El Luteranismo (HA)

Anuncio
El Luteranismo (HA)
La primera de las principales iglesias protestantes fue el luteranismo [luteranismo: doctrina
protestante de fe cristiana fundada por Martín Lutero] . El luteranismo comenzó en Alemania
después de que Martín Lutero fue excomulgado por la Iglesia Católica en 1521.
Lutero era un sacerdote católico y un erudito. Enseñaba las escrituras y teología (el estudio de la
religión) en la universidad de Wittenberg. Cuando estudiaba la Biblia, Lutero se sentía agitado: no
podía encontrar en la Biblia la justificación de muchas de las prácticas y enseñanzas de la Iglesia.
También le disgustaba la corrupción que existía en la Iglesia, sobre todo la venta de indulgencias.
Lutero trató de resolver sus diferencias con la Iglesia. Pero al ver que sus opiniones eran
condenadas, comenzó el movimiento que se convirtió en el luteranismo.
Las Creencias Sobre el Pecado y la Salvación Lutero y sus seguidores no coincidían con la Iglesia
Católica con respecto al pecado y la salvación. Los católicos creían que las personas se ganaban la
salvación siguiendo las enseñanzas y las prácticas de la Iglesia. La participación en los sacramentos
era esencial. Por ejemplo, el sacramento del bautismo borraba el pecado original. Según la creencia
cristiana, éste era un estado de pecado transmitido a todas las personas por Adán, el primer hombre
creado por Dios. Una vez bautizadas, las personas debían rezar, tomar los sacramentos, seguir las
reglas establecidas por la Iglesia y realizar buenas obras.
Los luteranos no creían que se pudiera hacer nada para ganar la salvación. La salvación,
decían, es un regalo de Dios que se recibe por medio de la fe. Las personas se “justifican”, o se
salvan, si creen sinceramente en Jesucristo, se arrepienten de sus pecados y aceptan las
palabras de la Biblia como verdaderas. Lutero llamó a esto “justificación por la fe”. Aquellos que
tienen fe realizan buenas obras y evitan el pecado porque es un mandato de Dios hacerlo, no para
obtener la salvación.
La Fuente de Máxima Autoridad Los luteranos rechazaban las fuentes tradicionales de
autoridad religiosa, tales como los consejos de la Iglesia y el Papa. Creían que la Biblia era la
única fuente verdadera de orientación religiosa. La lectura de la Biblia era el único camino para
aprender a llevar una vida virtuosa y ganar la fe en Dios. Los luteranos publicaron la Biblia en
diversos idiomas para que las personas pudieran leerla por sí mismas.
Los Rituales y el Culto El culto luterano combinó las prácticas católicas con nuevas prácticas
luteranas. Los luteranos se reunían en edificios eclesiásticos que habían sido católicos originalmente.
Al igual que los católicos, usaban un altar, velas y un crucifijo, que representaba la crucifixión de
Jesús.
En muchos aspectos, el culto luterano tenía muchas semejanzas con la misa católica. El culto incluía
la sagrada comunión, el ritual cristiano de compartir el pan y el vino para conmemorar la última cena
que Jesús compartió con sus discípulos antes de su muerte. El culto luterano también incluía
lecturas de la Biblia y un sermón, en el cual el clérigo explicaba la lección del día tomada de la Biblia.
Al igual que los católicos, los luteranos cantaban himnos. Lutero escribió himnos para sus seguidores.
Los escribió en alemán y con frecuencia utilizó melodías populares para sus himnos, de tal manera
que todos pudieran aprenderlos más fácilmente.
Otras partes del culto luterano eran diferentes de la práctica católica. Las oraciones se escribían y
decían en alemán, no en latín, para que todos pudieran participar. En lugar de tener siete
sacramentos, los luteranos sólo tenían dos: el bautismo y la comunión. Lutero creía que eran
los únicos sacramentos claramente mencionados en la Biblia.
La Vida en Comunidad Lutero les entregó a sus seguidores un conjunto de reglas para guiar sus
vidas. Con el tiempo, predicó menos sobre el tema de la Biblia. Comenzó a enfatizar la
importancia de la disciplina y de las familias sólidas. Decía que los padres debían enseñarles
religión a sus hijos haciéndolos rezar antes de las comidas y antes de dormir. “A menos que [recen]”,
decía, “no se les debería dar ni de comer ni de beber”. También creía que las mujeres debían
casarse y dar a luz tantos hijos como fuera posible. Creía que estas reglas ayudarían a fortalecer las
comunidades luteranas.
A diferencia de los sacerdotes católicos, los ministros luteranos, o miembros del clero, tenían
la libertad de casarse. El propio Lutero se casó con una ex monja.
Descargar