se vienen presentando,
asociadas a algunas actividades que son aceptadas en lo social y que por ello no son
fáciles de reconocer a simple vista; por eso hay que tener presente a quién se llama
persona en situación de prostitución y explotados sexuales ya que son categorías
diferentes que tienen connotaciones particulares tanto en el ejercicio como en la forma
de asumirse ante sí mismo y frente a los demás.
Para la primera categoría, es decir, persona en situación de prostitución, se podría
plantear que son todas aquellas personas hombres o mujeres que optan por hacer de su
cuerpo un instrumento para la consecución de bienes, con el fin de satisfacer algunas
necesidades, que pueden ser del orden económico, emocional, relacional o afectivo, son
conscientes de su accionar, de los riesgos que corre y del tipo de actividad que ejerce, no
llegan estrictamente por una condición de pobreza como se suele plantear, su llegada
tiene que ver más con una opción de vida transitoria, por alcanzar unos ideales, lograr
pagar sus estudios o adquirir unos bienes materiales que le permita estar acorde con el
grupo social al que pertenece, o es una opción definitiva en la que se sienten realizadas
como personas.
Algunos suelen llamarlo trabajo y lo asumen como tal, ofreciendo un servicio con
calidad, cumpliendo una jornada de trabajo, obteniendo una retribución económica; sin
embargo, en la mayoría de los casos no se cuenta con unas garantías que le permite
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
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tener calidad de vida como es el derecho a la salud, una pensión, incapacidades ante
enfermedades que se presenten, y el anhelo de alcanzar algún día una jubilación o
pensión.
Otro grupo de persona en situación de prostitución se podrían describir como aquellos
hombres y mujeres que llegan al mundo de la prostitución por influencias externas o por
las condiciones de pobreza que les ha tocado vivir, generalmente no asumen la
prostitución como una opción de vida, sino como una actividad de la cual obtienen los
ingresos para satisfacer sus necesidades básicas que le permita tener al menos unas
condiciones mínimas de sobrevivencia.
A diferencia del grupo anterior, no tienen horarios establecidos, ni se asumen como
trabajadores, pero sí son conscientes de la prestación del servicio, el cual lo hacen por
una necesidad y el deseo de obtener los ingresos para satisfacer sus demandas
familiares y personales.
En la segunda categoría, los explotados sexuales, se encuentran los hombres y mujeres,
tanto infantes como adultos, que han llegado al mundo de la prostitución por las
múltiples pobrezas que les toca asumir, desde las económicas hasta las afectivas y de
oportunidades.
Por lo general, no llegan solos sino que son coaccionadas(os) por terceras personas que
aparecen como “salvadoras” al inicio del calvario y en explotadoras permanentes, pues
son las que controlan los ingresos económicos, el número de clientes por atender, las
relaciones que se establecen con el exterior y en muchas oportunidades, se convierten
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casi en los dueños y señores de ese cuerpo destinado a la gratificación sexual de los
múltiples demandantes que hacen parte de este negocio llamado prostitución.
Con el avance acelerado que se viene presentando en las redes de información
especialmente en la red de Internet y la televisión, la oferta sexual se ha convertido en
pan de cada día, en la que muchos hombres y mujeres ofrecen permanentemente los
servicios, asociados a negocios de fachada como son las líneas calientes “Hot Line”, las
salas de masajes, las damas de compañía, las agencias matrimoniales, las agencias de
modelaje y la estrategia de búsqueda de “la media naranja” por medio de las grandes
empresas de la Internet.
Este nuevo escenario de la prostitución en el que es muy difícil acceder y realizar un
seguimiento minucioso, se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos, ya que
la inversión es poca y la ganancia muy alta, debido a que el demandante del servicio o
cliente asume el pago no sólo del servicio sino de la infraestructura utilizada para la
promoción, y de paso, dejar un buen porcentaje de ganancia para quienes dirigen,
administran, manejan o son propietarios de estos negocios.
A continuación se hace una breve descripción de los nuevos contextos en los que se
ejerce la prostitución y la explotación sexual:
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Prostitución develando las nuevas formas de su
ejercicio
Las líneas calientes o “Hot Line”: nombre traído del inglés, que lo hace más
llamativo o disimulado para ofrecer el servicio; si bien es una estrategia de mercadeo
sexual que ha sido importado de los países más desarrollados, en los países menos
desarrollados ha logrado ubicarse como un negocio rentable y de mucha aceptación,
solamente basta con mirar los clasificados de los periódicos, las páginas sociales o de
servicios para encontrar frases como “chicas ardientes y a tu disposición, historias para
adultos, erotismo en línea, envíame un mensaje con la palabra love” o los comerciales en
la televisión especialmente en las últimas horas del noche y las primeras de la
madrugada y con mayor frecuencia los fines de semana donde se ofrecen masajes a
domicilio y “conejitas ardientes dispuestas a complacer todos tus deseos, llámanos”.
En este nuevo contexto en el que se juega con el imaginario sexual de los consumidores,
y en el que se ponen en evidencia los tabúes, los complejos, los miedos, los deseos, las
fantasías y las necesidades de satisfacer un deseo sexual por medio de una conversación
telefónica, se da el encuentro de dos intereses muy diferentes pero complementarios en
el negocio, la del solicitante o cliente, que busca llegar al orgasmo por medio de la
fantasía guiada por una voz desconocida pero sensual que atrae y logra en cierta
medida hacer realidad un deseo o un sueño; y la prestadora o prestador del servicio, que
más allá de estimular al cliente, lo que busca es que la llamada sea lo más larga posible
para alimentar el negocio, y por ende, lograr obtener mejores ingresos económicos.
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
CONOCERLAS ES PREVENIR
La pregunta que surge es: ¿Se puede denominar prostitución a la utilización de las líneas
calientes? La respuesta es taxativa: no; para que exista prostitución debe existir fuera del
pago, el contacto cara a cara entre oferente y demandante, en el que se presta un
servicio y en el que se paga por él. Este tipo de acción se convierte en prostitución
cuando trasciende a la consumación del hecho por medio de una relación directa entre
los sujetos implicados. Hoy en día son muchas las líneas calientes que en el ámbito local
y nacional han logrado diversificar su portafolio de servicio no sólo llegando a la
atención vía telefónica sino logrando que alguno de las y los modelos se desplacen al
lugar que el cliente lo solicite, incrementando de manera considerable el precio del
servicio.
Quienes generalmente atienden estas líneas, son un personal con voces sensuales y
entrenadas para despertar los deseos sexuales de los clientes y seguir sus caprichos y
demandas; en ocasiones pueden ser las mismas personas que prestan el servicio sexual,
pero no es la constante, para ello cuentan con otro personal que es llamado en el
momento en que el cliente desee trascender de la llamada al encuentro y es en este
momento que se podría denominar prostitución.
Como se puede observar, las líneas calientes o Hot Line se convierten en una excusa o
una forma ágil y sencilla de captar clientes en el que se conserva la confidencialidad y el
anonimato al no tener que exponerse en el juego de la compra y venta que se da en los
escenarios callejeros y de los cuales los clientes son los más beneficiados.
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Las salas de masajes: muy similar, y en ocasiones asociado a las líneas calientes, se
encuentran las salas de masajes, las cuales se han ganado un espacio grande en las
pequeñas y grandes ciudades latinoamericanas, no sólo por aquellas que están
articuladas a algunos centros de estética y belleza, sino por la cantidad de hombres y
mujeres que ofrecen sus servicios en los medios masivos de comunicación, plegables y
tarjetas personales que se reparten a los transeúntes de las calles centrales de las
ciudades, las guías de la vida nocturna que se pueden encontrar en bares, tabernas y
discotecas o los números telefónicos que se encuentran en algunos avisos clasificados
de oferta de servicios en periódicos de circulación gratuita.
Si bien, lo que se ofrece al consumidor es un masaje que va desde el relajante hasta el
terapéutico y de reducción, muchos de ellos van hasta el erótico sexual y de
penetración; estas dos últimas modalidades generalmente son solicitadas a un teléfono
celular o un local comercial, en el que la oferta de los servicios va desde la posibilidad de
concertar desde el tipo de masaje hasta la práctica sexual que se desea tener, claro esta,
que dependiendo el servicio es la tarifa.
De igual manera, se puede seleccionar el tipo de persona con quien se quiere compartir
hombre, mujer, parejas y tríos, personas de raza blanca, negra, jóvenes entre 15 y 23
años y hasta se ofrece la posibilidad de escoger una persona como se dice ”Bien
dotados” de acuerdo con el tamaño de su pene o de sus senos; así mismo, los servicios
puede ser prestados a domicilio o el cliente puede llegar a los negocios asociados a este
tipo de prácticas o buscar un sitio neutral de manera tal, que no se levanten sospechas o
se evidencie la utilización de estos servicios, pues ante todo hay que guardar la
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confidencialidad de quienes sostienen el negocio, los calientes activos y como dicen en
mercadeo cliente satisfecho, trae más clientes.
Existen redes de contratación de masajistas, los cuales tienen una gama de personas de
ambos sexos capacitados en la técnica del masaje y a la par de poder trascender al
contacto sexual; sólo basta con que el cliente llame y dé las especificidades de lo que
está buscando, y quien maneja estos negocio hace el contacto con quien cumpla con lo
solicitado por él. Aunque hay muchos hombres y mujeres que no pertenecen a estas
redes sino que ejercen esta actividad de manera independiente.
Buscadores de Internet: otra forma de prostitución y quizá de las más camuflada
que existen en la actualidad es la que se da por medio de las redes de Internet en los
denominados buscadores de amigos y de pareja, en la que los usuarios tratan de
cautivar o llamar la atención de otros usuarios por medio de la elaboración de un perfil
personal en el que presenta la edad, el tipo de persona que desea buscar, la estatura, su
aspecto físico, sus hábitos, sus gustos, su formación profesional, sus aficiones, su empleo
y el tipo de relación que quiere entablar, la cual va desde la amistad, la compañía,
amigos casuales para sexo, amigos por correspondencia, matrimonio, compañeros de
viaje, entre otros, pero siempre tratando de buscar la persona perfecta o como lo llaman
“la media naranja”, para la relación que desea establecer.
Si bien los usuarios las utilizan para ello, es decir, para lograr encontrar una persona con
quien compartir una relación afectiva o de amistad, son muchos los que se han logrado
vincular para ir más allá y ofrecer sus servicios sexuales, teniendo una publicidad
permanente y accediendo de manera fácil y ágil a los correos electrónicos personales de
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un número significativos de usuarios que en cierta medida se convierten en potenciales
clientes que están en búsquedas afectivas, todo esto se logra pagando una módica
suma mensual, trimestral, semestral o anual a estas compañías de las redes Internet que
aprovechan las carencias afectivas y deseos de explorar la sexualidad de muchos
usuarios de la red para crear y consolidar estos grandes negocios.
La explotación sexual: el juego de las necesidades
En relación con la explotación sexual, hay que tener claro que ya no solamente son los
niños y las niñas las únicas víctimas de esta actividad sino que son muchos hombres y
mujeres que están en permanente búsqueda de oportunidades de trabajo quienes han
caído en las redes de explotadores, fundamentalmente en el ámbito internacional, que
ofrecen alternativas de trabajo lucrativo en el exterior aprovechándose de las
necesidades económicas de infinidad de desempleados o subempleados que ven en
esas ofertan tan lucrativas la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida o de salir de
las condiciones de pobreza.
Ofertas laborales – trata de personas: a muchas personas se les ofrece trabajos
de modelaje, artistas, damas de compañía, trabajo en salones de belleza, entre otras, y
son sacadas del país por medio de mentiras y engaños; otras son conscientes de las
actividades que van a desarrollar, que generalmente son de prostitución. Tanto los que
son engañados como aquellos que saben del oficio que van a desempeñar, adquieren y
asumen unas deudas que deben de saldar en el momento que comienzan a trabajar
como son la de los trámites de los papeles -que la gran mayoría de las veces son falsos-,
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transporte, alojamiento, y gastos complementarios que incluyen el sostenimiento de las
redes de trata y la paga del intermediario.
La explotación sexual para estas personas comienza en el momento que llegan a su
lugar de destino en el que les son confiscados todos sus papeles y son obligadas a
trabajar en largas jornadas, en la que tienen que atender un alto número de clientes por
día, y en las que el dinero fruto de su actividad de la prostitución es abonado a una
deuda que ya se ha triplicado y que no se termina de pagar fácilmente; el no cumplir con
la cuota diaria puede desencadenar otras problemáticas como son la violencia verbal,
física, la privación de la libertad por medio del encierro, la falta de alimentación, entre
otras.
Strip tease: muchas mujeres que se dedican al strip tease, especialmente
en las pequeñas ciudades, no tienen un ingreso económico por el show que
realizan en los escenarios de las tabernas y clubes sociales dedicados para
tal actividad, son los clientes los que pagan por medio de propinas
voluntarias si ella es de su agrado o les llama la atención, y es de reiterar
que son las mujeres ya que los hombres que se dedican a esta actividad sí
son bien remunerados y su ingreso económico no es sólo la propina sino
que tienen un pago básico
Esta actividad, por tanto, se debe de considerar una explotación sexual para la mujer
especialmente, porque es por medio de la exhibición de su cuerpo que logra captar
clientes para los establecimientos comerciales que sólo prestan su fachada y el escenario
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cobrando muchas veces la entrada y obligando a los clientes al consumo de licor, y es
allí donde la mujer tiene la posibilidad de conseguir un ingreso económico si se logra la
transacción con alguno de ellos.
Mirándolo más detenidamente se podría afirmar que para que una mujer pueda estar en
estos sitios de strip tease debe de pagar un “arriendo” o “alquiler” con su cuerpo, sino
realiza ningún show no puede permanecer allí.
Esta explotación que hacen los comerciantes de las mujeres, la mayoría de las veces está
articulada a la prostitución, ya que por medio de recoger la propina y al tener el
acercamiento con los clientes del establecimiento se logra realizar un ofrecimiento
sexual.
Pornografía infantil y turismo sexual: otros tipos de explotación sexual que se
presentan y de los cuales ya se ha hablado un poco en la literatura académica y
preventiva de algunos programas de atención a la niñez es el caso de la pornografía
infantil, la cual debe de considerarse como un abuso, un maltrato físico y psicológico,
por la utilización que se hace del cuerpo de estos niños y niñas para ser fotografiados o
utilizados en la elaboración de videos, no se puede considerar menores de edad en
prostitución porque por lo general son personas adultas que hay detrás de esta
situación y en cierta medida los obligan a estas actividades.
De igual manera, es importante detenerse un poco en el turismo sexual, en el cual se
ofrecen menores de edad de ambos sexos como acompañantes sexuales para los
turistas nacionales o internacionales y que están establecidos como parte de los
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portafolios que empresas turísticas clandestinas, para poder develar cuáles son las
condiciones personales, familiares y sociales que están llevando al ejercicio de ésta
prácticas y de las personas que están al interior, ya sea como víctimas o victimarios, o si
son acciones que se hacen de manera independiente como el caso de los jóvenes que
buscan identificar su opción sexual o son utilizados y obligados por personas familiares
o externas que aprovecha las carencias y necesidades individuales o grupales.
5.4 LOS NUEVOS RETOS PARA LAS INSTITUCIONES
Son muchas las acciones que vienen desarrollando las instituciones
gubernamentales y de la sociedad civil en los ámbitos: local, nacional e
internacional para atender a las personas que han vivenciado o viven en el
mundo de la prostitución y de la explotación sexual y que desean salir de
ella o cualificar la prestación de sus servicios dándole una nueva
denominación como es “sexo servidores”; sin embargo, sus acciones se han
quedado en atender aquellas poblaciones visibles, es decir, la callejera o las
que están articuladas a los bares, cantinas y algunos sitios de strip tease.
Sus acciones habitualmente son las de ofrecer capacitación en alguna labor
que por lo regular es en belleza o el manejo de máquinas para la
confección, y manualidades en lo referente a la elaboración de collares,
manillas, cojines, pintura, cerámica, entre otras, esto articulado a la
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cualificación académica por medio de la validación de los niveles de estudio
primaria y secundaria y talleres de autoestima, crecimiento personal y el
autocuidado.
No obstante, a pesar de la capacitación que se viene presentando que es de
muy buena calidad, muchas de las mujeres y hombres aún siguen en el
mundo de la prostitución. ¿Qué pasa? sería la pregunta que se deben hacer
las instituciones que trabajan con esta población.
Son muchas las mujeres y los hombres que se han capacitado, pero ¿dónde
quedan las fuentes de empleo?, ¿cómo vincular esta mano de obra al
mercado laboral?, ¿cómo hacer para que puedan certificar una experiencia
y poder entrar a competir con otras personas por una vacante?, ¿cómo
lograr adquirir unos ingresos económicos por medio del desempeño de la
labor para la cual se capacitaron? Este es quizá el mayor reto que deben de
asumir las instituciones, pues se corre el peligro del desencanto, es decir, a
un corto o mediano tiempo es posible que a muchas de las mujeres y
hombres ya no les interese la capacitación por no ver un futuro promisorio,
por la lectura que hace de las experiencias de sus compañeros que a pesar
de cualificarse todavía siguen allí en una esquina, en una residencia o
deambulando de calle en calle tratando de ofrecer sus servicios.
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Y no es que se quiera que todas las mujeres y hombres terminen en otras
actividades diferentes a la prostitución, sería lo ideal, pero como todo ideal
sólo se queda en eso, en un sueño, pero al menos que tengan la posibilidad
de ver otras opciones de vida, de experiencia laboral, de poner en práctica
ese saber adquirido y que sea una decisión personal de quedarse en la
prostitución o de combinarla con otra actividad lucrativa relacionada con la
capacitación adquirida.
Es importante que las instituciones comiencen a realizar estudios de
posibles mercados laborales para las personas que están en el mundo de la
prostitución, que presente una diversificación de los cursos que pueden
ofrecer teniendo en cuenta las demandas en el medio empresarial, de
manera tal, que existan más posibilidades concretas de poder adquirir un
empleo; que se asocien con empresas del orden local para garantizar al
menos unas prácticas, o algunas horas de trabajo para las personas
capacitadas, que les permita ir adquiriendo la experiencia que es lo primero
que exigen en el momento de postularse a una oferta de empleo.
Otra alternativa que puede ser viable es que muchos de los recursos que se
obtienen de las entidades patrocinadoras tanto en lo nacional como en lo
internacional se dediquen a la creación de organizaciones del sector
solidario, (precooperativas, cooperativas de trabajo asociado, cooperativas
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de producción, entre otras), en la que las mujeres y hombres puedan
empezar a mirarse como futuros empresarios, dueños de sus propias
empresas pero a la vez trabajadores, para ello pueden vincularse con
instituciones universitarias y de la economía solidaria que en un trabajo
conjunto puedan sacar sueños adelante.
Es importante además, que se piense en grande, en un trabajo en red en la
que cada institución pueda ofrecer servicios que estén a disposición de
todos, buscando al máximo una mayor oferta de posibilidades de
formación y no la repetición de acciones y de los mismos programas de
capacitación.
De otro lado, hay que seguir haciendo fuerza en la formación no sólo de
adquirir las herramientas prácticas para el desarrollo de una labor sino de la
autoestima y del autocuidado, que la mujer y el hombre sean conscientes
de que si hay un cuerpo sano, puede prestar un mejor servicio y quizá
adquirir mejores ingresos, si desean seguir en el mundo de la prostitución;
de igual manera es importante que se comience a trabajar el uso del
preservativo como elemento de protección tanto de una enfermedad de
transmisión sexual como de un embarazo no deseado, buscando disminuir
las tasas de natalidad en este grupo poblacional.
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Es importante también comenzar a trabajar con aquella población que aún
no es tan visible, buscar estrategias de acercamiento a las personas que
trabajan en las líneas calientes y que a la vez se prostituyen, las que trabajan
en las salas de masajes, y las que aún creen que la salida de sus dificultades
es aceptar un trabajo en el exterior, esto se logra con acciones concretas de
prevención y promoción en los medios masivos de comunicación local y
nacional y de un trabajo permanente cara a cara con poblaciones
vulnerables.
Por último, es importante hacer fuerza en la prevención en todas las esferas:
la familiar, la educativa, la social, para evitar así que muchos jóvenes se
crean el cuento que la prostitución es rentable y que es plata que se gana
fácilmente o como piensan mucho se logra llegar “al mundo de la vida
alegre”, hay que hacer visible el abuso sexual, la explotación, la trata de
personas y la prostitución que son mundos donde fácilmente se entra pero
difícilmente se sale.
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6. ¿QUÉ APRENDIMOS?
Realice un recorrido por su ciudad e identifique los sectores en los que se presenta la
prostitución y la explotación sexual y trate de caracterizar teniendo en cuenta los
conceptos aprendidos en la lectura del presente material y elabore un mapa de
ubicación geográfica.
A partir del siguiente cuento, establezca que alternativas tiene usted como
persona, profesional, padre o madre, entre otros para aportar a la
prevención y manejo de la explotación sexual y la prostitución.
Cuenta la historia que en un país existía un mago que todo, todo lo
adivinaba, cierto día dos niños traviesos quisieron poner a prueba al mago y
cogiendo un pajarito en sus manos fueron donde el mago y le preguntaron
que tenía en las manos; él les respondió: -un pajarito.
Al escuchar la respuesta del mago salieron corriendo de la casa, pero con su
travesura y con las ganas de hacer quedar mal al mago le dijo el uno al otro:
- Sí, el mago adivino, pero vamos nuevamente donde él y le preguntamos si
el pajarito está vivo o muerto. Si dice que está vivo yo lo aprieto y lo mato y
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lo haremos quedar mal; y si dice que está muerto, yo abro mis manos y
saldrá volando
Armada la pilatuna salieron nuevamente a casa del mago al llegar le dijeron:
- Señor mago, usted adivino que tenemos en nuestras manos. Pero díganos
el pajarito está vivo o muerto. Él los miro fijamente a los ojos y les
respondió: - a solución está en sus manos
Elija una nueva forma en que se presenta la explotación sexual o la
prostitución y elabore una estrategia pedagógica comunicativa como un
afiche, plegable, volante, entre otros, que aporte a la prevención de estas
problemáticas.
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7. GLOSARIO
Explotación sexual:
Acción que se refiere a la utilización de una persona mediante el chantaje o la amenaza
para que ejerza actividades sexuales con fines lucrativos para terceras personas.
Explotación sexual Infantil:
“Uso”, “abuso” y “utilización” de niños, niñas y jóvenes mediante la realización directa de
actos sexuales o utilizándolos para que los tengan con otras personas o hagan
exhibición de su cuerpo con fines pornográficos o realicen cualquier actividad sexual
que atente contra su dignidad física o psicológica y que impida su sano desarrollo como
personas, a cambio de un pago que puede estar representado en dinero o en especie.
Persona en situación de prostitución:
Aquellas personas hombres o mujeres que optan por hacer de su cuerpo un instrumento
para la consecución de bienes, con el fin de satisfacer algunas necesidades, que pueden
ser del orden económico, emocional, relacional o afectivo.
Pornografía infantil:
Utilización de menores de edad para la elaboración de material pornográfico que va
desde las fotografías hasta los videos para satisfacción erótica sexual de personas
adultas.
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Prepaga:
Persona que se dedica a ejercer la prostitución por medio de terceras personas, que
pueden ser un proxeneta, una agencia de modelos y acompañantes, salas de masajes,
entre otras.
Prostitución:
Actividad que se hace libre y espontáneamente en el intercambio de favores sexuales
que van desde el exhibicionismo hasta las relaciones íntimas en las que hay un pago de
por medio que puede ser en dinero o en especie.
Prostitución prepaga:
Tipo de prostitución en la cual se seleccionan las personas que ofrecen los servicios a
través de catálogos, páginas web, oficinas de reclutamiento, salas de masajes, entre
otras, y se cancela previo al encuentro pagando por medios electrónicos (tarjetas de
crédito).
Proxeneta:
Personas que se dedican administrar el negocio de la prostitución por medio de la
explotación sexual, el chantaje, la manipulación, entre otros, y que generalmente se
queda con la mayor parte del dinero producto de la transacción.
Scort:
Dama de compañía, que en el contexto de los países en vía de desarrollo se ha
convertido en una de las modalidades de la prostitución prepaga.
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Trabajo sexual:
Asignación que se le quiere dar a la prostitución por considerarse una prestación de
servicios sexuales calificados.
Turismo sexual Infantil:
Utilización de menores de edad con fines sexuales, como parte del portafolio de
servicios de planes turísticos nacionales e internacional.
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8. FUENTES DOCUMENTALES
8.1 PUBLICACIONES
Arango Pajón, G. L. (1995). Derechos humanos y prostitución. Tesis de Postgrado en
Cultura Política. Medellín: Universidad Autónoma Latinoamericana, Facultad de
Educación.
Arango Pajón, G. et al. (1997). Prostitución género y violencia. La trinidad de la
indiferencia. (p. 24-25). Medellín: Seminario de Grado Universidad Autónoma
Latinoamericana.
Cabrera Fadul, O. (1995). Prostitución infantil y pirobos en el centro de Santafé de
Bogotá. (p. 161-167). Medellín: Memorias del Primer simposio internacional por los
derechos del niño.
Cámara de Comercio de Bogotá. (1993). I Primer Censo de Prostitución infantil en el
Centro de Bogotá. 54 p. Bogotá.
Centro de la Mujer en Mosquegua. (1996). Explotación sexual de niñas y adolescentes en
América Latina. (p 7-14). Montevideo: El Centro.
Congreso Mundial Contra la Explotación Sexual Comercial de Niños. (1998). Estocolmo:
El Congreso.
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Garcés Botero, L. E. y Rico Patiño, H. I. (1990). Prevención de la prostitución para niños y
adolescentes de madres prostitutas de la ciudad de Medellín. Tesis de Grado. (p. 66).
Medellín: UPB.
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (1994). Proyecto de atención integral al
menor vinculado a la prostitución. Bogotá.
La Prostitución Infantil y Adolescente en el centro de Bogotá. Ensayo de investigación
social urbana. Bogotá: s.e., s.f.
Ministerio Público, Defensoría del Pueblo (1995). Situación de la niñez explotada
sexualmente en Colombia. (83 p.) Bogotá.
Morales Mesa, S. A. (1999). Prostitución, trabajo sexual o explotación sexual…un
problema que nos afecta a todos. Medellín: Fundación Universitaria Luis Amigó.
Ortiz Cortés, M. Et al. (1995). Soy una mujer de ambiente…” las mujeres en prostitución y
la prevención del VIH/SIDA. (306 p.). Costa Rica: Instituto de Investigaciones Sociales
Universidad de Costa Rica.
Pinzón Bernal, L. A. (1994). Proyecto de Atención Integral del Menor Vinculado a la
Prostitución. (69 p.) Bogotá: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Consejería Presidencial para la Política Social. Departamento Nacional De Planeación.
República de Colombia. Plan Nacional en Favor de la Infancia PAFI. (1996). Situación en
1996 perspectivas para 1998 y 2000. Bogotá: Grupo PAFI.
PROSTITUCIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL:
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Defensoría del Pueblo, República de Colombia. (1995). Situación de la niñez explotada
sexualmente en Colombia. Bogotá.
Velandia Mora, M. A. (1996). Desde el Cuerpo: La construcción de la identidad particular
y el redescubrimiento del propio cuerpo, como puntos de partida en la prevención del
consumo de sustancias psicoactivas e infección por VIH y las ETS en menores vinculados
a la prostitución. Santafé de Bogotá: Fundación Apoyémonos.
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