TEMA 7. PICADURAS Y MORDEDURAS

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TEMA 7. PICADURAS Y MORDEDURAS
1. Mordeduras
2. Picaduras
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Plantas urticantes
En las condiciones de vida actuales es raro encontrarse con un animal venenoso, más raro
aún es que la persona sea atacada por él y son contados los casos con consecuencias muy
graves o muertes.
Sin embargo, la mayor posibilidad de que estos casos ocurran sucede en las actividades al
aire libre, en campamentos y en la práctica de actividades físicas y deportivas en el entorno
natural.
Por eso es conveniente conocer las picaduras y mordeduras más frecuentes y cómo
comportarse ante ellas.
1. MORDEDURAS
ACTUACIÓN GENERAL EN CASO DE MORDEDURA
En general, las mordeduras tienen principalmente dos complicaciones:
La infección (tétanos).
La rabia: Enfermedad mortal debida a un virus que se presenta en la saliva del animal enfermo, y
que se transmite al hombre por contacto directo (mordedura, arañazo, o saliva depositada sobre
una herida).
Primeros auxilios:
Limpieza meticulosa de la herida con agua y jabón.
Parar la hemorragia (en caso de que la haya).
Cubrir la herida con un apósito estéril.
Traslado obligatorio a un centro sanitario para profilaxis antitetánica y vacunación antirrábica (en
caso necesario).
Si es posible, hay que comprobar si el animal que ha mordido está contaminado por el virus,
capturándolo y llevándolo a un veterinario.
2. PICADURAS
2.1. Picaduras de serpiente
2.2. Picaduras por peces y medusas
2.2.1. Peces
2.2.2. Medusas
2.3. Picaduras por insectos y otros animales
2.3.1. Abejas y avispas
2.3.2. Arañas
2.3.3. Escorpiones
2.1. Picaduras por serpientes
Las picaduras por serpientes, que son más bien mordeduras, suelen ser accidentales y afectan casi siempre
a extremidades superiores o inferiores.
Los síntomas dependen de la cantidad, potencia y naturaleza del veneno, que a su vez depende de
la especie de serpiente.
La evolución de las picaduras suele ser buena, aunque existe un 5% de casos que, por diversos
motivos, puede provocar la muerte.
La gravedad de la picadura suele ser mayor cuanto más grande es la serpiente (inocula más
veneno), cuanto más joven sea (son más agresivas y concentran más el veneno), cuando la
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mordedura es en la cara, tronco o directamente en un vaso sanguíneo, y si la víctima es una
persona debilitada, un anciano o un niño.
En las mordeduras de cara o cuello se puede producir asfixia al obstruirse la vía respiratoria por
inflamación o edema
Síntomas
Se aprecian marcas de dientes como dos punciones seguidas, no siempre, de otras menos
evidentes y dispuestas en dos filas paralelas.
El dolor y la inflamación local no son significativos, incluso pueden no darse.
Algunas víboras y serpientes pueden producir picaduras con dolor intenso, acompañado de
inflamación y edema que se extiende incluso a toda la extremidad, pudiendo ocasionar gangrena.
Los primeros síntomas generales son debilidad, mareo, náuseas, vómitos, temblores musculares,
hormigueo en los dedos y sueño.
En casos graves puede haber parálisis de la musculatura del cuello y extremidades, fatiga y
dificultad para respirar.
Primeros Auxilios
Alejar a la víctima de la zona de riesgo para evitar nuevas mordeduras. No hay que correr, sino
alejarse lentamente. Si la serpiente está cerca le tiraremos algo encima y huiremos en sentido
contrario.
Poner a la víctima en reposo, sobre todo la extremidad mordida, desinfectando con povidona yodada en el
lugar de la mordedura.
Nunca chupar el veneno de la herida ( eso es sólo en las películas)
Tampoco se deben hacer incisiones en el lugar de la mordedura, ya que eso facilita que el veneno
penetre más profundamente.
Facilitar a la víctima la administración de suero antiofídico lo antes posible, que es el único
tratamiento efectivo ante la mordedura de una serpiente venenosa
2.2.1. Picaduras por peces
Son numerosas las especies de peces, tanto en mares calientes como fríos, que viven en fondos rocosos y
arenosos.
Los más frecuentes son los llamados “peces escorpión”, conocidos por numerosos nombres como
escorfinas, escorpiones, rascacios, escarapotes, fanecas bravas….
Son peces que causan pinchazos con las espinas de su aleta dorsal, donde tienen glándulas venenosas, al
ser pisados de forma accidental, ya que se entierran en los fondos de arena. Es más frecuente con marea
baja.
Los efectos del pinchazo son leves, pero muy dolorosos durante horas e incluso días si no se tratan
correctamente, y pueden producir inflamación local e infección. Las picaduras son más graves cuanto
mayor sea el número de espinas clavadas (mayor veneno inoculado) y en niños y ancianos.
También son frecuentes las rayas. La mayoría no son venenosas, pero tienen una cola en forma de látigo
en cuyo final hay un aguijón o arpón donde tienen glándulas venenosas.
También viven semienterradas en la arena, y al pisarlas o molestarlas pueden agitar su cola y dar un golpe
clavando el aguijón. Es conocida la muerte por esta acusa de un famoso fotógrafo marino, que tuvo la
mala suerte de que la raya le clavara el aguijón a la altura del corazón.
Primeros Auxilios
Comprobar la picadura e identificar al pez. Una herida más o menos profunda, con restos de
aguijón indica que puede ser una raya, mientras que una herida punzante puede hacer sospechar de
un pez escorpión.
Limpiar la herida con suero salino para arrastrar los restos de aguijón.
Explorar la herida para impedir que queden restos de aguijón o púa, utilizando un desinfectante de
amplio espectro como povidona yodada, para evitar infecciones posteriores.
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Aplicar calor, sumergiendo el lugar de la picadura en agua caliente (unos 45º) durante 20-25 min,
lo que inactiva las toxinas de los peces por el efecto del calor. El calor aplicado también alivia el
dolor. Las picaduras que afecten a tronco o cara pueden tratarse con compresas de agua caliente.
Elevar y dejar reposar la extremidad afectada.
Evitar el uso del frío local, corticoide o antihistamínico, ya que no han demostrado grandes
ventajas.
2.2.2. Medusas
Las medusas tienen unos tentáculos venenosos, por lo que la gravedad de sus picaduras está en relación al
número de ellos.
Las más comunes en nuestra costa suelen producir un intenso dolor y sensación quemante, pudiendo
provocar náuseas, vómitos, parálisis o calambres musculares, dificultad respiratoria y, en algunos casos
raros, pérdida de consciencia y muerte (por reacciones anafilácticas).
Casi siempre producen enrojecimiento y ampollas que causan picor y pueden evolucionar hacia úlceras y
destrucción del tejido
Primeros Auxilios
Extraer los tentáculos adheridos a la piel ( si los hay todavía), lo que puede conseguirse con ácido
acético al 5%, vinagre o alcohol al 70%.
Aplicar hielo sobre la picadura y algún analgésico.
Desinfectar la herida completamente y vendar la misma.
En casos extremos mantener la vigilancia, ya que puede ser necesaria oxigeno-terapia y RCP
básica.
2.3.1. Picaduras de abejas, abejorros y avispas.
Las picaduras de las abejas no suelen ser graves, aunque en caso de hipersensibilidad pueden
provocar una reacción anafiláctica muy grave.
También puede ocurrir una picadura simultánea de cientos de abejas que agravan la situación. Al
vivir en grandes colonias liberan sustancias de alarma que pueden atraer a otras compañeras.
Causan un edema generalizado, lesiones con ampollas, shock anafiláctico e insuficiencia renal
aguda.
Los abejorros rara vez pican, ya que son menos agresivos que las abejas, y su picadura es idéntica
a la de éstas.
También las avispas tienen un veneno parecido a las abejas, pero su aguijón es distinto y puede
producir varias picaduras sucesivas, sin que quede clavado y fijo en la piel, como sucede con las
abejas.
Primeros Auxilios
Extraer el aguijón con cuidado, por raspado o con unas pinzas, pero sin exprimir, para evitar una
mayor inyección de veneno.
Aplicar hielo para disminuir el dolor y la ligera inflamación que provoca.
En caso de hipersensibilidad trasladar urgentemente a un centro sanitario.
2.3.2. Arañas
Las arañas poseen veneno para paralizar a sus presas habituales (insectos)
De las 50.000 especies conocidas sólo dos docenas suponen un peligro, ya que la mayoría poseen
un veneno inofensivo para el hombre o la araña es incapaz de penetrar la piel humana.
Las más peligrosas se encuentran en Asia, África, América y Australia, aunque también en el sur
de España se han descrito algunos casos de picaduras graves (Loxosceles rufescens o araña de
rincón)
Las picaduras suelen pasar desapercibidas y más adelante aparecen:
dolores cada vez más intenso por todo el cuerpo
ardor o escozor en la planta de los pies
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calambres y espasmos musculares
rigidez en la pared abdominal
dolor de cabeza, náuseas y vómitos
sudoración y ansiedad
Primeros Auxilios
Buscar la picadura: dos marcas redondas separadas por una distancia de 1 o 2 mm.
Controlar las constantes vitales debido al riesgo de parada cardiorespiratoria y rigidez muscular
extrema.
Traslado a un centro sanitario.
2.3.3. Escorpiones
Son arácnidos de grandes pinzas, que terminan en una especie de cola con glándulas venenosas
que desembocan en dos orificios de un aguijón curvo.
Son nocturnos, viven en el sur de España, en algunas zonas húmedas y en algunas islas.
Los más frecuentes son el escorpión europeo, amarillo o alacrán.
Síntomas
Dolor fugaz y leve
Puede ocasionar también:
 Picor
 Náuseas y sudoración
 Visión borrosa
 Taquicardias
 Aumento de la Tª
 Inflamación y hematomas
 Ampollas con contenido hemorrágico
En ocasiones de gravedad pueden aparecer :
 dificultades respiratorias
 contracciones musculares generalizadas
Pudiéndose llegar incluso al estado de coma y muerte
Primeros Auxilios
Identificar la especie de escorpión, para conocer su mayor o menor gravedad.
Inmovilizar y elevar la extremidad afectada.
Aplicar hielo local para disminuir la inflamación.
Desinfectar la herida y recomendar traslado urgente a un hospital.
En casos extremos puede ser necesaria oxigenoterapia y RCP.
2.3.4. Garrapatas y sanguijuelas
El mayor peligro de las sanguijuelas no radica en que puedan 'chupar' toda la sangre, sino en que al
hacerlo administran una sustancia anticoagulante que sigue actuando hasta diez horas después de haber
abandonado a su huésped. Por lo tanto, las heridas que provoquen seguirán sangrando y serán más
difíciles de contener que una herida normal de las mismas características. Su tratamiento debe ser como el
de cualquier otra herida
Las garrapatas hay que desprenderlas con sumo cuidado ya que podría quedarse prendida la
cabeza y originaría infecciones graves.
Si ya está fuertemente adherida, tratamos de desprenderla echándole unas gotas de trementina o
tocándola con una aguja caliente o la punta de un cigarrillo encendido.
Si aún así se mantiene prendida, no tratamos de separarla tirando de ella. La cubrimos con aceite,
vaselina o cualquier otra pomada, impidiendo así la respiración del insecto; al cabo de media hora
suele desprenderse.
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Si tampoco este método diera resultado, cogemos la garrapata con unas pinzas (nunca la toque con
los dedos), tirando de ella lenta y suavemente para no aplastarla y lograr que se desprenda totalmente
la cabeza.
Lavamos después, abundantemente, la región afectada, frotando con agua y jabón.
Las garrapatas pueden trasmitir diversas infecciones, pero generalmente esto no ocurre si no han
permanecido adheridas mucho tiempo. Si la picadura se inflamara o produjera fiebre, o la garrapata
estuviera incrustada en la piel, acudimos a un centro asistencial.
3. Plantas urticantes
El contacto con las plantas urticantes (ortigas) puede provocar sobre la piel una reacción local con
irritación, ardor y picor (prurito).
Primeros auxilios
No rascar ni frotar la zona afectada.
Enfríe la zona con agua o aplique amoniaco sobre la zona afectada
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