CLÍNICA VETERINARIA DE PEQUEÑOS ANIMALES Año 2012 Volumen 32 “Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” Nº 1 LA COMBINACIÓN ÚNICA: Neurología 7 Enfermedad discal intervertebral (I): anatomía, fisiopatología y signos clínicos Oftalmología 15 Albert Einstein B. Braun VetCare, tu aliado en la anestesia AHCC + Nucleoforce® ______________ EFECTO SINÉRGICO demostrado y patentado Claves clínicas para el diagnóstico y tratamiento de las úlceras corneales en el perro Medicina interna 27 Estenosis esofágica en un perro. Resolución endoscópica Dermatología 33 Dermatitis y foliculitis pustulosa acantolítica en un perro geriátrico sugestiva clínicamente de una dermatosis pustulosa lineal idiopática B. Braun te ofrece todas las soluciones para realizar una anestesia completa. AVEPA Actualidad Para más información visita nuestra web: www.bbraun-veterinaria.es B. Braun VetCare S.A. | Ctra. de Terrassa, 121 | 08191 Rubí (Barcelona) www.bbraun-veterinaria.es Revista Oficial de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales VO! E U ¡N IM PRO MUNE ® Mayor eficiencia en la respuesta inmune Promueve una mayor eficiencia en la capacidad de respuesta inmune,, actuando sobre la respuesta innata y la respuesta adaptativa. 20 y 40 comprimidos palatables www.veterinaria.bioiberica.es Índice 2012, Vol. 32, nº 1 Editorial 3 Artículos de Revisión Enfermedad discal intervertebral (I): anatomía, fisiopatología y signos clínicos D. Sánchez-Masian, E. Beltrán, J. Mascort, A. Luján-Feliu-Pascual 7 Claves clínicas para el diagnóstico y tratamiento de las úlceras corneales en el perro M.T. Peña, M. Leiva 15 Artículos Originales Estenosis esofágica en un perro. Resolución endoscópica R. Crespo, A. Gil, I. Ayala 27 Dermatitis y foliculitis pustulosa acantolítica en un perro geriátrico sugestiva clínicamente de una dermatosis pustulosa lineal idiopática A. Dalmau, L. Ordeix Caso clínico de Traumatología ¿Cuál es tu diagnóstico? AVEPA Actualidad R O C 33 39 43 46 Artículo de revisión. Artículo original referido a múltiples casos clínicos. Artículo original referido a un solo caso clínico. Directorio Junta Central de AVEPA Presidente Artur Font Utset (Barcelona) 2012, Vol. 32, nº 1 Comité Científico de AVEPA Presidente: Rafael Molina López (Barcelona) Vicepresidente Jordi Franch Serracanta (Barcelona) Miembros Tesorero Vicenç Gimeno Rivero (Barcelona) Valentina Lorenzo Fernández (Madrid) Secretario Ana Ríos Boeta (Madrid) Director Científico Rafael Molina López (Barcelona) Secretario Científico Gustavo Machicote Goth (Pontevedra) Coordinador de Vocalías Andrés Somaza Serantes (La Coruña)) Comité Editorial de la Gustavo Machicote Goth (Pontevedra) Cristina Fragio Arnold (Madrid) Oscar Cortadellas Rodríguez (Valencia) Toni Navarro Alberola (Alicante) Xavier Roura López (Barcelona) Publicación trimestral. La revista de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) no se responsabiliza de ninguna manera de los conceptos contenidos en todos aquellos trabajos firmados. Copyright 1991 AVEPA. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, transmitida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo las fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de recuperación de almacenaje de información sin la autorización por escrito del titular del Copyright. Revista Oficial de AVEPA Directora de la Revista Amalia Agut Giménez (Murcia) Comité Editorial Asociado Albert Lloret Roca (Barcelona) Pilar Lafuente Baigorri (Zaragoza) Realización editorial, impresión y distribución: Ice Salud & Vet. Mejía Lequerica, 12, 5º 4ª 08028 Barcelona [email protected] - www.icesaludvet.com ISSN. 1130-7064. Depósito Legal. B-25.427-81 Editorial 2012, Vol. 32, nº 1 Incluir nuestra revista en el MEDLINE E Amalia Agut Directora de la Revista “Clínica Veterinaria de Pequeños Animales” stimados socios y colegas, Iniciamos un nuevo año y con ello nuevos objetivos para nuestra revista “Clínica Veterinaria de Pequeños Animales”. El principal objetivo que nos hemos propuesto es incluir nuestra revista en el “MEDLINE® Journal Selection”. MEDLINE es la principal base de datos bibliográficos on-line, contiene más de 19 millones de referencias de artículos de revistas relacionadas con temas de la biomedicina y ciencias de la salud, y es el principal componente del PubMed®. Para poder optar a la inclusión de nuestra revista en el MEDLINE, ésta tiene que cumplir una serie de requisitos, tanto a nivel de contenido como de editorial. Aunque algunos de ellos ya se cumplen, sin embargo en otros tenemos que hacer algún cambio para alcanzarlos. Así, se ha modificado ligeramente el sistema de evaluación de los artículos. Hace ya algún tiempo se introdujo el sistema explícito de revisión externa a ciegas por pares. Para poder cumplir con este procedimiento de revisión, ya no se dispone de un comité científico fijo para la revista, si no que se utiliza un sistema abierto, donde cualquier especialista en la materia puede participar como revisor. Para desarrollar perfectamente este sistema de evaluación, los autores no deben de incluir en el texto referencias explicitas a la clínica, hospital o institución donde se realizó el trabajo. También, se debe demostrar que se cumple con la normativa ética relativa al manejo de los animales. Además, debe indicarse en el manuscrito cualquier fuente de financiación que haya soportado la realización del estudio. Por último, los autores deberán explicitar si tienen o no algún conflicto de interés dentro del contexto del trabajo realizado (económico, personal, etc.). Consecuentemente, los autores de los manuscritos aceptados deberán, expresamente, realizar la cesión de los derechos de autor a AVEPA, en cuya cesión quedaran debidamente reflejados los puntos descritos anteriormente. Se ha incrementado notablemente durante los últimos meses el número de artículos recibidos. Quiero agradecer vuestra confianza en la revista ya que dicho incremento es fruto de la participación de todos los socios, bien de forma individual o desde los Grupos de Trabajo. Para facilitaros el trabajo, hemos agilizado la tramitación de los artículos, ya que todo se gestiona a través del correo electrónico de la secretaria de AVEPA, [email protected]. No obstante, seguimos teniendo por objetivo mejorar la revista, haciéndola más accesible, atractiva e interesante para todos los socios. Así en breve esperamos que la tramitación de los artículos pueda hacerse on-line a través de la página web de AVEPA. También, pretendemos que sea posible introducir videos en aquellos artículos que lo requieran, los cuales podrán visionarse en la versión on-line de la revista, ya disponible en la página web de AVEPA. Recordaros que en este número de la publicación, al final de la misma, se encuentran las normas que los autores deben seguir para la preparación de los artículos. Al respecto, se ha realizado un pequeño cambio, incluyendo el siguiente párrafo en la parte de Material y Métodos para recordar que “los autores no deben de incluir en el texto, el nombre de la clínica, hospital o institución donde se realizó el trabajo”. Las normas de publicación también las tenéis a vuestra disposición en la http:// www.avepa.org, sección de la revista. 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Nº Registro: 2383 ESP Entidad titular de la autorización de comercialización: Laboratorios Dr. ESTEVE, S.A.Avda. Mare de Déu de Montserrat, 221 08041 – Barcelona (España). www.esteve.es Enfermedad discal intervertebral (I): anatomía, fisiopatología y signos clínicos Intervertebral disc disease: anatomy, pathophysiology and clinical presentation D. Sánchez-Masian,1,2 E. Beltrán,2 J. Mascort,1 A. Luján-Feliu-Pascual1 Hospital Ars Veterinaria C/ Cardedeu 3, Barcelona (España) Centre for Small Animal Studies. Animal Health Trust. Lanwades Park. Kentford, Newmarket. Suffolk (Reino Unido) 1 2 Resumen La enfermedad discal intervertebral es una patología habitual en la especie canina y menos común en la felina. La presentación clínica puede variar desde leve molestia espinal hasta severa disfunción motora y retención urinaria. La prevalencia de la enfermedad discal intervertebral en perros es del 2%, mientras que en gatos representa el 0,12%. Durante los últimos años, la investigación de esta patología se ha centrado en describir y entender los mecanismos que la originan, así como en mejorar las técnicas de diagnóstico y el tratamiento de los pacientes. R Palabras clave: Disco intervertebral, condrodistrófico, médula espinal, hernia discal. Keywords: Intervertebral disc, chondrodystrophoid, spinal cord, disc herniation. Clin. Vet. Peq. Anim, 2012, 32 (1): 7-12 Introducción La enfermedad discal intervertebral es una de las patologías espinales más frecuente en la especie canina.1 El objetivo de este primer artículo es familiarizar al clínico con la anatomía asociada al disco intervertebral, los diferentes tipos de degeneración discal descritos por Hansen y los mecanismos que la generan, así como la nueva terminología que se emplea para denominar la extrusión del núcleo pulposo de discos no degenerados. Finalmente se describirán las presentaciones clínicas relacionadas con el tipo de material discal protruido o extruido en cada caso particular. Un próximo artículo estará enfocado al diagnóstico, tratamiento y pronóstico de la enfermedad discal intervertebral. Anatomía A lo largo de toda la columna vertebral se puede apreciar la existencia del disco intervertebral entre los cuerpos vertebrales, excepto en la articulación atlanto-axial y en las vértebras sacras fusionadas.2 En un plano sagital a nivel de la unión entre dos cuerpos vertebrales pueden observarse tres estructuras fundamentales: núcleo pulposo, anillo fibroso (ambas forman parte del disco intervertebral) y placas terminales cartilaginosas (“cartilaginous end plates”), que forman parte de la vértebra. Cada una de estas regiones tiene una función característica. El disco intervertebral es una estructura compleja, cuya función principal es resistir y proporcionar estabilidad a la columna vertebral frente a diferentes cargas deformantes, permitiendo una cierta flexibilidad, siempre y cuando estas cargas estén dentro unos limites fisiológicos.3,4 El grosor del disco intervertebral es mayor en la zona cervical y lumbar, siendo en la zona cervical caudal (espacios intervertebrales C4-C5 y C5-C6) junto con el espacio L2-L3 donde se encuentran los discos de mayor grosor.5 Se ha descrito que en la raza Teckel los discos intervertebrales son más anchos que en otras razas.5 El anillo fibroso (Fig. 1) se forma a partir de las células mesenquimatosas embrionarias y se dispone alrededor del núcleo gelatinoso central (núcleo pulposo). Histológicamente está constituido por fibras de colágeno, dispuestas en capas o láminas microscópicas que surgen de las placas terminales cartilaginosas. Estas láminas se disponen paralelas entre sí y están principalmente compuestas de colágeno tipo I, con la capacidad de deslizarse unas sobre otras durante una sobrecarga biomecánica.4,6 Se ha demostrado que estas capas o láminas están principalmente interrumpidas en el aspecto dorsolateral del anillo fibroso, lo que sugiere que esta elevada discontinuidad puede inducir una cierta debilidad en este punto del disco intervertebral.4,6 El grosor del anillo fibroso en la especie canina es mayor en su aspecto ventral (entre 1.5 y 3 veces, según la zona de la columna vertebral) que dorsal, lo que origina la disposición excéntrica del núcleo pulposo y que parece aumentar el riesgo de extrusión o herniación dorsal hacia el canal vertebral.2 * Contacto: [email protected] Sánchez-Masian et al. MÉDULA LUMBAR NP = núcleo pulposo AF = anillo fibroso MÉDULA TORÁCICA Vértebra torácica Vértebra lumbar Ligamento de la cabeza de la costilla Costilla Médula espinal Médula espinal Ligamento longitudinal dorsal Placas terminales cartilaginosas Ligamento longitudinal dorsal Ligamento longitudinal ventral Ligamento intercapital Médula espinal torácica Disco intervertebral Figura 2. Ligamentos de la columna vertebral, aspecto dorsal y lateral (dibujos adaptados de esquema proporcionado por Elsa Beltrán). Ligamento longitudinal ventral Figura 1. Sección tranversa de un disco intervertebral lumbar. El anillo fibroso rodea el núcleo pulposo. El aspecto ventral del anillo fibroso es más grueso que la porción dorsal (dibujos adaptados de esquema proporcionado por Elsa Beltrán). La porción periférica del anillo fibroso es la única que está inervada, aunque escasamente, por algunas terminaciones nerviosas (fibras nociceptivas), a diferencia del anillo fibroso en la especie humana, que está extensamente inervado. El ligamento longitudinal dorsal, sin embargo, está ampliamente inervado y, de acuerdo con algunos autores, podría ser la fuente de la hiperestesia espinal (dolor discogénico) en perros que sufren desgarros del anillo fibroso o degeneración discal.4,7 El núcleo pulposo (Fig. 1), que es un remanente embriológico de la notocorda, forma el centro del disco intervertebral y está compuesto por una matriz extracelular de agua y proteoglicanos. Asociado a esta matriz extracelular existe una red de material fibroso (principalmente colágeno tipo II) y algunas células (por ejemplo, condrocitos, fibrocitos y células notocordales). Las células notocordales regulan la producción de proteoglicanos por parte de los condrocitos e intervienen en la proliferación celular.2,3 Los proteoglicanos están compuestos de una única proteína y numerosos polisacáridos, denominados glicosaminoglicanos. En el disco intervertebral de todas las especies, los glicosaminoglicanos de relevancia son el condroitín sulfato, queratán sulfato y ácido hialurónico. La elevada carga negativa de los proteoglicanos permite a la matriz extracelular del núcleo pulposo crear un gradiente osmótico significativo, que atrae y retiene las moléculas de agua alrededor de las moléculas de glicosaminoglicanos. El contenido de proteoglicanos cambia con la edad en perros sanos; aumenta el queratán sulfato con respecto al condroitín sulfato, y la capacidad para retener el agua disminuye.8 Se ha descrito que los perros de raza no condrodistrófica mantienen las células notocordales en los discos intervertebrales hasta la edad adulta, a diferencia de las razas condrodistróficas; de tal manera que preservar las células notocordales podría ser una manera de prevenir el desarrollo de la enfermedad discal intervertebral.9 Las placas terminales cartilaginosas (Fig. 2) cubren las epífisis de los cuerpos vertebrales, se adhieren al disco intervertebral y forman los límites craneal y caudal del mismo, lo que constituye el lugar de unión entre el disco y el cuerpo vertebral.2 Histológicamente están constituidas por cartílago hialino, con pequeños canales vasculares que conectan el disco con la médula ósea del cuerpo vertebral. Partículas pequeñas pueden atravesar su superficie mediante difusión para nutrir el disco intervertebral, ya que el mismo apenas está vascularizado. Algunos autores consideran que con la edad, el cierre de estos canales origina una insuficiente nutrición del disco intervertebral, lo que conlleva su degeneración.10 Asociados a los discos intervertebrales existen cuatro ligamentos: el ligamento longitudinal dorsal y ventral, el ligamento intercapital y el ligamento de la cabeza de la costilla (Fig. 2). El ligamento longitudinal dorsal se sitúa justo dorsal al cuerpo vertebral y dentro del canal vertebral; es más estrecho en el centro de la vértebra, y más ancho justo encima de cada uno de los discos intervertebrales. El ligamento longitudinal ventral está unido a las vértebras y a los discos, alcanzando un mayor desarrollo caudal en la región torácica media. El ligamento de la cabeza de la costilla se extiende desde la cabeza de la costilla hasta el disco y las dos vertebras adyacentes. Por último, el ligamento intercapital, que se encuentra desde T2 hasta T10, conecta la cabeza de una costilla con la cabeza de la costilla del lado opuesto a lo largo del aspecto dorsal del anillo fibroso en el suelo del canal vertebral, y ventral al ligamento longitudinal dorsal. Según algunos autores, la existencia del ligamento intercapital parece reducir el porcentaje de hernias discales entre Aproximadamente T2-T3 a T10-T11.2 El plexo venoso verteel 5% de los perros bral interno se dispone con patologías en el suelo del canal vermedulares cervicales tebral, converge en el cennecesitan apoyo tro del cuerpo vertebral y ventilatorio diverge sobre el disco intervertebral. Son estructuras vasculares muy finas y fáciles 2012, Vol. 32 nº1 de dañar. En el atlas y en el axis, las venas del plexo venoso vertebral interno se disponen en una posición más lateralizada, lo que puede dificultar la realización de punciones de líquido cefalorraquideo en la cisterna cerebelomedular, ya que pueden sangrar si la aguja se desvía de la línea media. Degeneración discal La degeneración de los discos intervertebrales se produce con la edad y se considera un proceso normal de envejecimiento. En 1952 Hansen describió dos tipos de degeneración discal intervertebral clasificados como Hansen tipo I o degeneración condroide (metaplasia condroide) y Hansen tipo II o degeneración fibroide (metaplasia fibroide), que pueden resultar en hernia discal y compresión medular.3 La metaplasia o degeneración condroide afecta principalmente a los discos de razas condrodistróficas (Teckel, Basset Hound, Pekinés, Bulldog Francés, Caniche, Shi Tzu, Lhasa Apso, Cocker Spaniel, Jack Rusell Terrier) cuando el animal es joven (2-9 meses de edad). Este tipo de degeneración conduce principalmente a la calcificación del núcleo pulposo y la consiguiente pérdida de las propiedades hidroelásticas del disco. La calcificación de los discos intervertebrales puede ser obvia en Teckels entre 6 y 18 meses de edad. El anillo fibroso también está debilitado en algunos perros, lo que predispone a herniación discal. Es importante mencionar que la degeneración condroide tambien puede ocurrir en perros de razas no condrodistróficas.3,11,12 La degeneración condroide se caracteriza por la pérdida de glicosaminoglicanos, incremento en el contenido de colágeno y disminución de su contenido en agua. La transformación progresiva del núcleo pulposo gelatinoso hacia cartílago hialino puede empezar a partir de los dos meses en Teckels, e incluye el reemplazo de las células mesenquimales del núcleo pulposo por células del tipo condrocitos.3 La metaplasia condroide se produce en todos los discos intervertebrales de la columna vertebral. La calcificación discal se ha descrito en todos los discos, pero son los situados en la región torácica, especialmente entre T10 y T13, los que desde el punto de vista radiológico más habitualmente se calcifican.11,12 La degeneracion fibrinoide es un proceso de envejecimiento que ocurre en perros de edad avanzada, descrito principalmente en razas no condrodistróficas. Se caracteriza por un aumento del colágeno fibroso del núcleo pulposo con la consiguiente degeneración del anillo fibroso; y puede producirse en cualquier zona de la columna vertebral. Este tipo de degeneración conduce a un mayor desplazamiento dorsal (“bulging”) del núcleo pulposo, debilitamiento del anillo fibroso y protrusión dorsal del disco intervertebral.3 A diferencia de lo que ocurre en la metaplasia condroide, la degeneración fibrosa afecta sólo a un número reducido de discos intervertebrales y el proceso de mineralización es infrecuente.3,7 Extrusión y protrusión discal La extrusión discal comprende la rotura completa del anillo fibroso (habitualmente su porción dorsal) y suele estar asociada con la degeneración condroide (Hansen tipo I). Como se ha mencionado anteriormente en el artículo, este tipo de degeneración puede conducir a un debilitamiento del anillo fibroso y movimientos normales de la columna vertebral pueden desencadenar la extrusión discal aguda. El material extruido puede provocar una compresión de leve a severa y en ocasiones contusionar la médula espinal. En 1970 Griffiths describió por primera vez un tipo de extrusión discal intervertebral, asociada a discos no degenerados, que puede ocurrir durante situaciones de ejercicio extremo o traumáticas, originando contusión de la médula espinal con escasa o inexistente compresión medular. El término más reciente para esta condición particular es extrusión aguda no compresiva del núcleo pulposo.13 Recientemente, Beltrán y col. han descrito la existencia de otra entidad clínica denominada extrusión aguda compresiva del núcleo pulposo hidratado (no degenerado) en la región cervical.14 El término extrusión aguda no compresiva del núcleo pulposo está descrito erróneamente en la literatura con diferentes nombres, tales como Hansen tipo III o extrusión discal aguda (“high velocity-low-volume”). Este tipo de extrusión se caracteriza por afectar a discos intervertebrales sanos (no degenerados) sujetos a una fuerza puntual excesiva. El disco intervertebral normal, durante ejercicio o trauma, es sometido a una sobrecarga tal, que provoca que el núcleo pulposo sea proyectado rápidamente hacia la médula espinal a través de un desgarro en el anillo fibroso. El núcleo pulposo extruído contusiona la médula espinal y se disipa dentro del espacio epidural sin originar compresión medular.13 El término extrusión aguda no compresiva del núcleo pulposo se emplea para describir la patología y ayuda a diferenciarlo de la extrusión discal más frecuente, que se produce tras la degeneración del disco intervertebral (metaplasia condroide o Hansen tipo I) y que, generalmente, resulta en contusión y compresión de la médula espinal.13 La protrusión discal afecta principalmente a razas no condrodistróficas y está asociada con la degeneración fibrinoide (Hansen tipo II). Este tipo de degeneración puede conducir a la protrusión discal y ambos, el anillo fibroso y el núcleo pulposo, pueden originar la compresión de la médula espinal. Es importante recordar que en este tipo de herniación discal, el núcleo pulposo está contenido en un anillo fibroso intacto, pero degenerado.3,12 Estudios recientes han demostrado que un alto porcentaje (62%-92%) de perros de razas no condrodistróficas, con un peso superior a 20 kilos, pueden sufrir extrusiones discales, a pesar de lo propuesto anteriormente por Hansen, que relacionaba las razas no condroditróficas con protrusiones discales.15,16 Sánchez-Masian et al. Presentación clínica y neurolocalización La presentación clínica es muy variable y puede depender también del tipo de hernia discal. La localización neuroanatómica puede dividirse en cervical craneal (segmentos medulares C1-C5), cervicotorácico (segmentos medulares C6-T2), toracolumbar (segmentos medulares T3-L3) o lumbosacra (segmentos medulares L4-S3 y cauda equina), dependiendo de los reflejos espinales y la presencia de tetraparesia (tetraplejia)/paraparesia (paraplejia) (Fig. 3). La raza Teckel tiene una mayor predisposición a desarrollar hernias discales que otras razas y la raza Beagle presenta una mayor incidencia de hernias discales cervicales que toracolumbares.17 Un estudio reciente ha demostrado las diferencias a nivel morfológico y celular de los discos intervertebrales cervicales, entre razas condrodistróficas y no condrodistróficas, que potencialmente podría explicar la elevada incidencia de extrusiones discales cervicales en perros de razas condrodistróficas comparado con las no condrodistróficas.18 El inicio de los signos clínicos como consecuencia de la extrusión del disco intervertebral puede ser hiperagudo agudo o gradual. Los signos clínicos pueden variar desde hiperestesia espinal hasta disfunción motora o sensitiva severa, originando ataxia y paresis/plejia. La hiperestesia espinal tiende a modificar la postura del animal, de tal manera que pacientes con dolor cervical pueden presentarse con una postura de cabeza baja (Fig. 4), y animales con hiperestesia toracolumbar con una curvatura dorsal de la columna vertebral (cifosis) (Fig. 5) o lateral (escoliosis). Los signos clínicos con este tipo de hernias también pueden manifestar periodos de mejoría y deterioro durante semanas o meses, lo cual puede ser debido a la extrusión gradual e intermitente de pequeñas cantidades de material discal dentro del canal espinal que causarían mayor compresión de la médula espinal. Las protrusiones del disco intervertebral suelen originar compresiones crónicas de la médula espinal, y por lo tanto los signos clínicos suelen tener un desarrollo crónico progresivo y la hiperestesia espinal puede ser, o no, un signo clínico evidente. Figura 3. Teckel de 4 años con paraplejía de inicio agudo. La resonancia magnética reveló la presencia de material extradural degenerado con compresión severa de la médula espinal, compatible con extrusión intervertebral discal T11-T12. 10 En pacientes con extrusiones agudas no compresivas del núcleo pulposo los signos clínicos dependen de la severidad de la contusión medular y se caracterizan por tener una presentación aguda, generalmente asimétricos y no progresivos después de las primeras 24 horas. Los signos clínicos, el curso de la enfermedad y los hallazgos de la mielografía y del líquido cefalorraquídeo en pacientes con extrusiones agudas no compresivas del núcleo pulposo, pueden ser muy similares a los descritos en perros con mielopatía isquémica. La Resonancia Magnética de alto campo y la experiencia en la interpretación de los hallazgos en neuroimagen ayudan a diferenciar estas dos patologías.13 La enfermedad discal intervertebral que afecta a la columna cervical suele originar alteraciones neurológicas generalmente menos severas, comparadas con la zona toracolumbar, excepto en la extrusión aguda compresiva del núcleo pulposo hidratado, donde se han descrito signos clínicos muy severos.14 Esto se debe probablemente a que el ratio canal vertebral/médula espinal es mayor en la columna cervical, lo que permite extrusiones discales de mayor volumen sin compromiso funcional severo de la médula espinal.19 Figura 4. Cocker Spaniel de 6 años con dolor cervical, con una postura característica de la cabeza. La resonancia magnética reveló la presencia de material extradural con compresión moderada de la médula espinal, compatible con extrusión intervertebral discal C2-C3. Figura 5. Caniche de 6 años de edad. Se aprecia el arqueamiento dorsal de la columna (cifosis). La resonancia magnética reveló la existencia de material extradural con compresión leve de la médula espinal, compatible con extrusión intervertebral discal T12-T13. 2012, Vol. 32 nº1 Valorar la severidad de la lesión medular asociada a una extrusión/protrusión discal es extremadamente importante, ya que puede influir significativamente en el pronóstico y manejo del paciente. Existen diferentes escalas para establecer los diversos grados de lesión medular espinal. Una posible gradación, considerada útil por los autores, sería la siguiente modificación de la escala descrita por Scott:20 - Grado 1: Hiperestesia espinal. - Grado 2: Paresia ambulatoria / ataxia. - Grado 3: Paresia no ambulatoria con función urinaria normal. - Grado 4: Parálisis con o sin incontinencia urinaria. - Grado 5: Parálisis con ausencia de nocicepción e incontinencia urinaria. Los pacientes que presentan hernias discales agudas o hiperagudas pueden tener signos clínicos de shock espinal y/o postura de Schiff-Sherrington, lo cual no determina el pronóstico y, simplemente, es indicativo de daño medular espinal agudo y severo.21-23 La postura de Schiff-Sherrington consiste en una hipertonía extensora que afecta a los miembros torácicos (manteniendo los movimientos voluntarios) y parálisis de los miembros pélvicos (Fig. 6). Es característico de lesiones que afectan a los segmentos medulares toracolumbares. La lesión espinal provoca una alteración de las vías inhibidoras ascendentes a nivel de unas células especializadas (“border cells”) localizadas en la sustancia gris lumbar. Los axones de estas células decusan para ascender a lo largo del fascículo propio contralateral y terminar en la intumescencia cervical, facilitando la inhibición de las motoneuronas de los músculos extensores. La afectación de las vías inhibitorias ascendentes resulta en extensión tónica de los miembros torácicos.21 El shock espinal se caracteriza por la ausencia temporal de tono muscular y reflejos espinales que se producen caudales al nivel de la lesión espinal aguda. Este fenómeno se produce como consecuencia de la pérdida súbita de los estímulos supraespinales descendentes, lo que origina una hiperpolarización de las neuronas motoras espinales y una disminución en su excitabilidad. El primer reflejo que reaparece es el del esfinter anal, en aproximadamente 15 minutos, seguido del reflejo rotuliano entre 30 minutos y 2 horas más tarde y el Figura 6. Postura de Schiff-Sherrington en un English Springer Spaniel de 9 años con extrusión intervertebral discal aguda L1-L2. reflejo de retirada hasta 12 horas después, siendo este último algo variable. El shock espinal no está muy reconocido en medicina veterinaria, pero es importante tanto para una precisa localización de la lesión como para el manejo del paciente durante las primeras horas de las lesión medular.14,22,23 Saber reconocer este fenómeno tiene importantes implicaciones clínicas, ya que puede conducir a una localización neuroanatómica incorrecta y por lo tanto a procedimientos diagnósticos erróneos. Aproximadamente el 5% de los perros con patologías medulares cervicales necesitan apoyo ventilatorio.24 El sistema respiratorio puede verse comprometido en patologías medulares cervicales debido a la afectación del nervio frénico, que inerva el diafragma. El nervio frénico lo forman los nervios cervicales 4, 5, 6 y 7 tras su salida de la columna a través de los correspondientes agujeros intervertebrales.25,26 La función respiratoria debe ser valorada en todos los pacientes con alteraciones neurológicas severas debidas a lesiones medulares cervicales ya que, si no se realiza suplementación con oxígeno o ventilación asistida rápidamente,24 pueden comprometer la evolución del paciente. La mielomalacia progresiva ascendente y descendente es una complicación vascular, caracterizada por una necrosis isquémica o hemorrágica de la médula espinal, que puede aparecer tras un trauma agudo espinal y representa un daño extenso de la vascularización intramedular espinal. El mecanismo fisiopatológico que lo origina no se conoce con exactitud, pero parece ser el resultado de la contusión traumática medular, isquemia y liberación de sustancias vasoactivas, radicales libres y enzimas celulares. Desde el área donde se produce la lesión medular, la necrosis puede extenderse craneal y caudalmente, de manera general en la base del funículo dorsal.27,28 La mielomalacia progresiva, como consecuencia de una extrusión discal aguda, puede afectar a un 5-10% de los perros que se presentan con paraplejia sin nocicepción. Esta complicación suele aparecer dentro de los 5 días posteriores al inicio de la paraplejia, con un rango de 1 a 10 días, por lo que los signos clínicos pueden manifestarse durante el periodo postoperatorio.27,28 Los signos clínicos que caracterizan la mielomalacia son hiperestesia, aumento de la temperatura corporal, pérdida de nocicepción caudal al área medular dañada, pérdida del tono motor y de los reflejos espinales en los miembros pélvicos, disminución o ausencia del tono anal y ascenso progresivo de la pérdida del reflejo cutáneo del tronco cranealmente. El fallo respiratorio se produce cuando la necrosis asciende hasta el nivel del quinto ó sexto segmento cervical medular y destruye las motoneuronas del nervio frénico, produciendo parálisis del diafragma.27,28 La extensión progresiva de la mielomalacia una vez se ha iniciado es irreparable y, para evitar el sufrimiento en estos animales, se debe considerar la eutanasia. El siguiente artículo sobre enfermedad discal intervertebral estará enfocado al diagnóstico, tratamiento y pronóstico de dicha patología. 11 Sánchez-Masian et al. Summary Intervertebral disc disease is a common pathological condition in dogs and less common in cats. The clinical presentation may vary from mild spinal discomfort to severe motor dysfunction and urinary retention. The prevalence of intervertebral disc disease in dogs has been reported as 2% whereas in cats, the overall prevalence represents 0.12%. During the past few years, intervertebral disc disease has been investigated in order to characterise and understand this condition and to develop better diagnostic and therapeutic options for affected patients. Fuente de financiación: Esta investigación no se realizó con fondos comerciales, públicos o del sector privado. Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Bibliografía 1. Fluehmann G, Doherr MG, Jaggy A. Canine neurological diseases in a referral hospital population between 1989 and 2000 in Switzerland. J Small Anim Pract 2006; 47(10):582-587. 15. Cudia, SP, Duval JM. Thoracolumbar intervertebral disk disease in large, non-chondrodystrophic dogs: a retrospective study. J Am Anim hosp Assoc 1997; 33(5):456-460. 2. Evans HE: Arthrology. En Evans HE(ed): Miller´s anatomy of the dog, Philadelphia, WB Saunders, 1993; 219-257. 16. Macias C, McKee WM, May C, Innes JF. Thoracolumbar disc disease in large dogs: a study of 99 cases. 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VEPA2012 FormaciónContinuada traumatología exóticos la clínica imprescindible en pequeños mamíferos para veTerinarios generalisTas TraumaTología para no TraumaTólogos. aproximación a los problemas orTopédicos más frecuenTes examen ortopédico y toma de decisiones en urgencias traumatológicas manejo y Técnicas clínicas en pequeños mamíferos ¿Comó hacer un buen examen ortopédico? Métodos de inmovilización y aplicación de diferentes vendajes Heridas por arrastramiento Fracturas abiertas La urgencia traumatológica: Qué hacer y qué no hacer Aplicación básica de fijadores externos Realización del examen clínico, importancia de la inmovilización. Técnicas de toma de muestras , principales protocolos de sedación y anestesia. medicina interna: medicina preventiva en pequeños mamíferos Protocolos de control y de desparasitación en hurones, conejos, cobayas y otros roedores . Principales enfermedades parasitarias e infecciosas cómo manejar algunas situaciones clínicas frecuentes enfermedad dental en conejos y roedores Patologías de los animales inmaduros Diagnóstico y tratamiento de la artrosis Tumores óseos ¿Esta cojera es musculoesquelética o neurológica? Síndrome de enfermedad dental adquirido. Causas y presentaciones clínicas en conejos y roedores;¿cuándo y cómo está indicada la extracción de incisivos y molares? medicina interna: estasis gastrointestinal en conejos Principales causas o consecuencias: el éstasis y la hipomotilidad gastrointestinales. cojeras de la extremidad anterior Cómo diagnosticar las patologías más frecuentes del miembro anterior que provocan cojeras: - Osteocondritis de hombro - Tenosinovitis bicipital - Displasia de codo - Lesiones ligamentosas carpo medicina interna acTualiZación en diagnósTico Y conTrol de enfermedades infecciosas en el perro Y gaTo cojeras de la extremidad posterior Cómo diagnosticar las patologías más frecuentes del miembro posterior que provocan cojeras: - Displasia cadera - Necrosis avascular de la cabeza del fémur - Luxación congénita de rótula - Rotura del ligamento cruzado anterior - Lesiones ligamentosas tarso enfermedades infecciosas en el perro y gato ¿cómo las diagnostico? ¿cómo las descarto? Qué necesita saber el clínico sobre las diferentes pruebas diagnósticas (serologías, PCR, urgencias cultivos, etc), la toma de muestras (tipo, envío y conservación de las mismas), qué aplicación tienen y cómo las interpreta frente a varias enfermedades infecciosas (moquillo, toxoplasmosis, PIF, inmunodeficiencia felina, leucemia felina, ehrlichiosis, leptospirosis, babesiosis, etc..) ¿cuál es nuestro papel en la prevención de zoonosis? situación en españa cómo un pacienTe común se Transforma en uno de cuidados inTensivos Como clínicos ¿cómo podemos actuar para prevenir algunas zoonosis, cómo responde- mecanismos que descompensan a los enfermos indicadores de problemas mos preguntas frecuentes de propietarios sobre diversas enfermedades infecciosas que son zoonosis (toxoplasmosis, leptospirosis, leishmaniosis, MRSA, bartonelosis y otras enfermedades vectoriales, dirofilariosis, etc)?, riesgos reales de estas infecciones en nuestra zona. soluciones simples y complejas leishmaniosis 2012: ¿qué ha cambiado para el clínico en el diagnóstico, tratamiento y prevención de la leishmaniosis? desequilibrios inflamatorios, hemostáticos, renales, translocaciones bacterianas,... hipotensiones, bradi y taquicardias, anemias, hipo e hiperglucemias, aumento de proteínas de fase aguda,... profilaxis mediante control de la presión en anestesia, analgesia en la UCI, respiración asistida,... La aparición de nuevos productos en el mercado (vacuna, inmunomoduladores) crea nuevos retos al clínico en el diagnóstico, tratamiento y prevención de la leishmaniosis canina. patologías de cuidados intensivos Además plantea al clínico y a su cliente/propietario diversas preguntas que intentaremos resolver. fallo renal, trombosis, síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, sepsis,... TraumaTología Angel Rubio Licenciado en Veterinaria por la Facultad de Zaragoza en 1.984. AlfonSo ChiCo Licenciado en 1990 en la Facultad de Lugo. exóTicos ignACio DuRAll AnDRÉS MonTeSinoS Licenciado por la Universidad Complutense de Madrid en 1992. Licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid (1973). urgencias MAnu bARCenA JAuMe MARToRell Licenciado en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1993. neuS MoReRA Licenciada en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona (2000). medicina inTerna CARloS ToRRenTe Licenciada en veterinaria por Licenciado en veterinaria por la Universidad Autónoma de la Universidad Autónoma de Barcelona en 1998. Barcelona (UAB) en 1995. JoRDi ginÉ XAvieR RouRA Ángel SAinz Licenciado en Veterinaria Licenciado en veterinaria Licenciado y Doctor en Veteripor la Facultad de Veterinària por la Universitat Autònoma naria por la Universidad Complutense de Madrid. de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), 1989. de Barcelona en 1994. -ÉSINFORMACIØNEN!6%0!0DE3AN'ERVASIONn%s"ARCELONA 4ELF &AX Mail: [email protected] www.avepa.org Presentacion de los seminarios en : málaga, madrid, barcelona, logroño, Zaragoza, valencia, alicante, murcia, sevilla, oviedo, gijón, santander, mallorca y las palmas Para mas informacion sobre fechas concretas ver web AVEPA: www.avepa.org ı ı ı MARuSkA SuÁRez oSCAR CoRTADellAS loli TAbAR Licenciada en Veterinaria por Licenciado en veterinaria Licenciada en veterinaria la Facultad de Veterinaria de por la Universidad de Za- por la Universidad de ZaraLugo de la Universidad de San- ragoza en 1989. goza, 2001. tiago de Compostela en 1991. sponsors: Línea Oftálmica Fatro Ibérica Claves clínicas para el diagnóstico y tratamiento de las úlceras corneales en el perro Clinical clues to the diagnosis and treatment of canine corneal ulcers M.T. Peña, M. Leiva Departament de Medicina i Cirurgia Animals, Servei d´Oftalmologia, Fundació Hospital Clínic Veterinari, Facultat de Veterinària, Universitat Autònoma de Barcelona. Resumen En el perro, las úlceras corneales pueden clasificarse según su gravedad, en úlceras corneales simples y complicadas. En ambos casos la localización y eliminación de la causa es el punto más importante para tener éxito en el tratamiento. La elección de tratamiento médico o quirúrgico dependerá de la etiología, profundidad de la lesión, evolución, y del criterio del oftalmólogo. Este artículo proporciona las claves clínicas para el tratamiento de las úlceras corneales más frecuentes del perro. R Palabras clave: Úlcera indolente, úlcera colagenasa, perforación corneal, descemetocele. Keywords: Superficial chronic corneal epitelial defect, melting ulcer, corneal perforation, descemetocele. Clin. Vet. Peq. Anim, 2012, 32 (1): 15-26 Introducción La córnea es una de las estructuras del globo ocular en las que las lesiones resultan más evidentes para el propietario del animal, tanto por la modificación de su aspecto, como por las consecuencias de la pérdida de transparencia. Las lesiones corneales constituyen un porcentaje muy elevado de los motivos de consulta oftalmológica, siendo las úlceras corneales una de las patologías más frecuentes. El objetivo de este artículo es proporcionar las bases clínicas para el diagnóstico diferencial y el tratamiento de las úlceras corneales en el perro. Anatomía e histología La córnea es la porción anterior de la túnica fibrosa y se caracteriza por ser transparente, permitiendo el paso de la luz hacia la retina. En el perro es una estructura avascular, no pigmentada, sin vasos linfáticos y con fibras nerviosas amielínicas. Tiene un espesor aproximado de 0,50 mm en el perro, siendo más delgada en el centro que en la periferia.1 Histológicamente consta de 4 capas, que del exterior al interior son: epitelio, estroma, membrana de Descemet y endotelio (Fig. 1). El epitelio es estratificado no queratinizado, y una de sus funciones es impedir la entrada de microorganismos y de agua hacia el estroma corneal. El estroma conforma la mayor parte del espesor corneal, y está formado por la sobreposición de láminas de colágeno perfectamente ordenadas y compactadas, para permitir el paso de la luz sin dispersión. Entre estas láminas se disponen algunas células, llamadas queratocitos. La membrana de Descemet es la membrana basal del endotelio corneal, está formada principalmente por colágeno y elastina, y con la edad se engrosa y pierde elasticidad. El endotelio corneal es una monocapa de células metabólicamente muy activas, sin capacidad de división mitótica en perros adultos. Su función principal consiste en mantener deshidratada la córnea, nutrirla y eliminar los desechos de su metabolismo.1 La córnea es el tejido del organismo con más terminaciones nerviosas por milímetro cuadrado. Éstas proceden del nervio trigémino y confieren a la córnea alta sensibilidad al dolor, a la presión y a la temperatura. La mayoría de las terminaciones nerviosas entran en la córnea a través del estroma más anterior, justo por debajo de la unión del estroma con las células basales del epitelio. Las fibras nerviosas se ramifican profusamente y sus terminaciones se localizan en las capas superficiales del epitelio corneal. El estroma profundo está muy poco inervado, habiéndose descrito muy pocas terminaciones nerviosas en la zona predescemética.1 En el perro, la distribución y densidad de las fibras nerviosas corneales está relacionada con la raza y con el cuadrante corneal (centro, periferia, lateral, medial). Generalmente, la sensibilidad corneal es menor en el centro que en la periferia, y está claramente disminuida en razas braquiocefálicas con respecto a las dolicocefálicas o mesocefálicas.2 La sensibilidad corneal está disminuida también en perros diabéticos.3 * Contacto: [email protected] 15 Peña y Leiva Cicatrización corneal Cada uno de los estratos de la córnea responde de forma diferenciada a las agresiones externas. Influyen además factores como la edad, raza, calidad de la lágrima, anatomía palpebral, frecuencia y grado de parpadeo, enfermedades metabólicas o la nutrición, entre otros.4 Las células del epitelio corneal migran y se multiplican para cubrir el defecto, a razón de 1mm al día. El recambio epitelial se produce por multiplicación de las células madre situadas en el limbo corneal y su migración centrípeta. En el perro, la renovación completa del epitelio corneal tarda aproximadamente de 7 a 10 días.4 Las úlceras epiteliales no complicadas cicatrizan sin fibrosis asociada, no dejando cicatriz en la mayoría de los casos. La cicatrización estromal suele ser lenta e incompleta, sobre todo en perros de edad avanzada. Los queratocitos se multiplican y diferencian en fibrocitos, capaces de sintetizar colágeno y otros componentes de la matriz extracelular. A su vez, en las agresiones estromales se liberan factores quimiotácticos que atraen células inflamatorias (inicialmente PMNNs) y vasos, responsables de la remodelación de la lesión (Fig. 2). Sólo en perros muy jóvenes, la cicatrización estromal conseguirá restablecer el espesor inicial, mientras que en animales adultos o de edad avanzada, la córnea cicatrizada será de menor espesor. La mayoría de los procesos de cicatrización estromal se resuelven con fibrosis secundaria a la desorganización de las fibras de colágeno (Fig. 3).4 La membrana de Descemet requiere la presencia de células endoteliales para su producción y engrosamiento. El endotelio corneal carece de capacidad mitótica, por lo que sus células muertas deben reemplazarse por migración e hipertrofia de las células colindantes a la lesión.4 Hay muchos factores internos y externos que influencian estos mecanismos de cicatrización, pudiendo cronificar o complicar las lesiones. Conocer la causa de las úlceras corneales es fundamental para establecer el tratamiento más idóneo. Película lagrimal Figura 2. Cicatrización de una úlcera corneal estromal anterior en un Shih Tzu de 6 años. Nótese la marcada respuesta vascular, el infiltrado celular y el edema perilesional. A Epitelio B Estroma Membrana de Descemet Humor acuoso Endotelio Figura 1. Esquema de la córnea de un perro. Nótese las diferentes capas corneales: epitelio, estroma, membrana de descemet y endotelio corneal. 16 Figura 3. A. Úlcera estromal media en proceso de cicatrización en un Bóxer de 8 años. B. Cicatriz estromal 4 meses tras solucionarse el proceso corneal. Nótese la fibrosis estromal axial. Diagnóstico Para el diagnóstico de las úlceras corneales es imprescindible realizar una exploración ocular completa. La exploración debe ser siempre bilateral y debe incluir la valoración de todas las estructuras del globo ocular y los anejos, el test de Schirmer, apreciación del efecto Tyndall, la medida de la presión intraocular (tonome- 2012, Vol. 32 nº1 tría), la visualización del fondo de ojo (oftalmoscopia directa o indirecta) y la aplicación de colorantes vitales (fluoresceína, rosa de bengala o verde de lisamina). El orden en la exploración es importante, debiéndose realizar el test de Schirmer al inicio de la exploración. Por otro lado, recomendamos teñir con fluoresceína al finalizar el examen ocular completo, ya que la tinción corneal, en algunos casos, puede dificultar la visualización del fondo de ojo. Si la úlcera lo requiere (úlcera corneal complicada), deberán realizarse exámenes complementarios (citología corneal, cultivo/antibiograma) para obtener el diagnóstico definitivo. La citología corneal es una técnica económica y que aporta mucha información de utilidad clínica. Deberá realizarse siempre que haya infiltrado celular en la córnea. La muestra debe tomarse antes de aplicar colorantes vitales, siendo la tinción más frecuentemente utilizada el Diff-Quick. En el perro, el cultivo y antibiograma se utiliza en pocas ocasiones, debiéndose tomar la muestra antes de aplicar cualquier tipo de colirio.5 En el diagnóstico de las úlceras, es fundamental determinar su profundidad para optar por el tratamiento más adecuado (tratamiento médico tópico, tratamiento médico intensivo, tratamiento médico y quirúrgico). Para valorar la profundidad es imprescindible utilizar lámpara de hendidura; no obstante, el uso de colorantes vitales puede ayudar a hacer la aproximación clínica (Fig. 4).5 Es necesario recordar que la fluoresceína tiene afinidad por el agua, de forma que tiñe el estroma de la córnea cuando no está recubierto por epitelio.6 En úlceras corneales muy profundas (úlceras desceméticas), en las que no queda estroma, el lecho de la úlcera no teñirá con fluoresceína (la membrana de descemet es hidrófoba), aunque sí teñirá la periferia de la úlcera. Del mismo modo, úlceras corneales muy superficiales (descamación epitelial), que no llegan al estroma, teñirán únicamente con rosa de bengala o verde de lisamina (Fig. 5).5 Para el diagnóstico de perforaciones corneales, es de gran utilidad instilar una gota de fluoresceína (color naranja) y observar con la luz azul cobalto (sin lavar el ojo) si aparece un punto o un trayecto en color verde. Esto indicaría que la fluoresceína se está diluyendo en ese punto por “líquido” procedente del interior del globo ocular (humor acuoso). A esta prueba se la denomina Test de Seidel.5 Todas las acciones que realizamos durante la exploración clínica, no están únicamente encaminadas a diagnosticar la úlcera de córnea y su gravedad, sino que deben dirigirse a localizar la causa de la úlcera. Algunas de las causas más frecuentes incluyen queratoconjuntivitis seca, alteraciones palpebrales (entropión, euriblefaron, lagoftalmía, distiquiasis, pestañas ectópicas), traumatismos, cuerpos extraños, etc. (Fig. 6). En perros, son mucho más frecuentes las úlceras corneales secundarias que las primarias (infecciones bacterianas, fúngicas o parasitarias primarias).4 Aunque no siempre es posible localizar la causa de una úlcera, deberemos por lo menos estar seguros de que hemos descartado las causas secundarias asociadas al globo ocular y anejos más frecuentes, así como los cuerpos extraños. A B C Figura 4. Aproximación diagnóstica de la profundidad de las úlceras corneales mediante el test de fluoresceína. A. Úlcera epitelial difusa. B. Úlcera estromal anterior complicada. C. Úlcera estromal profunda (predescemética). Signos clínicos Los signos clínicos característicos de las úlceras corneales son muy variables, dependiendo de la edad, la raza, el tipo de úlcera corneal (simple o complicada, y de su profundidad), la etiología y la evolución (tiempo transcurrido).4 El dolor es uno de los signos clínicos más característicos. Los perros acuden a la consulta con blefaroespasmo (cierre espástico de los párpados), enoftalmia y protrusión de la membrana nictitante de diversa consideración.4 En general, son mucho más dolorosas las 17 Peña y Leiva Figura 5. Tinción con rosa de bengala en un perro con queratoconjuntivitis seca. Nótese la tinción difusa bilateral. A B C Figura 6. A. Congestión conjuntival marcada y blefaroespasmo de aparición aguda en un Bóxer. Nótese el cuerpo extraño protruyendo por el borde libre de la membrana nictitante. B. El test de fluoresceína evidencia una úlcera corneal epitelial extensa. C. Cuerpo extraño vegetal extraído. 18 úlceras corneales superficiales que las profundas. La córnea superficial está muy inervada y hay muy pocas fibras sensitivas en la cornea profunda. Es importante tener en cuenta que, cuando las úlceras empeoran y profundizan, pueden dejar de ser dolorosas, pudiendo esto ser interpretado de forma errónea como un signo clínico favorable. Las estructuras adyacentes a la córnea suelen verse afectadas, apareciendo congestión conjuntival bulbar, fotofobia y secreción conjuntival (serosa, seromucosa, mucopurulenta o purulenta). En función de la gravedad de la úlcera, puede activarse un reflejo axonal (vía terminaciones nerviosas del nervio trigémino), que induce miosis y signos variables de uveítis anterior. Estos signos incluyen efecto Tyndall, hipotensión ocular, fibrina e incluso hipopión y edema corneal difuso en casos graves (Fig. 7). El signo clínico más característico de las úlceras corneales es la pérdida del epitelio o incluso del estroma corneal, permitiendo que el área afectada se tiña con fluoresceína (Fig. 8). La córnea sin epitelio se hidrata, las fibras estromales superficiales se separan y se vuelven opacas (edema corneal superficial localizado) (Fig. 9). La lesión corneal induce liberación de factores angiogénicos que, aproximadamente 3 días después del insulto, promueven la formación de vasos en la córnea. La profundidad a la que aparecen los vasos dependerá de la profundidad de la lesión. Los vasos crecen de forma A B Figura 7. Úlcera corneal estromal anterior complicada en un Bulldog Francés. A. Nótese el hipopión, indicando la activación del reflejo axonal y presencia de uveítis secundaria. B. La tinción con fluoresceína clasifica la úlcera como estromal anterior. 2012, Vol. 32 nº1 centrípeta a razón de 1 mm/día en el perro, siendo el tamaño de los vasos un indicador fiable del tiempo de evolución del proceso (Fig. 10). Así mismo se liberan factores quimiotácticos, que atraen células inflamatorias hacia el lecho de la úlcera (Fig. 11). El tipo celular dependerá de la etiología del proceso. Cualquier proceso de cicatrización incluye un proceso de limpieza y remodelación del lecho de la úlcera. Este proceso se lleva a cabo, principalmente, por los queratocitos corneales y neutrófilos procedentes de la película lacrimal, mediante la liberación de proteasas (colagenasas, gelatinasas) que remodelan el estroma.7 La acción de estas enzimas está controlada directamente por una serie de enzimas endógenos inhibidores de proteasas (α2-macroblobulina, inhibidor de la proteinasa α1). Estos enzimas evitan que el proceso de remodelación se descompense. En algunos pacientes, esta situación puede ocurrir, predominando la acción de las enzimas colagenasas e induciendo la destrucción del estroma corneal sano y profundización de la úlcera (Fig. 12). En úlceras infectadas, los agentes infecciosos pueden ser responsables de la liberación de proteasas, con el objetivo de facilitar su avance. Estas úlceras pueden perforar la córnea en 24-48 horas. Figura 10. Úlcera epitelial crónica en un Shar Pei. Nótese la marcada neovascularización y edema perilesional. Figura 11. Úlcera corneal complicada profunda en un Carlino. Nótese el marcado edema corneal, neovascularización, infiltrado celular y pérdida de espesor estromal, más marcado en la zona ventral (descemetocele). Figura 8. Tinción con fluoresceína de una úlcera corneal epitelial dorsal del ojo izquierdo en un Carlino. Figura 12. Úlcera colagenasa (“melting”) en un Samoyedo. Nótese el aspecto macerado del estroma corneal, así como el marcado edema corneal difuso secundario. Clasificación de las úlceras corneales Figura 9.Úlcera corneal estromal media en un Carlino de 2 años. Nótese el marcado edema perilesional y neovascularización corneal asociada. Las úlceras corneales pueden clasificarse en base a diferentes criterios, como pueden ser, la evolución, la etiología, la profundidad o la gravedad de la úlcera.4 Desde un punto de vista clínico, para poder decidir el tratamiento más adecuado y emitir un pronóstico, clasificaremos las úlceras corneales en: úlceras simples y úlceras complicadas. 19 Peña y Leiva Clasificamos como úlceras corneales simples, a las úlceras epiteliales y estromales anteriores, siempre y cuando se “conozca” la causa, no estén infectadas, no haya infiltrado celular, cuerpos extraños ni uveítis secundaria (Fig. 13). Los cuerpos extraños más frecuentes en el globo ocular son de origen vegetal, cristales o metales, y todos ellos pueden inducir infección secundaria, por lo que estas lesiones deben tratarse como infectadas (Figs. 6, 14). Todas estas úlceras son fluoresceína positivo y se presentan con blefaroespasmo asociado. La presencia de edema y vasos es variable, y se asocia al tiempo de evolución. Si los mecanismos de cicatrización de la córnea funcionan adecuadamente, y hemos localizado Figura 13. Úlcera corneal simple en el ojo izquierdo de un Pastor Alemán. A y eliminado la causa, deberían estar cicatrizadas en 72 horas. Si no lo están, deberemos considerarlas úlceras corneales complicadas. Consideramos úlceras corneales complicadas todas aquellas cuyos mecanismos de cicatrización están alterados, no se ha localizado y eliminado la causa, están infectadas, presentan infiltrado celular, o afectan a la mitad o más del espesor corneal. Son, por tanto, úlceras corneales complicadas las úlceras indolentes, úlceras infectadas, úlceras estromales profundas, úlceras “deshechas” (“melting”), descemetoceles, úlceras perforadas y úlceras secundarias a degeneración corneal. Las úlceras indolentes son úlceras epiteliales de borde redundante (Fig. 15).8 El epitelio crece, pero no se adhiere al estroma corneal. Son muy frecuentes en Bóxer, aunque pueden aparecer en cualquier raza, especialmente en perros geriátricos y diabéticos. La presencia de dolor es variable y su curso suele ser crónico, no obstante, suelen ir acompañadas de poca neovascularización corneal, excepto en el Bóxer (Fig. 16). En esta raza, la etiopatogenia es un defecto en los hemidesmosomas que unen las células basales epiteliales al estroma corneal. En el resto de razas, se cree que hay un defecto en la membrana basal del epitelio corneal y/o en la parte más superficial del estroma, pudiendo estar relacionado con la disminución de las metaloproteinasas tipo 9 de la lágrima (MMP-9).9 Las úlceras complicadas superficiales (estromal anterior), cursan con blefaroespasmo variable, edema, neovascularización (según tiempo de evolución), son fluoresceína positivo, presentan signos de uveítis moderada, puede haber cierto grado de infiltrado celular y deben considerarse úlceras infectadas (Figs. 7, 17).4 En algunos casos, la cicatrización puede estar descompensada por enzimas colagenasa y aparecer signos de colagenolisis. Las úlceras con actividad colagenasa se caracterizan por su aspecto macerado (Fig.12). El lecho de la úlcera puede aparecer, total o parcialmente, con aspecto gelatinoso, quedando en algunos casos una porción del estroma “resbalando” sobre la córnea sana. En las úlceras complicadas profundas, la sintomatología es muy similar a la anterior, pero el blefaroespasmo suele estar menos presente, y los signos de uveítis suelen ser más severos (Fig. 11).4 B Figura 14. Cuerpo extraño vegetal en la córnea de un Pastor Belga. A. Nótese el marcado edema perilesional y congestión conjuntival asociados. B. Úlcera estromal profunda evidenciada tras la extracción del cuerpo extraño. 20 Figura 15. Úlcera corneal epitelial de bordes desprendidos en un Bóxer. Nótese la distiquiasis del párpado superior, así como el euriblefaron y la congestión conjuntival bulbar y palpebral. 2012, Vol. 32 nº1 A A B B Figura 16. Úlcera corneal epitelial de bordes desprendidos en un cruzado de Bóxer. A. Nótese la marcada neovascularización y el edema corneal perilesional asociado. B. Confirmación de los bordes desprendidos mediante la tinción con fluoresceína. Los descemetoceles se caracterizan por mostrar pocos signos de dolor ocular, teñir con fluoresceína únicamente en la periferia y mantener el lecho de la úlcera más transparente que la periferia; donde el estroma está edematoso (Figs. 11, 18). Los signos de uveítis, infiltrado celular o los asociados a enzimas colagenasa son variables.4 Es importante considerar que puede resultar más complicado diagnosticar descemetocele en cachorros, puesto que su membrana de descemet es más delgada y elástica, de manera que protruye en el centro del defecto dando aspecto de bulla corneal (Fig. 19). En este caso, la tinción con fluoresceína en la periferia puede resultar más difícil de apreciar. En las perforaciones corneales los signos clínicos son variables, y están relacionados con el tiempo de evolución, la etiología, el tamaño y la localización de la perforación.4 En perforaciones agudas, los perros suelen mostrar dolor y signos corneales secundarios poco evidentes. Si el defecto es muy grande o está localizado en el centro de la córnea, la cámara anterior estará colapsada o más estrecha de lo normal (Fig. 20). Si el defecto es pequeño y/o localizado en la periferia, el iris y la fibrina suelen cubrirlo y, en este caso, la cámara anterior mantiene su profundidad (Fig. 21). En las perforaciones por causas cróni- Figura 17. A. Úlcera estromal anterior en un canino cruzado de 3 años. Nótese la marcada congestión conjuntival, neovascularización, infiltrado celular y edema corneal. B. La tinción con fluoresceína pone en evidencia el proceso de epitelización de la lesión. cas, el dolor es variable, y los signos corneales (edema, neovascularización, infiltrado celular) y uveales secundarios, evidentes. De igual forma que en las perforaciones agudas, la cámara anterior aparecerá colapsada o formada en función del tamaño y localización del defecto. En defectos corneales pequeños que no estén recubiertos por el iris (perforaciones agudas o por causas crónicas), puede apreciarse efecto Seidel. La degeneración corneal cálcica aparece con cierta frecuencia en perros de edad avanzada.10 Los cristales de calcio se forman en el epitelio corneal y estroma superficial, produciendo irregularidad en la superficie corneal. La etiopatogenia de este proceso se desconoce, pudiendo ser secundario a alteraciones del metabolismo corneal. De forma concomitante pueden aparecer úlceras de córnea que progresan hasta la perforación en pocos días (Fig. 22). Evidentemente, hay muchos otros tipos de úlceras corneales, algunos de ellos ligados a razas específicas, como el caso de las úlceras puntuales del Teckel.11 Esta queratitis se caracteriza por la aparición de úlceras puntuales superficiales multifocales. La etiopatogenia se desconoce, pero se cree que está relacionada con un desorden inmunomediado inducido por la radiación ultravioleta. 21 Peña y Leiva A Figura 20. Perforación corneal aguda en un Bulldog Inglés. Nótese la presencia de hilos de fibrina y tejido uveal pigmentado que intentan solucionar el defecto. Las arrugas corneales axiales corroboran el colapso parcial de la cámara anterior. B Figura 18. A. Descemetoceles localizados en córnea ventromedial en un Bulldog Inglés con queratoconjuntivitis seca. Nótese la marcada secreción mucopurulenta, edema corneal difuso y neovacularización. B. El test de fluoresceína evidencia un descemetocele lineal central en este Yorkshire Terrier. Figura 19. Descemetocele asociado a luxación de la glándula de la membrana nictitante, distiquiasis y euriblefaron en un Bulldog Inglés de 4 meses. Nótese la elasticidad de la membrana de descemet. 22 Figura 21. Perforación corneal paraxial asociado a una marcada respuesta fibrinosa que mantiene la cámara anterior formada, en un perro cruzado de 2 años. Figura 22. Queratopatía cálcica en un perro cruzado de 16 años de edad. Nótese el descemetocele paraxial asociado. 2012, Vol. 32 nº1 Tratamiento Para iniciar el tratamiento es fundamental haber realizado toda la exploración oftalmológica bilateral y las pruebas complementarias que se requieran en cada caso. El objetivo primordial es localizar la causa de la úlcera, y clasificarla en simple o complicada.4 En el tratamiento de úlceras simples la localización y eliminación de la causa puede, en muchos casos, ser suficiente para promover la cicatrización.4 El tratamiento a aplicar estará encaminado a prevenir complicaciones secundarias. Se recomienda por tanto, un antibiótico tópico de amplio espectro (triple antibiótico - polimixina B, gramicidina y neomicina- 3 veces/día, o ácido fusídico 2 veces/día) y una dosis baja (1 vez/día) de colirio cicloplégico (ciclopentolato o atropina al 0,5%). Se prescribe el uso de collar isabelino para evitar automutilaciones y se programa revisión en 3 días. Para el tratamiento de úlceras corneales indolentes, es necesario eliminar el epitelio redundante. Puede hacerse mediante métodos mecánicos, mecánicos y químicos o queratectomía superficial.8 El tratamiento tópico básico consiste en administrar antibiótico tópico de amplio espectro (triple antibiótico o ácido fusídico), o tetraciclinas. Éstas últimas han demostrado favorecer la adhesión del epitelio.12,13 Si hay dolor, se administra alguna sustancia cicloplégica 1-2 veces/día. A su vez, se han descrito otros fármacos de utilidad en estos casos, tales como fibronectina, polisulfato glicosaminoglicanos y sustancia P.8 No se ha demostrado científicamente que la utilización de métodos químicos (povidona iodada, sales de azufre y fenol saturado) disminuya significativamente el tiempo de cicatrización con respecto al uso de métodos mecánicos, por lo que el desbridamiento simple sigue siendo hoy en día, la técnica más empleada, facilitando la cicatrización en un 63% de los casos.8,14 Cuando éste no funciona, puede emplearse la queratotomía en rejilla o puntata. Mediante esta técnica se persigue alterar la membrana basal del epitelio y el estroma superficial para favorecer la adherencia del epitelio. Conduce a la cicatrización en aproximadamente un 85% Figura 23. Úlcera indolente cicatrizada en un Cocker Spaniel de 8 años. Nótese la marcada fibrosis en forma de cuadrícula resultado de una queratotomía en rejilla demasiado profunda. de los casos.14 Su principal inconveniente es que debe realizarse con métodos de magnificación y requiere cierta experiencia para evitar dejar una cuadrícula de fibrosis que opacifique la córnea (Fig. 23). El método más novedoso que se aplica desde hace aproximadamente 3 años es el desbridamiento/queratectomía superficial mediante el Diamond Burr (Fig. 24).15,16 Esta técnica permite que el 99% aproximadamente de las úlceras cicatricen con muy poca o sin fibrosis asociada. El número de repeticiones de la técnica requeridas para conseguir la cicatrización parece ser menor en el Diamond Burr que en la queratotomía en rejilla, cuando se tiene experiencia en su uso. En los casos en los que la úlcera se cronifica y no cicatriza por ninguno de estos métodos, o si el cliente quiere acortar el proceso, puede realizarse queratectomía superficial bajo microscopio quirúrgico.8,14 Es igualmente importante localizar y eliminar la causa en las úlceras corneales complicadas. En general, el tratamiento de úlceras superficiales complicadas y de úlceras profundas es similar, siempre y cuando tengan la misma etiología, pudiendo variar la posología. En todos los casos deberá administrarse antibiótico tópico en base a los hallazgos citológicos (cocos, bacilos, tinción de Gram, hongos), teniendo en este caso objetivo terapéutico.4 En función de la gravedad del proceso, de la citología y del aspecto de la úlcera, se recomendarán antibióticos tales como aminoglicósidos (tobramicina, gentamicina) o fluoroquinolonas (ciprofloxacino, norfloxacino). La frecuencia de administración puede variar de 4 a 24 veces/día (tratamiento intensivo de úlceras muy profundas o con colagenasas). A pesar que las infecciones fúngicas son poco frecuentes en el perro, en algunos casos puede ser necesario la aplicación de antifúngicos tópicos, cuya selección inicial se basará en los hallazgos citológicos (Fig. 25). En España no hay antifúngicos tópicos comercializados, por lo que deben prescribirse fórmulas magistrales de principios activos tales como voriconazol, amfotericina B y nistatina.4,17 En algunos casos, puede incluso ser necesario utilizar asociaciones de antibióticos tópicos, o de antibióticos y antifúngicos. Puesto que en todas las úlceras complicadas puede haber signos de uveítis asociados, se recomienda el uso de cicloplégicos con el objetivo de eliminar el dolor, prevenir la aparición de sinequias y estabilizar la barrera hematoacuosa.17 La posología de estos colirios dependerá de la gravedad de los signos clínicos y de la medida de la presión intraocular. Si el estroma corneal tiene aspecto macerado (queratomalacia), es probable que haya sobreproducción de enzimas colagenasas. Necesitaremos por tanto administrar Figura 24. Diamond Burr utilizado para el desbridamiento de las úlceras corneales indolentes en el perro. 23 Peña y Leiva fármacos que puedan contrarrestar su efecto. De forma simple, podemos decir que las colagenasas se producen por bacterias, hongos, los fibrocitos corneales o por neutrófilos.4 Los productos anticolagenasas reducirían la acción de los enzimas que ya están liberados, mientras que los antibióticos, antifúngicos y antiinflamatorios reducirán su liberación. La eficacia de los productos anticolagenasa no se ha demostrado científicamente, aunque hay algunos estudios in vitro en córnea equina publicados, que promueven el uso de estos productos basándose en el bloqueo de la actividad proteolítica observada.18 Las sustancias que con más frecuencia suelen emplearse con este objetivo son; la N-acetilcisteína al 10%,19 tetraciclinas,20 EDTA20 y el suero autólogo21,22. En este tipo de úlceras, el uso de antiinflamatorios es controvertido. Si bien estos disminuyen el infiltrado celular y la producción de colagenasas, pueden retrasar la cicatrización. El uso de corticoesteroides tópicos está contraindicado, ya que promueve la colagenolisis.17 Los antiinflamatorios no esteroideos pueden administrarse bajo supervisión, siendo la frecuencia de administración variable (1-6 veces/día). Durante el tratamiento suele modificarse la posología para mantener el equilibrio entre desinflamar / control de colagenasas, y cicatrización. En las úlceras profundas con peligro de perforación, con mucho infiltrado celular, A B Figura 25. A. Úlcera estromal profunda complicada de origen fúngico en un perro. Nótese el marcado infiltrado celular, edema corneal, congestión conjuntival e hipopión. B. Citología corneal del paciente (Diff-Quick). Infiltrado neutrofílico entrelazando a formas fúngicas poliseptadas. 24 con infección patente y/o con signos severos de uveítis, se recomienda administrar antibióticos de amplio espectro y antiinflamatorios no esteroideos por vía sistémica. Las úlceras complicadas requieren igualmente el uso de collar isabelino. En los casos muy graves en los que se necesita tratamiento intensivo, es recomendable la hospitalización del paciente para valorar la progresión de la úlcera varias veces al día. Si el tratamiento se hace en casa, se recomienda realizar un seguimiento frecuente, cada 1-2 días según la gravedad de la úlcera, para detectar si progresa y poder actuar antes de que se perfore. Como norma general, si no se consigue frenar la evolución en 24-36 horas, la cirugía es el tratamiento de elección. El tratamiento quirúrgico más empleado en estos casos es el colgajo conjuntival pediculado, que debe realizarse bajo microscopio quirúrgico.4 Aunque en algunos casos de descemetocele, con tratamiento médico puede conseguirse que crezca el epitelio y recubra el lecho de la úlcera, el estroma no recuperará su espesor, y la córnea tendrá un grosor máximo, en esa zona, de unos 0,2-0,3mm.4 Si el defecto es de gran tamaño, podría perforarse con cualquier golpe o movimiento brusco. En general, el descemetocele requiere siempre tratamiento quirúrgico, encaminado a cubrir el defecto, eliminando las posibilidades de perforación corneal. De forma ideal, deberían realizarse cirugías que permitan, además, recuperar la transparencia corneal y la visión. Algunas técnicas son: el colgajo conjuntival pediculado, la transposición corneoconjuntival, las queratoplastias lamelares o penetrantes y el uso de biomateriales (amnion, pericardio, submucosa intestinal porcina, colágeno escleral, etc.).4 Las perforaciones oculares requieren tratamiento quirúrgico de urgencia.4 Cuando el globo ocular está perforado, el pronóstico empeora y pasa a ser reservado. Debería, por tanto, realizarse la cirugía antes de la perforación (descemetocele, úlceras estromales progresivas). Para la emisión del pronóstico visual es necesario valorar si el ojo afectado tiene respuesta de amenaza, reflejo de deslumbramiento, valorar si conserva reflejo pupilar directo (si la córnea es suficientemente transparente para permitir visualizar el iris), o si se mantiene el reflejo pupilar consensuado. Si necesitamos información adicional del estado del polo posterior y/o del cristalino, puede realizarse una ecografía. Puesto que el globo está perforado, colocaremos la sonda del ecógrafo con mucho cuidado sobre el párpado superior (sondas lineales de 7,5 – 10 mHz) y es necesario utilizar gel estéril.23 Su uso es controvertido y puede estar contraindicado en algunos casos. En función del tamaño y la localización Determinar la de la perforación, la cámara etiología de las anterior puede estar colapúlceras es esencial sada, estrecha, o formada para decidir el trata(ver apartado de signos clínicos). Si la cámara anmiento adecuado terior está formada, el tratamiento puede diferirse unas horas; si está colapsada, el tratamiento de urgencia es impres- 2012, Vol. 32 nº1 cindible para aumentar las posibilidades de mantener la visión. En un globo ocular colapsado, las posibilidades de desprendimiento de retina y hemorragia intraocular son muy elevadas.4 La manipulación de los perros con el globo ocular perforado, o en peligro de perforarse, debe ser extremadamente cuidadosa, porque cualquier stress o aumento de presión puede provocar la hemorragia intraocular y el desprendimiento de retina. Por otro lado, muchos de los colirios comercializados contienen sustancias (conservantes) que son tóxicas para el endotelio corneal, y por lo tanto no deberán administrarse en estos casos.6 Si fuese necesario limpiar el ojo, recomendamos hacerlo con Ringer-lactato. El tratamiento quirúrgico se escogerá en función de la etiología, del tamaño y la localización del defecto, de las posibilidades de mantener la transparencia corneal y de las preferencias personales del cirujano oftalmólogo. Entre ellas se incluyen; el colgajo conjuntival, la transposición corneoconjuntival, el injerto corneal y el uso de biomateriales.4 Las dos primeras técnicas no son de nuestra preferencia, ya que el colgajo conjuntival no aporta la estanqueidad y el soporte necesarios para la córnea, y la transposición daña córnea sana y es muy difícil de realizar en un ojo sin presión intraocular (perforado).4 Si un paciente con el globo ocular perforado debe remitirse a un especialista para la resolución quirúrgica unas horas más tarde, recomendamos realizar un vendaje protector con la membrana nictitante, suturándola con 23 puntos recurrentes horizontales a la conjuntiva bulbar próxima al limbo corneoescleral.24 El tratamiento postoperatorio, varía en función de la etiología del proceso, del tiempo de evolución, de la clínica y de la técnica quirúrgica empleada. En general, incluye antibiótico tópico, cicloplégicos y antiinflamatorios.4 En los casos de perforación corneal, administramos siempre antibiótico sistémico durante 7-10 días. Como en cualquier cirugía ocular, el uso del collar isabelino previene las lesiones por automutilación. Las úlceras que se forman en perros geriátricos con degeneración corneal cálcica, suelen evolucionar hasta la perforación en pocos días.4,10 La cicatrización corneal en estos perros está alterada, de forma que pierden la capacidad de regenerar el estroma. En los pocos casos en los que la úlcera cierra, lo hace por sobreposición de epitelio, quedando la córnea muy adelgazada. El tratamiento con quelantes del calcio podría prevenir el depósito de nuevo material e incluso ir eliminando paulatinamente el ya depositado. No obstante, no hay evidencias científicas de su eficacia clínica. El quelante más utilizado es el EDTA, que puede administrarse en colirio de forma crónica o bien aplicarse tópicamente con ayuda de un hisopo. Su acción es más eficaz cuando el calcio no está recubierto por epitelio. El tratamiento más eficaz para prevenir la aparición de estas úlceras y eliminar el malestar asociado al calcio es la queratectomía superficial.4 Al tratamiento específico de las úlceras corneales, independientemente de la etiología, pueden añadirse fármacos que ayuden a la cicatrización corneal, tales como la vitamina A, el plasma autógeno o heterógeno, lágrimas artificiales o n-acetilcisteína. La vitamina A es fundamental para la salud de los epitelios. La deficiencia en esta vitamina produce queratitis de diversa consideración en personas y en varias especies animales, así como deficiencias en la secreción lagrimal.25,26 Aunque no hay estudios científicos que demuestren la eficacia clínica del uso tópico de vitamina A (salvo en los casos descritos de lesiones corneoconjuntivales secundarios a su déficit), su uso podría ser de utilidad para ayudar a la re-epitelización corneal, así como en procesos que cursen con alteración epitelial, especialmente en animales seniles, con queratoconjuntivitis seca o con déficits inespecíficos de cicatrización corneal. Está comercializada en pomada oftálmica para su uso en veterinaria y debe aplicarse de 2-4 veces/día. Actualmente no hay estudios publicados que comparen la eficacia del uso de plasma o suero autólogo en la cicatrización corneal.27 En humana se ha demostrado que en casos de úlceras corneales en las que se desee favorecer la cicatrización (pacientes geriátricos, diabéticos), las plaquetas pueden mejorar la cicatrización corneal,23 por lo que lo ideal sería administrar plasma. En principio, en el suero tenemos las mismas dos sustancias antiproteasas que en el plasma (alfa 2 macroglobulina y alfa 1 antitripsina),6 que “atrapan” las proteasas corneales y del film lacrimal, pero el plasma contiene mayor cantidad de plaquetas que podrían facilitar la cicatrización corneal.28,29 Las lágrimas artificiales pueden utilizarse como tratamiento coadyuvante en cualquier tipo de úlcera corneal. Están específicamente indicadas cuando las úlceras son secundarias a queratoconjuntivitis seca, pero lubrican y protegen la córnea promoviendo, de esta forma, su cicatrización, en todos los casos.6 Es importante tener en cuenta el tipo de sustancia que utilizamos como lágrima artificial y su consistencia. En perros, están indicadas las fórmulas que permiten que el producto se mantenga en la córnea durante largo tiempo, para reducir la frecuencia de administración. Las formulaciones que contienen ácido hialurónico, penetran en el estroma corneal, lo hidratan y facilitan la cicatrización; mientras que las formulaciones que contienen carbómero, polividona y derivados de celulosa, si están formuladas en gel, aumentan la viscosidad de la lágrima y forman una película protectora. En algunos casos, puede ser recomendable instilar más de un tipo de lágrima artificial. La n-acetilcisteína está indicada en úlceras corneales progresivas que pueden tener sobreproducción de colagenasas.19 Su eficacia clínica no se ha demostrado científicamente, aunque hay estudios in vitro que muestran disminución de la acción de estas proteasas.30 Cuando se emplean agentes anticolagenasas debe tenerse en cuenta que la estructura de estas proteasas es distinta según su origen, de manera que un producto puede ser efectivo frente a las colagenasas secretadas por las bacterias pero no frente a las endógenas y viceversa. Conclusiones El tratamiento de las úlceras corneales en el perro se basa en la exploración minuciosa y completa de ambos globos oculares. La detección y eliminación del agente causal es el punto clave para conseguir su resolución. 25 En este aspecto, es necesario recordar que en el perro, la mayoría de las úlceras corneales son secundarias a otros procesos. Las úlceras corneales complicadas suelen requerir tratamientos intensivos y/o cirugía que debe realizarla un especialista. Agradecimientos Queremos agradecer a todos los compañeros veterina- rios que nos remiten casos al Servicio de Oftalmología de la Fundació Hospital Clínic Veterinari, por su confianza. Sin ellos este artículo no hubiese podido escribirse. Quisiéramos agradecer a nuestros residentes (Cristina Seruca, Natàlia Escanilla, Rodrigo Lacerda, ErnstOtto Ropstad), por su trabajo, dedicación y colaboración en la obtención de las imágenes publicadas en este artículo. Summary Canine corneal ulcers can be grossly classified into simple corneal ulcers and complicated corneal ulcers. The detection and elimination of the causal agent is the critical factor for treatment success in both cases. Choosing between medical or surgical treatment is based on the etiology, depth of the lesion, evolution, and the ophthalmologist’s criteria. This paper gives clinical clues to the treatment of the most frequent canine corneal ulcers. Fuente de financiación: Esta investigación no se realizó con fondos comerciales, públicos o del sector privado. Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Bibliografía 1. Samuelson DA. Ophthalmic anatomy. En Gelatt KN (ed): Veterinary Ophthalmology, 4th edition, Blackwell Publishing: Iowa, 2007:37-148. 2. Barrett PM, Scagliotti RH, Merideth RE, Jackson PA, Alarcon FL. Absolute corneal sensitivity and corneal trigeminal nerve anatomy in normal dogs. Prog Vet Comp Ophthalmol 1991;1:245-254. 3. Good KL, Maggs DJ, Hollingsworth SR, Scagliotri RH, Nelson RW. Corneal sensitivity in dogs with diabetes mellitus. Am J Vet Res 2003;64:7-11. 4. Gilger BC. Diseases and Surgery of the canine cornea and sclera. En Gelatt KN (ed): Veterinary Ophthalmology, 4th edition, 2007:690-752. 5. Ollivier FJ, Plummer CE, Barrie KP. Ophthalmic examination and diagnostics. 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Ayala1 Hospital Clínico Veterinario, Facultad de Veterinaria, Campus de Espinardo s/n, Murcia 30100 2 Centro Veterinario Hobbycan. C/Monte San Juan, 8. Canteras. Cartagena. Murcia. 1 Resumen Un perro de 3 años de edad, macho, raza Pomerania, es remitido al Hospital Clínico Veterinario con signos de disfagia esofágica desde hace tres días, coincidiendo con la aparición de una botella de fertilizante mordida. El fertilizante es un álcali. La analítica sanguínea, la radiografía simple torácica y el esofagograma de contraste torácico no evidencian alteraciones. Se realiza la esofagoscopia y el diagnóstico definitivo es estenosis esofágica, acompañada de inflamación y un grado grave de daño en la mucosa. Como terapéutica para resolver la estenosis se lleva a cabo el tratamiento de elección, que es la dilatación con balón guiada endoscópicamente, donde se realizan varias dilataciones con el mismo procedimiento. Posteriormente, se instaura un tratamiento médico-dietético para resolver la inflamación esofágica y conseguir la recuperación sistémica del animal. La evolución del paciente es favorable, dejando de presentar los signos clínicos, aunque se mantiene un tratamiento dietético a base de dieta húmeda. En este artículo se incluye un caso completo de una de las causas propuestas como posibles desencadenantes de estenosis esofágica o, al menos, de esofagitis grave C Palabras clave: Álcali, estenosis esofágica, esofagoscopia, dilatación con balón. Keywords: Alkali, esophageal stricture, esophagoscopy, balloon dilation. Clin. Vet. Peq. Anim, 2012, 32 (1): 27-31 Introducción Las estenosis esofágicas se producen por la formación de bandas circulares de tejido, ocasionadas de manera secundaria por lesiones en las capas mucosa, submucosa y muscular del esófago que, unido a la reacción inflamatoria que se desencadena, estimulan la producción de tejido conectivo fibroso,1 originando la posterior estenosis. Este proceso da lugar a una alimentación dificultosa. Normalmente son secundarias a lesiones provocadas, con mayor frecuencia, por reflujo gastroesofágico durante un procedimiento anestésico, seguido de etiologías menos frecuentes como cuerpos extraños, ingestión de sustancias cáusticas o vómitos persistentes.1-3 La descripción de casos clínicos como éste es poco habitual, no obstante, la ingesta de sustancias tóxicas y cáusticas es una de las causas de esofagitis y estenosis esofágicas clásicamente descritas en gastroenterología de pequeños animales. La ingestión de productos cáusticos es también un accidente poco frecuente en pacientes humanos.4 Datos estadísticos, recogidos por el Instituto Nacional de Toxicología en los años 1994-2001, muestran un aumento del número de casos, ya que el ratio de exposición a sustancias cáusticas es de 38’7 consultas por cada 100.000 habitantes, entre los cuales destacan los productos de limpieza ácidos (7,6%), álcalis (19%), lejía (32,6%), amoniaco (14,6%) y desengrasan- tes (13,4%).5 Aproximadamente, el 50% de los casos en los cuales hay ingestión de sustancias cáusticas van a determinar estenosis esofágicas.4 En España los grupos de riesgo son los niños de 1-3 años de edad y los adultos en la cuarta década de vida, debido a causas accidentales en un 84,58% y a etiología suicida en un 6,8%.5 No hemos encontrado estudios sobre la incidencia de ingesta de tóxicos referente a la especie canina. Los signos clínicos suelen aparecer entre una y tres semanas después de entrar en contacto con el agente causal,1 y dependen de la localización y el diámetro de la estenosis.3 Incluyen regurgitación, ptialismo, disfagia, odinofagia, anorexia, letargia y pérdida de peso. El examen físico no presenta signos remarcables, a menos que aparezca neumonía por aspiración, en cuyo caso habrá fiebre y tos.3 Los resultados de la evaluación diagnóstica son con frecuencia normales.2 El diagnóstico definitivo se hace mediante esofagografía de contraste y, especialmente, mediante esofagoscopia, que es el método de elección.1-3,6 Como procedimiento terapéutico para conseguir la remisión de la sintomatología, se puede optar por una intervención quirúrgica, o por realizar la dilatación (guiada endoscópicamente) con balón, que es el * Contacto: [email protected] 27 Crespo et al. tratamiento de elección.1-3,6 En este caso clínico se estudia el diagnóstico, se discuten las ventajas del tratamiento endoscópico y se compara con el tratamiento quirúrgico. El objetivo último del tratamiento2,3,7,8 es la remisión de los síntomas clínicos, o bien que éstos ocurran con menos frecuencia, concretamente sólo cuando ingieran cierto tipo de dieta, como la comida seca. En este caso clínico describimos los hallazgos clínicos (sintomatología, analítica, radiología simple y con contraste, endoscopia) y el tratamiento escogido (mínimamente invasivo) mediante dilatación con balón vía endoscópica, de un caso de estenosis esofágica por ingestión de álcali en un perro de raza Pomerania, hallazgos cuya descripción completa no hemos podido encontrar en la bibliografía veterinaria consultada. Caso clínico Un perro de 3 años de edad, macho, raza Pomerania, 2 Kg. de peso, es remitido al Hospital Clínico Veterinario porque presenta disfagia severa, no tolera comer ni beber. Está desparasitado, vacunado, vive en jardín, sin más animales, y como dieta habitual come pienso comercial y comida casera. Como historia clínica, ha tenido una obstrucción urinaria, la cual se resuelve con anestesia, sondaje y fluidoterapia. Transcurridas seis horas después de la anestesia, tiene un episodio de vómitos persistentes de sangre ocre en grandes cantidades. Como las características del vómito no coinciden con lo que se esperaría de un vómito por anestesia, ya que es muy repetitivo y con presencia de sangre desde un principio, se decide contactar con los dueños para preguntarles si había podido ingerir alguna sustancia no habitual. Los propietarios del animal comentan que esa misma mañana había aparecido una botella de fertilizante mordida. El fertilizante es un álcali. Tres días más tarde de la posible ingestión del fertilizante presenta disfagia, por lo que no tolera comer ni beber, y se estabiliza con sucralfato, ranitidina y amoxicilina-ácido clavulánico. El cuadro clínico presenta síntomas de disfagia, como regurgitación en fases iniciales, nerviosismo al intentar deglutir e hiperextensión del cuello. En la evaluación diagnóstica, la analítica sanguínea muestra alteraciones en algunos parámetros, como los linfocitos 0.51·109/L (valores de referencia: 1.00-4.80), granulocitos 89.1% (valores de referencia: 52.0-87.0), hemoglobina corpuscular media 27.1 PG (valores de referencia: 19.524.5), albúmina 1.7 G/DL (valores de referencia: 2.5-4.4), amilasa 113 U/L (valores de referencia: 200/1200), calcio 8.1 MG/DL (valores de referencia: 8.6-11.8) y proteínas totales 4.4 G/DL (valores de referencia: 5.4-8.2). La radiografía torácica simple (Fig. 1) y la esofagografía torácica de contraste (Fig. 2) no muestran alteraciones evidentes. Se realiza esofagoscopia y se visualiza la mucosa, que presenta lesiones de grado grave a avanzado, con áreas en mosaico, zonas congestivas y zonas edematosas irregulares (Fig. 3), siendo estos hallazgos típicos de procesos inflamatorios graves. Se continúa con la exploración endoscópica 28 Figura 1. Radiografía lateral simple del cuello y tórax. La zona dorsal a la tráquea correspondiente al esófago el cual se observa normal. Figura 2. Radiografía lateral de cuello y tórax inmediatamente después de la administración del contraste. El contraste utilizado fué Barigraf polvo (sulfato de bario), 30g diluido en 15ml de agua. Se aprecia el recorrido del esófago al contener contraste en su interior. Figura 3. Esofagoscopia. Zona lesionada cercana al cardias, que se observa al fondo. Nótense las áreas en mosaico, con zonas congestivas y zonas edematosas, propias de procesos inflamatorios. 2012, Vol. 32 nº1 y en el tramo distal del esófago el endoscopio ya no puede seguir avanzando con facilidad, lo que se debe a que esta zona presenta una estenosis (Fig. 3), siendo éste el diagnóstico definitivo. Como terapéutica para resolver la estenosis, durante la misma exploración endoscópica, se llevan a cabo dos sesiones de dilatación con balón de 8 mm (Fig. 4), de un minuto de duración cada sesión, y con una pausa entre ambas de aproximadamente dos minutos. Al terminar (Fig. 5), se inicia terapia para tratar la inflamación esofágica, la cual consta de sonda nasogástrica para alimentación, dieta Royal Canin Convalescence® y Hills a/d®, inhibidores de la bomba de protones como pantoprazol (0’7 mg/kg/24h, IV) y omeprazol (1 mg/ kg/24h, VO), protector de la mucosa como sucralfato (1 g/kg/8h, VO), y antibioterapia como cefalotina (40 mg/kg/6h, IV). Además, se le administran corticoides a dosis antiinflamatorias (1mg/kg/24h, VO). El paciente presenta una mejoría significativa, seis semanas más tarde se le retira la medicación, y sigue una dieta blanda y fraccionada, sin signos clínicos. Figura 4. Dilatación con balón. Figura 5. Imagen del esófago tras la dilatación con balón. Discusión El paciente fue anestesiado para resolver la obstrucción urinaria, no presentando vómitos. Sin embargo, seis horas más tarde comienza a tener episodios de vómitos repetidos de color ocre, posiblemete debido a la presencia de sangre. Como este hecho llama la atención, ya que los vómitos por anestesia suelen tener signos clínicos más leves,2 no es habitual que se acompañen de sangre y, como se hubiese visto posteriormente durante la esofagoscopia, generalmente dan lugar a una inflamación esofágica más reducida, es por lo que se decide contactar con los dueños, que dicen que su perro ha mordido una botella de fertilizante. Esto coincide con que los vómitos por ingesta de cáusticos cursan con signos clínicos más severos, posible presencia de sangre (según gravedad de lesiones de la mucosa) y, además, los síntomas de esofagitis presentes, como regurgitación muy poco tiempo después de los vómitos, suelen están relacionados con la gravedad y profundidad de la inflamación2 que, a su vez, puede estar determinada, entre otras cosas, por la frecuencia y el contenido del reflujo gastroesofágico (ya que el ácido gástrico por sí solo causaría una esofagitis leve, mientras que, combinado con otras sustancias como ocurre en este caso, puede causar esofagitis grave)2. Otro aspecto a tener en cuenta es que las esofagitis por causas anestésicas, cuando dan lugar a la formación de estenosis, suelen aparecer en procedimientos quirúrgicos intraabdominales,2,3 ya que los factores que influyen en mayor medida son la duración de la anestesia y, en ocasiones, el posicionamiento de la cabeza más baja que el resto del cuerpo, lo que favorece el reflujo gastroesofágico.3 No obstante, algunos estudios también indican que, para que se llegue a formar una estenosis esofágica post-quirúrgica por estos motivos, debe haber además causas predisponentes,3 ya que no todos los animales sometidos a anestesias de duración más larga que un sondaje, como en el caso de cirugías intraabdominales, desarrollan estenosis posteriores. De todos modos, en la bibliografía consultada aparece el reflujo asociado a anestesia como una causa habitual de esofagitis y, en ocasiones, de formación de estenosis,3,9 aunque hay razones que ayudarían a explicar este hecho, como que es mucho más frecuente realizar cirugías intraabdominales, como las esterilizaciones rutinarias en hembras, que tener casos por cuerpos extraños esofágicos, hernias de hiato o ingestión de sustancias químicas.3 Por lo tanto, en el historial clínico de este paciente hay constancia de ingestión de sustancias corrosivas, de una anestesia y de posteriores vómitos repetidos. Todos estos factores pueden desencadenar enfermedad esofágica, dando lugar a síntomas como disfagia, regurgitación o extensión de cabeza y cuello, lo cual coincide con los síntomas presentados por este animal.2,3 En los diagnósticos diferenciales de enfermedad esofágica se pueden incluir varias clasificaciones diagnósticas:9 1) Alteraciones de la motilidad, en las que se encuentran causas secundarias a hipotiroidismo, hi- 29 Crespo et al. poadrenocorticismo, miastenia gravis, megaesófago y disautonomía. 2) En otro grupo de diagnósticos diferenciales se pueden incluir las enfermedades inflamatorias, como esofagitis, reflujo gastroesofágico y hernia de hiato. 3) También se puede deber a lesiones obstructivas como cuerpos extraños, estenosis cicatricial, anomalías del anillo vascular, neoplasia esofágica o masas torácicas. 4) Por último, la enfermedad esofágica puede estar causada por alteraciones diversas como divertículos esofágicos, fístula broncoesofágica o intususcepción gastroesofágica. Los resultados de la evaluación diagnóstica, incluyendo analíticas sanguíneas, con frecuencia son normales,2 aunque es habitual encontrar deshidratación debido a que el paciente no come ni bebe. En esta ocasión, el resultado de la analítica muestra las alteraciones debidas potencialmente a la inflamación secundaria a la quemadura tisular del esófago por la ingesta de álcali, y los posteriores vómitos hemorrágicos repetidos. De igual modo, en la radiografía simple no suelen haber hallazgos relevantes. En este caso, la radiografía torácica que se realizó en primer lugar se considera normal, ya que no se evidencian alteraciones. El diagnóstico definitivo se hace mediante esofagografía de contraste y/o esofagoscopia.1-3,6 En la esofagografía de contraste se puede identificar el número, la localización y la longitud de las estenosis,3 aunque en ocasiones el contraste puede pasar por el centro de la lesión y por tanto ésta no se evidencia, por lo que si esta prueba resulta negativa (siendo por tanto un falso negativo), no descarta la presencia de alteraciones. Esta prueba diagnóstica no ha mostrado alteraciones evidentes en este caso, por lo que se piensa en la realización de la esofagoscopia. La esofagoscopia es el método de elección, y además permite al clínico evaluar la mucosa esofágica y le sirve de ayuda en la toma de decisiones terapéuticas. Es útil cuando se buscan tumores esofágicos, cuerpos extraños, inflamación y obstrucciones provocadas por cicatrices esofágicas.6 La mucosa del paciente presenta áreas en mosaico, típicas de procesos inflamatorios graves, y en la zona cercana al cardias se visualiza una zona estenosada, siendo éste el diagnóstico definitivo. La estenosis se encuadra dentro del grupo de lesiones obstructivas en la lista de diagnósticos diferenciales, lo cual concuerda con la sintomatología, ya que el paciente no toleraba el agua ni la comida. Los animales suelen tener una única estenosis, aunque hay un rango entre 1-3. El diámetro se sitúa aproximadamente en 5 mm, pero puede oscilar entre 1-12 mm. La longitud suele ser de 1 cm, pero varía entre 110 cm. Las estenosis se pueden localizar en cualquier punto del esófago, aunque un 10% se localizan en el esófago cervical, un 15% en el esófago torácico craneal a la base cardiaca y un 75% en el esófago distal a la base cardiaca.3 En este caso, el diámetro de la estenosis es de 4 mm., y está situada en el esófago distal a la base cardiaca. A pesar de la presencia de inflamación grave en 30 toda la mucosa esofágica, la estenosis se ha formado en la zona cercana al cardias, lo que puede deberse al episodio de vómitos repetidos, ya que ésta es una de las principales causas de reflujo gastroesofágico que favorece la formación de estenosis esofágicas en esta localización.2 En el mismo procedimiento endoscópico se realiza la dilatación con balón, que además es el tratamiento de elección.1-3,6 Los objetivos de este procedimiento son resolver la causa subyacente, es decir, la estenosis, y restablecer la funcionalidad esofágica. Se realizan varias maniobras de dilatación en el mismo procedimiento, con cuidado por el riesgo existente de perforación y desgarros esofágicos.2 En este paciente, una única sesión de endoscopia con dos dilataciones fue suficiente, aunque es posible tener que realizar de dos a cuatro sesiones, según la cronicidad del proceso, con un intervalo de cuatro a siete días.2 No obstante, en este animal se evitó debido al peligro de desgarro o perforación del esófago, dado el estado de lesión grave de la mucosa. Otras opciones terapéuticas incluyen la exéresis quirúrgica del área esofágica afectada y posterior anastomosis, pero esta técnica no está recomendada ya que es frecuente la aparición de estenosis iatrogénicas en el lugar de la anastomosis.6 Por ello, se ha reservado para casos refractarios o aquéllos en los que hay perforación.2 La dilatación con balón es menos traumática, tiene menos riesgo de perforación y puede realizarse durante la esofagoscopia.6 Son más útiles las sondas de angioplastia o los balones de dilatación esofágica que las sondas tipo Foley, ya que es menos probable que los primeros pasen de un lado a otro de la obstrucción cuando se inflan.6 Además, se podrían utilizar según el caso, bujías, tubos endotraqueales o el extremo del endoscopio para llevar a cabo la dilatación.3 Debido a la gravedad de las lesiones esofágicas encontradas durante la esofagoscopia, tanto por la inflamación de la mucosa como por la estenosis cicatricial tan acusada, unido al resultado de otras pruebas diagnósticas como la analítica y la sintomatología clínica, se considera que la etiología de este caso clínico es la ingesta de álcali. El tratamiento médico-dietético1,2,6 se encamina a tratar la esofagitis y a conseguir la recuperación esofágica y sistémica, para lo cual se pone una sonda nasogástrica para dejar reposar la mucosa esofágica, y se alimenta con dieta Royal Canin Convalescence® y Hills a/d®. Ambas dietas son preparados nutricionales para animales que se están recuperando de una enfermedad grave, accidentes o cirugía. El tratamiento médico consiste en evitar el reflujo gastroesofágico, por lo que se opta por inhibidores de la bomba de protones (ya que pueden ser más beneficiosos que los antihistamínicos H2 en casos de esofagitis erosiva severa)2 como omeprazol y pantoprazol. Asimismo, se pueden utilizar antihistamínicos H2 como ranitidina, cimetidina, famotidina. Otra forma de evitar el reflujo gastroesofágico es mediante el uso de procinéticos como metoclopramida o cisaprida. También está indicado el uso de protectores de la mucosa, como la suspensión oral 2012, Vol. 32 nº1 de sucralfato, porque tiene propiedades citoprotectoras cuando se une a la zona erosionada.2 Además, el tratamiento médico también se basa en evitar infecciones gastrointestinales, para lo cual se le administra antibioterapia de amplio espectro, como cefalotina, amoxicilina-ácido clavulánico, ampicilina o metronidazol. Como parte del tratamiento de esofagitis, en la literatura se recomienda la colocación de una sonda de gastrotomía, pero se indica que su eficacia es dudosa ya que al cicatrizar puede generar nuevas estenosis.2,6 De igual modo, se hace referencia a la administración de corticoides a dosis antiinflamatorias, indicando que su efectividad es dudosa porque no se ha demostrado en estudios clínicos.2,6,9 No obstante, en este caso sí se administran como parte del tratamiento para prevenir la formación de nuevo tejido cicatricial y con ello nuevas estenosis. En cuanto a la duración de la terapia1 dependerá de la severidad de los signos y de las lesiones endoscópicas encontradas (en los casos leves la duración es de 5-7 días, y en los casos moderados-graves es de 2-3 semanas). En nuestro caso, la medicación se retira seis semanas más tarde, y desde entonces se mantiene dieta blanda. El animal evoluciona favorablemente y deja de presentar los signos clínicos por los cuales fue remitido al Hospital Clínico Veterinario, por lo que el tratamiento endoscópico y médico-dietético recibido resulta satisfactorio. De hecho, en los estudios clínicos, el 70-80% de los pacientes con estenosis esofágicas tienen un pronóstico bueno a excelente con la dilatación con balón, volviendo a la comida enlatada o seca con mínima o ninguna regurgitación,2,3,7,8,10 aunque en este caso la gravedad de las lesiones provocadas por el álcali determinan la necesidad de continuar indefinidamente con la dieta blanda. Este paciente llega a tener cierta calidad de vida al poder ingerir dieta húmeda después de ésta única sesión de endoscopia con dos dilataciones, por lo que se considera que se ha conseguido el objetivo de la misma. No obstante, cabe la posibilidad de que más sesiones de dilatación hubiesen hecho posible que el animal ingiriese dieta seca al mejorar el tránsito del bolo alimenticio por el esófago, pero el cliente no quiso someter al animal a más intervenciones endoscópicas por limitaciones económicas. Por el mismo motivo, no se realizan más pruebas de imagen en el seguimiento del caso. Summary A 3-year-old, male Pomeranian dog is referred to the Murcia University Veterinary Teaching Hospital with signs of esophageal dysphagia for three days, coinciding with the appearance of a bitten bottle of alkali-containing fertilizer. Hematological examination and blood biochemical analysis, chest radiograph and chest contrast esophagogram do not show any abnormal finding. Esophagoscopy is performed and the final diagnosis is esophageal stricture, with the presence of inflammation areas and a severe degree of mucosal damage. The treatment of choice, endoscopically-guided balloon dilation, is performed to resolve the stricture, with several dilatations in the same procedure. Subsequently, a medical therapy is established to resolve esophageal inflammation, and a dietary treatment to get the recovery of the animal. Evolution of the patient is good, presenting remission of clinical signs, although a dietary treatment based on wet diet is maintained. This article includes a complete clinical description related to a documented potential trigger of esophageal stricture or, at least, severe esophagitis. Fuente de financiación: Esta investigación no se realizó con fondos comerciales, públicos o del sector privado. Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Bibliografía 1. Jergens AE: Enfermedades del esófago. 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J Vet Intern Med 1995; 9:332-335. 31 18-20 Octubre, 2012 BARCELONA, España ¡El punto de encuentro de los veterinarios en Europa! 3 días de conferencias Más de 120 empresas internacionales 5,000 profesionales Asistentes de más de 50 países 250 ATV 80 ponentes internacionales 200 ponencias 200 comunicaciones libres 11 talleres prácticos www.sevc.info 32 INSCRIPCIONES ABIERTAS EN ENERO 2012! Dermatitis y foliculitis pustulosa acantolítica en un perro geriátrico sugestiva clínicamente de una dermatosis pustulosa lineal idiopática Acantholytic pustular foliculitis and dermatitis in an old dog suggesting an Idiopathic Linear Pustular Acantholytic Dermatosis A. Dalmau1, L. Ordeix2 Hospital Mediterrani Veterinaris, C/ Dels fusters 3, 43204 Reus (Tarragona) Servicio de dermatología, Hospital Ars Veterinaria, C/ Cardedeu 3, 08023 (Barcelona) y Univet, Servicio de Diagnóstico Veterinario, S.L. Edificio Astrolabio, Avda. Cerdanyola 92, 08172 Sant Cugat, (Barcelona) 1 2 Resumen En este artículo se describen el aspecto clínico y patológico, así como la evolución clínica, de un caso de dermatosis pustulosa acantolítica lineal idiopática en un cruce de raza Husky Siberiano, caracterizado histológicamente por una dermatitis pustulosa neutrofílica acantolítica estéril de presentación lineal y localizada en la parte lateral del tronco. Se trata de una condición clínico-patológica particular y de infrecuente presentación. C Palabras clave: Dermatosis pustulosa acantolítica lineal idiopática (DPALI). Keywords: Idiopathic Linear Pustular Acantholytic Dermatosis (ILPAD). Clin. Vet. Peq. Anim, 2012, 32 (1): 33-37 Introducción Una dermatitis pustulosa es un problema dermatológico muy común en el perro. Si bien en la mayoría de los casos se asocia a una pioderma superficial, en el diagnóstico diferencial hay que incluir otras enfermedades de origen infeccioso, como la demodicosis y la dermatofitosis entre las más comunes, y enfermedades no infecciosas de origen inmunomediado idiopático como, por ejemplo, enfermedades del grupo pénfigo.1 El aspecto clínico y la localización anatómica (folicular o no folicular) de las pústulas, pueden sugerir la causa subyacente de la dermatitis pustulosa siendo, por ejemplo, las pústulas foliculares sugestivas, en primer lugar, de una foliculitis por Staphylococcus spp., por Demodex o por dermatofitos. Sin embargo, es el examen citológico del contenido de una pústula el que permite orientar de manera más precisa el diagnóstico diferencial.1,2 La presencia de neutrófilos, degenerados o no, con bacterias intracelulares y/o extracelulares es diagnóstico de una pioderma. La presencia de queratinocitos acantolíticos entre el infiltrado neutrofílico es sugestiva de un pénfigo foliáceo (PF); sin embargo, no es patognomónica, pues éstos pueden observarse en otras enfermedades inmunomediadas o idiopáticas y en casos de pioderma superficial o dermatofitosis. Por este motivo, en las dermatitis pustulosas caracterizadas por la presencia de células acantolíticas en el examen citológico, será necesario realizar otras pruebas diagnósticas orientadas a confirmar o descartar la presencia de agentes infecciosos, como pueden ser exámenes microbiológicos y dermatohistopatológicos con tinciones especiales para la detección de microorganismos (Gram, PAS o Grocott)1. Sólo una vez descartadas las enfermedades infecciosas será posible considerar en el diagnóstico definitivo una enfermedad pustulosa estéril (PF, reacciones medicamentosas pustulosas superficiales, dermatitis pustulosa eosinofílica, dermatitis pustular subcorneal estéril y dermatosis pustulosa acantolítica lineal idiopática). La dermatosis pustulosa acantolítica lineal idiopática es un proceso pustular estéril muy infrecuente. Se * Contacto: [email protected] 33 Dalmau et al. trata de una condición localizada y lineal, asociada a una rápida respuesta terapéutica a los glucocorticoides, cuya etiopatogenia es desconocida. 1,2 El objetivo de este trabajo es presentar un caso clínico compatible con esta patología, en un perro geriátrico. Caso clínico Se presentó para una visita clínica una perra castrada, cruce de Husky Siberiano, de 11 años de edad, con un problema cutáneo en la zona lateral izquierda del tórax, no pruriginoso y de dos días de evolución. Los propietarios detectaron el problema por palpación, notando la piel irregular y con el pelo apelmazado. Según los propietarios no existía ninguna historia de trauma localizado en la región. El perro no mostraba ningún signo clínico de enfermedad sistémica. La paciente no presentó dolor a la palpación. Dos años antes de la visita la paciente había sufrido un hiperestrogenismo como consecuencia de un tumor ovárico, resuelto tras la extirpación quirúrgica. El estado vacunal del paciente era correcto y recibía una profilaxis antiparasitaria con un producto a base de febendazol para parásitos internos, siendo la última toma 3 meses antes de la visita, y con fipronilo en spot-on para la prevención de pulgas y garrapatas sólo durante el verano, siendo la última aplicación 10 días antes de la visita. El animal vivía en una casa con jardín como único animal de compañía. En el examen físico general no se observó ninguna alteración a excepción de un evidente sobrepeso (41,9 Kg.). En el examen dermatológico se observó, en la zona izquierda del tórax, una lesión lineal en dirección vertical de unos 15 cm. de amplitud y unos 25 cm. de largo caracterizada por la presencia de eritema, hiperpigmentación, costras y escamas. (Fig. 1). En base a la historia y cuadro clínico, se consideraron A como diagnósticos diferenciales más probables una infección bacteriana secundaria a una lesión traumática, una demodicosis o dermatofitosis (ambas con probable infección bacteriana secundaria), una reacción a la picadura-mordedura de artrópodos ambientales y, por último, una reacción medicamentosa localizada, probablemente secundaria a la aplicación local de algún producto. Se realizó un examen con la lámpara de Wood y el examen microscópico de múltiples raspados superficiales y profundos que resultaron negativos. El examen citológico del material obtenido mediante impronta mostró la presencia de neutrófilos, la mayoría no degenerados, con escasos cocos extracelulares y alguna célula acantolítica (Fig. 2). Estas pruebas descartaban una demodicosis y sugerían la presencia de una infección bacteriana. Se estableció un tratamiento antibiótico sistémico empírico con cefalexina administrada por vía oral cada 12h a la dosis de 25 mg/Kg. asociado a un tratamiento tópico con baños cada 2-3 días con un champú a base de peróxido de benzoilo al 2,5%. Después de 15 días de tratamiento las lesiones cutáneas no habían mejorado, por lo que se realizó un cultivo micológico del pelo y de las escamas y un cultivo bacteriológico de la superficie cutánea subyacente a una de las costras, ambos con resultado negativo. Estas pruebas descartaban de forma definitiva una dermatofitosis y una pioderma bacteriana, por lo que se B Figura 2. Citología superficial donde se aprecian abundantes neutrófilos y acantocitos. C Figura 1. A. Se puede apreciar la linealidad lesional e hiperpigmentación. B. Imagen más cercana, donde son más evidentes los límites de la lesión, así como las áreas exudativas y costrosas. C. Detalle de la condición cutánea descamativa y costrosa. 34 Figura 3. Imagen histopatológica donde se observa una dermatitis perivascular-intersticial hiperplásica con foliculitis luminal. Hematoxilina y Eosina. 2012, Vol. 32 nº1 decidió realizar una biopsia cutánea para su examen dermatohistopatológico. Para obtener las muestras se utilizó lidocaína al 2% como anestésico local y un punch de 8 mm. El resultado del estudio histopatológico evidenció una marcada hiperplasia epidérmica irregular, con hiperqueratosis ortoqueratótica, con Figura 4. Nótese (flecha) un punto de acantolisis en la luz de un infundíbulo. Hematoxilina y Eosina. moderada espongiosis y exocitosis linfocitaria y neutrofílica, focalmente más marcada, hacia el epitelio de la epidermis y de algunos infundíbulos foliculares (Fig. 3). Se observaron neutrófilos en la luz de algunos infundíbulos con focos de acantolisis (Figs. 4 y 5). En la dermis media y superficial se observó un infiltrado inflamatorio celular mixto marcado, de perivascular a intersticial. Este infiltrado estaba formado fundamentalmente por linfocitos, células plasmáticas, mastocitos, neutrófilos y pocos eosinófilos. Se llevó a cabo una tinción especial de PAS para evidenciar estructuras fúngicas que resultó negativa. El diagnóstico patológico final fue de dermatitis y foliculitis luminal neutrofílica con acantolisis. Al no realizarse pruebas inmunológicas en el tejido procesado no es posible sugerir o descartar un daño inmunomediado como causa de la acantolisis. En base a la anamnesis, cuadro clínico y patológico se realizó un diagnóstico definitivo presuntivo de dermatosis pustulosa lineal acantolítica idiopática. Se procedió a rasurar la zona y se instauró un tratamiento tópico, con una loción que contenía betametasona dipropionato al 0,598%,(Diprosalic loción® de Schering-Plough Pharmaceuticals) cada 12 horas, retirándose el tratamiento antibiótico. Figura 5. Foliculitis luminal granulocitaria con numerosos queratinocitos acantolíticos (flechas). Hematoxilina y Eosina. Figura 7. Recidiva de la lesión poco después de suprimir el tratamiento. Figura 6. Lesión a los 15 días post tratamiento. Figura 8. Evolución de la lesión a la semana de introducir de nuevo la terapia con betametasona. 35 Dalmau et al. A los 15 días del inicio de la aplicación del tratamiento tópico se observó una respuesta clínica favorable (Fig. 6). El tratamiento se retiró por decisión de los propietarios a las 4 semanas, tras observarse una resolución del cuadro cutáneo. Sin embargo, dos días después de retirar el fármaco (Fig. 7), se observó una recidiva y empeoramiento progresivo. Al iniciarse de nuevo la aplicación del producto se observó por segunda vez una respuesta clínica favorable (Fig. 8). Cuatro meses después del inicio del cuadro clínico cutáneo la paciente falleció por hemorragia aguda tras rotura de una masa esplénica. En el momento de la muerte, el perro estaba recibiendo un tratamiento de mantenimiento con la loción de betametasona cada 48h en la zona lesionada. Discusión Las dermatosis pustulosas en el perro son procesos dermatológicos que cursan con la formación de pústulas, foliculares o no, dependiendo de la implicación de la unidad pilosebácea y, estériles o no, dependiendo de la implicación de agentes infecciosos (bacterias, parásitos u hongos). En función del contenido celular de éstas, las pústulas se consideran eosinofílicas, neutrofílicas o acantolíticas. 1,2 La acantolisis es un fenómeno que se produce por la separación de los queratinocitos de la epidermis o del epitelio folicular, debido a una falta de adhesión de los desmosomas, resultado de causas genéticas, inmunomediadas (autoinmunes o no) o infecciosas. Las causas genéticas son extremadamente raras, siendo las enfermedades inmunomediadas o infecciosas las más comunes. En algunas formas inmunomediadas existen autoanticuerpos contra segmentos de las proteínas desmosomiales que inducen la acantolisis como, por ejemplo, autoanticuerpos antidesmogleina-1 en el PF y antidesmogleina-3 en el pénfigo vulgar y pénfigo paraneoplásico. Se ha demostrado que algunos agentes infecciosos como, por ejemplo, el Tricophyton hyphae y el Staphylococcus hyicus pueden generar proteasas que pueden romper estas uniones desmosomiales.3 El diagnóstico diferencial de las dermatitis pustulosas acantolíticas (formas no congénitas) incluye una serie de enfermedades estériles de origen inmunomediado (enfermedades del grupo pénfigo principalmente, reacciones medicamentosas pustulosas superficiales, pustulosis eosinofílica estéril canina, dermatosis pustular subcorneal estéril y dermatosis pustulosa acantolítica lineal idiopática) y de enfermedades infecciosas (pioderma o dermatofitosis pustulosa). Este diagnóstico diferencial debe ordenarse en cada caso en base a la anamnesis, examen físico general y dermatológico. El caso descrito se caracteriza clínicamente por presentar lesiones localizadas y lineales. Tratándose de una distribución particular y poco común. Normalmente las lesiones lineales se asocian a agentes exógenos sean irritantes o alérgenos, pero pueden existir otras etiologías donde están implicados vasos linfáticos (linfangi- 36 tis) y sanguíneos (vasculitis), pero es cierto que este mismo patrón lineal se ha descrito en enfermedades nevoides siguendo las líneas de Blascko, como también sucede en medicina humana, como ejemplo el nevus lineal congénito, la escleroderma lineal y paraqueratosis folicular congénita.1,4 Recientemente se han descrito dermatosis pustulosas acantolíticas estériles localizadas relacionadas con la administración tópica de algunos fármacos, como ocurre con un producto a base de metaflumizona-amitraz (Promeris Duo, Fort Dodge Veterinaria, Madrid). Aunque no está claro si el responsable es el principio activo en sí o el excipiente del producto, el fármaco tiene el potencial para iniciar una variante del PF que se asemeja a los casos espontáneos de PF autoinmune a nivel clínico, morfológico, inmunológico y de respuesta al tratamiento.5 Es poco probable que el caso descrito en este artículo corresponda a un PF localizado inducido por fármacos. En primer lugar, no se utilizó este producto para la profilaxis de las pulgas en este paciente y no se ha descrito un efecto adverso similar asociado al uso de otros spot on. Y en segundo lugar, no se observaron otras lesiones histológicas compatibles con un PF (p.e pústulas intraepidérmicas neutrofílicas con acantolisis y de grandes dimensiones). La presencia de una dermatosis pustulosa acantolítica estéril y lineal es sugestiva, también, de una dermatosis pustulosa acantolítica lineal idiopática (ILPAD), que ha sido descrita previamente en dos ocasiones.6,7 Se trata de un proceso con una etiopatogenia todavía desconocida, si bien la exclusión de agentes infecciosos y la rápida respuesta a los glucocorticoides sugieren una base inmunomediada. Igual que en los dos casos descritos anteriormente, las lesiones descritas aquí no presentaban ninguna asociación con algún agente ambiental o traumatismo previo que pudiera desencadenar una reacción inmunomediada lineal. A diferencia de los casos referidos con anterioridad, que describían la patología en animales jóvenes, el paciente aquí expuesto era un animal anciano en el que posteriormente fue diagnosticada una neoplasia esplénica, probable hemangiosarcoma. Es posible que el problema cutáneo fuera un signo paraneoplásico; sin embargo, el cuadro histológico descrito no es compatible con la entidad conocida como pénfigo paraneoplásico, en la que, además de una dermatosis pustulosa acantolítica sugestiva de PF, se observan signos histológicos sugestivos de pénfigo vulgar y de eritema multiforme. La ausencia de una evolución a largo plazo debido a la muerte imprevista del paciente, desafortunadamente, no permite determinar una posible relación causa (neoplasia abdominal)-efecto (dermatosis pustulosa acantolítica lineal) en este paciente. En cuanto al tratamiento, los casos descritos en la literatura fueron tratados con metilprednisolona administrada por vía sistémica. El caso aquí descrito, sugiere como opción terapéutica válida, el uso local de un 2012, Vol. 32 nº1 glucocorticoide para tratar esta manifestación localizada de una enfermedad cutánea inmunomediada. En conclusión, teniendo en cuenta el diagnóstico diferencial de este patrón de distribución tan poco habitual, se podría decir que el caso expuesto, a pesar de la edad del paciente, podría ser compatible con la patología descrita por Beningo y Scott como Dermatosis Acantolítica Lineal Idiopática, debido a sus similitudes clínicas, patológicas, así como la rápida respuesta a los glucocorticoides. Summary The clinical and pathological aspects, as well as the follow-up, of one case of an Idiopathic Linear Pustular Acantholitic Dermatosis in a cross of Siberian Husky is described. This is histologically characterized by a pustular neutrophilic acantholytic sterile dermatitis with a linear and localized presentation on the lateral part of the trunk. It is a very infrequent and particular clinical and pathological condition. Fuente de financiación: Esta investigación no se realizó con fondos comerciales, públicos o del sector privado. Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Bibliografía 1. Scott, Miller, Griffin. Dermatología en pequeños animals, VI Ed. Interamerica 2001. 2. Gross T, Ihrke P, Walder E, Affalter V. Skin diseases of the dog and cat Clinical and histopathologic diagnosis. Second Ed., Blackwell Science. Ltd 2006. 3. Olivry T, Linder KE: Dermatoses affecting desmosomes in animals: a mechanistic rewiew of acantholytic blistering skin diseases. Vet Dermatol 2009; 20(5-6): 313-26. 4. Happle R, Assim A, The lines of Blaschko on the head and neck, J Am Acad Dermatol 2001; 44: 612-615 5. Oberkirchner U, Linder KE, Duston S et al: Metaflubizone-amitraz (Promeris)-associated pustular acantholytic dermatitis in 22 dogs: evidence suggests contact drug-triggered penphigus foliaceus. Vet Dermatol 2011; 22(5): 436-48. 6. Beningo KE, Scott DW: Idiopathic linear pustular acantholytic dermatosis in a young Brittany Spaniel dog. Vet Dermatol 2001; 12: 209-213. 7. Scott DW: In a Letter to the editor: Canine idiopathic linear pustular acantholytic dermatosis: a second case. Vet Dermatol 2003; 14:275. 37 Caso clínico de 2012, Vol. 32, nº 1 Sección patrocinada por Caso clínico de TRAUMATOLOGÍA M. Puiggròs, J. Marcos, J. Cairó, J. Font, Canis Hospital Veterinari. Girona. Historia clínica Es referido a la consulta un perro Golden Retriever, macho no castrado, de 6 meses de edad y 20 kg de peso por un problema de cojera aguda en la extremidad posterior izquierda. Presenta una historia de traumatismo previo, al caer de la mesa en la peluquería. El animal manifiesta dolor a la manipulación de la articulación coxo-femoral izquierda en extensión y en flexión. ¿Cuál es el diagnóstico diferencial en este caso? Establecemos un diagnóstico diferencial de: - Traumatismo de la articulación de la cadera sin lesión evidente. - Fractura de cuello o cabeza femoral. - Luxación de la cabeza del fémur. - Displasia de cadera. - Necrosis avascular de la cabeza femoral. - Osteocondritis de la cabeza femoral. - Epifisiólisis femoral ¿Cuál sería el proceso a seguir en este caso para poder llegar a un diagnóstico correcto? ¿Qué pruebas realizarías? Para establecer un diagnóstico se realiza una sedación del animal y radiografías ventro-dorsales en extensión (Fig. 1) y flexión (Fig. 2) de la articulación de la cadera. En las radiografías realizadas se observa un mal alineamiento de la epífisis proximal del fémur izquierdo, siendo este hallazgo compatible con fractura intraarticular Salter Harris tipo I. Figura 1. Radiografía ventro-dorsal de la cadera. Se observa un desplazamiento de la cabeza femoral izquierda. D: derecha. Figura 2. Radiografía ventro-dorsal de la cadera con flexión de los miembros. Se aprecia un desplazamiento de la cabeza femoral izquierda y una pérdida de la opacidad ósea a nivel del cuello femoral. D: derecha. * Contacto: [email protected] 39 Caso clínico de 2012, Vol. 32, nº 1 ¿Cuáles serían las opciones terapéuticas que tenemos? En este caso tenemos varias opciones para resolver la fractura: - Osteosíntesis con fijación interna de la fractura. - Artroplastia de la cabeza y cuello femoral. - Inmovilización y vendaje en flexión. Planteamos estas opciones al propietario y aconsejamos realizar una artroplastia de cadera unilateral. El dueño decidió buscar una segunda opinión y cambio de clínica veterinaria. En otro centro veterinario fue sometido a tres intervenciones quirúrgicas, entre las cuales se le practicó una osteosíntesis mediante fijación interna de tres agujas de Kirschner y un “forage” de la cabeza femoral. A los 68 días, el perro fue presentado de nuevo a nuestro centro veterinario porque presenta una cojera aguda en la extremidad posterior derecha, esta vez sin traumatismo previo conocido. El animal, además, presentaba una cojera crónica de la extremidad posterior izquierda fracturada anteriormente y operada. En la exploración física observamos muestras de dolor y crepitación en ambas articulaciones coxo-femorales y atrofia muscular intensa en la extremidad posterior izquierda. Realizamos un hemograma y un perfil bioquímico, estando los valores obtenidos dentro de la normalidad. D A Se realizaron radiografías ventro-dorsales en extensión (Fig. 3A) y flexión (Fig. 3B) de la cadera bajo sedación. En la radiografía ventro-dorsal (Fig. 3A) de la cadera, en la articulación izquierda se observa una osteólisis en la zona del cuello con separación de la cabeza del fémur con cambios de la opacidad del acetábulo, cabeza de fémur y cuello femoral. Se aprecia una reacción perióstica en la zona del cuerpo el ilion. Se evidencia una pérdida completa de la esfericidad y congruencia del acetábulo con la cabeza del fémur, presentando la imagen de una pseudoartrosis. En la radiografía ventro-dorsal en flexión forzada de la cadera (Fig. 3B), en la articulación derecha se aprecia una disminución de la opacidad en el cuello femoral y un desplazamiento en la línea epifisaria de la cabeza del fémur, lo cual nos lleva al diagnóstico de fractura intraarticular de la epífisis distal del fémur derecho. En base a la historia clínica, la evolución y las lesiones descritas, diagnosticamos una epifisiólisis bilateral de la cabeza femoral. 1 Propusimos al propietario, en primer lugar, realizar una artroplastia de cuello y cabeza femoral de la cadera derecha y una vez recuperado de la primera cirugía, practicar la misma operación en la articulación de la cadera izquierda. El dueño aceptó la opción terapéutica planteada y realizamos la segunda cirugía a los 40 días (Fig. 4). Se realizó un estudio histopatológico de la cabeza femoral apreciándose el cartílago epifisario de morfología anormal con cavidades y hendiduras eosinofílicas, grupos de condrocitos organizados en clústeres y zonas de cartílago necrótico (Fig. 5). El animal ha evolucionado favorablemente después de ambas cirugías (Fig. 6), D B Figura 3. A. Proyección ventro-dorsal de la cadera con extensión de los miembros. B. Proyección ventro-dorsal de la cadera con flexión de los miembros. Se aprecia un desplazamiento de la cabeza femoral derecha. En la articulación izquierda se observa una zona de osteólisis en el cuello femoral, con pérdida de esfericidad de la cabeza y congruencia del acetábulo, imagen de Osteoartrosis. D: derecha. 40 Caso clínico de 2012, Vol. 32, nº 1 D A D B Figura 4. A. Proyección ventro-dorsal de la cadera con extensión de los miembros. B. Proyección ventro-dorsal de la cadera con flexión de los miembros. Después de realizar la segunda artroplastia. D: derecha. Discusión Figura 5. Tinción de hematoxilina-eosina, cartílago epifisario de morfología anormal con cavidades y hendiduras eosinofílicas, grupos de condrocitos organizados en clústeres y zonas de cartílago necrótico (flechas) (Imagen cedida por Lab Histovet). Figura 6. Imagen del animal 5 meses después de la segunda artroplastia. Las fracturas articulares son frecuentes en animales jóvenes debido a la incidencia de traumatismos fisarios y epifisarios. Dado que la fisis proximal del fémur es intracapsular, todas las fracturas de la fisis de la cabeza del fémur son intraarticulares.1 Las fracturas articulares deben diagnosticarse con exactitud para asegurar la reducción quirúrgica y la estabilización adecuada. Las exploraciones radiográficas deben incluir dos proyecciones en ángulo recto, una respecto de la otra. A éstas, cuando sea necesario, pueden añadirse imágenes oblicuas y proyecciones en flexión y en estrés. Estas proyecciones adicionales son más útiles cuando se sospechan fracturas por avulsión, o cuando las estructuras óseas de interés se superponen sobre otras.2 En el caso que describimos aquí las radiografías ventro-dorsales en flexión evidenciaron más el desprendimiento de la cabeza de fémur que las realizadas en extensión. La epifisiólisis femoral es una patología rara y subdiagnosticada, que consiste en una separación o desplazamiento de la epífisis femoral proximal con respecto a la metáfisis a nivel de la fisis o cartílago de crecimiento. Su etiología es desconocida, pero implica factores tanto biomecánicos como bioquímicos, que producen una alteración en la placa de crecimiento.1 Cuando interpretamos las primeras radiografías y diagnosticamos una fractura articular en la cadera izquierda, no observamos, la pérdida de densidad ósea del cuello femoral izquierdo. Al producirse la segunda fractura y presentar un carácter bilateral nos orientó hacia el diagnóstico de una epifisiólisis bilateral, ya que las lesiones se presentaban con carácter bilateral. Había pérdida de densidad ósea sin visualización de fenómenos de cicatrización ósea.3,4 En la parte proximal del fémur hay tres centros de osificación. El principal es el responsable del crecimiento longitudinal del cuello del fémur y contribuye al crecimiento del 25-40% de la longitud del fémur, a través 41 Caso clínico de del crecimiento del trocánter mayor. Estas placas de crecimiento en la cabeza femoral y trocánter mayor están fusionadas al nacer, pero se separan mientras se desarrolla el trocánter mayor. El crecimiento femoral se completa a las 30 semanas de vida, no obstante, la fisis de la cabeza femoral permanece abierta y potencialmente activa hasta los 10 meses de edad. En animales jóvenes, un excesivo estrés de torsión y flexión en el sistema músculo esquelético puede dañar las placas de crecimiento y fracturarlas. Además, el traumatismo directo sobre la articulación coxofemoral con frecuencia produce una fractura del cuello femoral o una luxación de cadera.3 La mayoría de las fracturas fisarias de la epífisis de la cabeza del fémur son Salter Harris tipo I. La epifisiólisis femoral, es una patología que se ha descrito en humanos, adolescentes de 10 a 19 años con sobrepeso y crecimiento rápido. Entre el 20 y 30 % de los casos se presenta de forma bilateral. También se ha descrito en otras especies como el gato y principalmente en el cerdo. En la especie canina se ha visto cierta predisposición racial en Labrador Retriever, Golden Retriever, Shetland Sheepdogs, asociado a animales obesos y con crecimiento, siendo la edad de presentación entre 3 y 10 meses. En nuestro caso, el animal no presentaba sobrepeso ni tampoco un crecimiento rápido, aunque si coincidían la raza predisponente y la edad. Además de afectar a la cabeza femoral, también se ha descrito en tuberosidad isquiática y vértebras lumbares.5,6 Van EE en 1986, también describió la epifisiólisis bilateral en el calcáneo de un perro, con las mismas lesiones histopatológicas que las descritas en la cabeza femoral. Esta presentación es menos frecuente que la descrita en la cabeza femoral.7 Los síntomas clínicos en general son de cojera aguda sin traumatismo previo. El animal presenta dolor al manipular la extremidad y si no se diagnostica rápidamente, aparece atrofia muscular.5 A nivel radiográfico, hay una pérdida progresiva de opacidad ósea a nivel del cuello femoral sin aparición 2012, Vol. 32, nº 1 de tejido cicatricial. La fractura de la fisis de cabeza femoral puede comprometer el suministro sanguíneo y producir una lesión de necrosis de la cabeza del fémur.8 En el caso que aquí describimos, si que existía una pérdida de opacidad ósea a nivel del cuello, pero no a nivel de la cabeza del fémur; probablemente la vascularización de la cabeza del fémur estaba mantenida por la arteria del ligamento redondo. Se debe realizar siempre un diagnóstico diferencial con otras patologías como luxación de la cabeza de fémur, enfermedad de LeggPerthes y fracturas de la epífisis de la cabeza femoral, cuello o acetábulo.3 En los perros que la fractura de la fisis de la cabeza femoral no está asociada a un traumatismo y presenta una pérdida de la densidad ósea del cuello femoral, se describe como una epifisiólisis femoral, que puede presentarse uni o bilateralmente; en nuestro caso, en la primera extremidad había un antecedente traumático, pero no en la segunda, pensando que quizás fuera una coincidencia el traumatismo inicial y la presentación de la patología. A nivel histopatológico, se observan lesiones cartilaginosas que representan un defecto preexistente en el cartílago de la fisis. En el interior del tejido cartilaginoso, hay cavidades ocupadas por eosinófilos y condrocitos organizados en clústeres y columnas irregulares de osteocitos. En algunas zonas pueden presentarse focos de tejido necrótico.3 En el estudio histopatológico realizado al cuello femoral de la cadera derecha, se describieron todas estas alteraciones morfológicas, lo que refuerza el diagnóstico de discodisplasia cartilaginosa. El tratamiento de la epifisiólisis femoral es la osteotomía de la cabeza y cuello femoral, artroplastia de cadera. En la bibliografía, se describen como otras opciones terapéuticas la osteosíntesis o la prótesis de cadera,1 pero no hay casos descritos. Para prevenir esta patología, es recomendable evitar el sobrepeso, el crecimiento rápido, controlar el ejercicio y eliminar de la reproducción a los animales afectados. Fuente de financiación: Esta investigación no se realizó con fondos comerciales, públicos o del sector privado. Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Bibliografía 1. Guerrero T. Comunicación personal. 2011. 2. Thrall DE. Diagnóstico radiológico veterinario. Philadelphia, WB Saunders. 4ed. 2007; 196-197. 3. Dupuis J, Breton L, Drolet R. Bilateral epiphysiolysis of the femoral heads in two dogs. J Am Vet Med Assoc. 1997; 210(8):1162-5. 4. Montgomery R. Miscellaneous Orthopedic Diseases. En Slatter. DH (ed) Textbook of Small Animal Surgery, Philadelphia, WB Saunders. 3ed. 2003, 2251-2260. 5. Steger H, Rytz U, Schawalder P. Bilateral idiopathic femur head epiphyseolysis (“slipped epiphysis”) in cats: literature review and case description. Schweiz Arch Tierheilkd. 1999;141(2):47-52. 6. Burke J. Physeal dysplasia with slipped capital femoral epiphysis in a cat. Can Vet J. 2003; 44(3):238-9. 7. Van EE RT, Walker TL, Patton CS, Bellah JR. Bilateral Calcaneal Epiphysiolisis in a Dog. Vet Surg. 1986; 15 (1).60-64. 8. Moores AP, Owen MR, Fews D, Coe RJ, Brown PJ, Butterworth SJ. Slipped capital femoral epiphysis in dogs. J Small Anim Pract. 2004, 45(12):602-8. 9. Burk RL, Ackerman N. Atlas de diagnostic radiologique des animaux de compagnie. Editions du Point Vétérinaire. 1986; 239-243. 42 Diagnóstico 2012, Vol. 32, nº 1 ¿Cuál es tu DIAGNÓSTICO? A B Historia Clínica Se presentó en la consulta un perro Dogo Alemán, macho, de 5 meses de edad, con una historia clínica de apatía y cojera de la extremidad anterior derecha desde hacía una semana. En el examen físico se observó una inflamación en la zona distal del antebrazo, con dolor a la palpación. Se realizaron radiografías de la extremidad anterior derecha (Fig. 1 A y B). Figura 1. (A) Proyección lateral (B) Proyección cráneo-caudal de cúbito y radio de la extremidad derecha. • Describe las anormalidades radiográficas que se observan. • ¿Cuáles son los diagnósticos diferenciales con estos signos radiográficos? • ¿Qué otras técnicas realizarías para alcanzar el diagnóstico definitivo? M. Martínez, A. Ansón, J. Murciano, M. Soler, A. Agut Hospital Clínico Veterinario. Departamento de Medicina y Cirugía Animal. Universidad de Murcia * Contacto: [email protected] 43 Diagnóstico 2012, Vol. 32, nº 1 ¿Cuál es tu diagnóstico? Describe las anormalidades radiográficas que se observan En las proyecciones lateral y craneocaudal del cúbito y radio, se aprecia una línea radiolúcida irregular paralela a las fisis distales del radio y del cúbito (signo de doble fisis), y una zona de esclerosis alrededor de dicha línea. También se observa un aumento de opacidad de la zona metafisaria distal de ambos huesos. En el cúbito, adyacente a la metáfisis distal se visualiza una neoformación ósea irregular en las corticales lateral y caudal, así como una reacción perióstica de modelo sólido en la cortical caudal del cúbito. Además se visualiza un aumento de grosor del tejido blando adyacente.(Figs. 2 A y B). A B ¿Cuáles son los diagnósticos diferenciales con estos signos radiográficos? Los diagnósticos diferenciales con estos hallazgos radiográficos son: - Osteodistrofia hipertrófica metafisaria. - Osteomielitis metafisaria. ¿Qué otras técnicas realizarías para alcanzar el diagnóstico definitivo? En este caso, pensando que el diagnóstico más probable era la osteodistrofia hipertrófica metafisaria se realizaron radiografías de cúbito y radio de la extremidad contralateral y de tibia de ambas extremidades, apareciendo en todas ellas las mismas lesiones ya observadas en la radiografía inicial pero con una menor A B I Figura 2. (A) Proyección lateral (B) Proyección cráneo-caudal de cúbito y radio de la extremidad derecha. Mismas imágenes que Fig. 1. Se aprecia el signo de doble fisis y esclerosis de la metáfisis distal de ambos huesos (flecha), y una neoformación ósea irregular en ambas corticales del cúbito, con reacción perióstica de modelo sólido en la cortical caudal adyacente a la zona metafisaria (cabeza de flecha). 44 Figura 3. (A) Proyección lateral de cúbito y radio de la extremidad izquierda. (B) Proyección lateral de tibia y peroné de la extremidad derecha. Se aprecian las mismas lesiones descritas anteriormente pero con menor afectación. Diagnóstico 2012, Vol. 32, nº 1 afectación (Figs. 3 A y B). En base a la historia clínica, las características del animal y los hallazgos radiológicos observados se llegó al diagnóstico definitivo de osteodistrofia hipertrófica metafisaria. Comentario La osteodistrofia hipertrófica, también conocida como osteopatía metafisaria, es una patología sistémica de etiología desconocida que afecta normalmente al esqueleto inmaduro de perros de razas grandes y gigantes que tienen un crecimiento muy rápido.1-3 Los signos clínicos pueden aparecer a las 7 semanas, aunque la media de aparición está entre los 3 y 5 meses de edad, siendo autolimitante, por lo que se resuelve después de algunas semanas. No obstante, las recaídas pueden darse hasta los 8 meses de edad, llegando a producirse un cierre prematuro de las líneas de crecimiento en los casos en los que se produce una afectación severa.1 Su presentación se ha descrito en más de 40 razas, aunque las más predisponentes son el Dogo Alemán y el Weimaraner.2 Además, los machos presentan una mayor predisposición que las hembras.1 El caso que presentamos aquí, coincide con estas características, ya que se trataba de un Dogo Alemán macho de 5 meses de edad. Los signos clínicos más comunes que presenta un animal con esta patología son apatía, anorexia, fiebre, cojera y dolor a la palpación de la zona metafisaria de los huesos largos. Las localizaciones más frecuentes son las zonas distales del radio, cúbito y tibia, aunque también se han descrito casos en los que se afecta la metáfisis proximal del húmero. Otras zonas de presentación menos frecuentes son la mandíbula, metacarpo y metatarso, la zona costocondral de las costillas, la escápula y las vértebras. Además puede aparecer inflamación de tejidos blandos, hiperqueratosis en las zonas distales de las extremidades anteriores y posteriores, diarrea, anemia y neumonía.1 El diagnóstico definitivo se alcanza en base a la historia clínica y a los hallazgos radiológicos. Por ello, la radiografía es la técnica de elección para el diagnóstico de esta enfermedad, ya que nos permite valorar las alteraciones que se producen en las metáfisis de los huesos largos.1-3 Los signos radiológicos más tempranos que se observan son una línea radiolúcida irregular en la metáfisis paralela a la fisis y que queda separada de ella por una banda de mayor opacidad “signo de doble fisis” (hallazgo patognomónico de la enfermedad), siendo la mayoría de las veces simétricas y bilaterales.1,4 Posteriormente aparece una neoformación ósea irregular alrededor de la metáfisis que suele estar bien delimitada de la cortical al principio, aunque su extensión depende de la gravedad y de la duración de la enfermedad, pudiendo llegar a unirse con la cortical B asemejando un engrosamiento de la misma.1,2,4 En la fase inicial, la osteodistrofia hipertrófica puede ser difícil de distinguir de la osteomielitis metafisaria, ya que ésta también afecta a animales jóvenes y provoca lesiones multifocales, a menudo bilaterales y simétricas.4 Agradecimientos A Hill’s Pet Nutrition por la beca residencia concedida a A. Ansón, coautora de este trabajo. Fuente de financiación: Esta investigación no se realizó con fondos comerciales, públicos o del sector privado. Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Bibliografía 1. Franklin M, Rochat M, Broaddus K. Hypertrophic Osteodystrophy of the proximal humerus in two dogs. J Am Anim Hosp Assoc. 2008;44:342-346 2. Miller C. Hypertrophic osteodystrophy in a Great Dane puppy. Can Vet J. 2001;42:63-66 3. Joiner K, Montgomery R. Vet Med Today: Pathology in Practice. Hypertrophic Osteodystrophy. J Am Vet Med Assoc. 2011;238(11): 1413-1415 4. Dennis R, Kirberger RM, Barr F, Wrigley RH. Handbook of small animal radiology and ultrasound. Techniques and differential diagnoses. 2 ed. Elsevier. Edimburgo. 2010. 45 Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 Noticias Acreditaciones AVEPA define sus primeros acreditados en las diferentes Especialidades Veterinarias Siguiendo con la planificación prevista desde el inicio del proyecto de Acreditación de Especialidades Veterinarias, recientemente AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales) ha publicado la lista de los primeros acreditados en las mismas. Esta lista inicial está basada en las solicitudes presentadas hasta el 31 de diciembre de 2011, las cuales fueron evaluadas por el Comité de Acreditación de AVEPA durante los pasados meses. El número final de peticiones estuvo por encima de las 130, superando con creces las previsiones iniciales de posibles participantes. La evaluación inicial ha supuesto que un 60% de los socios de AVEPA que presentaron el correspondiente formulario han logrado obtener la calificación de apto para la consecución de la Acreditación. El baremo de puntuación del proceso de acreditación ha sido completado hasta el momento actual por más de 155 socios, y supone la definición de un nivel de aptitudes y conocimientos clínicos que se traslada a una tabla de puntos, homogénea y estándar, para todas las Especialidades Veterinarias. Éste baremo puede consultarse en la web de AVEPA, en el área de socios, y se estructura, de forma básica, en puntos referentes a: 1.- Formación postgraduada recibida en la especialidad. 2.- Formación postgraduada impartida en la especialidad: 46 2a - Conferencias o Ponencias de 45 min de la especialidad dirigidas a postgraduados. 2b - Presentación científica en Congresos de la especialidad (Comunicación, Póster o presentación de Casos clínicos). 2c - Publicación Científica en la especialidad. 2e - Premio en la especialidad. La experiencia, pionera y única en nuestro país en el sector veterinario, ha sido propuesta por AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales), y su reconocimiento profesional es básicamente a nivel interno, para los más de 3.600 socios que la componen. La primera fase de este proceso, en la que actualmente nos encontramos, terminará en el año 2014. En ese momento está previsto que los socios ya acreditados en las diferentes especialidades, definan la sistemática de acreditación del resto de socios que pretendan acreditarse a partir de entonces. Ello se gestionará desde los propios Grupos de Especialidad, junto con el Comité de Acreditación y la Junta Directiva de AVEPA. Esta sistemática estará basada, entre otras, en la demostración de la experiencia clínica en la especialidad, la superación de un examen, la formación adquirida, etc. A partir de ese momento, serán pues, los propios acreditados los que definan el nivel o la experiencia necesaria para la obtención de la acreditación, siempre bajo la supervisión del Comité de Acreditación y de la Junta Directiva de AVEPA, quienes velarán por la uniformidad y homogeneidad en los procesos y métodos para la obtención de dichas acreditaciones. Pero este proceso es continuo en el tiempo. Los conceptos de experiencia clínica, de formación científica, de trabajo en la especialidad, de aporte de conocimientos a la misma, no son estáticos en el tiempo. Estos aspectos deben estar en constante evolución, actualización y desarrollo, y por este motivo la Acreditación de Especialidades debe renovarse cada 5 años, como garantía de un trabajo continuo y de puesta al día en los conocimientos de la especialidad en cuestión. Así pues, cada quinquenio será preciso renovar dicha acreditación mediante la demostración fehaciente del continuo trabajo y evolución en las especialidades. Preguntas y respuestas frecuentes sobre el proceso de acreditación de AVEPA • ¿Qué se precisa para participar en el proceso de acreditación de AVEPA? Ser socio de AVEPA y miembro del Grupo de Especialidad de AVEPA en la cual se desea solicitar la acreditación, así como completar el formulario disponible en el área de socios de la web de la asociación. • ¿Cómo puedo pertenecer a un Grupo de Especialidad de AVEPA? En primer lugar se requiere ser socio de AVEPA (actualmente con 3.600 miembros), y solicitar la incorporación a alguno de los Grupos de Especialidad de AVEPA mediante el formulario que puede obtenerse en www.avepa.org. • ¿Qué es un Grupo de Especialidad de AVEPA? Es la evolución de los Grupos de trabajo de AVEPA que, normalmente, Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 coinciden con una de las especialidades reconocidas por el European Board of Veterinary Specialization (EBVS), y que así lo soliciten. En AVEPA existen, entre otros, los siguientes grupos de trabajo que se espera soliciten su transformación como grupos de especialidades: 1 - Anestesia (GAVA) 2 - Cardiología y Aparato Respiratorio (GECAR) 3 - Dermatología (GEDA) 4 - Diagnóstico por Imagen 5 - Emergencias y Cuidados Intensivos 6 - Etología y Conducta Animal (GRETCA) 7 - Medicina y Cirugía Animales Exóticos (GMCAE) 8 - Medicina Felina (GEMFE) 9 - Medicina Interna 10 - Neurología y Neurocirugía 11 - Oncología Veterinaria (GEVONC) 12 - Reproducción y Pediatría de Animales de Compañía (GERPAC) 13 - Traumatología y Ortopedia (GEVO) • ¿Qué es la acreditación de una especialidad? Es el reconocimiento de un nivel de especialización en un área de conocimiento clínico veterinario de animales de compañía, basado no sólo en conocimientos, sino en una experiencia probada y continuada. La acreditación implica que se cumplen unos mínimos que actualmente incluyen el formar parte de forma activa del Grupo de Especialidad correspondiente, disponer de una experiencia mínima acreditable y continuada en la especialidad de al menos 5 años, con una dedicación a la misma de al menos el 50% de una actividad laboral de 35 horas. • ¿Es lo mismo tener una acreditación AVEPA en una especialidad y ser Diplomado Europeo en esta especialidad? No lo es en absoluto. La Diplomatura Europea pretende crear espe- cialistas reconocidos a nivel europeo y mundial, mientras que la acreditación de AVEPA se circunscribe al ámbito exclusivo de la Asociación y sólo pretende reconocer un nivel de experiencia en un área de la medicina veterinaria. Ambas figuras pueden ser complementarias. • ¿Quién otorga la consideración de estar acreditado en una especialidad? Es la Junta Directiva de AVEPA, quien otorga dicha Acreditación, pero siempre a propuesta del Comité de Acreditación que debe velar porque el sistema sea transparente y homogéneo para todas las especialidades consideradas. • ¿Hasta cuándo tengo tiempo de participar en el proceso de acreditación inicial de AVEPA? Se puede participar completando el formulario de acreditación hasta el día 31 de diciembre de 2013. A partir de ese momento, los diferentes Grupos de Especialidades de AVEPA, junto con el Comité de Acreditación y la Junta Directiva de AVEPA, establecerán los términos (basados en experiencia clínica, exámenes, etc.) para acceder a dicha acreditación • ¿La concesión por parte de AVEPA de una acreditación es por una duración ilimitada? No. La actualización continua será un requisito, estableciéndose un sistema de reacreditación periódico (cada 5 años), tal como queda especificado en la Normativa de los Grupos de Especialidades de AVEPA. • ¿Qué actividades deberé realizar para mantener mi acreditación? Realmente las mismas que han permitido acceder al nivel de Acreditación y basadas en la actualización continua de los conocimientos de la especialidad, su desempeño habitual y mayoritario, así como la partici- pación en foros de la especialidad aportando la experiencia obtenida a otros colegas. En los próximos meses se publicará un baremo donde estará definidos de forma precisa los mínimos que se deben conseguir en las diferentes actividades. • ¿Cómo se materializa el hecho de estar acreditado en una especialidad? Los veterinarios acreditados serán incluidos en un listado en una base de datos de AVEPA, accesible a través de la web de la asociación, y recibirán un diploma de reconocimiento de dicha acreditación. El socio estará autorizado por AVEPA para la utilización de la denominación: “Acreditado AVEPA (especialidad)” o “Acred. AVEPA (especialidad)” • ¿Cuál es el valor añadido que podré ofrecer a mis clientes por el hecho de estar acreditado en alguna especialidad veterinaria de animales de compañía? El principal valor hacia nuestros clientes es el reconocimiento profesional de la Asociación Nacional de Veterinarios en cuanto a la formación, experiencia y conocimiento de la especialidad en cuestión. Además, existirá una mayor transparencia hacia el cliente a la hora de reclamar un servicio más especializado. • En el caso de estar acreditado en una especialidad concreta, ¿en qué me diferenciará esta situación del resto de compañeros? La acreditación no separa o limita la capacidad de actuación veterinaria en ningún sentido. De nuevo, la acreditación permite una mayor transparencia de cara a otros colegas. • ¿Dónde puedo consultar la normativa completa que detalla todo este procedimiento? Se puede consultar en la web de AVEPA, en la dirección www.avepa.org 47 Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 Relación de socios de AVEPA acreditados a fecha 14 de febrero de 2012. Esta primera lista corresponde a las acreditaciones referentes a las solicitudes presentadas hasta el día 1 de Agosto de 2011. Anestesia y Analgesia Álvarez Gómez de Segura Belda Mellado González Cantalapiedra Laredo Álvarez Lima Rodríguez Sández Cordero Soler Aracil Vieitez Muñoz CARDIOLOGÍA Alicia Caro Vadillo Pedro P. Esteve Romero Mar Félix Fando Mª Josefa Fernández del Palacio Laín García Guasch Jordi Manubens Grau José Alberto Montoya Alonso German Santamarina Pernas Jesús Talavera Lopez Belén Coromoto Verdugo Martinez Enrique Ynaraja Ramírez Cirugía (inc. Traumatología y Ortopedia, Tejidos blandos) Tomas Fernández González Cristóbal Frías Rides Lucía Gómez Arcos Mª Pilar Lafuente Baigorri Andrés Somaza Serantes Dermatología Otilia Ferrer Quintana Carmen Lorente Méndez Gustavo Machicote Goth Laura Navarro Combalía Laura Ordeix Esteve Ana Ríos Boeta Eduard Saló Mur Maite Verde Arribas César Yotti Alvarez Diagnóstico por Imagen Amalia Agut Giménez Alejandro Casasús Olea Yvonne Espada Gerlach Hernán Fominaya García Lorena Millán Varela Rosa Novellas Torroja Marta Soler Laguía Emergencias y Cuidados Intensivos Mari Ángeles Daza González Cristina Fragio Arnold Ignasi Pulido Bellés Itala Sunyer Dequigiovanni Medicina del Comportamiento Jaume Fatjó Ríos Tomàs Camps Morey Marta Amat Grau Sylvia García-Belenguer Laita Noticias Acreditaciones Ignacio Eliseo Antonio Francisco Juan Rafael Ignacio Gaspar Verónica Xavier 48 Manteca Vilanova Medicina Felina Palmero Colado Medicina Interna José Joaquín Cerón Madrigal Oscar Cortadellas Rodríguez Artur Font Utset Miquel Laporta Pastor Araceli Loste Montoya Carlos Melián Limiñana José Alberto Montoya Alonso Mª Dolores Pérez Alenza Ángel Sainz Rodríguez Germán Santamarina Pernas María Luisa Suarez Rey María Dolores Tabar Rodríguez Neurología Sonia Añor Torres Luciano Espino Lopez Tomás Fernández González Valentina Lorenzo Fernández Alejandro Luján Feliu-Pascual Joan Mascort Boixeda Patrícia Montoliu Stevers Xavier Raurell Ribó Nuevos animales de compañía / Exóticos Ángel Pausides Albert Soriano María Ardiaca García Jordi Jiménez Santamaría Albert Martínez Silvestre Jaime Martorell Monserrat Neus Morera Celda Oncología María Carmen Aceña Fabián Noemí del Castillo Magán Elena M Martínez de Merlo Enrique Rodríguez Grau-Bassas Eva Rollón Mayordomo Reproducción Xiomara Lucas Arjona Simón Martí Angulo Mª Luisa Especialidad Acreditados Anestesia y Analgesia Cardiología Cirugía (inc. Traumatología y Ortopedia, Tejidos blandos) Dermatología Diagnóstico por Imagen Emergencias y Cuidados Intensivos 8 11 Medicina del Comportamiento 5 Medicina Felina Medicina Interna Neurología Nuevos animales de compañía / Exóticos Oncología Reproducción Total 1 12 8 5 9 7 4 6 5 2 83 Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 Nueva Junta Directiva Estimados amigos, El pasado 31 de diciembre 2011, terminó el periodo de 4 años en que he tenido el honor de haber sido la Presidenta de nuestra asociación. En este tiempo, me han acompañado, formando parte de la Junta Directiva Mar Félix, Ana Ríos, Ignacio Álvarez, Vicenç Gimeno, Simón Martí, Lluís Ferrer, Artur Font, Rafa Molina y Gustavo Machicote. Algunos, al igual que Jordi Franch (Vicepresidente) darles públicamente las gracias: ha sido una gran satisfacción formar parte de este equipo. A partir del uno enero de 2012 la Junta Directiva de AVEPA, la constituyen los socios que a continuación podéis ver. Mis mejores deseos de suerte y buen hacer para esta nueva etapa. Maite Verde EX Presidenta de AVEPA Ana Ríos (Secretaria) Rafael Molina (Director Científico) Gustavo Machicote (Secretario Científico) Organigrama AVEPA Artur Font (Presidente) yo, han dejado de formar parte de la Dirección de AVEPA, otros siguen como miembros de la Junta Directiva que se constituyó a primeros de enero de este año, resultado de las últimas elecciones. Todos han contribuido desinteresadamente, aportando sus ideas, su talento y su tiempo, a hacer de AVEPA una Asociación mejor, más organizada y con mayores niveles de calidad en todos sus servicios. Por ello quiero Vicenç Gimeno (Tesorero) Andrés Somaza (Coordinador de Vocalías) 49 Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 Organigrama de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales) VOCALÍAS (10 zonas geográficas) JUNTA DIRECTIVA Asamblea General AVEPA • Presidente • Vicepresidente • Tesorero • Secretario • Director Científico • Secretario Científico • Coordinador de Vocalías CONSEJO NACIONAL Junta Directiva + Vocalías Comité científico • Revista Oficial • Grupos de Especialidades y Trabajos Delegados de la junta directiva • Representantes internacionales • Responsable Comité Ética • Responsable Formación atv Secretaría técnica JUNTA DIRECTIVA AVEPA Organigrama AVEPA PresidentE: Artur Font Utset (Barcelona) Vicepresidente Jordi Franch Serracanta (Barcelona) Tesorero: Vicenç Gimeno Rivero (Barcelona) SecretariO: Ana Ríos Boeta (Madrid) Director Científico: Rafael Molina López (Barcelona) Secretario Científico: Gustavo Machicote Goth (Pontevedra) Coordinador de Vocalías: Andrés Somaza Serantes (La Coruña)) 50 VOCALÍAS Andalucía-Extremadura Sergio Moya García (Málaga) José Raúl Pedregosa Morales (Granada) Juanjo Minguez Molina (Sevilla) Aragón-Rioja Santos Jiménez Palacios (La Rioja) Gonzalo Valle Fonck (Zaragoza) Baleares Marc Sánchez Grau (Mallorca) Sofia Sánchez Oliveira (Menorca) Joan Riera Planells (Ibiza) Canarias Luis Javier López Medina (Santa Cruz de Tenerife) José Alberto Montoya Alonso (Las Palmas) Cataluña Héctor Casas Escribano (Barcelona) Francisco José García Ramón (Barcelona) País Vasco-Navarra Justo Berganzo Zaera (Navarra) José Triviño Barros (Vizcaya) Galicia Graciela González Carrera (Pontevedra) J. Carlos Seco Filgueira (La Coruña) Madrid-Centro Francisco Javier Birlanga Urban (Madrid) Ángel J. Rodríguez Peña (Segovia) Norte Esteban Iglesias García-Conde (Asturias) Mª Isabel Centeno Eizaguirre (Asturias) Valencia-Murcia Rafael García Pellicer (Alicante) Pachi Clemente Vicario (Alicante) Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 COMITÉ CIENTÍFICO Presidente: Rafael Molina López (Barcelona) Miembros: Gustavo Machicote Goth (Pontevedra) Valentina Lorenzo Fernández (Madrid) Cristina Fragio Arnold (Madrid) Oscar Cortadellas Rodríguez (Valencia) Toni Navarro Alberola (Alicante) Xavier Roura López (Barcelona) COMITÉ ACREDITACIÓN Coordinador: Ignacio Álvarez Gómez de Segura (Madrid) Miembros: Germán Santamarina Pernas (Lugo) Pilar Lafuente Baigorri (Zaragoza) Jaume Fatjó Ríos (Barcelona) José Joaquín Cerón Madrigal (Murcia) REVISTA OFICIAL AVEPA Directora de la revista Clínica Veterinaria de Pequeños Animales: Amalia Agut Giménez (Murcia) Comité asesor: Albert Lloret Roca (Barcelona) Pilar Lafuente Baigorri (Zaragoza) COORDINADOR FORMACIÓN ON LINE Maruska Suarez Rey (Lugo) COORDINADOR COMITÉ ETICA José Capacés Sala (Madrid) COORDINADOR FORMACIÓN ATV Jose Marín Palenzuela (Islas Baleares) REPRESENTANTES INTERNACIONALES WSAVA (Word Small Animal Veterinary Association) y FECAVA (Federation of European Companion Animal Veterinary Associations): Jordi Franch Serracanta (Barcelona) FIAVAC (Federación Iberoamericana de Asociaciones de Veterinarios de Animales de Compañía): Maite Verde Arribas (Zaragoza) VETNNET (Veterinary European Transnational Network for Nursing Education and Training): Jose Marín Palenzuela (Islas Baleares) SECRETARÍA TÉCNICA DE LA ASOCIACIÓN Gerente: Joaquín Aragonés Vallés Personal administrativo: Carolina Dalmau Riera Muriel Idelsohn Zielonka Laura Llena Hurtado Maite Monleon García Raquel Ocaña Torres-Pardo Gemma Soriano Tomás GRUPOS DE TRABAJO Coordinador de Grupos de Trabajo y Especialidades Gustavo Machicote Goth (Pontevedra) Anestesia (GAVA) Presidente: Ignacio Álvarez Gómez de Segura (Madrid) Secretario: Leonardo Gainza Gainza (Navarra) Tesorera: Mónica Vieitez Muñoz (Vigo) Cardiología (GECAR) Presidente: Mª Josefa Fernández del Palacio (Murcia) Secretario: German Santamarina Pernas (Lugo) Tesorero: Jose Antonio Santiago Martínez (Sevilla) Dermatología (GEDA) Presidente: Eduard Saló Mur (Barcelona) Secretaria: Laura Navarro Combalía (Zaragoza) Diagnóstico por Imagen Presidente: Amalia Agut Giménez (Murcia) Secretario: Hernán Fominaya García (Madrid) Tesorero: Alejandro Casasus Olea (Madrid Emergencias Presidente: Manu Barcena Díaz (Barcelona) Secretario: Gaspar Soler Aracil (Alicante) Tesorero: Ester Ayuso Jiménez (Segovia) Endoscopia (GEA) Presidente: Jose Antonio Carrillo Adan (La Rioja) Secretario: Sergio Moya García (Málaga) Tesorero: J. Manuel Martínez Gómez-Rodulfo (Valencia) Etología (GRETCA) Presidente: Tomàs Camps Morey (Islas Baleares) Secretario: Javier Astorga Hervás (La Coruña) Exóticos (GMCAE) Presidente: Jordi Jiménez Santamaría (Barcelona) Secretaria: Neus Morera Celda (Barcelona) Vocal: Jaume Martorell Monserrat (Barcelona) Gestión y Dirección de Centros Veterinarios (GGA) Presidente: Enrique Barreneche Martínez (Alicante) Secretario: Abel Martin González (Toledo) Medicina Felina (GEMFE) Presidenta: Llibertat Real Sampietro (Islas Baleares) Secretario: Antonio Peña Rodríguez (Madrid) Tesorero: Salva Cervantes Sala (Barcelona) Medicina Holísticas Presidente: Francesc Minguell Martí (Barcelona) Secretario: Iñigo Campillo Romeu (Barcelona) Tesorero: Cristina Pardo Gamundi (Islas Baleares) Medicina Interna Presidente: Mª Dolores Pérez Alenza (Madrid) Vicepresidenta: Mª Dolores Tabar Rodríguez (Alicante) Tesorera: Mª Luisa Suárez Rey (Lugo) Neurología y Neurocirugía Presidente: Alejandro Luján Feliu-Pascual (Valencia) Secretaria: Valentina Lorenzo Fernández (Madrid) Oncología Veterinaria (GEVONC) Presidente: Elena Martínez de Merlo (Madrid) Secretaria: Noemí Del Castillo Magan (Madrid) Rehabilitación y Fisioterapia Presidente: Gemma Del Pueyo Montesinos (Madrid) Coordinador: Jose Antonio Honorato Huertas (Islas Baleares) Reproducción (GERPAC) Presidente: Sonia Fernández Pérez (Barcelona) Secretaria: Raquel Rodelgo Rodríguez (Pontevedra) Traumatología (GEVO) Presidente: Jordi Cairó Vilagran (Gerona) Secretario: Javier Rollón Mayordomo (Cádiz) 51 Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 Ciclo de Seminarios sobre Etología-Comportamiento animal AVEPA en colaboración con ELANCO, empresa patrocinadora, ha puesto en marcha un seminario que impartirá Marta Amat, responsable del Servicio de Etolo- gía de la Fundación Hospital Clínico de la Facultad de Veterinaria de la UAB. Con una duración de casi 5 horas, y centrado en las “Manifestaciones clínicas en animales con un problema de estrés” se celebrará durante el 2º trimestre del año en las ciudades de Madrid, Valencia y Málaga, y en septiembre en Barcelona. $"-&/%"3*0&*/4$3*1$*0/&4 +L\SV 7KN\SN SX]M\SZMSYXO] =OM\O^K\{K NO +@/:+ ¹ # /WKSV$ ]OM\O*K`OZKO] 7KcY @KVOXMSK SX]M\SZMSYXO] OX @YMKV{K <KPKOV 1K\M{K ¹ # #!" /WKSV$ \KPKQZ !*RY^WKSVMYW # 4_XSY 7pVKQK SX]M\SZMSYXO] OX @YMKV{K =O\QSY 7YcK ¹ #"#" /WKSV$ ]O\QSYWYcK*cKRYYO] # =OZ^SOWL\O ,K\MOVYXK SX]M\SZMSYXO] =OM\O^K\{K NO +@/:+ ¹ # /WKSV$ ]OM\O*K`OZKO] )03"3*04¦«) ."35""."5 Distintivos de pertenencia a AVEPA Papel_ 6SMOXMSKNK OX @O^O\SXK\SK ZY\ VK PKM_V^KN NO @O^O\SXK \SK NO VK ?XS`O\]SNKN K_^XYWK NO ,K\MOVYXK OX ##! .SZVYWKNK ZY\ OV -YVOQSY /_\YZOY NO 7ONSMSXK NOV Si a inicios de febrero se puso en marcha este proyecto, MYWZY\^KWSOX^Y /_\YZOKX -YVVOQO YP @O^O\SXK\c ,O 30 días más RK`SY_\KV 7ONSMSXO ¹ -YWZKXSYX +XSWKV] .YM^Y\K OX tarde son ya cerca de 150 socios los `O^O\SXK\SK @O^O\SXK\SK NOV =O\`SMSY NO /^YVYQ{K NO VK que han solicitado el envío de estos distintivos a sus lugares0_XNKMSX 2Y]ZS^KV -V{XSMY NO VK 0KM_V^KN NO @O^O\SXK de trabajo. \SK NO]NO <O]ZYX]KLVO NOV =O\`SMSY NO /^YVYQ{K El objetivo de los mismos es trasmitir el nivel científicoNO]NO OXO\Y NO # que el sello Avepa especi Noticias AVEPA transfiere, dando a conocer a sus clientes que alguno de los veterinarios de su clínica forman parte de AVEPA. Esta2 acción va unida a la comuniFlyerA5.indd cación por medio de banners publicitarios, insertados en webs de animales de compañía dirigidas a los dueños de mascotas, de que en la web de AVEPA existe un buscador que permite localizar las clínicas veterinarias más cercanas a sus domicilios. El coste de este distintivo es de solo 30 euros (incluyendo IVA), y cubre la elaboración personalizada del mismo con el nombre que el socio de AVEPA indique, así como el envío a domicilio por mensajería privada. Para más información consultar la web www.avepa.org, desde donde puede solicitarse directamente el envío de forma ágil y sencilla. 52 al.ai 12/12/ 11 Pape l_es peci al.a i 12/1 2/11 18:1 9:17 18:19: 17 +-</.3>+-398 ./ /=:/-3+63.+./= @/>/<38+<3+= +@/:+$ 6+ +=3=>/8-3+ + /=>9= =/738+<39= ./ />9691Ó+-97:9<>+ 73/8>9 +837+6 -97:9<>+ 6+ 9,>/8-3×8 ./ " :?8>9= ./ ½09<7+-3×8 :9=>1<+.?+.+ +.;?3<3.+¾ /8 /6 :<9-/=9 ./ +-</.3>+-3×8 ./ +@/:+ /8 6+ /=:/-3+63.+. ./ />9691Ó+ C M Y CM Asoc ia Espe ción de V e cialis tas e terinario Asociac n Peq s Esp ión de V añ ete ue Especia listas en rinarios Españ ños Anim oles oles Pequeñ ales os Anim ales MY C M Y CM MY CY CMY K CY CMY K Centro Vet Centro Ve Mascoetrinario terinario as MIM SIÓNascotas colabo D rad E AV EP persig ores la m A: O frec u e de estiendo la exejor formacr a los vete MISIÓN ri e c ió colaborad DE AV EPA: O fremodo a la elenc ia pro n c ientíficnarios y sus m f persig u ieores la mejor formcer a los veetejorirnaardel esional, y ca y hu mana io b nes n ac ontrib , s de este mdo la excelenc ia proión c ientífica y hs yiesu u m tar animal. u i r odo a la m ejora delfesional, y contribuana, bienestar animal. ir 15/3/12 16:33:01 JOURNAL Actualidad CLUB 2012, 2012, Vol. Vol. 32, 32, nº nº 11 Sección patrocinada por JOURNAL CLUB Autores: Carlsten KS, London CA, Haney S, Burnett R, Avery AC, Thamm DH Revista: Journal Veterinary Internal Medicine Año: 2012 Número: 26:135-141 Tipo de estudio Estudio clínico prospectivo en 17 perros con mastocitomas no operables que se van a tratar con radioterapia. Objetivo del estudio Comprobar si la combinación de radioterapia hipofraccionada con toceranib y prednisona es eficaz y bien tolerada. Diseño y resultados principales Se incluyen 17 perros con mastocitomas no operables. Se tratan con prednisona, omeprazol y difenhidramina. Se administra toceranib (2,75 mg/kg 3 días por semana) empezando una semana antes del inicio de la radioterapia. La dosis de radiación fue de 24 Gy en 3 o 4 fracciones de 8 o 6 Gy respectivamente. Se valoran la respuesta clínica de la enfermedad mediante mediciones del volumen del tumor y la presentación de efectos adversos. Se observó respuesta clínica en un 76,4% de pe- rros, remisión completa en 10 perros (58,8%), remisión parcial en 3 perros (17,6%), enfermedad estable en 3 perros (17,6%) y enfermedad progresiva en 1 perro (5,9%). 4 perros no completaron el protocolo de 16 semanas debido a los efectos adversos. Al año el 70% de los perros estaban vivos y el 44,8% no presentaban enfermedad visible. Todos los perros mostraron toxicidad gastrointestinal, aunque se solucionó con disminuciones de la dosis o parando temporalmente. La radioterapia no produjo efectos adversos importantes en ningún caso. Conclusión / discusión Los resultados de este estudio demuestran que la combinación es efectiva y la tolerancia es buena, aunque en muchos perros la dosis de toceranib debe reducirse o parar temporalmente la administración. El tiempo mediano sin progresión de la enfermedad fue de 316 días y la respuesta clínica normalmente se observó a los 32 días de iniciar el tratamiento. Los resultados son mejores que los hasta ahora publicados con el toceranib como único tratamiento (respuesta global 48,2% y tiempo hasta progresión de 126 días) y con radioterapia como único tratamiento. La toxicidad gastrointestinal es frecuente con el toceranib, aunque se pueden resolver con tratamiento sintomático y continuar con el tratamiento. El 80% de perros sufrieron elevaciones de las enzimas hepáticas. La limitación principal del estudio es la falta de comparación con otros grupos de tratamiento. Grado de medicina basada en la evidencia: Grado III (evidencia moderada, número de casos es bajo y no existe grupo con otro tratamiento). 53 Journal Club MULTICENTER PROSPECTIVE TRIAL OF HYPOFRACTIONATED RADIATION TREATMENT, TOCERANIB, AND PREDNISONE FOR MEASURABLE CANINE MAST CELL TUMORS Artículos internacionales AVEPA JOURNAL Actualidad CLUB 2012, Vol. 32, nº 1 Sección patrocinada por EVALUATION OF COAGULATION STATUS IN DOGS WITH NATURALLY OCCURRING CANINE HYPERADRENOCORTICISM Journal Club Artículos internacionales Autores: Klose TC, Creevy KE, Brainard BM Revista: Journal of Veterinary Emergency and Critical Care Año: 2011 Número: 21(6): 625-632 Tipo de estudio Estudio clínico prospectivo observacional en 46 perros en los que se realizan pruebas de función adrenal. Objetivo del estudio Investigar si los perros con hiperadrenocorticismo (HA) presentan hipercoagulabilidad comparado con perros que no tienen hiperadrenocorticismo. Además de los parámetros habituales de coagulación se utiliza la tromboelastografia (TEG). Diseño y resultados principales Se incluyen 46 a los que se va a realizar pruebas de funcionalidad adrenal para el diagnóstico de HA o hipoadrenocorticismo o bien para monitorizar el tratamiento de HA. Se excluyeron perros anestesiados previamente o con neoplasias adrenales invasivas. Se realizaron es- timulación con ACTH y supresión con dexametasona a dosis baja (0,01mg/kg). Se valoró hematocrito, plaquetas, colesterol, triglicéridos, actividad antitrombina, tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina parcial activado, fibrinógeno y TEG. 9 perros se diagnosticaron de HA, 19 perros venían para control y 18 perros no presentaban HA. No se observaron diferencias significativas en los parámetros evaluados entre los tres grupos, a excepción de los valores de colesterol que fueron más elevados en los perros con HA. Conclusión / discusión Los resultados de este estudio demuestran que no existen alteraciones en el estado de coagulación entre los perros con HA antes del tratamiento y durante el tratamiento y con perros que no tienen HA. Muchos de los perros de los tres grupos presentaban un estado de hipercoagulabilidad comparado con los valores de referencia establecidos con perros jóvenes sanos, con lo cual es importante tener en cuenta factores como la edad para establecer el rango de referencia. Los resultados de este estudio no son coherentes con la percepción clínica y los resultados de estudios clínicos retrospectivos que sí establecen una relación entre el HA y riesgo de trombosis. A pesar de las limitaciones del estudio podría ser que el riesgo de hipercoagulabilidad fuera debido a diversos factores simultáneos y no únicamente a la presencia de HA. Grado de medicina basada en la evidencia: Grado I (evidencia máxima, aunque con número bajo de casos). RESPONSE OF FELINE EOSINOPHILIC PLAQUES AND LIP ULCERS TO AMOXICILLIN TRIHYDRATE-CLAVULANATE POTASSIUM THERAPY: A RANDOMIZED, DOUBLE-BLIND PLACEBO-CONTROLLED PROSPECTIVE STUDY Autores: Wildermuth BE, Griffin CE, Rosenkrantz Revista: Veterinary Dermatology Año: 2011 Número: disponible online Tipo de estudio Estudio clínico prospectivo aleatorizado doble ciego controlado con placebo en gatos con placas eosinofílicas y úlceras indolentes en labio. Objetivo del estudio Valorar el tratamiento de placas eosinofílicas y úlceras indolentes con amoxicilina-clavulánico (AC) en 19 gatos. Diseño y resultados principales Se incluyen 19 gatos con diagnóstico confirmado clínica y citológicamente. Se valoró y comparó la superficie de la lesión antes y después de 3 semanas de tratamiento con AC o placebo (suspensión similar pero sin antibiótico). Completaron el estudio 16 gatos, 9 con placas (4 AC y 5 placebo) y 8 úlceras (4 AC y 4 placebo). En todas los casos se observó un componente de infección bacteriana mediante citología y cultivo bacterioló- 54 gico en la mayoría de gatos. La mayoría de infecciones estaban causadas por Staphylococcus, aunque en otros casos crecieron otras bacterias, incluyendo 3 casos de Pseudomona. En los casos de placa no existían diferencias significativas en la superficie de la lesión antes de iniciar el tratamiento. A las 3 semanas los gatos que tomaron AC presentaban una reducción del 96,2% comparado con el grupo placebo que presentaban un aumento del 0,02%. En el caso de las úlceras labiales la reducción de la superficie fue de 42,6% en los gatos que tomaron AC comparado con un aumento de la superficie del 36,6% en los gatos que tomaron placebo, aunque los resultados no son estadísticamente significativos. Conclusión / discusión Este estudio demuestra que estas lesiones frecuentemente están asociadas a infección bacteriana secundaria tal como se demuestra citológicamente y mediante cultivos de secreción y de tejido. La reducción de la lesión es claramente significativa en los gatos tratados con AC comparado con el grupo placebo, además en el grupo en tratamiento todos los gatos sufren mejoría de la lesión en el caso de las placas. En el caso de las úlceras los resultados no son significativos, aunque en 2 gatos la lesión se cura completamente poco después de las 3 semanas del estudio y citológicamente se demuestra una disminución de la presencia de bacterias. En el caso de las placas eosinofílicas la monoterapia con AC es un tratamiento efectivo. Grado de medicina basada en la evidencia: Grado I (evidencia máxima, aunque el número de casos es bajo). 2012, Vol. 32, nº 1 YA DISPONIBLE Descubra la nueva herramienta para el diagnóstico y tratamiento del hiperadrenocorticismo www.hiperadrenocorticismo.com [email protected] ¿Por qué registrarse? Le facilitamos el diagnóstico, tratamiento y monitorización del hiperadrenocorticismo canino. Vea y descargue información generada para completar la atención al paciente. Cree sus propios registros de seguimiento de sus pacientes. Obtenga un mayor control y un seguimiento adecuado de la enfermedad En el tratamiento del HIPERADRENOCORTICISMO Destino: Calidad de vida VETORYL 10 mg, 30 mg y 60 mg CAPSULAS DURAS PARA PERROS. Cada cápsula de Vetoryl 10 mg contiene 10 mg de trilostano. Cada cápsula de Vetoryl 30 mg contiene 30 mg de trilostano. Cada cápsula de Vetoryl 60 mg contiene 60 mg de trilostano. Indicaciones de uso: Tratamiento del hiperadrenocorticismo (enfermedad y síndrome de Cushing) de origen pituitario o suprarrenal en el perro. Contraindicaciones: No debe usarse en animales con enfermedad hepática primaria y/o insuficiencia renal. No utilizar en perros de menos de 3 kg (para Vetoryl 30mg y Vetoryl 60 mg). Precauciones especiales para su uso en animales: Dado que la mayoría de los casos de hiperadrenocorticismo se diagnostican en perros con edades de entre 10 y 15 años, la presencia concomitante de otros procesos patológicos es frecuente. En particular, es importante descartar inicialmente la existencia de enfermedad hepática primaria y de insuficiencia renal, ya que el medicamento está contraindicado en estos casos. Durante el tratamiento, debe realizarse un seguimiento estricto. Debe prestarse una especial atención a las enzimas hepáticas, los electrolitos, la urea y a la creatinina. La presencia concomitante de diabetes mellitus e hiperadrenocorticismo requiere una monitorización específica. Si un perro ha sido previamente tratado con mitotano, la función suprarrenal está reducida. La experiencia en la práctica sugiere que debería respetarse un plazo de un mes entre el cese de la administración de mitotano y el inicio del tratamiento con trilostano. Se recomienda una monitorización estricta de la función suprarrenal, ya que estos perros pueden ser más sensibles a los efectos del trilostano. El medicamento debe usarse con extremada precaución en perros con anemia preexistente, dado que pueden ocurrir disminuciones en el PCV (volumen celular sanguíneo total) y en la hemoglobina. Debe efectuarse un seguimiento regular. Precauciones especiales que deberá adoptar la persona que administre el medicamento a los animales: El trilostano puede disminuir la síntesis de testosterona, tiene propiedades antiprogesterónicas. Las mujeres embarazadas o con intención de estarlo deberían evitar el contacto con las cápsulas. Lavarse las manos con agua y jabón tras una exposición accidental y después del uso. El contenido de las cápsulas puede producir irritación de la piel y ocular y sensibilización. No dividir ni abrir las cápsulas. En caso de una apertura accidental de las cápsulas y contacto de los gránulos con los ojos o con la piel, lavar inmediatamente con cantidad de agua. Si la irritación persiste, acudir inmediatamente a un médico. Las personas con hipersensibilidad conocida al trilostano o a cualquiera de los excipientes deberán evitar el contacto con el medicamento. En caso de ingestión accidental, consulte con un médico inmediatamente y muéstrele el prospecto o la etiqueta.. Titular de la autorización de puesta al mercado: DECHRA LIMITED - Dechra House - Jamage Industrial Estate - Stoke-on-Trent – Staffordshire - ST7 1XW - REINO UNIDO. Número de registro: 1813 ESP(Vetoryl 10 mg), 1683 ESP (Vetoryl 30 mg), 1684 ESP (Vetoryl 60 mg) 55 C/ Balmes 202, 6ª · Barcelona · España Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 Sección patrocinada por Agenda de Congresos de los Colegios Europeos y Americanos Agenda de Congresos de los Colegios Europeos y Americanos EVDI (European Association of Veterinary Diagnostic Imaging) http://www.evdi.org/events/meetings/176-2012-eavdi-bid-wsava-meeting EAVDI-BID WSAVA Satellite Meeting 11 abril 2012 en Birmingham (UK), miércoles previa al WSAVA EVDS (European Veterinary Dental Society) http://www.evds.info/ 24-27 mayo 2012, 21 ECV, Lisboa (Portugal) Más información en http://2012.ecvd.info/ ECVO (European College of Veterinary Ophthalmologists) http://www.ecvo.org 24-27 mayo 2012, ECVO Congress 2012, Trieste (Italia) ACVIM (American College of Veterinary Internal Medicine) http://www.acvim.org 30 mayo- 2 junio, 2012 ACVIM Forum, New Orleans (USA) La web del 2012 ACVIM Forum está en construcción ISFM (International Society of Feline Medicine) http://www.isfm.net 13-17 junio 2012, ISFM European Congress, Budapest (Hungría) Feline diagnostics / Clinical pathology and diagnostic imaging Para más información: http://www.isfm.net/congress/2012/index.html Congresos AVSAB (American Veterinary Society of Animal Behavior) http://www.avsabonline.org 2012 ACVB/AVSAB Behavior Symposium 3 julio 2012, San Diego, como parte de la convención anual AVMA. ESVCP (European College of Veterinary Clinical Pathology) http://www.esvcp.com/ 15th Biennial Congress of the International Society for Animal Clinical Pathology & 14th Conference of the European Society of Veterinary Clinical Pathology 3 -7 julio 2012 en Ljubljana (Slovenia) ECVS (European College of Veterinary Surgeons) http://www.ecvs.org/ 5-7 julio 2012, ECVS Annual Scientific Meetings, Barcelona (España) 56 99Ë7jÍ?M® .ÖÍj 99Ë.!+® 0jÄÍÄ ?MÁ?ÍÁËajË-jwjÁjW?Ë99 Actualidad IDEXX | Su mejor socio en el diagnóstico 2012, Vol. 32, nº 1 _ËÔå¤ÔË99Ë?MÁ?ÍÁjÄ^ËW±Ë0aÄËÄËajÁjWÄËÁjÄjÁÜ?aıËVˤååɤååË.Ë SNAP® Leishmania: Resultados en los que puede confiar SNAP® Leishmania de IDEXX le ofrece la máxima fiabilidad con TODOS sus pacientes, vacunados o no VËË0jW~?Ë.˶ÖjË~?Á?Íã?Ë?Ëx?Ma?aËajËÄËÁjÄÖÍ?aÄË MÍjaÄËjËÄÖËWW? VËËÍ?ËÄjÄMa?a^ËWÖÄËÖjÄÍÁ?ÄËWËÍÍÖËM?ËajË?ÍWÖjÁ¬ÄJ]Ë aj?ˬ?Á?ËÖÄ?ÁË?ÍjÄËajË?ËÜ?WÖ?W VËËÍ?jÍjËjĬjWxWˬ?Á?ËwjWWjÄËWW?Ä]ËWx?ã?ËajĬÖkÄË ajË?ËÜ?WÖ?W ËËËËËJËÜ?Ö?ÍËwË?Ë.ËÁ?¬aËajÜWjËwÁËÍjËÄjÁ~W?Ëa?~ÄÄËwËjÄ??Ëw?ÍÖËwjWÍËË Ëa~Ë?ÄËW¬?ÁjaËÝÍËÖzÖÁjÄWjWjË?ÄÄ?ßË?aË8jÄÍjÁËMÍ^˱ËjÁÁ~Ëjͱ?±Ë®Ôååɯ 0j±Ë~Á?ÍÖÍËajË?ÍjWË?ËWjÍj]Ë900 100 966 57 Actualidad 2012, Vol. 32, nº 1 CURSOS FORMACIÓN CONTINUADA F.C 2012 URGENCIAS - ZARAGOZA 14 Abril 2012 Inscripciones en Vocalía. Gonzalo Valle (Secretario). Tel.976.35.08.65 F.C 2012 MEDICINA INTERNA - OVIEDO 12 Mayo 2012 Inscripciones en Vocalía. Esteban Iglesias (Vocal). Tel./Fax. 985.85.81.17 14 y 15 de abril 2012 Taller de ATVs en Barcelona Inscripciones: Secretaría de Avepa Tel. 93.253.15.22 – Fax. 93.418.39.79 Email [email protected] F.C 2012 TRAUMATOLOGÍA - MÁLAGA Curso de Grupo de Trabajo F.C 2012 TRAUMATOLOGÍA - OVIEDO 14 Abril 2012 Inscripciones en Vocalía. Esteban Iglesias (Vocal). Tel./Fax. 985.85.81.17 Formación continuada Actividades vocalías F.C 2012 EXÓTICOS - MALLORCA 26 Mayo 2012 Inscripciones en Vocalía. Sergio Moya (Vocal). Tel.952.38.09.48 - Fax 952.40.96.35 14 Abril 2012 Inscripciones en Vocalía. F.C 2012 URGENCIAS - MALLORCA Colegio Veterinarios de Baleares. 26 Mayo 2012 Tel. 971.71.30.49 - Fax. 971.71.27.26 Inscripciones en Vocalía. Colegio Veterinarios de Baleares. F.C 2012 URGENCIAS - Valencia Tel. 971.71.30.49 - Fax. 971.71.27.26 21 Abril 2012 Inscripciones en Vocalía. Rafael García (Vocal). F.C 2012 MEDICINA INTERNA - LAS PALMAS Tel. 96.621.94.78 26 Mayo 2012 Inscripciones en Vocalía. F.C 2012 EXÓTICOS - SEVILLa Colegio Veterinarios de Tenerife. 21 Abril 2012 Tel. 902.30.10.01 - Fax. 922.28.93.00 Inscripciones en Vocalía. Sergio Moya (Vocal). Tel.952.38.09.48 - Fax 952.40.96.35 F.C 2012 TRAUMATOLOGÍA - Zaragoza 2 Junio 2012 F.C 2012 MEDICINA INTERNA - SANTIAGO Inscripciones en Vocalía. 21 Abril 2012 Gonzalo Valle (Secretario). Inscripciones en Vocalía. Tel.976.35.08.65 Carlos Seco (secretario) Tel. 981.50.78.90 F.C 2012 TRAUMATOLOGÍA - LAS PALMAS F.C 2012 EXÓTICOS - bilbao 2 Junio 2012 21 Abril 2012 Inscripciones en Vocalía. Inscripciones en Vocalía. Justo Berganzo (Vocal). Colegio Veterinarios de Tenerife. Tel. 948.26.75.04 - Fax. 948.17.81.52 Tel. 902.30.10.01 - Fax. 922.28.93.00 F.C 2012 URGENCIAS - BILBAO 5 Mayo 2012 Inscripciones en Vocalía. Justo Berganzo (Vocal). Tel. 948.26.75.04 - Fax. 948.17.81.52 F.C 2012 MEDICINA INTERNA - madrid 9 Junio 2012 Inscripciones Secretaría de Avepa Tel. 93.253.15.22 - Fax. 93.418.39.79 F.C 2012 MEDICINA INTERNA - alicante 16 Junio 2012 12 Mayo 2012 Inscripciones en Vocalía. Inscripciones Secretaría de Avepa Rafael García (Vocal). Tel. 93.253.15.22 - Fax. 93.418.39.79 Tel. 96.621.94.78 F.C 2012 EXÓTICOS - BARCELONA 58 Curso de Vocalía 11 al 13 de mayo 2012 XII Jornada GEVO 2012 – Toledo Inscripciones en la Web: www.avepa.org Ciclo de Seminarios sobre Etología Comportamiento animal 21 Abril Madrid Inscripciones Secretaría de Avepa 93.253.15.22 - Email: [email protected] 26 Mayo Valencia Inscripciones en Vocalía. Rafael García 96.621.94.78 - Email: [email protected] 9 Junio Málaga Inscripciones en Vocalía. Sergio Moya 952.38.09.48 - Email: [email protected] Normas para autores 2012, Vol. 32, nº 1 INSTRUCCIONES PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS La revista Clínica Veterinaria de Pequeños Animales publica manuscritos que pueden ser redactados bajo dos formatos diferentes: 1. Artículos Originales. Que pueden ser en formato de estudios originales, prospectivos como restrospectivos (O) realizados a partir de varios casos clínicos, estudios de investigación clínica (O) y Caso Clínico (un solo caso) (C). 2. Artículos de Revisión (R). Trabajos de revisión bibliográfica y actualización sobre un determinado tema. Por norma general, estos manuscritos serán solicitados por el Comité Editorial a los autores que se estimen convenientes o Grupos de Trabajo de AVEPA. Por favor, antes de preparar el manuscrito, lea con atención las instrucciones que se detallan a continuación. PRESENTACIÓN DE MANUSCRITOS La revista Clínica Veterinaria de Pequeños Animales tiene como objetivo publicar artículos científicos que versen sobre medicina y cirugía de los animales de compañía y que tengan preferentemente un carácter práctico y novedoso. Su contenido ha de ser comprensible para los lectores, por lo que se tendrá muy en cuenta su redacción, exigiéndose una correcta expresión lingüística. Publicación previa y originalidad Los artículos originales no pueden haberse publicado o haber sido aceptados para su publicación en ninguna revista nacional o internacional, ya sea en parte o en su totalidad. En lo que a los trabajos de revisión se refiere, el comité editorial determinará en cada caso si se aplica esta exigencia o no. Ética La dirección de la revista se reserva el derecho de rechazar cualquier artículo en base a motivos éticos, en especial cuando los ensayos descritos hayan sido motivo de sufrimiento injustificado para los animales. Publicación o rechazo de artículos La decisión de determinar si un trabajo resulta de interés o no para su publicación en la revista la toma el comité editorial, basándose en el informe de los evaluadores. Asimismo, para ser aceptado para su publicación, un artículo debe reunir una serie de condiciones en cuanto a forma y estructura que a continuación detallamos. Los autores deben ceñirse a estas normas, a fin de evitar largas correcciones y, en consecuencia, dilataciones en la publicación del artículo. No se realizará ninguna corrección o modificación conceptual del manuscrito aceptado sin el consentimiento de los autores excepto los cambios editoriales. Los artículos que no reúnan los aspectos formales y de estructura o que no sean de interés científico serán rechazados y devueltos al autor. Envío on-line de los artículos Los manuscritos se enviaran de forma electrónica a la web de AVEPA, www.avepa.es , zona de la revista. Hasta que esté disponible se pueden enviar, [email protected] INFORMACIÓN GENERAL PARA PREPARAR LOS MANUSCRITOS Estilo Para la escritura del artículo debe de emplearse el formato Microsoft Word (.doc). Los artículos deben de escribirse a doble espacio y con márgenes mínimos de 3 cm. La fuente recomendada es Time Roman 12p. Las líneas del manuscrito deben de enumerarse de forma continua, así como las páginas. Los artículos originales no deberán de tener más de 3000 palabras, excluyendo tablas, figuras y bibliografía. El Caso Clínico aproximadamente 1000 palabras y las revisiones bibliográficas unas 4000 palabras. Para referirse a productos, equipos y fármacos se identificaran con el nombre genérico y entre paréntesis el nombre comercial, laboratorio y ciudad del mismo. Estructura general de un artículo original El artículo debe de tener la siguiente estructura 1. -Página del título 2.- Resumen.- Como máximo 200 palabras 3.- Summary .- Resumen escrito en inglés. Máximo 200 palabras. Palabras claves - Key words 4.- Texto principal, esta subdividido en Introducción Material y Método Resultados Discusión Conclusiones 5.- Agradecimientos 6. Fuente de financiación 7. Conflicto de intereses 8.- Bibliografía 9.- Tablas y Figuras 10- Leyendas de figuras 1. Página del Título del manuscrito en la primera página, incluyendo nombre(s) de autor(es), dirección, clínica o institución en la que ejercen. El título debe ser breve y adecuado al contexto del manuscrito. Deben evitarse títulos excesivamente largos y los que no reflejen con exactitud el contenido del artículo. El título debe de escribirse en español y en inglés. 2. Resumen del trabajo en castellano (máximo 200 palabras). El resumen debe indicar los objetivos del trabajo, la metodología usada y los principales resultados y conclusiones, enfatizando las aportaciones y los aspectos novedosos del trabajo. 59 Normas para autores 3. Summary. Resumen traducido al inglés (máximo 200 palabras). Palabras claves y Key words. Cuatro o cinco palabras tanto en español como en inglés. 4. Texto principal Introducción. Debe plantear el problema investigado en el trabajo, aportar al lector la información necesaria para comprender el artículo. Debe de incluir el objetivo del trabajo. Material y Métodos. Se describen detalladamente el material y las técnicas utilizadas (selección de los animales, métodos analíticos, etc.) en el estudio. Un buen apartado de material y métodos debe permitir a un clínico o investigador competente repetir las experiencias del autor. Los autores no deben de incluir en el texto, el nombre de la clínica, hospital o institución donde se realizó el trabajo. Resultados. Se debe de describir lo que se ha observado u obtenido en las experiencias. Hay que evitar la redundancia de información, los resultados que se presentan en forma de gráficas o tablas no deben describirse de nuevo y viceversa. Discusión. En esta sección el autor compara y confronta sus resultados con los de otros autores y extrae de ellos las conclusiones. Cuando el manuscrito trate sobre la presentación de un caso clínico, los apartados de serán, introducción, caso clínico y discusión. 2012, Vol. 32, nº 1 8. Bibliografía. Cualquier afirmación que se haga en el artículo y que no se desprenda de los resultados del mismo, debe ir acompañada de su correspondiente cita bibliográfica. Estas referencias se ordenarán al final del artículo según su aparición en el texto (no por orden alfabético), recibiendo un número consecutivo en función de su orden de aparición. Estos números se incluirán en el texto en formato de superíndice. Estilo de la Bibliografía Revistas: Nombrar a todos los autores siempre que sean menos de seis. Si son más, nombrar a los tres primeros y luego añadir et al. 1. De Risio L, Thomas WB, Sharp NJH: Degenerative lumbosacral stenosis. Vet Clin North Am Small Anim Pract 2000; 30(1):111-132. Libros: 2. Prata RG: Cauda equina syndrome. En Slatter DH (ed): Textbook of Small Animal Surgery, Philadelphia, WB Saunders, 1993; 1094-1104. 6. Fuente de financiación: Especificar si la investigación se realizó con fondos comerciales, públicos o del sector privado. 9. Tablas y Figuras Tablas: Las tablas deben incluirse al final del manuscrito, en el mismo documento o en otro. Deben de estar numeradas en el orden que aparecen en el texto. Figuras: Las figuras deben de ir en archivos diferentes al texto. El formato será en .TIF, JPG. Cuando sean gráficas tendrán una resolución mínima de 1000 dpi e imágenes 300 dpi. Tanto las tablas como las figuras deben de tener un título o encabezamiento. 7. Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de intereses en los datos publicados 10. Leyendas de las figuras. Deben incluirse al final del manuscrito, explicando lo que se quiere resaltar en la imagen. 5. - AGRADECIMIENTOS. En aquellos casos en los que se estime oportuno, se puede añadir un apartado de “Agradecimientos” INSTRUCCIONES PARA LAS SECCIONES ¿CUÁL ES TU DIAGNÓSTICO? Esta sección va destinada a casos clínicos en los que las técnicas de diagnóstico por imagen sean necesarias para llegar a un diagnóstico definitivo. Se deberá partir siempre de radiografías simples. Resulta imprescindible que las imágenes que formen parte del caso sean de buena calidad, con el fin de que las alteraciones o lesiones que describan dichas imágenes sean evidentes para cualquier compañero que lea esta sección. Las normas de publicación referente a la bibliografía y características de las imágenes serán las de la normativa general. Sin embargo la estructura del trabajo será la siguiente: Historia: Se realizará una descripción de las características del animal, los detalles clínicos y los resultados más relevantes de las analíticas que puedan tener interés para llegar a un diagnóstico. En esta parte se incluirán siempre las radiografías simples que se hayan realizado. Preguntas: Esta sección estará constituida por una serie de preguntas sobre las imágenes radiográficas, encauzadas para llegar al diagnóstico, como pueden ser: * Descripción de las alteraciones radiográficas observadas * Diagnósticos compatibles con los signos radiográficos observados (diagnóstico diferencial) * Es necesario realizar otras técnicas de diagnóstico por imagen o pruebas para alcanzar el diagnóstico definitivo. Comentario: Después de las preguntas, donde con ellas se alcance el diagnóstico, se realizará una breve discusión sobre el caso. Bibliografía: Se podrán incluir como máximo 5 referencias bibliográficas. La longitud del trabajo no excederá las 1000 palabras sin incluir las referencias bibliográficas. 60 CASO Clínico DE … El objetivo del artículo “Caso clínico de...” es de ofrecer información clínica relevante, relacionada con problemas específicos de las diferentes especialidades veterinarias. El formato de texto para esta sección debe organizarse bajo los siguientes puntos: Historia, preguntas, respuestas y discusión. La sección de Historia debe proveer suficiente información con respecto al problema específico al que se orienta, de tal forma que los lectores puedan determinar razonablemente la mejor solución o el siguiente paso lógico. Se presentarán los datos del animal, la historia clínica, los hallazgos del examen físico y los resultados de los análisis de laboratorio, radiografías etc..siempre que se consideren necesarios. La sección de Preguntas debe plantear un interrogante específico para la consideración de los lectores. La sección de Respuesta debe responder directamente a la pregunta planteada en la sección anterior y ofrecer información de apoyo adicional de ser necesario, incluyendo el curso clínico y la información relevante del seguimiento. La Discusión debe dar una discusión concisa sobre el problema planteado. El manuscrito no debería tener más de 2500 palabras, excluyendo la bibliografía. Sólo las referencias de mayor importancia deben ser incluidas (máximo 6) Los autores deben seguir la normativa general para la preparación del manuscrito que aparece en la sección de “Instrucciones para el autor”