Joyas de la Vieja Habana: el Museo de la Ciudad

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Joyas de la Vieja Habana: el Museo de la Ciudad
Por Diana Domínguez
Uno de los edificios de la vieja Habana que cada 16 de noviembre se engalana,
gracias a la maravilla de la conservación y la restauración como gusta decir el
Doctor Eusebio Leal, es el Palacio de los Capitanes Generales. Aunque más
joven que su enclave, tiene ya 408 años.
En la Plaza de Armas y muy cerca de El Templete, lugar donde se ofició la
primera misa en La Habana, hubo una iglesia que fue incendiada por el pirata
Jacques de Sores allá por el año 1555. La historia no aclara si volvió a erigirse o
simplemente fue salvada de las llamas, lo cierto es que llegó a reunir tantas
obras y esculturas que por su valor alcanzó la denominación de Parroquial
Mayor. En 1741 fue necesario demolerla por los daños que le causó la
explosión de un navío llamado Santa Bárbara en el cercano puerto habanero.
Sobre sus ruinas comenzó en 1776 la construcción de la Casa de Gobierno que
culminó en 1792 bajo el gobierno de Don Luis de Las Casas y desde entonces fue
la residencia de los gobernantes españoles durante la colonia. En el majestuoso
edificio se encontraban también la oficina del Gobernador, las del Ayuntamiento
e incluso la cárcel pública, que fuera sustituida luego por la Real Audiencia, sede
de debates de instituciones criollas como la Sociedad Económica de Amigos del
País y la Junta de Fomento.
Durante la etapa de la República se convirtió en sede del gobierno interventor y
el 11 de diciembre de 1967, ocho años después del triunfo revolucionario, se
convierte en lo que es hasta hoy: el Museo de la Ciudad.
Algunas de sus salas, como el Salón Blanco se han dedicado a mostrar la
decoración colonial del Palacio, otras muestran exposiciones relacionadas con la
historia de Cuba y sus próceres, pero el más visitado es el Salón del Trono, que
imita al Gran Salón de Madrid.
Paseo asiduo de habaneros y visitantes, guarda el casco histórico de la ciudad
entre sus más preciadas joyas este edificio considerado por los especialistas
como la obra de mayor importancia arquitectónica de todo el desarrollo barroco
en Cuba.
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