NACIONES UNIDAS COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE - CEPAL ORIGINAL: ESPAÑOL Seminario internacional Paridad de género y participación política en América Latina y el Caribe Santiago, Chile, 5 y 6 de octubre del 2006 PONENCIA PRESENTADA POR LUCY GARRIDO _____________________________________________ El presente documento fue elaborado por Lucy Garrido. Las opiniones expresadas en este documento, el cual no ha sido sometido a revisión editorial, son de la exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Organización. LIBRES E IGUALES (Diccionario de la Real Academia Española) Esclavo/va.: dícese de la persona que por estar bajo el dominio de otra carece de libertad. Después de la abolición de la esclavitud, sería impensable que se compraran o vendieran personas, que se les hiciera trabajar de sol a sol, que se les prohibiera u obligara a reproducirse... Ahora todos somos iguales ante la ley. Nadie está bajo el dominio de nadie y la libertad y la igualdad son el fundamento estructural de nuestras repúblicas democráticas. Nuestros estados reconocen la libertad de las personas, por lo tanto, las constituciones reconocen la autonomía y el libre desarrollo de la personalidad y no puede haber leyes ni decretos que desconozcan el derecho de cada quien a decidir como sujeto ético sobre el sentido de su vida. Sin embargo, las mujeres no podemos decidir interrumpir un embarazo que no deseamos. La iglesia decide que el aborto es un pecado; el estado decide que el aborto es un crimen; los médicos pueden decidir que son objetores de conciencia; en el Uruguay los parlamentarios van a ver si se animan a decidir porque el Presidente decidió que vetaría la ley. Todos deciden que las dueñas del cuerpo no pueden decidir. Todos deciden sobre un cuerpo ajeno mientras se sigue violando el derecho a la libertad, la igualdad, la vida, la salud y la integridad de las mujeres. Solo las mujeres pueden quedar embarazadas y solo ellas pueden abortar. Prohibirles el acceso a los servicios que solo ellas necesitan, es discriminatorio y hace trizas el derecho a la igualdad. ¿Qué tiene que ver esto con la Paridad? Las grandes luchas de las mujeres han sido por estos dos temas fundamentales: la igualdad y la libertad. En el 2004 las uruguayas luchamos al mismo tiempo por dos proyectos de ley, uno que levantaba las cuotas en el poder legislativo y otro que legalizaba el aborto. El proyecto de ley de cupos/cuotas demandaba el tema de la igualdad, el otro proyecto el de la libertad de decidir sobre nuestros propios cuerpos. En la práctica, perdimos las dos luchas. Pero en las encuestas de opinión pública fuimos las amplias ganadoras. Si todos los números indicaban que la mayoría de la población estaba a favor de los dos proyectos, ¿a quiénes representan los políticos que se opusieron a ellos? ¿Si los legisladores son representantes nuestros y les pagamos los sueldos para que nos representen, ¿qué están haciendo con los términos de referencia de sus contratos laborales? ¿Por qué no los cumplen? ¿Más mujeres en el poder aseguraría que cambia la situación de las mujeres? No soy escencialista, pero creo que si. Y eso lo ha probado la Bancada Femenina en el Poder Legislativo en Uruguay que ha logrado importantes cambios, no solo en el imaginario colectivo que ya es fundamental, sino en las cuestiones prácticas que pueden mejorar la vida de las mujeres. Y eso es lo que se está probando en Chile en este mismo momento cuando los debates sobre la píldora del día después, la unión civil y la seguridad social ocupan la escena política. La Presidenta y su gabinete paritario son responsables de esto y vaya si la paridad, tanto en España como en Chile, está profundizando y modernizando las democracias. Aristóteles dijo que la democracia es el gobierno de los pobres, y que cuando gobiernan los ricos se llama oligarquía. Entonces, la probabilidad de que los ricos representen bien a los pobres es casi inverosímil. Tan inverosímil como que los hombres representen con justicia, los intereses de las mujeres, aunque haya muchos que lo hagan. Montesquieu había dicho que la libertad de una sociedad se mide por la libertad de sus mujeres. ¿Qué democracias queremos? ¿Qué tan libres y modernas? ¿Qué tan avanzadas y pluralistas queremos a nuestras democracias? ¿Qué tan representativas??? La paridad afecta a la representación y a sus mandatos. Es un concepto que apunta directamente a la distribución del poder en la democracia. Las instituciones cambian no sólo por su "misión", también por su composición estructural (sino, nadie estaría discutiendo la importancia de cambiar la composición del Comité de Seguridad de las Naciones Unidas). Por eso la lucha principal es la lucha por el poder. La transversalización del género es útil, pero sin mujeres ocupando cargos de poder real, la agenda de las mujeres no se llevará a cabo. Es más ninguna agenda que tenga como objetivos principales la justicia económica y social, los derechos humanos, la democracia avanzada, podrá llevarse a cabo. Esto lo están viendo cada vez más claramente los partidos políticos. Unos, porque las luchas del movimiento feminista durante décadas, unido ahora a las plataformas de acción y las convenciones internacionales, junto a los instrumentos de comunicación que hemos aprendido a manejar, han hecho visible los millones de votos que representan las mujeres. Otros, porque se dan cuenta que la crisis de representatividad y de gobernabilidad requieren de cambios inevitables y desde el pragmatismo más puro deciden subirse al carro. En Uruguay, pocos meses antes de las elecciones, Cotidiano Mujer lanzó en un seminario la INICIATIVA 50/50. Recibimos una extensa carta de la Vicepresidenta Primera de España, Maria Teresa Fernández de la Vega, de la que quiero leerles un fragmento: “Mi larga experiencia en la vida pública me hace pensar sin embargo, que todos los logros que hemos conseguido y que aún nos quedan por conquistar no serían posible sin un movimiento feminista activo…Como Vicepresidenta Primera del Gobierno de España les envío un fraternal saludo y las animo a seguir luchando activamente para que las mujeres conquistemos al fin la igualdad deseable en una democracia avanzada. Es imprescindible conseguir que en todos los países del mundo, las mujeres puedan vivir libremente y sea posible compartir en igualdad de condiciones el empleo, las responsabilidades familiares y también el poder. Y aunque pueda parecer que las victorias obtenidas son escasas o la representación exigua, estoy convencida de que cuando una mujer da un paso adelante, todas las mujeres avanzamos." Lucy Garrido