CAPTURAS Y OBSERVACIONES DE FRINGÍLIDOS

Anuncio
CAPI'URAS Y OBSERVACIOI'!ES
L)E FRINGILIDOS ESPORADICOS E N E L ALTO ARAGON (*)
Cewr PEDROCCHI RENACLT
Centro Pirenaico de
Apnrtndo Gi. Jaca
Riologia Experimental
Los Fringilidos representan aves de gran interés en los bosques de coníferas pirenaicos, ya que entre ellas se hallan especies
consumidoras primarias importantes y, aún así, la mayoría de las
especies autóctonas aparecen como poco especializadas en un nicho
ecológico de tal índole. Quizás de todas ellas, la más especializada
es el Piqnituerto (I,o.rin cumirostm). que se podía calificar (al
menos hasta ahora) como ave autóctona, siendo que visita esporádicamente algiinos años y, en migraciones masivas, nuestro territorio peninsular. Los datos sobre ella aparecen así de interés, ya
que cabe calificarla de especie importante en el consumo de piñones algunos aíios, concurrente así de otras especies autóctonas,
consiiinidores invernales de semillas de coníferas, cuyo hábito granivoro es realmente sorprendente en algiinos casos y siempre poco
conocido hasta ahora. Es muy prohable que se hallen correlaciones de tipo climático y rnetcorológico con el referido comporta.
miento y por eso parecen de gran inter& los datos exictentes sobre
las referidas invasiones esporádicas.
La rara mencibn de otros fringilidos, invernantes o en paso,
segnramente también secuela, o no, de alteraciones manifiestas
de las circutistanciai meteorológicas normales, algimos de ellos
poco o nada federados a los bosqnes de coníferas. tambiéii merece
especial mención en el Alto Aragón occidental Se adjuntan datos
así de Picogordo (Coccothrn?istes coccotlirnt~tcs), Pardillo Sizerín (Cnrdrdelis flnmmen) y determinadas formas de CamacliueIo
Común ( P w r l ~ d npyrrkfrla).
Conio más abajo se comenta oportunamente, la baja densidad
prospectiva de nuestro territorio nacional es, quizás, la causa principal de que consideremos como aves raras a especies que segura-
mente son visitantes bastante regulares y en mayor número de lo
que creemos. Prescindiendo del referido interés, cabe también observar cómo la movilidad de las aves permite registrar consecuentes cambios de las poblaciones en los territorios, quizás con nuevos
contingentes de adaptación y costumbres.
O n s e ~ n c ~ o wSORRE
s
PIQUITUEKTO
(Loxia curvirostra)
Recopilando las notas de las libretas de campo de E. BALR. y mías, se ha podido seguir con cierta aproximación las
variaciones de la población de estas aves desde el año 1958 hasta
el presente.
De este modo fueron vistos en el parque nacional de AigUes
Tortes a 1.600 m. s/m., en el año 1958, pero no en los Pirineos
centrales. Al año siguiente y a partir de la segunda decena de julio
y COI., 1%1) que alcanzó
fue muy notable la invasión (BALCELLS
los bosques litorales y llanos interiores catalanes. Esta invasión
duró hasta abril de 1960 (y algún ave aislada fue vista posteriormente) y se reprodujeron en dichos hosques a partir de marzo. Si
bien en el llano barcelonés no se volvieron a ver más, en las alturas pirenaicas quedaron establecidos, aunque el frecuente erratismo
de la especie hizo que las observaciones no fueran continuas. D e
este modo en Ordesa, en marzo de 1963, no se vio ninguno, mientras que en agosto se vieron tanto en el pinar de Peña Oroel, como
en el de San Juan de la Peña. A partir de este año y hasta 1970
no se vuelve a ver; en este año son frecuentes tanto en Peña Oroel
como en San Juan de la Peña, pero sólo hasta principios de verano,
desapareciendo en mayo o junio. En 1971 su encuentro fue esporádico y a partir de agosto, mientras que a finales de ese año
y principios del 72 su frecuencia aumentó de tal modo que llegó
a ser corriente verlos en los jardines de Jaca tanto sobre pinos
como sobre cipreses y otras coníferas aunque fuesen árboles aidados. En dicha localidad volvieron a hacerse raros al final de la
primavera para reaparecer a fines de julio en grupos de hasta 20
individuos. Otro tanto debió ocurrir tanto hacia el este como
hacia el oeste de la zona citada. En los pinares de Larra (Navarra)
en la segunda quincena de octubre su abundancia era extraordinaria, al igual que en los pinares costeros de Palamós (Gerona)
durante la primera quincena de septiembre.
CELLS
Muy abundante debió ser la invasión de los pinares costeros
mediterráneos, ya que, :i pesar de no poseer ningún dato directo,
el hecho de que en las pajarerias barcelonesas el precio de estas
aves fue bajando hasta igualar el de otros Fringílidos comunes en
la comarca parece indicarlo as;.
De nuevo sic número descendió durante la primavera de 1974,
para volver a aumentar repentinamente en julio hasta poderse ver
en handadas de hasta decenas de individuos.
O R ~ E R V A C Isonm
~ N E SPicoconno (Coccotliraiistes coccothraiistes)
Visitante esporádico y sólo de paso en la región, se encontraron
dos parejas que residieron en los jardines de Jaca durante un mes
aproximadamente, a partir del 25 de febrero. Estos animales estaban aquerenciados a un espeso tejo en el que se refugiaban, alimentándose de sus semillas fundamentalmente.
C n r ~ v n nnE PARDILLO
S I Z E R ~(Carduelis
N
flammea)
Merece especial mención la captura de un ave de tal especie
en las proximidades de Jaca. Sin entrar en referencias antiguas.
poco claras en general y por otra parte citadas y discutidas por
BANZO
(19%) v por BERNISen la acotación que hace a1 citado
articiilo, las citas de este ave que he podido recoger son: en
Santander, en 1955 por BANZO:en 1960 en la provincia de Barcey otro
lona es capturado uno en la playa de Pineda (MAI.UQUER)
ohservado en el «mercadillo» de Coll Blanc (Barcelona) por GALLEGO (com. verb.); en el mismo año da cuenta de si1 captura en
y en Castilla B E R N ~ SRurz
:
DE A z u ~menciona su
Baleares TATO
captura en Vizcaya en 1969.
En enero o febrero de 1972 se capturó eii Jaca (Huesca) un
ejemplar de pardillo sizerín, que localicé enjaulado en un comercio en -otoño de 1973. El propietario lo cedió amablemente, ya que
si nunca hahía visto otro igual, tampoco le servía para reclamo
(fig. 1).
Dicho ejemplar presenta coloración atipica, sin duda dehido a
la muda en cautividad (BERNIS.1960). El pileo, por tanto. no es
rojo, sinc pardo amarillento, que muta a amarillo dorado con e1
152
ARDEOLA, VOL.
(ESPF-CI~L) (1975)
próximas a la de este ejemplar, y en la misma localidad, dan las
siguientes medidas :
Fecha
Se x o
Ala (mm.)
M).XI,?l
Hembra
Hembra
lllacho
Macho
8x3
81
88
12.X1.CI
@.3.X11.71
MI.XI1.71
P5
Consultando la literatura apropiada, para ver las subespecies
a que pertenecen estas aves, encontramos los datos siguientes:
Para Pyrrlzrdn pyrrliida iberine Voous
Autor
Sexo
Núm.ej.
Machos
Machos
3Iaclior
Hembras
Hetnlwas
10
7
39
2
Valric
Bernis
Noval
Hcrnis
Koval
.........
.........
.........
.........
.........
30
Ala mM.
(mm.)
--
Ala min.
(mm.)
Media
(mm.)
81.8
83
84
79
88
'79
84
81
81
79
-
80
S9.6
70
-
Para firrlirrln pyrrlruln erwopaea según Vanrie
Lu
g. a r
Sex o
Núm. ej.
Ala mhx.
(mm.)
Machos
Machos
7
-
Holanda.........
W. de Francia...
Ala min.
(mm.)
Media
(mm.)
(U
í9
Pa
<I
U?
79,6
--
Para Pyrrltula p. pywhula también según Vaurie, 10 machos
de Suecia dan medidas alares entre 90 y 97 mm. (92.6 mm.).
Según esto y apoyándome en el intenso color rojo de los machos, ya que las medidas alares separan mal la subespecie medioeuropea de la meridional, los Camachuelos capturados en San
Juan de ia.PeÍía pertenecerían a la subespecie P . pyrrhda iberbe,
salvo el primeramente mencionado, qoe encuadra perfectamente
en P. pyrrlida pyrrkula. Esto señala la posibilidad de que exista
una cierta corriente migratoria o al menos un erratismo a larga
distancia que ponga en contacto las poblaciones norteñas con las
meridionales. El Único dato hallado en la literatora sobre desplazamiento a larga distancia de los Camachi~elosen España es el
proporcionado por NOVAL,que anilló uno en Astucias y a los cuatro meses se recuperó en el departamento francés de Loire Atlántique, después de haber recorrido más de 800 kms.
La gran movilidad de las aves y sus secuelas, cambios de poI~laciones,muchas veces desapercibidos, diirante las estaciones del
año, requiere para el progreso de la Ornitologia, intensa prospección densa. La función de los aficionados resulta asi de sumo
interés, como recientemente se ha demostrado en paises iiórdicos
y recientemente en Inglaterra donde. gracias a la colaboraci6n
de 10.000 participantes se ha podido desarrollar un programa
denso que ha desemhocado en la confección de iin atlas de aves
nidificantes, tomando nota de la presencia o ausencia de distintas
especies en cada una de las 3.560 parcelas de 10 km. de lado, en
que se dividió previamente, para distribuir la labor en todo el
p i s . En España, el número de aficionados es todavía escaso y
de ahí que resulte aún díficiiltoso establecer el statiis nacional,
sobre todo para aves de pequeño tamaño o poco llamativas. .4si,
aves que pasan por muy raras o poco frecuentes, es muy probable
que lleguen a calificarse de visitantes regulares y aun. en mayor
nhmero y frecuencia del qile actualmente creemos.
Aparece así espectacular el hecho de que siete citas de Pardillo Sizerin se deban íntegramente a otras tantas captiiras de
pajarero, registradas en jaula ulteriormente.
La serie de datos expuestos en estas notas nos permite llegar
a conclusiones de cierto interés.
En primer lugar, diversas observaciones sobre alteraciones climáticas en Europa o estados de tiempo aparentemente poco comunes, parece que tienen influencia y explicarían el comportamiento de ciertas especies y explicarían las observaciones reali-
464
ARDEOLA, VOL.
(ESPECIAL) (1m)
zadas. Así, el invierno de 1911-72 fue más bien benigno (medias
térmicas más elevadas que lo normal) hasta diciembre, si se excep
túa una corta ola de frío en noviembre con sus secuelas (nevada
e n montaña pirenaica). A fines de diciembre, el tiempo empeoró
bruscamente y a partir de entonces hasta mayo, las medias fueron
por el contrario inferiores a los valores normales y, sobre todo
enero y febrero, destacaron por su crudeza.
La captura así, de Pyrrhula p. pyrrltuh el 3 de diciembre, no
queda suficientemente explicada por una expansión más allá de sus
cuarteles de invierno normales debida al frío, sino más bien cabe
interpretarla como un simple caso de erratismo invernal poco
regulnr (KOVAL, 1971).
Las restantes capturas, en cambio, parecen efecto de reacciones
ante los fríos que azotaron Europa, produciendo desplazamientos
anormales en dirección sur y ocupando así territorios no frecuentados comtinmente.
Tales invasiones de Fringilidos, muy conspicuas para algunas
especies en ciertas ocasiones, no impiden que sean hasta regulares
para pequeño número de ejemplares. Sin embargo, la importancia
ecológica en casos masivos parece notable y reviste interés, ya
que infliiyen en las poblaciones de otros animales autóctonos,
provocando complejos problemas de competencia alimentaria. Así,
la explotación densa de las piñas de pino silvestre, por hordai de
Piqiiituerto, mientras puede comprometer los recursos básicos invernales de otros animales, tales ardilla (Sciirrus vdgaris) y Pico
Picapinos (Dewdrocopos major), todas ellas especies arborícolas,
resulta beneficioso y abre nuevas posibilidades a roedores, poco
trepadores o eminentemente terrícolas (Apodemus sylvaticus spp.).
consumidores, entonces, de las notables cantidades de piñas arrojadas al suelo, incompletamente comidas por los Piquituertos y
guardando gran parte de sti contenido en piñones que, en circunstancias normales, alcanzarían el suelo, dispersos con la normal dehiscencia más tardía alcanzando el suelo solamente las piiías
vacías. Otras especies autóctonas «arborícolas» que también explotan los piñones de toda suerte de coníferas como recurso alimentario cuando se desprenden naturalmente, son los Páridos en
general, los Lúganos y los Jilgueros, a base de sus clásicoi ejercicios acrobáticos pendiendo de los conos, cuando estos se abren
y permiten así su captura con el pico.
La invasión de Piquituerto en 1972 (FLORES,
CASANOVA
et
al. 1973), fue al parecer también secuela de las condiciones climáticas adversas referidas. E1 piquituerto se reproduce a fines de
invierno, coincidiendo con la dehiscencia de los conos de abeto.
rojo (Picea nbies) llegando a sa máximo. La referida fuente alimentaria se termina en primavera mediada, causa sin duda del
inicio del erratismo. Se conocen ya datos de sir cría durante enero
en el N E de España. En San Juan de la Peña se observí, una
hembra transportando materiales con el pico para construir el nido
el 3 de enero y otra cebando pollo el 12 de enero. Después de esas
fechas. la desaparición es sucesiva y constante. Todo ello permite
suponer una migración estival hacia el norte. tras los recursos
alimentarios, con retorno al fin de verano-otoño, cada vez más
escasa, hasta que irrumpe una nueva invasión y se reproduce eT
ciclo errático-trófico masivo, iniciándose un nuevo período. Todo
ello permite también destacar el carácter inestable actual de la
población peninsular de piquituerto que se mantiene sólo gracias
n periódicas irrupciones masivas. (seguramente la intensa repo1)lación con pino no es ajena a ellas.)
Otras poblaciones más aisladas mediterráneas (siibespecies bnlearica y corsicnnn), deben mantenerse más constantes y sin demasiada mezcla con poblaciones irruptoras, lo que explica la apreciación de caracteres subespecíficos. De todas formas, se echa
en falta una mejor prospección de su residencia ecológica y una
revisión más a fondo de las referidas subespecies. no reconocidas
e incorporadas a la subespecie tipo fcitruiroslra), por alguno+
autores.
This paper relers to some ohservationr and captures of certain uncommon
birds, made hasically in the Spanish Central P~renees.a s Pynrirda fi. #?rr~ltlla
and Carduelis j l a m o . and irrupti\.e oncs as Losia cii~droslra.
Conclusions about the trophic competition against autochtonoui birds anñ
th+ rcsult of their oecurrence in the feedinp porihilitíes of otlier vertehraie
sp.cies. are also gicen.
BALCULLS,
E. g colab. (1W): Sobre épocas de migración y trasliuinancia' d i
aves en el NE. espafiol. Ardeolo. i : m, Madrid.
B.wzo. J. 41. (1933): Acerca de la captura en Saiitander de Cwdurlis /lat>iiileo
caborct (MiiII.). Ardcolu, 3 (1): 1-11, hladrid.
BERNIS,
1;. (19X): Acerca del Cuniocl~uelocomitn en Espaíia. Ardeolo. 8 (-):
2&-%1, Madrid.
(IW): Invariiin <le Piquituertos (I.o.ei@ rurziroslra) en IWJ, Ardeola.
--
0 (2): 31+ü19.
G. (1UíO): Birds o/ tlic S u i k l tiiiio,!. Vol. V . Israel Prograni for
Scientifie Tmnslation Ltd. Jerusal6n.
FLORESCASANOI.A,
C. et al. ( 1 9 3 ) : Posible irrupción de L o x k nrruirru~fvuen
el Sureste. Ardeola, 19 (1): aW(1, Madrid.
i M n L ü a u ~ n , S. ( 1 W ) : Captura dc Pardillo Sirerin en Catalufia. Ardeola, 6
(2): 3% Madrid.
NOVAL,A. (IHil): .\lorimicnios estacionales y distribución del Camüchuelo com h , I'jrrltda pjrrliu!a iberiac, en el norte de lispaña. Ardeolcr (Vol. especid): 489437, Aladrid.
UEMENT'EV,
KGiz
Dt: AruA.
J. L. (Illü!l): Xuero dato sobre L'ard~telisflanmca en Vizcaya.
Ardeoiu, 1.5: ljü, Madrid.
Xjm. J . J. (1800): Captura de Pardillos Sirerines en Baleares. Ardrola, U
c2): m. Madrid.
VAURIE,CII. (1WZO): TIie birds of tire palcarclic fauna. Ed. H . F. SI C. Wiihwby Limited. Londres.
Descargar