CAPÍTULO XII SUCESIONES 1. DEFINICIÓN Es un modo de adquirir per universitatem, siendo el objeto un patrimonio entero o una cuota parte de un patrimonio, a la muerte de una persona, cuyo receptor, por el derecho romano, pasa a ser un continuador de su personalidad, llamado heredero. Tiene en cuenta: a) El interés del difunto. b) El interés de los acreedores. c) El interés religioso. Según JUAN IGLESIAS: Viene del verbo latino succedere, sinónimo de subiere, no significa simplemente “seguir”, sino seguir o continuar en una sucesión donde dice más la carga asumida por el sucesor, que el posible beneficio adquirido. Si se pasa del sentido gramatical al campo jurídico, succedere no indica el traspaso de un derecho, sino la entrada de una relación; succesio no significa otra cosa que reemplazo, en la posición jurídica. El concepto de sucesión para los romanos, era lo más importante, se interesaron porque hubiera alguien que continuara las responsabilidades de la familia o gens, que no dejara extinguir el fuego del hogar, y que sirviera de continuador de quien había muerto. Establecieron la figura jurídica de la sucesión, el de cujus, el que ha muerto o difunto, debe haber dejado a alguien que continúe con el patrimonio, los títulos, la familia y el nombre para que no se extinga la gens. Era una desgracia para los romanos el que no hubiera un continuador de la familia, era una infamia, y si no había hijo, se adoptaba para que alguien levantara la bandera del hogar.