EL DERECHO A LA SALUD I. Significado y alcance del derecho humano a la salud II. El caso Mininuma en la justiciabilidad del derecho a la salud en México. Karen Luna, OPSDH. I. Significado y alcance del derecho humano a la salud. El derecho a la salud está contenido en instrumentos internacionales de derechos humanos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH); el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y el Protocolo de San Salvador. La interpretación más detallada sobre el mismo, es la que ha desarrollado el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (Comité DESC), órgano encargado de la vigilancia de la aplicación del PIDESC, así como de la interpretación de las disposiciones contenidas en él. Según el Comité DESC en su Observación general N° 14, “La salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud que le permita vivir dignamente”1. El derecho humano a la salud, desde la interpretación del Comité DESC en la Observación recién aludida, es un derecho complejo, que se compone de libertades y de derechos. Por un lado, libertades como el derecho de las personas a controlar su salud y su cuerpo, incluyendo la libertad sexual y genésica2, y el derecho a no padecer injerencias, como el ser sometido a torturas, tratamientos y experimentos médicos no consentidos. Por otro lado, implica derechos como el de contar con un sistema de protección de la salud mediante el cual, las personas puedan acceder al más alto nivel posible de salud, en igualdad de oportunidades. Además, el derecho a la salud también significa tener acceso a los principales factores determinantes de salud, como el agua limpia potable, condiciones sanitarias adecuadas, suministro adecuado de alimentos sanos, vivienda adecuada, condiciones sanas en el trabajo y el medio ambiente, acceso a educación e información en torno a la salud, incluyendo la salud sexual y reproductiva, pero además también abarca la posibilidad de que la población participe en todo el 1 ONU-COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES, Observación general N° 14 El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud (art.12), 22° periodo de sesiones, 2000. 2 Significa que la mujer y el hombre están en libertad para decidir si desean reproducirse y en qué momento, y tienen el derecho de estar informados y tener acceso a métodos de planificación familiar seguros, eficaces, asequibles y aceptables de su elección, así como el derecho de acceso a los pertinentes servicios de atención de la salud que, por ejemplo, permitirán a la mujer pasar sin peligros las etapas de embarazo y parto. Observatorio de Política Social y Derechos Humanos Hilario Pérez de León No. 80, Col. Niños Héroes de Chapultepec, Benito Juárez, México D.F., 03440 Tel. 55 90 87 54 / 55 79 74 13 www.observatoriopoliticasocial.org proceso de toma de decisiones sobre salud a nivel de sus comunidades, y a nivel nacional e internacional. Hay cuatro elementos esenciales e interrelacionados que configuran el derecho a la salud: disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad. a) Disponibilidad se refiere a la existencia de suficientes servicios, establecimientos, bienes y programas de atención a la salud, mismos que deben contar con condiciones sanitarias adecuadas, agua limpia potable, personal profesional capacitado y bien remunerado; b) Accesibilidad, esto es, que todas las personas, sin discriminación, deben poder acceder a estos servicios, bienes y programas. Esto se traduce en que tales bienes, servicios y programas deben estar al alcance geográfico de las personas, que las instalaciones físicas de los centros y establecimientos de salud deben permitir a las personas con discapacidades acceder a ellos; que los pagos por concepto de atención a la salud deben basarse en el principio de equidad para garantizar que sea asequible a todas y todos, y por último, la accesibilidad también se refiere al derecho a solicitar, recibir y difundir información en materia de salud y cuestiones relacionadas; c) Aceptabilidad. Significa que los bienes, establecimientos y servicios de salud han de ser respetuosos de la ética médica y también de la cultura de las personas, las minorías y las comunidades; sensibles al género y a la edad de las personas, además de garantizar respeto a la confidencialidad. d) Calidad. Los bienes, servicios y establecimientos de salud deben ser apropiados desde el aspecto médico y científico y ser de buena calidad. Desde luego que los Estados tienen ante sí una cantidad de importantes obstáculos para garantizar el derecho a la salud de una vez por todas a toda la población, por ejemplo, la limitación que puede existir en torno a la disponibilidad de recursos para lograrlo, sin embargo, eso no es una excusa válida mediante la cual los Estados puedan renunciar a las obligaciones que tienen a cargo tras haber decidido, en ejercicio de su soberanía, entrar a formar parte de tratados internacionales de derechos humanos como el PIDESC; obligaciones que se han visto reforzadas a partir de la reforma constitucional en materia de derechos humanos de junio de 2011, que entre otras cosas, mandata que toda autoridad, en el ámbito de sus competencias, está obligada a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. De esta suerte, el Comité DESC dispone que aunque la aplicación del derecho a la salud sea progresiva y atendiendo a los recursos disponibles3, sí existen dos obligaciones inmediatas para el 3 Esto se refiere a que el Estado debe hacer uso del máximo de recursos disponibles, no sólo de los que disponga en su ámbito interno, sino también de aquellos a los que pudiera acceder por medio de la cooperación y asistencia de parte de la Observatorio de Política Social y Derechos Humanos Hilario Pérez de León No. 80, Col. Niños Héroes de Chapultepec, Benito Juárez, México D.F., 03440 Tel. 55 90 87 54 / 55 79 74 13 www.observatoriopoliticasocial.org Estado: garantizar que el ejercicio del derecho a la salud sea sin discriminación; y que adopte medidas deliberadas y concretas para progresivamente alcanzar esa garantía plena del derecho. De la mano de estas dos obligaciones genéricas, los Estados tienes las siguientes tres obligaciones específicas: Respetar, que se traduce en que e Estado debe de abstenerse de llevar a cabo ciertas acciones en detrimento de la salud. Por ejemplo, debe: abstenerse de limitar el acceso igualitario a todas las personas a los servicios de salud, incluidos los presos e inmigrantes; abstenerse de censurar, ocultar o desvirtuar intencionalmente información relacionada con la salud, incluida la educación sexual; debe abstenerse de contaminar ilegalmente el ambiente, por ejemplo mediante los desechos industriales de las instalaciones propiedad del Estado, o ensayar armas biológicas o químicas. Proteger, que se traduce en que el Estado ha de salvaguardar los derechos de las personas frente a la actuación lesiva de parte de terceros, por ejemplo, velar por que la privatización del sector de la salud no signifique un riesgo en materia de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad de los servicios de salud, o velar porque el personal médico esté verdaderamente calificado. Cumplir, que implica, por un lado, que el Estado reconozca suficientemente el derecho a la salud en su marco jurídico y adopte una política nacional de salud y un plan detallado para el ejercicio del derecho. La obligación de cumplir comprende a su vez el deber de facilitar, que significa que el Estado debe adoptar medidas positivas para permitir y ayudar a las personas a ejercer su derecho a la salud; tiene también el deber de facilitar, en el sentido de garantizarles el ejercicio del derecho a la salud a aquellas personas que, por razones ajenas a su voluntad, no pueden hacerlo por sí mismas con los medios que tienen a su disposición. Cumplir también entraña el deber de promover. Esto quiere decir que el Estado ha de emprender actividades para la promoción, mantenimiento y restablecimiento de la salud de las personas con medidas como fomentar la investigación en materia de salud, difundir información en torno a la alimentación saludable, o apoyar a las personas a tomar decisiones con conocimiento de causa, acerca de su salud. II. El caso Mininuma en la justiciabilidad del derecho a la salud en México. El caso de Mininuma4 es paradigmático en el terreno de la incipiente justiciabilidad de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en México. comunidad internacional; el Estado debe así, hacer todo cuanto esté a su alcance para satisfacer el nivel mínimo de obligaciones, de otra manera, no es válido que justifique su incumplimiento esgrimiendo la mera falta de recursos. ONUCOMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES, Observación general N° 3 La índole de las obligaciones de los Estados Partes (párrafo 1 del artículo 2 del Pacto), 5° periodo de sesiones, 1990. 4 Puede hacerse la consulta completa del caso en las obras que utilizamos para hacer esta reseña: ACUÑA, Juan Manuel, “El caso Mini Numa. Nuevos rumbos para la protección de los derechos sociales a través del juicio de amparo en Observatorio de Política Social y Derechos Humanos Hilario Pérez de León No. 80, Col. Niños Héroes de Chapultepec, Benito Juárez, México D.F., 03440 Tel. 55 90 87 54 / 55 79 74 13 www.observatoriopoliticasocial.org Mininuma es una comunidad mixteca del municipio de Metlatónoc, Guerrero. En este municipio, señalado por la PNUD como el más pobre de México, se carece de redes de agua entubada, drenaje y servicio eléctrico. Los habitantes de Mininuma debían caminar hora y media hasta la cabecera municipal para atender sus problemas de salud en los “módulos”, vagones en donde atendía un médico de las nueve de la mañana a las tres de la tarde, y en los que no había ni agua ni luz. Estos “módulos” debían dar atención a quince mil personas pertenecientes a la cabecera municipal y a cuarenta comunidades de la región. Frecuentemente, las personas debían regresar a sus hogares sin haber podido ser atendidas. En el año 2003, la comunidad se organizó para solicitar a la Secretaría de Salud de Guerrero la construcción y equipamiento de un centro de salud, petición que fue rechazada; en 2005 los habitantes se dieron a la tarea de construir ellos mismos un centro de salud de lámina y adobe para que entonces la Secretaría de Salud enviara un médico que pudiera atenderles, sin embargo, el Jefe de Jurisdicción Sanitaria 04 de la montaña de Guerrero se limitó a responder de manera informal que no existía ni el recurso ni el personal para poder atender su petición, y que no tenía caso que siguieran insistiendo. Se solicitó de nueva cuenta, al gobernador de la entidad y al secretario de salud, una unidad médica, personal capacitado y un cuadro básico de medicamentos. La respuesta de parte del secretario de salud fue adversa, señalándoles que los lineamientos del Modelo Integrador de Atención a la Salud (MIDAS), no preveían la construcción de un centro de salud en la comunidad; que de acuerdo al MIDAS, la comunidad debía contar con al menos 2,500 habitantes, y no debía haber un centro de salud en 15 kilómetros a la redonda y a media hora de recorrido, condiciones distintas a las de Mininuma. Empezaron a registrarse varios decesos, en su mayoría niñas y niños, y es en 2007 que, apoyados por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, se interpuso recurso de inconformidad ante la Secretaría de Salud, que desechó el recurso de plano. Paralelamente, se acudió a la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero, que otorgó medidas cautelares y exhortó al gobierno de la entidad a que adoptara las medidas necesarias para la preservación de la vida y salud de los habitantes de la comunidad. Habiéndose agotado las vías recursivas ordinarias, se interpuso amparo indirecto ante el juez séptimo de distrito en el estado de Guerrero. En la demanda se alegaba como uno de los conceptos de violación, que la resolución de parte de la Secretaría de Salud era infundada y discriminatoria, en violación de los artículos 1° y 4° constitucionales, que establecen, respectivamente, el derecho de toda persona a gozar de todas las México”, en González Oropeza Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.), El Juicio de Amparo. A 160 años de la primera sentencia. Tomo I, Mexico, Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, 2011, págs. 31-50; GUTÉRREZ RIVAS, Rodrigo y Pedro SALAZAR UGARTE, Igualdad, no discriminación y derechos sociales, una vinculación virtuosa, México, CONAPRED, 2011, págs. 92-102 Observatorio de Política Social y Derechos Humanos Hilario Pérez de León No. 80, Col. Niños Héroes de Chapultepec, Benito Juárez, México D.F., 03440 Tel. 55 90 87 54 / 55 79 74 13 www.observatoriopoliticasocial.org garantías5 otorgadas por la constitución y, el derecho a la salud. En la demanda se explicaba que los pueblos tlapanecos, mixtecos y nahuas son la población que enfrenta mayor marginación; que la falta de acceso a la salud es causa de los altos índices de mortalidad materna e infantil (de los más altos a nivel nacional) en estas comunidades. Otro de los conceptos de violación señalaba el daño producido a los demandantes con motivo de haberles sido negado el derecho de protección a la salud, establecido en el artículo 4°, y en el 2° constitucional, en específico, para los pueblos indígenas; se argumentó, asimismo, la estrecha relación del derecho a la salud con el derecho a no ser discriminado, contenido en el 1° constitucional. Al mismo tiempo, se señala la interdependencia de todos los derechos humanos y se alude a los instrumentos internacionales de derechos humanos. El once de julio de 2008 se obtuvo sentencia otorgando la protección de la justicia federal. El juez determinó que se había vulnerado el derecho a la salud, y que lo establecido en el 4° constitucional, […] establece una garantía de igualdad; por tanto se trata de un derecho del que sin distinciones de ninguna especie, goza toda persona que se encuentre en el territorio nacional. Correlativamente, impone al Estado la obligación de promover las leyes reglamentarias que aseguren una adecuada atención a los servicios de salud […] Por consiguiente, el precepto constitucional en estudio establece la posibilidad de acceder, en condiciones de igualdad, a servicios de salud dignos que la atiendan en cualquier caso y bajo cualquier circunstancia. Garantía de igualdad que está correlacionada con los diversos preceptos 1° y 2° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos6. Dos cuestiones son particularmente notables en el caso Mininuma: la primera es que el juez recurrió, aparte del derecho doméstico, a lo dispuesto por el derecho internacional de los derechos humanos para interpretar y dotar de contenido al derecho a la salud, primordialmente a lo establecido por el PIDESC en su artículo 12 y a la Observación General del Comité DESC número 14, sobre el derecho al más alto nivel posible de salud. Este hecho llama la atención considerando que la cultura jurídica imperante -sobre todo antes de las citadas reformas constitucionales de 2011-, ha sido adversa a tomar en consideración las obligaciones derivadas del derecho internacional de los derechos humanos. La segunda, tiene que ver con la importancia del señalamiento que desde los tribunales puede hacerse al respecto del incumplimiento de las obligaciones positivas del Estado. En este caso, ya existía un entramado jurídico y de política pública que establecía un conjunto de obligaciones a cargo de la autoridad de salud. El juez orientó su argumentación en el sentido de explicar a las autoridades sanitarias que estaban obligadas a encaminar su actuación bajo los términos establecidos por la normatividad correspondiente. En tal sentido, el juez ordena que la casa de salud 5 El caso Mininuma es anterior a la reforma constitucional en materia de derechos humanos de junio de 2011, por tal razón encontramos el término garantías, en lugar del de derechos humanos. 6 GUTIÉRREZ RIVAS, Rodrigo, Op. Cit. p. 98. Observatorio de Política Social y Derechos Humanos Hilario Pérez de León No. 80, Col. Niños Héroes de Chapultepec, Benito Juárez, México D.F., 03440 Tel. 55 90 87 54 / 55 79 74 13 www.observatoriopoliticasocial.org construida por los habitantes de Mini Numa sea adecuadamente acondicionada para prestar el servicio y se envíe personal médico, y que el centro de salud de la cabecera municipal, Metlatónoc, también sea adecuadamente equipado. Rodrigo Gutiérrez Rivas y Pedro Salazar Ugarte señalan que el éxito de este caso obedeció a la integración de una compleja estrategia en la que se conjuntó la organización comunitaria, trabajo por parte de organizaciones y redes de la sociedad civil, presión política sobre actores estatales y la difusión de la situación ante medios de comunicación, lo que ayudó a sortear el conjunto de dificultades jurídicas, culturales y políticas que de ordinario enfrentan quienes viven en situación de mayor pobreza y exclusión7. A pesar del carácter favorable de esta sentencia en términos de justiciabilidad del derecho a la salud, no debemos omitir señalar que el juez, si bien recurrió a disposiciones de derechos humanos de fuente internacional, y en específico, a la protectora interpretación del derecho a la salud hecha por el Comité DESC, y en varios sentidos logró dejar de lado la tradicional forma en que de ordinario se entienden los DESCA en sede jurisdiccional, lo cierto es que no terminó de producir una argumentación articulada entre las obligaciones que derivan de la Constitución y la legislación doméstica, y de las obligaciones derivadas de instrumentos internacionales de derechos humanos, limitándose a transcribir en la sentencia, la Observación General número 14 del Comité DESC, y señalando su obligatoriedad en términos del artículo 133 constitucional. Lo anterior nos da pauta para poner de manifiesto uno de los retos en el terreno de la justiciabilidad de los DESCA en México, que tiene que ver con la formación tanto de abogados como de jueces; terminar de soltarse del discurso y práctica decimonónicos que reducen los DESCA a meros principios programáticos, a derechos de segunda, vagos y poco inteligibles. 7 Ibídem, p. 102 Observatorio de Política Social y Derechos Humanos Hilario Pérez de León No. 80, Col. Niños Héroes de Chapultepec, Benito Juárez, México D.F., 03440 Tel. 55 90 87 54 / 55 79 74 13 www.observatoriopoliticasocial.org