Revista de revistas REVISTA DE REVISTAS REDACTOR: ANDREU PUIGDOLLERS Efectos de la disyunción maxilar ANDREU PUIGDOLLERS La disyunción maxilar es un tipo de tratamiento que en la actualidad se practica con frecuencia, fundamentalmente desde que la volvió a popularizar Haas en los años 60. Sus indicaciones y efectos parecen claros y sin embargo aparecen situaciones en la práctica profesional que nos indican que la misma aparatología no responde igual ante pacientes diferentes. En especial cuestiones como la estabilidad de la expansión, las expansiones asimétricas o la posibilidad de no conseguir una separación de la sutura mediopalatina son situaciones clínicas relativamente frecuentes. Por esta razón, es interesante tener la oportunidad de poder revisar estudios que profundicen en los distintos fenómenos que se producen en una disyunción maxilar. En este número de la Revista de Revistas se comentan y se resumen los efectos de la disyunción maxilar en tres vertientes: el efecto sobre la dimensión transversal maxilar y el resto de estructuras craneales estudiado con el método de elemento finito; los cambios específicos que suceden en la sutura palatina, con un énfasis especial en el porqué de la recidiva; y por último, el efecto indirecto que la disyunción del maxilar tiene en un problema infantil frecuente, la enuresis nocturna. Iseri et al, mediante el análisis de elementos finitos del cráneo de un niño, estudian el efecto preciso de la disyunción maxilar en las diferentes estructuras craneales y faciales. Su interés radica en la posibilidad de observar el efecto de la disyunción no sólo en el maxilar sino en las estructuras craneales más profundas, porque el efecto del disyuntor sobre los dientes tiene una importante repercusión esquelética que no sólo afecta a la sutura mediopalatina. Por ejemplo, al activar el disyuntor las tensiones más elevadas se producían en las apófisis pterigoides y en el arbotante cigomático. Estas tensiones esqueléticas tienen mucho que ver con la tendencia a recidivar de los movimientos de expansión. Saber lo que sucede es el primer paso, imprescindible, para saber indicar un tratamiento para nuestro paciente. Por su parte, Vardimon, Brosch et al investigan el efecto de la disyunción maxilar sobre la sutura mediopalatina en animales de experimentación y en personas. Estudian los diferentes procesos que acontecen en la sutura al activar el disyuntor, al retener el movimiento y la recidiva que se produce al retirar el aparato. La investigación aporta información detallada de qué sucede en cada fase y permite inferir conclusiones sobre la retención y las causas de la recidiva. En especial aporta evidencias indirectas pero claras de la importancia del conjunto de las suturas circunmaxilares en la resistencia a la expansión y en la tendencia a recidivar. Son un conjunto de tres artículos cuyas conclusiones hay que ligarlas con los fenómenos descritos por el artículo que les precede. Como contrapunto, Kurol et al presentan un estudio clínico prospectivo sobre el efecto de la disyunción maxilar en niños que presentan enuresis nocturna. La investigación se basa en la asociación que otros autores han encontrado entre la corrección de mordidas cruzadas con una expansión palatina rápida o en la corrección de síntomas de obstrucción en la vía aérea superior y la disminución de las enuresis nocturnas. Aunque la etiología de la enuresis nocturna es desconocida y se le atribuyen múltiples causas, en estos pacientes se encuentra con frecuencia sintomatología de problemas respiratorios y apnea del sueño. Como la disyunción maxilar puede tener un efecto en las estructuras óseas de la vía aérea superior, se ensaya su uso en los pacientes con enureis nocturna. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 63 Rev Esp Ortod 1999; 29 Efectos biomecánicos de la expansión maxilar rápida sobre el esqueleto craneofacial estudiados con el método del elemento finito Biomechanical effects of rapid maxillary expansion on the craniofacial skeleton, studied by the finite element method Iseri H, Tekkaya A E, Özian Ö, Bilgiç S Eur J Ortod 1998; 20: 347-56. El objetivo de este estudio es evaluar el efecto biomecánico de la expansión palatina rápida (EPR) sobre el complejo craneofacial mediante el uso del método de elemento finito aplicado a un modelo tridimensional de un cráneo humano. El análisis con elementos finitos se hizo sobre el cráneo de un niño de 12 años con base maxilar estrecha y mordida cruzada bilateral al que se le cementó un disyuntor. La disyunción maxilar ocasionó un ensanchamiento muy marcado en las estructuras dentoalveolares con el efecto de expansión decreciendo gradualmente hacia las estructuras superiores. Visto desde delante el complejo nasomaxilar rotó con el fulcro de rotación alrededor superior de la órbita. En concreto, las dos mitades del complejo dentoalveolar maxilar, maxilar basal y paredes laterales de la cavidad nasal se separaron casi de manera paralela. La parte anterosuperior de la cavidad nasal superior se separó más que la parte posterosuperior. El suelo de la cavidad nasal se ensanchó considerablemente, mientras que la parte posterosuperior de la cavidad nasal se movió ligeramente hacia medial. A diferencia de las observaciones de otros estudios no hubo desplazamiento lateral a nivel del temporal, parietal, frontal, esfenoides ni occipital. El hueso maxilar, los incisivos centrales maxilares y los molares se desplazaron ligeramente hacia abajo y adelante. La parte anterior del paladar y del suelo nasal descendió más que la parte posterior. Igualmente, los incisivos centrales se desplazaron más hacia abajo que los primeros molares. Desde el punto de vista de la tensión que producía el disyuntor sobre las diferentes estructuras se observaron los niveles de tensión más altos al nivel de las apófisis pterigoides del esfenoides y en el hueso cigomático. En concreto, en la parte superior de las apófisis pterigoides y en la cara externa del hueso cigomático. La tensión también se notaba en la pared externa de la órbita e iba disminuyendo a lo largo del arco cigomático. En el maxilar la mayor tensión se observó en las regiones canina y molar y alrededor del hueso nasal y de la cavidad nasal, especialmente en su pared anteroinferior. En el frontal, parietal, temporal y occipital los niveles de tensión fueron, en comparación, casi de 0. Los profundos efectos anatómicos de este aparato ortopédico se demuestran por los altos niveles de tensión que se observan en el hueso cigomático y maxilar, en el área molar maxilar, en el proceso cigomático y en la pared externa de la órbita. Por tanto, la separación de sensibilidad o presión en el puente de la nariz, bajo los ojos y en toda la cara durante la EPR se debe al efecto de estas fuerzas. El estudio de Iseri et al confirma los resultados de otros estudios clásicos sobre los efectos de la disyunción. Comprueban que el efecto de la disyunción no es sólo intramaxilar sino que afecta a diversas estructuras del complejo craneofacial y que el efecto es sobretodo dentoalveolar y disminuye gradualmente hacia arriba. Pero, lo más interesante, es que permite conocer mejor el efecto de la disyunción sobre las estructu- ras internas del maxilar que difícilmente se evidencian con los métodos diagnósticos habituales. En concreto, identifica las zonas de mayor tensión, las de mayor resistencia a la fuerza de disyunción. Se ve con claridad que aquellos huesos cuya articulación es más cercana a la base craneal, como la base de la apófisis pterigoides del esfenoides, resultan más resistentes a la disyunción. Como indican los mismos autores, los resultados de este estudio, aunque son extrapolables porque están de acuerdo con los de otros autores, para ser escritos sólo confirman lo que sucede en el cráneo de un niño de 12 años. Un complemento muy interesante sería poder comparar, con igual técnica, las mismas observaciones en cráneos con diferentes maduraciones esqueléticas. Esto permitiría poder diferenciar la magnitud del efecto dental y del esquelético de la disyunción según fuese esa maduración. Uno de los grandes problemas que plantea una disyunción es que a medida que aumenta la madurez esquelética del paciente también aumenta la tendencia a producir más movimiento dental y menos esquelético (como Vardimon et al comprueban en la parte 2 de su investigación con el animal que tenía una sinostosis de la sutura mediopalatina). Por esta razón aumenta la necesidad de valorar cuidadosamente a nuestro paciente, porque puede ser juicioso plantearse y plantear al paciente una ayuda quirúrgica si la compresión maxilar es importante o si está contraindicada la expasión puramente dental por razones periodontales. Expansión palatina rápida: Parte 1. Patrón de mineralización de la sutura mediopalatina en gatos Rapid palatal expansión: Part 1. Mineralization pattern of the midpalatal suture in cats Vardimon A D, Brosch T, Spiegler A, Lieberman M, Pitaru S Am J Orthod Dentofac Orthop 1998; 113: 371-8 El objetivo de este estudio era el determinar el patrón de cierre (de mineralización) de la sutura mediopalatina después de un tratamiento de expansión palatina rápida (EPR). Se utilizaron 12 gatos adultos de 1 año, de los cuales 10 formaron el grupo experimental y 2 constituyeron el grupo control. A los animales experimentales se les colocó un disyuntor cementado de caninos a segundos y terceros premolares. El tratamiento tuvo tres fases: una fase Activa de 25 días en la que el tornillo se activó una vuelta completa (4 x 1/4) cada tres o cuatro días; una fase de Retención de 60 días en el que no se activó el tornillo, y una fase de Recidiva de 60 días una vez retirado el aparato. Para valorar los cambios en la sutura mediopalatina se hicieron radiografías oclusales estandarizadas en las diferentes fases del tratamiento. El patrón de mineralización de la sutura mediopalatina expandida se valoró de tres modos: con la medición lineal de la sutura abierta a nivel anterior (incisivos) y posterior (a nivel del tornillo); midiendo la Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 64 Revista de revistas radioopacidad y la radilocuencia al nivel de la sutura abierta (con el análisis de la imagen computorizada); y con la medición de la densidad óptica (DO) de la sutura abierta (mediante un fotodensitómetro). Durante la fase Activa de la expansión hubo un aumento del área radiolúcida en la sutura. El aumento en la DO fue siempre mucho mayor en la zona anterior que en la posterior de la sutura, probablemente relacionado con la presencia de más tejido conectivo laxo en la zona anterior de la sutura. En la fase de Retención se empezó a organizar tejido mineralizado en la sutura abierta (aumentó un 62% la zona radioopaca, disminuyó un 64% la zona radiolúcida y disminuyó un 65% la amplitud de la sutura abierta). El comportamiento paralelo de la disminución en la amplitud de la sutura y de la disminución del área radiolúcida confirmaba que el cierre de la sutura durante la retención era el resultado de la aposición ósea a lo largo de la sutura. Por su parte, la densidad óptica disminuía, lo que indicaba que existía mineralización a lo largo de la sutura. Pero esta mineralización era diferente en la parte anterior y en la posterior de la sutura. La DO anterior disminuía un 18% mientras que la posterior lo hacía un 42%. Esto significaba que la región posterior completaba el proceso de reorganización antes que la zona anterior. Por tanto, cuanto más posterior era la zona de la sutura más rápido completaba la reorganización y menos probable era que se produjera recidiva. El hecho de que el punto más posterior de la sutura estudiado tuviese un nivel de DO mínimo constante podía indicar que la parte más posterior de la sutura o no experimentaba o era casi nula su disyunción. Por último, en la fase de Recidiva hubo una reducción del área de la sutura abierta en la fase activa. El cierre de la amplitud de la sutura en la fase de recidiva se debía en parte al proceso de mineralización. Pero además se debía a la convergencia en dirección medial de los procesos palatinos. Este hecho se deduce de diversas observaciones: el área de sutura no variaba desde el final de la fase activa hasta el final de la de retención y en cambio disminuía un 41% en la fase de recidiva; la zona radiolúcida disminuía y sin embargo no había un aumento recíproco de la zona radioopaca; y, por último, la zona radioopaca disminuía desde la fase de retención a la de recidiva, lo que indicaba que la zona que empezaba a mineralizarse no resistía la tendencia a la convergencia medial de los procesos palatinos. Esta primera parte de la investigación mostraba que la EPR en el 78% de los animales tenía tendencia a la recidiva mientras que en sólo el 22% fue estable. Por esta razón, parece imperativo extender la fase de retención para asegurar la reconstrucción del tejido duro y la maduración completa del hueso recién aposicionado. Además, los resultados indican que se requiere una retención diferente, más prolongada, en la zona anterior que en la posterior. disyunción (D) objetivada con las radiografías oclusales en 9 de los animales. Por el contra, no se obtuvo disyunción (ND) en el animal restante como consecuencia de una sinostosis de la sutura mediopalatina. Con todo, en este último animal clínicamente sí hubo expansión. El efecto de la EPR se valoró diferenciado en cuatro componentes, dos dentales (inclinación dental, desplazamiento dental) y dos esqueléticos (desplazamiento sutural e inclinación y doblado del hueso alveolar). Los resultados muestran que tanto al nivel de caninos como de terceros premolares, hubo un patrón de expansión similar de incremento durante la fase activa, de mantenimiento de la expansión o ligero aumento en la fase de retención y de disminución en la fase de recidiva. Durante la fase Activa, en los animales en que hubo expansión (D) la contribución fundamental a la expansión fue esquelética con un 70,5% (43,5% desplazamiento sutural, 27% inclinación y doblado del hueso alveolar), mientras que los componentes dentales representaron sólo el 29,5% (15,5% de inclinación dental y 14% de desplazamiento dental). Por el contrario, en el animal ND la expansión se realizó a expensas casi exclusivamente de los componentes dentales (61% desplazamiento dental, 38% inclinación dental), mientras que el componente esquelético resultó casi nulo (1% desplazamiento sutural y 0% inclinación y doblado del hueso alveolar). En la fase de Retención la distancia intercanina en los animales en que se obtuvo disyunción (D) aumentó muy ligeramente como resultado de la última activación del tornillo. Los cuatro componentes de la expansión eran parecidos a los de la fase activa aunque se incrementó un 12% la inclinación dental. Por su parte, en el animal ND se observó un aumento de la distancia intercanina tres veces mayor en este animal que en los animales D. El componente de la expansión que más contribuyó a este hecho fue el aumento hasta el 14,5% en la inclinación y doblado del hueso alveolar. Este efecto parece ser consecuencia del almacenamiento de fuerzas residuales intensas en las sinostosis lo que da lugar una expansión continua de la distancia intercanina durante la fase de retención. Durante la fase de Recidiva, tanto en los animales D como en el ND, la expansión posterior a nivel de terceros premolares (el equivalente de los primeros molares en los humanos) fue más estable que la expansión anterior a nivel de caninos. La recidiva de caninos fue del 46% y la de los terceros premolares del 27%. La mayor estabilidad posterior se relacionó con la progresiva remineralización de la región posterior de la sutura. La recidiva de la expansión intercanina, como se indicaba en la parte 1 del estudio, estuvo causada por la convergencia medial de los procesos palatinos. La recidiva en el animal ND fue dos veces mayor (57% por 27%) lo que demuestra que la expansión ortodóncica resultaba menos estable que la ortopédica. Expansión palatina rápida: Parte 2. Cambios dentoesqueléticos en los gatos con sutura mediopalatina abierta versus sutura mediopalatina sinostósica Rapid palatal expansion: Part 2. Dentoskeletal changes in cats with patent versus synostosed midpalatal suture Expansión palatina rápida: Parte 3. Tensiones desarrolladas durante las fases activa y de retención Rapid palatal expansion. Part 3. Strains developed during active and retention phases Vardimon A D, Brosch T, Spiegler A, Lieberman M, Pitaru S Am J Orthod Dentofac Orthop 1998; 113: 488-97 Brosch T, Vardimon A D, Ergatudes C, Spiegler A, Lieberman M Am J Orthod Dentofac Orthop 1998; 114: 123-33 El objetivo de esta segunda parte fue el de determinar la contribución de los componentes dentales y esqueléticos en la expansión palatina rápida (EPR) durante y después de la disyunción con respecto al proceso de osificación sutural. La muestra estudiada corresponde a la de la primera parte del estudio. De los 10 gatos del grupo experimental se consiguió El comportamiento de las fuezas que producen la disyunción en la fase activa y su comportamiento durante la fase de retención no se ha estudiado con tanto detalle. Por esta razón, los objetivos de esta tercera parte de la investigación han sido los de determinar los patrones de tensión acumulada/disipada durante las fases de activación y retención de la Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 65 Rev Esp Ortod 1999; 29 EPR y comparar estos hallazgos con el fenómeno de recidiva que ocurre una vez se han retirado los aparatos. El estudio se hizo en dos etapas, una primera sobre cinco gatos y la segunda sobre 14 personas. A los animales se les colocó un disyuntor cementado (que tenía dos medidores de tensión) y se activó y se retuvo como en la investigación de las partes 1 y 2. En la muestra de pacientes, niños y adolescentes de 14,5 años de promedio, se utilizaron disyuntores tipo Hyrax convencionales (igualmente con dos sensores de tensión) que se activaron y retuvieron del mismo modo. Las tensiones desarrolladas en gatos y humanos fueron similares. En la fase Activa tanto la tensión como la expansión se incrementaron con la progresión del tratamiento activo, es decir, a mayor expansión, mayor tensión. Dado que las actividades se realizaban cada 3-4 días, el aumento de tensión se relaciona con las tensiones residuales desarrolladas en el sistema. Como las tensiones no se disiparon a cero en los intervalos entre activadores se produjo un acúmulo de tensiones residuales a medida que progresaba el tratamiento. Las tensiones que se producen a la aplicación de la fuerza se relacionan con dos fenómenos: uno inmediato, dental, en respuesta a las activaciones del tornillo en las que el diente se mueve hacia el ligamento periodontal adjunto, junto al inicio, por el mismo movimiento dental, del doblado del hueso alveolar. A los 3 ó 4 días, sin embargo, aparece un segundo fenómeno que se caracteriza por un incremento de la resistencia debida al desplazamiento del complejo maxilar. Fenómeno que está influido por las suturas circunmaxilares. Las diferentes respuestas a la EPR probablemente estén relacionadas con la diferente osificación sutural de cada individuo. Clínicamente puede haber expansiones parecidas en individuos con suturas abiertas y con suturas muy osificadas, sin embargo, el nivel de tensión y el patrón de desarrollo pueden diferir substancialmente. Durante la fase activa, en la que se produjo la disyunción maxilar, no se observó un descenso abrupto de la tensión. Por esta razón, la teoría de que la mayor resistencia a la expansión proviene de la sutura mediopalatina no se sostiene. Por el contrario, la respuesta del complejo circunmaxilar parece ser el factor principal del acúmulo de tensión a medida que avanza el tratamiento. La principal característica de la fase de Retención fue la falta de disipación de la fuerza. Esta tensión tiene probablemente dos fases: una primera fase caracterizada por el incremento continuo de la tensión y de la expansión que se debe a la expresión completa, durante la primera fase de la retención, del potencial de las últimas activaciones del tornillo. La segunda fase se caracteriza por la preservación del nivel de tensión presumiblemente relacionado con la tensión ocasionada por la recidiva ósea (la reacción de rebote del complejo maxilar para volver a su posición original). El sistema no vuelve a una tensión 0 hasta que no cesa el potencial de recidiva. Una prueba indirecta de la cantidad de tensión acumulada en el sistema es la observación, en las partes 1 y 2 de este estudio, que en los dos meses sin aparatología recidivaban ambas distancias intermolar e intercanina. período de retención lo necesario para asegurar la reconstrucción del tejido óseo y la maduración completa del hueso recién aposicionado que minimice la recidiva. En especial, mantener la expansión principalmente en la zona anterior que es la que más tendencia tiene a recidivar. Las radiografías oclusales permitirán el control del proceso de remineralización de la sutura. La parte 2 resulta particularmente interesante porque se estudian las diferencias entre los animales en que se produce disyunción (D) y en el animal con sinostosis de la sutura palatina (ND). La expansión en los animales D es un fenómeno principalmente esquelético, una disyunción, mientras que en el animal D es puramente dental. La expansión puramente dental puede conllevar problemas como reabsorción radicular o exposición de las raíces fuera de la tabla ósea. Además, la expansión dental se demuestra mucho más inestable que la esquelética. Como método de control, se reafirma el valor de la radiografía oclusal para confirmar la disyunción y ver la evolución de la remineralización de la sutura. Los autores utilizan el escaneo estandarizado de las radiografías oclusales con un fotodensitómetro para valorar la maduración de la sutura palatina de los pacientes. Esto puede ayudar a individualizar mejor las necesidades de cada paciente. Otra cuestión relevante ya comentada en la parte 1 del estudio es la menor estabilidad de la expansión canina con respecto a la expansión posterior. De nuevo, se enfatiza la necesidad de prolongar la retención en la región anterior del maxilar. Por último, en la tercera parte de este estudio se muestra de forma indirecta que existen unas tensiones importantes en el propio maxilar y en los huesos circunmaxilares que explican la tendencia a recidivar de la expansión. A medida que aumenta la edad de nuestros pacientes, la posibilidad de mayor interdigitación ósea puede dar lugar a una mayor resitencia y a una menor estabilidad de los movimientos esqueléticos. Como se indicaba antes, parece razonable tener previsto, y comentado con el paciente, la posible ayuda quirúrgica si el caso precisa una disyunción maxilar. La investigación desarrollada por Vardimon, Brosch et al aporta información interesante desde un punto de vista clínico. En la primera parte de la investigación se evidencia que en la mayoría de animales la EPR recidivaba y sólo en el 22% fue estable. Como se repite a lo largo de las otras partes del estudio, una conclusión clara es que hay que prolongar el Expansión maxilar ortodóncica y sus efectos sobre la enuresis nocturna Orthodontic maxillary expansion and its effect on nocturnal enuresis Kurol J, Modin H, Bjerkhoel A Angle Orthod 1998; 68(3): 225-32 El objetivo de este estudio prospectivo fue el de analizar el efecto de la expansión palatina rápida (EPR) en casos de Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 66 Revista de revistas enuresis nocturna crónica. En concreto los autores querían investigar: si los niños con enuresis nocturna mostraban obstrucción nasal y maloclusión que pudiera ser tratada con expansión del maxilar, y el efecto que la EPR tenía sobre la anchura palatina, la obstrucción de la vía aérea y la enuresis nocturna. La muestra estaba compuesta por diez individuos, 8 niños y 2 niñas, de ocho a treces años de edad, que presentaban una enuresis nocturna crónica. Todos ellos estaban sanos y no padecían ningún tipo de patología ni anormalidad a nivel vesical o del esfínter. Asimismo, los diez niños habían seguido el tratamiento convencional que se aplica en Suecia para este problema que consiste en el uso de alarmas que detectan la humedad en la cama. Además, en siete de ellos también se había utilizado un sustituto de hormona antidiurética. A nueve de los diez niños les examinó un especialista ORL que no detectó ningún problema. En seis de estos niños se consideró que existía respiración oral. Sólo uno tenía una mordida cruzada unilateral. En ocho de los diez niños la oclusión sagital era de Clase II. Con la telerradiografía lateral de cráneo se evaluó el paso aéreo faríngeo y únicamente dos de los pacientes mostraban un espacio insuficiente a este nivel. A toda la muestra se le practicó una rinomanometría anterior previa y posterior a la expansión maxilar. La expansión maxilar se realizó con un aparato tipo Hyrax soldado a las bandas de molares y primeros premolares. Se hicieron dos activaciones diarias, durante unos 10-15 días, hasta conseguir casi una mordida en tijera. Una vez terminada la expansión se reemplazó el disyuntor por un arco lingual que estaba en contacto con todos los dientes y una barra palatina, soldados a las bandas de los molares, que permaneció en boca seis meses. Los padres de los niños controlaron la forma de dormir, su estado de alerta, sus resultados escolares y el número de noches en que hubo enuresis. Tras la expansión maxilar en 7 de los 10 niños mejoró la enuresis nocturna sólo un mes después de la expansión. De los siete, en cuatro las noches ya fueron secas y los otros tres tuvieron una reducción marcada de la frecuencia de enuresis. En dos de los niños en que no hubo respuesta nocturna se observó que dormían mejor, iban mejor en el colegio y se sentían más despiertos de día. La medida del paso aéreo estudiada en la telerradiografía mostraba variaciones norma- les de acuerdo con los estándares para su edad. La resistencia nasal mejoró en todos los niños un 33% de promedio, con una mejora más marcada en los niños más jóvenes. La mejora en la resistencia nasal no estaba asociada con el efecto positivo sobre la enuresis nocturna. Este hecho se comprueba porque en algunos indidividuos en que hubo una mejora excelente de la resistencia nasal todavía mojaban la cama. A los cuatro años no se evidenciaron recidivas. En ocho de los niños no hubo más enuresis nocturna y otro (de 14 años) mojaba la cama ocasionalmente o bien día sí, día no. El último niño continuaba mojando la cama cada noche a los 15 años. La enuresis nocturna no es un problema raro y se presenta en las niñas mayores de 5 años o en los niños mayores de 6 años que mojan la cama más de dos veces al mes. Las cifras de prevalencia indican que hay un 15-20% de niños de 5 años con enuresis nocturna. Este porcentaje disminuye al 4-5% en los niños de 12 años. Aunque los resultados son prometedores, un 70% de mejora al mes de tratamiento, en comparación con la evolución espontánea que se estima, que es del 15% anual, no se obtuvieron evidencias concluyentes sobre los mecanismos responsables de la mejora. De hecho, no se detectó ninguna asociación entre el efecto sobre la enuresis nocturna y todos los parámetros registrados. El trabajo de Kurol et al muestra una mejora en la frecuencia de enuresis nocturna en el 80% de la muestra estudiada a los cuatro años de haber realizado una disyunción maxilar. Sin embargo, de estos buenos resultados no se puede, como indican los autores, concluir evidencias sobre la manera en que el tratamiento ha influido sobre la enuresis nocturna. Con todo, la disyunción maxilar es una alternativa de tratamiento a los pacientes con enuresis crónica que se puede ofertar a los pediatras. Más estudios clínicos prospectivos como este han de ayudar a clarificar el papel de la disyunción en la corrección de este problema infantil. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 67