Manual de posiciones y proyecciones radiológicas en el perro

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LA EDITORIAL DE LOS VETERINARIOS
ANIMALES DE COMPAÑÍA
Manual de posiciones
y proyecciones radiológicas
en el perro
Dirigido a veterinarios, estudiantes, profesores y profesionales del sector.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Autores: Ramón Sever y Amaia
Unzueta.
Formato: 22 x 28 cm.
Número de páginas: 120.
Número de imágenes: 170.
Encuadernado: tapa dura.
ISBN: 978-84-935971-4-6.
Editorial: Servet.
Un libro práctico en el que encontrarás respuestas a tus dudas
sobre cómo hacer la radiografías adecuadas y que te evitará la
repetición innecesaria de radiografías. En él se explica detalladamente la posición radiológica que se ha de emplear para la
exploración de un órgano o una estructura concreta así como
las proyecciones y los parámetros radiológicos más adecuados
en cada caso.
Más información
Andador del Palacio de Larrinaga, 2 - 50013 Zaragoza - España
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Tel.: 976 46 14 80
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Fax: 976 42 30 00
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LA EDITORIAL DE LOS VETERINARIOS
Manual de posiciones y proyecciones radiológicas en el perro
ÍNDICE DE CONTENIDO
Introducción
1. Exploración de la cabeza
2. Exploración del tórax
3. Exploración de la columna vertebral
4. Exploración del abdomen
5. Exploración de la extremidad anterior
6. Exploración de la extremidad posterior
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INTRODUCCIÓN
INMOVILIZACIÓN Y POSICIONAMIENTO
ELECCIÓN DE MATERIAL RADIOLÓGICO
INTRODUCCIÓN
Elección de material radiológico
Aparato de RX
Aunque el propósito de este manual no es hacer una descripción del
aparato de RX, a lo largo de los capítulos el lector observará que hacemos referencia a diferentes proyecciones que requieren la rotación
del tubo de RX. Ciertamente, hay proyecciones que van a ser mejor ejecutadas si el soporte del tubo de nuestro aparato de RX permite descenderlo y girarlo sobre su propio eje con facilidad (fig. 4).
Fig. 2. Proyección ventrodorsal de abdomen. Los rayos X entran por el abdomen ventralmente y lo abandonan dorsalmente.
La proyección que deseemos obtener va a determinar la posición del paciente. Las
proyecciones radiológicas hacen referencia a la trayectoria del haz de rayos X a través
de la estructura que se radiografía. El primer término describe la superficie de la estructura sobre la que penetra el haz primario y el segundo término describe la superficie de
la estructura por la que sale el haz. Así, por ejemplo, una proyección ventrodorsal de abdomen indica que el haz de rayos penetra en el abdomen ventralmente y lo abandona
dorsalmente (fig. 2).
El término posición (derecha o izquierda) empleado en una proyección laterolateral hace
referencia al decúbito del paciente y no a la proyección. Así, por ejemplo, una proyección
laterolateral posición derecha indica que es el lado derecho del paciente el que se encuentra apoyado sobre la mesa (fig. 3).
Fig. 3. Proyección laterolateral de tórax, posición derecha. El paciente se encuentra apoyado sobre su lado derecho.
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Inicio
Radiación dispersa,
colimadores y rejillas
La radiación dispersa es generada a partir de la interacción de los
rayos X con el tejido mediante el efecto Compton. La radiación dispersa supone la aparición de velo fotográfico en la película y reduce,
en consecuencia, el contraste de la imagen y la calidad radiográfica.
Existen dos maneras de reducir la radiación dispersa que va a
llegar a una imagen radiológica: el empleo de dispositivos restrictores de haz y el uso de rejillas antidifusoras.
Aunque hay diversos dispositivos restrictores de haz, el más empleado en nuestra profesión, y que nosotros hemos utilizado en la
elaboración de este manual, es el colimador de apertura variable con
luz localizadora, que permite colimar el campo de exposición en
sentido longitudinal y transversal.
La cantidad de radiación dispersa que llega a la película es mayor al aumentar el tamaño del campo del haz de rayos X, por lo que
éste debe ser restringido al máximo.
Por otro lado, la radiación dispersa es mayor al radiografiar estructuras gruesas que
finas. En general, se considera que cuando se radiografían espesores superiores a 1015 cm, la radiación dispersa generada va a deteriorar la calidad de la imagen obtenida
por lo que se recomienda el empleo de rejilla antidifusora.
Una rejilla es un dispositivo compuesto por secciones de material radiopaco, normalmente plomo, y de material radiolúcido, generalmente aluminio o plástico. Los rayos X
que emergen del paciente y colisionan con el material radiopaco de la rejilla, son absorbidos por ésta y no alcanzan la película, mientras que aquellos rayos X que inciden contra el material radiolúcido de la rejilla sí son transmitidos.
En general, una rejilla bien diseñada atenúa entre el 80 y el 90% de la radiación dispersa. No obstante, hay que considerar que la rejilla, además de absorber radiación dispersa también absorberá parte de radiación primaria, con lo que su uso implica un incremento compensatorio de los parámetros radiológicos (de hasta un 30% el mAs) que
implicará un aumento de la dosis que recibe el paciente.
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Fig. 4. Rotación del tubo 30º.
EXPLORACIÓN DE LA CABEZA
BULLAS TIMPÁNICAS Y PROCESO ODONTOIDES
BULLAS TIMPÁNICAS Y PROCESO ODONTOIDES
Bullas timpánicas
y proceso odontoides
La exploración radiológica completa de las bullas timpánicas debe realizarse con la obtención de dos proyecciones especiales: la proyección laterolateral oblicua y la proyección
rostro-caudal con boca abierta.
Antes de emitir un
diagnóstico, se recomienda
realizar una radiografía de la
bulla timpánica contralateral
y compararlas.
La realización de la proyección laterolateral oblicua requiere (figs. 9 y 10):
■ Colocar al paciente en decúbito lateral, con el lado afectado sobre la mesa.
■ Situar la cabeza del paciente sobre el chasis, de manera que el plano sagital medio de
la cabeza se sitúe paralelo a la superficie de la mesa y rotar el dorso de la misma unos
30 grados hacia la mesa, de manera que el lado afectado quede en posición ventral.
Podemos colocar una cuña de espuma bajo la mandíbula para mantener la posición.
■ Asegurarse de que los pabellones auriculares no interfieren en la imagen radiológica
situándolos dorsalmente.
■ Centrar el haz primario sobre la zona a explorar por debajo del ojo.
EXPLORACIÓN DE LA CABEZA
Para la obtención de la proyección rostrocaudal con boca abierta debemos (figs. 11 y 12):
■ Colocar al paciente en decúbito dorsal, con su cabeza apoyada sobre la mesa. Podemos utilizar sacos de arena en los laterales del cuerpo para evitar la rotación del mismo.
■ Estirar las extremidades anteriores hacia caudal, sujetándolas en esta posición con la
ayuda de cualquier sistema de sujeción que tengamos (saco de arena, venda,
cuerda…).
■ Orientar el hocico del animal en vertical, mirando hacia el tubo de RX, de tal forma
que el paladar duro quede perpendicular (en las razas dolicocéfalas) al haz de rayos
primario y mantenerlo en esta posición con la ayuda de una venda. En los animales
mesocéfalos, el paladar duro debe formar un ángulo de unos 10 grados con el haz
perpendicular, mientras que en los braquicéfalos éste ángulo debe ser de 20 grados.
■ Con la ayuda de otra venda atada a la mandíbula, traccionar caudalmente de la misma
para lograr abrir la boca del animal o traccionar directamente de la lengua en caudal,
tal y como se muestra en la figura 11.
■ Asegurarse de que los pabellones auriculares no interfieren en la imagen radiológica
situándolos lateralmente.
■ Centraremos el haz de rayos sobre la base de la lengua o sobre el paladar blando.
A
B
Fig. 9. Colocación de la cabeza para obtener una proyección laterolateral oblicua que
permita la exploración de la bulla timpánica.
Fig. 10. Proyección LL oblicua de cabeza. La flecha muestra la bulla timpánica explorada.
Fig. 11. Manejo del paciente para la proyección rostrocaudal.
La proyección rostro-caudal con la boca abierta es la de elección para la visualización
óptima de las bullas timpánicas ya que evita la superposición de éstas con otras estructuras y, además, permite el estudio comparativo de las bullas izquierda y derecha en una misma
imagen.
Por otro lado, esta proyección permite observar de manera excelente el proceso odontoides del axis.
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Inicio
Fig. 12. Proyección rostrocaudal de cabeza para la exploración de las
bullas timpánicas (A) y el proceso odontoides del axis (B).
En esta proyección deben reducirse los parámetros radiológicos
con respecto a los utilizados para otras proyecciones,
ya que el espesor que se radiografía disminuye considerablemente.
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EXPLORACIÓN DEL TÓRAX
GENERALIDADES
GENERALIDADES
EXPLORACIÓN DEL TÓRAX
■ Mantener la cabeza en extensión normal.
Las radiografías torácicas
deben obtenerse en el pico
de máxima inspiración.
■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente para evitar que los tejidos blandos
del brazo se superpongan sobre el tórax craneal, lo que provocaría la aparición de
una radiopacidad de tejido blando artefactual (figs. 6 y 7).
■ Centrar el haz de rayos X a nivel de la silueta cardiaca (5º espacio intercostal). Podemos ayudarnos centrando el haz primario en el punto donde palpamos el choque del
ápex cardiaco contra la pared torácica.
■ Debemos incluir la totalidad del tórax (desde la entrada del tórax hasta la parte más
caudal del campo pulmonar caudodorsal).
■ Esperar al pico de máxima inspiración para realizar la exposición. Una buena radiografía torácica debe ser realizada coincidiendo con una fase inspiratoria del paciente,
lo que aumenta al máximo el contraste pulmonar.
Fig. 8. Animal sobre decúbito esternal para obtener la proyección DV.
Fig. 9. Proyección DV de tórax.
Proyección ventrodorsal (VD)
La realización de la proyección ventrodorsal (VD) requiere (figs.10 y 11):
■ Colocar el paciente sobre decúbito dorsal.
■ Centrar el haz de rayos X sobre el cartílago xifoides.
■ Mantener la cabeza en posición natural.
■ Incluir la totalidad del tórax.
■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente
■ Realizar la exposición en pico de máxima inspiración.
y las posteriores caudalmente.
Fig. 6. El brazo que queda apoyado sobre la mesa se encuentra desplazado caudalmente.
Fig. 7. El incremento de radiopacidad que aparece en el tórax craneal (flecha) es artefactual,
originado por el tejido blando del brazo desplazado caudalmente.
Una vez realizada la proyección LL debe obtenerse una vista perpendicular de la misma,
bien la proyección dorsoventral (DV) o la proyección ventrodorsal (VD).
Proyección dorsoventral (DV)
La realización de la proyección dorsoventral (DV) requiere (figs. 8 y 9):
■ Colocar el paciente sobre decúbito esternal.
■ Mantener la cabeza apoyada sobre la mesa en posición natural.
■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente y estirar las extremidades
posteriores caudalmente.
■ Centrar el haz de rayos X a nivel de silueta cardiaca.
■ Incluir la totalidad del tórax.
■ Realizar la exposición en pico de máxima inspiración.
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Fig. 10. Animal sobre decúbito dorsal para obtener la proyección VD.
Fig. 11. Proyección VD de tórax.
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